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domingo, 19 de junio de 2011

30 kilómetros por el Llobregat

Ahora mismo no tengo un plan a corto plazo. Correré dos carreras de 10 kilómetros próximamente, Vila Olímpica dentro de una semana y La Maquinista 7 días después. Y se acabarán las carreras seguramente hasta septiembre. Y mientras prepararé la próxima maratón, que al final será Bilbao y no Zaragoza, ya está decidido.

Mientras empiezo la preparación, estoy variando los entrenamientos, hice unas semanas orientadas a intentar vanamente bajar mi marca en 10K en verano, hice varias carreras y entrenamientos de montaña, series cortas que no había hecho nunca, decidí probar las FiveFingers, y hoy, dentro de este caos controlado, me apunté a recorrer 30 kilómetros por el Llobregat en compañía de Carles, Óscar, Rafa (el abuelo runner), Antonio, y dos runners que no conocía, Diego y Paco.





Arriba, de izquierda a derecha, Antonio, Paco, Rafa y Carles.
Abajo, de izquierda a derecha, Óscar, Diego y yo mismo.

30 kilómetros es una distancia más que respetable, y empezando a las 9:00am, era obvio que íbamos a pasar calor. Pensando en ello, cometí el error de meter dos botellas de Powerade en el congelador con la intención de que llegaran bien frescas a Cornellá, y rellenar mis botellines del cinturón justo antes de salir. Pero en una hora que estuve en el Metro y los Ferrocas, las botellas no se descongelaron... Así que cuando empezamos a correr salí con los botellines vacíos y dos helados de Powerade, Óscar estuvo ayudándome a llevar uno mientras poco a poco se descongelaban y después de más de 5 kilómetros pude rellenar los botellines, beber algo y deshacerme de ambas botellas en sendas papeleras que encontré en dos pequeños parques a lo largo del recorrido.

Los primeros kilómetros transcurrieron, peleándome con las botellas, en una amena conversación, a ritmos de más o menos 5:20. Ya hacía sol, aunque soplaba un viento que hacía la temperatura mucho más agradable. Y creo que ese viento y algunas nubes nos jugaron una mala pasada...

Salimos juntos, el plan era salir juntos y acabar el mismo sitio, en función de las sensaciones, ritmos y planes de cada uno, el camino no tenía pérdida, remontaríamos 15 kilómetros por el Llobregat, y llegado el momento, daríamos media vuelta. Correr así fue una gran idea, íbamos en dos grupos al principio, nos juntamos después, aprovechando una parada técnica de los que iban tirando, y justo cuando nos juntamos vimos que Diego se había quedado atrás, a su ritmo, ritmo de ultramaratoniano, que le permite hacer entrenamientos como por ejemplo irse de Cornellá a Tarragona corriendo en 17 horas...

Volvimos a juntarnos tras hacer y deshacer un par de grupos cuando estábamos llegando a la mitad del camino. Seguíamos con ese ritmo de aproximadamente 5:20, hablando, riendo, el aire fresco animaba. Incluso me permití el lujo de desviarme dos veces para tirar las botellas de Powerade a una papelera. Parecía que esos 30 kilómetros iban a ser coser y cantar para todos... Pero llevábamos 15 kilómetros, hacía calor aunque el viento lo disimulaba, estamos apenas a dos días del inicio del verano... En 15 kilómetros sólo tuvimos apenas 100 metros de sombra, nos pusimos todos en fila, de uno en uno, disfrutando la preciada ausencia de sol.

Paramos un rato para tomar un gel y beber con calma, y comentar los dos primeros incidentes del recorrido. Diego no aparecía. Y Carles había parado por un dolor en la rodilla, me llamó al móvil para avisarnos de que siguiéramos, que él se volvía al punto de salida, a pocos días de su ultramaratón por el desierto lo más sensato es no arriesgar si se siente una molestia.

Después del mini descanso, costó un poco ponerse en marcha de nuevo. Parecíamos Robocop corriendo, finalmente conseguimos volver a correr como humanos en pocos minutos. El calor empezó a hacer mella poco después. Se volvió a separar el grupo, Antonio y Óscar tiraban con fuerza, los demás íbamos más atrás aunque no los llegamos a perder de vista. Sobre el kilómetro 20 noté que empezaban a fallarme las fuerzas. Creo que una vez más, me confié en la primera mitad del recorrido. El calor iba consumiéndome lentamente, escondido tras el aire fresco. Me quedé un poco atrás, con el resto del grupo a la vista...

Poco antes del kilómetro 24 nos encontramos con Carles que iba de vuelta al punto de salida. Óscar se paró y siguió andando con él. Me uní sin pensarlo dos veces. El resto siguió fuerte. Antonio parecía flotar, no correr. Rafa, que lleva un tute de kilómetros increíble encima, seguía fuerte, a su ritmo constante. Paco no había dejado de tirar del grupo en todo el recorrido, y ahí seguía.

Seguí con Óscar y Carles andando durante unos 2,5 kilómetros. Esa parada me sentó de maravilla. El Powerade parecía consomé, ya no refrescaba nada. Las nubes fueron benévolas y ayudaron a bajar la temperatura corporal y mis piernas volvieron a nacer... Estuvimos ese rato hablando de lesiones, de FiveFingers, de ultramaratones, pudimos liberar nuestra mente de la terrible tortura que estaban siendo esos 30 kilómetros al sol, sin sombra, sin agua fría para meter la cabeza o refrescar el gaznate. Óscar se sintió algo más animado, y empezamos a correr él y yo tras despedirnos de Carles. Habíamos perdido más de 15 minutos respecto al ritmo que llevábamos antes, teníamos que los demás pudieran estar preocupados.

De nuevo, Oscarcop e Isidrocop empezaron a correr mientras sus articulaciones chirriaban... :) Estábamos a menos de 3 kilómetros, yo recuperé el aliento y pude volver a correr a ritmos de 5:15-5:30, Óscar se quedó atrás, el calor y la falta de agua creo que le dejaron un poco tocado. El iPhone sirvió para que Carles nos comentara lo que le había pasado, y ahora nos sirvió para asegurarnos que íbamos por el camino correcto. Le aseguré a Óscar que íbamos bien, y me adelanté para avisar a los demás que estábamos bien, bien jodidos, pero bien... :)

Últimos dos kilómetros, y ya estaba en el lugar de encuentro, pensando si los demás estarían preocupados. Jajaja, preocupadísimos, sentados en un banco, riendo, bebiendo unas latas de cerveza, Rafa, un crack, siempre el alma de la fiesta, sacando la cámara para hacerme la foto finish, me hizo repetir los últimos metros porque no había salido bien... :D









Me uní al grupo de los cerveceros, el señor de la tienda nos miraba raro aunque feliz por su inesperada recaudación de esa mañana, mientras estirábamos un poco cerveza en mano.





Llegó Óscar poco después, también hubo foto finish, con esa cara que todos conocemos, la cara de alegría que se te pone cuando has estado tocado bastante tiempo pero llegas al final y además tienes amigos esperando... :) Fui a por la bolsa al coche de Rafa y saqué mis cacahuetes recuperadores, mientras finiquitábamos las cervezas y hablábamos del calor que había hecho y lo bien que habrían estado un par de fuentes de agua fresca en el camino.

Pocos minutos después llegó Carles, con una sorpresa inesperada, un cargamento de Isostar que nos sentó de maravilla, de lo que dan fe estas fotos. Luego hubieron más cervezas, pero ya se me hizo tarde y volví para casa. Justo cuando me despedía apareció Diego, debimos cruzarnos con él en algún pequeño desvío de los pocos que había en el camino.









El entrenamiento fue duro, muy duro. El calor nos destrozó. Una gran preparación para los que van a Belchite y al Isostar Desert Marathon. La ruta es excelente para una tirada larga, pista de tierra muy compacta, a la orilla del Llobregat. Salimos de Cornellá y llegamos hasta El Papiol, bajo un sol de justicia y algunas nubes que hicieron que quizá nos confiáramos más de la cuenta. La deshidratación fue importante, los primeros 15 kilómetros quizá tuve que dosificarme mejor. Pero lo pasé en grande, estos entrenamientos con amigos, por mucho que sufras, acaban siendo los mejores. El rato de las cervezas e Isostar en el banco fue genial, qué rápido vuelve el buen humor después de una paliza semejante... :)

Las fotos, gentileza de Rafa y Carles, unos cracks, como siempre.

11 comentarios:

  1. Isidro,ha sido un placer salir a correr en buena compañia,cuando normalmente lo hago siempre solo,me lo he pasado de PM y conociendo gente de PM,espero que coincidamos en otra ocasion,mientras espero te seguiré leyendo.Un saludo.
    P.D: Los frutos secos estaban de coña.

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  2. Genial entreno y gran mañana a pesar de los bajones, 30 kms. siguen siendo 30 kms.

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  3. que burrada de entrenamiento, 30kms con el calor que debia hacer hoy por allí... vaya fieras

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  4. ISIDRO ahora entiendes porque me adelante un poco.. para que tuvieras una foto en condiciones de la llegada en pocas semanas ya te he hecho de fotógrafo dos veces..
    Con ese pedazo de crónica me da gana de copiarla :).. como dice Antonio lo frutos secos nos arreglaron la mañana.. un abrazo

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  5. Bufff... ¿yo tocado? Noooo... Yo iba tocado y hundido jejeje.
    Estaba deshidradato y después del parón las piernas ya no me respondían.
    ¡Muy buena crónica!

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  6. Gran salida Isidro. Tuvo que ser duro, pero si no las cervezas no saben igual. Enhorabuena a todos.

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  7. Bueno Isidro... Ha sido una mañana totalmente diferente y sobre todo (incidencias al margen) muy agradable por el buen ambiente reinante... La calidad humana del grupo es realmente grande..!! Ya sé que te se hizo un poco tarde pero las cervecitas frías después del Isostar fueron el toque final..!! Ah y gracias por acompañarme unos km...!!

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  8. que raro.., robocop tomando helados de powerade, isostar, cervezas..,jajaja. Que bonita quedada, entre el calor y el ritmo durante los 30 kms estoy empezando a sudar.. Saludos, sois geniales!!

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  9. Así da gusto meterse 30 km. Con esa compañía y ese buen rollo los kilómetros vuelan

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  10. La foto estirando bebiendo cerveza es genial

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  11. Tiradas de 30Km desde mi primera maratón no se lo que es eso, pero la compañía siempre lo hace todo más entretenido.

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