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jueves, 27 de diciembre de 2012

La metamorfosis

5 de julio de 2010. Hace casi dos años y medio que lo decidí. Se acabó eso de las carreras de 10K, una detrás de otra, con alguna media maratón de por medio. Ese día lo tuve claro y ese día cambió todo. Quería correr maratones.

Cierto es que aún no era consciente del lío en el que me metía... :) Algo había leído, algo había oído, pero lo que me impulsó fue, casi a partes iguales, el muro con el que me choqué en 10K, esos 40 minutos que no había manera de bajar, y la admiración que me producía leer en tantos blogs esas preparaciones de 4 meses, esas tiradas largas de 30 kilómetros, eras series de 3000 metros, y esa medalla que te cuelgan cuando acabas una maratón.

Después de haber leído mucho y haber intercambiado muchas opiniones, veo claro que si hubiera descubierto esto-del-correr de joven, seguramente me habrían orientado más a la velocidad que al fondo. Quizá los 100 metros o los 400, incluso algo con vallas. Cuando jugaba a baloncesto, no destacaba ni mucho menos por mi altura, 1,74, pero sí por mis saltos y velocidad, lo que costó más de un tapón a alguno más alto pero menos rápido y saltarín que yo... :) Y en el fútbol sala, mis coast-to-coast desde el lateral, al lado del portero, hasta la portería contraria, no tenían nada que envidiar a los de Cristiano Ronaldo... :) Así que seguramente los tacos de salida y las zapatillas de clavos habrían formado parte de mi equipo habitual.

Pero empecé a correr ya de mayor y la distancia en la que me sentía más cómodo y me era más asequible eran los 10K. Progresé rápido, fueron cayendo los sub 45, sub 42, sub 41... Y me topé con la marca psicológica del 40:00. Se complicaba la cosa... Carreras multitudinarias... Trazados con ligeras subidas que echaban al traste cualquier intento de bajar la marca... Todos apretujados en la salida... 10 minutos quieto antes de salir para coger buen sitio... Cajones que no se respetan... Y nada, que me atasqué con la marca...

Así que cambié de tercio. Elegí la carrera del debut maratoniano. Maratón del Mediterrani. Cerca de casa, sabía que iban a ir muchos amigos, y también se corría una media maratón al mismo tiempo y Manu iba a estar también en ella. Busqué un plan de entrenamiento, lo seguí a rajatabla, adquirí el sano hábito de madrugar cada día... Llegó el día, todo salió mejor de lo que pensaba, en el kilómetro 30 había aprendido muchas lecciones, pero ya estaba pensando en la próxima... Llegó el momento... Crucé la meta... Me pusieron la medalla... Y me gustó... :)

No dejé de correr carreras de 10K ni medias, pero sí que empecé a hacerlo de otra manera. Tres semanas después corrí la primera 10K después de la maratón... ¡Y toma! 39:58. ¿Fue la supercompensación? Creo que sí... Muchos autores recomiendan cambiar el tipo de entrenamiento para trabajar grupos musculares que normalmente no trabajamos, para mejorar nuestro rendimiento en zonas de frecuencia cardíaca en las que no estamos acostumbrados a movernos, incluso para despejar un poco la cabeza. El cambio en las rutinas de entrenamiento me sentó muy bien y llegué a los 10K mucho más fino, con mayor capacidad aeróbica y anaeróbica, y quizá con el mono de no haber corrido una 10K en dos meses, tras haber estado corriendo 2 o 3 al mes anteriormente. 4 meses de entrenamiento maratoniano, correr 42 kilómetros, descansar una semana y dedicar 2 semanas a afinar con series y cuestas me sirvieron para romper la barrera psicológica, que de otra manera, creo que todavía estaría ahí...

Aquello fue un punto de inflexión. Vi claro que iba a correr muchas más maratones. Me entusiasmé con la mejora en 10K, pero también entendí que el precio de correr maratones es que a la larga nuestro progreso será más aeróbico que anaeróbico, más de resistencia que de potencia, y más de 160bpm que de 175bpm... :) Aún así, durante las siguientes semanas, pude volver a bajar esos 40 minutos, por los pelos, en Nassos 2010. Mejoré también en media maratón, y algo más de un año después y con dos maratones más a cuestas, hace exactamente un año, hice mis mejores marcas personales en media maratón y en 10K.

¿Y por qué digo metamorfosis? Porque creo que ya me he convertido definitivamente en maratoniano. Y me he dado cuenta después de correr la última media maratón, y por las sensaciones previas a la 10K en la que tengo mis dos mejores marcas, Nassos, que será dentro de 4 días... En la media maratón de Vilanova, aunque iba un poco perjudicado físicamente, noté que el cuerpo no respondía a la señal de correr a 4:15 durante 21 kilómetros, ni que fuera durante el primer kilómetro. En cambio, en condiciones físicas bastante precarias, las piernas y los pulmones se encontraron cómodos en torno a 4:30-4:35, y así corrí toda la media acabando con la sensación de tener fuel para otros 21 kilómetros más. Hacía un año, en Vilanova, salí a por todas, me puse a 170bpm antes del kilómetro 4 y cuando acabé no tenía fuerzas casi para tenerme en pie pero acabé bajando el ansiado 1:30:00. En cambio, este año, no me puse a 170bpm hasta el kilómetro 18, y eso que hacía mucho más calor que hace un año, e hice 1:37:04, una marca ideal para pasar la media maratón si se quiere hacer 3:15 en maratón, y terminé muy entero y poco perjudicado.

Anticipo que el próximo lunes voy a sufrir algo parecido. Hace un año, fui a Nassos 2011 pensando que era el día ideal para bajar mi marca en 10K, y que seguramente lo que hiciera ese día iba a ser la marca que quedaría en mi historial para siempre. Venía de bajar mi marca en media, trabajé series cortas, cuestas, corría miles a 3:45 a las 6:00am... El clima era perfecto, el frío justo, la carrera estaba perfectamente organizada, salida por cajones, que se respetaron, recorrido plano... Y fue mejor que en el mejor de mis sueños. 39:30, apretando los dientes al final, sabiendo que seguramente no habría otra oportunidad así nunca más, pues precisamente ese día... Creo que fue el día en el que culminó la metamorfosis...

Quizá fue algo psicológico. Bajar 30 segundos de los 40:00 fue una liberación, y me sentí más legitimado para buscar un salto importante en maratón. Igual que me pasó con los 10K y los 40 minutos, en maratón me había topado con el 3:30, y apenas pude rascar más de 2 ó 3 minutos a esa marca.

Pero liberado del lastre de los tiempos en media y en 10K, llegó Sevilla, entrené duro, con la moral alta, y comprobé que empezaba a correr cómodo por debajo de 4:50 y que el tío del mazo se lo pensaba mucho antes de aparecer, aunque al final lo hacía pero sin dar tan fuerte como antes. Vi que a partir del kilómetro 30, en el que me hundía, iba adelantando gente... Y una vez más, antes de acabar, ya estaba visualizando la siguiente y pensando que iba a ser mucho mejor.

Llegó Berlín, y fue mejor, mucho mejor que en el mejor de mis sueños. Preparando esa maratón tuve dudas, noté que había perdido potencia, en las series cortas no bajaba de 4:00 el minuto, y si eran de 2000 con mucho sufrimiento las hacía a 4:15. Pero volví a correr los 42 kilómetros, el 4:50 pasó a 4:40, y el tío del mazo sólo apareció muy al final y casi para saludar, pues no me dio muy fuerte.

Y la metamorfosis maratoniana culminará definitivamente el lunes con los 10K de Nassos 2012, la última carrera del año. Hace un año el cuerpo pedía velocidad, series, cuestas. Estos días, pide ritmos Easy o a umbral aeróbico, correr menos de 14 kilómetros me parece que no es correr, y las salidas de más de 20 kilómetros salen por debajo de 5:00 casi sin quererlo y con las pulsaciones irreconocibles. Llegará el día 1 de enero, y contaré cómo sufrí mucho para bajar de 42:00 el día anterior y asegurarme un buen cajón para el año siguiente... Pero también contaré que tengo por delante otra intensa semana de entrenamientos maratonianos pensando en Barcelona 2013.

A todo esto, sólo quería comentar que la semana de entrenamientos ha ido bien.

  • 6 kilómetros muy cochineros el miércoles pasado, para acabar de recuperar, a 5:47.
  • El jueves 9,5 kilómetros a 5:14, acabando cómodo por debajo de 5:00.
  • El sábado fueron 14 a 5:10, de madrugada, acabando los últimos 5 a 4:50-4:55 y a 146bpm.
  • El domingo salí con ganas y cayeron 21,26 a 4:54, con pulsaciones de 156bpm y muy buenas sensaciones, pese a que el calor al final afectó un poco. Sí, el calor, ya sé que estamos en Navidad, pero vaya día de primavera que tuvimos... :)
  • El día de Navidad, 14 kilómetros a 5:10, para hacer un poco hambre antes de la comilona... :)
  • Y el 26, con mucho combustible del día anterior, 14 más a 4:56, y pulsaciones de 151bpm.


Prácticamente metamorfosiado... :)

lunes, 17 de diciembre de 2012

Crónica de la media maratón de Vilanova

No las tenía todas conmigo... No he enlazado mi última maratón con un plan para afilar el hacha de cara a pruebas más rápidas, y tampoco he cuidado otros detalles importantes como hoy he descubierto... Además, el tapering de los días anteriores fue cualquier cosa menos apropiado... Así que la carrera del domingo, la media maratón de Vilanova, mi cuarta participación en ella, no podía acabar muy bien.

El entrenamiento del miércoles ya fue bastante soso. 137bpm de media para correr 9,51 kilómetros a un ritmo de 5:31. Poca historia...

El jueves también volví a salir a ver si las sensaciones eran mejores. Las rodillas molestaban un poco así que no quise esforzarme. Como quería descansar un par de días, opté por salir el jueves en vez de el viernes, y como no andaba fino, hice 5 kilómetros a 5:42 y 133bpm.

El descanso del viernes y sábado habrían venido muy bien... Pero no fue así... Tuvimos un evento de empresa, en una casa rural, que empezó el viernes por la tarde y acabó el sábado por la tarde. Toda una experiencia profesional que cumplió sobradamente su objetivo de Team Building, incluido el secretismo hasta el último instante... Todo presagiaba un día divertido con los compañeros, sacos de dormir, linternas, ropa cómoda, cena de empresa... También era obvio que algún contratiempo habría que soportar, como ronquidos, y el ambiente propicio para tomar unas copas y fumar algún cigarro...

Pero fue bastante más que eso... :) Nos encontramos con unos juegos de equipo muy divertidos y muy orientados al trabajo de equipo. Y más físicos de lo que esperábamos... Total, que en la carrera de sacos, el futbolín humano, la lucha de gladiadores, la pista americana y los minijuegos me esforcé intensamente con el resto de mis compañeros... :) Antes de la cena, apareció una extraña pelota gigante de color naranja que también sirvió de entretenimiento físico... En la cena no pasé hambre, y después de otro pequeño juego y la entrega de premios, surgieron los corrillos diversos entre copa y copa y entre cigarro y cigarro, hablando de los tiempos en los que los programadores hacíamos los juegos en ensamblador, bromeando sobre el desconocimiento de muchos de los más jóvenes de qué era una pista americana, y así, entre charlas, copas y cigarros, fueron transcurriendo los minutos mientras los más de 120 que somos ya en Social Point compartíamos historias y nos conocíamos un poco más...

A una hora más que tardía, con un número de copas que superaba lo aconsejable, y tras haber perdido la cuenta de los cigarros, me retiré con los más viejos del lugar a disfrutar de una serenata de ronquidos y otros sonidos variados mientras a duras penas conciliaba el sueño...

A la mañana siguiente, un fugaz desayuno, y pese a que la cabeza sufría las consecuencias de los excesos de hacía pocas horas, los más deportistas de la empresa nos lanzamos como fieras a la pista de baloncesto, y tras unos tiros para ir entrando en calor, pasamos a la acción y nos echamos un tres contra tres apoteósico, que dio paso bastantes minutos después a un improvisado botellón a las 11:00am de Coca Cola y hielo... Tras vegetar un poco y seguir compartiendo conversaciones diversas, llegó la hora de comer un buen plato de pasta, y volver a casa tras un viaje algo accidentado en autobús...

Desde el mismo momento en que me levanté el sábado, en mi mente no dejaba de dibujarse una y otra vez el sofá de casa... Sí, conseguí llegar a él... Bastante perjudicado... A veces había sufrido de resaca y de agujetas... Pero tan intensamente... Y coincidiendo ambas en espacio y tiempo... Nunca... Además, igual que yo visualizaba el sofá para tumbarme en él como objetivo inmediato, mis cachorros creo que me estaban visualizando a mí con el mismo objetivo... Así que el descanso, con dos niños encima, no fue del todo reparador...

Me fui a dormir con agujetas insufribles, la cabeza muy perjudicada y la ropa para la carrera del domingo preparada... Y a las 6:00am me levanté dispuesto a correr como fuera...

Hablé con Manu con la esperanza de que tuviera un objetivo alrededor de 1:40:00 para intentar ayudarle a cumplirlo, si el cuerpo aguantaba, ya que era obvio que no podía aspirar a mucho más... Pero viniendo de un resfriado, me dijo que no, que él estaba buscando a alguien que tuviera el 1:50:00 como objetivo con intenciones tan perversas como las mías... :) El par de lisiados se fue para Vilanova en coche, sabiendo que no iba a ser una carrera para recordar, y si lo fuera a ser, no sería por la marca...

Ahí me encontré con Diego, uno de los principales artífices de que me animara hace más de un año a correr la maratón de Sevilla, y a Manuel Tintoré, luciendo un dorsal después de superar admirablemente  unos problemas físicos que gracias a su tesón ya son historia. Un bonito encuentro que me levantó un poco la moral.

Calenté bien, no quería sustos, y calentando ya vi que mis peores presagios podían haberse quedado cortos... Dieron la salida, y ese ritmo de 4:15 al que corrí la misma prueba hacía un año no pasaba de 4:25-4:30... Las pulsaciones no subían como en otras medias, simplemente, el cuerpo no tiraba... Fueron transcurriendo los kilómetros, en cada giro de 180 grados me cruzaba con Toni un poco más tarde, y poco a poco el cuerpo se fue acostumbrando al ritmo de 4:30 sin sufrir demasiado...

El último tramo, con bastantes cuestas, se hizo más duro, y la media bajó unos segundos que ya no pude recuperar al volver al llano. Acabé en 1:37:03, a 166bpm de media y un ritmo medio de 4:35. No daba para más...

Pero sí que me quedé reflexionando en lo curioso que es el efecto dorsal... Sin haber descansado, con agujetas por todo el cuerpo y con los pulmones y la cabeza lejos de su mejor estado de revista, hice una media maratón muy floja, pero si me lo tomo como un entrenamiento de 21 kilómetros a ritmo de maratón, nunca en mi vida he hecho esa distancia sin dorsal a ese ritmo. También puedo entender que es una consecuencia normal de ya tantos meses de entrenamiento orientado a maratón. Ahora me es más fácil correr más distancia sufriendo menos, pero claro, a un ritmo menor. Así que me quedaré con la parte positiva. No acabé tan destrozado como en otras medias maratones. Y si en Barcelona paso la media maratón en 1:37:03, y doblo la segunda mitad, bien entrenado y reposado, saldría un sub 3:15 que por ahora es un sueño que quiero empezar a tocar con los dedos poco a poco.........

Un último dato que seguro que también ha ayudado... Estas últimas semanas creo que he descuidado un poco la alimentación... El tupper sale de casa lleno a rebosar... En el desayuno de empresa de los lunes siempre pruebo un bocadillito de cada sabor, y las ensaimadas están buenísimas y también las cato... Pese a que son light, no me privo de bebidas a la hora de comer... Y en las visitas el Burger y el bar de los callos quizá debería dejar de lado más frecuentemente fritos, salsas y pan... Total, que hoy me he subido a la báscula... Y el veloisidráptor de 72 kilos que volvió de Berlín con MMP en maratón hoy ha conseguido que salga un 76 donde dice peso... Así que a cuidarse un poco tocan. Dudo que llegue bien a Nassos, el 31 de diciembre, y para la media de Sitges, dentro de un mes, voy muy justo, con las fiestas de por medio.

Habrá que volver a la buena senda, pero qué carajo, después de Berlín, creo que me gané unos pocos excesos, aunque ya me los he cobrado sobradamente... ;)

Y las fotos de Vilanova de recuerdo. Tres fotogramas, paso a paso, del tratado sobre hidratación en carrera, y la foto de los finishers.




lunes, 10 de diciembre de 2012

Pollos templados y series heladas

Otra semana más de entrenamiento, un poco más variada y orientada a las carreras que vienen este invierno. Menos cochineros, más montaña, y primeros coqueteos con las series. Buenas sensaciones, me lo estoy pasando muy bien en la montaña, pero las series cuestan más, creo que los entrenamientos de maratón nos hacen más lentos y resistentes, y eso es un idioma que no entienden bien las series...

Pero como decía Jack el destripador, vayamos por partes...

Tras el descanso del martes, el miércoles, con un frío de mil demonios, salí a rodar sin una idea muy clara. Según me encontrara, intentaría meter algo de velocidad. Y me encontré bien y lo hice. 2 kilómetros calentando, el segundo a 5:15, y decidí sobre la marcha hacer los siguientes 6 kilómetros corriendo 650 metros a ritmos Easy, y los otros 350 a ritmo mucho más intenso. Los Easy entre 5:10 y 5:20, al principio, y más cerca del 5:00 al final, y los tramos rápidos a ritmos de entre 4:05 y 4:20, quedándome con las ganas de ver la gráfica de pulsaciones que seguramente habría sido muy cachonda porque salí sin ponerme el pulsímetro... :( 1.300 metros recuperando, a ritmo muy suave, y a casa con la sensación de que el cuerpo respondía bien a las mini series.

El jueves tenía fiesta, así que la oportunidad de correr a una hora más razonable no la desaproveché. Empecé a las 11:25, salí bien despierto y desayunado a hacer la ruta clásica de estos días, Dues Pedres - Turó del Pollo. Hace unas semanas me costaba 1 hora y 16 minutos hacerla a buen ritmo. La semana pasada la hice en 1:11:40. Y el jueves, con mucho frío y viento, en 1:12:58, no tan fresco como hace unos días, pero disfrutando mucho y sintiendo la mejora en el cardio. De nuevo más reservón en las subidas, y llegando con muchas fuerzas a las bajadas.

Descanso el viernes, y el sábado, el cuerpo pedía de nuevo montaña. Salí pocos minutos antes de las 11:00, y me encontré con un espectacular día primaveral. Esta vez cambié la ruta por un clásico Turó del Pollo de toda la vida, pero alargando la vuelta hasta la cruz de Montigalá. De nuevo muy bien de sensaciones y disfrutando de la montaña que tengo tan cerca de casa. Hacía tiempo que no corría por esa zona, y aún llevando la ruta en el GPS, me equivoqué de camino al menos 3 veces... :) Me llevé algún rasguño de recuerdo volviendo al camino perdido, me encontré con mi hermano ya casi llegando a casa y completé la ruta de casi 14 kilómetros sintiéndome más cómodo que nunca corriendo por caminos de tierra.

El domingo ya no había excusa, tocaba cochinero sí o sí. Esta vez, volviendo a los entrenamientos dominicales en ayunas. A las 7:40, con un café y un par de galletas de chocolate, salí a hacer la ruta hasta el puente del Forum a ritmo cochinero. Por el río iba a 140bpm y con ritmos algo más rápidos de 5:30 de media, salí hacia el puente un poco más suelto, después de beber en la fuente, y cuando vi la subida del puente del Forum recrodé que una subida se hace más divertida yendo más rápido, así que hice tres cambios de ritmo, rápido en la subida y más suave en los descansillos del puente, media vuelta en el reloj de sol que hay al final del puente, de nuevo subida apretando el paso y vuelta al río con las pulsaciones más altas y el ritmo algo más vivo, a unos 5:15 de media.

Ya volviendo a casa, en la recta de casi 500 metros que tengo por asfalto, las piernas pedían final feliz y me aventuré a hacer 4 strides como mandan los buenos cánones, acelerando poco a poco, brazos y hombros relajados, cuerpo erguido, alcanzando la máxima velocidad y manteniéndola unas metros, dejándose llevar al final y decelerando poco a poco, unos metros recuperando, y vuelta a empezar.

Salieron poco más de 14 kilómetros a ritmo de 5:24, 146bpm y un poco de variedad.

Y hoy, a 3 grados centígrados en la calle, ya sí, las primeras series en mucho tiempo. Pensando que lo próximo que tengo es una media maratón, elegí un 3x2000 y las Kinvara. 2,5 kilómetros suaves hacia el mar, viento a favor, 5:45 y 140bpm.

2000 metros entrando en calor, con viento favorable, a un ritmo de 4:16 y acabando a 165bpm. 2 minutos de recuperación.

Otros 2000 ya con viento en contra, 4:18 y 171bpm. Ya costó un poco más, el viento y el frío que éste provoca se notan mucho. 2 minutos que pasaron volando.

Y los últimos 2000, sufriendo un poco más, a 4:19 y subiendo las pulsaciones a 172bpm.

Sí, a las 6:00am y con 3 grados de temperatura... Para llamar a los loqueros... :)

750 metros recuperando, a más de 6:00 de ritmo, buenas sensaciones, no me veo tan rápido como hace un año, aunque creo que hay mucho margen de mejora. Creo que en Vilanova, este domingo, saldré reservón y que en Sitges sí que puedo ir a buscar marca. Es una lástima, porque en Vilanova he corrido tres medias maratones y hecho tres mejores marcas personales. Pero este año los entrenamientos no me han dejado como hace 12 meses... Habrá que seguir con las series.

lunes, 3 de diciembre de 2012

In crescendo

Otra semana más a la saca, en este periodo entre maratones, orientada a las medias y los 10K que me esperan este invierno. La molestia en el bíceps femoral ya casi ha desaparecido del todo, no me duele pero aún noto algo, así que prefiero no meterme todavía en series explosivas y me siento más cómodo con cuestas y montaña.

El lunes hice el último entrenamiento que conté en la pasada entrada... El martes tocaba descansar, y el miércoles me pasó algo que no me había pasado nunca........ O el despertador no sonó, o yo estaba sumido en un suelo tan profundo que ni me enteré. El caso es que cuando abrí los ojos eran las 6:00am, se me pasó por la cabeza levantarme de un salto y salir corriendo sin esperar al punto 8 y volver apresuradamente para desayunar e irme volando al trabajo... Pero preferí captar el mensaje. Si en todo este tiempo el despertador y yo hemos sido muy buenos amigos, algo debió pasar para que mi cabeza decidiera que tocaba descansar. Así que descansé con la conciencia tranquila... :)

Y dos días de descanso te dejan muy descansado... :) El jueves salí a correr sin planes concretos. En todo la preparación de Berlín, el día que más he corrido entre semana han sido 12,5 kilómetros, he optado por no correr más distancia de madrugada, creo que es un esfuerzo que compensa poco, y quiero pensar que el resultado de Berlín indica que la idea no es mala. Así que, pensando que no iban a caer más de 10 kilómetros, bajé a la calle y me di de bruces con un frío glacial ártico que casi me tumba... El frío anima a correr, es una cuestión de superviviencia... Y tanto que invita a correr... Normalmente, mi primer kilómetro, entrando en calor, suele llevarme 6 minutos o más, en cambio el miércoles el primero caía en 5:22, y el segundo en 5:03. Otro más en 5:12, 5:08, 4:58 volviendo, con viento en contra, 4:59, 5:00, 5:014:53 y 4:54, corriendo cómodo y descansado y bien de pulsaciones, que quedaron en 149bpm de media durante los 9,57 kilómetros que corrí a un ritmo medio de 5:04. No fue un cochinero clásico, teniendo en cuenta la hora, el grado de esfuerzo fue más o menos el de ritmo maratón.

Y eso al día siguiente, sin llegar a dejar agotado, hace que las piernas no estén tan frescas. Pero tocaba correr después de la parada involuntaria del martes. Sonó el despertador a la hora habitual, miré la temperatura, 4 grados, y me pasó lo típico, seguro que os ha pasado muchas veces, que ves que aún está oscuro, tienes sueño, hace un frío tremendo, y te entran unas ganas irrefrenables de hacer unas series en cuesta... ¿Os ha pasado alguna vez, verdad? :)

Nada más empezar a correr vi que no iba tan suelto, pero si quiero trabajar la potencia de cara a carreras más cortas, tocaba subir fuerte y recuperar suave... Hice mis 5 subidas clásicas de 500 metros con una pendiente del 6,6%, intentando ir de menos a más. 2:51 la primera, muy suave, 2:42, entrando en calor, 2:28, quizá demasiado rápido, 2:31, las piernas no tiraban, y de nuevo 2:28, ya había tocado techo... Vuelta a casa a ritmo muy tranquilo, recuperando las piernas, y una ducha calentita que me sentó casi tan bien como la de después de la Behobia... Conclusión: las series conviene hacerlas con las piernas descansadas... Y no te dejan tan roto como una tirada larga o a ritmo de umbral aeróbico, a ver si me acuerdo la próxima vez de hacerlo al revés, primero las series, y luego el rodaje suave.

Descanso el sábado, y el domingo, de nuevo, la llamada de la montaña. Me encanta la ruta que llevo repitiendo estas últimas semanas. Además, hacer el mismo trayecto es una buena manera de medir mi estado de forma. Salí a las 11:00am, hacía frío pero el día estaba soleado, así que no llevé cortavientos y sí que me llevé un poco de bebida isotónica. Ruta en dirección a la Serralada de Marina, salí más ligero que de costumbre, cosas del frío. El primer kilómetro vi que lo marcaba a 5:41, bastante por debajo de los 6 y pico clásicos. Notaba que las piernas iban bien, y no había motivo para echar el freno, ya conozco la ruta, creo que sé cómo dosificarme, así que seguí con un ritmo moderado, guardando plumas en las subidas, acelerando algo en las bajadas, y llegué a la cuesta asesina bien de fuerzas y de ganas, pero con la cabeza lo suficientemente fría como para no echarlo todo a perder... Subí a ritmo constante, respirando intensamente, acortando zancada y aumentando cadencia, un respiro en el desvío hacia las dos piedras gordas, y vuelta a la subida criminal. Por los tiempos de cada kilómetros y las sensaciones que tenía, pensaba que iba algo más rápido que las últimas veces... Ataqué el kilómetro inhumano con pendiente del 10%, a 7:34, me suena que un poco más lento que otras veces, pero cuando llegué a la carretera que va a la urbanización Vallensana, iba muy bien de fuerzas y noté que en el llano y las bajadas iba más suelto que de costumbre.

Ls piernas respondían bien, rodeé el Turó del Pollo, y en el camino de vuelta vi que me ponía fácilmente a correr por debajo de 5:00, el cuerpo pedía más, un kilómetro a 4:16, otro a 4:18, normalmente voy ya un poco tocado y me dejo llevar por la gravedad, pero el domingo no, el domingo las piernas querían guerra y bajaba con alegría, sigo fuerte, 4:32 cuando la pendiente ya no es tan aguda, y los últimos 440 metros ya urbanos salen a 4:14 de media. Voy llegando a casa, y veo que el tiempo va a quedar en poco más de 1 hora y 11 minutos, creo recordar que la última vez que hice la ruta hice más de 1:13, y que eso fue 1 minuto más que mi mejor tiempo en esa ruta, así que calculé que quizá acabaría bajando un minuto mi mejor tiempo.


Llegué a casa, sincronicé el Forerunner, y fui a comprobar si había mejorado mis tiempos anteriores... Y entonces, me di cuenta de las alegrías que da tener mala memoria... :) La última vez, cuando hice un minuto más que mi mejor tiempo, no hice 1:13, no, hice 1:17... Es decir, mi mejor tiempo, corriendo bien de fuerzas, fue de 1:16, así que le metí casi 5 minutos a mi tiempo oficioso en la ruta Dues Pedres / Turó del Pollo!!! Otras ducha caliente bien merecida, y buenas sensaciones de cara a las próximas carreras, parece que de cardio he mejorado y que las piernas descansadas quieren guerra...

Y hoy, creo que me gané un cochinero regenerador. 8 kilómetros, con cortavientos, guantes y buf, a ritmo ultracochinero de 5:58 y pulsaciones cochinísimas de 135bpm.

Si veo que ya no noto nada en el muslo, a finales de semana probaré unas series de 1000, que la Media Maratón de Vilanova está a la vuelta de la esquina.