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domingo, 26 de enero de 2014

4 semanas para la décima

Me parece que fue ayer cuando volvía de Nueva York con mi novena maratón en el bolsillo y el cambio de trabajo a punto de producirse, y quién me iba a decir que dentro de 4 semanas ya estaré otra vez enfrentándome a los 42 kilómetros en Sevilla y sintiendo como si llevara 6 meses en Ubisoft... :)

Las cuatro últimas semanas suelo hace lo mismo. Pasar de 5 a 4 días de entrenamiento, tomarme la primera un poco de recuperación, la segunda es mi querida Peak Week, y las dos últimas de taper progresivo.

Pero no he contado como fueron las dos anteriores... Muy resumidamente:

Martes 14, 9,62 km a 5:42. Cochinero recuperando la Mitja de Sitges.
Miércoles 15, series de 1000. A 3:55 y 3:54 con viento a favor, 4:08, 4:17 y 4:12 con muchísimo viento en contra.
Jueves 16, 6 km Easy, 3 km un poco más vivos a 4:58, 4:44 y 4:52, y 500 m más enfriando.
Sábado 18, los clásicos 14 km a 5:03. Quizá debía haber guardado algo para el domingo...
Domingo 19, tirada larga, me está gustando eso de hacer 26 km a ritmo maratón, y esta vez salieron a 4:38, sufriendo algo más de la cuenta... Salí con lluvia, me llevé el cortavientos y gorra, pero dejó de llover, salió el sol y lo pagué caro. Los últimos kilómetros costaron más de la cuenta por el exceso de ropa y el viento, pero aún así, la media me gustó.

Y la semana pasada...

El lunes, después de la paliza del martes, 9,58 km muy cochineros a 5:48...

¿Por qué salí sábado, domingo y lunes? Porque el martes tocaba entrenamiento cruzado... Me gusta el fútbol, y si en mi empresa quedamos para jugar al mediodía, cómo voy a decir que no... :)


Partido bonito e igualado, corrí mucho y ejercité grupos musculares que normalmente no trabajan en los entrenamientos habituales, uno de los objetivos del entrenamiento cruzado, además de pasarlo muy bien con mis compis de origen español, francés, canadiense, italiano e indio... :)

El miércoles, con los gemelos cargadísimos, ni se me pasó por la cabeza entrenar. Y el jueves, 9,65 km a 5:32, suaves...

El sábado, salí tranquilo a hacer los 14 km de rigor, guardando fuerzas para hoy, a 5:43...

Porque hoy tocaba hacer 30 kilómetros Easy, y eso requiere algo de frescura en las piernas...

Salí bien desayunado y con la digestión hecha, asustado por la temperatura... Algo de viento frío, pero el sol dándolo todo, de manera que al empezar, en dirección a Montcada, para hacer los 4 km extra que sumarían 30, con viento en contra, pasé algo de frío, pero en cuanto volví en dirección al mar los 14 grados empezaron a notarse... Me costó coger el ritmo, que acabó estabilizándose alrededor de 4:45 - 4:50. Mucha gente por el litoral, demasiado zigzag, calor, viento, vamos, que no me aburrí... Ruta hasta el hotel W, giré cuando llevaba 17 km, y ya en el río los últimos kilómetros contra el viento fueron difíciles aunque en ningún caso se acercaron al ritmo de 5:00... Al final, ritmo medio de 4:49 min/km, la tirada de 30 km más rápida que he hecho nunca, quizá a 5 grados menos habría salido mejor, pero no me quejo... :)

Y claro, como corriendo esas distancias rompemos muchas fibras musculares, e interesa que crezcan jóvenes y fuertes, qué mejor que un poco de proteína con roquefort para el cuerpo después de entrenar...




Esta semana haré menos distancia y trabajaré ritmos más intensos, y la siguiente, Peak Week. El domingo de la Peak Week tengo la Media maratón de Granollers, el día de los 26M, así que no sé si haré 21 km a ritmo de media o intentaré meter 5 km de tirada previa... La última vez que hice eso, no salió muy bien, y no hablo de los ritmos, hablo de mi accidentada Mitja de Granollers de hace dos años...

domingo, 12 de enero de 2014

La Mitja de Sitges y el cochino en la nieve

Escribí mi última entrada en Año Nuevo, después de correr Nassos con muy buenas sensaciones y marca, y tras meterme en el cuerpo una dosis excesiva de comida y Gin Tonics...

Seguro que habéis oído y leído que algunos runners profesionales y semiprofesionales entrenan todos los días del año excepto Navidad y Año Nuevo. En cambio, los runners paquetes como nosotros podemos dejar de entrenar cualquier días del año, pero en Navidad y Año nuevo tenemos que entrenar sí o sí... :) Costó mucho más de la cuenta, hasta las 6 de la tarde no me vi con valor de ponerme las zapatillas, pero al final cumplí con 9,57 km a 5:12 min/km el 1 de enero.

Al día siguiente, vuelta a la normalidad, jueves y viernes trabajé, el jueves también entrenamiento cochinero matutino típico, 9,5 km a 5:37 min/km, y el viernes descanso runner.

Fin de semana largo, aprovechando que el lunes 6 de enero era fiesta. Sábado, 9,63 km alegres, a 4:46 min/km, a mediodía. El domingo, más tranqui, 14,11 km a 5:19 min/km, la ruta clásica de los sábados, guardando fuerzas para el lunes, porque la tirada larga del domingo la iba a hacer el lunes...

Y el lunes, volvieron a salir otros 26 km de esos que no se olvidan fácilmente, segundo arriba segundo abajo, según el viento, unos ritmos muy constantes que acabaron a una media de 4:38 min/km, ritmos de Peak Week justo después de fiestas... :)

Hice esa tirada larga el lunes porque la semana previa a la Media Maratón de Sitges iba a ser un poco accidentada... Tirada larga el lunes, y el martes tirada aún más larga, de varios miles de kilómetros a través del Atlántico, para estar 3 días en Montreal por motivos laborales. Si ya impresiona desde fuera, no es ningún secreto ni información confidencial lo increíble que es Ubisoft por dentro... Y eso que hay cosas que no puedo contar... :)

http://www.develop-online.net/studio-profile/canada-special-ubisoft-montreal/0116603

Tentado estuve de animarme incluso a usar el gimnasio que tienen para empleados, con cintas para correr y todo. Pero mucho más tentador era salir a correr de madrugada a 14 grados bajo cero, que con el viento, se convertían en una sensación térmica de 25 grados bajo cero...

Llegué por la noche el martes, me di cuenta de lo que es frío de verdad mientras esperaba un taxi, y me fui a dormir con el despertador programado a las 4:40 y una ruta por ahí cerca en el Forerunner. El mejor remedio para el jet lag.

Así que equipado con camiseta térmica, cortavientos, gorra, buf, guantes y pantalones largos, salí a la calle el miércoles a las 5:18am, hora de Montreal... :) El frío que hacía no se puede describir con palabras... Por eso hice los estiramientos en la habitación. Encendí el Forerunner, y me asusté pensando que a esas temperaturas se negaría a funcionar, pero por suerte no, se puso en marcha, aunque no quiso encontrar satélites. En casa me quedo como un tonto esperando a que el tío que está en el satélite salga del baño y mande la señal, pero obviamente a esa temperatura no me pareció buena idea. Así que empecé a correr en dirección a un parque sin parar de mover los dedos de las manos, que amenazaban con congelarse si no lo hacía...

El paisaje, espectacular. Nieve completamente congelada, un caminito en medio de las aceras, y algunas zonas completamente congeladas por las que había que pisar con mucho cuidado. Llegué el parque en cuestión y quise hacer la ruta que me recomendó un compi canadiense, pero no hubo manera, por ese camino no habían quitado el hielo y simplemente era imposible correr por ahí sin caerse cada dos metros. Así que volví sobre mis pasos, y seguí alrededor del parque, por la acera, en algún tramo tuve que parar y caminar porque el suelo estaba completamente helado, empecé a subir también siguiendo el contorno del parque y di media vuelta cuando llevaba algo más de 4 km... Al final, fueron 7 km gélidos a un ritmo medio de 6:13 min/km, consecuencia de los tramos de patinaje... Al menos el último tramo por asfalto salió a 5:12 min/km, o corría o literalmente me congelaba.

Al día siguiente, a trabajar y a empezar a catar la comida canadiense... Hipercalórica, normal, con ese clima hay que meter calorías en el cuerpo para sobrevivir... Aquí el plato estrella que hacen en cualquier sitio:



Se llama poutine y básicamente son patatas fritas hiperaceitosas con salsas ultracalóricas y complementos megapesados... Más arriba hay dos pogo... Una guarrada deliciosa... :) Una salchicha de frankfurt dentro de una croqueta gigante... Todo muy rico... :)

Por la noche descubrí que esos días no había room service en el hotel y tuve que armarme de valor y salir a por comida... Lo que encontré antes de congelarme fue una pizzería, y como el cuerpo pedía a gritos comida hipercalórica, me metí en el cuerpo una pizza, 8 alitas de pollo y más poutine, esta vez sin complementos aunque con muuuuuuucho aceite...

Todo eso había que quemarlo al día siguiente. Me animé a intentar hacer algún kilómetro más, ahora que ya sabía que la ruta del parque era imposible y que el Forerunner sí que pilló señal. Hice 2,23 kilómetros en llano, por la acera, con el tramo de patinaje incluido, y luego ataqué la subida del día anterior y llegué más lejos, hasta un pequeño observatorio desde donde había una vista impresionante de Montreal... Que en la foto queda reducida a un conjunto de bombillitas borrosas que pierde mucho respecto al original... :)



La subida al observatorio fue durilla, la pendiente media era del 8%, pero subí a un ritmo constante imaginando como los poutine del día anterior se iban convirtiendo en energía para subir... :) La bajada fue mucho más divertida, viendo algún 4 en el ritmo del Forerunner, pasé la zona de patinaje mucho mejor en incluso el último kilómetro en llano salió a 5:00 min/km... De nuevo los dedos casi congelados, un kilómetro más habría sido demasiado, y a por un merecido desayuno...

Otro día de trabajo por delante... Y luego cena... Atención al nombre del sitio...



Se traduciría algo así como "A los pies del cochino"... Y sí, me puse como un cochino... Qué manera de comer... De nuevo, comida muy pesada, lo que pedía el clima... La foto de debajo no refleja lo delicioso del plato estrella... Pies de cerdo rellenos con foie gras. Con paté no, con foie gras, es decir, el hígado del animalito suavemente cocinado. Más puré de patatas, más setas, más una salsa exquisita... Y de los entrantes no hablo para no herir la sensibilidad del personal... ;)



Al día siguiente decidí descansar... Tentaba lo de la cinta, tanto en Ubisoft como en el hotel. Pero mi plan para acabar con el jet lag de vuelta era correr hoy domingo la Media Maratón de Sitges, así que el viernes decidí descansar y dormir un poco más... Más comida, esta vez un poco más ligera, no quería meterme en el avión con un cochino en el estómago... Y el mismo viernes por la noche, vuelta a casa...

Galletas de arce, té de arce, caramelos de arce, paté de arce... Si quieres un recuerdo de Canadá, ha de ser de arce al parecer... :) Vuelo de vuelta tranquilo, Gin Tonic y cena, escala en Londres, y llegué a casa a la hora de comer. Por suerte no tuve problemas para dormir, y hoy a las 6:00am, ya me estaba levantando para la Media Maratón de Sitges, que corrí con Manu, Toni y David.

Mi plan de invierno era intentar hacer marca en media maratón y bajar de 40 minutos en 10K. Ya estaba cumplido... La primera idea era intentar probarme en la Media Maratón de Vilanova e ir a por todas en Sitges, pero como cuando corrí Vilanova ya sabía lo del viaje, fui a por todas en Vilanova y salió bien. El plan para hoy era sencillo. Si llegaba al kilómetro 5 manteniendo un ritmo de 4:10, lo intentaría. La semana de entrenamiento había sido irregular, el jet lag estaba ahí y volví de Canadá menos fino que como me fui... Y el plan A no funcionó... 4:17 de media a duras penas en el kilómetro 5, sufriendo demasiado en la cuesta asesina que hay antes de cumplir el cuarto de carrera. Así que plan B. Correr, pero no ir a cuchillo. Veía que bajar de 1:30 iba a ser muy difícil, pero intenté correr alrededor de 4:15. El Forerunner decía que sí, pero en realidad era que no, me estaba marcando más kilómetros de los oficiales, por eso el ritmo real era menor. Pasé por el kilómetro 10 en 42:41, recuperando algo de ritmo, a una media de 4:14. Pero en la segunda vuelta el sol hizo acto de presencia y el desgaste ya era mayor... Vi que se me iban los segundos poco a poco, y a partir del 15 ya di por hecho que no iba a haber sub 1:30...

Sobre el kilómetro 18 me acompañó el gran Carles Aguilar con la bici, dándome muchos ánimos, tantos que el 19 salió a 4:08, en el 20 aún quedaban fuerzas para hacerlo en 4:14 y el 21 intenté un último esfuerzo a 4:07, pero al girar y ver la meta al fondo y el tiempo en el Forerunner, ya vi que se me iba el 1:30:00 y acabé en 1:30:26, de todas maneras, mi tercera mejor marca personal en la distancia...



Cobardes en remojo, mano de santo para los pies... :)





¡Y mi llegada! Por delante y por detrás... :) Me he de plantear quitarme el dilatador nasal para la foto, pues el hocico cochinero de la foto asusta un poco... :)

Ahora sí, modo maratón on. Ya se acabó el paréntesis de las medias y las 10K. Aquí vuelve a oler a maratón, y mucho...

miércoles, 1 de enero de 2014

Crónica de Nassos 2013 y el año que acaba

Acabó el 2013, como los cuatro anteriores, corriendo la clásica carrera de fin de año en Barcelona, que hasta 2005 era una San Silvestre como en todo el mundo, pero desde ese año resulta que se llama Nassos, y la San Silvestre oficial se corre ahora en Sant Cugat. El caso es acabar el año corriendo 10 kilómetros por el centro de Barcelona, en un circuito plano y con una muy buena organización, al menos en los primeros cajones, en una época del año ideal para intentar conseguir una buena marca.

Ya venía con buenas sensaciones después de correr la Jean Bouin, sin esforzarme mucho en menos de 42 minutos, y de batir mi marca personal en media maratón, que llevaba dos años inamovible. Me veía con ganas de intentarlo también en 10K, pero con menos posibilidades de éxito que en la Media de Vilanova...

¿Y qué paso? Bueno, vayamos por partes...

Primera parte, una semana de entrenamiento normalita. El martes, 9,5 kilómetros suaves por la hierba del río a 5:10 min/km, de madrugada y en ayunas.

El miércoles, día de Navidad, se me ocurrió probar a hacer series de 1000 metros. Son una buena referencia para una 10K... Pero no conté con que la ciclogénesis explosiva iba a condicionar mucho el entrenamiento. Calentamiento de 2,5 km a 5:10, bien de sensaciones, y empezamos con los intervalos de 1000 metros. Dos con viento a favor, que los clavo en 3:45. Muuuuuuuuchos meses hacía que no veía yo ese número en un mil... Pero el dar media vuelta y con el viento en contra, la cosa cambió bastante... 3 intervalos de 1000 metros, al mismo esfuerzo que los anteriores, pero esta vez en 4:00, 4:01 y 4:02. Otro kilómetro y medio enfriando, a 5:10, y a casa. Supongo que sin viento habrían salido entre 3:50 y 3:55... Así que Nassos se presentaba interesante...

Después de las series, comida de Navidad. Hicimos un juego que consistía en pesarse antes de comer y volver a hacerlo después... Y no puedo creerme que, después de la comilona, pesara 3 kilos más que antes. Mis hermanos no se quedaron cortos, 2,2 y 1,8 kilos más cada uno... Supongo que haber entrenado fuerte esa mañana afectaría de alguna manera mi capacidad de asimilar comida...

Jueves, después de la comilona asesina, la conciencia me hizo correr 16,07 kilómetros a un ritmo de 4:52 min/km, bien despierto y desayunado.

El sábado, rodaje suave de 9,60 km a 5:14 min/km. Y el domingo, tirada larga, ya sé que el martes tocaba una 10K, pero mi verdadero objetivo es la Maratón de Sevilla. Así que planeé hacer 21 kilómetros a ritmo suave, guardando fuerzas. Me fui animando y al final cayeron 21,28 km a 5:05 min/km, de menos a más.

Y descanso el lunes, y segunda parte, ya estamos a 31 de diciembre. Carrera vespertina. Es vez, no toca desayunar, punto 8 y correr. Esta vez, desayuno, punto 8, reposo, y comida a mediodía... Pensaba en algo que me aportara carbohidratos, un plato de pasta pintaba bien, pero antes de meterme en la cocina llegó mi señora de la compra con esta sorpresa...



Así que el plato de pasta se convirtió en este delicioso arroz con bogavante... :)


Me contuve y no me pasé con el arroz, recordando el terrible corte de digestión que me fastidió la carrera hace justo un año... Comí lo justo, y poco antes de las 16:00 cogí el metro en dirección a la salida.

Ahí nos dimos cita 4 cobardes, hacía tiempo que no nos juntábamos tantos...


Iba a poner los nombres pero los dorsales se ven muy bien... :) Mi aspecto nasalmente porcino se debe a que estrenaba mi dilatador nasal Respirfix. Lo vi en el blog de Miquel Xirau y no me lo pensé dos veces. Calentamos y a los cajones. Toni salía conmigo en el segundo cajón, pero como el muy bruto tiene 38:20 nos saludamos y deseamos suerte en la salida y ya no supimos más el uno del otro... :)

17:30, y empieza la fiesta. Mi plan era intentar correr mucho y si me veía extremadamente bien, atacar mi marca de 39:30. Si me veía sólo muy bien, apretar y buscar bajar de 40:00. Y si no, llegar vivo al final... :)

Los primeros kilómetros fueron muy bien. Precisamente me encontré con Miquel y nuestros respectivos dilatadores nasales poco antes de salir... :D Las piernas iban solas y el Forerunner me marcó 3:50 el primer kilómetro. El segundo, 3:58, el tercero, 3:53, y el cuarto, 3:56. El Forerunner iba desviándose un poco, apenas 10-15 metros cuando pasé por el 4. Miré el reloj pasando justo por el 4, y llevaba unos segundos de margen para poder hacer el sub 40 sin problemas, y si no me fallaban las fuerzas, quizá acercarme al 39:30. Pero entre el 4 y el 5 no sé muy bien que pasó, Manu y Toni me confirmaron que exactamente les pasó lo mismo. El kilómetro 5 parecía que no llegaba, y esos 15 metros de diferencia entre Forerunner y mojones kilométricos de repente se convirtieron en bastantes más... Pasé la alfombra del 5 en 20:06, se me habían ido más de 15 segundos en un kilómetro, algo no cuadraba. O los 4 anteriores estaban mal medidos, o era el quinto el que fallaba, pero a todos nos pareció que algo raro hubo. O quizá le pequeña subida y el giro de 180 grados en el Parque de la Ciudadela fue lo que marcó la diferencia. El caso es que mi marca personal ya quedaba descartada, y tocaría apretar bastante para bajar de 40 minutos.

Fue antes de llegar al kilómetro 5 cuando me pasó la anécdota de la carrera... Veo que un runner se pone a mi lado, y me pregunta, "¿qué tal, qué marca estás buscando?". Ummmm, me giro, y con cara de flipado le digo que si bajo de 40 me daría por muy satisfecho. Y luego me dice "Ah, se ve que has recuperado bien de Nueva York entonces"... Y en ese momento sí que flipo del todo... :) Luego me dice que sigue el blog y que me ha visto alguna vez corriendo por el Besós... :) Le pregunté qué planes tenía él, que también buscaba el sub 40, y sobre el kilómetro 5 ya le perdí la pista. Amigo, si estás por aquí, manifiéstate en forma de comentario! :)

Pasado el jarro de agua fría del kilómetro 5, el plan era sencillo. 5 kilómetros más a 3:58, y a bajar de 40. Al menos, el perfil de la segunda mitad es favorable. Pero en mi contra, que las dos veces que hice sub 40 en Nassos, la segunda mitad la corrí más lento que la primera. Bueno, ya tenía reto y objetivo. El Forerunner me seguía marcando buenos parciales, pero ya sabemos que en estas carreras, ir haciendo eses, no poder hacer el trazado ideal y algún puente o problema con el GPS siempre hacen que el ritmo que marca el Forerunner sea algo inferior al real. Hago dos kilómetros en 3:58 y 3:57, el octavo se atasca en 4:01, y llegamos a la parte decisiva, dos últimos kilómetros según el reloj que al final fueron 150 metros más... Ahora el trazado es favorable. El kilómetro 9 transcurre recto por la Diagonal, con un perfil levemente descendente... Voy manteniendo un buen ritmo pero voy al límite... El cartel del 9 no acaba de aparecer, se me hace muy largo, pero afortunadamente el reloj me marca un ritmo de 3:57. Aparece por fin el 9, miro el reloj y estoy en 36:03, el sub 40 es posible, hay que correr el último kilómetro en 3:56 y estará hecho. Por suerte, la liebre de los 40 minutos sigue detrás y las piernas todavía pueden con el ritmo de 3:55... En cualquier momento giraremos a la derecha y estaremos a 400 metros de la meta... El giro que no llega, las piernas empiezan a protestar, el ritmo sigue a 3:55 pero sé que no me quedan fuerzas para intentar apretar más... Por fin giramos, al fondo, se ve el reloj en la llegada... Pero esos 400 metros se hacen eternos... A veces hasta parece que la meta se va alejando en vez de acercando... :) Pita el kilómetro 10 a 3:55. Faltan unos metros, y veo que va a ir por los pelos. Ahora sí, aprieto pensando en vaciar el depósito y acabar al borde del vómito, los 150 metros de propina me los marca a 3:33, piso la alfombra, paro el Forerunner, ufffff, 39:58, por los pelos!!! Amago de arcada, pero no pasa nada, continuo andando, me recupero con el agua y al Aquarius, y objetivo secundario cumplido, mi cuarto sub 40, ya daba por perdido volver a hacer ese tiempo dos años después, pero lo conseguí.


Toni bajó mucho más sobradamente de 40 que yo, y Manu y David hicieron una buena carrera aunque también lejos de sus marcas. Otros Nassos recuerdo la euforia de las MMP, esa vez fue todo más discreto... :) Tranvía, metro, y a casa, tercera parte, tocaba reponer fuerzas...

No sería por falta y variedad de comida...


¡Y por supuesto, no faltaron los Gin Tonic!



Y el primer mensaje del año........




¡¡¡FELIZ 2014!!!