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domingo, 27 de febrero de 2011

Última tiradilla larga de domingo

Y digo tiradilla porque, desde hace ya no sé cuántos domingos, no volvía a casa con menos de 20 kilómetros en las piernas o habiéndome dejado los higadillos en una media o una 10K. Hoy tocaba salir a correr suave, en principio una hora y media, pero lo dejé en una hora y veinte minutos para cuidar las rodillas y llegar a tiempo a cortar el jamón del desayuno... :)

Ayer corrí poco y ya se han acabado las sesiones de calidad asesinas. Lo de hoy era para estirar las piernas y empezar a afilar la lanza. Y ha salido muy bien, hacía tiempo que no empalmaba 7 kilómetros seguidos por debajo de 5:00 a ritmo E, y hoy han vuelto esos ritmos, ya más descansado y con menos carga en el cuerpo. Han sido 15,36 kilómetros en poco menos de una hora y veinte minutos, a un ritmo medio de 5:11, contando que los dos primeros kilómetros los he hecho por encima de 5:45, empezando muy poco a poco, pero encadenando prácticamente la mitad del entrenamiento a un ritmo de cuatro cincuenta y poco, y lo mejor de todo, con la media de pulsaciones en 156bpm.

Esta última semana es la que despeja las dudas y la que levanta el ánimo. De entre todas las frases llenas de significado que escribimos y leemos en nuestros blogs, estos días me quedo con ésa de "entrena cansado y compite descansado", made in Gonzalo.

Este plan me ha hecho entrenar muchas veces con sensación de cansancio, las tiradas de calidad de domingo y miércoles han sido duras y en las de relleno a ritmo E el cuerpo pedía correr despacio. Esta combinación de calidad y carrera suave hace un trabajo lento pero seguro en el runner. Mejorar el rendimiento sobre todo en el umbral aeróbico hace que cuando corremos al ritmo de maratón nuestro cuerpo vaya más sobrado, digamos que a menos revoluciones, sin calentarse el motor para que nos entendamos. Y eso es lo que sale a relucir esta última semana. Corremos más sueltos, menos cansados y más rápidos al ritmo Easy. Olvidemos las medias y los 10K. La cabeza y las piernas están en modo maratón, correr mucho y cansarse poco. Y las dos cosas empiezan a verse.

Seguimos afilando la lanza...

sábado, 26 de febrero de 2011

¡Ya tengo dorsal para Barcelona!

Dentro de una semana estaré en la feria del corredor recogiendo el dorsal, el 2259 para ser más exactos. Poco después de saber qué numero tenía asignado, ¡¡¡me entero que es el mismo que mi amigo Oscarjet tuvo el año pasado!!! Hace un año no nos conocíamos, es más, apenas acababa de empezar a escribir mi blog. Y hora me doy cuenta que el blog ya ha cumplido un año y ni me he enterado... :) En estos meses Oscarjet y yo corrimos juntos varias veces, en especial buena parte de la maratón del Mediterrani 2010, nos hemos hecho fieles seguidores de nuestros blogs y andanzas por el facebook, el twitter, strands y demás, y sobre todo, buenos amigos corriendo y sin correr... :) Será un honor correr con tan distinguido dorsal, y espero dejar el pabellón bien alto... ;)

Mientras llega ese día, hoy completo la penúltima semana de entrenamiento con 6 kilómetros que me faltaban para completar los 48 previstos. Ritmo suave, 5:21 de media, pulsaciones tranquilas, 145bpm, y sensaciones correctas.


Algo de nervios, se acerca el momento, el entrenamiento ha sido muy distinto al del Mediterrani, éste en invierno, el pasado en verano, éste trabajando los ritmos lentos y tiradas largas, el pasado más centrado en el ritmo que en las distancias, éste con muchos tramos de duración media a ritmo T, el pasado con series más rápidas y cortas. Me siento más fuerte en las distancias largas y ritmos tranquilos y quizá menos rápido que hace unos meses. Pero creo que es la consecuencia natural del plan que he seguido. El domingo 6 de marzo no haré series, correré una maratón, y eso es una carrera larga a un ritmo constante.

Llevamos varios días comentando en los distintos blogs que hay que hacer una quedada para el sábado en la feria del corredor, aprovechando la recogida de dorsales. ¿Qué os parecería sobre las 17:00? Así lo vamos propagando por los blogs de los implicados... :)

jueves, 24 de febrero de 2011

Uno menos, 10 to go!

Poca historia la del entrenamiento de hoy, 6 kilómetros a ritmo suave, incluso me he permitido el lujo de dormitar unos minutos antes de levantarme a las 5:22am...

Las articulaciones y tendones agradecen salidas así. Las piernas se estiran, el cuerpo se oxigena y la mente se despeja. Pero no cansa... :)



10 días para la maratón de Barcelona. No hay manera de que acierten el tiempo que va a hacer mañana, así que pensar que para el día 6 está previsto que llueva en Barcelona es más que arriesgado, pese a eso, me he asomado a eltiempo.es y tienen una nube sospechosa con cuatro gotas gordas... Supongo que en estos diez días que quedan irá variando del dibujito de marras y que el 6 de marzo será un día hermoso, perfecto para correr una maratón.

Al menos, no hay una ola de frío asesina prevista como el año pasado, a mí me pilló de viaje pero me hinché a ver fotos de Barcelona nevada.

Mañana inmerecido descanso, ¿descanso de qué? El sábado, otra mini tirada como la de hoy. Y entraremos, sí, en la última semana.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Ahora sí, último entrenamiento de calidad

No va más, ya está todo el pescado vendido, se acabó lo que se daba... He cambiado alguna de ellas por carreras de competición, pero por lo demás, todas las sesiones de calidad del plan A del amigo Jack Daniels están en el bolsillo, en mi Google Docs, y mejor todavía, acabando de asimilarse en mi organismo para darlo todo el día de la maratón.

Han sido muchas y variadas, algunas más duras de lo que parecía y otras sorprendentemente agradecidas y reconfortantes. Jack Daniels tiene muchos admiradores, algún detractor, pero creo que nadie negará que sus planes son distintos y variados. Me ha gustado mucho seguir este plan, que ya está acabando. He podido adaptarlo a mis horarios y mi zona de entrenamiento, con algún que otro contratiempo ya conocido, he podido descubrir nuevas rutas para hacer tiradas largas que me han encantado, en especial la del litoral de madrugada, y me he acostumbrado a hablar de ritmos E, T y M con toda naturalidad.

Lo más duro del plan ya ha pasado, hoy tocaba una sesión de calidad que originalmente estaba programada para el domingo, pero las he intercambiado para poder afrontar la que me tocaba hoy con más tiempo este domingo. Menos mal, pues pese a que era domingo y tenía más tiempo, lo pasé fatal...

La de hoy constaba de 3 kilómetros a ritmo E para calentar, suaves y con viento en contra, que salieron a 5:59. Una de las cosas que he aprendido con este plan es que el ritmo E no es una carrera contra nada ni contra nadie, Jack Daniels nos lo dice claro, es un ritmo cómodo y fácil que debe permitirnos respirar bien y hablar si hubiera alguien cerca con quien hacerlo... :)

Luego dos tramos de 10 minutos a ritmo T, threshold o umbral aeróbico y tres generosos minutos de recuperación tras cada uno de ellos. El primer tramo con viento a favor a 4:27, bien, de un poquito menos a un poquito más. Y luego, media vuelta, y con viento en contra, 4:43, esta vez de más a menos... El viento, uno de los peores amigos del runner, castiga en las tiradas largas y suaves, pero cuando se fuerza el ritmo es un enemigo terrible, cuanto más corres más duro te pega, cosas de la física...

Tras estos dos tramos, 30 minutos más a ritmo E, más o menos la mitad con viento a favor y la otra mitad con viento en contra, a una media de 5:27. Pulsaciones medias de 143bpm, y poco más que contar.



Me quedan apenas 12 kilómetros para completar el total semanal. Tienta hacerlos de una tirada, la verdad es que dividirlo en dos sesiones de 6 no me va a dar ni para calentar, pero prefiero hacerlo así, mantener los días de entrenamiento, no relajarme ni tampoco cansarme, pues estamos a 11 días de la maratón, y empezar a liberar el cuerpo de carga de kilómetros suavemente para intentar llegar al día 6 de marzo en el mejor momento de forma, con el trabajo hecho y los músculos y tendones reposados. Pronto ya no serán días, serán horas... :)

domingo, 20 de febrero de 2011

Exprimiendo el penúltimo limón

Me está gustando mucho el plan de entrenamiento de Jack Daniels. Y casi todo al que le ha picado la curiosidad y lo ha probado creo que también piensa parecido. De los distintos tipos de entrenamiento que tiene preparados para las sesiones de calidad, dos por semana, hay uno de ellos que recordaré siempre, el temido exprime limón, como tan acertadamente bautizó Gonzalo.

Hay varias clases de exprime limón. Los primeros que vi consistían más o menos en una tirada suave corta, un tramo o dos a ritmo T, más duro, otra tirada larga y suave, y entonces, un tramo final más fuerte para acabar de exprimir el limón.

Pero eso era sólo el aperitivo. El exprime limón más duro es, a mi entender, el que tiene preparado para las últimas semanas. Una tirada de 35 minutos a ritmo E, otra de 15 a ritmo T, otra más de 35 a ritmo E, y entonces otra más de 15 a T, a la que llegamos ya con el limón bastante seco...

Tenía que haber hecho el último exprime limón 2x(35'E+15'T) el miércoles, pero ayer analicé la situación y decidí intercambiar la Q1 y la Q2 esta semana. Los antecedentes intestinales de las dos Q2 anteriores se repetirían seguramente. Además del madrugón que supone correr dos horas entre semana antes de ir a trabajar. Y el martes por la noche hay fútbol... Así que opté por hacer hoy esa Q2, más tranquilo, sin prisas, con tiempo de hacer los deberes antes de salir de casa.

Aprovecho para comentar que me considero un privilegiado por tener el trabajo muy cerca de casa, y un sitio tan bueno para entrenar como el paseo fluvial del Besós igual de cerca. Sin estas dos circunstancias, ni pegándome esos madrugones que me pego podría seguir un plan como el de Jack Daniels antes de ir a trabajar. Por eso mismo no suelo insistir ni intentar convencer a nadie para entrenar de madrugada, sé que deben darse unas condiciones que no suelen ser fáciles... ¿Y a qué viene esto? Bueno, es un dato importante para explicar lo que vendrá un poco más adelante..........

Como ya me he acostumbrado a madrugar, me levanté a las 6:00am. Quería salir de casa sobre las 7:00, me di una hora para el café, las galletas, el punto 8 y los preparativos. Punto 8 OK. Preparativos perfectos. Como el entrenamiento era duro, recordé una cosa que comentaba Anrhik en su blog y me tomé un gel antes de salir de casa, me llevé uno en el cinturón y dos botellines de Powerade. El pronóstico del tiempo era lluvia pero sin frío. Así que me llevé gorra pero no corta vientos ni guantes.

Primer error, no hacía frío pero sí viento. Corta vientos, ¿lo pillas? Sí, lo pillo, a buenas horas... Empecé a correr con algo de fresco, sobre todo en las manos, pero se podía soportar. Mi idea era salir hacia el mar y dar la vuelta a mitad del primer tramo, para hacer los 15 minutos rápidos con viento a favor y evitar un sobreesfuerzo innecesario. Así fue, 35 minutos suaves de ida y vuelta, a ritmo de 5:32, y toca empezar a correr. Digo empezar a correr pero ya llevaba 6,32 kilómetros, es lo que tienen estos entrenamientos exprime limón...

Parece que las piernas no responden mal, y cojo una velocidad de crucero de más o menos 4:35. No me siento mal, incluso va aumentando poco a poco. Todo sigue bien, las sensaciones buenas, ese gel antes de empezar creo que es una buena ayuda si se corre en ayunas, acaban los 15 minutos y la media es de 4:28, sin superar los 167bpm.

Acaba el tramo, y es cuando pienso... Maldita sea... Este entrenamiento es pa'cagarse, nunca mejor dicho... El punto 8... Noto que vuelve, no puede ser... Mi plan original era volver sobre mis pasos hasta la cabecera del paseo fluvial y dar media vuelta para comenzar el último tramo rápido justo donde había acabado éste. Pero sobre la marcha cambio de idea, prefiero hacer los dos tramos rápidos con viento a favor, no quiero luchar contra los elementos, y así puede tener una buena referencia del ritmo en ambos tramos.

Además el punto 8 empieza a ser insoportable. He salido a las 7:00am, es de día, y el río está lleno de gente. No tengo la noche y su soledad como aliada. He de tomar una decisión. Y decido volver sobre mis pasos a ritmo E, controlando, y en vez de dar la vuelta hacia el mar, giro a la derecha y me voy a casa. Le doy un poco de variedad al entrenamiento, un sprint en un semáforo para cruzarlo en verde, callejeo por Santa Coloma, unas escaleras, paro el Forerunner y el Runkeeper y me meto en casa...

Mi hijo apenas me ve pasar con cara de sufrimiento, está acostumbrado a verme aparecer así a veces, directo al lavabo. Cumplo el punto 8 en mi casa. Y vuelvo por donde vine, mi niño no da crédito, "¿Papá qué haces?", "Hijo, aún no he acabado de correr", "¿Pero entonces por qué has venido a casa?", "Hijo, luego te lo explico con calma"... Espero no haberle causado ningún trauma infantil...

Bajo las escaleras, vuelvo a poner en marcha los GPS, y aún me quedan 15 minutos a ritmo E. Aumenta la velocidad con los sprints, y aumenta un poco más tras aligerarme... Vuelvo al río, remonto hasta donde empieza la parte asfaltada, hago un par de cambios de sentido para empezar lo más lejos posible, y acaban esos 35 accidentados minutos a ritmo E corriendo a 5:31.

Ahora a acabar de exprimir el limón. Llevo ya casi una hora y media corriendo y hay que apretar a ritmo T durante 15 minutos. Empiezo a correr en dirección al mar, me cuesta un poco coger el ritmo pero pronto estoy corriendo a 4:30. Voy cómodo, me he tomado un segundo gel saliendo de casa, las fuerzas no me fallan, el ritmo sube poco a poco, y el Forerunner me dice que misión cumplida a 4:27. Me pongo a 172bpm justo al final y de ahí no paso.

Ya son casi dos horas y 20 kilómetros corriendo, toca volver a casa a ritmo E. Algo más de 18 minutos a ritmo E, 5:37, con la satisfacción del deber cumplido. Al final, 22,66 kilometros, una media de 5:13 y pulsaciones medias de 151bpm.


Mucho mejor que las otras dos sesiones gemelas. Correr a las 5:00am es una cafrada, pero no me queda otra... Creo que ha sido una buena idea hacer este entrenamiento hoy domingo, a una hora más razonable. Me han gustado los ritmos y las sensaciones. Ahora toca lo mejor. Bajar el kilometraje, mantener el pico de forma, sin forzarlo, sólo cuidarlo para que el día D esté en su mejor momento. Ya no queda ninguna sesión de sufrimiento como ésta... Sólo mantener un kilometraje y cuidar el ritmo. Qué poco queda...

sábado, 19 de febrero de 2011

¡Dos semanas!

A estas horas, dentro de dos semanas, habré acabado mi segunda maratón, esta vez la de casa, a la que puedo llegar en metro, la que correrá por calles conocidas y recorridas mil veces algunas de ellas, la que todos queremos correr al menos una vez...

Llevo 1.021 kilómetros recorridos desde que empecé el plan, y ya me quedan muy pocos, vamos, nada en comparación con lo que ya ha pasado. Me quedan dos semanas, la que viene, muy suave, 49 kilómetros previstos, aunque el miércoles tocará sufrir repitiendo una Q2 de las que más duele, más de dos horas corriendo para hacer algo más de 20 kilómetros, con dos sectores a ritmo T de 15 minutos cada uno. Me tocará madrugar, con los riesgos intestinales que ellos conlleva, pero eso sí, una vez llegue a casa, ya habrá pasado lo más duro, empezará el tapering, tocará pensar en la descarga y carga de carbohidratos, en cuidarse, en planificar la carrera, en volver a visualizar en ese momento en el que se cruza la meta, te ponen una medalla y pasas a ser bimaratoniano... :)

Preparando la pasada maratón, tuve una gastroenteritis asesina cuando me faltaban cuatro semanas para correrla. Esta vez la salud ha acompañado, crucemos los dedos, aparte de unas molestias en la rodilla que han bajado mucho desde que llevo las plantillas, me siento muy bien y más mentalizado que nunca. La primera siempre es muy difícil, hay tantas sorpresas por descubrir, cosas que te han contado miles de veces pero hasta que no las ves en directo no puedes llegar a imaginar. En la segunda se corre con una especie de deber moral de hacerlo con la misma ilusión que la primera, pero sin caer en los errores del principiante. Creo que el salto cualitativo entre la primera y la segunda debe ser importante, sobre todo porque es difícil no cometer algún error de bulto en la primera. Con esa idea voy, y con esa idea correré.

Hoy despedí la antepenúltima semana con poco más de 10 kilómetros muy suaves, recién levantado. El viento sigue dando guerra en el Besós, todavía refresca por la mañana y el corta vientos y los guantes me acompañarán probablemente hasta el final del plan de entrenamiento. Aunque sea recién levantado, da gusta salir sin prisas por empezar ni por acabar...

Quería mantener las pulsaciones muy controladas, no pasaron de 150bpm, excepto al principio, no sé si soy yo o el pulsímetro, pero últimamente me marca unos picos muy altos al principio, he hablado con más gente y les pasa lo mismo, sobre todo en invierno, qué curioso...

A esas pulsaciones fui entre 5:16 y 5:30 en la parte central del entrenamiento, aflojando aún más al calentar y enfriar. Carrera cómoda, incluso volví a correr por la hierba del río buena parte del tramo, quiero cuidarme las articulaciones y tendones estos últimos días.



Mañana empieza la cuenta atrás. Penúltima semana. Una Q1 que a priori pinta suave, 3 kilómetros calentando, 2 series de 10 minutos a ritmo T y 3 minutos de descanso, y media hora a ritmo E. Jack empieza a dar tregua, aunque se guarda para el miércoles una buena despedida... :)

jueves, 17 de febrero de 2011

Alerta por viento

Media España está en alerta por fuertes vientos. Meteorológicamente hablando, todo lo que viene del Atlántico llega bastante menguado a Barcelona, y el viento no iba a ser menos... No estamos en alerta, pero sí que se nota que el viento sopla más fuerte en general. Y eso en el río Besós se multiplica por cinco, al menos de madrugada...

Así que hoy tocó luchar de nuevo con los elementos. Al menos, afortunadamente, el punto 8 hoy estuvo controlado y salí con los deberes hechos de casa. Fue un placer levantarme un poco más tarde, qué alegría da que el primer número del despertador sea un 5 y no un 4, aunque los dos siguientes sean 00... :)

Hoy tocaba correr algo más de 10 kilómetros, y me dejo otros 10 para el sábado. Ritmo suave, recuperando fibras rotas y asimilando la Q2 de ayer. Tomé la ruta hacia la playa, empezando con viento a favor, para darme ánimos, :), llegando a una media de 5:15 antes de dar la vuelta.

Ya con viento en contra, enfilo el camino opuesto, y el viento no me deja correr a más de 5:40... Hago dos kilómetros y poco a ese ritmo, muy bajo de pulsaciones, y el cuerpo me pide apretar un poco más y plantarla cara al viento. Nada, le rasco apenas 10 segundos a cada kilómetro. Vuelta para casa, 10 kilómetros suaves, a 5:30 de media, y pulsaciones bastante bajas después de las últimas palizas, 143bpm de media.



Como muy bien me decía Gonzalo en su comentario, este plan de entrenamiento noto que me está haciendo más diésel, es muy cardiovascular y la fuerza y la potencia han quedado no en un segundo sino en un tercer plano... Lo noto en las carreras, en cuanto hay una pequeña subida baja mucho mi rendimiento, y al final no me queda fuerza para sprintar. Recuerdo cuando metía muchas cuestas y series en los entrenamientos, no dejaba de adelantar gente en las subidas... Pero ahora en cambio me noto mucho más cómodo en las tiradas largas y siento que el desgaste de los kilómetros es menor que antes si el ritmo es constante.

Curiosamente, también he notado que el plan anterior me castigó bastante los gemelos y los aquiles. En cambio, con el de Jack Daniels, no me han molestado nada, pero quizá las rodillas han sufrido algo más. Sea como sea, los planes funcionan cuando se respetan, en eso estoy, aplicándome como alumno, y a estas alturas, intentando entender cómo me ha dejado este plan y cuál será la mejor táctica de carrera para la maratón. Porque si algo aprendí el domingo, es que hay que salir con una táctica realista y respetarla. Que la maratón puede ser muy traicionera...

miércoles, 16 de febrero de 2011

Agujetas y lactato, ¿o no?

Hoy tenía una palabra en la cabeza... Agujetas. Desde el lunes que empecé a notarlas, han estado conmigo todo el lunes y martes, y hoy miércoles, cuando salía a hacer la Q2 de la semana, todavía tenía esa sensación en las piernas.

Hace unos años todo el mundo firmaba que agujetas y lactato iban de la mano. Ahora lo que se dice es que no tienen nada que ver, y que las agujetas son el reflejo de múltiples micro roturas musculares. Y seguramente habrá algún experto que haya defendido las dos opciones... :)

La verdad, si estuviéramos en la época en la que se defendía con más frecuencia la primera opción, hoy no tendría ninguna duda que esas agujetas de camello que tengo son producto de haber corrido muy por encima de mi umbral anaeróbico y haber producido lactato para venderlo a peso, a unas pulsaciones simplemente demenciales, durante muy buena parte de la media maratón de Gavá. Pero ahora debo pensar que es por el esfuerzo muscular y las micro roturas que por él se produjeron, aunque haya corrido otras medias algo más rápido pero no haya acabado con esa sensación.

Sea por una cosa u otra, lo cierto es que hoy me levanté pronto, 4:40, para hacer una Q2 parecida a la de la semana pasada, con unas agujetas terribles. Descansé lunes y martes, esta semana vuelvo a tener pocos kilómetros y muy concentrados en las dos sesiones de calidad. Hoy tocaba correr 20 minutos a ritmo E, 15 a T, repetir de nuevo ambos tramos, y volver a casa enfriando.

Salí equipado con un gel y Aquarius, me tomé mi café y galletas con media barrita energética, y al lío. Empecé a correr más pronto que de costumbre, y mis biorritmos todavía no parecen estar muy de acuerdo... 20 minutos hacia Montcada, con un viento terrible, a 6:01, pese a notarme suelto, el viento de frente me dificultaba mucho correr. Di la vuelta para acabar esos 20 minutos al principio del paseo en la orilla del río, y a por la primera serie. Viento a favor, aún medio dormido, y hago los 15 minutos a un ritmo de 4:39.

Y sin entrar en detalles... Este entrenamiento es para hacer los 4 tramos seguidos, sin parar. Pero no fue posible. Tuve que parar, buscar un lugar discreto y hacer sentadillas un instante. No seré explícito, pero en el post de la semana pasada está perfectamente explicado lo que me volvió a pasar hoy... :(

Más ligero volví a por los siguientes 20 minutos a ritmo E. Un recorrido un poco raro, saliendo del río, cruzando el puente por donde entra en tranvía en San Adrián y volviendo sobre mis pasos, a 5:28, suave...

Vuelvo al río, y último tramo T, con viento en contra, luchando por intentar ir a un ritmo decente, pero no había manera, el viento muy fuerte, el cansancio del domingo, la hora que era... Me sale el tramo a 4:57, de más a menos, perdiendo fuelle a cada paso.

Vuela a casa, aún con viento en contra y completamente fundido, vagando a un ritmo de 5:58.


Cansado, pero satisfecho por el deber cumplido. Tocaba salir a pasar frío, luchar contra el viento y pelear con las agujetas a una hora poco apropiada. Me quedan dos tiradas suaves esta semana, de unos 10 kilómetros, y habremos acabado una más, quedarán ya sólo... ¡Dos!

domingo, 13 de febrero de 2011

Otra media que se me atraganta

La media maratón de Gavá ya es historia. Es una carrera ideal para intentar hacer marca, bastante llana, buenos avituallamientos, calles anchas en los primeros metros, para poder coger rápido un buen ritmo, hora ideal, 9:30am, la temperatura hoy era perfecta, algo de frío al principio pero un solecito que iba calentando sin molestar poco después...

Pero no, no era mi día para bajar mi marca, ni mucho menos para bajar de 1:30:00. Tampoco me obsesiono con esa cifra mágica, y mucho menos ahora, que estoy a tres semanas de la maratón de Barcelona, la de casa, ésa que todos queremos correr al menos una vez en la vida... :) Pero hoy sí que quería intentar hacer una media a tope, saltándome un poco el plan pero con el beneplácito de Jack Daniels, que nos deja hacer estas cosas.

Tenía dos referencias importantes de sendas medias recientes. En Vilanova hice mi mejor marca, 1:30:31. Primeros kilómetros sobre 4:10 de media, luego bajé un poco, y el ataque del alien intestinal casi me deja KO en el 13. Ritmos de más de 4:30 en ese tramo... Recupero en el 17 y acabo fuerte, unos 4:19 de media. Las pulsaciones en 170bpm durante la primera mitad, bajaron tras la pájara, y volvieron a subir a partir del 17, acabando en 180. Una buena carrera, sin el incidente quizá habría bajado bien el 1:30:00. Pero no cuenta el habría...

Segunda referencia, Mitja de Barcelona. 1:32:36. Salgo con otro chip, que es correr a 4:20 toda la prueba. Los 9 primeros kilómetros, con toboganes y masificados, salen a una media de 4:25 más o menos. Pulsaciones a una media de 165bpm en ese tramo. A partir del 10 empiezo a correr más deprisa, por debajo de 4:20 todos los kilómetros del 9 al 17, y las pulsaciones equilibradas en 173bpm. A partir del 17 no puedo mantener el ritmo, tampoco me esfuerzo en hacerlo, no era el día, quería mantener el ritmo y dosificar el esfuerzo. Los últimos kilómetros, de todas maneras, todos ampliamente por debajo de 4:30, y pulsaciones alrededor de 176bpm. Llego muy entero, muy contento, la segunda mitad de la carrera mucho mejor que la primera. La marca lejos de la anterior, pero las sensaciones me decían que corriendo así podría salirme mucho mejor.

La lección parecía obvia, ¿verdad? Pues ahí va un resumen de la carrera de hoy... Seré burro... Me quedaré con la lección aprendida de cara a la maratón.

Pero antes, recordar me encontré con Manuel Binoy, amigo y bloguero admirado y respetado por todos, con quien he compartido algunos entrenamientos por el litoral y el Besós, que ahora se encuentra de excedencia en su blog pero que me dijo que nos sigue y que algún día volverá... :) Me hizo mucha ilusión verle, nos saludamos y nos dimos un abrazo poco antes de empezar a calentar.

Y ahora sí, la crónica de un desastre...

Empiezo con ganas de correr. Calles anchas, frío, todo invita a salir rápido. Me siento bien y salgo adelantando gente. 4 primeros kilómetros a 3:56, 4:00, 4:03 y 4:06. Y 172bpm. Me sentía bien, fuerte, con ganas de correr, no estaba cansado, y burro de mí, ni miré las pulsaciones. Obviamente estaba quemando demasiado fuel...

Sigo corriendo con ganas, llego al 10 haciendo todos los kilómetros por debajo de 4:15. Me tomo el gel y me hidrato bien, al menos, una lección aprendida de Vilanova... Pero ya en el 10 las pulsaciones están en 177bpm. Así no llegaré muy lejos. Pero es ahora cuando me doy cuenta de lo forzado que iba, bruto, tonto, cafre, cómo no se me ocurre mirar el pulsímetro.

Hasta el 13 todavía aguanto los kilómetros a 4:15 pero el precio es ponerme a 179bpm. Mal vamos.

Y a partir del 14, cuando ya llevaba bastante tiempo en el tramo que comparte esta carrera con la maratón del Mediterrani, por la costa, recordando cómo me daba el tío del mazo en octubre, el cuerpo ya no puede con ese ritmo, mantenerlo me cuesta cada vez más, pero sigo luchando por hacerlo, ahí están las pulsaciones, pero el ritmo empieza a caer, 4:20, 4:20, 4:34, 4:24... Y ya estamos a 182bpm... Kaputt...

Estamos en el 18, la marca se me escapa, ya he perdido todo el tiempo ganado al principio, lucho por no perder mucho ritmo, sigo sin mirar las pulsaciones, iluso de mí, y voy perdiendo segundos y aumentando frecuencia cardíaca. 4:28, 4:34, 4:43, 4:29 y últimos metros a 4:34. Entro en meta con el corazón latiendo 190 veces por minuto, sin dejar de luchar por mantener el ritmo, pero sin poder hacerlo.

El Forerunner marca 1:31:13 cuando cruzo la meta, 42 segundos por encima de la marca de Vilanova. Estoy exhausto. Me tienta echarme al suelo nada más cruzar la meta, joder, pero veo a un runner tirado al lado, rodeado de gente, espero que esté bien, y sigo andando y recuperando el aliento. Devoro una pera, y dos trozos de naranja y plátano, me bebo un Powerade de un trago, y vuelvo a ser yo mismo unos minutos después...



En la zona de avituallamiento me encuentro con Óscar Rodríguez, que iba a hacer un rodaje cochinero de 21 kilómetros, y que lo hizo a 4:05... :) También coincidí con Anrhik, que hizo un carrerón muy por debajo de 1:30:00 y al que aún no había conocido en persona.

Más tarde llegó Manu, pensaba que había pasado por delante de mí y no le había visto, me voy para el guardarropa y veo que su mochila todavía está ahí, finalmente pinchó, venía con unas molestias en el pie y acabó andando, es también parte del entrenamiento saber parar a tiempo. Seguro que no será nada grave, lleva más de tres meses con su plan para la maratón, eso no se lo quita nadie, en unos días de parada obligatoria no se pierde el trabajo de tanto tiempo, y a veces, un descanso así sienta muy bien. ¡Ánimo Manu!

La lección está aprendida. Hay que mantener un ritmo objetivo razonable. Si corro forzando un poco por encima de mis posibilidades, lo pagaré caro. El "Zas en toda la boca" llega justo a tiempo, faltan tres semanas para la maratón, y he sentido en mis carnes lo que me puede pasar si salgo alegremente a correr todo lo que pueda. Las marcas no se bajan fácilmente, no puedo correr una media empezando a 4:00, yo no, todavía no, y no voy a hacerlo de la noche a la mañana. Así que he de ser cauto con el ritmo objetivo de maratón. Una leyenda urbana dice que unos 20 segundos por kilómetro más que el ritmo de la media maratón es una buena referencia. Ésta la he corrido más o menos a 4:19, así que 4:40 puede ser lo máximo a lo que podría aspirar. Hice la del Mediterrani a 4:54, con ataque del tío del mazo incluido, quizá 4:45 pensando en que si llego bien al kilómetro 30 puedo buscar los 4:40 sea una buena referencia. Siempre mirando las pulsaciones, sin sentirme tentado de correr a 4:30, total, voy bien, no me estoy cansando mucho... :)

El entrenamiento de Jack Daniels parece que desarrolla la faceta diésel del runner. Me siento mucho mejor en las tiradas largas, mucho mejor que antes de la pasada maratón. Pero en las medias veo que correr a un ritmo superior al T, el que tanto trabaja Jack Daniels, me cuesta un poco más, y si lo fuerzo más de la cuenta, me deja doblado. El tito Jack nos prepara para correr una maratón a un ritmo que se ha ido perfilando y trabajando durante el plan. Si mantenemos ese nivel de esfuerzo, los 42 kilómetros están en el bolsillo. Pero, Isidro, hazme caso, sin pasarte un pelo, ¡eh!

sábado, 12 de febrero de 2011

Velando armas para Gavá

Semana bien rara ésta que acaba hoy... Sólo he hecho la Q1 el domingo, dos horas y media corriendo a 4:52, y una Q2 el miércoles realmente demoledora, 20 kilómetros corriendo recién levantado, con cambios de ritmo que me dejaron doblado, aparte del mini entrenamiento de hoy. Quedan tres semanas más para la maratón de Barcelona, y el plan lo celebra bajando el kilometraje pero centrándose en unas sesiones de calidad muy duras. Imagino que Jack sabe lo que hace...

Como esta semana era de sólo 56 kilómetros, después de la Q1 y la Q2 me quedaban unos 5 para completarla. Así que me los guardé para hoy, un día antes de ir mañana a la Mitja de Gavá, con la oscura intención de intentar bajar mi marca y ver si esos 1:30:00 caen definitivamente. No sé si es el mejor momento, he empezado a bajar el kilometraje pero las sesiones de calidad me dejan cansado, pero por ganas no será.

Así que hoy me he conformado con salir a tomar el aire, a ritmo suave, y completar esos 5 kilómetros a 5:14, un poco más tarde que entre semana, pero aún así en ayunas. Pulsaciones medias a 150bpm.



En Barcelona tenía claro que no era el momento de buscar mi marca, así lo dije y así fue. Pero esta vez sí que tengo buenas vibraciones. La carrera es llana y parece que el clima será perfecto para la práctica del running. No me extrañaría que más de uno salga a darlo todo, a ver si se nos contagia a todos y sale una buena media.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Niebla, kilómetros y punto 8

El plan se pone duro, las Q2 empiezan a combinar tiradas largas a distintos ritmos y las Q1 tampoco se quedan cortas en cuanto a distancia. La Q1 del domingo la puedo hacer a una hora razonable y sin prisas, pero la Q2 de los miércoles es otra historia...

Hoy, 2 series de 35 minutos a ritmo E y 15 minutos a ritmo T. Dicho así parece sencillo, pero un primer cálculo me dice que van a ser como mínimo 20 kilómetros...

Tocaba madrugar de verdad, 4:30am, y el día empieza con problemas. El punto 8 que no llega... Y se acerca la hora de salir. Mis biorritmos no entienden esa media hora de diferencia y las cosas no salen como deberían... Sigo con los preparativos, gel, Aquarius, ropa de abrigo, guantes, un último intento antes de salir, y sí, llega el punto 8 pero en una mínima expresión... Pero hay que salir igualmente.

Empiezo a correr en dirección a Montcada, muy suave, sabiendo que lo que viene va a ser duro. Esos primeros 35 minutos son de ida y vuelta hasta regresar al inicio de la zona asfaltada del paseo del río, y los hago a 5:35. Por ahora aguanto bien, el punto 8 no amenaza...

Pero toca correr, 15 minutos a ritmo T, mucho más movimiento, más ritmo, corro con viento a favor, las pulsaciones no suben, el cuerpo responde con lo justo, y hago ese tramo a 4:35.

Sin parar para descansar me tocan otros 35 minutos a ritmo E, salgo en dirección al litoral para dar la vuelta justo a los 17 minutos y hacer el último tramo rápido río arriba, pero nada más empezar ese tramo noto que mis tripas me van a dar guerra... Apenas llevo 10 minutos, intento aguantar, pero no hay manera, no corro cómodo, veo que no voy a aguantar... Me doy la vuelta en busca de la oscuridad y la vegetación del río...

Vuelvo al río, y la decisión está tomada, tengo que parar y quitarme el peso de encima...

Acabo el tramo a ritmo E mucho más ligero, media de 5:32.

Un poco cansado, me enfrento al último trozo a ritmo T, con viento en contra, no consigo correr más rápido de 4:49 con las pulsaciones alrededor de 160bpm.

Y me voy corriendo para casa, nunca mejor dicho, que con los contratiempos durante el entrenamiento se me hace tarde. Los 3 kilómetros enfriando se quedan en 1,58, y el total en 20,53 kilómetros en 1:48:39. Las pulsaciones no han pasado de 164bpm pese a los ritmos T, y la media se queda en 147bpm.



De nuevo el punto 8 me fastidia un entrenamiento. Aunque igualmente no habría salido nada excepcional levantándome a las 4:30 y corriendo más de 20 kilómetros... No ha sido excepcional en cuanto a ritmos, pero sí que creo que lo ha sido en cuanto a esfuerzo. Uno de los días más duros que recuerdo, creo que el entrenador busca que corramos con distintas sensaciones que se reproducirán durante la maratón, un primer tramo tranquilo, después, forzar el desgaste físico corriendo un tramo a ritmo T, aguantar un rato más suave después del desgaste concentrado, y luego conseguir darlo todo al final... Me quedan aún un par de entrenamientos como éste, uno exactamente igual y otro más corto. Tengo curiosidad en ver la progresión en esas tres semanas de casi repetir entrenamiento. Supongo que Jack Daniels sabe lo que quiere conseguir con esto...

domingo, 6 de febrero de 2011

¿Serán las zapatillas?

Prácticamente todos los planes de entrenamiento para preparar una maratón que he visto cuentan con alguna tirada larga de más de 30 kilómetros. Digamos que son la tirada reina, lo más parecido a una maratón que haremos durante el entrenamiento. Son muy buenas porque nos dejan al pie del muro, corremos sin la presión de tener que hacer 10 kilómetros más para acabar, pero sabiendo que si hemos llegado enteros al kilómetro 30 estamos apenas a una hora de acabar la prueba.

Sobre todo en el primer plan, son entrenamientos importantísimos. Psicológicamente, nos disipan muchas dudas. 12 kilómetros más y ya estamos. 12 kilómetros que no son nada, los hemos hecho cientos de veces. Podemos acabar la maratón. Y físicamente, nos sirven para ensayar el asalto al muro. Podemos notar un mini muro quizá unos kilómetros antes, podemos sentir que al llegar al 30 las fuerzas empiezan a fallar, podemos aprender que 42 kilómetros son muchos y que hay que dosificarse muy bien si queremos acabarla enteros.

Lo más importante es que después de hacer los primeros 30 kilómetros, la pregunta ya no es si podremos acabarla, la pregunta es qué marca vamos a hacer. Aprendemos que es una misión dura pero realizable. Aunque aún nos queda mucho por aprender, cosas que sólo se aprenden a partir del kilometro 30 y con el dorsal puesto.

Al menos en mi caso, a partir de la segunda maratón las cosas cambian. Esas tiradas empezamos a usarlas para medir el fruto de nuestro entrenamiento. Imagino que todos las comparamos con las que hicimos en la preparación de la anterior maratón. Damos por hecho que esos treinta y pico kilómetros los vamos a completar, incluso nos planteamos hacerlos en progresivo, meter calidad en mitad del entrenamiento, o ensayar un ritmo objetivo de maratón.

En el plan que estoy siguiendo, había tres tiradas de más de 30 kilómetros. La primera, una combinada 16 kilómetros a ritmo E con unas series a ritmo T antes y 20 minutos más a ritmo T después. Acabé contento, los últimos 20 minutos los hice aún con fuerzas y acabé 32,5 kilómetros a una media de 4:54.

La segunda la cambié por los 10K de Sant Antoni y 20 kilómetros más al dia siguiente...

Y hoy tocaba la última. 2 horas y media a ritmo E. Tenía ganas de correr esos 30 kilómetros que había calculado a ojo, y ver cómo los hacía a un ritmo suave. En la pasada maratón hice esas tiradas largas en ayunas. No tenía otra opción, sobre todo en la última. Pero esta vez preferí salir desayunado y probarme en condiciones parecidas a las de la maratón. Así que me levanté a las 5:00am... Desayuné... Vi el capítulo de Fringe que tenía grabado... Arreglé un par de cosas del trabajo... Y a las 8:00 ya estaba corriendo.

Estábamos a 5 grados, pero a las 10:00 estaba previsto que la temperatura subiera a unos 12, así que opté por salir sin corta vientos ni guantes, prefería pasar algo de frío al principio pero correr cómodo después. Dos geles, medio litro de Aquarius, y al río.

Un primer kilómetro muy suave, a 5:30, y a partir el segundo cogí un ritmo de crucero en el río de entre 4:57 y 4:59. Salí del río con la sensación de que podía ir algo más rápido, pero la idea era correr cómodo, y que si mejoraba el ritmo, lo hiciera sin darme yo cuenta, no quería apretar ni un poco.

Salí del río buscando el litoral, y el ritmo empezó a moverse entre 4:49 y 4:58, en función del viento y los recortes del Forerunner. Me planté en el Hotel W casi sin darme cuenta, me tomé el gel, y al dar la vuelta noté que el viento soplaba en contra y que me costaba más avanzar...

Pero curiosamente, empecé a correr mucho más suelto, las piernas se aceleraron solas, la respiración seguía siendo cómoda, la pisada segura, ¿serían las zapatillas? :) Un kilómetro a 4:53, luego 4:50, 4:47... Voy muy suelto, incluso tengo ganas de correr más, pero no, es una tirada E, hay que guardar energías para las otras tiradas de calidad. De repente, ¡me cruzo con Manu por el litoral! Había salido desde Masnou a las 8:00, se dio la vuelta y estuvo un rato conmigo, me preguntó a qué ritmo iba, le dije que la última vez que miré a 4:45, pero casi sin darme cuenta estábamos corriendo a 4:36. Manu siguió en dirección contraria poco después, y yo seguí con esa extraña sensación de ir muy tranquilo pero a un ritmo interesante, las piernas pedían guerra, 4:40, 4:49, 4:34 y 4:37 antes de volver al río, después de cruzarme también con Toni, que venía como una moto por la Diagonal... :) Tres cobardes entrenando su tirada larga del domingo por el litoral, cruzándose en tres sitios distintos, supongo que Manu y Toni también se verían... Mola, ¿no? :)

El túnel de viento del río hizo que el ritmo bajara, pero aún así, iba cómodo y más rápido de lo que pensaba, algo por debajo de los 5:00 de media con un viento atroz, hasta que di la vuelta calculando a ojo el sitio correcto para llegar a casa a las 2 horas y media de carrera. Ya con viento a favor, últimos kilómetros entre 4:40 y 4:50, y paro el Forerunner justo en la puerta de casa, algo cabreado por no haber podido ser más fino con el cálculo, éste no fue del todo preciso y acabé en la puerta de casa cuando llevaba corriendo dos horas, treinta minutos y un segundo... :)

Al final me salieron 30,74 kilómetros a un ritmo de 4:52, y pulsaciones medias de 156bpm.


Psicológicamente me quedo con algo interesante... Acabé esos casi 31 kilómetros corriendo muy cómodo un segundo por debajo del ritmo medio de la pasada maratón. Y con fuerzas para 12 más, aunque aún no es el día, ahora toca afinar ese ritmo, seguir acumulando, aunque bajando el kilometraje semanal, apurar las sesiones de calidad, y empezar a pensar en una marca objetiva... Hoy, con muchas mejores sensaciones que ayer.

sábado, 5 de febrero de 2011

Cambio de neumáticos

Jubilé mis Saucony Progrid Triumph 7 hace justo dos meses, después de que me acompañaran durante buena parte del plan de entrenamiento de la maratón del Mediterrani, tras correrla con ellas e incluso unas semanas después. Esas zapatillas me encantaron, pero ya había pasado su vida útil, incluso más de la cuenta. Fui a comprar otras de características parecidas, y me llevé las Brooks Ghost 3. Las sensaciones al probármelas fueron muy buenas, daban ganas de salir corriendo con ellas... :)

Pero pocos días antes de hacerme las plantillas, empecé a notar alguna molestia en la rodilla. El propio médico me dijo que podía ser por el cambio de zapatillas, además de por una desviación leve de cadera, y que de todas maneras con las plantillas debería mejorar y no hacía falta dejar de correr.

La adaptación a las plantillas ha ido muy bien, ya no noto nada y la única ampolla que me salió en la planta del pie derecho ya no existe. Y para eliminar cualquier riesgo, he decidido jubilar anticipadamente a las Brooks, que se quedarán para jugar al Wii Fit y poco más, y volver a calzarme unas Saucony. Ya llevaba 550 kilómetros con las Brooks, llegarían a la maratón ya muy mayores, y como las sensaciones con ellas no han sido especialmente buenas, creo que es buen momento de cambiar, para que las nuevas lleguen rodadas a la maratón de Barcelona.

¡Con ustedes, mis nuevas y flamantes Saucony Progrid Triumph 8!



De paso os comento otro error de principiante... Si os hacéis unas plantillas... Hay que quitar las que vienen con las zapatillas antes de poner las del podólogo, no se ponen encima... Menos mal que me lo dijo el muchacho de la tienda, qué bestia soy...

Hoy he estrenado mis Triumph 8 con poco más de 10 kilómetros matutinos. Me he levantado mucho más tranquilo, he salido tarde, a las 7:24 empecé a correr, haciendo la ruta de casa al mar y vuelta, poco más de 10 kilómetros, el primero muy lento, calentando suave, a 5:44, y el resto ya más suelto, a ritmos de entre 5:11 y 5:18. Pulsaciones controladas, media de 146bpm.

Mañana sí que será la prueba de fuego, espero que el pie responda bien a las plantillas y las nuevas zapatillas con unos 30 kilómetros que me tocan. El plan dice que corra 35 kilómetros o 2 horas y media, lo que sea menos, a ritmo E. Si voy a 5:10 - 5:15 me quedaré un poco por debajo de los 30 kilómetros. Que no estaría mal para empezar la semana. Va a ser una semana rara, la Q1 se llevará unos 30 kilómetros, y la Q2, que tiemblo sólo de verla, calculo que unos 23... Y he de hacer 56 en toda la semana, así que el plan manda, y la semana que viene, sólo saldré el domingo y el miércoles, y como mucho, un día más para hacer los 3 ó 4 kilómetros que me faltan. Supongo que Jack Daniels ya habrá pensado en eso... Así llegaré bien descansado a la media maratón de Gavá, ahí sí que quiero ir a morder.

jueves, 3 de febrero de 2011

La canción de Jack Daniels

Después de la cafrada de ayer, hoy ya me levanté a una hora más normal, las 5:00am... :) Aunque no sé qué es peor, pues me fui a dormir a las 12 de la noche, es que el fútbol puede conmigo...

Me sentía más descansado de todas maneras, pese a haber dormido poco. Además de las horas totales de sueño, la hora a la que nos levantamos influye en nuestro rendimiento, el cuerpo se acostumbra a unos biorritmos, y levantarme a mi hora habitual me ha ayudado a tener mejores sensaciones durante el entrenamiento.

Ha sido un rodaje muy suave, empecé despacio, los 21 kilómetros de ayer aún se sentían en las piernas. Dos kilómetros a 6:17 y 5:50, llegando a la velocidad de crucero muy poco a poco, y por fin, después de varios días, vi en mi Forerunner ritmos de cuatro cincuenta y poco recién levantado. Al final, una media de 5:22, teniendo en cuenta que los dos primeros fueron especialmente lentos, y pulsaciones a 146bpm.

Las buenas sensaciones llegan, los días de descanso, las tiradas suaves, y exprimirse un poco más en las sesiones de calidad, por decirlo de manera simple y llana, parece que funcionan. Me siento cómodo y descansado, guardando plumas para los días de calidad y sintiendo que corro mejor, con menos esfuerzo, y sabiendo que puedo pisar un poco más el acelerador, aunque he conseguido aprender a no hacerlo cuando no es necesario.

Creo que Jack Daniels ha conseguido que se inicie mi metamorfosis. Me siento un runner muy distino al que era hace tres meses. Mi cuerpo está aprendiendo a dosificar el esfuerzo, minimizando el gasto energético. Las tiradas largas que hice antes de la Maratón del Mediterrani me dejaron tocado y los ritmos fueron más bien lentos. En cambio, ahora las acabo mucho más entero y a un ritmo mejor. Todo eso a consecuencia de correr muy descansado las tiradas E como la de hoy. Creo que este tipo sabe lo que quiere y cómo explicarlo... :)

Muchas veces hablamos de Jack Daniels y su plan, y tengo la extraña sensación de que hablamos de él como si le conociéramos... :) Y creo no equivocarme si en algún u otro momento nos hemos imaginado a un tipo con pinta de vaquero, ropa deportiva de hace 20 años y gorra, sentado en una mecedora en el porche de su granja, anotando nuestros tiempos y diciéndonos a qué ritmo tenemos que hacer el entrenamiento del día... O de cualquier otra forma en la que nuestra cabeza nos lo represente...

En mi caso, Jack Daniels hasta tiene canción. En verano, de vacaciones, cambié el horario de mis entrenamientos y noté una bajada en mi ritmo. Quise cambiar algún hábito, y uno de ellos fue cambiar la música que llevaba en mi iPhone. Pasé de Queen y Rocky Sharpe a unos Mixes de música más o menos comercial, versiones de canciones conocidas cantadas por becarios y cambiadas de tempo para sonar a unos 180bpm. Algunas las conocía, otras no. Pero últimamente hay una que cada vez que suena, no sé por qué, me recuerda a Jack Daniels.



Probablemente será que estoy como un cencerro, pero de verdad, cuando suena, me imagino a Jack Daniels con esas pintas que he descrito antes, con un grupo de runners corriendo tras él, mientras todos cantamos eso de You gotta fight, for your right, to party...

Si es que salir solo a correr a esas horas tiene estas cosas... :)

miércoles, 2 de febrero de 2011

Jack aprieta... Pero aún le sigo...

El plan se está poniendo emocionante, pronto empezaré a contar días en vez de semanas para que llegue la maratón de Barcelona, y ya estamos en la etapa definitiva, bajada paulatina de kilómetros pero aumento constante de intensidad. La carga de kilómetros ha sido importante, me he sentido cansado algunos días, también me ha coincidido con un apretón de trabajo muy fuerte, pero empiezo a ver la cuesta abajo, se esperan los buenos ritmos, el resultado del entrenamiento.

La semana empezó el domingo con la Mitja de Barcelona. Gonzalo me preguntaba si realmente Jack me pedía dos horas a ritmo T, y tiene razón, no eran dos horas seguidas, eran 3 kilómetros calentando, 4 series de 5' a ritmo T, luego 10 millas a ritmo T ó 80' a ese ritmo, lo que fuera menos. Este tramo habría sido aproximadamente de 72 minutos, si me hubieran salido a 4:30. Luego otras 4 series de 5' y 3 kilómetros enfriando, así que a ritmo T me habría tocado correr más o menos una 1 hora y 52 minutos y en total más de dos horas. El cambio que le propuse a Jack Daniels fue correr la Mitja de Barcelona a un ritmo de unos 4:20, que se quedó en 4:24. Si me hubiera propuesto correr a 4:24 a lo mejor me habría salido a 4:29, así que me quedo con los 4:24 como ritmo T++

El lunes tocó un inmerecido descanso runneril, después del fin de semana trabajando. Quería salir el martes a hacer unos kilómetros suaves. Pero las circunstancias no fueron las mejores, aunque tentado estuve. Me tocó una jornada maratoniana de trabajo el lunes, nunca mejor dicho y entendido en este blog. Había que acabar, sí o sí. Pequeños detalles, problemas imprevistos, fallos misteriosos, arreglos indispensables, entre rutina y rutina, entre sprites y punteros, iba pasando el tiempo, íbamos cerrando temas, pero el reloj no perdonaba y el día estaba llegando a su final... Las pizzas para cenar ya eran un hecho... Siempre he dicho que programar dar mucha hambre y es cierto. Cayeron 8 pizzas familiares, pues ya nos daban las 9 de la noche. Éramos bastantes, pero aún así albergaba alguna esperanza de desayunar pizza al día siguiente pues pensaba que sobraría... Pero no, cómo comen las nuevas generaciones... :) La idea de salir a entrenar con un trozo de pizza en vez de mis galletas se esfumó en pocos minutos. Pero a medida que pasaban las horas la idea de salir a correr después de dormir poco empezaba también a esfumarse...

Siguieron pasando las horas... 3:00am... Parece que habíamos acabado... Pero no del todo. Había que probar que todo estaba en orden. Una primera prueba, ya quedábamos pocos, éramos 8, todo bien, un aplauso espontáneo para darnos ánimos, nos quedamos un par de horas más probando, viendo el resultado ya y los primeros usuarios en acción, y a las 6:00am dimos por acabada la jornada los últimos valientes...

Estuve tentado de ponerme las zapatillas y salir a correr, pero como dice Serrat, ya hace 20 años que tengo 20 años, el cuerpo ya no aguanta estas cosas que de joven eran habituales. Me fui a dormir pensando en descansar unas horas, pues al día siguiente no podía permitirme no estar de nuevo al pie del cañón. Así que el martes tampoco corrí.

Después de la batallita laboral, hoy sí que volví a entrenar. Dudaba entre hacer una tirada suave o en atacar la Q2. Y pensando en que hoy hay fútbol hasta tarde, y que la Q2 era de las potentes, casi dos horas y más de 21 kilómetros, opté por ir a por la Q2 y dejar para mañana una salida suave.

Diana a las 4:30am. El día no empieza bien. No soy capaz de cumplir el punto 8. Apuro pero se me echa el tiempo encima, tengo que salir o si no no desayuno. Estiramientos, y a correr, empezando con 1 hora a ritmo E, tranquilito, mucho por delante, aún medio dormido, viento terrible en contra al comenzar, el mismo viento a favor al dar media vuelta, y pasa esa hora tras correr poco más de 11 kilómetros a 5:23.

Y luego la parte divertida. 6 series de 5 minutos a ritmo T con 1 minuto de descanso. Con el viento que hacía, ya me imaginaba que los tiempos iban a salir raritos, y así fue. Como de costumbre, + es viento a favor, - viento en contra, ++ mucho viento a favor, -- mucho viento en contra.

1 => 4:37 +
2 => 4:37 -
3 => 4:46 --
4 => 4:36 -
5 => 4:24 +
6 => 4:21 ++

La media se queda en 4:33, me parece adecuada para la hora que era...

Ya sólo me quedaban 15 minutos a ritmo suave para llegar a casa, y finalmente, la amenaza inminente de punto 8 apareció. Tenía ganas de hacer esos últimos 15 minutos a un ritmo E más suelto, pero no, de suelto nada, más bien apretando, pero en otro sentido muy diferente. Pasitos cortos, nalgas prietas, ritmo muy suave, y llegué de una pieza, aunque no paré ni para estirar, si subo la pierna en un banco para estirar la lío bien gorda...

Al final, una media maratón a ritmo E con media hora de series a T. 21,02 kilómetros para empezar el día con energía, y completar una Q2 durilla. Me quedan dos salidas más suaves para completar el kilometraje, y el domingo volvemos a bajar kilometraje... Ya se acerca...