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miércoles, 30 de marzo de 2011

Poco a poco, y aprendiendo a correr

Después del desfogue de ayer, era lógico amanecer hoy con agujetas y cansado, tras tres semanas de parada total y una sesión de running luchando por cambiar la pisada, corriendo como si me persiguiera un acreedor y respirando intensamente para alimentar mis músculos sedientos de oxígeno...

Hoy me desperté algo cansado, tras interrumpir el sueño a las tres de la mañana un bebé que parecía mostrar su malestar por tener que compartir sus gelatinas conmigo, pero a las 5:00am el depertador volvió a recordarme que el día volvería a empezar con un pequeño entrenamiento, sin objetivos, sin formar parte de un plan, simplemente como parte del paulatino retorno a la normalidad.

Los buenos hábitos van volviendo poco a poco... Que no falten mi café y mis galletas, añadamos un poco de zumo de naranja para acelerar el efecto, y de nuevo el punto 8 ha ocurrido limpiamente antes de salir. Cacharros preparados, esta vez me llevé unos guantes, pues ayer pasé algo de frío en las manos, ¡y a correr!

Esta vez, para variar, rumbo al mar, de nuevo vigilando la pisada desde el primer paso. Aún me queda mucho para que el movimiento sea correcto y me salga instintivamente, pero seguiré con ello y ya no hay vuelta atrás. Ratifico que el impacto que siento es mucho menor, tengo la sensación de que cada zancada exige algo más de esfuerzo pero a cambio el rendimiento es mucho mayor, pero podría ser que esa sensación de mayor esfuerzo venga porque estoy lejos del momento de forma normal fruto de entrenar cada día.

Por ejemplo, hoy he corrido bastante más despacio, el primer kilómetros calentando mucho más tranquilo, a 5:43, y los siguientes siete a poco más de 5:00 con viento a favor y poco más de 5:10 con viento en contra, pero el precio han sido unas pulsaciones medias de 162bpm y máximas de 173. 1500 metros más enfriando, empezando a 5:30 y acabando a 5:55, y la sensación de que aún hay que tener mucha paciencia para recuperar la forma. Pero contento y con un nuevo objetivo a corto plazo, que no es una marca o un gran reto, ya habrá tiempo para eso, sino mejorar mi técnica de carrera y cuidar más mis rodillas.

Estos dos días me han hecho ver que el domingo de ninguna manera intentaré salir a hacer ni mucho menos una gran carrera, sino que será un día ideal para atacar mi PMP (peor marca personal) en esa prueba... :) A veces he comentado con amigos runners que me gustaría algún día hacer una carrera sin objetivos, sólo a disfrutar del recorrido, y ahora me doy cuenta que la Cursa de El Corte Inglés es precisamente una de las ideales para eso, dura pero bonita, subiendo la montaña de Montjuic y dando la vuelta a la pista del estadio olímpico. Sólo echaré en falta no subir por mi cordialmente odiado Paralelo... :) Y la haré con ese planteamiento, jajaja, sin caer en esa tentación de "bueno, empecé suave, me vi fuerte, no me daba cuenta pero el ritmo salía solo, iba cómodo y con ganas de más"... No, no será el día para eso, quiero guardar plumas para ver si llego a la Nike Bombers bien la semana siguiente, a ver si ese día sí que sale una carrera bonita, todo dependerá de cuánto tarden en llegar los buenos ritmos a pulsaciones normales.

Mañana un descansito y madrugón para ver el capítulo de Fringe. Hay que respetar los horarios del runner. Y antes de despedirme, quiero mandar un gran abrazo a Miguel Mij-Mij, uno de los primeros amigos que hice a través de nuestros respectivos blogs, que está peleando con una fascitis y cuyo ejemplo me ha inspirado mucho en estos días en el dique seco, ánimo amigo que pronto sales de ésta. Y otro abrazo para todos los que estáis también en el dique seco, sé que se hace difícil pero también he aprendido que estas paradas, aunque sean forzadas, que mucha veces sólo paramos cuando ya no podemos seguir, son buenas para dar un descanso al cuerpo y la mente, para ordenar ideas, para hacer balance, para plantear objetivos distintos más allá de marcas o kilometrajes, y que acaban devolviéndonos al asfalto con energías renovadas pareciendo que fue ayer el último día que corrimos antes de tener que parar. Ánimos a todos.

martes, 29 de marzo de 2011

¡El retorno!

Hay muchos días que quedarán grabados para siempre en la memoria de un runner. Quizá el día en el que uno deja de ser jogger y pasa a ser runner no es uno de ellos, seguramente porque, al menos en mi caso, no puedo decir que haya sido un día en concreto, fue una evolución paulatina y un buen día me di cuenta de que correr era algo que me gustaba, pero que además me había hecho marcarme una autodisciplina y sacrificar algunas cosas, en mi caso horas de sueño y tele, a cambio del placer de sentir una evolución, una mejora, unos resultados...

Otros días sí que quedarán grabados para siempre. La primera carrera que corrimos, la primera vez que bajamos esa marca que se nos atragantaba, la primera media maratón, esa MMP en 10K que parecía un sueño, el día que decides empezar a preparar la maratón, el momento en el que te ponen la medalla después de completar los 42195 metros más duros de tu vida... No hay muchos más que recuerde con tanta nitidez y que sepa que nunca voy a olvidar.

Y hoy he descubierto otro momento muy especial, que sé que tampoco se me va a olvidar. Pese a que en mi caso no ha llegado a ser del todo una lesión, sino una especie de cansancio físico y mental unido a una sobrecarga y una condropatía con la que debo convivir, hoy he vivido un momento que creo que todo runner tiene también grabado si ha pasado por él. El momento de volver a correr después de estar parado forzosamente...

Algo tan rutinario y habitual como levantarse, preparar la ropa, comer algo, estirar, empezar a correr un día más, uno de muchos, uno que acaba siendo una cifra en una hoja de cálculo en la que guardamos nuestro plan de entrenamiento, puede convertirse en un momento muy especial cuando lo hemos perdido durante un tiempo...

Y cuando por fin, tres semanas después, el despertador ha sonado a las 5:00am, con su música celestial, invitándome a salir de la cama en la que tan calentito se está, cuando he sentido la llamada de la cafetera y he saboreado cada segundo de ese robótico ritual matinal, apretar el botón para que el agua del depósito se caliente, coger una cápsula del cajón del Espresso Intenso, introducirla lentamente en el receptáculo, bajar la palanca y sentir como la aguja perfora la delgada capa protectora y nos obsequia con ese sonido sensual del aire que ocupa de inmediato el vacío que protegía el aroma del café molido, coger una taza verde y un plato verde, dejar la taza bajo el orificio de salida del denso brebaje mientras saco una cucharilla, todo calculado para acabar el proceso justo cuando la luz verde invita a pulsar el botón que inicia el proceso, lento pero seguro, por el que un fino hilo negro de intenso aroma llena suavidad la taza, inunda la cocina, despierta los sentidos, mientras abro con sumo cuidado el bote de las galletas, elijo dos al azar, y camino lentamente hacia el comedor con el botín en mis manos, esa taza de café caliente y las dos galletas con chocolate que degusto mientras reviso mi correo, leo los comentarios de mis amigos runners, voy sustituyendo el pijama por la ropa de runner y reviso que el iPhone y Forerunner estén preparados para dar buena cuenta del entrenamiento del día...

Esos minutos en los que el cuerpo arranca, carga los drivers, inicializa controladores y procesos críticos del sistema, rutinariamente, acostumbrado a la mecánica diaria, hoy los he disfrutado con una tranquilidad y lentitud especialmente anodina, saboreando cada instante como si nunca más volviera a repetirlo, pero sabiendo que mañana estarán de nuevo ahí...

Me he vuelto a ver con mis Saucony, camiseta Nike de manga larga, mallas cortas, iPhone en el brazo derecho, pulsímetro en el pecho, Forerunner en la muñeca izquierda, llaves de casa en el bolsillo trasero del pantalón, nada más, hoy no tocaban geles, es más, ni siquiera ha habido punto 8, no tenía un kilometraje previsto, no tenía ritmo objetivo, sólo tocaba salir lentamente de casa, cerrar la puerta con sigilo, bajar una bolsa con envases para reciclar, y sentir un escalofrío cuando pisé la calle vestido de runner...

Estiré con una parsimonia exagerada, respirando hondo el aire de una ciudad dormida, sin coches, sin transeúntes, sólo con algún despistado que miraba al loco de los pantalones cortos, me quedé ensimismada viendo como las columnas danzantes del Forerunner cambiaban de tamaño y posición mientras la señal de los satélites del GPS indicaban en qué parte del planeta un runner se disponía a empezar el entrenamiento más esperado de su breve historia...

Tras los estiramientos, esperé pacientemente a que el semáforo de peatones cambiara a verde... Puse en marcha en RunKeeper... Di dos pasos... Pulsé Start en el Forerunner... Y empecé a correr...

No había plan, no había ruta, no había ritmo... Desde la primera zancada me esforcé por pisar con el pie plano, levantar los tobillos y conseguir un movimiento casi circular de la pierna, intentando pisar con el pie plano cuando éste ya vuelve de la posición más lejana que se alcanza con la zancada hacia delante. Inmediatamente sentí que me costaba un poco más, pero que a cambio, el impacto que sentía en las rodillas era mucho menor...

Llegué al punto en el que bajo al río, pero decidí seguir en dirección a Montcada, ida y vuelta suman poco más de 9 kilómetros, me sentía cómodo, no iba a hacer 14 ó 15 pero tampoco quería hacer 6, así que sobre la marcha decidí que 9 era buen número.

Cuando miré el Forerunner vi que ese primer kilómetro que normalmente hacía a 5:50 ó 6:10 cayó a 5:02. No salí con la idea de empezar a lo loco. Pero las piernas ávidas de zancadas me llevaban en volandas. La zancada más eficiente indudablemente influye, qué bruto he sido todo este tiempo corriendo de manera tan descompensada...

Creo que seguí hacia Montcada también porque el cuerpo me pedía sentir con intensidad ese viento que sopla en el Besós en dirección hacia el mar. Ese aire que adultera los tiempos de mis series, que me frena y me hace luchar a cada paso, me llenó de energía, me hizo correr aún más, mejorar la sincronía del movimiento de mis piernas, y poco a poco el ritmo fue aumentando, dejándome llevar por lo que me pedía el cuerpo, sin pensar si iba deprisa o despacio, dando rienda suelta a las piernas que experimentaban de nuevo la sensación de llevarme en volandas...

4:54, 4:44, 4:41 y media vuelta para hacer otro kilómetro más a 4:41... No, no iba tranquilo, no iba relajado, no iba respirando cómodamente. Iba al ritmo que me pedían las piernas, ellas mandaban, se lo habían ganado con esa paciencia infinita durante estas tres últimas semanas, y hoy las respeté y decidí que la cabeza tomara el mando a partir de mañana. Las piernas no fueron imprudentes y pese a correr a un ritmo mucho más vivo que el habitual de mis salidas a las 5 de la mañana, no llegaron a forzar más de la cuenta, pero sí que pisaron con ganas, intentando aplicar una buena técnica, pidiendo más aire a los pulmones, más sangre al corazón, más impulso a los brazos...

Siguieron tirando de mí, 4:37, 4:39 y 4:38, velocidad de crucero, yo, el viento, el río Besós, nada más, algo más de 13 minutos que me parecieron un segundo y a la vez una eternidad, el contacto del suelo en mis zapatillas, esta vez distinto, más suave, casi una caricia, un gesto más limpio, más eficiente...

Ya estaba llegando a casa, bajé el ritmo, último kilómetro a 4:47, y los algo más de 200 últimos metros a 4:13, levantando los tobillos, aumentando la velocidad angular de mis piernas, sintiendo el esfuerzo, ahora sí, acabando con ganas, queriendo seguir pero pensando que es sólo el primer día, que me he dado un homenaje, que mañana seguramente tendré agujetas, que no era lo más inteligente correr así pero sí que era lo que el cuerpo me pedía, y esta mañana he quedido darle un homenaje...

Mañana a rodar tranquilo... Pero hoy será un día que no olvidaré como runner...

lunes, 28 de marzo de 2011

¡Mañana a correr!

Se acabó el descanso, las molestias o el miedo... Hoy he hecho lo mejor que podía hacer, dejarme aconsejar por amigos que han pasado por algo parecido, y visitar a un fisio especializado en deportistas. Tan especializado, que visita por las tardes porque por la mañana presta sus servicios en la institución deportiva más importante de Cataluña...

Y todo esto gracias a los consejos de Maier, el abuelo runner, a quien conozco desde hace poco tiempo, desde la Cursa de Sant Antoni para ser más exactos, pero que en ese poco tiempo ha demostrado ser un amigo que se preocupa por los demás, con quien siempre puedes contar y que emana bondad y buenas vibraciones por los cuatro costados. ¡Gracias Rafa!

Una vez más, me vuelvo a maravillar por el mundillo que he descubirto detrás de los blogs de corredores, siempre apoyándonos, siempre dando consejos, siempre desinteresadamente, y con los que me he sentido tan a gusto cuando hemos podido romper las barreras de internet y coincidir en persona. No conozco otro grupo humano tan solidario como éste...

Y fruto de esos sabios consejos, hoy he ido al fisio que me ha recomendado Maier. Me ha esperado en el metro de Cornellá, donde he conocido y saludado a su mujer, con los billetes para Elche en la mano... :) Me acompañó a la consulta, y esperó conmigo estoicamente dos horas hasta que me atendieran, tiempo en el que casi nos contamos nuestras respectivas vidas al completo... :)

Llegó el momento de la esperada visita, he de reconocer que estaba algo nervioso. Desde antes de la maratón de Barcelona, llevo notando una leve molestia en la rodilla izquierda, que se me iba cuando llevaba unos minutos corriendo y con hielo no daba mucho la lata, en la maratón la verdad es que no la noté, y al acabar la maratón el cuerpo y sobre todo la cabeza me pidió reposo. Han pasado ya tres semanas, noto algo en la rodilla, no es un dolor intenso, es como una molestia que ha ido bajando, en ese tiempo me hice la resonancia, he tenido que esperar días, resultados, y el traumatólogo me dijo que no tenía nada y que si me dolía me mandaba 10 sesiones de recuperación. Pero ni me tocó la rodilla... Y estaba nervioso porque noto que parece que algo no va bien, no es grave, tengo ganas de correr, sí, después de tres semanas, pero quiero estar seguro de que puedo hacerlo con garantías.

Y hoy en el fisio todo ha sido muy distinto. Para empezar, ha visto la resonancia, y practicamente ha recitado los resultados del informe sin haberlo sacado del sobre. Más de 20 años de experiencia se notan... Ha prestado especial atención a la condropatía rotuliana, que después del examen manual ha visto claramente que es lo que me produce la molestia. La condropartía consiste en un desgaste del cartílago, propio de la edad y el ejercicio. Todavía es muy leve, y me ha comentado que no he de considerarlo como una lesión, sino como algo con lo que tengo que convivir. Gelatina, Condrosán, unos ejercicios para fortalecer la musculatura implicada, hielo, y se acabó el cuento... ¡A correr!

Se nota que el hombre trabaja con deportistas. El traumatólogo me dijo que lo ideal es que deje de correr. El fisio, casi me invitó a empezar mañana. Y así lo haré. Ya he comprado mi Condrosán, lucharé con mis hijos para que no acaben con las reservas de gelatina, haré cada día mis ejercicios y me aplicaré hielo 20 minutos por la noche... ¡Y a correr! Uy, creo que ya lo había dicho antes... ;)

Entenderéis que tengo muchas ganas de salir a hacer 30 kilómetros por el litoral, pero como aún me queda algo de cabeza, volveré poco a poco, intentaré reeducar mi pisada, y disfrutaré unos días del running sin planes ni pensando en marcas. Tanto que, para celebrarlo, el domingo haré la Cursa de El Corte Inglés, aunque sea sin pensar en mi marca y sólo pensando en volver a correr por Barcelona con mis Saucony, mis plantillas y practicando el Chi Running. Y si los entrenamientos van bien, a ver si en Nike/Bombers me sale una buena 10K.

A cargar el Forerunner... A dejar la ropa preparada en el comedor... A levantarse a las 5:00am... A cumplir el punto 8 de madrugada...

¡¡¡HE VUELTOOOOO!!!

miércoles, 23 de marzo de 2011

¡La rodilla bien! Pero hay que esperar más...

Qué extraño, he entrado en mi blog para contar cómo han ido los resultados de la resonancia, y me he encontrado con que el post anterior está incompleto... Qué cosa más rara, recuerdo que lo escribí a ratos en la oficina mientras compilaba y linkaba, no pude enviarlo por una cuestión de proxies, y lo mandé después desde el iPhone en el metro, y creo que por alguna casualidad extraña en ese proceso salió cortado...

Contaba en ese post mi pequeña odisea con la rodilla hace casi 20 años... ¡Cómo pasa el tiempo! El post se quedó en que pasaron 3 años de pruebas y más pruebas recurrentes.

Y debería haber seguido contando que, pasados esos tres años, hicieron conmigo una sesión clínica o sesión médica, no recuerdo cómo se llama, que consiste en que todos los traumatólogos del hospital me vieron la rodilla. Bueno, en realidad sólo me vio uno, el que sabía, y los demás miraban... ¿Te duele aquí? Sí. ¿Aquí? No. ¿Aquí? Sí. Vale, hay que operar...

El traumatólogo avezado decidió que necesitaba una operación que consistía en cambiarme el tendón rotuliano, afectado por una tendinitis crónica, por un tendón del cuádriceps. Lo pienso ahora y me parece una locura... Pero es lo que me dijeron.

Epidural, quirófano, me duermo... Y la conversación tuvo que ser algo parecido a esto:

Pobre chaval, tan joven, y a sacarle un tendón y cambiárselo por otro. Qué raro, un tío que hace deporte, no tiene sobrepeso, pero el médico dice que el tendón está muy mal y hay que hacer esta bestialidad. Bueno, aquí somos unos mandados, así que venga, abre la rodilla, vaya cicatriz más maja le va a quedar... Aquí está el tendón, vamos a quitárselo... Espera, espera... ¡Joder, si tiene una fisura en el tendón! Con razón le dolía. Si le hubieran hecho una resonancia lo habrían visto el primer día. Pues hombre, mejor le cosemos la fisura, no vamos a despertarle ahora para preguntar.

Me desperté y me contaron sólo lo último. Me cosieron la fisura, me tuvieron con la pierna escayolada casi un mes, y poco a poco fui recuperando y volví a jugar a fútbol y correr...

Ese tendón, después de 3 años jugando a fútbol con una fisura en el mismo, nunca quedó bien del todo. Pero a base de hielo después de jugar a fútbol o correr, aguantó muchos años y sigue haciéndolo.

Ahora, tantos años después, tras miles de kilómetros de entrenamiento, dos maratones, once medias maratones y veinte carreras de 10K, la rodilla se ha quejado un poco y el médico me pidió una resonancia para ver qué pasaba por ahí dentro.

Hoy he recogido los resultados. Dos placas que da miedo ver, qué cosas más raras se ven dentro de la rodilla, y un sobre cerrado que tenía que llevar al traumatólogo, con la palabra ABREME escrita... :) Lo abrí y eché un vistazo, recordando lo que me comentaba mi socio, que una vez fue al médico a llevarle unos análisis y le dio el sobre cerrado, y el médico le preguntó que cómo es que no lo había abierto en casa para ver lo que decía... :)

Me encontré con una buena lista...

Cartílago articular femoro-patelar algo engrosado, con pérdida de señal en el seno del mismo sugestivo de condropatía rotuliana grado I (asusta, pero lo de grado I suena a atenuante)

Cambio de señal en el asta posterior del menisco interno y en cuerpo del menisco externo que no parece alcanzar la superficie articular meniscal sugestivo de degeneración mixoide (eso de que no parece alcanzar algo suena bien)

Los ligamentos laterales y cruzados no presentan lesiones valorables (eso sí que suena bien)

Tendón rotuliano (nota del editor: el de la fisura) engrosado sugestivo de cambios fibrosos postquirúrjicos dato el antecedente de cirugía del paciente, según se refiere él mismo (tendinitis post-cirugía); apreciándose a nivel de su inserción distal (tibial) una imagen de osificación, posible núcleo epifisario persistente sugestivo de Osgood-Schlatter (¿y ése quién es?)

Imagen redondeada, hipointensa en T1 e hiperintensa en T2, de características líquidas por detrás de la zona epífiso-metafisaria distal femoral interna, a nivel retro-supracondíleo interno sugestivo de quiste de Bake (a ése tampoco lo conozco)

Y claro, al Google a mirar... :) Quién no lo habría hecho... Mucha gente preguntando y pocas respuestas... Y llega la hora de ir al médico.

Se miró el informe atentamente, la verdad, no hizo mucho caso a las placas, y me dijo que todo eso que suena tan raro es muy normal, no hay nada grave, nada que operar y nada que tratar especialmente, me dijo que me vendría mejor nadar que correr, cosa que no entra en mis planes por ahora, y me comentó que el dolor, que ha ido a menos estos días, no estaba relacionado con nada de lo que se veía en la resonancia, más bien con una sobrecarga no recuperada, y que 10 sesiones de recuperación seguramente me dejarían fino.

Me tranquilizó mucho oír eso, aunque me gustaría tener una segunda opinión, de alguien más especializado en deportistas. Maier, me comentaste que me puedes recomendar algún especialista, te tomo la palabra... Ya hablaremos, y muchas gracias por anticipado! :)

Así que me tomaré dos semanitas más sin ponerme las zapatillas, será prácticamente un mes parado. Es que desde junio de 2009 llevo corriendo varios días por semana y compitiendo, sin haber parado apenas una semana después de la maratón del Mediterrani. Leyendo a un runner experto como Fer Panama, vi que un mes de descanso al año sienta de maravilla, y lo reconozco, si no es casi obligado, no lo hago... Nos puede el mono... :)

Si todo va bien, estaré en condiciones para volver a las 10k el 10 de abril, en la Nike-Bombers que tanto me gustó el año pasado. No creo que esté para MMPs pero sí será una manera bonita de volver al ruedo. No tengo prisa, quiero estar bien y volver con ánimos renovados.

Y una de las primeras lecciones para la vuelta será corregir mi manera de correr. Pere Pasamonte me abrió los ojos con su comentario hace un par de posts. Lo clavó. En una foto de la maratón de Barcelona se ve claramente como piso primero con el talón. Y repasando fotos anteriores, también se ve. Además, con la molestia en la rodilla, creo que he exagerado aún más ese aterrizaje sobre el talón, al no levantar tanto las rodillas inconscientemente para evitar la molestia. Y eso ha sido una especie de bola de nieve que se iba haciendo más grande, cuanto más pisaba con el talón, más fastidiaba la rodilla, más me molestaba y más acentuaba la pisada con el talón...

He leído bastante al respecto estos días. A los que corremos así se nos conoce como heel runners. Los corredores del talón... Y somos el peor ejemplo de cómo correr mal, malgastando fuerzas y dañando las articulaciones. Es recomendable pisar con el pie plano, levantar los tobillos después de pisar y volver a pisar cuando la pierna ya está volviendo del punto más lejano hacia atrás. Hay vídeos y muchos libros sobre distintas técnicas, tengo en mi Kindle varios sobre el "Método Pose" y el "Chi Running". Los estoy leyendo atentamente e intentaré poner en práctica esa técnica de carrera...

¿Conocéis esos métodos o técnicas? ¿Qué os parece?

Y perdonad el ladrillo... Tengo el mono de correr y de blog... :)

viernes, 18 de marzo de 2011

A esperar un poco más

Vaya, pensaba que tendría los resultados hoy mismo de la resonancia, pero se ve que no es tan instantáneo como pensaba... Al final me los dan el miércoles, así que alargaré mi reposo y mis dudas unos días más... :)

Mientras me dicen algo, qué alivio recibir tantas muestras de apoyo y buenos deseos. Gracias a todos. Sobre todo a los que os habéis mojado un poco... :) Me gusta mojarme, en el buen sentido de la palabra, cuando hablo con la gente. Aunque a veces pueda costar algún malentendido, me gusta decir lo que pienso aunque pueda parecer incómodo.

Gonzalo me comentaba que estaba claro que el médico era privado. Sí, tomé esa decisión hace 15 años... :) Mi rodilla izquierda ya ha sido abierta, cuando tenía 22 años y jugaba a fútbol, empecé a notar una molestia después de los partidos que se me iba en un par de días. Fui al médico de la Seguridad Social. Me dijo que si dejaba de jugar a fútbol me dejaría de doler. Pero le dije que venía a que me dijera qué me pasaba y a solucionarlo. Entonces, empezó a contar el reloj...

Radiografía. Recuperación. Ultrasonidos. Cortisona. Radiografía. Recuperación. Cortisona. TAC. Recuperación...

Pasaron 3 años.

jueves, 17 de marzo de 2011

Resonancia...

Ya hace 11 días de la última vez que corrí. Fueron 42 kilómetros y 195 metros, también conocidos como la maratón de Barcelona.

Antes de hacerme las plantillas, hace ya un par de meses, empecé a sentir una ligera molestia en la rodilla izquierda. Se me iba (la molestia, no la rodilla) cuando llevaba diez minutos corriendo, y a base de hielo iba notándose menos después de entrenar.

Durante la maratón, no noté nada raro.

Y la semana siguiente, tenía tantas agujetas que no notaba otra cosa que esas agujetas... :)

Pero han pasado los días y sigue ahí. No es un dolor intenso, es una especie de molestia, pero eso sí, cuando me pego un rodillazo con algo, una mala costumbre que tengo con muebles, puertas para bebés y demás, veo las estrellas.

Hoy he ido al traumatólogo, le he contado cómo estoy y no se lo ha pensado mucho, para descartar males mayores, me ha pedido una resonancia magnética nuclear de la rodilla izquierda.

Mañana me la hago y por la tarde voy a verle de nuevo, a ver qué se cuenta y que cuento yo después...

martes, 8 de marzo de 2011

El día después del día después

Qué larga se hace una maratón, y qué poco dura en cuanto se acaba...

Han pasado dos días, y si no fuera por el dolor en las piernas y mis ampollas en los dedos de los pies, pensaría que hace semanas que acabé mi segunda maratón. Pero no, hace dos días y algunas horas que cruzaba la meta, esta vez con los brazos en alto, no como la primera vez, mucho más cansado, mucho más dolorido, pero mucho más contento.

La maratón se acaba al cruzar la meta, pero los minutos posteriores son tan agradables que uno no quiere que se acaben nunca. Tumbados en la hierba al lado de la fuente mágica de Montjuic, Manu, Toni, Xavi y yo, inseparables cobardes que llevamos compartiendo carreras durante más de dos años, pasamos unos momento de relax con nuestras familias que nos supo a gloria. Unas Coca Colas, niños corriendo, fotos, exhibición de ampollas, planes para la siguiente maratón, selección de carreras de 10 kilómetros para las próximas semanas... Y el cigarrito post carrera, mi confesable pecado... :) Todo ello con una sonrisa que nada ni nadie nos podía borrar de la cara. Fue un rato que no se me olvidará nunca.

Como no se me olvidarán todos y cada uno de los 42 kilómetros y 195 metros de la carrera. Lo bien que me sentía al principio, como se ve en esta magnífica foto que me sacó Oscarjet, el amo de la cámara fotográfica, el único hombre capaz de sacarse fotos corriendo con amigos y que además salgan bien... :)





Y como no se me olvidará el infierno que empezó en el kilómetro 30. Qué mal lo pasé, he leído muchos comentarios de amigos bloggers, y todos y cada uno de ellos han hablado del calor que hizo. Tengo mi modesta teoría... La temperatura era quizá algo alta para una maratón, acabamos en torno a los 16 grados, pero creo que lo que hizo que nos afectara tanto fue el rápido aumento de temperatura que tuvimos. A las 8:00am estábamos a unos 6 grados, y hasta que acabé a las 12:00 casi exhausto la temperatura subió 10 grados. Me temo que organismo, castigado tras muchos kilómetros de carrera, no se adapta fácilmente a un cambio tan rápido y quizá por eso todos lo pasamos tan mal. Sólo hay que ver cómo me va cambiando la cara en el vídeo resumen de la carrera... ;)



Pero si me cambió la cara de verdad, fue cuando mi cachorro mayor me enseñó el dibujo que había hecho con su hermano pequeño para darme ánimos cuando acabara la carrera... Cómo no voy a enseñarlo... :)





Mañana las agujetas ya casi habrán pasado. Afortunadamente, no he tenido ninguna lesión, en el Mediterrani acabé con un dolor en la planta del pie izquierdo que me tuvo cojo una semana. No creo que vaya a correr otra maratón a tope hasta después de verano. Seguramente las vacaciones las pasaremos por aquí cerca, ya está descartado cruzar el Atlántico, así que San Francisco tendrá que esperar. Cuando acabé el Mediterrani ya estaba pensando en la maratón de Barcelona. Pero después de acabar ésta, aún no estoy pensando en la siguiente. No voy a empalmar un plan con el siguiente de nuevo, aunque conociéndome, no puedo descartar que si surge la oportunidad se me pase por la cabeza hacer algo a un ritmo más suave y sin una preparación tan larga, ¿quizá una maratón de montaña? Creo que el cuerpo me pide un descanso de kilómetros e intensidad. Hace nueve meses empecé a entrenar duro y no he parado hasta acabar mis dos maratones. No quiero hacer el burro ni ir demasiado rápido. Pero en octubre o noviembre seguro que estaré en Zaragoza, Castellón o en otra maratón por aquí cerca. Ya iremos organizando la quedada... :)

domingo, 6 de marzo de 2011

Crónica de la Maratón de Barcelona

Resumidamente, he corrido peor que hace cuatro meses en Mediterrani. La táctica de carrera probablemente no fue buena, quizá este pan de entrenamiento hecho en unas condiciones muy distintas de las del día de la carrera no es el más adecuado, seguramente el calor que empezó a hacer a media carrera algo tuvo que ver, es posible que la rodilla no haya estado al 100% y me haya afectado, quizá un poco de todo o quizá nada de eso. El caso es que he acabado la maratón en 3:28:29, más de dos minutos peor que la última.

Pero, antes de seguir con la crónica, quiero deciros a todos que os doy las gracias muy sinceramente por todo el apoyo y ánimos. Y que estoy muy contento, muchísimo, he corrido dos maratones y en las dos he estado por debajo de las tres horas y media, y eso me hace sentir orgulloso.

Pero no por eso voy a dejar de ser crítico, la verdad es que no puedo evitarlo... :) Pensaré con la cabeza más fría por qué se me ha atascado tanto esta carrera, sobre todo a partir del kilómetro 30, aunque seguramente los anteriores tienen mucho qué ver.

Pero eso será otro día. Hoy, una pequeña crónica con fotos.

La noche anterior dejé todo preparado. Tenía claro que correría con el cinturón para llevar un par de botellines y los geles. Mi camiseta de la suerte y las Saucony con las plantilla a las que pensaba que estaba totalmente adaptado...





Por la mañana me llevé dos sustos de muerte... Me levanté a las 5:00am y me comí un bocata y un zumo de naranja, dos galletas con chocolate y café. Creo que me quedé corto. No iba a correr 10 kilómetros o una media maratón. Iban a ser 42, a lo mejor debí comer más. Primer susto: ¿dónde leches he dejado el chip? Toda la ropa preparada, pero del chip ni me acordé... Me quedé blanco, tuve un pequeño ataque de pánico acompañado de sudores fríos, maldije en arameo y sánscrito, miré por los sitios habituales, en las zapatillas ligeras, hice una segunda ronda, empecé a desear estar teniendo una horrible pesadilla y despertarme escuchando a Queen y con el chip en el cajón de los trastos, pero no, era la cruda realidad... Pensé, Isidro, cálmate, ha de estar aquí, ha hecho muchos kilómetros pero él solo no tiene capacidad de transportarse... Volví a empezar la ronda, cajones, bolsas, las zapatillas... ¡Jolines! Si estaban en las otras zapatillas, estaba tan mosqueado que no las vi en la penumbra de la habitación la primera vez...

Después del primer susto de muerte, empiezo a ponerme la ropa, dejo el reloj, cojo el Forerunner... ¡Y lo veo con la batería al 45%! Pero qué burro... Quedaban diez minutos para salir y llegar puntual como siempre, pero tuve que apurar, hacer una carga de emergencia y salir con el tiempo algo justo. Llegué con poco tiempo para verme con Manu, Toni y Xavi, cambiarnos, dejar los trastos en el guardarropa y hacernos la foto de rigor.





Con tantas prisas me perdí el encuentro del BRT... Lo siento amigos, me quedé con las ganas de veros... Sorry men!!!

Pocos estiramientos, ligero calentamiento, saludos y deseos de buena suerte, nos repartimos por los distintos cajones, y esperamos a la salida... Piel de gallina al escuchar a Freddy Mercury y Montserrat Caballé cantar Barcelona... ¡Y a correr!

Mi plan era salir a 4:40 - 4:45. En el Mediterrani salí a 4:50. No parecía demasiado ambicioso. Había hecho tiradas largas de más de 30 kilómetros a ritmo E a 4:52. Me sentía con ganas de intentarlo.

Al principio genial. Hasta el kilómetro 5 la ruta era ascendente, por Sants y pasando por el campo del Barça, fui tranquilo, las medias sobre lo previsto, cómodo, bebí bastante en el avituallamiento, ya no se notaba el frío del inicio, la temperatura era, como dicen los comentaristas del fútbol, ideal para la práctica de este deporte... :) Esos 5 kilómetros los hago en 23:49.

Del 5 al 10, por Les Corts y la calle Berlín, de nuevo pasando por el estadio culé, voy muy bien, muy cómodo, me salen medias de 4:30 - 4:35. El recorrido es más bien descendiente, creo que es razonable. Llego muy entero al kilómetro 10, esos 5 los hago en 22:43 y completo los 10 kilómetros en 46:32. Eso es una media de 4:39. Un segundo por debajo de la horquilla rápida del ritmo previsto, ummmmm, en ese momento no pude hacer el cálculo y el Forerunner ya llevaba bastante desvío acumulado. Pero iba bien y con ganas, bebí Powerade generosamente y seguí corriendo muy suelto.

Del 10 al 15, Rocafort, avenida Roma y la Gran Vía, bajamos y subimos. 23:00, más rápido que los 5 primeros y algo más lento que los 5 siguiente, con sentido, ya que los primeros subían, los segundos bajaban y los terceros salían llanos de media. Ya empieza a hacer calor, los avituallamientos muy bien, agua y Powerade, y las esponjas de lujo. Sigo entero, esos 5 kilómetros salen a 4:36, no me doy cuenta por el GPS, y ahora pienso que iba demasiado rápido...

Del 15 al 20, Rosselló, Marina, Valencia y Meridiana, se empieza bajando pero en la Meridiana hay una subida ligera pero constante. Hago esos 5 kilómetros en 23:10, 4:38 de media, sintiéndome bien, bajando un poco el ritmo en la subida de la Meridiana, no quería gastar fuerzas, que sé que las subidas me matan. Íbamos a llegar a la media, ahí tendría una buena referencia. De nuevo, el avituallamiento, de lujo.

Llego a la media maratón en 1:37:46. Voy bien de fuerzas y muy animado, en ese momento pienso que quizá debería haber pasado en 1:40 ó 1:39, pero como iba bien no me pareció muy excesivo... Ay de mí...

Del 20 al 25 bajamos por Meridiana, Felipe II, Gran Vía y Rambla Prim, buscando el mar. Recorrido descendente. Ya llevamos la mitad de la carrera, momento en el que históricamente empiezo a perder fuelle. 23:09, sigue una media algo rápida para mis planes, pero bueno, es cuesta abajo. Voy muy bien de moral, corro cómodo y los tiempos acompañan. Pero empieza a hacer calor y siento que las piernas se van notando algo más pesadas.

Del 25 al 30 subimos por la Diagonal, llana al principio y ligera pendiente ascendente al final, para luego volver sobre nuestros pasos. Como algo en el avituallamiento, subo bien, subidón con toda la gente animando cerca de Glorias, y bajo bien de ritmo. O eso pensaba... Esos 5 kilómetros los hago en 24:18. Eso ya es 4:51 de media.

Y se acabó la carrera... :(

En el 30 vuelvo a comer, bebo bien, pero noto que las fuerzas me abandonan. Ese tramo es por el litoral, qué recuerdos de grandes entrenamientos de madrugada por ahí. Pero ahí precisamente fue donde empecé a flaquear en la media maratón de Barcelona. El recorrido es casi llano con muy leves altibajos, pero cada pequeña subida se me hace eterna y me deja seco. Esos 5 kilómetros los corro en 26:51. Media de 5:22... Kaputt...

Del 35 al 40 rodeamos el parque de la Ciudadela, Arco del Triunfo, Ronda de San Pedro, callejeamos por el casco antiguo, bajamos las Ramblas y subimos por mi odiado Paralelo. Un tramo precioso, para disfrutarlo. Pero lo sufrí como nunca, el tío del mazo y el Lorenzo me estaban haciendo trizas, lo confieso, llegué a parar tres veces, di dos pasos, pero me dije "no tío, no te pares, no lo hagas, corre, aunque sea casi a 6:00 pero corre, sufre y acuérdate de esto toda la vida". Y seguí corriendo. La temperatura me mató. Hacía un calor terrible para el que llevaba 35 kilómetros en las piernas. Además casi todo el tramo es ascendente aunque se baja en picado al final. 28:50 para completar 5 kilómetros. Kaputt Kaputt... Sí, una media de 5:46. El paso por el Arco del Triunfo fue el paso por el Arco del derrotado... Qué cara debía llevar, que escuché "Venga Isidro, que tú puedes" varias veces, qué gran detalle poner el nombre en el dorsal. Pero no había nada que hacer, estaba KO, destrozado, sufriendo, tentado de parar y echarme al suelo, la subida al Paralelo me tentó de hacerla andando, pero subí con las pocas fuerzas que me quedaban.

12:40 para completar los últimos 2 kilómetros y 195 metros. Extenuado, roto, doblado, partido, destrozado, acalorado, castigado, en una subida asesina, para acabar con las pocas fuerzas que me quedaban. Las piernas quemaban, el calor mataba, pero llegué corriendo hasta el final. Ya hacía mucho tiempo que se me quitó de la cabeza acercarme más a los 3:20 que a los 3:30, mi marca del Mediterrani también estaba perdida, pero al menos quería bajar los 3:30... Llegué, esta vez sí que levanté los brazos, corrí peor que hace cuatro meses, sufrí mucho más y creo que si hubiera sido la primera no la habría acabado corriendo sino andando...

El parte de guerra. Notaba un extraño picor en los dedos índice de los dos pies. He aquí la explicación:





Parece que es otro punto débil de los pies y las plantillas...

Y en la llegada me esperaban mis cachorros y mi esposa, el mejor regalo para acabar una maratón.





Los 4 finishers sobre la hierba. Primera maratón de Manu, Toni y Xavi. Toni es de otra galaxia. 3 horas y 14 minutos. Manu y Xavi, con lesión incluida al final del plan de entrenamiento, bajaron las 4 horas en su primera maratón, admirable.





Y nuestras respectivas familias que nos acompañaron en un día tan especial, también David, saliendo de una lesión, estuvo animándonos con toda la familia.





Moraleja. Quizá 4:40 era demasiado para mí. Mejor 4:45 ó 4:50, pero manteniéndolos hasta el final. Se me olvidó que en el Mediterrani empecé a 4:45 pero me hundí... Quizá entrenar de madrugada un plan como el de Jack Daniels no es lo mejor para correr a media mañana. Una vez más, las pulsaciones se me fueron y me dejé llevar por las sensaciones, que en una maratón, pueden ser un poco traicioneras. Lo pensaré y lo escribiré. Lo que sí he aprendido, es que hacer 3:28 sufriendo tanto es una burrada, creo que puedo hacer 3:28 a un ritmo constante sin acabar tan molido, pero claro, si se apunta a 3:20, puede pasar esto...

Pero estoy muy contento, increíblemente contento, he acabado dos maratones, he sufrido mucho pero he llegado hasta el final, con unos tiempos que no habría pensado cuando empecé a correr. Ahora unas días de descanso, creo que hasta octubre no vuelvo a pensar en los 42,195. ¡Os seguiré leyendo!

miércoles, 2 de marzo de 2011

Último entrenamiento, ya estamos en pre carrera

Dejo las zapatillas bien guardadas hasta el domingo. No voy a volver a salir hasta el día de la carrera, ya lo tengo decidido, hoy ha sido el último entrenamiento. Quiero descansar estos tres días y llegar bien entero a la carrera. Sé que las buenas costumbres dicen que una media horita de carrera ligera o incluso unas series antes de la carrera van bien, pero prefiero llegar totalmente descansado, con la rodilla al 100% y sin ninguna molestia.

Hoy las zapatillas han hecho su último Besós morning run a las 5:47am. 8 kilómetros a ritmo muy suave, 5:26 de media y pulsaciones en 143bpm. Todavía algo de frío y mucho viento.



Y ahora me voy a mojar. Táctica de carrera, os la cuento. Hoy he hecho un simulacro muy interesante de cara a la carrera. Tengo varias lecciones aprendidas de la última maratón. Varias cosas que no calculé bien. Una bien curiosa fue la música de mi iPhone. Llevaba música que había comprado para entrenar, un montón de canciones a 180bpm. El shuffle del iPhone reproducía en cada entrenamiento una selección distinta en orden variado. Pero el día de la maratón, aproximadamente en el kilómetro 30, se acabaron y ya no volvió a sonar nada más. El tío del mazo ya iba dando, y me sentí un poco más solo cuando me quedé sin música... :)

Así que hoy iba a probar la opción B. ¿Qué música puedo llevar que sea parecida, me guste, sea animada para una maratón y pueda durar unas tres horas y media? ¡Sí, habéis acertado! ¡The Beatles! He rescatado unos CDs de ellos que compré hace tiempo, los he pasado al iTunes y ya están en el iPhone. Tres horas y media de Beatles para acompañarme en la maratón. Hoy he salido a correr con ellos y muy bien, animan... :)

Sigo con la táctica de carrera. Otro grave error de cálculo; los avituallamientos, en especial la hidratación. Lo de los vasitos en las carreras es horrible, acabo mojado por todos sitios y sin haber bebido, y con grandes posibilidades de atragantarme o coger flato... :) En el Mediterrani me salté algunos y creo que los eché a faltar al final. Así que tengo decidido llevarme mi cinturón con botellines y beber Powerade como un señor. Quizá me lleve sólo dos (medio litro) y los use de back up si los avituallamientos de Barcelona están mejor que los del Mwditerrani. Y en el cinturón podré también llevar al menos 4 geles. Me gustó la idea de tomar uno antes de empezar, y luego en el 12, 24 y 36.

Y ahora lo crucial, el ritmo de carrera. Quiero intentar ir a 4:40 - 4:45 de entrada, siempre que las pulsaciones estén alrededor de 160bpm a media carrera. Perderé tiempo sin miedo en las subidas, en las que me quemo innecesariamente, y ya tendré tiempo de recuperarlo en la segunda mitad si las fuerzas aguantan. Mi objetivo es mejorar la marca del Mediterrani, a ver si puedo acercarme al 3:20:00, en Castelldefels hice 3:26:13.

Y esto es todo hasta el domingo. El sábado iré a por el dorsal y espero conocer a muchos bloggers. Mientras llega el momento, me retiro a descansar a mis aposentos...