Después de cuatro semanas en las que he cambiado drásticamente mis entrenamientos, pasando a hacer entre 67 y 82 kilómetros semanales, en lugar de los menos de 50 que hacía antes, mi plan me manda hacer una semana de descarga, en la que, como mandan los cánones, bajaré la distancia e intensidad de las tiradas para que el cuerpo asimile bien la sobredosis de kilómetros de estos últimos días.
Hoy me planteé salir a hacer 12 kilómetros, a un ritmo muy tranquilo. El lunes no hice absolutamente nada, tenía un viaje de trabajo y a las 4:30 me estaba levantando para coger el primer AVE. El lunes además es el único día de la semana en que me voy a dormir "tarde", pues no me pierdo mis dos episodios de Fringe, llegué a casa justo antes de que empezaran, así que esta mañana sí que he mirado un poco mal al despertador cuando mi amigo del alma me recordaba que había que levantarse para correr. Estaba cansado, sobre todo por la falta de sueño, pero no iba a perderme mis kilómetros del martes sólo por eso.
Empecé tranquilo, muy tranquilo. Casi me dolía lo despacio que iba... Estuve pocos segundos por debajo de los 6:00 por kilómetro hasta que di media vuelta en Montcada, y entonces el ritmo fue ascendiendo muy poco a poco, entre 5:27 y 5:40, y el último me lo tomé aún con más calma, a más de 6:00. Al descargar la actividad del Forerunner vi que no pasé de los 138 bpm y la media fue de 131. Quizá demasiado lento... El cuerpo no pedía más, y estando en semana de recuperación, se lo perdono.
Mañana tocan cambios de ritmo, más distancia para mantener un ritmo constante más tiempo, y más tiempo de recuperación. Y como hoy seré bueno y me iré a dormir pronto, seguro que con mejor ritmo.
Todo va bien, recuerda que si te machacas en demasía un día, el día siguiente te pasará factura, porque esto no para.
ResponderEliminarMuy bien, Isidro.. El desarrollo de un plan está jalonado de diferentes sensaciones, mejores y peores, pero todas ellas asumibles... Lo realmente importante es la asimilación progresiva del plan y que al final el trabajo efectuado dé sus frutos... Así que cumpliendo objetivos y sin apresurarse demasiado... Saludos..!!
ResponderEliminarDicen que la clave de un buen entrenamiento se basa en el descanso y en la recuperación. Eso es amigo, tres semanas de carga y una de descarga, en una preparacion maratoniana no queda otra sino nunca llegaras a cruzar la ansiada meta. Vamoosssssssss Isidro Vamoossssssss. Un saludo.
ResponderEliminarUn saludo, Isidro; perfecto tu razonamiento; estás entrenando con mucha cabeza, cosa que no es nada fácil; ánimo y a seguir.
ResponderEliminarLeo tu entrada y recuerdo que hay una "regla" en los triatletas de no aumentar las cargas más de un 10% por semana. Seguramente dedicándote sólo a un deporte puedes subir un poco más, pero no mucho. Si no, a la larga, riesgo serio de lesión.
ResponderEliminarUno de mis principales problemas es que no se ir despacio, me canso más, me cuesta muchísimo rodar lento. Felicidades por tu autocontrol
ResponderEliminarBien hecho ese autocontrol, hay que regular sino tarde o temprano el cuerpo pasa factura.
ResponderEliminarSobre todo estoy de acuerdo contigo en una cosa "no me pierdo mis dos episodios de Fringe".
ResponderEliminarA asimilar ese entrenamiento durante esta semana, que vendrá mucha más carga.