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jueves, 27 de diciembre de 2012

La metamorfosis

5 de julio de 2010. Hace casi dos años y medio que lo decidí. Se acabó eso de las carreras de 10K, una detrás de otra, con alguna media maratón de por medio. Ese día lo tuve claro y ese día cambió todo. Quería correr maratones.

Cierto es que aún no era consciente del lío en el que me metía... :) Algo había leído, algo había oído, pero lo que me impulsó fue, casi a partes iguales, el muro con el que me choqué en 10K, esos 40 minutos que no había manera de bajar, y la admiración que me producía leer en tantos blogs esas preparaciones de 4 meses, esas tiradas largas de 30 kilómetros, eras series de 3000 metros, y esa medalla que te cuelgan cuando acabas una maratón.

Después de haber leído mucho y haber intercambiado muchas opiniones, veo claro que si hubiera descubierto esto-del-correr de joven, seguramente me habrían orientado más a la velocidad que al fondo. Quizá los 100 metros o los 400, incluso algo con vallas. Cuando jugaba a baloncesto, no destacaba ni mucho menos por mi altura, 1,74, pero sí por mis saltos y velocidad, lo que costó más de un tapón a alguno más alto pero menos rápido y saltarín que yo... :) Y en el fútbol sala, mis coast-to-coast desde el lateral, al lado del portero, hasta la portería contraria, no tenían nada que envidiar a los de Cristiano Ronaldo... :) Así que seguramente los tacos de salida y las zapatillas de clavos habrían formado parte de mi equipo habitual.

Pero empecé a correr ya de mayor y la distancia en la que me sentía más cómodo y me era más asequible eran los 10K. Progresé rápido, fueron cayendo los sub 45, sub 42, sub 41... Y me topé con la marca psicológica del 40:00. Se complicaba la cosa... Carreras multitudinarias... Trazados con ligeras subidas que echaban al traste cualquier intento de bajar la marca... Todos apretujados en la salida... 10 minutos quieto antes de salir para coger buen sitio... Cajones que no se respetan... Y nada, que me atasqué con la marca...

Así que cambié de tercio. Elegí la carrera del debut maratoniano. Maratón del Mediterrani. Cerca de casa, sabía que iban a ir muchos amigos, y también se corría una media maratón al mismo tiempo y Manu iba a estar también en ella. Busqué un plan de entrenamiento, lo seguí a rajatabla, adquirí el sano hábito de madrugar cada día... Llegó el día, todo salió mejor de lo que pensaba, en el kilómetro 30 había aprendido muchas lecciones, pero ya estaba pensando en la próxima... Llegó el momento... Crucé la meta... Me pusieron la medalla... Y me gustó... :)

No dejé de correr carreras de 10K ni medias, pero sí que empecé a hacerlo de otra manera. Tres semanas después corrí la primera 10K después de la maratón... ¡Y toma! 39:58. ¿Fue la supercompensación? Creo que sí... Muchos autores recomiendan cambiar el tipo de entrenamiento para trabajar grupos musculares que normalmente no trabajamos, para mejorar nuestro rendimiento en zonas de frecuencia cardíaca en las que no estamos acostumbrados a movernos, incluso para despejar un poco la cabeza. El cambio en las rutinas de entrenamiento me sentó muy bien y llegué a los 10K mucho más fino, con mayor capacidad aeróbica y anaeróbica, y quizá con el mono de no haber corrido una 10K en dos meses, tras haber estado corriendo 2 o 3 al mes anteriormente. 4 meses de entrenamiento maratoniano, correr 42 kilómetros, descansar una semana y dedicar 2 semanas a afinar con series y cuestas me sirvieron para romper la barrera psicológica, que de otra manera, creo que todavía estaría ahí...

Aquello fue un punto de inflexión. Vi claro que iba a correr muchas más maratones. Me entusiasmé con la mejora en 10K, pero también entendí que el precio de correr maratones es que a la larga nuestro progreso será más aeróbico que anaeróbico, más de resistencia que de potencia, y más de 160bpm que de 175bpm... :) Aún así, durante las siguientes semanas, pude volver a bajar esos 40 minutos, por los pelos, en Nassos 2010. Mejoré también en media maratón, y algo más de un año después y con dos maratones más a cuestas, hace exactamente un año, hice mis mejores marcas personales en media maratón y en 10K.

¿Y por qué digo metamorfosis? Porque creo que ya me he convertido definitivamente en maratoniano. Y me he dado cuenta después de correr la última media maratón, y por las sensaciones previas a la 10K en la que tengo mis dos mejores marcas, Nassos, que será dentro de 4 días... En la media maratón de Vilanova, aunque iba un poco perjudicado físicamente, noté que el cuerpo no respondía a la señal de correr a 4:15 durante 21 kilómetros, ni que fuera durante el primer kilómetro. En cambio, en condiciones físicas bastante precarias, las piernas y los pulmones se encontraron cómodos en torno a 4:30-4:35, y así corrí toda la media acabando con la sensación de tener fuel para otros 21 kilómetros más. Hacía un año, en Vilanova, salí a por todas, me puse a 170bpm antes del kilómetro 4 y cuando acabé no tenía fuerzas casi para tenerme en pie pero acabé bajando el ansiado 1:30:00. En cambio, este año, no me puse a 170bpm hasta el kilómetro 18, y eso que hacía mucho más calor que hace un año, e hice 1:37:04, una marca ideal para pasar la media maratón si se quiere hacer 3:15 en maratón, y terminé muy entero y poco perjudicado.

Anticipo que el próximo lunes voy a sufrir algo parecido. Hace un año, fui a Nassos 2011 pensando que era el día ideal para bajar mi marca en 10K, y que seguramente lo que hiciera ese día iba a ser la marca que quedaría en mi historial para siempre. Venía de bajar mi marca en media, trabajé series cortas, cuestas, corría miles a 3:45 a las 6:00am... El clima era perfecto, el frío justo, la carrera estaba perfectamente organizada, salida por cajones, que se respetaron, recorrido plano... Y fue mejor que en el mejor de mis sueños. 39:30, apretando los dientes al final, sabiendo que seguramente no habría otra oportunidad así nunca más, pues precisamente ese día... Creo que fue el día en el que culminó la metamorfosis...

Quizá fue algo psicológico. Bajar 30 segundos de los 40:00 fue una liberación, y me sentí más legitimado para buscar un salto importante en maratón. Igual que me pasó con los 10K y los 40 minutos, en maratón me había topado con el 3:30, y apenas pude rascar más de 2 ó 3 minutos a esa marca.

Pero liberado del lastre de los tiempos en media y en 10K, llegó Sevilla, entrené duro, con la moral alta, y comprobé que empezaba a correr cómodo por debajo de 4:50 y que el tío del mazo se lo pensaba mucho antes de aparecer, aunque al final lo hacía pero sin dar tan fuerte como antes. Vi que a partir del kilómetro 30, en el que me hundía, iba adelantando gente... Y una vez más, antes de acabar, ya estaba visualizando la siguiente y pensando que iba a ser mucho mejor.

Llegó Berlín, y fue mejor, mucho mejor que en el mejor de mis sueños. Preparando esa maratón tuve dudas, noté que había perdido potencia, en las series cortas no bajaba de 4:00 el minuto, y si eran de 2000 con mucho sufrimiento las hacía a 4:15. Pero volví a correr los 42 kilómetros, el 4:50 pasó a 4:40, y el tío del mazo sólo apareció muy al final y casi para saludar, pues no me dio muy fuerte.

Y la metamorfosis maratoniana culminará definitivamente el lunes con los 10K de Nassos 2012, la última carrera del año. Hace un año el cuerpo pedía velocidad, series, cuestas. Estos días, pide ritmos Easy o a umbral aeróbico, correr menos de 14 kilómetros me parece que no es correr, y las salidas de más de 20 kilómetros salen por debajo de 5:00 casi sin quererlo y con las pulsaciones irreconocibles. Llegará el día 1 de enero, y contaré cómo sufrí mucho para bajar de 42:00 el día anterior y asegurarme un buen cajón para el año siguiente... Pero también contaré que tengo por delante otra intensa semana de entrenamientos maratonianos pensando en Barcelona 2013.

A todo esto, sólo quería comentar que la semana de entrenamientos ha ido bien.

  • 6 kilómetros muy cochineros el miércoles pasado, para acabar de recuperar, a 5:47.
  • El jueves 9,5 kilómetros a 5:14, acabando cómodo por debajo de 5:00.
  • El sábado fueron 14 a 5:10, de madrugada, acabando los últimos 5 a 4:50-4:55 y a 146bpm.
  • El domingo salí con ganas y cayeron 21,26 a 4:54, con pulsaciones de 156bpm y muy buenas sensaciones, pese a que el calor al final afectó un poco. Sí, el calor, ya sé que estamos en Navidad, pero vaya día de primavera que tuvimos... :)
  • El día de Navidad, 14 kilómetros a 5:10, para hacer un poco hambre antes de la comilona... :)
  • Y el 26, con mucho combustible del día anterior, 14 más a 4:56, y pulsaciones de 151bpm.


Prácticamente metamorfosiado... :)

lunes, 17 de diciembre de 2012

Crónica de la media maratón de Vilanova

No las tenía todas conmigo... No he enlazado mi última maratón con un plan para afilar el hacha de cara a pruebas más rápidas, y tampoco he cuidado otros detalles importantes como hoy he descubierto... Además, el tapering de los días anteriores fue cualquier cosa menos apropiado... Así que la carrera del domingo, la media maratón de Vilanova, mi cuarta participación en ella, no podía acabar muy bien.

El entrenamiento del miércoles ya fue bastante soso. 137bpm de media para correr 9,51 kilómetros a un ritmo de 5:31. Poca historia...

El jueves también volví a salir a ver si las sensaciones eran mejores. Las rodillas molestaban un poco así que no quise esforzarme. Como quería descansar un par de días, opté por salir el jueves en vez de el viernes, y como no andaba fino, hice 5 kilómetros a 5:42 y 133bpm.

El descanso del viernes y sábado habrían venido muy bien... Pero no fue así... Tuvimos un evento de empresa, en una casa rural, que empezó el viernes por la tarde y acabó el sábado por la tarde. Toda una experiencia profesional que cumplió sobradamente su objetivo de Team Building, incluido el secretismo hasta el último instante... Todo presagiaba un día divertido con los compañeros, sacos de dormir, linternas, ropa cómoda, cena de empresa... También era obvio que algún contratiempo habría que soportar, como ronquidos, y el ambiente propicio para tomar unas copas y fumar algún cigarro...

Pero fue bastante más que eso... :) Nos encontramos con unos juegos de equipo muy divertidos y muy orientados al trabajo de equipo. Y más físicos de lo que esperábamos... Total, que en la carrera de sacos, el futbolín humano, la lucha de gladiadores, la pista americana y los minijuegos me esforcé intensamente con el resto de mis compañeros... :) Antes de la cena, apareció una extraña pelota gigante de color naranja que también sirvió de entretenimiento físico... En la cena no pasé hambre, y después de otro pequeño juego y la entrega de premios, surgieron los corrillos diversos entre copa y copa y entre cigarro y cigarro, hablando de los tiempos en los que los programadores hacíamos los juegos en ensamblador, bromeando sobre el desconocimiento de muchos de los más jóvenes de qué era una pista americana, y así, entre charlas, copas y cigarros, fueron transcurriendo los minutos mientras los más de 120 que somos ya en Social Point compartíamos historias y nos conocíamos un poco más...

A una hora más que tardía, con un número de copas que superaba lo aconsejable, y tras haber perdido la cuenta de los cigarros, me retiré con los más viejos del lugar a disfrutar de una serenata de ronquidos y otros sonidos variados mientras a duras penas conciliaba el sueño...

A la mañana siguiente, un fugaz desayuno, y pese a que la cabeza sufría las consecuencias de los excesos de hacía pocas horas, los más deportistas de la empresa nos lanzamos como fieras a la pista de baloncesto, y tras unos tiros para ir entrando en calor, pasamos a la acción y nos echamos un tres contra tres apoteósico, que dio paso bastantes minutos después a un improvisado botellón a las 11:00am de Coca Cola y hielo... Tras vegetar un poco y seguir compartiendo conversaciones diversas, llegó la hora de comer un buen plato de pasta, y volver a casa tras un viaje algo accidentado en autobús...

Desde el mismo momento en que me levanté el sábado, en mi mente no dejaba de dibujarse una y otra vez el sofá de casa... Sí, conseguí llegar a él... Bastante perjudicado... A veces había sufrido de resaca y de agujetas... Pero tan intensamente... Y coincidiendo ambas en espacio y tiempo... Nunca... Además, igual que yo visualizaba el sofá para tumbarme en él como objetivo inmediato, mis cachorros creo que me estaban visualizando a mí con el mismo objetivo... Así que el descanso, con dos niños encima, no fue del todo reparador...

Me fui a dormir con agujetas insufribles, la cabeza muy perjudicada y la ropa para la carrera del domingo preparada... Y a las 6:00am me levanté dispuesto a correr como fuera...

Hablé con Manu con la esperanza de que tuviera un objetivo alrededor de 1:40:00 para intentar ayudarle a cumplirlo, si el cuerpo aguantaba, ya que era obvio que no podía aspirar a mucho más... Pero viniendo de un resfriado, me dijo que no, que él estaba buscando a alguien que tuviera el 1:50:00 como objetivo con intenciones tan perversas como las mías... :) El par de lisiados se fue para Vilanova en coche, sabiendo que no iba a ser una carrera para recordar, y si lo fuera a ser, no sería por la marca...

Ahí me encontré con Diego, uno de los principales artífices de que me animara hace más de un año a correr la maratón de Sevilla, y a Manuel Tintoré, luciendo un dorsal después de superar admirablemente  unos problemas físicos que gracias a su tesón ya son historia. Un bonito encuentro que me levantó un poco la moral.

Calenté bien, no quería sustos, y calentando ya vi que mis peores presagios podían haberse quedado cortos... Dieron la salida, y ese ritmo de 4:15 al que corrí la misma prueba hacía un año no pasaba de 4:25-4:30... Las pulsaciones no subían como en otras medias, simplemente, el cuerpo no tiraba... Fueron transcurriendo los kilómetros, en cada giro de 180 grados me cruzaba con Toni un poco más tarde, y poco a poco el cuerpo se fue acostumbrando al ritmo de 4:30 sin sufrir demasiado...

El último tramo, con bastantes cuestas, se hizo más duro, y la media bajó unos segundos que ya no pude recuperar al volver al llano. Acabé en 1:37:03, a 166bpm de media y un ritmo medio de 4:35. No daba para más...

Pero sí que me quedé reflexionando en lo curioso que es el efecto dorsal... Sin haber descansado, con agujetas por todo el cuerpo y con los pulmones y la cabeza lejos de su mejor estado de revista, hice una media maratón muy floja, pero si me lo tomo como un entrenamiento de 21 kilómetros a ritmo de maratón, nunca en mi vida he hecho esa distancia sin dorsal a ese ritmo. También puedo entender que es una consecuencia normal de ya tantos meses de entrenamiento orientado a maratón. Ahora me es más fácil correr más distancia sufriendo menos, pero claro, a un ritmo menor. Así que me quedaré con la parte positiva. No acabé tan destrozado como en otras medias maratones. Y si en Barcelona paso la media maratón en 1:37:03, y doblo la segunda mitad, bien entrenado y reposado, saldría un sub 3:15 que por ahora es un sueño que quiero empezar a tocar con los dedos poco a poco.........

Un último dato que seguro que también ha ayudado... Estas últimas semanas creo que he descuidado un poco la alimentación... El tupper sale de casa lleno a rebosar... En el desayuno de empresa de los lunes siempre pruebo un bocadillito de cada sabor, y las ensaimadas están buenísimas y también las cato... Pese a que son light, no me privo de bebidas a la hora de comer... Y en las visitas el Burger y el bar de los callos quizá debería dejar de lado más frecuentemente fritos, salsas y pan... Total, que hoy me he subido a la báscula... Y el veloisidráptor de 72 kilos que volvió de Berlín con MMP en maratón hoy ha conseguido que salga un 76 donde dice peso... Así que a cuidarse un poco tocan. Dudo que llegue bien a Nassos, el 31 de diciembre, y para la media de Sitges, dentro de un mes, voy muy justo, con las fiestas de por medio.

Habrá que volver a la buena senda, pero qué carajo, después de Berlín, creo que me gané unos pocos excesos, aunque ya me los he cobrado sobradamente... ;)

Y las fotos de Vilanova de recuerdo. Tres fotogramas, paso a paso, del tratado sobre hidratación en carrera, y la foto de los finishers.




lunes, 10 de diciembre de 2012

Pollos templados y series heladas

Otra semana más de entrenamiento, un poco más variada y orientada a las carreras que vienen este invierno. Menos cochineros, más montaña, y primeros coqueteos con las series. Buenas sensaciones, me lo estoy pasando muy bien en la montaña, pero las series cuestan más, creo que los entrenamientos de maratón nos hacen más lentos y resistentes, y eso es un idioma que no entienden bien las series...

Pero como decía Jack el destripador, vayamos por partes...

Tras el descanso del martes, el miércoles, con un frío de mil demonios, salí a rodar sin una idea muy clara. Según me encontrara, intentaría meter algo de velocidad. Y me encontré bien y lo hice. 2 kilómetros calentando, el segundo a 5:15, y decidí sobre la marcha hacer los siguientes 6 kilómetros corriendo 650 metros a ritmos Easy, y los otros 350 a ritmo mucho más intenso. Los Easy entre 5:10 y 5:20, al principio, y más cerca del 5:00 al final, y los tramos rápidos a ritmos de entre 4:05 y 4:20, quedándome con las ganas de ver la gráfica de pulsaciones que seguramente habría sido muy cachonda porque salí sin ponerme el pulsímetro... :( 1.300 metros recuperando, a ritmo muy suave, y a casa con la sensación de que el cuerpo respondía bien a las mini series.

El jueves tenía fiesta, así que la oportunidad de correr a una hora más razonable no la desaproveché. Empecé a las 11:25, salí bien despierto y desayunado a hacer la ruta clásica de estos días, Dues Pedres - Turó del Pollo. Hace unas semanas me costaba 1 hora y 16 minutos hacerla a buen ritmo. La semana pasada la hice en 1:11:40. Y el jueves, con mucho frío y viento, en 1:12:58, no tan fresco como hace unos días, pero disfrutando mucho y sintiendo la mejora en el cardio. De nuevo más reservón en las subidas, y llegando con muchas fuerzas a las bajadas.

Descanso el viernes, y el sábado, el cuerpo pedía de nuevo montaña. Salí pocos minutos antes de las 11:00, y me encontré con un espectacular día primaveral. Esta vez cambié la ruta por un clásico Turó del Pollo de toda la vida, pero alargando la vuelta hasta la cruz de Montigalá. De nuevo muy bien de sensaciones y disfrutando de la montaña que tengo tan cerca de casa. Hacía tiempo que no corría por esa zona, y aún llevando la ruta en el GPS, me equivoqué de camino al menos 3 veces... :) Me llevé algún rasguño de recuerdo volviendo al camino perdido, me encontré con mi hermano ya casi llegando a casa y completé la ruta de casi 14 kilómetros sintiéndome más cómodo que nunca corriendo por caminos de tierra.

El domingo ya no había excusa, tocaba cochinero sí o sí. Esta vez, volviendo a los entrenamientos dominicales en ayunas. A las 7:40, con un café y un par de galletas de chocolate, salí a hacer la ruta hasta el puente del Forum a ritmo cochinero. Por el río iba a 140bpm y con ritmos algo más rápidos de 5:30 de media, salí hacia el puente un poco más suelto, después de beber en la fuente, y cuando vi la subida del puente del Forum recrodé que una subida se hace más divertida yendo más rápido, así que hice tres cambios de ritmo, rápido en la subida y más suave en los descansillos del puente, media vuelta en el reloj de sol que hay al final del puente, de nuevo subida apretando el paso y vuelta al río con las pulsaciones más altas y el ritmo algo más vivo, a unos 5:15 de media.

Ya volviendo a casa, en la recta de casi 500 metros que tengo por asfalto, las piernas pedían final feliz y me aventuré a hacer 4 strides como mandan los buenos cánones, acelerando poco a poco, brazos y hombros relajados, cuerpo erguido, alcanzando la máxima velocidad y manteniéndola unas metros, dejándose llevar al final y decelerando poco a poco, unos metros recuperando, y vuelta a empezar.

Salieron poco más de 14 kilómetros a ritmo de 5:24, 146bpm y un poco de variedad.

Y hoy, a 3 grados centígrados en la calle, ya sí, las primeras series en mucho tiempo. Pensando que lo próximo que tengo es una media maratón, elegí un 3x2000 y las Kinvara. 2,5 kilómetros suaves hacia el mar, viento a favor, 5:45 y 140bpm.

2000 metros entrando en calor, con viento favorable, a un ritmo de 4:16 y acabando a 165bpm. 2 minutos de recuperación.

Otros 2000 ya con viento en contra, 4:18 y 171bpm. Ya costó un poco más, el viento y el frío que éste provoca se notan mucho. 2 minutos que pasaron volando.

Y los últimos 2000, sufriendo un poco más, a 4:19 y subiendo las pulsaciones a 172bpm.

Sí, a las 6:00am y con 3 grados de temperatura... Para llamar a los loqueros... :)

750 metros recuperando, a más de 6:00 de ritmo, buenas sensaciones, no me veo tan rápido como hace un año, aunque creo que hay mucho margen de mejora. Creo que en Vilanova, este domingo, saldré reservón y que en Sitges sí que puedo ir a buscar marca. Es una lástima, porque en Vilanova he corrido tres medias maratones y hecho tres mejores marcas personales. Pero este año los entrenamientos no me han dejado como hace 12 meses... Habrá que seguir con las series.

lunes, 3 de diciembre de 2012

In crescendo

Otra semana más a la saca, en este periodo entre maratones, orientada a las medias y los 10K que me esperan este invierno. La molestia en el bíceps femoral ya casi ha desaparecido del todo, no me duele pero aún noto algo, así que prefiero no meterme todavía en series explosivas y me siento más cómodo con cuestas y montaña.

El lunes hice el último entrenamiento que conté en la pasada entrada... El martes tocaba descansar, y el miércoles me pasó algo que no me había pasado nunca........ O el despertador no sonó, o yo estaba sumido en un suelo tan profundo que ni me enteré. El caso es que cuando abrí los ojos eran las 6:00am, se me pasó por la cabeza levantarme de un salto y salir corriendo sin esperar al punto 8 y volver apresuradamente para desayunar e irme volando al trabajo... Pero preferí captar el mensaje. Si en todo este tiempo el despertador y yo hemos sido muy buenos amigos, algo debió pasar para que mi cabeza decidiera que tocaba descansar. Así que descansé con la conciencia tranquila... :)

Y dos días de descanso te dejan muy descansado... :) El jueves salí a correr sin planes concretos. En todo la preparación de Berlín, el día que más he corrido entre semana han sido 12,5 kilómetros, he optado por no correr más distancia de madrugada, creo que es un esfuerzo que compensa poco, y quiero pensar que el resultado de Berlín indica que la idea no es mala. Así que, pensando que no iban a caer más de 10 kilómetros, bajé a la calle y me di de bruces con un frío glacial ártico que casi me tumba... El frío anima a correr, es una cuestión de superviviencia... Y tanto que invita a correr... Normalmente, mi primer kilómetro, entrando en calor, suele llevarme 6 minutos o más, en cambio el miércoles el primero caía en 5:22, y el segundo en 5:03. Otro más en 5:12, 5:08, 4:58 volviendo, con viento en contra, 4:59, 5:00, 5:014:53 y 4:54, corriendo cómodo y descansado y bien de pulsaciones, que quedaron en 149bpm de media durante los 9,57 kilómetros que corrí a un ritmo medio de 5:04. No fue un cochinero clásico, teniendo en cuenta la hora, el grado de esfuerzo fue más o menos el de ritmo maratón.

Y eso al día siguiente, sin llegar a dejar agotado, hace que las piernas no estén tan frescas. Pero tocaba correr después de la parada involuntaria del martes. Sonó el despertador a la hora habitual, miré la temperatura, 4 grados, y me pasó lo típico, seguro que os ha pasado muchas veces, que ves que aún está oscuro, tienes sueño, hace un frío tremendo, y te entran unas ganas irrefrenables de hacer unas series en cuesta... ¿Os ha pasado alguna vez, verdad? :)

Nada más empezar a correr vi que no iba tan suelto, pero si quiero trabajar la potencia de cara a carreras más cortas, tocaba subir fuerte y recuperar suave... Hice mis 5 subidas clásicas de 500 metros con una pendiente del 6,6%, intentando ir de menos a más. 2:51 la primera, muy suave, 2:42, entrando en calor, 2:28, quizá demasiado rápido, 2:31, las piernas no tiraban, y de nuevo 2:28, ya había tocado techo... Vuelta a casa a ritmo muy tranquilo, recuperando las piernas, y una ducha calentita que me sentó casi tan bien como la de después de la Behobia... Conclusión: las series conviene hacerlas con las piernas descansadas... Y no te dejan tan roto como una tirada larga o a ritmo de umbral aeróbico, a ver si me acuerdo la próxima vez de hacerlo al revés, primero las series, y luego el rodaje suave.

Descanso el sábado, y el domingo, de nuevo, la llamada de la montaña. Me encanta la ruta que llevo repitiendo estas últimas semanas. Además, hacer el mismo trayecto es una buena manera de medir mi estado de forma. Salí a las 11:00am, hacía frío pero el día estaba soleado, así que no llevé cortavientos y sí que me llevé un poco de bebida isotónica. Ruta en dirección a la Serralada de Marina, salí más ligero que de costumbre, cosas del frío. El primer kilómetro vi que lo marcaba a 5:41, bastante por debajo de los 6 y pico clásicos. Notaba que las piernas iban bien, y no había motivo para echar el freno, ya conozco la ruta, creo que sé cómo dosificarme, así que seguí con un ritmo moderado, guardando plumas en las subidas, acelerando algo en las bajadas, y llegué a la cuesta asesina bien de fuerzas y de ganas, pero con la cabeza lo suficientemente fría como para no echarlo todo a perder... Subí a ritmo constante, respirando intensamente, acortando zancada y aumentando cadencia, un respiro en el desvío hacia las dos piedras gordas, y vuelta a la subida criminal. Por los tiempos de cada kilómetros y las sensaciones que tenía, pensaba que iba algo más rápido que las últimas veces... Ataqué el kilómetro inhumano con pendiente del 10%, a 7:34, me suena que un poco más lento que otras veces, pero cuando llegué a la carretera que va a la urbanización Vallensana, iba muy bien de fuerzas y noté que en el llano y las bajadas iba más suelto que de costumbre.

Ls piernas respondían bien, rodeé el Turó del Pollo, y en el camino de vuelta vi que me ponía fácilmente a correr por debajo de 5:00, el cuerpo pedía más, un kilómetro a 4:16, otro a 4:18, normalmente voy ya un poco tocado y me dejo llevar por la gravedad, pero el domingo no, el domingo las piernas querían guerra y bajaba con alegría, sigo fuerte, 4:32 cuando la pendiente ya no es tan aguda, y los últimos 440 metros ya urbanos salen a 4:14 de media. Voy llegando a casa, y veo que el tiempo va a quedar en poco más de 1 hora y 11 minutos, creo recordar que la última vez que hice la ruta hice más de 1:13, y que eso fue 1 minuto más que mi mejor tiempo en esa ruta, así que calculé que quizá acabaría bajando un minuto mi mejor tiempo.


Llegué a casa, sincronicé el Forerunner, y fui a comprobar si había mejorado mis tiempos anteriores... Y entonces, me di cuenta de las alegrías que da tener mala memoria... :) La última vez, cuando hice un minuto más que mi mejor tiempo, no hice 1:13, no, hice 1:17... Es decir, mi mejor tiempo, corriendo bien de fuerzas, fue de 1:16, así que le metí casi 5 minutos a mi tiempo oficioso en la ruta Dues Pedres / Turó del Pollo!!! Otras ducha caliente bien merecida, y buenas sensaciones de cara a las próximas carreras, parece que de cardio he mejorado y que las piernas descansadas quieren guerra...

Y hoy, creo que me gané un cochinero regenerador. 8 kilómetros, con cortavientos, guantes y buf, a ritmo ultracochinero de 5:58 y pulsaciones cochinísimas de 135bpm.

Si veo que ya no noto nada en el muslo, a finales de semana probaré unas series de 1000, que la Media Maratón de Vilanova está a la vuelta de la esquina.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Renqueante y cochineando


Después de escribir 1.000 veces "No empezaré una carrera sin calentar", y de un descanso forzado de casi 5 días y medio, el viernes volví a calzarme las zapatillas en la oficina para volver a casa corriendo.


Todavía no me había desaparecido del todo la molestia en el muslo, pero, si hay niños leyendo, por favor no hagáis esto en casa, seguí mi táctica de empezar a correr suavemente cuando noto que la molestia ya está en sus últimas, y el viernes decidí no esperar más. La misma ruta que la otra vez, pero sin hachazos en los semáforos ni piques en el río, más bien, cochineando como hacía tiempo que no cochineaba...

Fueron 10,37 kilómetros en 59 minutos exactos, a una media de 5:41 y pulsaciones de 142bpm. No quise correr más para no forzar y evitar que la lesión se reprodujera. Algo de molestias al correr, pero nada importante, así que seguí con el hielo y el Voltarén.

El sábado descanso total, y el domingo, como aún notaba algo de molestia y no quería ir rápido, qué mejor que volver a la montaña a media mañana. Repetí una vez más una de mis rutas favoritas, la de la Pujada a les Dues Pedres, me gusta aún más porque al día siguiente desde la oficina veo perfectamente todo el recorrido, y desde lejos la verdad es que impresiona más que de cerca... :)

Corrí sin forzar, en las subidas no notaba nada de molestias, y en las bajadas fui mucho más conservador porque temía que en un mal apoyo pudiera sentir un crack. Pese a ir en plan conservador total, me salió un entrenamiento decente, menos de un minuto más lento que la última vez. 13,36 kilómetros de montaña al lado de casa, a un ritmo medio de 5:47, sin pulsímetro y con muchas ganas de correr pero con el freno de mano puesto...

Y hoy, cochinero matutino para estirar las piernas y recuperarlas del esfuerzo del domingo. De nuevo con marchas cortas. 9,57 kilómetros, ida y vuelta hasta la playa, a ritmo medio de 5:20, los 2.500 últimos metros un poco más suelto, a 5:08, 5:09 y 5:02, casi sin molestias, y con muchas ganas de hacer pronto unas series... :)

Al final no correré La Sagrera este domingo, una de mis carreras talismán. Por dos motivos principalmente... Aún no me noto al 100% para forzar el ritmo, y sobre todo, que ya no quedan dorsales... :) Así que la siguiente parada será la Media Maratón de Vilanova, el día 16 de diciembre, hará un año exacto que no corro una media competitivamente, a ver si me acuerdo... Y el 31, Nassos, ésta sí que es mi carrera super talismán, mis dos mejores marcas en 10K fueron es sendas Nassos. Soy muy consciente de que va a ser casi imposible mejorar la marca de 2011, creo que 39:30 será mi marca
personal en 10K y que ahí se quedará. Con la edad, perdemos potencia pero ganamos resistencia. El año pasado coincidieron muchas cosas, no tuve ningún parón por molestias, corrí una maratón a finales de octubre y la acabé muy entero y pude enlazar una buena racha de entrenamientos de potencia y velocidad, y ese día salió todo redondo... Confiaba en hacer marca, pero no en bajarla casi 30 segundos. A día de hoy, en 10K, mi objetivo es volver a correr por debajo de 4:00 el minuto y bajar de 40:00, este año no voy tan bien como el anterior, pero en cambio, si que creo que en meda maratón puedo intentar bajar marca...  Esperemos que se vayan las molestias del todo, y empezar a trabajar velocidad.

martes, 20 de noviembre de 2012

Crónica de la Jean Bouin 2012

No lo dice el título de la entrada, pues no soy de celebraciones ni aniversarios, pero precisamente el domingo pasado cumplí cuatro años como corredor popular. La Jean Bouin de 2008 fue la primera carrera popular en la que participé. Aún no sabía en qué lío me había metido y que desde ese día hasta hoy iba a correr 36 carreras de 10K, 17 medias maratones y 6 maratones. Y lo que me queda... :) Siempre que el cuerpo aguante y las lesiones respeten.

Y digo eso de las lesiones con la boca pequeña, pues normalmente suelo estar parado muy poco tiempo por problemas físicos, pero llevo una racha un poco rara... :( Volví de la Behobia con unas molestias en la zona de la tibia, que como muy bien me comentó el crack Espíritu González, quedaron sólo en un dolor pasajero durante dos días fruto de una sobrecarga. Y el domingo, en la Jean Bouin, volví a acabar tocado.

Iba a la carrera sin un objetivo en mente, sino que más bien como fui a la Behobia, con la idea de ver cómo respondía el cuerpo a distancias distintas a la maratón, para así plantear objetivos realistas para diciembre y enero.

Y sin objetivos llegó el domingo por la mañana, me encontré con Manu en la Plaza de España, y entre que buscamos la zona de punto 8 y volvimos a dejar las bolsas, se nos echó el tiempo encima y apenas tuvimos tiempo de calentar... Me fui para la zona de salida cuando faltaban apenas 15 minutos, y tampoco ahí pude calentar mucho... Y creo que me equivoqué de pleno y lo pagué...

Se dio la salida, y empecé a correr con la idea de no pasarme de pulsaciones, ir a un ritmo de entre 4:05 y 4:10 y llegar a la fatídica subida al Paralelo con fuerzas. Y así empecé, el primer kilómetro, como siempre, llevado por la vorágine humana durante la salida, lo hice a 3:53. El segundo a 4:03, en el tercero hay una leve subida y lo hice a 4:11, otro más a 4:06, y el quinto de nuevo a 4:06. Hay algo de desfase entre el GPS y los puntos kilométricos, ya que pasé por el 5 en 20:42, lo que hacía una media real de 4:08 el kilómetro, más o menos el ritmo que quería llevar, para acabar alrededor de 41:00, y sin apenas sufrir...

Acabando el sexto estaba el avituallamiento, iba por el centro de la calle, y venían bastantes runners por ambos lados, hice un gesto un poco brusco para aprovechar un hueco, y ¡ZAS! Pinchazo en el muslo, en la zona del bíceps femoral... :(

Me bebí el agua, seguí corriendo, y vi que el dolor no remitía... Tampoco iba a más... Pero cada paso que daba dolía... Acabó el fatídico sexto kilómetro a un ritmo de 4:09, y bajé aún más el nivel de esfuerzo e hice uno más a 4:18, pensando en pararme... Ya estaba al inicio de la subida al Paralelo, había bajado mucho el ritmo y me sentía descansado, así que fui subiendo a ritmo suave, disfrutando por una vez en la vida de la subida del Paralelo sin sufrir demasiado pero con el pinchazo dando la lata... :) 4:31 y 4:24 en el Paralelo, y el último kilómetro, con más subidas por las calles Tamarit y Lleida, y un dolor un poco más agudo, antes de llegar a meta, en unos cochineros 4:42...

Salieron los 10 kilómetros en 43:06, la media se fue a 4:18... Las pulsaciones quedaron en 172bpm de media, pensaba que fueron más bajas, qué extraño, corrí a un nivel de esfuerzo mucho menor pero las pulsaciones estuvieron en la línea de las de otras 10K...

De todas maneras, la prensa local se hizo eco de mi actuación, aunque creo que exageran un poco... :D

Hoy sigo con un poco de dolor, no he salido ni lunes ni martes, el hielo y el Voltarén van cumpliendo su cometido... Me siento optimista de cara a las carreras que vienen estas próximas semanas, con mucho frío y llanas, a ver si consigo recuperar el veloisidráptor en lo que queda de año... ;)

jueves, 15 de noviembre de 2012

Las fotos y el pique

En la Behobia no pude hacer muchas fotos antes y después de la carrera, gracias a la lluvia que nos cayó... Pero me han gustado mucho las que hicieron en la recta de llegada, que además coincidió con el momento más espectacular de la carrera, con la lluvia apretando como nunca y un viento infernal. Ya conté que recorrí esos últimos 1000 metros dándolo todo... Pero no sabía que con esa cara... :D







La segunda foto es mi favorita. La cara de esfuerzo después de 20 kilómetros con frío y lluvia resume muy bien lo que fue la carrera del domingo. Creo que será la foto que enmarque cuando ya no pueda correr y la que enseñe a mis nietos... :)

¡Ah, y en la última sale mi amigo Óscar Rodríguez! Nos encontramos poco después en la entrega de bolsas, pero no nos dimos cuenta de que entramos casi juntos... :)

Y tras la Behobia, después de dos días de descanso, y con un pequeño susto por unas molestias en la pierna izquierda, ayer miércoles por la tarde hice algo que tenía ganas de hacer hace tiempo, volverme del trabajo a casa corriendo. Las molestias estuvieron ahí un par de días, son las mismas que tuve unas semanas antes de la maratón de Sevilla, que también se fueron a los 3 ó 4 días. Era en la zona de la tibia, cerca del pie, en la parte delantera. Seguro que eso tiene nombre pero no sé cuál és... :) ¿Puede ser periostitis? Creo que fue fruto de correr el domingo sin calentar y de llevar una pisada más forzada por la lluvia. Por suerte, a base de hielo y Voltarén, ya son historia.

El martes dejé todo preparado para la salida del miércoles. Me llevé una bolsa con la ropa de running ala oficina, y el miércoles llegué vestido de programador y me fui vestido de corredor. Además, mientras ma cambiaba, casualidades de la vida, me vieron dos compañeros, surgió la conversación, ¡y resulta que quieren correr la maratón de Barcelona! Para más inri, uno es italiano y el otro inglés, así que tendré que poner en práctica el vocabulario runner angolsajón que tanto he leído últimamente... :)

Otro compañero ya me había contado que hay una rambla que baja hasta el litoral y que no está muy transitada, así que poco antes de las 19:00, tras el el encuentro con los dos próximos maratonianos, salía trotando por la Rambla del Poblenou hasta el semaforo que cruza la Diagonal. Ahí estiré un poco, y a las 19:02 ya empecé a correr en serio hacia el mar. Ritmos cómodos pero mucho más rápidos que a las 6:00am... Un par de kilómetros por la rambla, esquivando peatones, terrazas y parando un par de veces,  un cambio de ritmo al final de la rambla para cruzar el semáforo en verde, que me dejó la media de ese segundo kilómetro en 4:44, y ya estaba en el litoral corriendo en dirección al Besós. Mucho viento en contra, y ritmos alrededor de 4:50 y pulsaciones de 155bpm. Por ahora todo bien, nada de molestias, muy buenas sensaciones, tenía ganas de correr y eso estaba haciendo.

Un kilómetro algo más vivo hasta llegar al río, a 4:39, ya llevo 6, y bebo en la fuente antes de bajar al río para celebrarlo. Una vez en mi querido Besós, me animo un poco, no hace tanto viento como en el litoral, y me siento cómodo con un ritmo sobre 4:40...

Hasta que todo cambia de repente... Iba más o menos a esos 4:40... Cuando de pronto escuché cómo alguien se acercaba con un paso bastante rápido. Me había cruzado con mucha gente, cómo cambia correr de noche, iba más rápido que todos, y ahora iba a resultar que en el río me iba a pasar un runner a toda leche...

Veo que ya lo tengo casi encima, y entonces, el runner se me pone al lado y sigue corriendo a mi ritmo... Vaya, qué curioso, ya me pasó exactamente lo mismo una vez en el río, pero de madrugada... Y como iba animado y con ganas de correr... Pues cambié un poco de ritmo... Se cumplió el kilómetro 7 a 4:32 de media. Ya empezaban a ser palabras mayores para un día tranquilo... Y el otro runner seguía pegado...

Como iba suelto y cómodo, pues... Mantuve el ritmo, y creo que aceleré un poco... Ahí seguía el colega... Prácticamente pegado, se le oía respirar un poco forzado, no mucho más que yo, que iba apretando más poco a poco... Tenía la sensación de ir un poco rápido, cómodo y disfrutando pero quizá algo más rápido de lo que debería ser un rodaje suave... Miro el Forerunner... Y compruebo que no, que no me estaba picando... Marcaba 4:12 y 170bpm... :D

Pero ahí seguía el tío, estaba siendo divertido, yo iba apretando un poco más y él seguía el ritmo... Cae el octavo kilómetro y la media es de 4:10 clavado, las pulsaciones ya marcan 175bpm... Y eso que no llevaba las Kinvara, sino las Triumph... ;)

¿Y ahora qué hago? ¿Después de un kilómetro de pique a 4:10, bajo el ritmo y dejo que me adelante? ¿Mantengo el ritmo sin más? Ummmm... De eso nada... Aprieto un poco más... ;) La respiración ya empieza a ser más que intensa, el Forerunner marca 4:08... Ya no hay vuelta atrás, uno de los dos debe reventar... :D Y no tenía intenciones de ser yo... ;) Contaba Alberto Salazar que cuando un rival estaba a punto de adelantarte, una táctica que él usaba era dejar que le coja, y acto seguido darle un hachazo tremendo, siendo consciente del desgaste que le produciría a él mismo, pero también del terrible golpe psicológico que supondría para el rival, que seguramente ya no levantaría cabeza...

No estaba corriendo la final olímpica de maratón, no conocía al otro runner, simplemente, creo que surgió un bonito pique y los dos queríamos ponernos a prueba... Y ya empezado el kilómetro 8, después de aguantar ese ritmo terrible de 4:08, pegué el hachazo, kilómetro 8,25, pulsaciones a 175bpm que empiezan a subir hasta 180, ritmo de 4:05 que llega a 3:53 en el 8,5, bufff, esto es demasiado para mí, pero hay que aguantar, qué pique, un poco más, venga, ahora, escucho que la cadencia de la zancada de mi compañero baja, ya no oigo su respiración, se ha parado, justo a tiempo, cuando yo ya iba a reventar... :D Sigo unos metros fuerte, luego voy bajando poco a poco, 250 metros más a 4:22, otros 250 a 4:49, ya no me sigue nadie, y la media del noveno queda en 4:16... Las pulsaciones ya han "bajado" a 170bpm, me acomodo en un ritmo de 4:31 en el décimo kilómetro, ya no me sigue nadie, miro de reojo por si el otro runner ha resurgido de sus cenizas pero no, puedo seguir recuperándome del esfuerzo tranquilamente... Salgo del río, 840 metros a 4:50, y llego a casa sudando como un pollo, todavía a 168bpm, pero sintiéndome poderoso... :)



Casi 11 kilómetros a una media de 4:39 y 159bpm, incluyendo dos kilómetros asesinos a 4:10 y 4:16... Quién me lo iba a decir cuando salía de la Torre Llacuna con mis pantalones cortos y la camiseta de la Behobia... :)

A veces los entrenamientos menos preparados y más improvisados, sobre todo cuando no estamos con la presión de un plan a rajatabla, son los que deparan las mejores sorpresas. Ayer fue así. No me imaginaba metiéndome 2 kilómetros a ritmo de 10K tras otros 7 a ritmo moderado... Ni un encuentro anónimo y un pique tan sano. Cuando no lo has planeado, cuando vas pensando en otra cosa, y se tercia la ocasión de poner a prueba nuestros límites en una situación inesperada, es muy difícil no sucumbir a la tentación... Cómo somos los runners... :)

martes, 13 de noviembre de 2012

Crónica de la Behobia / SS 2012

Cuando uno empieza a correr e interesarse por lo que cuentan otros corredores, en forma de blogs, tweets o mensajes, tarde o temprano aparece un nombre que empieza a hacerse familiar rápidamente. Behobia. Leemos esa palabra una y otra vez, y comprobamos los más veteranos hablan con total naturalidad de esa Behobia mientras los más novatos los leen con respeto. Y todos cuentan maravillas. Muchos repiten un año tras otro, otros están emocionados porque es la primera vez. Los que se estrenan vuelven emocionados. Los que repiten, no menos que los primerizos. Y los que aún no han ido ni tienen fecha... Empiezan a pensar cuándo será el día...

Mi día fue ayer. Mi primera Behobia. Y digo primera porque dudo que no repita próximamente. Y cómo no, la experiencia fue única, y después de haber leído tantas maravillas de esta carrera, hoy me toca contarlas a mí.

Y contaré maravillas de la carrera, del ambiente, de la organización, de los otros corredores, de la gente que animaba durante toda la carrera y de todos con los que me crucé en esos dos días. Es la segunda vez que voy al País Vasco, ambas para correr, y si algo he aprendido sobre la gente que ahí vive es que rebosan amabilidad en cada gesto. En Bilbao estuvimos con unos amigos de Manu, que me trataron como si fueran mi familia. Y en San Sebastián, entre desconocidos, el trato humano fue insuperable, en el hotel en el que descansamos se portaron como nunca se habían portado conmigo en un hotel.

La operación Behobia comenzó el Sábado a las 5:00am, con el despertador sonando a mi hora habitual. Ya tenía media bolsa hecha, así que metí los últimos cacharros y me fui a Sants. Ahí me encontré con Manu, al final fuimos los dos solos, y comenzó un cómodo viaje de más de 5 horas hasta San Sebastián. Todo invitaba a una buena siesta, pero al final, entre charlas sobre la carrera, una visita a la cafetería del tren para comerse un enorme bocadillo de tortilla de patatas, y el Apalabrados, el viaje casi se nos hizo corto.

Fuimos directamente a la feria del corredor, había bastante gente, muchas tentaciones en forma de portageles, pantorrilleras y demás, pero sólo husmeamos un rato y recogimos el dorsal. Ya había empezado a llover un poco, pero nada grave. Lo mismo el domingo había suerte y no llovía...



Comida suculenta, y al hotel. San Sebastián estaba lleno hacía varias semanas, y cuando nos decidimos a buscar hotel ya no quedaba nada... Al final encontramos uno en Zumárraga, a una hora en tren de San Sebastián, en la misma línea que va a Behobia, así que no estaba tan mal comunicado. Trayecto en tren sin problemas, digiriendo el risotto y el entrecot, más Apalabrados, y llegamos a Zumárraga ya habiendo oscurecido totalmente. El hotel estaba en las afueras, le dirección no era muy precisa, y guiados por San Google fuimos hacia el lugar aproximado donde debería estar...

Por un momento se complicó el asunto... Carretera con poco arcén, noche casi cerrada, y el SmartPhone parecía indicar que aún había que subir basante por esa carretea... Por suerte, en un desvío, nos funcionó el instinto, y menos mal que nos llevamos por él y no por el GPS, y llegamos al hotel por suerte mucho antes y más cerca del pueblo de lo que decía el teléfono. Mucha amabilidad en la entrada, un habitación enorme y barata, restaurante típico en el mismo hotel, qué más se puede pedir... Pues sí se podía pedir algo más, un trato exquisito como el que tuvimos...

Bajamos a cenar. Siempre se recomienda una cena ligera antes de la carrera, pero... También se dice que a la Behobia se viene a disfrutar... Así que la cena fue digna... :) Pastel de espinacas... Codillos... Cuando ya casi habíamos reventado, nos preguntó la camarera si queríamos postre... Buffff, no sé, estoy lleno... ¿Qué hay? Pues tenemos pastel vasco... ¿Y cómo es el pastel vasco? Ah, muy ligerito, un trocito de pastel de hojaldre relleno con una pizca de crema... Ah, vale, venga, pues pastel vasco...

Así que ligerito... Y relleno con una pizca de crema... Vaya pedazo de pastel... Más grande que el primer plato, rebosando crema por todos lados... Y con un poco de helado de regalo... Vamos, para dejárselo en el plato... :)

Casi reventados, salimos del comedor y nos comentaron en recepción que el desayuno se servía a las 6:30. Comentamos que al día siguiente nos teníamos que ir pronto, así que preferíamos pagar esa misma noche y salir pronto sin molestar a nadie. Pero entonces el señor que nos atendía se convirtió en la persona más amable del mundo e insistió una y otra vez en esperarnos a las 6:00 para que desayunemos, y cuando le dijimos que íbamos en tren a Behobia volvió a insistir hasta que al final aceptamos que nos llevara en coche hasta la estación...

Pagamos, y nos fuimos a dormir con todo preparado para el día siguiente.



Diana a las 5:00am... Un par de trozos de pan de molde con mermelada, zumo y café de sobre con agua fría que compramos el día anterior, punto 8 y bajamos a recepción. Ahí estaba el señor, con la mesa del desayuno ya preparada, insistiendo una y otra vez en que comiésemos algo y nos tomásemos un café. El café estaba delicioso, me comí unos cereales, y cuando le dijimos que la carrera no empezaba hasta las 10:30, volvió a insistirnos en que nos llevásemos algo para el camino, y fue corriendo a por una bolsa, la llenó de plátanos, manzanas, mandarinas, y luego se acercó a una cesta enorme llena de nueces y empezó a echar nueces a dos manos... :D

Nos llevó en coche a la estación, estuvimos charlando con él muy amigablemente durante el camino, y a las 6:36 estábamos en el tren camino a Behobia, con la mochila hecha y una bolsa con fruta y nueces... :) Teníamos una hora y veinte minutos hasta Irún, y con el madrugón que nos habíamos pegado, la siesta era una tentación irresistible... Nos sentamos cerca del WC, por lo que pudiera pasar... Iba entrando el sueño...

Hasta que en una estación entraron un grupo de jóvenes que no venía precisamente de entrenar, sino que de juerga... Entre el escándalo y el tufillo a tabaco, alcohol, whisky y perfume barato, pegar ojo se convirtió en una misión imposible... Mira que era grande el tren, y nos tocó a nosotros... Se sentaron justo al lado del WC... Estuve tentado de intentar anestesiarles con un punto 8 contundente, pero no acababa de llegarme... A pesar del escándalo inherente a su edad, se portaron correctamente, excepto por los gritos, y por suerte bajaron un par de estaciones después. Pero ya se pasó el sueño. Llegó el segundo punto 8, y casi sin darnos cuenta, ya estábamos en Irún. Había mucha menos gente de lo que pensaba, o más bien, fuimos muy prudentes con el horario y llegamos demasiado pronto. Un paseo largo hasta Behobia... Y empezó a gotear...

Pensamos que había que ir con ojo y sobre todo intentar no mojarse las zapatillas, para correr con los pies secos, pues seguramente dejaría de llover pronto..........

Sí, sí... Dejó de llover, y empezó a diluviar. En un segundo las cuatro gotas se convirtieron en un chaparrón contínuo y todos los corredores corrimos a refugiarnos donde pudimos. Dejamos las bolsas, había que hacerlo más de una horas antes de que comenzara la carrera, y buscamos refugio hasta la hora de la salida. Algunos valientes salieron a calentar un poco, pero nosotros nos quedamos bajo techo hasta 10 minutos antes de la salida. Última meadilla, paseo a la zona de salida, y a falta de pocos minutos para empezar a correr, las zapatillas, los pantalones, los calcetines y la camiseta estaban simplemente empapados... :(

No habíamos calentado nada, aunque la música ochentera que pusieron antes de sar la salida nos animó un poco... :) Salió el primer grupo de galgos... Y dos minutos después, nosotros...

¿La carrera? ¡Ah, sí, que además de todo esto, había una carrera!

Mi planteamiento era disfrutar de una carrera como ésta, y de paso, probar mi estado de forma de cara a las medias maratones que vienen ahora. Así que salí más bien conservador. No quería sufrir, quería acabar fuerte y no hundirme en las dos subidas que hay. Los primeros 5 kilómetros los hice en 21:57, con un perfil bastante llano. A una media de 4:23. Muy reservón... Me encontré con el Abuelo Runner sobre el kilómetro 2, iba con el Currito, el personaje más conocido del blog del Matraca Roteño... :) Me dijo que no andaba  muy fino y seguí con el miedo en el cuerpo de que el abuelo en cualquier subida me adelantara diciendo "qué pasa, que tengo 52 años y casi no se me nota!"... :)

Después de estos primero kilómetros llegaba la parte divertida, una subida en dos partes, una más suave hasta el kilómetro 7, y una más durilla hasta el 8. Hago esos dos kilómetros a 4:46 y 5:04, no me preocupa perder posiciones, voy controlando las pulsaciones, alrededor de 170bpm, y llego muy entero a lo alto de la subida. Por suerte la lluvia ha bajado en intensidad. Se baja un poco y se llanea hasta el 10, y ese sector de 5 kilómetros lo hago en 22:45, los primeros 10K caen en 44:42. Tenía en mente hacer menos de 1:30 así que iba bien, si doblaba los 10 kilómetros que faltaban lo conseguiría, pero como había salido muy conservador pensaba que podría intentar apretar al final y rascar algunos segundos.

El 10 y el 11 son muy divertidos, empiezan llanos y acaban bajando bastante, y lo bueno es que, estando la llagada a nivel del mar, todo lo que sea cuesta abajo es porque previamente se ha subido, así que mi animé pensando esto y los marqué a 4:24 y 4:01. 3 más entre 4:21 y 4:26, llanos, y me planté en el 15 con un parcial de 21:58, calcando casi los primeros 5 kilómetros, manteniendo las 170bpm.

Últimos 5 kilómetros, una última subida, y el resto, a morir. Vuelve a llover fuerte... El segundo puerto que se sube lo paso haciendo los dos kilómetros en 4:43 y 4:50, pero yendo mucho mejor que el primero, adelantando corredores, algo muy raro en mí en subidas... :) Esas pulsaciones que he ido reservando se notan, y me siento muy fuerte. Se acaba la subida, y empieza una bajada a tumba abierta. Voy a tope, disfrutando de la sensación de velocidad, del frío y de la lluvia, hago el 18 a 3:58, me salen unas cuentas de poder estar cerca de 1:28:00, me siento bien, la lluvia aprieta, la gente anima, no ha dejado de hacerlo en toda la carrera, paso por el cartel del 19, el ritmo es de 4:15, y entonces, llega el momento más espectacular de la carrera...

Después del cartel del 19, tenemos por delante una recta de un kilómetro. Miles de personas están animando detrás de las vallas... De repente se levanta un viento tremendo y llueve a mares... Llevo 19 kilómetros corriendo empapadao, pero qué más da, ese último kilómetro es espectacular, gritos, ánimos, gorras que salen volando, caras desencajadas, ¡¡¡running en estado puro!!!

Voy apretando un poco, pero con la que está cayendo no se puede ir muy rápido... El Forerunner me descuenta unos cuántos metros y me sale un ritmo de 4:11 hasta la llegada, adelanto algunas posiciones, acabo a 181bpm y paro el Forerunner en 1:27:59, aunque el tiempo oficial es de 1:28:00.



Después de acabar la carrera, la lluvia se convirtió en la madre de todos los diluvios. Ya me daba lo mismo mojarme más, estaba calado hasta las huesos... Llegué al punto de encuentro con Manu, tras cruzarme con Óscar Rodríguez y comentar la carrera, y fuimos caminando hacia el polideportivo donde estaban las duchas. Me daba lo mismo que lloviera, no saqué ni el paraguas ni el impermeable, sólo pensaba en llegar al polideportivo, sacar la ropa, soñando que estuviera seca, darme una ducha caliente y dejar de sentir ese frío intenso y esos temblores que se habían adueñado de mí tras acabar la carrera...

Por suerte, no había mucha gente en el polideportivo, una vez más, amabilidad total, la mochila funcionó a la perfección y la ropa estaba seca, y cuando me metí bajo la ducha caliente se me olvidaron todos mis males... Creo que ha sido la mejor ducha de mi vida... :) Salimos del polideportivo como nuevos, dejó de llover, y nos fumamos el cigarrito de rigor...

Ya repuestos, una visita rápida a la playa de la Concha, para hacer un check-in de FourSquare, y a comer, que nos lo habíamos ganado. En varios lugares que probamos nos dijeron que no tenían ya sitio, estaba todo reservado, pero encontramos un restaurante muy cuco y recomendable donde recuperamos fuerzas de esta guisa...


Vuelta a la estación, otras 6 horas de tren, las nueces que nos dieron en el hotel nos salvaron la vida, y de nuevo en casa satisfechos con nuestra medalla... Y con la sensación de que a Behobia hay que ir si te gusta correr... Y es muy difícil no volver... Si no habéis ido... No os lo penséis mucho... :)

jueves, 8 de noviembre de 2012

Miniplan Behobia finished!

El primer miniobjetivo después de Berlín ya está a la vuelta de la esquina. No busco una marca ni un ritmo objetivo, me han hablado mucho de la carrera pero no soy capaz de imaginar cómo va a salir la Behobia 2012. La referencia más cercana que tengo en realidad es bastante lejana... Las últimas medias maratones las corrí a finales de 2011 y principio de 2012. La de Granollers, en febrero, no la cuento porque hice una tirada previa y corrí a ritmo maratón, preparando Sevilla. Así que las últimas medias que corrí ya casi tienen un año y es una distancia que tengo un poco olvidada.

Así que, más que tener una referencia para la Behobia basada en mis últimas medias maratones, más bien la Behobia será una buena referencia para ver cómo encaro las próximas medias maratones...

Después de las dos últimas salidas por montaña, esta semana he salido lunes, miércoles y hoy jueves. Dos rodajes suaves y llanos por el río, con las Kinvara, que serás las elegidas para ir a San Sebastián, y uno de mis entrenamientos favoritos, unas series en cuesta de esas que te dejan con voz de hombre al acabar... :)

Cochinero el lunes, recuperando las piernas del esfuerzo del domingo. Los clásicos 9 kilómetros y medio, esta vez a 5:23 y 140bpm.

Descanso el martes, y el miércoles, a disfrutar de unas series en cuesta. Me encanta ese entrenamiento. Subo corriendo al Hospital del Espíritu Santo, poco más de 2 kilómetros para ir entrando en calor. Luego, le doy al botón derecho para marcar el inicio de Lap, subo 500 metros asesinos, con una pendiente de casi el 7% de media, y vuelvo a darle al botón derecho para ver el tiempo que he tardado... Y entonces es cuando me doy cuenta que el día que Súper Coco explicó la diferencia entre izquierda y derecha yo andaba un poco despistado, y por eso pulsé Start en vez de Lap, y me quedé sin saber en cuánto tiempo hice la primera cuesta... :)

500 metros más de bajada, y vuelta a empezar. 4 cuestas más, en 2:42, otra vez 2:42, 2:33 y la última en  2:24, sin vaciarme a fondo, lejos del 2:15 de mi Mejor Cuesta Personal...

Vuelta a casa suave, un buen desayuno, y a trabajar. Me quedé dudando si salir hoy y descansar viernes y sábado, o descansar hoy, salir el viernes y descansar el sábado. Al final triunfó la opción 1. Hoy salí a hacer otro rodaje suave, esta vez con las Triumph 9. Bien abrigado pues ya empieza a refrescar por la mañana. Ruta hacia Montcada, primeros kilómetros extremely cochinero, 6:08, 5:53, 5:43 y 5:27 con viento en contra, media vuelta y otro kilómetro a 5:19, ahora el viento sopla a favor y hago otro a 5:14, y los tres últimos ya más suelto a 5:03, 5:03 y 4:50. 300 metros para llegar a casa, a 4:46, y al final salió un progresivo apañado. Ritmo medio de 5:24, y las pulsaciones otra vez en 140bpm, me gusta este dato.

Y ahora ya toca descansar, cargar las pilas y empezar a pensar en cómo la gente animando me llevará en volandas de Behobia a San Sebastián. Todo el mundo cuenta maravillas de esa carrera, y el lunes seré yo el que lo haga, seguro. He trabajado cuestas y montaña, ya sé que la carrera no es excesivamente dura, pero me gustaría salir airoso de las dos subidas que hay y con fuerzas para apretar en las bajadas y llegar muy entero al final. Recuerdo que en la Endimoniada había mucha gente animando al final, pero las piernas ya no daban más de sí y no pude acabar volando... Esta vez no quiero que sea así. ¡Esta vez toca llegar volando!

domingo, 4 de noviembre de 2012

Más pollo y más piedras

Sigo con la mini preparación para la Behobia, así que he repetido pollo y piedras este domingo. Descansé el viernes, y me vi forzado a descansar el sábado... Después de una tirada larga, creo que puedo recuperarme bien en 24 horas... Pero después de una cena de empresa seguida de barra libre, necesito más de un día para recuperarme... No me digáis que no quedó chulo el sushi de la cena, si os fijáis bien, se lee Social Point escrito en sushi... :) Gentileza de la opción de fotos panorámicas del iPhone 4S... ;)



Total, el sábado me quedé en casa, pero hoy domingo, aunque hayamos tenido amenaza de lluvia que se convirtió en lluvia de verdad, tocaba volver a la montaña a trabajar un poco los cuádriceps y el cardio.

Repetí el el circuito del jueves, la ruta de la Cursa de les Dues Pedres, pero saliendo desde y llegando hasta mi casa. 13 kilómetros y medio de montaña variada, me gusta el trayecto. Bien desayunado y con el estómago y la cabeza mucho mejor que el día anterior, a las 11:39am, con una ligera lluvia, acabé de estirar y salí en dirección a la Serralada de Marina. Tal y como empecé a correr, las cuatro gotas que estaban cayendo se convirtieron en 8, 16, 32, 64, 128, 256, 512, 1024, 2048, 4096, 8192, 16384, 32768 y llegó un momento que superaron las 65536 y dejé de contar... :) La gente huía despavorida a protegerse bajo los balcones o los toldos. Agua, simplemente agua, pero qué pánico que produce a veces, ni que fuera ácido sulfúrico...

Antes de llegar a los caminos de tierra de la Serralada de Marina, con la lluvia recién empezada a caer, tuve un par de amagos de aquaplaning, parece que las Asics van bien en tierra, seca o mojada, pero en el asfalto no se adaptan muy bien a la lluvia. Pero nada importante, llegó la pista de tierra, y seguí subiendo hasta el desvío que va hacia la carretera que lleva a Can Ruti. Toboganes, y de nuevo la subida asesina de la Carrerada... Pude subirla bien, bien jodido, pero sin pararme. Subí algo más despacio que el jueves, pero también más bajo de pulsaciones. Y eso lo noté en la bajada, bajé bastante más rápido que tres días antes...

¿Conclusión? Creo que es mejor correr como corrí hoy que como corrí el jueves, y quizá aún hay un punto medio entre ambos entrenamientos. En las carreras de montaña que he corrido, me he vaciado en las subidas y luego en las bajadas no he podido mantener el ritmo que me habría gustado. Creo que subiendo algo más despacio pero guardando plumas para después, se pierde menos tiempo que el que se puede ganar en la bajada. Y como en la Behobia hay mucho de ambas, subidas y bajadas, creo que será mejor salir prudente. A ver si me acuerdo el día 11... :)

Acabé el recorrido en 1:16:30, 9 segundos más lento que el jueves, pero el jueves me equivoqué de camino un par de veces y acabé haciendo unos 270 metros de más... :) Así que hoy corrí más lento, pero más bajo de pulsaciones, 150bpm de media hoy, 155 el jueves, máximas de 173 hoy, 177 el jueves.

Por suerte dejó de llover más o menos a mitad de recorrido. Pero claro, la mezcla de humedad, lluvia y camiseta del Decathlon... Y olvidarse de la vaselina... Acabó en esto...


Por suerte sólo me sangró un pezón... Que no dolía hasta que me metí en la ducha... :(

Mañana un cochinero suave, el miércoles series en cuesta y el jueves quizá series en llano. Luego un par de días de descanso, y a disfrutar de mi primera Behobia. Pronto seré yo quien pueda contar todo lo bueno que tiene esa carrera y que todo el que ha corrido no deja de contar...

jueves, 1 de noviembre de 2012

Piedras y pollo

Con el gran objetivo a casi 5 meses, y habiendo ya descansado y recuperado bien de mi última maratón, es tiempo de pequeños objetivos, mini metas, algo que al menos a mí me motiva mucho y que si son elegidas con criterio pueden además ayudar al gran objetivo de un maratoniano.

Cuando se acerque la maratón de Barcelona, deberé intentar acostumbrar al cuerpo a rodar a menos de 4:40 durante 42 kilómetros, consumiendo grasa y glucógeno en la proporción exacta para no encontrarme al tío del mazo hasta que suba las escaleras del Montjuic con mi séptima medalla maratoniana... :) Y para llegar a eso, es importante tener una buena base aeróbica y unas piernas que puedan desarrollar esa velocidad con un gasto energético razonable.

Poe eso y por más cosas, la montaña es un gran aliado en las semanas previas a la preparación de una maratón. Además, corriendo este año la Behobia dentro de 10 días, tengo aún más motivos para no desperdiciar la más mínima oportunidad de correr por montaña.

Previos a la salida montañera de hoy, dos rodajes matuninos por el río esta semana, el martes, muerto de frío, en dirección a Montcada. Pasando una dura prueba de fuego... Ya sabéis que me levanto a las 5:00am cada día, además me levanto casi de un salto, so pena de llevarme un garrotazo de mi señora si no lo hago... :) El momento del despertador ya no es un problema para mí. Pero el martes, sí que lo pasé un poco mal antes de empezar a correr. Me levanté bien, café, galletas, punto 8 que se quedó a medias... Pero se hizo la hora y tocó salir a correr. Bajé a la calle, y hacía un frío de mil demonios. Estiré, y cuando iba a empezar a correr, noté que el punto 8 volvía a manifestarse y que no aguantaría hasta el puente del Molinet. Así que volví a casa, acabé la faena, y entonces sí que estuve tentado de quedarme en casita... :) El frío del carajo que hacía fuera, y lo bien que se estaba en casa... Pero el deber el el deber... Vuelta a la calle, y a las 6:15am empecé a correr. Creo que el frío me hizo correr más rápido, o será que ya va volviendo la forma... Fueron los 9,5 kilómetros de rigor, a un ritmo de 5:11, pulsaciones de 146bpm y un frío del demonio.

Otra más ayer miércoles, esta vez, bajo la lluvia. Después del verano atroz, de repente, he recordado lo que es correr con un frío tremendo y lo que es correr bajo la lluvia en sólo dos días. Tampoco me pienso mucho lo de salir a correr cuando llueve... Correr, mojarse, ducha caliente, y como nuevo. De nuevo los 9,5 kilómetros marca de la casa, esta vez hacia la playa, ya que en la ruta de Montcada se forman más charcos. Empecé suave, también en parte por la lluvia, 5:36, 5:34, 5:30 y 5:24, sin llegar a los 140bpm. Al llegar al punto donde doy la vuelta, me digo a mí mismo que ya está bien de cochineros y rodajes suaves, así que decido cambiar de ritmo y hacer 4 kilómetros, con viento en contra, algo más vivos, que salen a 4:39, 4:51, 4:45 y 4:42, alrededor de 160bpm, por donde creo que tengo bastante localizado mi umbral aeróbico... :) Bajo el ritmo en los últimos 700 metros, y acabo a un ritmo medio de 5:09 y pulsaciones de 145bpm.

Y hoy jueves, día festivo, diana a las 6:00am, un buen desayuno, una buena digestión en el sofá viendo la tele con mis cachorros, y a las 11:45, con unos 20 grados, sol y en manga corta, salí a correr. Me han gustado tanto las rutas que estoy descubriendo a la derecha del Turó del Pollo, que elegí repetir la de la Pujada a les Dues Pedres, carrera que ya he corrido dos años seguidos, alargándola desde y hasta casa. Recuerdo que las dos veces que corrí tuve que echar el pie a tierra en la subida asesina del Carrer de la Carrerada, que según el diccionario, es un "camino seguido de manera exclusiva por el ganado trashumante en su desplazamiento pendular y periódico para aprovechar los pastos naturales." Pues sí, el ganado subiría contento para ir a pastar, pero recuerdo que me costó horrores y que tuve que parar...

Pero hoy salí con otro chip. Lo mal que lo pasé hace dos semanas en la media maratón de montaña, y lo mucho que disfruté 7 días después haciendo un recorrido similar, me ha hecho ver a la montaña de otra manera. No, no soy un corredor de montaña, al menos todavía... Sigo siendo un animal de asfalto que todavía quiere mejorar sus marcas en maratón. Y la montaña puede ser un gran aliado si salgo a patearla vigilando las pulsaciones y corriendo con cabeza. Siguiendo los consejos del Abuelo Runner, corrí más tranquilo, acortando la pisada pero aumentando su cadencia en las subidas, recuperando en las bajadas, y completé la ruta sin parar una sola vez.

Fueron 13,77 kilómetros, 2 de subida hacia la zona del Turó del Pollo, otros 2 de toboganes, la subida asesina de la Carrerada, paso por la urbanización Vallensana y sus caballos, rodear el Turó del Pollo, y luego bajar hacia casa. Apretando los dientes en la subida criminal, y sintiendo que el corazón trabajaba a toda máquina y las piernas aguantaban el ritmo y el esfuerzo. Ritmo medio de 5:33 y pulsaciones de 155bpm, máximas de 177.

Después de 3 días seguidos, mañana descanso, y el fin de semana seguramente volveré a sacar de paseo a las Asics. Quizá con algún kilómetro más, por ejemplo alargando el recorrido hasta la cruz de Montigalá. La semana que viene, alguna serie en cuesta, rodajes suaves con algún hachazo, y el domingo, correré la tan famosa Behobia. Ahí sí que quiero correr, pero con cabeza. Los que ya la habéis corrido, que sois muchos... :) ¿Qué me recomendáis? ¿Cómo recordáis el perfil y el recorrido? ¡Gracias!

domingo, 28 de octubre de 2012

Disfrutando de la montaña

En la montaña se disfruta mucho más que en el asfalto, aunque sea con matices, creo que todos estamos de acuerdo. Aunque en la montaña se puede sufrir mucho si no corremos con cabeza...

Lo pasé fatal el domingo pasado, y hoy, una semana después, con algunos kilómetros menos pero repitiendo buena parte del recorrido, lo he pasado en grande y he hecho un buen trabajo aeróbico.

Entre la media maratón de montaña de Serralada de Marina y la ruta de hoy, un Pollo - Cruz de Montigalá, he hecho tres entrenamientos, siguiendo en la línea de recuperación tranquila de estos días. Dos cochineros tranquilos martes y jueves, de 9,5 kilómetros. El martes, muy suave, 136bpm y 5:49 de media. El jueves, algo más animado, 140bpm y 5:34 de media. Y un tercer entrenamiento el sábado, más animado, 145bpm y 5:23 de media, los 14 kilómetros clásicos del sábado hasta el puente del Forum y media vuelta.

Tras los tres rodajes suaves y la mejora paulatina de las pulsaciones, hoy tenía ganas de volver a calzarme las Asics y salir a patear el Turó del Pollo y repetir el final del recorrido de la carrera del domingo. Salí mucho más tranquilo, sin dorsal y con cabeza, a las 8:34, bien desayunado, y soportando un frío y un viento terribles... Hoy todos los runners de Barcelona y alrededores hablábamos de lo mismo... :) Por suerte el frío no me molesta para correr, más bien lo contrario. Salí en dirección al Turó del Pollo, subí bien, sin llegar a 170bpm, con las manos congeladas y disfrutando del paisaje, ¡se veía Montserrat perfectamente! Di la vuelta al turó, sin llegar a subir, como el domingo pasado. A unos 100 metros tenía a un grupillo de runners, así que me animé a darles caza, y tras rodear el turó y empezar la bajada, los pasé sin problemas, pero sin hacer el burro, manteniendo el nivel del esfuerzo. A partir de ahí hice la misma ruta que el domingo pasado, comprobando que las veces que tuve que parar y seguir andando no fue porque la pendiente fuese muy dura, sino porque hace 7 días iba totalmente reventado. Hoy subí bien, sin necesidad de ca-co, sin bajar de 5:40 en los tramos de más desnivel, no a esos más de 6:00 del domingo pasado... :( Y repitiéndome una y otra vez que no volveré a hacer el animal en una carrera de montaña nunca más... :)


Cayeron 14,19 kilómetros a una media de 5:32, pulsaciones a 155bpm de media sin pasar de 173, y desnivel acumulado de 307 metros según el Forerunner, 426 según el RunKeeper y 492 según Google Earth... Llevaba la ruta grabada, y gracias a ello sólo me equivoqué dos veces de camino y pude retroceder rápidamente... :) Un recorrido que seguramente repetiré, con una buena subida inicial durante 5 kilómetros, y luego bajadas suaves y alguna rampa más que con las piernas cargadas sientan muy bien... :) Como aún no estoy de lleno en el plan, y con la Behobia y alguna 10K y media en el horizonte, seguiré probando la montaña los fines de semana. Es buen momento para trabajar la potencia, ya llegará el momento de volver a las marchas largas de cara a Barcelona 3:15... ;)

domingo, 21 de octubre de 2012

Crónica de la media de montaña Serralada de Marina

En el último libro de running que he leído, "Mastering the Marathon: Time-Efficient Training Secrets for the 40-plus Athlete", el autor, el amigo Don Fink, dice que si en una carrera no has pensado en abandonar al menos tres veces, es que no te has esforzado lo suficiente...

Hoy se me ha pasado por la cabeza tirarme al suelo y esperar a que me recojan y me lleven a casa al menos 65.536 veces... :) La montaña no me quiere, o soy yo que no la trata como merece, el caso es que ha sido un sufrimiento terrible, he pensado eso de "nunca más lo vuelvo a hacer" 32.768 veces, pero seguro que volveré a hacerlo, aunque espero que con más cabeza, o más piernas, o más cardio, o mejor preparación...

Ayer fui a por el dorsal y el pulsímetro de regalo. La inscripción costaba 20 euros, así que lo del pulsímetro debía tener truco... El truco es que es doblemente digital, digital por los botones y numeritos, y digital porque para medir las pulsaciones hay que poner dos dedos en el reloj... :) Lo probé en casa y parece que funciona, aunque me llevé un pequeño susto. Se lo quise enseñar a mi hijo, le intenté tomar las pulsaciones, pero no marcaba nada... Supongo que ver 4 temporadas seguidas de Battlestar Galactica me influyó, el caso es que por unos minutos tuve la duda de si mi hijo podía ser un Cylon, pero no, finalmente, poniendo bien los dedos y sin sujetar yo el reloj, le marcó correctamente el pulso y se disiparon mis dudas.

Ya con los dorsales preparados, Manu y Toni pasaron por casa con el coche, ya nos encontraríamos con el Abuelo Runner en la salida. Llovía un poco, aunque las apocalípticas previsiones sobre diluvios, inundaciones y otras catástrofes naturales, al menos en Barcelona, quedaron en nada... Cayeron cuatro gotas, antes de la salida, pero paró de llover poco antes de empezar y casi acabando la carrera incluso salió el sol. El recorrido estaba impecable, apenas un par de charcos, y el terreno estaba en su punto para correr.

Buena organización antes de la salida, sin problemas para dejar la bolsa y echar la última meada, con tanto árbol por ahí... :) Nos vimos con Rafa y dos amigos que venían con él, nada, unos chavales que les gusta eso de correr por la montaña, uno ganó la prueba de 10K y el otro estuvo por ahí cerca... :O

Calentamos un poco, y flipé con la música que puso la organización durante el calentamiento, simplemente, ¡¡¡alucinantemente genial!!! La banda sonora de las pelis de James Bond, Carros de fuego, y ya casi a punto de darse la salida... ¡¡¡La música de El Equipo A!!! Jajaja, me estaba riendo yo solo pero no se lo podía contar a nadie... :) Resulta que en la oficina, en mi nueva empresa, mi equipo ha empezado haciendo varios proyectos, demos, prototipos tecnológicos, ayudando en proyectos en curso, haciendo herramientas, optimizaciones, project management, vamos, de todo un poco. Y como somos así de graciosos, nos hemos autobautizado como El Equipo A... :) Llevo tarareando la musiquilla toda la semana, y hoy, antes de empezar a correr, ha estado sonando la canción a todo volumen... :)

¡Y a correr! La salida era cuesta abajo, 1200 metros de bajada vertiginosa... A Toni lo perdimos de vista de inmediato, y en la bajada, tenía ganas de correr y bajé el primer kilómetro a 4:09, miré a Manu y al Abuelo y me dijeron que tirara, así que me dejé llevar por la marabunta humana en la bajada...

Empezaron las cuestas y los toboganes. Aún iba fresco, hasta el kilómetro 6 iba marcando ritmos de entre 4:56 y 5:18, recuperando en las bajadas e intentando dosificar un poco en las subidas. Un kilómetro más con una bajada terrible por trialeras, en la que las Asics funcionaron de maravilla, ni un resbalón, ni una mala pisada, recorde las caídas de L'Endimoniada, pero esta vez, con el terreno un poco mojado, bajé mucho mejor. Me sirvió para recuperar un poco, se montó un trenecito de runners, y ahí se acabó la diversión...

Empezaba lo divertido. Primera subida asesina, criminal, abominable... Casi dos kilómetros al 6% de media, subiendo hasta la urbanización Vallensana, un clásico de las carreras por esta zona. Otro tramo durillo en la urbanización, una bajada para recuperar el aliento, y luego otra rampa aún más dura que la anterior, donde empecé con el ca-co... Salimos por fin de la odiada urbanización, que es a las carreras de montaña de Santa Coloma lo mismo que el Paralelo a las carreras urbanas de Barcelona... Y empezó un tramo un poco más suave, rodeando el Turó del Pollo sin llegar a subir hasta lo más alto. Fueron dos kilómetros de pequeños toboganes, ya habían pasado las subidas más duras, pero notaba que las piernas habían pagado un precio muy alto, después de Berlín, un descanso de dos semanas y unos pocos entrenamientos cochineros, no respondían como me hubiera gustado...

Entonces, el momentazo de la carrera... Escuché detrás de mí un sonido como de un motor a reacción, que iba intensificándose por lo que deduje que se iba acercándose a mí... ¿Era un pájaro? ¿Era un avión? ¡No! ¡Era el Abuelo Runner! Fue sobre el kilómetro 13, saliendo ya del Turó del Pollo, me dio una palmadita, le vi muy fuerte, me dijo que le siguiera, que me iba a llevar a hacer menos de dos horas, pero le dije que en la siguiente subida no iba a poder seguir su ritmo...

Empezó una buena bajada, apreté un poco el ritmo, adelantamos a varios corredores en la bajada, pero en cuanto volvió a picar la siguiente subida, en el 14,5, ya no pude... El Abuelo siguió a su ritmo, dejando una estela de combustible para aviones supersónicos, y le perdí de vista pronto... :) Esa subida se ma atragantó totalmente... No contaba con ella, y eso que estaba en el plano... Pensaba que desde el Turó del Pollo ya todo era una suave bajada, con algún rodeo, pero de eso nada. 1300 metros demoledores, con más de 14 kilómetros de montaña en las piernas, una rampa del 7% hace pupa... De nuevo el ca-co, y batí mi MMP de pulsaciones... 187bpm... Estaba jodidísimo... No se me ocurre otra palabra más descriptiva.

Subí a duras penas, volvieron las bajadas, quedaban aún casi 7 kilómetros, y ya iba completamente vacío de fuerzas, pese al gel que me tomé... En las bajadas, no pasaba de 5:20, aunque iba manteniendo mi posición... Aún quedaba alguna sorpresa... Otras dos subidas más, a la cruz de Montigalá la primera, con una pendiente más suave pero que parecía una tapia... Se escuchaba un escándalo tremendo a lo lejos, como si unas 20 personas estuvieran animando... Y cuando el griterío ya se hizo ensordecedor... Comprobé que era sólo un señor, ¡¡¡pero que animaba como 100!!! Cuánto se agradece... Coroné la cruz, y volvió otra bajada, hasta la autopista... Pero claro, bajar hasta la autopista... Significaba que habría que volver a subir hasta la llegada...

La media maratón tenía sorpresa. En forma de casi un kilómetro y medio extra de regalo. Un último tramo bajando, y la subida final... En un cruce nos dijeron que faltaban 200 metros... Pulsaciones a 185bmp... 500 metros después nos dicen que faltan 100... Y 300 metros después, por fin, la llegada... Pensé en tirarme al suelo, pero vista la cola que había para la butifarra, lo dejé para otro momento.

Acabé en 2:05:54, a un ritmo de 5:37, para completar 22,4 kilómetros, con unas pulsaciones medias de 175bpm y record absoluto de 187bpm.

Tironcillo de orejas para la organización. Todo muy bien en la salida y durante la carrera. Pero en la llegada, todos habríamos agradecido una botella de agua. Un poco de lío con la butifarra, y la bebida que la acompañaba, simplemente, ridículamente escasa.

Pero todo se cura con el bocata, el Powerade que traía de casa, el reencuentro y un cigarrito... :)


viernes, 19 de octubre de 2012

Se me aselera el corasoooón, en el rio de mi amoool

Definitivamente, no, el reggaeton no es lo mío... Aunque el título de esta entrada resumen muy bien los últimos tres entrenamientos en el río Besós, intentando volver a empezar otra vez, poco a poco y con mucha paciencia.

El domingo tenía ganas de correr y corrí seguramente más de lo que debía, las pulsaciones hablaron por sí mismas. Creo que es algo que nos pasa a casi todos... :) Las endorfinas claman libertad después de 14 días de reposo... Y una vez desahogadas el domingo, esta semana he ido alternando días de cochinero y de reposo.

Los tres entrenamientos, lunes, miércoles y hoy viernes, por la ruta clásica del río de algo más de 9,5 kilómetros. Muy resumidamente, el lunes en 53:37, el miércoles en 52:46 y hoy, un poco pasado por agua, en 53:24. Bastante regular, los tres a ritmo cochinero medio más lento que 5:30. Pero con un dato esperanzador que hace que vea que las cosas funcionan...

El domingo, pulsaciones medias de 160bpm. El lunes, 152. Miércoles, 146. Y hoy, 142.

Todavía seguiré con estos rodajes cochineros antes de volver a empezar un plan de entrenamiento al menos una o dos semanas más. Mientras, el domingo, correré la media maratón de montaña de la Serralada de Marina, con Manu, Toni ¡y el Abuelo Runner! Me la tomaré como lo que toca, un entrenamiento suave por montaña, para seguir recuperando cardio y disfrutando de la cantidad de barro y agua que seguramente nos encontremos...........

Y poco más ha dado la semana de sí... Así que, para rellenar un poco... :) El vídeo de la maratón de Berlín... :)

domingo, 14 de octubre de 2012

¿Y ahora qué?

Dos semana enteras me he pasado sin correr. 14 días de descanso regenerativo, algunos estiramientos y hielo en el empeine, que me ha estado molestando un poco estos días, pero que hoy, que ya he vuelto a calzarme las zapatillas, no me ha molestado nada.

Porque hoy ya me había dado permiso a mí mismo para la vuelta. Para volver al ritual habitual de desayunar bien temprano, a las 6:00am, hacer la digestión, esta vez viendo la Fórmula 1, esperar la llegada del punto 8, ponerme la ropa de runner, crema efecto calor, monitor de frecuencia cardíaca, iPhone al brazo, Forerunner a la muñeca, llaves de casa, y a la calle. Estiramientos, más concienzudos que el resto de días, me notaba la falta de flexibilidad, mientras el Forerunner iba detectando satélites. Y rumbo al río a estirar las patuchas. Con las sensaciones habituales del primer entrenamiento después de una maratón. Sensación de pesadez, de no estar corriendo, pero ritmo algo más alto que los clásicos cochineros, y pulsaciones por las nubes. Fueron 10 kilómetros y medio, el Forerunner sólo marca 9,43, pues empecé a correr aún sin satélites... Cero molestias, muchas ganas, incluso quise hacer un cambio de ritmo, pero cuando vio que las pulsaciones se iban a 174bpm decidí que hoy no tocaba hacer el burro... :)


Bueno, ¿y ahora qué? Ya había hecho más o menos mis planes. Dependiendo de lo que pasara en Berlín. Mi objetivo para Berlín era bajar de 3:20. Ya había comentado entre amigos que si hacía 3:19:59 iba a estar más que satisfecho. Una marca así podría hacerme pensar que el 3:15 podría caer algún día si seguía trabajando duro... Con esa idea en mente, si bajaba esos 3:20, pensé correr dos maratones en invierno y primavera más relajado, para volver al ataque en invierno de 213. Gran Canaria en enero y Madrid en abril eran las opciones más interesantes.

El plan B era que si no conseguía bajar esa marca, ir a buscarla esta primavera en Barcelona, y ya correría maratones más relajado en otro momento...

Pero al final salió el plan C... :) Bajé esos 3:20 y acabé casi a medio camino entre el 3:15 y el 3:20. Así que después de meditar un poco, voy a hacer algo distinto a las dos opciones que planteé, aunque realmente sea una mezcla de ambas... Ya tengo objetivo. El objetivo se llama Barcelona 3:15. Es una apuesta algo arriesgada, pues Barcelona ya la he corrido dos veces, y en ambas, el calor me ha machacado al final. Pero también por haberla corrido dos veces la conozco muy bien, y yo también me conozco mucho mejor.

La sacrificada será Gran Canaria. Tenía muchísimas ganas de ir, por todos los amigos que iba a conocer en persona. Espero verlos, y a muchos otro más, en abril en Madrid, pues después de Barcelona, tendré 6 semanas para llegar a la maratón de Madrid en condiciones de correrla sin presión y pensando en acabarla de una pieza.

Faltan 5 meses para la maratón de Barcelona. Los próximos 30 días iré recuperando la forma poco a poco. Rodajes suaves, domando las pulsaciones, algo de montaña, cuestas... Por ejemplo, el domingo correré una media maratón de montaña que además sale al lado de casa, ¡y pasa por el Turó del Pollo! Pinta bien, la correré tranquilo, una tirada larga con cuestas, buena manera de trabajar el cardio. Si alguien tiene curiosidad, o se quiere apuntar, aquí esta la información:

http://www.ciescat.net/

También estoy inscrito a la Behobia. Otra buena manera de hacer una tirada larga y con cuestas... :)

En diciembre estaré en una fase del plan en la que se trabaja la potencia, cuestas, velocidad... Así que según me vea... Con Barcelona todavía a casi tres meses... Puedo intentar atacar mis marcas en 10K y media maratón. Sagrera y Nassos son ideales para intentar rascar algunos segundos en 10K. Son las carreras en las que he hecho sub 40. Si he bajado más de cuatro minutos mi marca de maratón... ¿Podría bajar al menos 30 segundos mi marca en 10K y hacer un sub 39? Soñar es gratis... Entrenar es duro... Y combinarlos, una mezcla explosiva... ;)

Antes del ataque a los 10K, correré otra 10K pero para ver cómo estoy. El 18 de noviembre, la Jean Bouin, la primera carrera que corrí hace 4 años, una 10K que completé en 54 minutos... :) Veré qué ritmo puedo llevar cómodamente, y veré cuánto hay que trabajar si quiero correr a 3:54...

El ataque a la media lo intentaré posiblemente en Sitges, el 13 de enero. La corrí el año pasado, preparando Sevilla, y comprobé que el recorrido y la época del año son ideales. Además, ya estaré haciendo entrenamientos más largos y el cuerpo estará más preparado para una media que para una 10K. Antes me quiero probar en Vilanova, a mediados de diciembre, mi media maratón talismán.

Y si todo sale bien... Logro combinar varias cosas... Tengo un poco de suerte... Y el presupuesto lo permite... Tengo algo en mente para después del verano de 2013 que espero poder hacer y contar muy pronto... ;)

sábado, 6 de octubre de 2012

Maratón de Berlín, fotos y anécdotas

El lunes escribí la crónica que siempre había soñado escribir de la carrera que siempre había soñado correr. Hablé de la carrera, de los ritmos, de la sensaciones... Cuando los demás corréis una carrera que habéis preparado con tanta ilusión, con tanto sacrificio y con tan buenas expectativas, me muero de ganas de leer vuestras crónicas, ver cómo el sueño se hace realidad, como cada hora de entrenamiento da su fruto zancada a zancada, y como, al final, sale la marca deseada. Me encanta leer esas crónicas. Y por eso quise escribir la mía lo antes posible. Pero en una carrera así es normal que ocurran cosas curiosas, anécdotas, relacionadas más o menos con esto del correr, que también quiero compartir en mi blog.

Habiendo un viaje en avión por medio y una noche en Berlín, y con 40.000 maratonianos en la ciudad, es normal que pasen cosas... :) Ya se respiraba ambiente de maratón en la Terminal 2C del aeropuerto de Barcelona, donde estaba esperando el sábado por la mañana a Toni, que fue mi compañero de habitación en Berlín, y a Manu que venía con su familia. Decenas de runners deambulaban por la terminal con sus zapatillas de marca, sus caras chupadas y su botella de bebida isotónica en la mano... Toda una escena perfecta para rodar un capítulo de The Walking Marathoners... :)

El viaje de ida transcurrió sin incidentes... No así el de vuelta... No os lo perdáis porque creo que merece la pena... ;) Del aeropuerto al hotel todo perfecto, llevaba en el iPhone las instrucciones que me dejó un compañero de trabajo, que es alemán, y llegamos perfectamente. En el metro comprobé una cosas de los alemanes... No les gusta perder el tiempo. ¡Es increíble la velocidad a la que acelera y frena el metro de Berlín!

Dejamos los trastos en el hotel y comimos en un restaurante italiano, por supuesto, pan, arroz, y estando en Alemania, pues no íbamos a beber agua... :)


Luego fuimos para la feria del corredor. Una feria espectacular. Para recoger los dorsales había que recorrer prácticamente toda la feria, con las tentaciones que ello supone... :) Cinturones de hidratación, geles, barritas energéticas, gorras, guantes, camisetas técnicas... Curiosamente, lo único que no había eran bebidas isotónicas, no sé si estará relacionado con los bares que había en la misma feria........ Recogimos los dorsales, y la camiseta de finisher. La había pedido (y pagado) al hacer la inscripción, qué curioso, te dan la camiseta de finisher antes de empezar la carrera, dicen que da mala suerte, pero yo creo que es una motivación más para acabar.

Una curiosidad interesante al recoger el dorsal y que me gustó mucho. Al inscribirse, hay que poner la marca actual en maratón para organizar los cajones. Pero claro, en 10 meses, uno puede haber mejorado su marca... La solución de la organización es muy sencilla. Te permiten, simplemente pidiéndolo, subir a un cajón superior, pero sólo al inmediatamente superior. Una señora te poner una pegatina con la letra del nuevo cajón, y no hace falta dar más explicaciones. Yo me quedé con el mío, que era el que me tocaba, pero Manu pudo subir un cajón, que también era lo que le correspondía, pues mejoró su marca en estos 10 meses, y Toni, que venía con dorsal prestado también aprovechó para subir un cajón y salió conmigo. Mejor, así salimos juntos y me dejó atrás bien pronto, si no, me habría adelantado a mitad de carrera y a lo mejor yo mismo habría intentado seguirle y fastidiar mi ritmo correcto de carrera...

Salimos de la feria del corredor, a por provisiones para el desayuno. Siendo dos en la habitación, pensamos que era más práctico organizar desayuno y ducha sin tener que salir al comedor del hotel. Dejamos las cosas del desayuno, y fuimos a cenar... Suchi y Noddles de arroz... Se me salían ya los carbohidratos por las orejas... :) Vuelta al hotel a descansar un rato, y al subir al ascensor, nos encontramos a un señor muy bien alimentado y con suficientes reservas adiposas en su panza junto a dos señoras, una joven y otra más mayor, algo más estilizadas que él... Nos preguntó si corríamos mañana la maratón... :) Contestamos que sí, y le pregunté si corría él también... Y entonces, hinchó un poco más su tripa, y dijo orgulloso. "Not me, only my wife", mientras acompañaba con su mirada la nuestra hacia su esposa, de unos 50 años, que tímidamente sonreía a la vez que nos dábamos cuenta del aspecto de runner que tenía...

Nos acostamos pronto, el viaje y el paseo por la feria del corredor habían hecho algo de mella, y fue fácil conciliar el sueño pese a los inevitables nervios. Sonó el despertador a las 5:00am, ducha, desayuno mientras Toni se duchaba, y sobre las 6:45am salíamos en dirección al hotel de Manu, bien desayunados, tostadas con mermelada, plátano, zumo, pastel de carbohidratos y café, con tres punto 8 bien cumplidos y un frío que no recordaba hacía muchos meses. Recogimos a Manu y salimos los tres hacia el metro, en dirección a la salida... Esto ya iba a empezar...

El acceso a la zona de la salida estaba muy bien organizado, pero una marea humana de 40.000 personas no es fácil de organizar y dividir por grupos. Pese a la cantidad de gente que éramos, la entrega de las bolsas y las indicaciones para llegar a la salida eran buenas. Había muchos lavabos, pero para 40.000 personas nunca iba a ser suficiente. Así que conscientemente o no, la organización nos hizo pasar hacia la salida por un parque inmenso lleno de árboles y no quedó uno solo que no recibiera una buena meada o varias...

Nos separamos de Manu, últimos deseos de buena suerte, y a la zona de salida... El último tramo fue el más caótico, mucha gente para entrar por una puerta muy pequeña, pero a base de paciencia nos vimos ya en nuestra zona de salida. Estiramientos... Poco más pudimos hacer, y de repente, pistoletazo, suelta de globos, y esto ya había empezado...

Y sí, en la foto de la salida, me reconozco perfectamente, junto a Toni, yo con mi camiseta de tirantes Nike amarillo fosforito, la que he llevado en las 6 maratones, y Toni de negro al lado. ¿Me veis? :)



La carrera... Pues ya la conté... :) Excepto una cosa que me pasó y me dejó alucinado... Era poco después del kilómetro 30... Había un speaker animando por megafonía. Y de repente, le oigo decir... Isidrooo... Gilaabeert... Santa Colooomaaaa... ¿Comorl? Me doy la vuelta, miro hacia arriba, y ahí está el hombre, en un atril, con un micrófono y una pantalla de ordenador hablando en alemán... Supongo que al pasar por el detector del chip, le irían saliendo los nombres de los corredores... Y cada cierto tiempo diría el nombre de uno al azar... Y me tocó a mí... :) Otro subidón, y a seguir corriendo...

Y la post carrera... Genial, lo mejor. Fotógrafos por todos sitios, inmortalizando un momento único. Durante la carrera, sobre todo a partir del 25, nos hicieron muchas fotos. No pude resistirme y me hice con el pack completo... ;) Aquí algunas muestras...





En la llegada, junto a la preciada medalla, nos dieron un plástico enorme para abrigarnos, una bolsa con fruta, agua, barritas...


Y de camino a la zona de reunión... Más fotos y una cerveza enorme que me sentó tan bien como no me ha sentado una cerveza en toda mi vida... :)


Lo siento, intenté no sonreír en alguna foto pero era imposible... :)

Ya en la zona de reunión, me encontré a Toni... Que habiendo entrenado sólo un mes y medio... Hizo 3:10... Es un fuera de serie... :)


Poco después llegó Manu. El resfriado le afectó... Recuerdo lo que me pasó a mí en Barcelona 2012, corrí con gripe y hoy el hizo la misma marca que yo ese día... Hay que entrenar y trabajar muy duro para llegar a tope ese día, Manu lo hizo... Pero además debe ser el día perfecto. Un maldito resfriado puede afectar a la marca, pero nunca a la satisfacción de completar una carrera tan espectacular como la Maratón de Berlín. Y en caso de duda, véanse nuestras caras... :)


Cigarrito, charla post carrera, y de vuelta al hotel, dando un largo paseo para estirar las piernas, a recoger las bolsas y directos al aeropuerto... Y la última aventura del día, la más arriesgada y la que más nos hizo sufrir...

Salíamos con tiempo de sobra... Eran poco más de las 15:00 cuando salíamos Toni y yo del hotel de Manu, con mi bolsa y la maleta de Toni listas. Incluso mientras salíamos de la zona de la carrera pensábamos que nos daría tiempo a comer, pero preferimos hacerlo en el aeropuerto. Íbamos ya con la tarjeta de embarque en la mano, así que podíamos llegar en el último momento y no pasaría nada. Cogimos el metro en Kochstrasse / Checkpoint Charlie, después de consultar el mapa del metro y calcular la ruta...


Teníamos que hacer tres trasbordos, igual que cuando vinimos el día anterior. Todo estaba controlado. Primer trasbordo, Hallesches Tor, toca esperar un poco pero todo bien. Segundo trasbordo, Warschauer Strasse... Pero más que trasbordo, debería llamarse odisea...


Teníamos que coger el metro amarillo que se ve en la estación, pero veníamos de más allá del puente que se ve al fondo... Un trasbordo de más de medio kilómetro, cruzando un puente plagado de gente que iba a ver el fútbol en dirección contraria... Avanzábamos muy despacio, pero bueno, no pasa nada, llegamos de sobra, además, en esa estación para el tren que va a el aeropuerto, así que esto esta hecho...

Conseguimos llegar al andén, y empiezan las preocupaciones. Por ahí no pasa el tren que va al aeropuerto, de la línea S9. Por más vueltas que le doy al mapa de transportes de Berlín, no consigo entenderlo. La línea S9, en el mapa que llevaba y en todos los mapas que vi en el metro, llega al aeropuerto, sale de la parte oeste de la ciudad y pasa por Warschauer Strasse... Si alguien tiene curiosidad, aquí está el mapa...


Pero no, por Warschauer Strasse no pasaba la línea 9... Bueno, no pasa nada, por ahí pasan trenes que van a Ostkreuz, y por Ostkreuz seguro que pasa el tren al aeropuerto, ahí nos bajamos el sábado. Mientras volvemos a mirar el mapa pasa un metro, cogemos el siguiente metro, ya vamos un poco justos pero llegamos bien...

Bajamos en Ostkreuz. Yo con un mapa y señalizaciones correctas me oriento donde sea, en Barcelona o en Tokio. Pero de memoria no... El día anterior habíamos bajado del tren del aeropuerto en esa estación, y hoy teníamos que volver a cogerlo pero no había ninguna indicación en el andén, y ni Toni ni yo recordábamos el camino. Miramos y miramos y no vemos nada... Acabamos preguntando y nos dicen que el tren al aeropuerto se coge por la salida que hay al final del andén, y hacia ahí vamos. Otro trasbordo largo, escaleras de subida que a la ida eran de bajada... Y sí, justo al final sí que hay un panel que dice S9. Y que dice que el tren al aeropuerto pasa dentro de 1 minuto... Así que se nos escapa por cuestión de segundos... Son ya las 15:40... El avión sale a las 17:00, el cierre de puertas es a la 16:30...

Pues nada, a esperar al siguiente tren... Y el siguiente tren pasa a los 20 minutos... Empezamos a preocuparnos... Vamos a coger el tren a las 16:00. Llegaremos al aeropuerto casi a las 16:30. La hora a la que se cierra el embarque oficialmente... Empezamos a pensar que a lo mejor perdemos el avión... El de ida salió con retraso, pero seguro que el de vuelta sale puntual si llegamos tarde... Acojone...

Llega el tren por fin, lo cogemos. Vamos cronometrando lo que tarda en llegar a cada estación... Esto pinta mal... Empezamos a mirar otros vuelos con el iPhone. Nada... Si perdemos el vuelo, hay que dormir en Berlín y volver el lunes o pagar 1200 Euros para ir a Madrid y luego coger un AVE. Le digo a Toni que un día así no puede acabar mal, que lo conseguiremos... Pero que habrá que correr... :)

Y el panorama era el siguiente... Hacía apenas 4 horas habíamos corrido una maratón... No habíamos comido ni apenas descansado. Estábamos en el tren, yo con mi mochila y Toni con una maleta pequeña. Al llegar a la estación del aeropuerto, sólo teníamos una opción... ¡Correr! Había un tramo de unos 300 metros del tren al aeropuerto. Es un aeropuerto pequeño y ya llevamos las tarjetas de embarque. Hay que ir directos a la zona de embarque, saltarnos toda la cola, pasar rápido el detector de mentiras y seguir corriendo hasta la puerta de embarque...

Última estación. Empezamos a estirar en el metro, al lado de la puerta... :) Se abren, y empezamos a correr... Calculo que vamos a 4:30... :D 16:27, llegamos al aeropuerto... Miro de reojo las salidas, nuestro vuelo está en hora, sale por la zona B...

Entramos en el aeropuerto... Unas escaleras dan a la zona de embarque, una cola de unas 100 personas... :( Subimos rápido, y veo que estamos en la zona A y que hay una señal hacia la zona de embarque B... Por una vez, una señal clara e inequívoca en Berlín... :) Bajamos de nuevo las escaleras, llegamos a la zona de embarque B, veo el mostrador de EasyJet y pregunto por dónde hay que embarcar... Me dice la tipa "No, it's too late. Ah no, you already have your boarding pass. Please proceed to boarding this way". Nos señala la entrada a la zona de embarque, hay mucha menos gente, unas 10 personas... Me adelanto y me excuso diciendo que vamos a perder el vuelo, nos dejan pasar... Pasamos el detector de mentiras... Yo con el iPad en la mano y la mochila sin cerrar, Toni con el cinturón en la mano, y entonces, ¡a correr! La zona de embarque se convierte en una persecución de película... Primero se atraviesa una tienda de perfumes y chorradas... Corriendo esquivando gente y estanterías... Luego un pasillo corto, al sprint... Atravesamos un restaurante... Esquivando mesas y pasajeros con hamburguesas en la mano... Otro pasillo, ahora sí, las puertas de embarque... Son las 16:35... No veo el número de puerta, sólo "Boarding"... Pero como no veo a nadie embarcando, sigo corriendo a tope... Creo que voy a 3:30 el kilómetro... :) Me giro, veo a Toni algo más atrás, con la maleta, me dice que la puerta es la B63, corro, aún más rápido, llego a la puerta, y ahí hay una empleada de EasyJet con una cinta en la mano, preparada para ponerla en la entrada, la gente ya está embarcando... Paso, le digo que mi compañero está llegando, aparece Toni, nos ponemos en la cola, ¡lo hemos conseguido! Son las 16:40, aún nos han sobrado unos minutos... :) Compro una botella de agua, la absorvemos en segundos... Y nos ponemos en la cola...


Nos empezamos a reír y a comentar la jugada, esto sí que cansa, vaya manera de recuperar de una maratón con una series en el aeropuerto... Subimos al avión, nos comemos un bocata que sabe a gloria, como le dije a Toni en el tren, el día sólo podía acabar bien... :)

Llegué a casa, cena ligera y a dormir...

El lunes eché de menos quedarme durmiendo hasta las tantas, pero el deber es el deber... Y ahí estaba, a las 8:00am, en la oficina, presumiendo con mi camiseta de finisher... Y recibiendo la felicitación de muchos compañeros con los que ya había hablado de la carrera antes, e incluso, de algunos que todavía no conozco que me preguntaron en el ascensor si yo era el de la maratón... :)