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domingo, 24 de abril de 2016

Crónica de la maratón de Boston 2016

Para que una maratón salga bien, hay que entrenar bien. Y el día de la carrera, tienen que salir las cosas bien, que no siempre significa lo mismo para todos.

Llegué a Boston regular de forma, no he vuelto a ser el mismo desde que la zona isquio-glúteo-piramidal-lumbar empezó a molestarme. Puedo correr, puedo entrenar, pero no forzar, así que las series, cuestas y tiradas largas a ritmo tempo no las puedo hacer como me gustaría. Llegué a completar mi plan de entrenamiento a medias, sin muchas series, pocas tiradas tempo, y acabando una peak-week aceptable a base de mucho dolor después de entrenar. Pero así no se hacen las cosas...

De todas maneras, correr Boston no era un paso más para intentar mejorar mis marcas, sino que simplemente un regalo, uno de los mejores que se puede hacer un runner... :) Lo mío me costó clasificarme, me quedé a apenas 30 segundos hace un año, y esta vez entré sobrado después de hacer mi mejor marca en Barcelona y sobre todo por estar en la categoría de 45-50 años. Y el regalo consistía en correrla, sufrir, que de eso se trata, y llevarme la medalla a casa.

Al final fue un viaje relámpago, fui yo solo, con un vuelo que no recomiendo a nadie (Azores airlines, vía Lisboa y Punta Dorada) aunque salió barato, llegué el sábado por la noche, fui a por el dorsal el domingo, corrí el lunes, cené, descansé, y el martes ya me volví a casa.

La feria, regular, me gustó mucho más la de Nueva York y la de Berlín. Pero la chaqueta conmemorativa creo que se la compró todo el que corrió la maratón y parte de sus acompañantes, excepto un amiguete español que conocí en la villa del corredor... :D

La carrera, muy bien organizada, autobuses saliendo desde Boston a Hopkinton, con algo de retraso, comida y bebida de sobra en la zona de espera, y todo un detalle de la organización, muy bueno, que no hacía más que presagiar la tragedia... Iban repartiendo protector solar a las 8 de la mañana... Y la carrera empezaba a las 10... Tuve la suerte de salir en la primera oleada, por pocos segundos, y eso me libró de media hora extra de sol, que ya pegaba fuerte desde las 9.

Y para un corredor que entrena de madrugada, bien fresquito, el sol es cualquier cosa menos bien recibido... :(

Empezó la carrera, muy puntual, himno nacional, palabras de los políticos, y a correr, que a eso hemos venido.

Dicen los sabios que al llegar a la media maratón, hay que sentirse como si aún no hubiéramos empezado a correr. Pues bien, en el kilómetro 17, yo ya estaba muerto. El calor pudo conmigo, me dejó sin fuerzas, y los ritmos de 4:30 pasaron a ser de 4:45, 5:00 y 5 y pico por el resto de la carrera...

Aprendí que hay dos cosas en esta vida que parece que no se acaban nunca; Hearthbreak Hills, y la recta de llegada de Boston... :) Las cuestas rompepiernas las pasé a base de apretar los dientes, y la recta de llegada, después de lo que llevaba encima, se me hizo eterna, aunque aún me quedaron fuerzas para sonreír a la foto... :)

3:28 pelado, al menos bajé de 3:30... Pero pasándolo fatal, llegué al apartamento con nauseas, pero un baño caliente y una cena reparadora me dejaron como nuevo y con 16 maratones a mis espaldas... :)



Sol, calor y cara de mal rollo...



Se me alegra la cara cuando veo que esto se acaba... Y que hay foto... ;)



El mejor momento de cualquier maratón... Cuando sabes que ya no hay que correr más...



Y a eso venía, a por mi medalla... ;)

Una experiencia vital más para la colección... De las 4 Majors que llevo, mi favorita sigue siendo Berlín, quizá después Chicago, Boston y Nueva York. A ver qué tal Londres y Tokio, porque por poco que me respeten las lesiones, para dos que me faltan, ya sería muy feo no hacerlas... ;)

domingo, 27 de septiembre de 2015

Boston 2016

Fue el lunes, 5 de julio de 2010, cuando escribí esto en mi blog:
tengo decidido correr mi primera maratón el 24 de octubre, la Marató del Mediterrani.
Todavía no sabía en qué lío me estaba metiendo... :) La de kilómetros, madrugones y gadgets que iba a necesitar por haberme convertido en maratoniano... Mediterrani, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Barcelona, me empezó a gustar esto de correr maratones por España. Me animé a probar un poquito más lejos y me atreví con Berlín, que salió muy bien. Una Major, un ambiente que no se puede explicar con palabras... Vuelta a España, Barcelona, Madrid, y cambio de continente por primera vez y maratón de Nueva York. Y eso sí que es difícil de explicar, lo que se vive en una carrera con 50.000 corredores y una ciudad entregada es único. Segunda Major. Y uno que ya empieza a hacer planes... A Nueva York fui por agencia de viajes, y a Berlín todavía se podía uno inscribir sin sorteos ni marcas...

Tras la segunda Major y mi primer periplo transoceánico ya estaba enganchado. Y empezaban a rondarme planes por la cabeza. Correr las 6 Majors comenzaba a parecer un plan a largo plazo. Pero tocaba empezar a esforzarse con los tiempos si quería hacerlo y seguir pagando una hipoteca... :) Así que tras volver de Nueva York, en mi mente fue tomando forma un reto muy especial, esa carrera de la que todos hemos oído hablar, la maratón más antigua, la más prestigiosa, la única que no se corre en fin de semana, la que no puedes correr por agencia, solo por marca. Sí, la maratón de Boston.

Boston 2015 era mi plan. La maratón se corre en abril, así que por unos pocos días ese año me tocaba correrla en la categoría de 40 a 45 años y la marca mínima exigida era 3:15:00. Mi marca entonces era de 3:17:49 en Berlín, un circuito plano, ancho y con pocos giros. Había que esforzarse para conseguir ese 3:15 y encontrar una carrera apropiada. Así que decidí repetir Sevilla en 2014 para buscar esa marca e intentar correr Boston en 2015. La carrera salió bien, el calor estuvo a punto de fastidiarme los planes, pero conseguí un 3:14:40 que me permitía intentar inscribirme en Boston... Y de paso, también me garantizaba una plaza para Chicago, otra Major.

Lo intenté con Boston, pero quedé fuera por pocos segundos... La marca mínima no te garantiza una plaza, siempre hay un corte unos segundos por debajo de esa mínima, y en mi caso fueron más de los que yo tenía de margen. Así que Boston tendría que esperar. Y para calmar mis penas, corrí Barcelona, me apunté a Chicago y la corrí también, haciendo la carrera soñada y bajando de 3:10. Lo que ya me garantizaba sobradamente una plaza para Boston 2016, esta vez en la categoría de ancianitos de 45 a 50 años, para la que la mínima es de 3:25... :)

Tras Chicago, en 2015 tocó repetir lo que hice en 2013, Barcelona (con mi mejor marca actual), Madrid (bajando 12 minutos mi marca de hace dos años) y dentro de pocas semana Nueva York. Y ahora sí, confirmado, verificado y pagado, en 2016, correré la maratón de Boston. Tanto rollo para decir esto... :)

Sigue el camino hacia Nueva York. La lesión que me tuvo medio verano parado me ha dejado en un estado de forma más bajo que el que tenía tras correr Madrid, poco a poco voy recuperando el ritmo pero obviamente no puedo preparar una maratón en 3 meses y renqueando. Así que el plan sigue siendo sobrevivir, pasear con mi medalla por la ciudad y tomarme unas mini vacaciones. Si mis lumbares, mi piramidal y mis isquios lo permiten, a la vuelta empezaré a preparar Boston para ver si la carrera soñada lo es también por la marca conseguida.

Mis entrenamientos siguen siendo rodajes a un ritmo poco exigente, aún no me atrevo con las series o ritmos más rápidos, quiero que hayan desaparecido todas las molestias antes de ni siquiera pensarlo. He cambiado los 5 días de entrenamiento semanales por 4, y los 3 rodajes de 10 km que hacía entre semana se han convertido en 2 de 15 km, con el aliciente de que los hago desde casa a la oficina, cruzando más de media Barcelona. Es un lujazo levantarse a las 6:00am, tomar un café y unas galletas, ponerme la ropa de deporte, ahorrarme un billete de metro, ducharme en la oficina y después hacerme un desayuno espectacular, tostadas, salmón, pastrami, jamón, queso, zumo de naranja recién exprimida... Sí, todo eso (y más) a disposición del sufrido empleado de King... ;) Tengo la sensación de que mi cuerpo asimila mucho mejor 30 km en 2 días descansando 3, que en 3 días descansando 2. Lo malo es que por la ciudad se complica hacer rodajes tempo o series, pero lo intentaré...

Los fines de semana aprovecho para hacer tiradas más largas, incluso el jueves pasado, festivo en Barcelona, me atreví a hacer algo más de 24 kilómetros, algo que no ocurría desde el 17 de mayo... Es obvio que a mis piernas les faltan kilómetros, pero quiero pensar que con los 5 años que llevo entrenando y corriendo maratones, una buena puesta a punto antes de Nueva York me permitirá acabar la maratón entero, si desde el principio salgo con el chip de que voy a disfrutar y que las marcas ya llegarán en 2016, si tienen que llegar.

Mientras, cochineros, a seguir yendo a la oficina corriendo, cuidar lumbares, abdominales, dorsales y demás "-ales", y sobretodo, cuidar la alimentación, como ayer... ;)