El 5 de abril llegaron mis FiveFingers. Las compré casi como un capricho, las vi cuando estuve en el dique seco y quizá fueron una especie de cura para el síndrome de abstinencia... :) Las estuve usando como zapatillas de andar por casa, y cuando empezó a hacer más calor quedaron olvidadas en un armario.
Ayer por la noche escribí mi entrada y comencé a leer vuestros blogs...
Y me encuentro con que Pere se había comprado unas y las había estrenado inmediatamente...
Pero además luego leo en el blog de RA también una alusión a las FiveFingers...
Así que pensé... ¿Y por qué no las estreno ya?
Dejé preparada mi ropa por la noche. Camiseta de manga larga. Creo que pronto pasaré a la corta. Calzoncillos de runner. Mallas. Y esta vez no saco calcetines ni pongo las plantillas en las Saucony. Esta vez, abro el armario, y veo que las FiveFingers me sonríen y me guiñan un dedo... Isidro, te estábamos esperando... Ha llegado el día...
Y llegó el día. Me levanté como siempre. Las FiveFingers ya llevaban rato despiertas. Me miraron pícaramente cuando pasé en dirección a la cocina para hacerme el café. Café, galletas... Me puse la ropa. Dejé las FiveFingers para el final. La derecha entró con algo de esfuerzo, al segundo intento. La izquierda mucho mejor. Me miré los pies. Los pies me miraron a mí. Estiré los dedos. Giré los tobillos... Pero qué bonitas son... Y salí a la calle...
El tacto es increíble. Se sienten las irregularidades de la acera, del asfalto. No sabía cuánto correr, era el primer día, ayer hice un progresivo bueno, no el más exigente, pero ni mucho menos un cochinero. Estiré y enfilé la ruta de Montcada, pensando en dar la vuelta antes si no me sentia bien.
Y vaya si me sentí bien... La sensación es indescriptible. Uno se siente más pegado al suelo, casi puede agarrarlo con los dedos de los pies. El impacto en las rodillas no era mayor que corriendo con zapatillas normales, notaba más el contacto, eso sí, con la parte superior de la planta del pie, esa pequeña almohada de carne que hay debajo de los dedos y que seguro que tiene nombre... :)
Tampoco sabía si el cambio me haría correr más despacio. Pero no fue así. Empecé a 5:56, pero tras un kilómetro ya estaba corriendo a 5:13 y 5:14. Por ahora todo genial. Me siento ligero, cómodo, seguro. Disfruto corriendo. Subo el ritmo, 5:03 y 4:53 después de dar la vuelta, ya llevaba cinco kilómetros, las piernas y el corazón iban de maravilla, pero...
Empecé a notar una rozadura en el dedo gordo del pie izquierdo y otra en el empeine interior del derecho... Ya conozco esa sensación, primero un roce, luego un picor, luego duele un poco... Ya me imaginaba el tamaño y la forma de las ampollas que me iban a salir...
Pero no paré, estaba corriendo tan a gusto que pensé, pues bueno, ya se irán, habrá que acostumbrar al pie si quiero usarlas de vez en cuando, así que, ya no tan cómodo con las molestias, seguí corriendo aumentando el ritmo y enlacé tres kilómetros más a 4:41, 4:22 y 4:09, con unas sensaciones increíbles.
Ya llevaba 8 kilómetros con las FiveFingers, no me costó nada adaptarme a la manera de correr barefoot, el ritmo era bueno, la respiración también, sentía The Flow, pero las rozaduras ya estaban llegando al umbral molesto del dolor, y además empecé a notar el tendón de aquiles derecho un poco cargado, así que bajé el ritmo, kilómetro 9 a 4:28, y los últimos metros callejeando a 4:48.
El rodaje me salió mejor que ayer. El ritmo medio fue de 4:53 y las pulsaciones medias de 145bpm, máximas de 166. 4 segundos por kilómetro más rápido que ayer, y 1bpm menos también que ayer.
Y aquí, la prueba de cómo quedó el empeine de mi pie derecho... La ampolla del dedo gordo del derecho es demasiado fea para enseñarla... :)
No me voy a pasar ahora al barefooting, ni voy a entrenar habitualmente con las FiveFingers, tampoco creo que las lleve a ninguna carrera. Pero hoy me he dado un gustazo y seguramente repetiré de vez en cuando. Ha sido casi como recordar cuando era un niño y corría descalzo por casa... Como regalarme unos minutos de la unión más intensa de un corredor y el suelo que éste pisa...
Ah, ayer me dio la sensación de que, como me decía mi padre, explicando mis planes maratonianos me enrollé más que una persiana y quizá no quedaron claros. Principios de noviembre, Zaragoza, a tope. Finales de febrero, Sevilla, a morir. Y finales de marzo, Barcelona, cochinero... :)
Me alegro por ese estreno. Ya iba siendo hora. Y lo de las heridas, ya sabes, como todo al principio. A ver mañana qué tal andas de dolores...
ResponderEliminarSalud!
Ay que tener valor para hacer 9km a esos ritmos la primera vez con unas barefoot. Yo no me atrevería. Primero las sacaría para pasear y quizás algún trote pero no en asfalto.
ResponderEliminarNo me imagino yo con unas barefoot a 4:30/km durante 15 o 20 km.
Que esas ampollas no sean excusa para el domingo eh? Te quiero en plena forma.
Esta todo el mundo con lo mismo. En el foro y en la blogosfera. Minimalismo a tutiplén, no se si será el calor o que, pero es bastante curioso.
ResponderEliminarNo puedo opinar porque aún no lo he probado (en la playa pero no es lo mismo que en asfalto) así que me limito a leer vuestras sensaciones, que son buenas en todos los casos, habrá que seguirlo muy de cerca.
Había visto los calcetines, pero las zapas no, habrá que probárselas, no imagino las sensaciones.
ResponderEliminarCuídate
Es que te has pasado, el primer día un paseíto de 4-5 kms no te habría dado problemas. Es positivo que hayas tenido buenas sensaciones. Yo corro descalzo por cesped despues del gim 10-15 minutos y el roce con la hierba me relaja las plantas de los pies, de momento me quedo ahí
ResponderEliminarCon las barefoot soy un poco escéptico para darles caña. Quizás un paseito o usarlas para andar. Creo que el pie ya sufre bastante con cámara de aire y calcetín especial de running como para dejarlo a pelo (al menos el mío).
ResponderEliminarRespecto a tus planes coincideremos en Sevilla seguro y quien sabe si en Barcelona con cochinero.
Me parece muy correcto tu planteamiento. No es necesario correr con esas zapas todos los días, ni hay que hacerse 20k a 4´, tan solo una buena dosis de sensaciones y a casa.
ResponderEliminarIsidro, que tú ya estás mayor para estas cosas, cuida tus tendones, prudencia.
ResponderEliminarEl tema hace tiempo que está dando vueltas por la red... Y realmente merece la pena entrar un poco más a fondo en él... Lo cierto es que tengo todas mis entradas en el Blog comprometidas hasta el 31 de Julio, pero en su momento analizaré esta cuestión bajo mi punto de vista... En todo caso, Isidro, creo que debes frenar un poco tus impulsos "barefootianos" quizás no es esta la forma más adecuada de iniciarte en el "Barefoot Movement", no...???
ResponderEliminarEn pocas palabras te has metido unos cuantos de km en las piernas.. con el resumen de las maratones.. mañana nos vemos y hablamos.
ResponderEliminarYo lo tomaría como otra experiencia más pero sin demasiadas pretensiones de continuidad. Como tú dices algo esporádico para disfrutar y punto. Yo no me atrevo.
ResponderEliminarPues les has hecho un buen estreno, sin duda. Ahora a ver s las consecuencias, pero de vez en cuando, a disfrutarlas, no?.
ResponderEliminarUn saludo
Estreno a lo bestia, que valiente yo ni me lo planteo.
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