Vaya dos días de calor que han tocado en Barcelona. Me pareció oir por la tele que este fin de semana bajaban las temperaturas, pero supongo que se trataba de algún gracioso o un programa típico de chistes malos...
El sábado, pensando que la temperatura no sería muy terrible, iluso de mí, desayuné pronto, reposé y salí a correr a las 10:14am. Quería hacer mi ruta habitual de los sábados, para comprobar si el puente del Fórum estaba abierto o no... :) Me gusta esa ruta, son 14 kilómetros más o menos, hay que entrar y salir del río cuatro veces, con las consiguientes mini cuestas, y la subida por el puente le da un poco de emoción. Además, no hay un solo semáforo y hay varias escapatorias en caso de ataque de punto 8... :)
Saliendo se me complicaron las cosas. Ya es la segunda vez que me pasa, enciendo el Forerunner, y me dice que la batería está baja, tan baja que se apaga al minuto... :( La primera vez dudaba si lo apagué antes de guardarlo en el cajón o no. Esta vez creo que sí que lo apagué. Aunque dudo... El caso es que me quedé sin pulsaciones, quería controlar y no pasar de 150bpm, y además tampoco iba a tener claro el ritmo al que iba en cada momento. Sólo dependía del RunKeeper, lo que tiene correr con dos GPS... :)
Salí tranquilo, cogiendo ritmo, 5:43 y 5:12, y ya me notaba suelto y tocaba empezar a controlar el ritmo para que el calor no acabara conmigo. Sobre el segundo kilómetro vi a un runner delante, un tipo fuerte, buena pisada, ritmo más o menos de 5:00, que iba descamisado y haciendo las delicias de las marujas a las que iba adelantando... :) Me hizo de liebre un rato, fui recortando metros poco a poco y en el kilómetro 4 ya iba por debajo de 5:00 y le pasé, el muchacho, en plan broma, me preguntó si no tenía una cuerda para ir tirando de él, y le dije que yo acababa de empezar y que ya la necesitaría dentro de unos minutos... :) Me alegra mucho ese buen rollo y simpatía que suele surgir en los encuentros runners. Las pocas ocasiones en las que he hablado con alguien corriendo siempre ha sido así, como me pasó también hoy domingo. Pero aún estoy contando la salida del sábado y estoy todavía en el río... :)
Ya he entrado en calor y con el viento a favor me sale el quinto kilómetro a 4:40, saliendo del río. Cruzo el puente del Besós, paso por detrás de la central térmica, y llego al puente del Fórum, tras la consiguiente subida, a ritmos de 5:10. Esta vez estaba abierto, crucé al otro lado para dar la vuelta en el kilómetro 7 y acabar haciendo 14 justos. Ritmos parecidos volviendo al río, y ya en el río, con el calor apretando y el viento en contra, y guardando fuerzas para hoy, hice los últimos 5 kilómetros algunos a 4:59 y otros a 5:12. Salieron 14,07 a 5:07, con algunas subidas y mucho calor y sed. Me llevé un bidoncillo de mano del Decathlon, pero para 14 kilómetros me va un poco justo.
Pasé tanto calor que decidí volver a las tiradas largas del domingo en ayunas... Así que hoy me levanté a las 6:00am, me tomé el café, galletas y Sport Beans, punto 8 correcto, cinturón con dos botellines, y al río muy poco después de las 7:00am. Hablando de cinturones, me habéis preguntado por la capacidad del bolsilo, que es ideal. He probado y cabe incluso un iPhone. Para llevar dos o tres geles y las llaves va sobrado.
Empecé a correr sin las ideas claras. Pensaba que 26 kilómetros era una buena distancia, aunque al final el calor ya habría hecho acto de presencia y podría pasarlo mal. De todas maneras, la idea era ir hasta el Hotel W si me veía con fuerzas, y una vez ahí, no había vuelta atrás, son 13 kilómetros de ida y por tanto los mismos de vuelta.
Primeros 5 por el río, viento a favor pero voy medio dormido y frío... El primero a 5:52, y 4 más entre 5:09 y 5:15, un poco conservador, a 140bpm. Ya hacía calor, estaba sudando como un pollo y bebiendo frecuentemente. Salgo del río, litoral hasta el hotel, viento lateral, y ritmos entre 5:11 y 5:17, muy regular, viendo como las pulsaciones llegan a 160bpm justo en el hotel, donde me tomo el gel. Media vuelta, no iba mal de fuerzas, el calor empezaba a apretar, iba alrededor de 165bpm, y los ritmos entre 5:09 y 5:22, más o menos en la misma media. Hace mucho calor, sudo a cántaros, pero no me siento tan destruido como otros días con esa temperatura. ¿Me estaré adaptando al calor?
Vuelta al río, incluso me salto la fuente que hay en la entrada, y con el viento en contra hay que aumentar el nivel de esfuerzo para mantener el ritmo, pero por otro lado la sensación de calor disminuye... Pero aún había un factor que iba a condicionar este último tramo...
Voy corriendo bien, mucho mejor de lo que esperaba, un primer kilómetro a 5:19, producto de los giros, las vallas y subidas, pero luego cojo velocidad de crucero alrededor de 5:10. Aunque hay algo extraño... Me parece escuchar un pitido electrónico por detrás de mí... Me miro el Forerunner, me miro el RunKeeper, todo bien... Sigo a buen ritmo, voy mucho más entero de lo que pensaba, pero el pitido no deja de sonar, no sé qué está pasando... Normalmente no miro atrás cuando voy corriendo, aunque siento una presencia cerca que puede ser el origen del pitido... Yo a lo mío, sigo a mi ritmo, mucho más entero de lo que pensaba, pero el pitido continúa haciendo de las suyas...
Un par de kilómetros después, ya noto claramente el sonido de unas zapatillas que se me aproximan. En pocos segundos aparece un runner a mi lado, y me pregunta que a qué ritmo voy... Miro el Forerunner y le digo que a 5:15, y entonces me explica que su Forerunner 405 se ha quedado sin batería y que no sabía a qué ritmo iba... :) ¡Eso era el pitido, su Forerunner probablemente había entrado en el bucle de la muerte!
Seguimos corriendo juntos, y como suele pasar en estos casos, contándonos nuestra vida runner... :) Pese a los 24 kilómetros que llevaba encima, a 170bpm y con el calor que había pasado, voy hablando y animado, tanto que le digo que mi idea es salir del río y acercarme a la fuente que hay en dirección a Montcada. Cuando nos dimos cuenta completé el kilómetro 25 a 5:04, uno más a 5:07, y paramos en la fuente a beber agua y refrescarnos. Ya había hecho los 26 kilómetros previstos, pero tras una ligera parada en la fuente, seguimos corriendo de vuelta hacia Santa Coloma, Jaume, el runner con el que coincidí, está viviendo ahí ahora, nos separamos a la altura del Parque Europa, haciendo el kilómetro 27 a 4:59, y los últimos 550 metros me dejé llevar callejeando hasta casa...
Al final salieron 27,55 kilómetros, con un calor terrible, pero acabando mucho más entero de lo que pensaba. El ritmo quedó en 5:16, sin ese primer kilómetro a 5:52 había arañado algunos segundo más a la media, las fuerzas y sensaciones bien, pero claro, las pulsaciones, en esas circunstancias, quedaron a una media de 157bpm, que tampoco son tan elevadas, aunque ya al final iba a más de 170 y no podría haber mantenido ese esfuerzo mucho más.
Mañana descanso... Una semana más de trabajo... Acabando de adaptarme... Ya contaré con más calma, todo muy bien... :) Y luego... Cambio de aires y vacaciones. Como tengo en mente correr la maratón de Gran Canaria en enero, y como en las Islas Afortunadas el clima es muy parecido todo el año... Pues qué mejor que irme unos días a Lanzarote y descansar y entrenar con el clima insular. ¿Alguien de por ahí cerca conoce rutas guapas cerca de Playa Blanca? :)
domingo, 29 de julio de 2012
jueves, 26 de julio de 2012
Series, cochino y hachazo
Otro miniciclo de tres días a la saca. Estos tres días entre semana, martes, miércoles y jueves, estaba haciendo habitualmente un día de calidad y dos cochineros, alguno con final feliz en forma de pequeño hachazo si había fuerzas y ganas. Pero ya van a empezar a ser un cochino total y dos días de calidad, trabajando el umbral aeróbico a base de hachazos, series largas, pirámides y fartleks.
Esta vez ha sido series el martes, cochino el miércoles y hachazo hoy jueves. Las series del martes, regular, algo peor que hace un par de semanas. Un 3x2000 con 2,5 kilómetros de calentamiento, primera serie con viento favorable, y las dos últimas con viento en contra. Hace dos semanas las hice a 4:20, 4:25, y 4:14. Hoy, a 4:23, 4:26 y 4:19. Bastante viento, y bueno, tener que hacer un pit stop en el puente del Molinet justo antes de empezar la primera tampoco ayudó mucho...
El miércoles, fue uno de esos días que ves que no te sale nada... Me levanté, me tomé el café, las galletas y las Sport Beans, y no me salió nada. Salí a correr preocupado y llevándome papel, pero nada, que no salió nada. Así que empecé a correr con la extraña sensación de que debería salirte algo pero no te sale nada, un poco pesado, y cochineé a un ritmo medio de 5:33, y unas pulsaciones de 134bpm. No es fácil correr en esa situación, así que visto que la maquinaria no carburaba, preferí el rodaje recuperador pero prometiendo venganza al día siguiente.
Y hoy jueves las cosas fueron bastante mejor. Igual, que no salía nada, pero eso sí, a media mañana, salió todo y ya he dado por estrenada oficialmente y con todos los honores mi nueva oficina... :) Empecé a correr entrando en calor poco a poco, 5:57, muy cochino, pero sabiendo que sólo era el principio, 5:24 después, 5:13, 5:01, 5:02, pulsaciones todavía a 142bpm, y mentalmente di la señal del hachazo y después del quinto kilómetro el ritmo fue progresando adecuadamente, 4:35, 4:30, 4:28, 4:22, y últimos 560 metros a 4:13. Muy bien de sensaciones, corriendo cómodo y sintiendo The Flow por momentos. Pese al primer kilómetro a 5:57, el hachazo final dejó la media en 4:55 y unas sorprendentes pulsaciones de 143bpm. Tan sorprendentes que he revisado mis entrenamientos en el rubiTrack y nunca había corrido por debajo de 143bpm a ritmos de 4:55... :) Lo cual me reafirma aún más en acostumbrarme a empezar suave y acabar fuerte.
La poca extensión de mis entradas la y ausencia de anécdotas o chorradas es todo un síntoma de lo ajetreada que está siendo esta semana. Un cambio muy importante en mi carrera profesional, como todos los cambios importantes en la vida, me exige mucho tiempo y adaptarme a la nueva situación. Seguir entrenando me da fuerzas y me despeja, siento no poder estar muy activo en vuestros blogs, pero en cuanto esté más ubicado, que seguro que será pronto, estaré de vuelta... :)
Esta vez ha sido series el martes, cochino el miércoles y hachazo hoy jueves. Las series del martes, regular, algo peor que hace un par de semanas. Un 3x2000 con 2,5 kilómetros de calentamiento, primera serie con viento favorable, y las dos últimas con viento en contra. Hace dos semanas las hice a 4:20, 4:25, y 4:14. Hoy, a 4:23, 4:26 y 4:19. Bastante viento, y bueno, tener que hacer un pit stop en el puente del Molinet justo antes de empezar la primera tampoco ayudó mucho...
El miércoles, fue uno de esos días que ves que no te sale nada... Me levanté, me tomé el café, las galletas y las Sport Beans, y no me salió nada. Salí a correr preocupado y llevándome papel, pero nada, que no salió nada. Así que empecé a correr con la extraña sensación de que debería salirte algo pero no te sale nada, un poco pesado, y cochineé a un ritmo medio de 5:33, y unas pulsaciones de 134bpm. No es fácil correr en esa situación, así que visto que la maquinaria no carburaba, preferí el rodaje recuperador pero prometiendo venganza al día siguiente.
Y hoy jueves las cosas fueron bastante mejor. Igual, que no salía nada, pero eso sí, a media mañana, salió todo y ya he dado por estrenada oficialmente y con todos los honores mi nueva oficina... :) Empecé a correr entrando en calor poco a poco, 5:57, muy cochino, pero sabiendo que sólo era el principio, 5:24 después, 5:13, 5:01, 5:02, pulsaciones todavía a 142bpm, y mentalmente di la señal del hachazo y después del quinto kilómetro el ritmo fue progresando adecuadamente, 4:35, 4:30, 4:28, 4:22, y últimos 560 metros a 4:13. Muy bien de sensaciones, corriendo cómodo y sintiendo The Flow por momentos. Pese al primer kilómetro a 5:57, el hachazo final dejó la media en 4:55 y unas sorprendentes pulsaciones de 143bpm. Tan sorprendentes que he revisado mis entrenamientos en el rubiTrack y nunca había corrido por debajo de 143bpm a ritmos de 4:55... :) Lo cual me reafirma aún más en acostumbrarme a empezar suave y acabar fuerte.
La poca extensión de mis entradas la y ausencia de anécdotas o chorradas es todo un síntoma de lo ajetreada que está siendo esta semana. Un cambio muy importante en mi carrera profesional, como todos los cambios importantes en la vida, me exige mucho tiempo y adaptarme a la nueva situación. Seguir entrenando me da fuerzas y me despeja, siento no poder estar muy activo en vuestros blogs, pero en cuanto esté más ubicado, que seguro que será pronto, estaré de vuelta... :)
domingo, 22 de julio de 2012
Más vueltas que un tonto
Después del superpollo del jueves, el descanso del viernes me sentó de maravilla y el sábado salí a correr con la intención de hacer algo más de 10 kilómetros pensando en guardar algo para la tirada larga del domingo. Por eso, para intentar no pasarme mucho, salí en ayunas, con un café y unas galletas en el cuerpo, ah, y con un nuevo invento, unas cuántas Jelly Belly - Extreme Sport Beans, que pedí en Wiggle aprovechando que había encargado un nuevo cinturón de hidratación. Ya había oído hablar bien de ellas varias veces, así que había que probarlas... ¿Fueron ellas las causantes del superpollo? No lo sé... Pero seguiré probando... :)
Con las Sport Beans en el cuerpo, a las 7:30am estaba corriendo en dirección al río, con la idea de llegar hasta el puente del Fórum, a ver si estaba abierto, y abierto o cerrado, volver a casa. Buen ritmo desde los primeros metros, los dos kilómetros iniciales a 5:06 y 5:05, y luego, hasta salir del río, por debajo de 4:50, a menos de 150bpm y sin sensación de esfuerzo.
Un pequeño esfuerzo para subir hasta el puente, y como esperaba, pese a que el cartel sigue indicando que está abierto cada día de 7:00 a 22:00, me encuentro esto...
Me fijo un poco más, y veo desesperanzado que el mecanismo de apertura es bastante rudimentario y no parece que las puertas puedan abrirse remotamente...
Tentado de volver otro día con una ganzúa, di media vuelta tras conseguir estos documentos gráficos, a ritmos entre 4:55 y 4:59, excepcionalmente constantes para mí... Salieron 13,58 kilómetros en 1:07:12, a un ritmo de 4:57, y lo mejor, pulsaciones a 150bpm de media. No salió un entrenamiento tan suave como esperaba... Lo que me hacía temer que el domingo lo pagaría...
Pero hoy domingo pagué por otros motivos... Acabé dando más vueltas que un tonto y con un two more inesperado... Y eso que el día empezaba bien, estrenando mi flamante Ultimate Performance Aira Force 4 Nutrition Belt, que pese a lo estrambótico del nombre no es más que un cinturón para llevar 4 botellas de agua y con un bolsillo para las llaves y los geles.
Decidí jubilar el que tenía, con cierre de velcro, porque ya se me ha caído al menos cuatro veces en los últimos dos entrenamientos en los que los llevé. En verano, con el sudor, y probablemente con el líquido que se pierde y la consiguiente reducción del diámetro de la tripa, ya me ha dado demasiados sustos con sus aterrizajes forzosos. El nuevo va de fábula, los botellines son algo más grandes, de 300cc, el cierre funciona perfectamente y se puede ajustar son problemas incluso mientras se corre. Obsérvese la diferencia de tamaño de los botellines con los de 230cc que usaba antes... :)
Salí a las 9:03am, desayunado y con la digestión hecha, intentando evitar las horas de más calor. El día estaba nublado, incluso algo fresco. Pero como si me estuviera esperando, el tiempo cambió, el aire dejó de refrescar y la sensación térmica aumentó, incluso empezó a asomar el sol a ratos. Viendo el panorama y después del entrenamiento de ayer, opté por ser más conservador y salir a un ritmo suave controlando pulsaciones. Primer kilómetro casi a 6:00, y el resto, por el río, entre 5:14 y 5:20. Llegué a la puerta del puente del Fórum, y otra vez cerrada... :( El sábado pasado estaba cerrada pero el domingo abierta, pensé que los sábados el encargado de abrirla estaba más holgazán que los domingos, pero hoy pensé que se le pegaron las sábanas más de la cuenta... Di un buen rodeo, y aparecí por la Avenida Litoral llevándome la segunda sorpresa que me obligó de nuevo a dar más de un rodeo... ¡Un triatlón! Ciclistas por la Ronda Litoral, corredores por la Avenida Litoral, y yo que tuve que meterme por la zona del aparcamiento de la Mar Bella y por fuera del carril bici para no molestar a los que estaban compitiendo...
Ritmo algo por debajo de 5:20, calor, sensación de deshidratación y humedad, más rodeos por el parque que hay antes de llegar a las Torres Mapfre, y cuando llevaba más o menos una hora, me tomé el gel y di media vuelta. Unos kilómetros cerca de 5:15, los siguientes más cerca de 5:20, a medida que las pulsaciones subían y el calor iba haciendo mella, y llegué al río con un cabreo inmenso, que ya de vuelta el puente seguía cerrado y tuve que dar otro rodeo de casi dos kilómetros, ya que el Fórum estaba cerrado, menos mal que unos señores que había dentro me dijeron por donde salir, si no, el rodeo y el cabreo habrían sido triples...
Paré a beberme una fuente enterita antes de bajar el río, y ahí, ya sin viento en contra y más hidratado, intenté recuperar un poco el ritmo y acabar con ganas, volvieron los parciales de por debajo de 5:10, e incluso a falta de poco menos de 2 kilómetros pude apretar y hacer el kilómetro 23 a 4:53 y los últimos 820 metros a 4:35, bien de fuerzas.
No llegaron a ser 24 kilómetros por poco, el rimto quedó en 5:16 y las pulsaciones en 151bpm. Muy cansado y cabreado por los rodeos, pero contento por haber acabado sin desafallecer y con fuerzas para apretar al final. El cinturón, de diez, las Sports Beans seguirán acompañándome, y mañana, descanso.
Tentado de volver otro día con una ganzúa, di media vuelta tras conseguir estos documentos gráficos, a ritmos entre 4:55 y 4:59, excepcionalmente constantes para mí... Salieron 13,58 kilómetros en 1:07:12, a un ritmo de 4:57, y lo mejor, pulsaciones a 150bpm de media. No salió un entrenamiento tan suave como esperaba... Lo que me hacía temer que el domingo lo pagaría...
Pero hoy domingo pagué por otros motivos... Acabé dando más vueltas que un tonto y con un two more inesperado... Y eso que el día empezaba bien, estrenando mi flamante Ultimate Performance Aira Force 4 Nutrition Belt, que pese a lo estrambótico del nombre no es más que un cinturón para llevar 4 botellas de agua y con un bolsillo para las llaves y los geles.
Decidí jubilar el que tenía, con cierre de velcro, porque ya se me ha caído al menos cuatro veces en los últimos dos entrenamientos en los que los llevé. En verano, con el sudor, y probablemente con el líquido que se pierde y la consiguiente reducción del diámetro de la tripa, ya me ha dado demasiados sustos con sus aterrizajes forzosos. El nuevo va de fábula, los botellines son algo más grandes, de 300cc, el cierre funciona perfectamente y se puede ajustar son problemas incluso mientras se corre. Obsérvese la diferencia de tamaño de los botellines con los de 230cc que usaba antes... :)
Salí a las 9:03am, desayunado y con la digestión hecha, intentando evitar las horas de más calor. El día estaba nublado, incluso algo fresco. Pero como si me estuviera esperando, el tiempo cambió, el aire dejó de refrescar y la sensación térmica aumentó, incluso empezó a asomar el sol a ratos. Viendo el panorama y después del entrenamiento de ayer, opté por ser más conservador y salir a un ritmo suave controlando pulsaciones. Primer kilómetro casi a 6:00, y el resto, por el río, entre 5:14 y 5:20. Llegué a la puerta del puente del Fórum, y otra vez cerrada... :( El sábado pasado estaba cerrada pero el domingo abierta, pensé que los sábados el encargado de abrirla estaba más holgazán que los domingos, pero hoy pensé que se le pegaron las sábanas más de la cuenta... Di un buen rodeo, y aparecí por la Avenida Litoral llevándome la segunda sorpresa que me obligó de nuevo a dar más de un rodeo... ¡Un triatlón! Ciclistas por la Ronda Litoral, corredores por la Avenida Litoral, y yo que tuve que meterme por la zona del aparcamiento de la Mar Bella y por fuera del carril bici para no molestar a los que estaban compitiendo...
Ritmo algo por debajo de 5:20, calor, sensación de deshidratación y humedad, más rodeos por el parque que hay antes de llegar a las Torres Mapfre, y cuando llevaba más o menos una hora, me tomé el gel y di media vuelta. Unos kilómetros cerca de 5:15, los siguientes más cerca de 5:20, a medida que las pulsaciones subían y el calor iba haciendo mella, y llegué al río con un cabreo inmenso, que ya de vuelta el puente seguía cerrado y tuve que dar otro rodeo de casi dos kilómetros, ya que el Fórum estaba cerrado, menos mal que unos señores que había dentro me dijeron por donde salir, si no, el rodeo y el cabreo habrían sido triples...
Paré a beberme una fuente enterita antes de bajar el río, y ahí, ya sin viento en contra y más hidratado, intenté recuperar un poco el ritmo y acabar con ganas, volvieron los parciales de por debajo de 5:10, e incluso a falta de poco menos de 2 kilómetros pude apretar y hacer el kilómetro 23 a 4:53 y los últimos 820 metros a 4:35, bien de fuerzas.
No llegaron a ser 24 kilómetros por poco, el rimto quedó en 5:16 y las pulsaciones en 151bpm. Muy cansado y cabreado por los rodeos, pero contento por haber acabado sin desafallecer y con fuerzas para apretar al final. El cinturón, de diez, las Sports Beans seguirán acompañándome, y mañana, descanso.
viernes, 20 de julio de 2012
El superpollo
Estoy a poco más de 10 semanas de Berlín. Dicho así, parece poco tiempo, pero pensando que aún falta lo que queda de julio, todo agosto y todo septiembre, aún hay que tomarse las cosas con calma.
Sigo cultivando fondo, trabajando técnica y sin dejar de lado las cuestas. Mucho trabajo de progresivos, hachazos y algunas series largas. El martes y el miércoles acabé con muy buenas sensaciones, yendo de menos a más y terminando fuerte. Y ayer jueves me apeteció hacer una prueba... ¿Estoy corriendo con mejores sensaciones sólo porque empiezo más suave y por tanto acabo mejor de fuerzas, o realmente estoy experimentando una mejora en mi rendimiento?
Pues para probar... Una dosis de pollo intensa...
Así que el jueves me levanté algo más tarde, seguí el ritual habitual de café, galletas y punto 8, y a las 7:18 ya le estaba dando a las zapatillas en dirección al Turó del Pollo. El plan era sencillo. Pollo a muerte. Salir bien, no forzando pero tampoco acomodado. Resistir en las rampas asesinas sin perder el ritmo, y bajar a muerte dándolo todo. Todo ello después de dos días seguidos de entrenamientos progresivos con hachazo final. La idea era tentadora. Ahora había que ponerla en práctica.
En mente, mi Mejor Pollo Personal, 49:16. Y Joselito, que hace los pollos a 5:45 clavados, y que me sacó unos 100 metros el día del Personal Chicken... Desde el 12 de mayo no he vuelto a hacer un pollo en menos de 50 minutos. Pero el cambio de zapatillas y las buenas sensaciones de estos días me hacían pensar que era interesante intentarlo...
Empecé algo más fuerte que de costumbre, hoy viernes toca descanso así que no me pareció mala idea el jueves vaciarme un poco más. Los 3 primeros kilómetros, una subida casi constante con una pendiente de prácticamente un 5%, salieron en 5:48, 5:47 y 5:44, mejor que los 6:30 clásicos de los últimos pollos. Pero algo más lentos que el día del MPP...
No me preocupaba. Empezar más suave y acabar más fuerte, recordemos la consigna. Aplicable al asfalto a la orilla del Besós y también a la subida al Turó del Pollo. Empieza lo divertido, la pendiente se acentúa, el calor empieza a asomar, 6:34 y 6:37 subiendo a muerte y ya he llegado al punto más alto. Me suena que voy un poco mejor que el día del MPP...
Y empieza la bajada. Los tiempos se me antojan buenos, pero lo mejor, la sensación de desgaste es poca. Y las zapatillas acompañan... Las Cascadia, sobre todo en las bajadas, me hacían sentir como el gato con botas... Pero las Asics van como la seda. Bajo fuerte, me freno cuando la pendiente amenaza con hacerme bajar rodando, aprieto en las bajadas más suaves y las rectas, y hago el sexto a 4:54, también me suena que normalmente se va a más de 5:00... Volvemos al asfalto. Bajadas de vértigo que hay que hacer con cuidado, una ligera subida, bajadas más suaves, me animo, me siento bien, cae el séptimo a 4:17, y empiezo a pensar que hoy podría haber un Personal Chicken.
El octavo es una bajada constante, con confianza se puede ir rápido pero cuidando cómo se pisa... Me suena haberlo hecho alguna vez sobre 4:35... Pero cuando pita el Forerunner, me marca 4:08. Y noto esa sensación tan gratificante de no relacionar ritmo y esfuerzo con lo que marca el reloj. Voy suelto, cómodo, respirando bien, y con la sensación de que puedo ir aún más rápido.
Así que decido apretar un poco al final, la pendiente se suaviza, los últimos 700 metros son casi llanos, pienso que hoy habrá pollo personal y que si no bajo el ritmo Joselito no me alcanzará, así que pensando que hoy toca descanso, acelero el ritmo, casi acabo esprintando los últimos metros, ni rastro de Joselito, paro el crono, que lo tenía en modo "ruta", cambio al modo normal, y veo que los 49:16 de mi anterior mejor marca se quedan a 3 minutos clavados, ¡he ido y vuelto del Turó del Pollo en 46:16! Los últimos 700 metros los he hecho a un ritmo de 3:49, después del esfuerzo de las cuestas, pero lleno de fuerzas. Eso sí, el esfuerzo se refleja en las pulsaciones, que salen a una media de 160bpm.
Seguiré repitiendo esta ruta durante el plan, pero no como ayer... Mucho más tranquilo y manteniendo el esfuerzo en un umbral medio para seguir ganando fondo y resistencia... Pero un superpollo como el del jueves de vez en cuando va bien para levantar la moral... :)
Sigo cultivando fondo, trabajando técnica y sin dejar de lado las cuestas. Mucho trabajo de progresivos, hachazos y algunas series largas. El martes y el miércoles acabé con muy buenas sensaciones, yendo de menos a más y terminando fuerte. Y ayer jueves me apeteció hacer una prueba... ¿Estoy corriendo con mejores sensaciones sólo porque empiezo más suave y por tanto acabo mejor de fuerzas, o realmente estoy experimentando una mejora en mi rendimiento?
Pues para probar... Una dosis de pollo intensa...
Así que el jueves me levanté algo más tarde, seguí el ritual habitual de café, galletas y punto 8, y a las 7:18 ya le estaba dando a las zapatillas en dirección al Turó del Pollo. El plan era sencillo. Pollo a muerte. Salir bien, no forzando pero tampoco acomodado. Resistir en las rampas asesinas sin perder el ritmo, y bajar a muerte dándolo todo. Todo ello después de dos días seguidos de entrenamientos progresivos con hachazo final. La idea era tentadora. Ahora había que ponerla en práctica.
En mente, mi Mejor Pollo Personal, 49:16. Y Joselito, que hace los pollos a 5:45 clavados, y que me sacó unos 100 metros el día del Personal Chicken... Desde el 12 de mayo no he vuelto a hacer un pollo en menos de 50 minutos. Pero el cambio de zapatillas y las buenas sensaciones de estos días me hacían pensar que era interesante intentarlo...
Empecé algo más fuerte que de costumbre, hoy viernes toca descanso así que no me pareció mala idea el jueves vaciarme un poco más. Los 3 primeros kilómetros, una subida casi constante con una pendiente de prácticamente un 5%, salieron en 5:48, 5:47 y 5:44, mejor que los 6:30 clásicos de los últimos pollos. Pero algo más lentos que el día del MPP...
No me preocupaba. Empezar más suave y acabar más fuerte, recordemos la consigna. Aplicable al asfalto a la orilla del Besós y también a la subida al Turó del Pollo. Empieza lo divertido, la pendiente se acentúa, el calor empieza a asomar, 6:34 y 6:37 subiendo a muerte y ya he llegado al punto más alto. Me suena que voy un poco mejor que el día del MPP...
Y empieza la bajada. Los tiempos se me antojan buenos, pero lo mejor, la sensación de desgaste es poca. Y las zapatillas acompañan... Las Cascadia, sobre todo en las bajadas, me hacían sentir como el gato con botas... Pero las Asics van como la seda. Bajo fuerte, me freno cuando la pendiente amenaza con hacerme bajar rodando, aprieto en las bajadas más suaves y las rectas, y hago el sexto a 4:54, también me suena que normalmente se va a más de 5:00... Volvemos al asfalto. Bajadas de vértigo que hay que hacer con cuidado, una ligera subida, bajadas más suaves, me animo, me siento bien, cae el séptimo a 4:17, y empiezo a pensar que hoy podría haber un Personal Chicken.
El octavo es una bajada constante, con confianza se puede ir rápido pero cuidando cómo se pisa... Me suena haberlo hecho alguna vez sobre 4:35... Pero cuando pita el Forerunner, me marca 4:08. Y noto esa sensación tan gratificante de no relacionar ritmo y esfuerzo con lo que marca el reloj. Voy suelto, cómodo, respirando bien, y con la sensación de que puedo ir aún más rápido.
Así que decido apretar un poco al final, la pendiente se suaviza, los últimos 700 metros son casi llanos, pienso que hoy habrá pollo personal y que si no bajo el ritmo Joselito no me alcanzará, así que pensando que hoy toca descanso, acelero el ritmo, casi acabo esprintando los últimos metros, ni rastro de Joselito, paro el crono, que lo tenía en modo "ruta", cambio al modo normal, y veo que los 49:16 de mi anterior mejor marca se quedan a 3 minutos clavados, ¡he ido y vuelto del Turó del Pollo en 46:16! Los últimos 700 metros los he hecho a un ritmo de 3:49, después del esfuerzo de las cuestas, pero lleno de fuerzas. Eso sí, el esfuerzo se refleja en las pulsaciones, que salen a una media de 160bpm.
Seguiré repitiendo esta ruta durante el plan, pero no como ayer... Mucho más tranquilo y manteniendo el esfuerzo en un umbral medio para seguir ganando fondo y resistencia... Pero un superpollo como el del jueves de vez en cuando va bien para levantar la moral... :)
miércoles, 18 de julio de 2012
¡No al cochino!
Los entrenamientos del fin de semana fueron duros y me produjeron mucho desgaste, la mezcla de kilómetros y calor siempre deja secuelas... Pero nada que no se resuelva descansando el lunes. Así que el martes, a mi hora habitual, estaba muy descansado físicamente pero mentalmente la cabeza me daba muchas vueltas, la noche no me regaló un descanso reparador, el cerebro se resistía a desconectar hasta bien pasada mi hora habitual de dormir, y el martes iba a ser un día complicado anímicamente tras un par de semanas con bastante tensión profesional... Lo que definitivamente influyó en el entrenamiento...
Primero, tener la cabeza en otro sitio hizo que por ejemplo se olvide la cinta del monitor de frecuencia cardíaca en casa... :( Me di cuenta cuando el Forerunner ya había adquirido los satélites necesarios para cambiar de pantalla y poner tres rayitas donde normalmente se ven las pulsaciones... :) Pero como no me sobraba el tiempo, acabé de estirar y salí a correr sin la referencia de las pulsaciones.
Salí sin una idea clara, no estaba el coco para muchos planes, así que, sin objetivos y sin pulsaciones, empecé a correr y el cuerpo parecía que quería desfogarse un poco dándole a las zapatillas, pese a un inicio muy cochinero a 5:46, me fui animando y los parciales bajaron a 5:19, 5:01, 4:59, 5:01, media vuelta, y después, pese al viento en contra, más ganas de darle a las zapatillas y parciales de 4:53, 4:52, 4:42, 4:28 y medio kilómetro más a 4:28. Estos últimos 1500 metros ayudaron a que la media quedara por debajo de 5:00, 4:59 para ser más exactos, cosa que a esas horas suele ser noticia... :)
Y hoy miércoles sí que apetecía un cochinero, que empezó como tal, esta vez yendo hacia Montcada en vez de hacia la playa. 5:58, 5:27, 5:19 y 5:17, con viento en contra y moderando el esfuerzo, pulsaciones sin pasar de 145bpm, 5:09 dando la vuelta, y ya con viento a favor, maté al cochino que llevaba dentro y acabé lo que finalmente fue un progresivo apretando un poco el ritmo y con parciales de 4:58, 4:50, 4:42, 4:39, y los últimos 250 metros, en recta ligeramente ascendente, a ritmo de... ¡4:01! Y sin la menor sensación de ir a esa velocidad. Al final, 9,26 kilómetros a 5:07 y pulsaciones a 142bpm.
Cada vez veo más claro que el buen camino es empezar suave y acabar con ganas. Incluso el desgaste parece menor de cara al día siguiente.
Mañana comprobaré si es así o no. Acabando el miniciclo de tres días subiendo al Turó del Pollo.
Primero, tener la cabeza en otro sitio hizo que por ejemplo se olvide la cinta del monitor de frecuencia cardíaca en casa... :( Me di cuenta cuando el Forerunner ya había adquirido los satélites necesarios para cambiar de pantalla y poner tres rayitas donde normalmente se ven las pulsaciones... :) Pero como no me sobraba el tiempo, acabé de estirar y salí a correr sin la referencia de las pulsaciones.
Salí sin una idea clara, no estaba el coco para muchos planes, así que, sin objetivos y sin pulsaciones, empecé a correr y el cuerpo parecía que quería desfogarse un poco dándole a las zapatillas, pese a un inicio muy cochinero a 5:46, me fui animando y los parciales bajaron a 5:19, 5:01, 4:59, 5:01, media vuelta, y después, pese al viento en contra, más ganas de darle a las zapatillas y parciales de 4:53, 4:52, 4:42, 4:28 y medio kilómetro más a 4:28. Estos últimos 1500 metros ayudaron a que la media quedara por debajo de 5:00, 4:59 para ser más exactos, cosa que a esas horas suele ser noticia... :)
Y hoy miércoles sí que apetecía un cochinero, que empezó como tal, esta vez yendo hacia Montcada en vez de hacia la playa. 5:58, 5:27, 5:19 y 5:17, con viento en contra y moderando el esfuerzo, pulsaciones sin pasar de 145bpm, 5:09 dando la vuelta, y ya con viento a favor, maté al cochino que llevaba dentro y acabé lo que finalmente fue un progresivo apretando un poco el ritmo y con parciales de 4:58, 4:50, 4:42, 4:39, y los últimos 250 metros, en recta ligeramente ascendente, a ritmo de... ¡4:01! Y sin la menor sensación de ir a esa velocidad. Al final, 9,26 kilómetros a 5:07 y pulsaciones a 142bpm.
Cada vez veo más claro que el buen camino es empezar suave y acabar con ganas. Incluso el desgaste parece menor de cara al día siguiente.
Mañana comprobaré si es así o no. Acabando el miniciclo de tres días subiendo al Turó del Pollo.
domingo, 15 de julio de 2012
Pollo al horno y cochino deconstruido
Así podría resumir mis últimos tres entrenamientos: Pollo al horno y cochino deconstruido...
Vamos por partes...
Primero el pollo. Tras la jubilación anticipada de las Brooks Cascadia, no podía dejar mis nuevas Asics Gel Fuji Sensor mucho tiempo en la caja... Así que el jueves decidí volver al Turó del Pollo. El lema era claro: Gel al pollo que es de tierra. Y con esa idea en mente, salí de casa dispuesto a probar el rendimiento de las Asics en terreno propicio. Fue un pollo clásico, ni MPP ni PPP, más bien un TPP (típico pollo personal), ruta completa en 51:22, lejos de los 49:51 de mi MPP y también lejos de los 53:47 de mi PPP. Con un último dato que me deja muy buenas vibraciones. Pulsaciones medias de 144bpm. Las mismas que el día de mi PPP, y más de 10 bpm más bajas que el día de mi MPP.
Me sentí muy bien, y las zapas, de lujo. Ni un roce, ni molestia, ni amago de ampolla, ni nada de nada. Normalmente el primer día suelo tener algún roce en el pie, que no siempre acaba en ampolla. Esta vez ni eso. Otras veces, al apretarme los cordones, noto algo en la parte de la lengua de la zapatilla, pero tampoco. Simplemente, parecían hechas a medida. Ya he oído que en Asics están pensando en cambiar el nombre a las zapatillas y llamarlas Asics Gel Zydro Sensor... :)
Las sensaciones, zapatillas aparte, geniales. Pensaba que había hecho mucho mejor tiempo por lo bien que me había sentido, así que una vez en casa, filtré mis actividades en el rubiTrack usando el keyword "pollo", y analicé mis últimos entrenamientos que incluían pollo... Vi algo curioso, cuando hago un tiempo total muy bajo, la mayor diferencia se produce en los primeros 3 kilómetros. Es más, los parciales de los últimos 6 kilómetros fueron los mismos el jueves que el día de mi MPP, incluso algunos más bajos. Y eso seguramente tiene mucho que ver con cómo estoy planteando mis entrenamientos... Prefiero empezar muy tranquilo, dosificar, y llegar fuerte al final. ¿Os recuerdo eso a una maratón? :) Creo que es mucho mejor acostumbrar al cuerpo a esta manera de administrar las energías.
El viernes, otro viaje en AVE y descanso. De nuevo se me descuajaringó el horario de comida y el sábado no andaba tan ligero como de costumbre. Además, el sábado iba a tocar tirada larga. El domingo teníamos planes de ir al parque con un amigo de mi cachorro mayor, incluso subir al Turó del Pollo con su padre mientas los niños y esposas disfrutaban del parque... Así que elegí hacer la tirada larga el sábado. Volví a insistir en la táctica de levantarme pronto, desayunar, y salir a correr a media mañana ya con la digestión bien hecha. Animado también por el día algo nublado. A las 10:49 ya estaba corriendo hacia el río. Después de casi 10 minutos estirando y sufriendo en mis propias carnes el síndrome del tonto del GPS, como contaba Gonzalo hace ya unos meses... :) Nubes, pero mucho calor. Cuatro botellines de Aquarius (caramañolas, como dicen los traductores de Wiggle), y la certeza de que tocaba sufrir...
5 kilómetros por el río entre 5:10 y 5:13, con viento en contra, pulsaciones por debajo de 150bpm, todavía nublado. Salgo del río, ¡y cruzando el puente me cruzo con Manu! Me hizo un gesto de esos que los runners entendemos perfectamente... Algo así como "estoy hecho polvo, ya verás tú dentro de un rato"... :) Poco después empezó a salir el sol, y se acabó lo que se daba... Seguí con mi nueva ruta, cruzando el puente del Forum y dando un poco de alegría a las piernas con una buena subida, siguiendo por la costa, por detrás del Forum, incluida una parada por aguas menores, con viento ligeramente favorable que permitía que el ritmo fuera algo más vivo, entre 5:08 y 5:20, pero aumentando a sensación de calor... Consigo llegar al kilómetro 12 por debajo de 160bpm.
Gel y media vuelta, ahora viento en contra, la sensación de calor disminuye, me voy hidratando y mirando de reojo las pulsaciones. Ritmos entre 5:22 y 5:35, para no pasarme de 160bpm y no morir por el camino. Luchar contra el viento con ese calor habría sido simplemente un suicidio...
Llego al río, paro y me bebo una fuente entera. Ahora tengo el viento a favor, así que noto que voy más rápido pero la sensación de calor aumenta drásticamente. Nada más llegar al río, veo delante a un runner que va prácticamente a mi mismo ritmo, alrededor de 5:15. Voy detrás de él casi todo el tiempo, lo tengo a 10 metros, se me va a 20, vuelve a estar a 15... Así, bebiendo constantemente y viendo cómo las pulsaciones se van yendo a casi 170bpm al final, llego al kilómetro 23 a ritmos de 5:15...
Y claro... Un animal de asfalto conserva algo de instinto asesino... Y digo... Como se trata de llegar fuerte al final, habiendo dosificado un poco las fuerzas... Vamos a ver si alcanzo al de delante... Lo tenía como a 20 metros. Así que empiezo a apretar un poco... Me voy acercando, poco a poco, las pulsaciones aumentan, 172bpm y lo tengo a tiro... Supongo que se oyen mis pasos acelerados, y espontáneamente, el runner decide aumentar también su ritmo cuando lo tengo a menos de 10 metros... Quedan unos 200 para llegar a la salida del río, meto una marcha más, alargo la zancada, miro de reojo el Forerunner, joder, 178bpm, no hay otra palabra más exacta, simplemente, voy picadísimo, el runner que llevo delante creo que ha llegado a su límite, voy recortando centímetro a centímetro, y justo cuando llegamos al inicio de la subida, zas, le paso... :)
Subo la rampa todavía corriendo, salgo del río y el Forerunner me marca 181bpm, lo nunca visto en un rodaje de entrenamiento... Sigo trotando muy suave... El otro runner también ha salido por la rampa, él por las escaleras, yo sigo trotando, miro de reojo, él hace lo mismo, pienso, "ya verás, como se ponga a correr estoy jodido"... Pero no, baja la mirada, no puede más, sigue andando, el Forerunner me marca el kilómetro 24 y decido pararlo y seguir también andando, aunque mirando de reojo que no me quiera pegar un hachazo... :D
Al final, 24 kilómetros a un ritmo medio de 5:19, corriendo a ratos en un horno y a ratos en un túnel de viento. Pulsaciones medias de 155bpm y un máximo de 182, justo saliendo de la rampa del río tras el pique final. Pique sano, que me ha servido para ver que empiezo a ser capaz de dosificarme en las condiciones más desfavorables y dejar todavía algo de fuerzas para el final. Algo queda de Jack Daniels y sus exprime limones... ;)
Después de beber litros y litros de Aquarius y reposar un poco, hoy domingo, alergias y diferentes amagos de resfriado cancelaron la visita al parque... Así que me levanté pronto, y sin desayunar, salí a hacer un rodaje cochinero por el río. Inicio muy suave, a 5:51, con calor, eran las 8:22am pero el sol ya pegaba fuerte. Por suerte, se volvió a nublar y fui haciendo poco a poco un cochinero que se deconstruyó y se volvió un progresivo, 5:29, 5:18, 5:18, 5:10, 5:09, 5:10, 5:06, 4:59, y 270 metros más probando si quedaban fuerzas que salieron a un ritmo de 4:20, lo que me dejó muy buenas sensaciones. Resumidamente, 9,27 kilómetros a 5:15 y pulsaciones de 144bpm con final feliz a 162bpm.
Un triple entrenamiento de pollo al horno y cochino deconstruido que me ha servido para darme cuenta que, casi inconscientemente, el cuerpo se va autoregulando para empezar suave, dosificar el esfuerzo según las condiciones, ya sea el calor, la pendiente o el cansancio, y acabar fuerte. Mola.
Vamos por partes...
Primero el pollo. Tras la jubilación anticipada de las Brooks Cascadia, no podía dejar mis nuevas Asics Gel Fuji Sensor mucho tiempo en la caja... Así que el jueves decidí volver al Turó del Pollo. El lema era claro: Gel al pollo que es de tierra. Y con esa idea en mente, salí de casa dispuesto a probar el rendimiento de las Asics en terreno propicio. Fue un pollo clásico, ni MPP ni PPP, más bien un TPP (típico pollo personal), ruta completa en 51:22, lejos de los 49:51 de mi MPP y también lejos de los 53:47 de mi PPP. Con un último dato que me deja muy buenas vibraciones. Pulsaciones medias de 144bpm. Las mismas que el día de mi PPP, y más de 10 bpm más bajas que el día de mi MPP.
Me sentí muy bien, y las zapas, de lujo. Ni un roce, ni molestia, ni amago de ampolla, ni nada de nada. Normalmente el primer día suelo tener algún roce en el pie, que no siempre acaba en ampolla. Esta vez ni eso. Otras veces, al apretarme los cordones, noto algo en la parte de la lengua de la zapatilla, pero tampoco. Simplemente, parecían hechas a medida. Ya he oído que en Asics están pensando en cambiar el nombre a las zapatillas y llamarlas Asics Gel Zydro Sensor... :)
Las sensaciones, zapatillas aparte, geniales. Pensaba que había hecho mucho mejor tiempo por lo bien que me había sentido, así que una vez en casa, filtré mis actividades en el rubiTrack usando el keyword "pollo", y analicé mis últimos entrenamientos que incluían pollo... Vi algo curioso, cuando hago un tiempo total muy bajo, la mayor diferencia se produce en los primeros 3 kilómetros. Es más, los parciales de los últimos 6 kilómetros fueron los mismos el jueves que el día de mi MPP, incluso algunos más bajos. Y eso seguramente tiene mucho que ver con cómo estoy planteando mis entrenamientos... Prefiero empezar muy tranquilo, dosificar, y llegar fuerte al final. ¿Os recuerdo eso a una maratón? :) Creo que es mucho mejor acostumbrar al cuerpo a esta manera de administrar las energías.
El viernes, otro viaje en AVE y descanso. De nuevo se me descuajaringó el horario de comida y el sábado no andaba tan ligero como de costumbre. Además, el sábado iba a tocar tirada larga. El domingo teníamos planes de ir al parque con un amigo de mi cachorro mayor, incluso subir al Turó del Pollo con su padre mientas los niños y esposas disfrutaban del parque... Así que elegí hacer la tirada larga el sábado. Volví a insistir en la táctica de levantarme pronto, desayunar, y salir a correr a media mañana ya con la digestión bien hecha. Animado también por el día algo nublado. A las 10:49 ya estaba corriendo hacia el río. Después de casi 10 minutos estirando y sufriendo en mis propias carnes el síndrome del tonto del GPS, como contaba Gonzalo hace ya unos meses... :) Nubes, pero mucho calor. Cuatro botellines de Aquarius (caramañolas, como dicen los traductores de Wiggle), y la certeza de que tocaba sufrir...
5 kilómetros por el río entre 5:10 y 5:13, con viento en contra, pulsaciones por debajo de 150bpm, todavía nublado. Salgo del río, ¡y cruzando el puente me cruzo con Manu! Me hizo un gesto de esos que los runners entendemos perfectamente... Algo así como "estoy hecho polvo, ya verás tú dentro de un rato"... :) Poco después empezó a salir el sol, y se acabó lo que se daba... Seguí con mi nueva ruta, cruzando el puente del Forum y dando un poco de alegría a las piernas con una buena subida, siguiendo por la costa, por detrás del Forum, incluida una parada por aguas menores, con viento ligeramente favorable que permitía que el ritmo fuera algo más vivo, entre 5:08 y 5:20, pero aumentando a sensación de calor... Consigo llegar al kilómetro 12 por debajo de 160bpm.
Gel y media vuelta, ahora viento en contra, la sensación de calor disminuye, me voy hidratando y mirando de reojo las pulsaciones. Ritmos entre 5:22 y 5:35, para no pasarme de 160bpm y no morir por el camino. Luchar contra el viento con ese calor habría sido simplemente un suicidio...
Llego al río, paro y me bebo una fuente entera. Ahora tengo el viento a favor, así que noto que voy más rápido pero la sensación de calor aumenta drásticamente. Nada más llegar al río, veo delante a un runner que va prácticamente a mi mismo ritmo, alrededor de 5:15. Voy detrás de él casi todo el tiempo, lo tengo a 10 metros, se me va a 20, vuelve a estar a 15... Así, bebiendo constantemente y viendo cómo las pulsaciones se van yendo a casi 170bpm al final, llego al kilómetro 23 a ritmos de 5:15...
Y claro... Un animal de asfalto conserva algo de instinto asesino... Y digo... Como se trata de llegar fuerte al final, habiendo dosificado un poco las fuerzas... Vamos a ver si alcanzo al de delante... Lo tenía como a 20 metros. Así que empiezo a apretar un poco... Me voy acercando, poco a poco, las pulsaciones aumentan, 172bpm y lo tengo a tiro... Supongo que se oyen mis pasos acelerados, y espontáneamente, el runner decide aumentar también su ritmo cuando lo tengo a menos de 10 metros... Quedan unos 200 para llegar a la salida del río, meto una marcha más, alargo la zancada, miro de reojo el Forerunner, joder, 178bpm, no hay otra palabra más exacta, simplemente, voy picadísimo, el runner que llevo delante creo que ha llegado a su límite, voy recortando centímetro a centímetro, y justo cuando llegamos al inicio de la subida, zas, le paso... :)
Subo la rampa todavía corriendo, salgo del río y el Forerunner me marca 181bpm, lo nunca visto en un rodaje de entrenamiento... Sigo trotando muy suave... El otro runner también ha salido por la rampa, él por las escaleras, yo sigo trotando, miro de reojo, él hace lo mismo, pienso, "ya verás, como se ponga a correr estoy jodido"... Pero no, baja la mirada, no puede más, sigue andando, el Forerunner me marca el kilómetro 24 y decido pararlo y seguir también andando, aunque mirando de reojo que no me quiera pegar un hachazo... :D
Al final, 24 kilómetros a un ritmo medio de 5:19, corriendo a ratos en un horno y a ratos en un túnel de viento. Pulsaciones medias de 155bpm y un máximo de 182, justo saliendo de la rampa del río tras el pique final. Pique sano, que me ha servido para ver que empiezo a ser capaz de dosificarme en las condiciones más desfavorables y dejar todavía algo de fuerzas para el final. Algo queda de Jack Daniels y sus exprime limones... ;)
Después de beber litros y litros de Aquarius y reposar un poco, hoy domingo, alergias y diferentes amagos de resfriado cancelaron la visita al parque... Así que me levanté pronto, y sin desayunar, salí a hacer un rodaje cochinero por el río. Inicio muy suave, a 5:51, con calor, eran las 8:22am pero el sol ya pegaba fuerte. Por suerte, se volvió a nublar y fui haciendo poco a poco un cochinero que se deconstruyó y se volvió un progresivo, 5:29, 5:18, 5:18, 5:10, 5:09, 5:10, 5:06, 4:59, y 270 metros más probando si quedaban fuerzas que salieron a un ritmo de 4:20, lo que me dejó muy buenas sensaciones. Resumidamente, 9,27 kilómetros a 5:15 y pulsaciones de 144bpm con final feliz a 162bpm.
Un triple entrenamiento de pollo al horno y cochino deconstruido que me ha servido para darme cuenta que, casi inconscientemente, el cuerpo se va autoregulando para empezar suave, dosificar el esfuerzo según las condiciones, ya sea el calor, la pendiente o el cansancio, y acabar fuerte. Mola.
miércoles, 11 de julio de 2012
Dos cochinos muy cochinos
El desgaste del fin de semana, entrenando con tanto calor, continuó el lunes pasado con un rodaje de los que llamo extremely cochinero... Mi idea es correr martes, miércoles y jueves, y sábado y domingo, descansando por tanto lunes y viernes. Pero esta semana lo he cambiado un poco, ya que el martes tocaba viaje relámpago en AVE y estoy como una cabra pero no tanto como para levantarme antes de las 4:00am para entrenar... :)
Así que el lunes, cansado, aún algo deshidratado y con mucho sueño, sonó el despertador a las 5:00am y tras los trámites habituales a las 5:48am ya estaba corriendo. Afortunadamente, salí con la total convicción de que ese lunes no iba a hacer más grande la leyenda del Besós... ;) Y pude hacer un rodaje muy suave, muy cochinero, de esos cochineros a ritmo de 5:46 y 137bpm.
El martes, madrugón para coger el tren, y día de excesos gastronómicos... Ataque despiadado al coche 4, arrasando en la cafetería a las 6:00am, para coger fuerzas ya que teníamos un largo día por delante. Cafés para mantener la concentración durante el día, comida suculenta a mediodía, vuelta a Atocha, un refresco en la estación, y ya en el tren, la tarifa llevaba incluida una cena caliente así que un vinito era buen acompañamiento...
A esas alturas, las tripas ya andaban más que revueltas, pero aún pudimos hacer un último esfuerzo, y al escuchar el sonido de vidrio cochando en el carrito de los refrescos, optamos por una copa para acabar el día un poco más relajados...
Un Gin Tonic bien fresquito, para hidratarnos un poco y llegar a casa con ganas de ir a dormir pronto... :)
Y claro, hoy, a las 5:00am, levantarme fue un poco más duro que dos días atrás... Las agujetas molestan corriendo, pero los excesos gastronómicos, y la capacidad para metabolizar un copazo, ya algo mermada por la edad, molestan a la hora de levantarse... :)
Pero el deber es el deber, y tras unos segundos de duda, salí de la cama, estuve muy atareado con los deberes de la mañana, y de nuevo fui hacia el río con la tranquilidad de que, después de lo que había hecho en casa, una vez más, no sería necesaria una parada bajo el puente del Molinet...
El atasco hizo que hasta las 5:57am no empezara a correr... Inicio muy complicado, medio dormido y recordando lo bueno que estaba el copazo... :) Un kilómetro a 6:35... Otro a 5:33... Muy cochinero aún... Más afectado por el sueño y cansancio que otra cosa... Pero me fui animando un poco, 5:23, 5:12, 5:13, 5:08, 4:59, 5:00, 5:03 y medio kilómetro dejándome llevar a 5:26. Salvando un poco la media, que quedó en 5:21, y las pulsaciones en 142bpm. Deber cumplido, desayuno, y a trabajar.
Por la tarde, y tras las tres santas hostias que me pegué en L'Endimoniada, decidí que era el momento de jubilar las Brooks Cascadia que no acababan de convencerme... Me van un poco grandes, he llegado a la conclusión de que para asfalto, y pensando en que las uñas me duren algo más, en conveniente usar medio o un número más que el habitual, pero para montaña, más bien hay que ir justo. Al menos, así lo veo yo en mi caso. Así que para evitar sustos con la numeración, me acerqué a Runners World y me quedé prendado de unas flamantes Asics Gel Fuji Sensor, que mañana se vienen conmigo al Turó del Pollo... :)
Así que el lunes, cansado, aún algo deshidratado y con mucho sueño, sonó el despertador a las 5:00am y tras los trámites habituales a las 5:48am ya estaba corriendo. Afortunadamente, salí con la total convicción de que ese lunes no iba a hacer más grande la leyenda del Besós... ;) Y pude hacer un rodaje muy suave, muy cochinero, de esos cochineros a ritmo de 5:46 y 137bpm.
El martes, madrugón para coger el tren, y día de excesos gastronómicos... Ataque despiadado al coche 4, arrasando en la cafetería a las 6:00am, para coger fuerzas ya que teníamos un largo día por delante. Cafés para mantener la concentración durante el día, comida suculenta a mediodía, vuelta a Atocha, un refresco en la estación, y ya en el tren, la tarifa llevaba incluida una cena caliente así que un vinito era buen acompañamiento...
A esas alturas, las tripas ya andaban más que revueltas, pero aún pudimos hacer un último esfuerzo, y al escuchar el sonido de vidrio cochando en el carrito de los refrescos, optamos por una copa para acabar el día un poco más relajados...
Un Gin Tonic bien fresquito, para hidratarnos un poco y llegar a casa con ganas de ir a dormir pronto... :)
Y claro, hoy, a las 5:00am, levantarme fue un poco más duro que dos días atrás... Las agujetas molestan corriendo, pero los excesos gastronómicos, y la capacidad para metabolizar un copazo, ya algo mermada por la edad, molestan a la hora de levantarse... :)
Pero el deber es el deber, y tras unos segundos de duda, salí de la cama, estuve muy atareado con los deberes de la mañana, y de nuevo fui hacia el río con la tranquilidad de que, después de lo que había hecho en casa, una vez más, no sería necesaria una parada bajo el puente del Molinet...
El atasco hizo que hasta las 5:57am no empezara a correr... Inicio muy complicado, medio dormido y recordando lo bueno que estaba el copazo... :) Un kilómetro a 6:35... Otro a 5:33... Muy cochinero aún... Más afectado por el sueño y cansancio que otra cosa... Pero me fui animando un poco, 5:23, 5:12, 5:13, 5:08, 4:59, 5:00, 5:03 y medio kilómetro dejándome llevar a 5:26. Salvando un poco la media, que quedó en 5:21, y las pulsaciones en 142bpm. Deber cumplido, desayuno, y a trabajar.
Por la tarde, y tras las tres santas hostias que me pegué en L'Endimoniada, decidí que era el momento de jubilar las Brooks Cascadia que no acababan de convencerme... Me van un poco grandes, he llegado a la conclusión de que para asfalto, y pensando en que las uñas me duren algo más, en conveniente usar medio o un número más que el habitual, pero para montaña, más bien hay que ir justo. Al menos, así lo veo yo en mi caso. Así que para evitar sustos con la numeración, me acerqué a Runners World y me quedé prendado de unas flamantes Asics Gel Fuji Sensor, que mañana se vienen conmigo al Turó del Pollo... :)
domingo, 8 de julio de 2012
Sudor y rayos UVA
Por suerte, desde el miércoles no se ha hecho más grande la leyenda de Isidris entre los habitantes del Besós... El jueves hice un rodaje suave, bajo de pulsaciones, 9,61 kilómetros a 5:14 y 143bpm, que habría salido mucho mejor si el primer kilómetro no lo hubiera hecho a 6:06.
El viernes, descanso, se me acabó Game of Thrones y el madrugón de cada día fue en este caso para ver Falling Skies, que no está mal, pero por favor, que empiecen pronto la tercera de The Walking Dead y Game of Thrones, que vamos, Falling Skies no es lo mismo... ;)
El sábado, siguiendo el guión, un rodaje suave previo a la tirada larga de hoy. Salí sin tener muy clara la distancia y el ritmo, el cuerpo pedía un poco más de intensidad y creo que debí echar el freno, hoy lo he pagado. Además, acabé con un cabreo monumental... Salí a las 10:02am camino al litoral, por el río iba muy cómodo, primer kilómetro a 5:28 pero los demás, todos por debajo de 5:00 y a menos de 150bpm.
El cuerpo pedía guerra, así que para que se le bajaran los humos, opté por bajar hasta la playa al cruzar el puente en vez de ir hacia la Diagonal. Esa ruta tiene un tramo con una buena subida antes de cruzar el puente que da al Fórum. Ya conocía el horario así que fui hacia allá muy confiado.
Se entiende bien, ¿no? Las puertas del puente están abiertas cada día, de 7 de la mañana a 10 de la noche... Pues bien, después de una buena subida, bien de ritmo y de fuerzas, me encuentro con una enorme puerta completamente cerrada... :( Me cabrea no poder seguir corriendo por donde quería, pero más me cabrera pensar el dinero que habrá costado el cartel, y lo poco que le habrá importado al encargado de abrir las puertas no hacerlo ese día... Seguro que el señor no estaba resacoso o se había quedado dormido, estoy convencido (jajaja) de que tenía una razón de peso para no haber hecho su trabajo. ¿Pero sabéis qué es lo que más me molesta? Pensar que si en mi empresa pasa algo así, soy yo el que se levanta, coge las llaves y abre el puente, el servidor o el programa de correo que no se ha puesto en marcha porque alguien no ha podido acudir a su puesto... :( Pero no, con las puertas del puente no fue así...
Cabreado, di media vuelta, y quizá fruto del cabreo el ritmo aumentó un poco y también levemente las pulsaciones, de vuelta a casa, completando 13,44 kilómetros a un ritmo medio de 4:58 y pulsaciones de 149bpm.
No fueron ritmos para tirar cohetes, pero sí que noté hoy un poco el esfuerzo del sábado... Tocaba tirada larga, ya estaba sobre aviso de que hacía bastante viento y, aunque el día amaneció algo nublado, la sensación de bochorno era muy intensa y a los rayos UVA no les importa mucho que haya nubes si se trata de fastidiar...
Empecé a correr a las 10:29, salí sólo con dos botellines de Aquarius por un problema logístico, y nada más empezar a correr me notaba más pesado que de costumbre. No pesado de peso, salí con mis 74 kilos de siempre, pero sí pesado de movimientos... Primer kilómetro a 5:23 y el resto pocos segundos por encima de 5:00 mientras iba hacia el litoral, con viento a favor. Crucé el puente y seguí por la ruta de las puertas cerradas, esta vez abiertas... Subidas y bajadas que hacían pupita, seguía notándome pesado y algo cansado, y fui casi clavando los tiempos alrededor de 5:10, con viento lateral y levemente favorable. Media vuelta cerca de las Torres Mapfre, sed, sensación de bochorno, piernas pesadas, viento ahora un poco en contra, y ritmos más cercanos a 5:15.
Llegué al río muerto de sed... Paré y me bebí una fuente completa, rellené los botellines y bajé al Besós, casi en el mismo momento en que, para acabar la fiesta, empezó a salir el sol... Iba reventado, cansado pero el viento favorable y subir a 170bpm me permitió acabar el último tramo alrededor de 5:10, aunque yendo casi al límite, tanto que una vez que subí la rampa para salir del río, fui incapaz de correr a menos de 5:30...
Al final, 22,79 kilómetros a un ritmo medio de 5:12, pulsaciones de 157bpm y pérdida de 3 litros y medio de líquido, la báscula marcaba en casa 70,5... La ropa chorreaba, me bebí un Powerade sin respirar y he estado todo el día con una botella de litro y medio de Aquarius al lado... Me estoy pensando seriamente llevar una mochila de hidratación si voy a hacer tiradas largas en agosto a media mañana...
Y con un poco de retraso, un par de fotos de la carrera del sábado pasado, que encontré gracias a Salva, que diga lo que diga, tiene un sub 40 en 10K muy cerquita... ;)
En ese tierno momento en el que, unos minutos antes, iba por el lado izquierdo, viendo a los runners que ya habían dado media vuelta y pensando cuántas horas de entrenamiento había en esas piernas que iban tan rápido... Y poco después era yo el que ya venía de vuelta, pensando que son ya unas cuántas horas las que llevo de entrenamiento y no me estaba saliendo tan mala carrera... :)
En la última subida... Ya conté que se me hizo muy dura... Eché el resto buscando los 42 minutos, pero pese a la cara de sufrimiento y el sufrimiento real, no pudo ser. No se me iba a olvidar esa cuesta, pero ahora todavía menos, casi me duele verme la cara...
El viernes, descanso, se me acabó Game of Thrones y el madrugón de cada día fue en este caso para ver Falling Skies, que no está mal, pero por favor, que empiecen pronto la tercera de The Walking Dead y Game of Thrones, que vamos, Falling Skies no es lo mismo... ;)
El sábado, siguiendo el guión, un rodaje suave previo a la tirada larga de hoy. Salí sin tener muy clara la distancia y el ritmo, el cuerpo pedía un poco más de intensidad y creo que debí echar el freno, hoy lo he pagado. Además, acabé con un cabreo monumental... Salí a las 10:02am camino al litoral, por el río iba muy cómodo, primer kilómetro a 5:28 pero los demás, todos por debajo de 5:00 y a menos de 150bpm.
El cuerpo pedía guerra, así que para que se le bajaran los humos, opté por bajar hasta la playa al cruzar el puente en vez de ir hacia la Diagonal. Esa ruta tiene un tramo con una buena subida antes de cruzar el puente que da al Fórum. Ya conocía el horario así que fui hacia allá muy confiado.
Se entiende bien, ¿no? Las puertas del puente están abiertas cada día, de 7 de la mañana a 10 de la noche... Pues bien, después de una buena subida, bien de ritmo y de fuerzas, me encuentro con una enorme puerta completamente cerrada... :( Me cabrea no poder seguir corriendo por donde quería, pero más me cabrera pensar el dinero que habrá costado el cartel, y lo poco que le habrá importado al encargado de abrir las puertas no hacerlo ese día... Seguro que el señor no estaba resacoso o se había quedado dormido, estoy convencido (jajaja) de que tenía una razón de peso para no haber hecho su trabajo. ¿Pero sabéis qué es lo que más me molesta? Pensar que si en mi empresa pasa algo así, soy yo el que se levanta, coge las llaves y abre el puente, el servidor o el programa de correo que no se ha puesto en marcha porque alguien no ha podido acudir a su puesto... :( Pero no, con las puertas del puente no fue así...
Cabreado, di media vuelta, y quizá fruto del cabreo el ritmo aumentó un poco y también levemente las pulsaciones, de vuelta a casa, completando 13,44 kilómetros a un ritmo medio de 4:58 y pulsaciones de 149bpm.
No fueron ritmos para tirar cohetes, pero sí que noté hoy un poco el esfuerzo del sábado... Tocaba tirada larga, ya estaba sobre aviso de que hacía bastante viento y, aunque el día amaneció algo nublado, la sensación de bochorno era muy intensa y a los rayos UVA no les importa mucho que haya nubes si se trata de fastidiar...
Empecé a correr a las 10:29, salí sólo con dos botellines de Aquarius por un problema logístico, y nada más empezar a correr me notaba más pesado que de costumbre. No pesado de peso, salí con mis 74 kilos de siempre, pero sí pesado de movimientos... Primer kilómetro a 5:23 y el resto pocos segundos por encima de 5:00 mientras iba hacia el litoral, con viento a favor. Crucé el puente y seguí por la ruta de las puertas cerradas, esta vez abiertas... Subidas y bajadas que hacían pupita, seguía notándome pesado y algo cansado, y fui casi clavando los tiempos alrededor de 5:10, con viento lateral y levemente favorable. Media vuelta cerca de las Torres Mapfre, sed, sensación de bochorno, piernas pesadas, viento ahora un poco en contra, y ritmos más cercanos a 5:15.
Llegué al río muerto de sed... Paré y me bebí una fuente completa, rellené los botellines y bajé al Besós, casi en el mismo momento en que, para acabar la fiesta, empezó a salir el sol... Iba reventado, cansado pero el viento favorable y subir a 170bpm me permitió acabar el último tramo alrededor de 5:10, aunque yendo casi al límite, tanto que una vez que subí la rampa para salir del río, fui incapaz de correr a menos de 5:30...
Al final, 22,79 kilómetros a un ritmo medio de 5:12, pulsaciones de 157bpm y pérdida de 3 litros y medio de líquido, la báscula marcaba en casa 70,5... La ropa chorreaba, me bebí un Powerade sin respirar y he estado todo el día con una botella de litro y medio de Aquarius al lado... Me estoy pensando seriamente llevar una mochila de hidratación si voy a hacer tiradas largas en agosto a media mañana...
Y con un poco de retraso, un par de fotos de la carrera del sábado pasado, que encontré gracias a Salva, que diga lo que diga, tiene un sub 40 en 10K muy cerquita... ;)
En ese tierno momento en el que, unos minutos antes, iba por el lado izquierdo, viendo a los runners que ya habían dado media vuelta y pensando cuántas horas de entrenamiento había en esas piernas que iban tan rápido... Y poco después era yo el que ya venía de vuelta, pensando que son ya unas cuántas horas las que llevo de entrenamiento y no me estaba saliendo tan mala carrera... :)
En la última subida... Ya conté que se me hizo muy dura... Eché el resto buscando los 42 minutos, pero pese a la cara de sufrimiento y el sufrimiento real, no pudo ser. No se me iba a olvidar esa cuesta, pero ahora todavía menos, casi me duele verme la cara...
miércoles, 4 de julio de 2012
La leyenda del Besós...
El lunes no tenía la menor duda, tocaba descansar. Antes de darme cuenta de lo tocado que me dejó la carrera del sábado, hice una tirada suave el domingo con tormenta incluida, y el lunes, cuando me levanté, me di cuenta de que los cuádriceps no me iban a perdonar el maltrato al que les sometí...
El martes, para recordarles que ya estamos de lleno preparando una maratón, opté por recuperar las series algo más largas, todavía a un ritmo de media maratón, tanto por estar aún al principio del plan como por las horas intempestivas a las que las hice...
A las 5:52 ya estaba calentando, 2 kilómetros y medio a 5:24. Luego, 2000 metros con viento a favor pero mucho sueño en contra, que salen a una media de 4:20. 1 minuto recuperando, media vuelta, 2000 metros más, viento en contra, y ritmo de 4:25, más despierto pero condicionado por el viento. Recuperación, y a por la tercera, ya más despierto, a 4:14, acabando a 175bpm. Vuelta a casa trotando a 5:25, y las primeras series largas del plan que no salieron mal del todo.
Hoy tocaba rodar mucho más tranquilo... Y gracias a eso, mi cabeza no iba tan concentrada y pude por fin entender la vieja leyenda que circula por el Besós... Fue el día y el momento adecuados para hacerlo...
Estaba ya corriendo a las 5:48am. Salí tras una sesión de punto 8 demasiado suave... El Pato de Pekín del día anterior creo que había estado de fiesta toda la noche. A quién se le ocurre cambiar de restaurante chino para la comida de los martes...
Dos kilómetros muy suaves, 6:12 y 5:29, estaba claro que el cuerpo no funcionaba, el pato y la salsa habían hecho estragos y tocaba parada debajo del puente...
Dicho y hecho. Efectivamente, era cosa del pato. La textura, color y olor no dejaron espacio a la más mínima duda... Y tras observar atentamente lo que me estaba impidiendo correr cómodo, volví a correr, a ritmos ya de entre 5:11 y 5:18, mientras iba entendiendo La Leyenda del Besós...
La Leyenda del Besós es una creencia muy extendida entre formícidos y coleópteros coprófagos de la ribera del río colomense...
El entrenamiento acabó sin más sobresaltos, a ritmo suave, a una media de 5:22.
El martes, para recordarles que ya estamos de lleno preparando una maratón, opté por recuperar las series algo más largas, todavía a un ritmo de media maratón, tanto por estar aún al principio del plan como por las horas intempestivas a las que las hice...
A las 5:52 ya estaba calentando, 2 kilómetros y medio a 5:24. Luego, 2000 metros con viento a favor pero mucho sueño en contra, que salen a una media de 4:20. 1 minuto recuperando, media vuelta, 2000 metros más, viento en contra, y ritmo de 4:25, más despierto pero condicionado por el viento. Recuperación, y a por la tercera, ya más despierto, a 4:14, acabando a 175bpm. Vuelta a casa trotando a 5:25, y las primeras series largas del plan que no salieron mal del todo.
Hoy tocaba rodar mucho más tranquilo... Y gracias a eso, mi cabeza no iba tan concentrada y pude por fin entender la vieja leyenda que circula por el Besós... Fue el día y el momento adecuados para hacerlo...
Estaba ya corriendo a las 5:48am. Salí tras una sesión de punto 8 demasiado suave... El Pato de Pekín del día anterior creo que había estado de fiesta toda la noche. A quién se le ocurre cambiar de restaurante chino para la comida de los martes...
Dos kilómetros muy suaves, 6:12 y 5:29, estaba claro que el cuerpo no funcionaba, el pato y la salsa habían hecho estragos y tocaba parada debajo del puente...
Dicho y hecho. Efectivamente, era cosa del pato. La textura, color y olor no dejaron espacio a la más mínima duda... Y tras observar atentamente lo que me estaba impidiendo correr cómodo, volví a correr, a ritmos ya de entre 5:11 y 5:18, mientras iba entendiendo La Leyenda del Besós...
La Leyenda del Besós es una creencia muy extendida entre formícidos y coleópteros coprófagos de la ribera del río colomense...
Cuentan los habitantes de hormigueros y refugios de escarabajos que, algunos días, al alba, se ve pasar fugazmente a un ser mitológico, de tamaño enorme, millones de veces más grande que ellos, que se desplaza rápidamente sobre unos zapatos coloridos, cuyos tonos cambian aproximadamente cada tres meses, se cree que en función del paso de las estaciones...
Los más ancianos del lugar han transmitido, generación tras generación, la creencia de que, si los insectos han trabajado duro y rezado lo suficiente, tras pasar cerca del puente del Molinet ese ser mitológico, al que llaman Isidris, esporádicamente aparece a la entrada de su guarida una boñiga enorme que los miembros más jóvenes de la colonia descubren poco después del amanecer, y con gran jolgorio y alegría, proceden a desmantelar y trasladar al interior de sus moradas para proporcionarles nuevas reservas del preciado alimento que tanto necesitan.
Cuentan también que, si sus oraciones ha sido especialmente intensas y sinceras, Isidris puede dejarles dos días seguidos su preciado regalo divino, hecho que es celebrado con inmensa alegría por los habitantes de las colonias cercanas al puente del Molinet con todo tipo de danzas, cánticos y se cree que en casos extremos incluso algún sacrificio formícido para demostrarle su agradecimiento.
Es algo que algunas corrientes dudan, en especial los coleópteros más escépticos, pero muchas de las hormigas más ancianas a veces explican que una vez al paso de Isidris le sucedieron tres boñigas distintas durante tres días consecutivos... Cuentan también que las celebraciones duraron una semana entera, y que incluso de tuvo que evacuar parte de la colonia para poder albergar tanta materia oscura... Pero sobre éste último punto no hay un claro consenso entre los líderes espirituales de las distintas colonias...
El entrenamiento acabó sin más sobresaltos, a ritmo suave, a una media de 5:22.
lunes, 2 de julio de 2012
El dorsal y el cambio climático
Vaya dos días que nos ha tocado de clima variado... Además, el sábado, con dorsal incluido. Un carrera de última hora que, por designios del azar, acabé corriendo aunque no lo tenía planeado en primera instancia.
Pero antes del ajetreado fin de semana, el jueves hice un cochinero suave, a 5:12 de rito y pulsaciones de 144bpm, recuperando un poco de las cuestas del miércoles y pensando en descansar para la carrera del sábado.
Que no es otra que la Cursa de Premiá, una 10K a pocos kilómetros de casa. Una carrera que ya he corrido dos veces, aunque con dos recorridos distintos. La primera vez, bajando hasta la playa, yendo y viviendo por la costa a media mañana, con un solazo de justicia, y volviendo al punto de partida tras una subida terrible durante el kilómetro 9. Un tiempazo de 18:19... La segunda, ya por la tarde, no tanto calor pero sí mucha humedad, con un recorrido parecido, bajar, playa subir, pero esta vez dando dos vueltas a un circuito de 5 kilómetros. Se hizo mucho más llevadero dar dos vueltas, me pilló en un buen momento, y acabé en 42:42.
Y esta vez, la tercera, otro recorrido distinto, una sola vuelta, también bajar, playa y subir, pero alargando la última subida durante los últimos 4 kilómetros con algunos toboganes. Cosa que descubrí ya estando en la salida, porque como decía antes, corrí casi de rebote, después de decidir no ir a la Cursa de la Vila Olímpica y al final acompañar a Toni y usurpar un dorsal que había quedado libre... :)
La carrera empieza en el pubelo, a 53 metros de altura sobre el nivel del mar, y se baja en picado durante los dos primeros kilómetros. El primero, muy animado, a 3:32... El segundo, un poco menos animado, a 3:45. Y el tercero, todavía bajando un poco pero empezando ya a llanear por la playa, a 4:04. Fue llegar a la costa, y recibir un golpe de humedad y bochorno que acabó con mis energías... Dos kilómetros llanos, pero inhumanos, viendo a la gente tomar el sol y bañarse, a 4:21 y 4:23. El sexto, todavía en llano al principio pero subiendo al final, sale según el Forerunner a 4:38, pero debió ser algo más rápido, ya que tras pasar por un túnel el reloj se tragó unos cuántos metros. Y luego, el suplicio...
Kilómetro 7, empapado de sudor, muerto de calor, cansado, subiendo mucho y bajando un poco al final, a 4:32. Otro más, mitad bajad, mitad subida, a 4:30. Y los dos últimos, ya de subida constante, gastando las últimas fuerzas a 4:35 y 4:40. No me quedaron energía para intentar apretar un poco más al final, y me quedé en 42:11, tenía en mente bajar de 42:00, pero no pudo ser, el bochorno y la humedad pudieron conmigo.
De todas maneras, con el tiempo oficial y los 10 kilómetros reales de carrera, me sale una media de 4:13, que dada la temperatura y el perfil me deja muy satisfecho. Corrí a 173bpm de media, llegando a ponerme a 186 al final. Posición 79 de 626 finishers.
Pero como estoy entrenando para la maratón de Berlín, el domingo, aunque apetecía descansar, salí a hacer un cochinero suave de unos 15 kilómetros por el río y acercándome al litoral. Se está muy bien en casa, corría un aire fresquito y era muy complicado levantarse del sofá, pero conseguí hacerlo y a las 10:43 ya iba hacia el río.
Buena temperatura, cielo nublado, perfecto para correr, pero un cambio climático súbito hizo que durante unos 15 minutos apareciera un solazo por el río que no esperaba... Ritmos clásicos de rodaje suave de domingo, algo por encima de 5:00. Salí del río, camino al litoral, y otro pequeño cambio climático devolvió las nubes y bajó la temperatura... Incluso cayeron cuatro gotas...
Ya llegando al litoral, kilómetro 7,5 di media vuelta pensando en acabar 15 kilómetros a ritmo cochinero. El cielo se iba cerrando... La temperatura bajaba y la sensación de humedad era muy alta... Me animé un poco y llegando al río cayeron los primeros parciales por debajo de 5:00...
Y ya en el río... El cielo se cubrió completamente. Y de repente cayó un rayo espectacular, quizá a un kilómetro de distancia... Luego el segundo, impresionante, por el tiempo que tardé en escuchar el trueno, tuvo que caer a menos de 500 metros de donde estaba, vaya susto... Por unos segundos al aire olía a quemado... Y eso no fue más que el anuncio de lo que venía... La madre de todos los chaparrones... Empezaron a caer unas gotas enormes, y en cuestión de segundos, una espectacular cortina de agua empezó a caer bravamente en el río y alrededores... No era el final previsto, pero los dos últimos kilómetros, visto el panorama, apreté un poco y el entrenamiento acabó siendo de 13 kilómetros suaves y 2 de hachazo final intentando no mojarme menos, pues ya estaba empapado, sino mojarme durante menos tiempo... :)
Al final salió una media de 5:06 y pulsaciones a 149bpm, pese al susto... Y un fin de semana bien completo de dorsales, calor, humedad, fresco y tormenta...
Pero antes del ajetreado fin de semana, el jueves hice un cochinero suave, a 5:12 de rito y pulsaciones de 144bpm, recuperando un poco de las cuestas del miércoles y pensando en descansar para la carrera del sábado.
Que no es otra que la Cursa de Premiá, una 10K a pocos kilómetros de casa. Una carrera que ya he corrido dos veces, aunque con dos recorridos distintos. La primera vez, bajando hasta la playa, yendo y viviendo por la costa a media mañana, con un solazo de justicia, y volviendo al punto de partida tras una subida terrible durante el kilómetro 9. Un tiempazo de 18:19... La segunda, ya por la tarde, no tanto calor pero sí mucha humedad, con un recorrido parecido, bajar, playa subir, pero esta vez dando dos vueltas a un circuito de 5 kilómetros. Se hizo mucho más llevadero dar dos vueltas, me pilló en un buen momento, y acabé en 42:42.
Y esta vez, la tercera, otro recorrido distinto, una sola vuelta, también bajar, playa y subir, pero alargando la última subida durante los últimos 4 kilómetros con algunos toboganes. Cosa que descubrí ya estando en la salida, porque como decía antes, corrí casi de rebote, después de decidir no ir a la Cursa de la Vila Olímpica y al final acompañar a Toni y usurpar un dorsal que había quedado libre... :)
La carrera empieza en el pubelo, a 53 metros de altura sobre el nivel del mar, y se baja en picado durante los dos primeros kilómetros. El primero, muy animado, a 3:32... El segundo, un poco menos animado, a 3:45. Y el tercero, todavía bajando un poco pero empezando ya a llanear por la playa, a 4:04. Fue llegar a la costa, y recibir un golpe de humedad y bochorno que acabó con mis energías... Dos kilómetros llanos, pero inhumanos, viendo a la gente tomar el sol y bañarse, a 4:21 y 4:23. El sexto, todavía en llano al principio pero subiendo al final, sale según el Forerunner a 4:38, pero debió ser algo más rápido, ya que tras pasar por un túnel el reloj se tragó unos cuántos metros. Y luego, el suplicio...
Kilómetro 7, empapado de sudor, muerto de calor, cansado, subiendo mucho y bajando un poco al final, a 4:32. Otro más, mitad bajad, mitad subida, a 4:30. Y los dos últimos, ya de subida constante, gastando las últimas fuerzas a 4:35 y 4:40. No me quedaron energía para intentar apretar un poco más al final, y me quedé en 42:11, tenía en mente bajar de 42:00, pero no pudo ser, el bochorno y la humedad pudieron conmigo.
De todas maneras, con el tiempo oficial y los 10 kilómetros reales de carrera, me sale una media de 4:13, que dada la temperatura y el perfil me deja muy satisfecho. Corrí a 173bpm de media, llegando a ponerme a 186 al final. Posición 79 de 626 finishers.
Pero como estoy entrenando para la maratón de Berlín, el domingo, aunque apetecía descansar, salí a hacer un cochinero suave de unos 15 kilómetros por el río y acercándome al litoral. Se está muy bien en casa, corría un aire fresquito y era muy complicado levantarse del sofá, pero conseguí hacerlo y a las 10:43 ya iba hacia el río.
Buena temperatura, cielo nublado, perfecto para correr, pero un cambio climático súbito hizo que durante unos 15 minutos apareciera un solazo por el río que no esperaba... Ritmos clásicos de rodaje suave de domingo, algo por encima de 5:00. Salí del río, camino al litoral, y otro pequeño cambio climático devolvió las nubes y bajó la temperatura... Incluso cayeron cuatro gotas...
Ya llegando al litoral, kilómetro 7,5 di media vuelta pensando en acabar 15 kilómetros a ritmo cochinero. El cielo se iba cerrando... La temperatura bajaba y la sensación de humedad era muy alta... Me animé un poco y llegando al río cayeron los primeros parciales por debajo de 5:00...
Y ya en el río... El cielo se cubrió completamente. Y de repente cayó un rayo espectacular, quizá a un kilómetro de distancia... Luego el segundo, impresionante, por el tiempo que tardé en escuchar el trueno, tuvo que caer a menos de 500 metros de donde estaba, vaya susto... Por unos segundos al aire olía a quemado... Y eso no fue más que el anuncio de lo que venía... La madre de todos los chaparrones... Empezaron a caer unas gotas enormes, y en cuestión de segundos, una espectacular cortina de agua empezó a caer bravamente en el río y alrededores... No era el final previsto, pero los dos últimos kilómetros, visto el panorama, apreté un poco y el entrenamiento acabó siendo de 13 kilómetros suaves y 2 de hachazo final intentando no mojarme menos, pues ya estaba empapado, sino mojarme durante menos tiempo... :)
Al final salió una media de 5:06 y pulsaciones a 149bpm, pese al susto... Y un fin de semana bien completo de dorsales, calor, humedad, fresco y tormenta...
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