En mi particular plan de preparación de mi primera maratón, el sábado es un día peculiar, en el que corro un poco más que entre semana, pero debo ser cauto y guardar fuerzas para la tirada del domingo. Normalmente la tirada del sábado me sirve de referencia para ver sobre todo cómo va evolucionando mi ritmo. El objetivo sabatino es hacer algo más de 16 kilómetros, acabar con buenas sensaciones y ganas de seguir corriendo, y dejar que el propio cuerpo busque un ritmo para correr cómodo y con las pulsaciones controladas. Dado que el viernes descanso, es un buen día para ver cómo responde el cuerpo fresco, y para enseñar a mi cabeza a controlar mis piernas, pues salgo con muchas ganas y sin la presión de irme corriendo a trabajar, y eso es muy peligroso, uno puede pasarse sin querer...
He salido un poco más tarde y medio histérico porque no he encontrado la banda para el monitor cardíaco del Forerunner... Seguro que buscando otra cosa la encontraré, pero después de dar varias vueltas por todos los lugares de la casa en los que podría haberla dejado, salí solo con el reloj y el Runkeeper, hoy me he quedado sin la referencia de las pulsaciones...
Creo que estar unos minutos dando vueltas por la casa me ha sentado bien. He empezado a correr más despierto, más engrasado, el primero kilómetro que suelo hacer a más de 6:00 lo he hecho a 5:42, el segundo ya estaba corriendo a 5:21 y al dar la vuelta en Montcada los kilómetros empezaron a caer a menos de 5:00 hasta el final. No llegué a hacer ninguno a menos de 4:50, pero no era ése el objetivo. Hice los últimos 10 kilómetros por debajo de 5:00, aguantando bien el ritmo y con ganas de correr más, que era lo que prefería, hacer más kilómetros a un mismo ritmo y alcanzar la velocidad de crucero un poco antes.
Buen prólogo para mañana... El domingo pasado hice 25 kilómetros, estoy acabando la cuarta semana, creo que debería hacer menos, en los planes que he visto al alcanzar nuevos máximos de kilometraje se baja una semana y se vuelve a tomar impulso para hacer más kilómetros dos después...
Y ahora es cuando me pregunto en voz alta... ¿Qué plan de entrenamiento estoy siguiendo? Pues ahora mismo ninguno en concreto... Estoy leyendo muchos, y he empezado aumentando el kilometraje para estar cerca de los 70-80 kilómetros semanales y aún no tengo muy claro en qué dirección ir después, pero voy haciéndome una idea.
Lo primero que necesito es entender cómo funcionan los planes de entrenamiento, para ser capaz de adaptar uno con el que me sienta cómodo a mis necesidades. Es fácil encontrar planes para correr una maratón en un tiempo determinado, pero no me siento cómodo leyendo un plan y siguiéndolo al pie de la letra por varios motivos: el primero, entrenar en ayunas hace que mi rendimiento sea muy distinto a cuando entreno a mediodía o cuando compito después de levantarme pronto, desayunar bien y cumplir el punto 8. Por ello, no puedo intentar seguir un plan en el que haya tiempos objetivos para cada sesión basados en el ritmo al que se quiere correr la maratón... El segundo, los planes se parecen bastante entre sí, pero en determinados detalles no tienen nada que ver, así cualquiera se decide...
Por eso estoy leyendo muchos, y sobre todo, intentando entender cómo funcionan. Ya empiezo a captar lo de los mesociclos y microciclos. Acumulación-carga, acumulación-recuperación, más acumulación-carga y luego acumulación-choque seguido de acumulación-descarga, mesociclo de transformación con carga, choque, recuperación, choque, carga, mesociclo de realización... Para una mente como la mía, no es viable seguir estos planes sin entenderlos... :) Me voy acercando, y creo que podré tener un plan pronto, después de las primeras cuatro semanas y conociendo a qué ritmos puedo acumular, cuántos kilómetros puedo cargar bien y cómo vas las sensaciones...
sábado, 31 de julio de 2010
jueves, 29 de julio de 2010
Carrera normal, día normal, sensaciones normales
Pues eso, todo muy normal. Después de mi experiencia licántropa de ayer, y después también de ir a hacer una ergometría por la tarde, más conocida como prueba de esfuerzo, hoy el entrenamiento ha sido, en una palabra, muy normal.
En prevención de que no tenga algún defecto de fábrica o de que se me haya estropeado algo con la edad, he ido a hacerme un pequeño chequeo de cara a correr la maratón y al entrenamiento que ello conlleva. El médico me ha pedido también una prueba de esfuerzo, y claro, si insiste, habrá que hacerla. La experiencia ha sido curiosa, 15 minutos primero andando y luego corriendo en una cinta continua, lleno de electrodos, y una máquina rara dibujando gráficas que por más que miro no entiendo... Me dijeron que todo estaba bien, que recuperaba rápido y que mis latidos subían despacio. No sé si apuntar esos dos o tres kilómetros en mi runner log... :)
No voy a considerar correr por la mañana y hacer la prueba por la tarde como doblar, pero sí que hoy me he notado algo más cansado. Ayer, sobretodo al final, fui a tope en las series, tenía ganas de correr, me contuve un poco en las 5 primeras pero en la última quería disfrutar de la velocidad. Me habéis recomendado, sobre todo Gonzalo, hacer estas series a un ritmo más constante y descansando más. Saliendo en ayunas, el problema que tengo, y con los entrenamientos que ahora son más largos aún más, debido al cansancio que se va acumulando, es que me cuesta más ir cogiendo el ritmo óptimo. Para hacer unas series con el cuerpo bien preparado, tendría que hacer un calentamiento de 20 minutos o más y por consiguiente hacer menos series o hacerlas más cortas. Intentaré reorganizar el día de series para poder hacerlo así...
Pues eso, hoy salí algo más cansado, con la idea de hacer 14 kilómetros a un ritmo suave. Empecé despacio, como siempre, primer kilómetro a casi 6:30, y los 4 siguientes, hasta Montcada, ligeramente por debajo de 5:30. Media vuelta, viento a favor, piernas engrasadas, y ritmos de entre 4:55 y 5:10. Y cuando estaba casi acabando, va el Forerunner y se me apaga... :( Salí teóricamente con un 20% de batería, pero creo que ese indicador es menos preciso que la barra de progreso de Windows... Afortunadamente llevaba el iPhone y el RunKeeper en el otro brazo, así que he podido ver las velocidades de cada tramo, con un margen de error mayor, aunque me he quedado sin el dato del ritmo cardíaco.
Buenas sensaciones, creo que el ritmo cercano a 5:00 a partir de los primeros 25 minutos es bueno para estos próximos días de entrenamiento en ayunas. No acabo demasiado cansado y tengo margen para ir aumentando poco a poco. Siempre que el punto 8 me lo permita, intentaré mantener ese ritmo y subirlo poco a poco, a medida que el cuerpo me lo vaya pidiendo a gritos y sea capaz de asumirlo bien.
En prevención de que no tenga algún defecto de fábrica o de que se me haya estropeado algo con la edad, he ido a hacerme un pequeño chequeo de cara a correr la maratón y al entrenamiento que ello conlleva. El médico me ha pedido también una prueba de esfuerzo, y claro, si insiste, habrá que hacerla. La experiencia ha sido curiosa, 15 minutos primero andando y luego corriendo en una cinta continua, lleno de electrodos, y una máquina rara dibujando gráficas que por más que miro no entiendo... Me dijeron que todo estaba bien, que recuperaba rápido y que mis latidos subían despacio. No sé si apuntar esos dos o tres kilómetros en mi runner log... :)
No voy a considerar correr por la mañana y hacer la prueba por la tarde como doblar, pero sí que hoy me he notado algo más cansado. Ayer, sobretodo al final, fui a tope en las series, tenía ganas de correr, me contuve un poco en las 5 primeras pero en la última quería disfrutar de la velocidad. Me habéis recomendado, sobre todo Gonzalo, hacer estas series a un ritmo más constante y descansando más. Saliendo en ayunas, el problema que tengo, y con los entrenamientos que ahora son más largos aún más, debido al cansancio que se va acumulando, es que me cuesta más ir cogiendo el ritmo óptimo. Para hacer unas series con el cuerpo bien preparado, tendría que hacer un calentamiento de 20 minutos o más y por consiguiente hacer menos series o hacerlas más cortas. Intentaré reorganizar el día de series para poder hacerlo así...
Pues eso, hoy salí algo más cansado, con la idea de hacer 14 kilómetros a un ritmo suave. Empecé despacio, como siempre, primer kilómetro a casi 6:30, y los 4 siguientes, hasta Montcada, ligeramente por debajo de 5:30. Media vuelta, viento a favor, piernas engrasadas, y ritmos de entre 4:55 y 5:10. Y cuando estaba casi acabando, va el Forerunner y se me apaga... :( Salí teóricamente con un 20% de batería, pero creo que ese indicador es menos preciso que la barra de progreso de Windows... Afortunadamente llevaba el iPhone y el RunKeeper en el otro brazo, así que he podido ver las velocidades de cada tramo, con un margen de error mayor, aunque me he quedado sin el dato del ritmo cardíaco.
Buenas sensaciones, creo que el ritmo cercano a 5:00 a partir de los primeros 25 minutos es bueno para estos próximos días de entrenamiento en ayunas. No acabo demasiado cansado y tengo margen para ir aumentando poco a poco. Siempre que el punto 8 me lo permita, intentaré mantener ese ritmo y subirlo poco a poco, a medida que el cuerpo me lo vaya pidiendo a gritos y sea capaz de asumirlo bien.
miércoles, 28 de julio de 2010
Isidrúsculo: Luna Llena
Después de doblar ayer el punto 8, el entrenamiento de hoy prometía... Salir sin esa pesada carga es todo un alivio, y hoy estaba decidido a hacer un entrenamiento de calidad.
Al levantarme miré por la ventana, y en el pequeño patio que tengo al lado de la habitación, se veía una claridad inusual y unas sombras poco habituales a esas horas... Teníamos luna llena... Yo no creo en esas cosas, pero...
Cuenta la leyenda que hay un tipo de runner, el isidro lobo, que los días de luna llena sale a entrenar cuando ésta todavía campea en lo más alto del cielo. El isidro lobo, además de ayudar a los zombis layetanos a mantener a raya a otros zombis díscolos por todo el planeta, aprovecha las noches de luna llena para hacer sus entrenamientos de calidad, aprovechando esa fuerza sobrenatural que le proporciona el influyo de nuestro selenita compañero de órbita.
Los isidros lobo llevan una existencia aparentemente normal. Pese a lo que nos tienen acostumbrados algunas películas malas de serie B, los isidros lobo son buenas personas que cuidan de sus vecinos y protegen a sus seres queridos. Para eso entrenan duro cada día y mantienen en secreto su doble existencia.
Sólo en contadas ocasiones, normalmente al amparo de la oscuridad y con la compañía de nuestro fiel satélite de roca y agua en su máximo esplendor, la faceta lobuna se manifiesta en el isidro lobo y éste sufre una transformación temporal que le dota de características especialmente propicias a la carrera de velocidad.
Hoy fue uno de esos días... Bajé a la calle... Sabiendo lo que iba a ocurrir... Estiré y empecé a notar los primeros síntomas... No era un simple dolor de muelas... Eran mis incisivos los que aumentaban de longitud... Cerrando la boca con todas mis fuerzas, mientras estiraba los isquiotibiales sentí que mi pierna comenzaba a ocultarse bajo un manto de vello gris...
Empecé el calentamiento esquivando a los pocos transeúntes que había en la calle a esas horas... Bajé al río con mis brazos ya cubiertos de pelaje y manteniendo a duras penas la posición correcta de carrera... Mis manos, ya casi convertidas en zarpas, buscaban el suelo con ahínco mientras mi torso se doblaba inexorablemente...
Ya en el río, empecé mis series de hoy, que iban a ser 6 tramos rápidos de 7 minutos con otros tantos de 1:15 minutos a un ritmo más bajo. Quería hacerlas a ritmo creciente, la idea era empezar a 5:10 y hacer las últimas entre 4:30 y 4:40. Pero esa transformación en mi organismo me llevó en volandas, y entre aullidos y sintiendo una fuerza sobrenatural incontenible, corrí las primera a 5:06. La segunda, cayó a 4:59, conteniendo el ritmo, con ganas de correr más. En la tercera, la última con viento a favor, mi instinto lupino me llevó a completarla a 4:52. Media vuelta y entonces... La luna de cara... Todo el influyo del gran satélite se apoderó de mí, mis colmillos reflejaban la luz que éste emitía y completé la cuarta a 4:46 y la quinta a 4:38.
Y entonces, sin controlar mi otro yo humano, como una bestia herida por una bala de plata me dispuse a completar los últimos siete minutos del recorrido rápido a 4:19 minutos por kilómetro, para lentamente recuperar mi aspecto humano antes de salir del paseo fluvial y volver de nuevo a la civilización...
Ya con mi aspecto habitual recuperado, pensé en el gran defecto de diseño que tiene el Forerunner. Programé las series rápidas a un ritmo de entre 4:30 y 5:10, así que el Forerunner estuvo durante los 7 úlimos minutos quejándose, pitando y diciéndome que debía ir más despacio. El que programó el Forerunner debería haber sido un poco más espabilado, y en caso de detectar que estamos en la última serie de la sesión, y que vamos más rápido de lo que habíamos programado, en lugar de pitar y quejarse debería mostrar mensajes del tipo "Muy bien machote, estás dándolo todo", "Chaval, estás que te sales, me vas a quemar los circuitos", o "Venga maquinón, tú sí que sabes, date caña que hoy estás de lujo". Pero no, simplemente me estuvo riñendo y quejándose por ir demasiado rápido...
Excelentes sensaciones. Tenía ganas de correr y lo hice. Sé que no puedo seguir ese ritmo en tiradas más largas, y estoy dosificándome estos días y seguiré haciéndolo. Pero ser un isidro lobo tiene estas cosas... Hasta la próxima luna llena tengo muchos kilómetros que recorrer a un ritmo adecuado a las distancias y la preparación de una maratón.
Al levantarme miré por la ventana, y en el pequeño patio que tengo al lado de la habitación, se veía una claridad inusual y unas sombras poco habituales a esas horas... Teníamos luna llena... Yo no creo en esas cosas, pero...
Cuenta la leyenda que hay un tipo de runner, el isidro lobo, que los días de luna llena sale a entrenar cuando ésta todavía campea en lo más alto del cielo. El isidro lobo, además de ayudar a los zombis layetanos a mantener a raya a otros zombis díscolos por todo el planeta, aprovecha las noches de luna llena para hacer sus entrenamientos de calidad, aprovechando esa fuerza sobrenatural que le proporciona el influyo de nuestro selenita compañero de órbita.
Los isidros lobo llevan una existencia aparentemente normal. Pese a lo que nos tienen acostumbrados algunas películas malas de serie B, los isidros lobo son buenas personas que cuidan de sus vecinos y protegen a sus seres queridos. Para eso entrenan duro cada día y mantienen en secreto su doble existencia.
Sólo en contadas ocasiones, normalmente al amparo de la oscuridad y con la compañía de nuestro fiel satélite de roca y agua en su máximo esplendor, la faceta lobuna se manifiesta en el isidro lobo y éste sufre una transformación temporal que le dota de características especialmente propicias a la carrera de velocidad.
Hoy fue uno de esos días... Bajé a la calle... Sabiendo lo que iba a ocurrir... Estiré y empecé a notar los primeros síntomas... No era un simple dolor de muelas... Eran mis incisivos los que aumentaban de longitud... Cerrando la boca con todas mis fuerzas, mientras estiraba los isquiotibiales sentí que mi pierna comenzaba a ocultarse bajo un manto de vello gris...
Empecé el calentamiento esquivando a los pocos transeúntes que había en la calle a esas horas... Bajé al río con mis brazos ya cubiertos de pelaje y manteniendo a duras penas la posición correcta de carrera... Mis manos, ya casi convertidas en zarpas, buscaban el suelo con ahínco mientras mi torso se doblaba inexorablemente...
Ya en el río, empecé mis series de hoy, que iban a ser 6 tramos rápidos de 7 minutos con otros tantos de 1:15 minutos a un ritmo más bajo. Quería hacerlas a ritmo creciente, la idea era empezar a 5:10 y hacer las últimas entre 4:30 y 4:40. Pero esa transformación en mi organismo me llevó en volandas, y entre aullidos y sintiendo una fuerza sobrenatural incontenible, corrí las primera a 5:06. La segunda, cayó a 4:59, conteniendo el ritmo, con ganas de correr más. En la tercera, la última con viento a favor, mi instinto lupino me llevó a completarla a 4:52. Media vuelta y entonces... La luna de cara... Todo el influyo del gran satélite se apoderó de mí, mis colmillos reflejaban la luz que éste emitía y completé la cuarta a 4:46 y la quinta a 4:38.
Y entonces, sin controlar mi otro yo humano, como una bestia herida por una bala de plata me dispuse a completar los últimos siete minutos del recorrido rápido a 4:19 minutos por kilómetro, para lentamente recuperar mi aspecto humano antes de salir del paseo fluvial y volver de nuevo a la civilización...
Ya con mi aspecto habitual recuperado, pensé en el gran defecto de diseño que tiene el Forerunner. Programé las series rápidas a un ritmo de entre 4:30 y 5:10, así que el Forerunner estuvo durante los 7 úlimos minutos quejándose, pitando y diciéndome que debía ir más despacio. El que programó el Forerunner debería haber sido un poco más espabilado, y en caso de detectar que estamos en la última serie de la sesión, y que vamos más rápido de lo que habíamos programado, en lugar de pitar y quejarse debería mostrar mensajes del tipo "Muy bien machote, estás dándolo todo", "Chaval, estás que te sales, me vas a quemar los circuitos", o "Venga maquinón, tú sí que sabes, date caña que hoy estás de lujo". Pero no, simplemente me estuvo riñendo y quejándose por ir demasiado rápido...
Excelentes sensaciones. Tenía ganas de correr y lo hice. Sé que no puedo seguir ese ritmo en tiradas más largas, y estoy dosificándome estos días y seguiré haciéndolo. Pero ser un isidro lobo tiene estas cosas... Hasta la próxima luna llena tengo muchos kilómetros que recorrer a un ritmo adecuado a las distancias y la preparación de una maratón.
martes, 27 de julio de 2010
Análisis detallado del punto 8 y sus circunstancias
Comenzamos la cuarta semana de preparación. Durante las tres primeras, he ido aumentando el kilometraje prácticamente un 10%, que he leído en bastantes sitios que se trata de una cifra razonable. Antes de decidirme a correr mi primera maratón, mis entrenamientos eran de casi 10 kilómetros 5 días por semana, normalmente me quedaba alrededor de los 50, y estas tres primeras semanas he hecho 67,51, 72,55 y 80,11. El aumento de kilometraje lo estoy concentrando sobre todo en la tirada larga del domingo, ya que entre semana no puedo entrenar mucho más de una hora y cuarto por la mañana. Por ello, el entrenamiento del domingo es sagrado, y cualquier contratiempo que se produzca durante su transcurso es especialmente molesto. El domingo explicaba que el punto 8 me fastidió bastante la tirada. Y, abrumado ante la cantidad de mensajes de apoyo, ánimos y buenos deseos para superar esta circunstancia tan molesta, me siento moralmente obligado a explicar con algo más de detalle todo lo que rodea a las molestas manifestaciones del punto 8 durante mis entrenamientos... Recomiendo que, si tenéis la sensibilidad especialmente alta, paséis al siguiente blog...
Mi cuerpo puede definirse como una máquina biológica de producir residuos orgánicos, sólidos, líquidos, y especialmente, gaseosos. Estoy convencido de que debido a ello la resistencia zombi me eligió para completar la arriesgada misión de acabar con la colonia zombi rebelde de Toluca. Esa capacidad innata de dispersar gases biológicamente destructivos fue lo que me permitió acabar con ellos y evitar una tragedia entre la población californiana.
Las implicaciones gaseosas de mi peculiar sistema digestivo hacen que deba controlar algunos alimentos en mi dieta. Entre los múltiples consejos que he leído, mucha gente recomienda una ingesta de frutos secos durante el día para prepararse adecuadamente para una maratón. Los frutos secos, tan secos y sólidos, no sé dónde demonios tienen acumulado el gas... El efecto en mí es instantáneo. Todavía no sé a quién se le ocurrió ofrecer frutos secos en los aviones. El efecto de la presuración de la cabina, unido al de los frutos secos, ha provocado más de un desmayo en mis compañeros de asiento. Algunas aerolíneas ya me conocen se sobra, y debo usar un nombre falso para volar con ellas a fin de evitar que me denieguen el embarque.
Pero esto no es más que una simple anécdota si lo comparamos con el mecanismo de producción de residuos orgánicos sólidos de mi organismo... Puede considerarse un privilegio mantener una regularidad casi matemática en las visitas al señor Roca. Y he llegado a considerarme especialmente afortunado por haber conseguido, tras años de entrenamiento, ensaladas y yogures Activia con cereales, que el evento diario se produzca con precisa puntualidad cerca de las 10 de la mañana, bien levantado, desayunado, habiendo tomado el primer café y con el día medio organizado en la oficina.
Pero comenzar a entrenar por la mañana ha añadido una leve variación temporal a la llegada del precioso momento. Algunos días me ha pillado casi por sorpresa, y sin dar más detalles, debo confesar que una vez, sólo una, lejos de cualquier bar, hospital con servicio de urgencias o baño público, tuve que acuclillarme y cumplir el punto 8 en la soledad del río Besós, entre unas rocas, protegiendo mi intimidad parcialmente por un puente... Es un momento de mi vida que he intentado borrar de mi memoria, pero no puedo... Debo vivir con ello...
No ha vuelto a ocurrirme... Pero sí que ha habido veces que el punto 8 ha hecho insufrible algún entrenamiento. No tiene fácil solución. Cuando voy a alguna carrera, me levanto al menos cuatro horas antes, para desayunar un zumo de naranja, pasta, café y galletas con chocolate. El efecto es fulminante. En menos de media hora el punto 8 se manifiesta en casa. A veces por duplicado. Y en alguna ocasión ha habido réplicas justo antes de empezar la carrera.
Pero entrenando, no hay remedio. Cuando la temperatura lo permitía, el sábado y domingo desayunaba en casa tranquilamente, y con el punto 8 cumplido salía a correr a media mañana. Pero en verano es muy peligroso. Por eso intentaré hacer un minidesayuno, concentrándome especialmente en los elementos catalizadores del punto 8, para cumplirlo pronto y poder salir a entrenar con los deberes hechos y sin que el sol empiece a torturarnos más de la cuenta.
Entre semana, como decía, no puedo permitirme eso. Corriendo una hora y cuarto, he aprendido, a base de encontrar un correcto equilibro entre apretar las nalgas y no apretar el ritmo, controlarlo bastante bien, aunque mi velocidad se resienta por el doble esfuerzo. Pero es muy difícil anticipar cuándo voy a tener una amenaza creíble de punto 8 o cuando éste no va a hacer acto de presencia hasta media mañana. Sólo algunos días, muy pocos, en los que doblo (el punto 8), puedo salir con la tranquilidad de que la descarga vespertina puede ser una garantía de que al día siguiente el punto 8 se manifestará más tarde. Hoy ha sido uno de esos afortunados días, por lo que mañana espero estar en perfectas condiciones por la mañana y poder hacer un entrenamiento de calidad, con cambios de ritmo más intensos.
Aparte del doblete de punto 8, hoy he entrenado 14,58 kilómetros, a una media de 5:08, lento al principio en dirección a Montcada, pero manteniéndome cerca de los 4:45 durante la segunda mitad del recorrido. Buenas sensaciones, empiezo a mantener un ritmo mejor durante más kilómetros, procurando siempre dejar fuerzas para el día siguiente y para aumentar el kilometraje.
Mi cuerpo puede definirse como una máquina biológica de producir residuos orgánicos, sólidos, líquidos, y especialmente, gaseosos. Estoy convencido de que debido a ello la resistencia zombi me eligió para completar la arriesgada misión de acabar con la colonia zombi rebelde de Toluca. Esa capacidad innata de dispersar gases biológicamente destructivos fue lo que me permitió acabar con ellos y evitar una tragedia entre la población californiana.
Las implicaciones gaseosas de mi peculiar sistema digestivo hacen que deba controlar algunos alimentos en mi dieta. Entre los múltiples consejos que he leído, mucha gente recomienda una ingesta de frutos secos durante el día para prepararse adecuadamente para una maratón. Los frutos secos, tan secos y sólidos, no sé dónde demonios tienen acumulado el gas... El efecto en mí es instantáneo. Todavía no sé a quién se le ocurrió ofrecer frutos secos en los aviones. El efecto de la presuración de la cabina, unido al de los frutos secos, ha provocado más de un desmayo en mis compañeros de asiento. Algunas aerolíneas ya me conocen se sobra, y debo usar un nombre falso para volar con ellas a fin de evitar que me denieguen el embarque.
Pero esto no es más que una simple anécdota si lo comparamos con el mecanismo de producción de residuos orgánicos sólidos de mi organismo... Puede considerarse un privilegio mantener una regularidad casi matemática en las visitas al señor Roca. Y he llegado a considerarme especialmente afortunado por haber conseguido, tras años de entrenamiento, ensaladas y yogures Activia con cereales, que el evento diario se produzca con precisa puntualidad cerca de las 10 de la mañana, bien levantado, desayunado, habiendo tomado el primer café y con el día medio organizado en la oficina.
Pero comenzar a entrenar por la mañana ha añadido una leve variación temporal a la llegada del precioso momento. Algunos días me ha pillado casi por sorpresa, y sin dar más detalles, debo confesar que una vez, sólo una, lejos de cualquier bar, hospital con servicio de urgencias o baño público, tuve que acuclillarme y cumplir el punto 8 en la soledad del río Besós, entre unas rocas, protegiendo mi intimidad parcialmente por un puente... Es un momento de mi vida que he intentado borrar de mi memoria, pero no puedo... Debo vivir con ello...
No ha vuelto a ocurrirme... Pero sí que ha habido veces que el punto 8 ha hecho insufrible algún entrenamiento. No tiene fácil solución. Cuando voy a alguna carrera, me levanto al menos cuatro horas antes, para desayunar un zumo de naranja, pasta, café y galletas con chocolate. El efecto es fulminante. En menos de media hora el punto 8 se manifiesta en casa. A veces por duplicado. Y en alguna ocasión ha habido réplicas justo antes de empezar la carrera.
Pero entrenando, no hay remedio. Cuando la temperatura lo permitía, el sábado y domingo desayunaba en casa tranquilamente, y con el punto 8 cumplido salía a correr a media mañana. Pero en verano es muy peligroso. Por eso intentaré hacer un minidesayuno, concentrándome especialmente en los elementos catalizadores del punto 8, para cumplirlo pronto y poder salir a entrenar con los deberes hechos y sin que el sol empiece a torturarnos más de la cuenta.
Entre semana, como decía, no puedo permitirme eso. Corriendo una hora y cuarto, he aprendido, a base de encontrar un correcto equilibro entre apretar las nalgas y no apretar el ritmo, controlarlo bastante bien, aunque mi velocidad se resienta por el doble esfuerzo. Pero es muy difícil anticipar cuándo voy a tener una amenaza creíble de punto 8 o cuando éste no va a hacer acto de presencia hasta media mañana. Sólo algunos días, muy pocos, en los que doblo (el punto 8), puedo salir con la tranquilidad de que la descarga vespertina puede ser una garantía de que al día siguiente el punto 8 se manifestará más tarde. Hoy ha sido uno de esos afortunados días, por lo que mañana espero estar en perfectas condiciones por la mañana y poder hacer un entrenamiento de calidad, con cambios de ritmo más intensos.
Aparte del doblete de punto 8, hoy he entrenado 14,58 kilómetros, a una media de 5:08, lento al principio en dirección a Montcada, pero manteniéndome cerca de los 4:45 durante la segunda mitad del recorrido. Buenas sensaciones, empiezo a mantener un ritmo mejor durante más kilómetros, procurando siempre dejar fuerzas para el día siguiente y para aumentar el kilometraje.
domingo, 25 de julio de 2010
Primera tirada larga de verdad, pero vendrán más
Hoy salí con un número en la cabeza... ¡25!
Es mi tercera semana de preparación, y después de haber aumentado un poco el kilometraje semanal, quería llegar a los 25 kilómetros de una tirada. Estos primeros días estoy aprendiendo mucho, especialmente sobre la reacción de mi cuerpo a las nuevas distancias, y sacando conclusiones que espero que me sirvan para preparar correctamente la maratón durante estos tres meses que faltan (¡ya sólo son tres meses!).
Conclusiones he sacado varias. La primera, que ya me dijeron por activa y por pasiva, es que el día de descanso es sagrado, aunque no sea el domingo. Esta semana lo he comprobado perfectamente. Después de tres días jodidillos, descansé el viernes, y el sábado me comía los kilómetros sin darme cuenta y a buen ritmo.
Pero también he aprendido que dejarse llevar por esas ganas de correr irresistibles también tiene un precio cuando las tiradas son más largas. He de pensar acerca de las salidas del fin de semana. Es cuando más tiempo tengo y además las pillo fresco, después del descanso del viernes. Si el sábado me dejo llevar, el domingo se hace más duro. Lógico, ¿no? Bueno, pues uno sólo se da cuenta después de hacerlo...
Por cierto, si alguien es especialmente sensible, mejor que no lea el párrafo siguiente...
Ayer corrí muy a gusto, y hoy me noté algo más cargado. Además, desde que salí, el punto 8 me estuvo torturando y no pude correr a gusto ni un solo kilómetro de los 25 que he hecho. He de tomar medidas, pues es una lástima no poder aprovechar bien una salida tan larga. Estoy entre salir algo más tarde, y provocar un punto 8 natural antes de salir, bebiéndome un zumo de naranja, un café y comiendo un par de galletas de chocolate, o acudir a algún remedio farmacéutico para acelerar el proceso artificialmente... Y además, voy a optar por llevarme una bolsita de plástico en el bolsillo, por si un día el punto 8 se hace incontenible a muchos kilómetros de casa... Si ponen multas por no recoger los excrementos de los perros... Imaginaros la que me podría caer a mi... :D
Con la presión, nunca mejor dicho, del punto 8 siempre presente, corrí a un ritmo bastante tranquilo, una media de 5:30, que en realidad fue algo menor si compensamos el calentamiento y el enfriamiento. Salí esta vez en dirección al mar, para poder pasar por el punto de referencia de vuelta en dirección mar, es decir, hice mar, media vuelta, Montcada, media vuelta, punto de referencia, media vuelta, y a casita. En cuanto di la vuelta en el mar, el viento en contra, bastante fuerte hoy, acabó con cualquier ilusión de hacer un buen tiempo, pero lo importante, las sensaciones, no fueron malas, corrí los 25 kilómetros bien, me tomé un gel en el 13, cayeron 300ml de Aquarius, y sobre todo, fui capaz de encontrar un ritmo más o menos constante, dadas las circunstancias, y mantenerlo durante toda la tirada.
Es mi tercera semana de preparación, y después de haber aumentado un poco el kilometraje semanal, quería llegar a los 25 kilómetros de una tirada. Estos primeros días estoy aprendiendo mucho, especialmente sobre la reacción de mi cuerpo a las nuevas distancias, y sacando conclusiones que espero que me sirvan para preparar correctamente la maratón durante estos tres meses que faltan (¡ya sólo son tres meses!).
Conclusiones he sacado varias. La primera, que ya me dijeron por activa y por pasiva, es que el día de descanso es sagrado, aunque no sea el domingo. Esta semana lo he comprobado perfectamente. Después de tres días jodidillos, descansé el viernes, y el sábado me comía los kilómetros sin darme cuenta y a buen ritmo.
Pero también he aprendido que dejarse llevar por esas ganas de correr irresistibles también tiene un precio cuando las tiradas son más largas. He de pensar acerca de las salidas del fin de semana. Es cuando más tiempo tengo y además las pillo fresco, después del descanso del viernes. Si el sábado me dejo llevar, el domingo se hace más duro. Lógico, ¿no? Bueno, pues uno sólo se da cuenta después de hacerlo...
Por cierto, si alguien es especialmente sensible, mejor que no lea el párrafo siguiente...
Ayer corrí muy a gusto, y hoy me noté algo más cargado. Además, desde que salí, el punto 8 me estuvo torturando y no pude correr a gusto ni un solo kilómetro de los 25 que he hecho. He de tomar medidas, pues es una lástima no poder aprovechar bien una salida tan larga. Estoy entre salir algo más tarde, y provocar un punto 8 natural antes de salir, bebiéndome un zumo de naranja, un café y comiendo un par de galletas de chocolate, o acudir a algún remedio farmacéutico para acelerar el proceso artificialmente... Y además, voy a optar por llevarme una bolsita de plástico en el bolsillo, por si un día el punto 8 se hace incontenible a muchos kilómetros de casa... Si ponen multas por no recoger los excrementos de los perros... Imaginaros la que me podría caer a mi... :D
Con la presión, nunca mejor dicho, del punto 8 siempre presente, corrí a un ritmo bastante tranquilo, una media de 5:30, que en realidad fue algo menor si compensamos el calentamiento y el enfriamiento. Salí esta vez en dirección al mar, para poder pasar por el punto de referencia de vuelta en dirección mar, es decir, hice mar, media vuelta, Montcada, media vuelta, punto de referencia, media vuelta, y a casita. En cuanto di la vuelta en el mar, el viento en contra, bastante fuerte hoy, acabó con cualquier ilusión de hacer un buen tiempo, pero lo importante, las sensaciones, no fueron malas, corrí los 25 kilómetros bien, me tomé un gel en el 13, cayeron 300ml de Aquarius, y sobre todo, fui capaz de encontrar un ritmo más o menos constante, dadas las circunstancias, y mantenerlo durante toda la tirada.
sábado, 24 de julio de 2010
Sábado mejorando ritmos
Vaya inicio de sábado... Recuerdo que de joven algún sábado me levantaba a las 11... Hoy a las 11 había corrido 15,45 kilómetros, me había duchado, había hecho la compra de la semana en el Carrefour y me había comprado tres pantalones en La Maquinista, qué lujo, volver a usar la talla de cuando tenía 20 años... ;)
Para eso no hay otro remedio que levantarse pronto... 5:45, me preparé con calma, me llevé dos botellines de Aquarius, una barrita de choco banana en el cuerpo, y gel por si acaso, y a correr.
Unos juerguistas habían ocupado el banco en el que hago mis estiramientos, pero me apañé en otro que tengo algo más lejos... :) Me sentía con muchas, muchísimas ganas de correr. Los tres días duros de esta semana, el del calor, el post calor y las series algo más exigentes, han sido perfectamente asimilados con el descanso del viernes, y mi cuerpo hoy pedía marcha.
Empecé a correr despacio, me cuesta algo más coger el ritmo, aunque tampoco me esfuerzo en hacerlo, prefiero correr calentando al menos tres kilómetros, no es lo mismo hacer más de 15 que hacer menos de 10 como hacía antes. Aún así, el segundo ya lo hice a 5:30 y el tercero a 5:20, cuando normalmente estoy en 5:40-5:50 a esas alturas. Llegué bastante entero a Montcada, y al dar la vuelta y con el viento a favor, empecé a correr poco por encima de los 5:00 y en el kilómetro 8 ya estaba por debajo de los 5:00.
Sin esforzarme y con las pulsaciones relativamente bajas, pude ir bajando las medias e incluso con el viento en contra, bastante fuerte, acabé a 4:45, desde que empecé a alargar los entrenamientos no había corrido a ese ritmo. Lo hice con muchas ganas, apretando contra el viento, braceando, y con muchas ganas de haber seguido, pero una amenaza muy creíble de punto 8 y pensar que mañana quiero hacer 25 kilómetros me convencieron de volver a casa a la hora prevista.
Las mejores sensaciones desde que empecé a preparar la maratón. Me sentí fuerte y con ganas de correr más y seguir progresando en próximas tiradas... A ver mañana...
Sigo dándole vueltas a las tiradas largas, sobre todo a la progresión en kilómetros, primero subiendo, luego bajamos, luego alternamos, bajamos definitivamente... Voy a buscar varios planes de entrenamiento y haré unas gráficas a ver si entiendo el algoritmo... :)
Para eso no hay otro remedio que levantarse pronto... 5:45, me preparé con calma, me llevé dos botellines de Aquarius, una barrita de choco banana en el cuerpo, y gel por si acaso, y a correr.
Unos juerguistas habían ocupado el banco en el que hago mis estiramientos, pero me apañé en otro que tengo algo más lejos... :) Me sentía con muchas, muchísimas ganas de correr. Los tres días duros de esta semana, el del calor, el post calor y las series algo más exigentes, han sido perfectamente asimilados con el descanso del viernes, y mi cuerpo hoy pedía marcha.
Empecé a correr despacio, me cuesta algo más coger el ritmo, aunque tampoco me esfuerzo en hacerlo, prefiero correr calentando al menos tres kilómetros, no es lo mismo hacer más de 15 que hacer menos de 10 como hacía antes. Aún así, el segundo ya lo hice a 5:30 y el tercero a 5:20, cuando normalmente estoy en 5:40-5:50 a esas alturas. Llegué bastante entero a Montcada, y al dar la vuelta y con el viento a favor, empecé a correr poco por encima de los 5:00 y en el kilómetro 8 ya estaba por debajo de los 5:00.
Sin esforzarme y con las pulsaciones relativamente bajas, pude ir bajando las medias e incluso con el viento en contra, bastante fuerte, acabé a 4:45, desde que empecé a alargar los entrenamientos no había corrido a ese ritmo. Lo hice con muchas ganas, apretando contra el viento, braceando, y con muchas ganas de haber seguido, pero una amenaza muy creíble de punto 8 y pensar que mañana quiero hacer 25 kilómetros me convencieron de volver a casa a la hora prevista.
Las mejores sensaciones desde que empecé a preparar la maratón. Me sentí fuerte y con ganas de correr más y seguir progresando en próximas tiradas... A ver mañana...
Sigo dándole vueltas a las tiradas largas, sobre todo a la progresión en kilómetros, primero subiendo, luego bajamos, luego alternamos, bajamos definitivamente... Voy a buscar varios planes de entrenamiento y haré unas gráficas a ver si entiendo el algoritmo... :)
jueves, 22 de julio de 2010
Series matutinas, mejorando el ritmo
Aún me quedan secuelas de la tirada asesina de hace dos días, a las 3 de la tarde, con un sol de justicia... Ayer corrí bastante despacio, todavía convaleciente, y hoy, algo cansado y con agujetas, hice mis series de la semana con una leve mejora respecto a las de la semana anterior.
No sé si llamarlas series, que no lo son del todo, ni tampoco creo que sea un fartlek lo que hago, según he leído... Ahora que intento correr más kilómetros, he de andarme con ojo, pues pese a levantarme a las 5:15 no me sobra el tiempo antes de desayunar e ir a trabajar. Por eso hago estas series por tiempo en vez de por distancia, así sé lo que voy a tardar y puedo asegurarme que me dará tiempo a desayunar como un rey, especialmente hoy, que mi esposa me había preparado un bocadillo de boquerones en vinagre... :)
Las series raras de hoy consistieron en un calentamiento de 10 minutos, a 6:00 de media... El Forerunner me tenía un poco asustado, cuando me acercaba a los 10 minutos de calentamiento empecé a apretar un poco el ritmo, pero la velocidad subía muy despacio. O estaba peor de lo que pensaba, o el Forerunner estaba de guasa... Creo que más bien lo segundo, viendo los datos, me parece que haciendo entrenamientos programados, en la parte de calentamiento el Forerunner muestra la velocidad media de todo el tiempo que se lleva calentando, no la velocidad en ese momento.
Después de los 10 minutos, hice 6 series de 6:30 minutos con el objetivo de hacerlas entre 4:30 y 5:10, y 1:30 minutos esperando hacerlos entre 5:20 y 5:40. Pude mantener bien el ritmo previsto, veo que puedo correr bien sobre los 4:45, pero prefiero alargar las tiradas estos días a costa de la velocidad y volver a recuperar un buen ritmo con el tiempo. ¿Me estaré volviendo demasiado conservador? A veces pienso que quizá estoy dando más valor a la distancia que a la velocidad, pero al menos estas primeras semanas, creo que es lo más astuto...
Las rápidas acabaron entre 4:49 y 5:02, y las lentas también entre los márgenes pensados. Como el bocata esperaba, enfrié poco más de 5 minutos y volví a casa satisfecho con el progreso de estos tres últimos días, de sensaciones dispares, de sufrimiento y de pequeña progresión en ritmos y quizá demasiado grande en distancia.
Por cierto, para los amantes del Forerunner, ya he descubierto cómo evitar el problema que estaba teniendo últimamente... Creo que por culpa del sudor, el bisel se quedaba en un estado semi-catatónico, de manera que el Forerunner se pensaba que el bisel estaba siendo pulsado y por eso los botones no respondían. Ahora lo que hago es pulsar los dos botones nada más empezar, con lo que se bloquea el bisel, y aunque esté mojado, no afecta a la pulsación de los botones a la hora de parar el entrenamiento. Si os pasa alguna vez, ya sabéis un truco, aunque con lo raro que soy, no me extrañaría que sólo me pasara a mí... :)
Mañana descanso, mis piernas lo agradecerán. Me levantaré algo más tarde y haré un Desafío Abdominal, desayunaré como un rey descansado y a currar... Que el fin de semana hay que hacer una buena tirada. Creo que el sábado seré conservador, y el domingo iré a por los 25. Por lo que veo en los distintos planes de entrenamiento, se sube rápido de kilometraje al principio hasta llegar a una tirada de 25, luego se retrocede y se vuelve a aumentar el kilometraje, imagino que acompañado de un mejor ritmo de carrera. En una segunda fase habrá que atacar los 30, poco a poco... Luego se suele alternar más o menos 30 y 15 cada domingo en unas 6 u 8 semanas, y luego vamos bajando hasta el día D. Más o menos, por ingeniería inversa, es lo que he deducido... ¿Voy bien? :)
No sé si llamarlas series, que no lo son del todo, ni tampoco creo que sea un fartlek lo que hago, según he leído... Ahora que intento correr más kilómetros, he de andarme con ojo, pues pese a levantarme a las 5:15 no me sobra el tiempo antes de desayunar e ir a trabajar. Por eso hago estas series por tiempo en vez de por distancia, así sé lo que voy a tardar y puedo asegurarme que me dará tiempo a desayunar como un rey, especialmente hoy, que mi esposa me había preparado un bocadillo de boquerones en vinagre... :)
Las series raras de hoy consistieron en un calentamiento de 10 minutos, a 6:00 de media... El Forerunner me tenía un poco asustado, cuando me acercaba a los 10 minutos de calentamiento empecé a apretar un poco el ritmo, pero la velocidad subía muy despacio. O estaba peor de lo que pensaba, o el Forerunner estaba de guasa... Creo que más bien lo segundo, viendo los datos, me parece que haciendo entrenamientos programados, en la parte de calentamiento el Forerunner muestra la velocidad media de todo el tiempo que se lleva calentando, no la velocidad en ese momento.
Después de los 10 minutos, hice 6 series de 6:30 minutos con el objetivo de hacerlas entre 4:30 y 5:10, y 1:30 minutos esperando hacerlos entre 5:20 y 5:40. Pude mantener bien el ritmo previsto, veo que puedo correr bien sobre los 4:45, pero prefiero alargar las tiradas estos días a costa de la velocidad y volver a recuperar un buen ritmo con el tiempo. ¿Me estaré volviendo demasiado conservador? A veces pienso que quizá estoy dando más valor a la distancia que a la velocidad, pero al menos estas primeras semanas, creo que es lo más astuto...
Las rápidas acabaron entre 4:49 y 5:02, y las lentas también entre los márgenes pensados. Como el bocata esperaba, enfrié poco más de 5 minutos y volví a casa satisfecho con el progreso de estos tres últimos días, de sensaciones dispares, de sufrimiento y de pequeña progresión en ritmos y quizá demasiado grande en distancia.
Por cierto, para los amantes del Forerunner, ya he descubierto cómo evitar el problema que estaba teniendo últimamente... Creo que por culpa del sudor, el bisel se quedaba en un estado semi-catatónico, de manera que el Forerunner se pensaba que el bisel estaba siendo pulsado y por eso los botones no respondían. Ahora lo que hago es pulsar los dos botones nada más empezar, con lo que se bloquea el bisel, y aunque esté mojado, no afecta a la pulsación de los botones a la hora de parar el entrenamiento. Si os pasa alguna vez, ya sabéis un truco, aunque con lo raro que soy, no me extrañaría que sólo me pasara a mí... :)
Mañana descanso, mis piernas lo agradecerán. Me levantaré algo más tarde y haré un Desafío Abdominal, desayunaré como un rey descansado y a currar... Que el fin de semana hay que hacer una buena tirada. Creo que el sábado seré conservador, y el domingo iré a por los 25. Por lo que veo en los distintos planes de entrenamiento, se sube rápido de kilometraje al principio hasta llegar a una tirada de 25, luego se retrocede y se vuelve a aumentar el kilometraje, imagino que acompañado de un mejor ritmo de carrera. En una segunda fase habrá que atacar los 30, poco a poco... Luego se suele alternar más o menos 30 y 15 cada domingo en unas 6 u 8 semanas, y luego vamos bajando hasta el día D. Más o menos, por ingeniería inversa, es lo que he deducido... ¿Voy bien? :)
miércoles, 21 de julio de 2010
Recuperándome de la tirada de la muerte
Es un lujo impagable haber descubierto el placer del running, y lo es aún más haberlo complementado con el descubrimiento de esta pequeña comunidad de bloggers que nos leemos y escribimos frecuentemente.
Me gusta contar mis sensaciones, mis vivencias, mis experiencias con las zapatillas, leyendo eso mismo de otras personas me animé a calzármelas más a menudo y a descubrir todo lo que el running puede aportar a alguien.
Además, es un lujazo tremendo haber conocido a personas con las que intercambio casi a diario comentarios, consejos, anécdotas, bromas y demás experiencias alrededor de nuestra afición común en nuestros respectivos blogs.
Leo muy atentamente cada uno de los comentarios que recibo en este humilde blog, y cuando escribo en alguno de los blogs que visito regularmente lo hago también esperando que el autor lo lea y le resulte útil haberlo hecho. Imagino visitar los blogs habituales y dejar comentarios de vez en cuando es una práctica muy habitual entre el grupillo con el que me leo habitualmente. También entiendo que el autor no suela contestar a los comentarios de su propio blog, pues lo lógico es hacer una ronda por nuestros blogs favoritos, dejar algún comentario cuando lo creemos oportuno, y seguir después con nuestros quehaceres hasta volver a dar otra ronda por los blogs actualizados.
Por eso normalmente no contesto a los comentarios de mis propios posts... Entiendo que ya estaréis visitando otro cuando lo hago... :) Pero, por respeto y sobre todo por gratitud ante esas palabras que tanto ayudan, intento añadir algo, aclarar o a veces compartir con los demás algunas cosas que leo en vuestros comentarios en mi siguiente entrada.
Ayer, la verdad, desde este humilde rincón, me sentí especialmente afortunado pues gente a la que aprecio muchísimo compartió conmigo unas ideas, experiencias, opiniones y comentarios que rezumaban sinceridad, compañerismo, alegría, fino sentido del humor y muchas ganas de ayudar.
Creo que no me equivoco si digo que una de las cosas que más hemos escuchado cuando hablamos de nuestra afición del running es "estás loco", dicho casi siempre con todo el cariño del mundo. Estamos un poco locos, y algo de bichos raros tenemos. Yo en un aspecto en concreto aún me siento más bicho raro de lo normal... Es curioso, pero me encanta que me corrijan. Creo que la mejor manera de aprender es equivocándose, y sobre todo, sabiendo corregir los errores. Y cuando uno se equivoca y nadie se lo hace notar, es más difícil corregirse. Por eso agradezco a Gonzalo que comentara su escepticismo sobre lo que comentaba sobre los estiramientos y las lesiones. Me expresé bastante mal, y aprovecho para hacerlo mejor ahora... No quiero decir que estirando no me vaya a lesionar, ¡que fácil sería todo! Quería decir más bien que si no estiro, me lesiono seguro... Ya me pasó cuando empecé a correr, no me tomaba en serio los estiramientos y acababa con pequeñas contracturas cada pocas semanas. Desde hace unos meses he tomado el hábito de bajar a la calle, y estirar durante más de 10 minutos, mientras el RunKeeper y el Forerunner se enganchan a todo satélite GPS que pase por ahí... Y he dejado de tener esos contratiempos, que sin llegar a ser lesiones, fastidiaban bastante. Lo cual no quiere decir que cualquier día me lesione por sobreesfuerzo, por un mal gesto o por mala suerte...
También me resultó muy curioso lo que decía Óscar, que le había parecido leer la crónica de una maratón. Esta mañana, mientras corría, pensaba en ello. Lo de ayer fue casi como una maratón a escala 1:3, con el agravante del calor para compensar un poco que la distancia sólo era tres veces menor... :) Pero las proporciones, parecidas. Primeros kilómetros tranquilo, ritmo de crucero hasta la mitad de la prueba... Empiezan las dificultades a partir del kilómetro 21, el 7 en este caso... Nos topamos con el muro en el 33, que era el 11 ayer... Dudas y una tremenda lucha interior durante unos 6 kilómetros, que fueron 2 para mí... Y llegada triunfal después de completar los últimos 3 kilómetros dejándose llevar por la emoción, que fue apenas 1 kilómetro en mi tirada de ayer... Curioso... :)
Y bueno... Que Manuel Binoy, la máquina de devorar kilómetros, el correcaminos de Barcelona, el poeta de la Carretera de Les Aigües (con todo el respeto y cariño del mundo), parangón de la experiencia, muestra viviente de cómo se puede disfrutar a niveles desconocidos para muchos del placer de correr sin más, te llame campeón, es una sensación difícilmente explicable... :)
También me motiva especialmente que al Triatleta Caletero, la alegría de la blogosfera, el entrevistador entrevistado, el hombre cuyos ánimos sacan adelante los peores momentos, le vengan a la memoria recuerdos de la preparación de su primera maratón... Sé que él y muchos han pasado por esta experiencia única y la recuerdan emocionados, y me gustaría poder plasmarla por escrito para recordarla cuando ya esté lejos en el tiempo...
Y a todos, Joel, Miguel, Tovarich, Manuel, Carles, gracias por los ánimos, habrá Isidro para rato, no pienso repetir lo de ayer en mucho tiempo, así que sobreviviré al veranos con mis madrugones habituales... :)
Después de la sesión de agradecimientos, sólo me queda dejar constancia de un entrenamiento de recuperación, después de la cafrada de ayer, consistente en 13,35 kilómetros, despacito, dando descanso al cuerpo, disfrutando de la temperatura y del aire fresco que bajaba por el Besós. Ritmo ascendente, primeros kilómetros muy despacio, pero a partir del quinto bastante mejor. No quise hacer hoy el día de calidad, lo de ayer aún estaba muy reciente, y no había llegado a tener 24 horas de descanso, así que dejo para mañana unas series más exigentes que el entrenamiento de hoy.
Me gusta contar mis sensaciones, mis vivencias, mis experiencias con las zapatillas, leyendo eso mismo de otras personas me animé a calzármelas más a menudo y a descubrir todo lo que el running puede aportar a alguien.
Además, es un lujazo tremendo haber conocido a personas con las que intercambio casi a diario comentarios, consejos, anécdotas, bromas y demás experiencias alrededor de nuestra afición común en nuestros respectivos blogs.
Leo muy atentamente cada uno de los comentarios que recibo en este humilde blog, y cuando escribo en alguno de los blogs que visito regularmente lo hago también esperando que el autor lo lea y le resulte útil haberlo hecho. Imagino visitar los blogs habituales y dejar comentarios de vez en cuando es una práctica muy habitual entre el grupillo con el que me leo habitualmente. También entiendo que el autor no suela contestar a los comentarios de su propio blog, pues lo lógico es hacer una ronda por nuestros blogs favoritos, dejar algún comentario cuando lo creemos oportuno, y seguir después con nuestros quehaceres hasta volver a dar otra ronda por los blogs actualizados.
Por eso normalmente no contesto a los comentarios de mis propios posts... Entiendo que ya estaréis visitando otro cuando lo hago... :) Pero, por respeto y sobre todo por gratitud ante esas palabras que tanto ayudan, intento añadir algo, aclarar o a veces compartir con los demás algunas cosas que leo en vuestros comentarios en mi siguiente entrada.
Ayer, la verdad, desde este humilde rincón, me sentí especialmente afortunado pues gente a la que aprecio muchísimo compartió conmigo unas ideas, experiencias, opiniones y comentarios que rezumaban sinceridad, compañerismo, alegría, fino sentido del humor y muchas ganas de ayudar.
Creo que no me equivoco si digo que una de las cosas que más hemos escuchado cuando hablamos de nuestra afición del running es "estás loco", dicho casi siempre con todo el cariño del mundo. Estamos un poco locos, y algo de bichos raros tenemos. Yo en un aspecto en concreto aún me siento más bicho raro de lo normal... Es curioso, pero me encanta que me corrijan. Creo que la mejor manera de aprender es equivocándose, y sobre todo, sabiendo corregir los errores. Y cuando uno se equivoca y nadie se lo hace notar, es más difícil corregirse. Por eso agradezco a Gonzalo que comentara su escepticismo sobre lo que comentaba sobre los estiramientos y las lesiones. Me expresé bastante mal, y aprovecho para hacerlo mejor ahora... No quiero decir que estirando no me vaya a lesionar, ¡que fácil sería todo! Quería decir más bien que si no estiro, me lesiono seguro... Ya me pasó cuando empecé a correr, no me tomaba en serio los estiramientos y acababa con pequeñas contracturas cada pocas semanas. Desde hace unos meses he tomado el hábito de bajar a la calle, y estirar durante más de 10 minutos, mientras el RunKeeper y el Forerunner se enganchan a todo satélite GPS que pase por ahí... Y he dejado de tener esos contratiempos, que sin llegar a ser lesiones, fastidiaban bastante. Lo cual no quiere decir que cualquier día me lesione por sobreesfuerzo, por un mal gesto o por mala suerte...
También me resultó muy curioso lo que decía Óscar, que le había parecido leer la crónica de una maratón. Esta mañana, mientras corría, pensaba en ello. Lo de ayer fue casi como una maratón a escala 1:3, con el agravante del calor para compensar un poco que la distancia sólo era tres veces menor... :) Pero las proporciones, parecidas. Primeros kilómetros tranquilo, ritmo de crucero hasta la mitad de la prueba... Empiezan las dificultades a partir del kilómetro 21, el 7 en este caso... Nos topamos con el muro en el 33, que era el 11 ayer... Dudas y una tremenda lucha interior durante unos 6 kilómetros, que fueron 2 para mí... Y llegada triunfal después de completar los últimos 3 kilómetros dejándose llevar por la emoción, que fue apenas 1 kilómetro en mi tirada de ayer... Curioso... :)
Y bueno... Que Manuel Binoy, la máquina de devorar kilómetros, el correcaminos de Barcelona, el poeta de la Carretera de Les Aigües (con todo el respeto y cariño del mundo), parangón de la experiencia, muestra viviente de cómo se puede disfrutar a niveles desconocidos para muchos del placer de correr sin más, te llame campeón, es una sensación difícilmente explicable... :)
También me motiva especialmente que al Triatleta Caletero, la alegría de la blogosfera, el entrevistador entrevistado, el hombre cuyos ánimos sacan adelante los peores momentos, le vengan a la memoria recuerdos de la preparación de su primera maratón... Sé que él y muchos han pasado por esta experiencia única y la recuerdan emocionados, y me gustaría poder plasmarla por escrito para recordarla cuando ya esté lejos en el tiempo...
Y a todos, Joel, Miguel, Tovarich, Manuel, Carles, gracias por los ánimos, habrá Isidro para rato, no pienso repetir lo de ayer en mucho tiempo, así que sobreviviré al veranos con mis madrugones habituales... :)
Después de la sesión de agradecimientos, sólo me queda dejar constancia de un entrenamiento de recuperación, después de la cafrada de ayer, consistente en 13,35 kilómetros, despacito, dando descanso al cuerpo, disfrutando de la temperatura y del aire fresco que bajaba por el Besós. Ritmo ascendente, primeros kilómetros muy despacio, pero a partir del quinto bastante mejor. No quise hacer hoy el día de calidad, lo de ayer aún estaba muy reciente, y no había llegado a tener 24 horas de descanso, así que dejo para mañana unas series más exigentes que el entrenamiento de hoy.
martes, 20 de julio de 2010
Vampiros por la mañana, sol por la tarde
Ayer fue mi primer día de descanso de la semana, después de la tirada larga del domingo. Sentía las piernas especialmente cargadas y opté por una sesión de Wii Fit por la mañana, haciendo una media hora de ejercicios variados de yoga y estiramientos. Me sentó bastante bien, al aumento de kilómetros también exige cuidar especialmente los estiramientos, no está en mis planes lesionarme y debo poner de mi parte para que así sea...
Por la tarde fui al médico, llevo dos años entrenando cada vez un poco más, y el aumento de la cantidad e intensidad de estos entrenamientos durante las últimas dos semanas hace que sea innegociable ponerme en manos de un experto en la materia y ver que todo está en orden para seguir a este ritmo. Me encargó unos análisis y una prueba de esfuerzo. Me dieron hora para los análisis esta misma mañana, y ayer por la tarde, aún dudaba si salir a correr y luego hacerme los análisis, cosa que descarté de inmediato, sería de locos acabar de correr y no poder beber nada...
No quería saltarme un día de entrenamiento, ya que ayer descansé, así que pensé que hoy era un buen día para dormir un poco más y dejar el entrenamiento para más tarde. Me fui a ver a los vampiros que sacan sangre, en ayunas, y me comí el bocadillo bastante más tarde. Además en la oficina tuvimos una pequeña celebración, a base de magdalenas y chuches y me llevé unas barritas de choco banana, así que entre pitos y flautas, a la hora de comer no tenía especialmente hambre y mi estómago no estaba ni mucho menos vacío, así que... Por qué no... Era una oportunidad inmejorable para salir a correr al mediodía, después de trabajar, pegarme una buena paliza bajo un sol de justicia, y comer después.
Dicho y hecho. Llegué a casa, mi mujer me miraba como si estuviera loco, mis hijos no entendían nada, y de esta guisa, salí a correr casi a las 3 de la tarde...
La sonrisita no me duró ni diez minutos... Qué calor... Llevaba tres botellines con Aquarius y un gel por si acaso. Salí en dirección a Montcada, y hoy el viento iba al revés, de mar a montaña... Con el viento de cola los primeros kilómetros fueron a buen ritmo, obviamente en las mismas condiciones el cuerpo responde mejor a medio día que recién levantado. Pero cada paso que daba hacía un poco más de calor, la boca estaba más seca, costaba un poco más respirar y las piernas se hacían más pesadas...
Di media vuelta en Montcada a más o menos un ritmo de 4:45. Ya le había pegado un tiento al Aquarius, y al dar media vuelta, el viento en contra me frenó un poco pero afortunadamente también me refrescó ligeramente. Todo iba más o menos bien, no me empeñé en luchar contra el viento, seguí al mismo ritmo aunque la velocidad era menor, bebía cada tres kilómetros más o menos, pero poco a poco el calor iba haciendo mella. Cuando bajé a la ribera del río estaba corriendo a menos de 5:00, bien de fuerzas pero sucumbiendo poco a poco al calor...
Fue más o menos en el kilómetro 7, quería hacer 14 así que aún me quedaba media tirada, cuando ya en la orilla del río el viento empezó a soplar mucho más fuerte. Corriendo por la parte superior del río el viento se nota menos, pero sobre todo, cuando sopla de mar a montaña, bajando a la orilla es especialmente fuerte. Se juntaron el viento en contra y sobre todo el calor, y el ritmo ya era de más de 5:15...
Empezaba a estar, para que nos entendamos... Hecho polvo... Medio muerto... Destrozado... Cansado... Casi derrotado... Quería hacer 14 kilómetros, pero empezaron las dudas... Llegué al punto de referencia para calcular en qué punto volver a casa, y tuve la tentación de dejarlo en 12 kilómetros... Bueno, 12,5... Ni para ti ni para mí, que sean 13... Venga hombre, no seas así... Yo me lo he buscado, sabía que iba a sufrir, pero he de superar la adversidad... ¿O es que estoy loco? ¿Merece la pena pegarse esa paliza con este calor? ¿Es bueno para el entrenamiento o estoy malgastando fuerzas?
En ese mar de dudas, casi completé un kilómetro más. Para hacer 14 kilómetros tenía que dar la vuelta más o menos en el kilómetro 11,15. Al llegar al kilómetro 10 el diablillo del hombro izquierdo decía que ya estaba bien, que me vuelva para casa, que soy un hombre de poca fe y menos palabra... El angelito del otro hombro decía que esto es una prueba que debo superar, que he de ser consecuente con mis decisiones...
Y mi cabeza, en medio de los dos, pensó que la preparación de una maratón es física, pero también mental. Durante los más de 42 kilómetros seguro que aparecerán dudas... El muro llegará tarde o temprano, y lo de hoy no habrá sido nada comparado con el muro de verdad. Así que era una buena oportunidad para ver si mi cabeza se anteponía al cansancio, a la sensación de derrota y a la tentación de darse media vuelta... Me estaba acercando al 11, ya iba muy despacio, estaba muy cansado, y por un momento pensé, qué son 500 metros, casi que me doy la vuelta ya...
Pero no, sigamos un poco más, llegué al 11,15, y ya que estábamos, pues vamos hasta el 11,25, y damos la vuelta en un sitio más ancho... Y entonces llegó lo peor... Hasta ese momento, el viento en contra me estaba frenando y desgastando, pero hacía que el calor fuera casi soportable...
Pero al dar la vuelta... Dejé de tener el viento de cara... Y entonces, sin viento que me refrescara, me di cuenta del calor que hacía... Pensaba que me iba a derretir ahí mismo. Ya había ajusticiado dos botellines de Aquarius, empezaba a estar templado, pero cuando bebí un trago del tercero casi me quemo la lengua, estaba ardiendo... :)
Los tres últimos kilómetros fueron un infierno... El calor, infernal, valga la redundancia... Gracias al viento a favor los hice a poco más de 5:20, pero sufriendo como no había sufrido nunca. El Aquarius parecía sopa, el sol literalmente quemaba la piel, estaba totalmente empapado, las piernas pesaban diez toneladas, pero seguí corriendo, erguido, intentando respirar bien, sufriendo por mantener un ritmo constante...
Las gaviotas y golondrinas se convirtieron en buitres que revoloteaban a mi alrededor... El río Besós llevaba Aquarius bien frío en lugar de agua... El suelo parecía hervir, como en las películas del oeste... El cuenta kilómetros del Forerunner no avanzaba...
Seguí... Tuve la tentación de abandonar el río una salida antes y parar en el semáforo, pero me resistí a hacerlo y llegué a la siguiente... Subí la última rampa tentado de hacerlo andando... Aguanté al trote... Llegué por fin a la calle que me lleva a casa por la sombra... Y completé 14,44 kilómetros bajo un sol de justicia...
Sinceramente... No puedo expresar más que admiración por los que corréis con estas temperaturas... No creo que vuelva a hacerlo más... Pero quería pasar por ese trago... Creo que ha sido una prueba mental más que física... Aunque físicamente ha sido dura...
De todas maneras... Llegar a casa, beberse un litro de Aquarius, darse una ducha fría y comer una ensalada de arroz después del esfuerzo, es algo que no tiene precio... :)
Por la tarde fui al médico, llevo dos años entrenando cada vez un poco más, y el aumento de la cantidad e intensidad de estos entrenamientos durante las últimas dos semanas hace que sea innegociable ponerme en manos de un experto en la materia y ver que todo está en orden para seguir a este ritmo. Me encargó unos análisis y una prueba de esfuerzo. Me dieron hora para los análisis esta misma mañana, y ayer por la tarde, aún dudaba si salir a correr y luego hacerme los análisis, cosa que descarté de inmediato, sería de locos acabar de correr y no poder beber nada...
No quería saltarme un día de entrenamiento, ya que ayer descansé, así que pensé que hoy era un buen día para dormir un poco más y dejar el entrenamiento para más tarde. Me fui a ver a los vampiros que sacan sangre, en ayunas, y me comí el bocadillo bastante más tarde. Además en la oficina tuvimos una pequeña celebración, a base de magdalenas y chuches y me llevé unas barritas de choco banana, así que entre pitos y flautas, a la hora de comer no tenía especialmente hambre y mi estómago no estaba ni mucho menos vacío, así que... Por qué no... Era una oportunidad inmejorable para salir a correr al mediodía, después de trabajar, pegarme una buena paliza bajo un sol de justicia, y comer después.
Dicho y hecho. Llegué a casa, mi mujer me miraba como si estuviera loco, mis hijos no entendían nada, y de esta guisa, salí a correr casi a las 3 de la tarde...
La sonrisita no me duró ni diez minutos... Qué calor... Llevaba tres botellines con Aquarius y un gel por si acaso. Salí en dirección a Montcada, y hoy el viento iba al revés, de mar a montaña... Con el viento de cola los primeros kilómetros fueron a buen ritmo, obviamente en las mismas condiciones el cuerpo responde mejor a medio día que recién levantado. Pero cada paso que daba hacía un poco más de calor, la boca estaba más seca, costaba un poco más respirar y las piernas se hacían más pesadas...
Di media vuelta en Montcada a más o menos un ritmo de 4:45. Ya le había pegado un tiento al Aquarius, y al dar media vuelta, el viento en contra me frenó un poco pero afortunadamente también me refrescó ligeramente. Todo iba más o menos bien, no me empeñé en luchar contra el viento, seguí al mismo ritmo aunque la velocidad era menor, bebía cada tres kilómetros más o menos, pero poco a poco el calor iba haciendo mella. Cuando bajé a la ribera del río estaba corriendo a menos de 5:00, bien de fuerzas pero sucumbiendo poco a poco al calor...
Fue más o menos en el kilómetro 7, quería hacer 14 así que aún me quedaba media tirada, cuando ya en la orilla del río el viento empezó a soplar mucho más fuerte. Corriendo por la parte superior del río el viento se nota menos, pero sobre todo, cuando sopla de mar a montaña, bajando a la orilla es especialmente fuerte. Se juntaron el viento en contra y sobre todo el calor, y el ritmo ya era de más de 5:15...
Empezaba a estar, para que nos entendamos... Hecho polvo... Medio muerto... Destrozado... Cansado... Casi derrotado... Quería hacer 14 kilómetros, pero empezaron las dudas... Llegué al punto de referencia para calcular en qué punto volver a casa, y tuve la tentación de dejarlo en 12 kilómetros... Bueno, 12,5... Ni para ti ni para mí, que sean 13... Venga hombre, no seas así... Yo me lo he buscado, sabía que iba a sufrir, pero he de superar la adversidad... ¿O es que estoy loco? ¿Merece la pena pegarse esa paliza con este calor? ¿Es bueno para el entrenamiento o estoy malgastando fuerzas?
En ese mar de dudas, casi completé un kilómetro más. Para hacer 14 kilómetros tenía que dar la vuelta más o menos en el kilómetro 11,15. Al llegar al kilómetro 10 el diablillo del hombro izquierdo decía que ya estaba bien, que me vuelva para casa, que soy un hombre de poca fe y menos palabra... El angelito del otro hombro decía que esto es una prueba que debo superar, que he de ser consecuente con mis decisiones...
Y mi cabeza, en medio de los dos, pensó que la preparación de una maratón es física, pero también mental. Durante los más de 42 kilómetros seguro que aparecerán dudas... El muro llegará tarde o temprano, y lo de hoy no habrá sido nada comparado con el muro de verdad. Así que era una buena oportunidad para ver si mi cabeza se anteponía al cansancio, a la sensación de derrota y a la tentación de darse media vuelta... Me estaba acercando al 11, ya iba muy despacio, estaba muy cansado, y por un momento pensé, qué son 500 metros, casi que me doy la vuelta ya...
Pero no, sigamos un poco más, llegué al 11,15, y ya que estábamos, pues vamos hasta el 11,25, y damos la vuelta en un sitio más ancho... Y entonces llegó lo peor... Hasta ese momento, el viento en contra me estaba frenando y desgastando, pero hacía que el calor fuera casi soportable...
Pero al dar la vuelta... Dejé de tener el viento de cara... Y entonces, sin viento que me refrescara, me di cuenta del calor que hacía... Pensaba que me iba a derretir ahí mismo. Ya había ajusticiado dos botellines de Aquarius, empezaba a estar templado, pero cuando bebí un trago del tercero casi me quemo la lengua, estaba ardiendo... :)
Los tres últimos kilómetros fueron un infierno... El calor, infernal, valga la redundancia... Gracias al viento a favor los hice a poco más de 5:20, pero sufriendo como no había sufrido nunca. El Aquarius parecía sopa, el sol literalmente quemaba la piel, estaba totalmente empapado, las piernas pesaban diez toneladas, pero seguí corriendo, erguido, intentando respirar bien, sufriendo por mantener un ritmo constante...
Las gaviotas y golondrinas se convirtieron en buitres que revoloteaban a mi alrededor... El río Besós llevaba Aquarius bien frío en lugar de agua... El suelo parecía hervir, como en las películas del oeste... El cuenta kilómetros del Forerunner no avanzaba...
Seguí... Tuve la tentación de abandonar el río una salida antes y parar en el semáforo, pero me resistí a hacerlo y llegué a la siguiente... Subí la última rampa tentado de hacerlo andando... Aguanté al trote... Llegué por fin a la calle que me lleva a casa por la sombra... Y completé 14,44 kilómetros bajo un sol de justicia...
Sinceramente... No puedo expresar más que admiración por los que corréis con estas temperaturas... No creo que vuelva a hacerlo más... Pero quería pasar por ese trago... Creo que ha sido una prueba mental más que física... Aunque físicamente ha sido dura...
De todas maneras... Llegar a casa, beberse un litro de Aquarius, darse una ducha fría y comer una ensalada de arroz después del esfuerzo, es algo que no tiene precio... :)
domingo, 18 de julio de 2010
Tirada larga del domingo y pérdida de gel
Hoy domingo, el día de la semana que habitualmente se relaciona con el descanso, quería hacer una tirada larga en condiciones. Durante el sábado y el domingo voy a acumular más kilómetros del plan de entrenamiento, pues saliendo antes de ir a trabajar el resto de la semana no da para mucho, e intentar levantarme antes de las 5:15 podría poner en peligro esa preciosa amistad que tenemos el despertador y yo...
Con la idea de hacer 20 kilómetros me levanté a las 5:45, y me equipé con tres botellines de 100ml de Aquarius, que pasaron la noche en la parte inferior de la nevera, para estar fresquitas todo el trayecto. También me llevé un gel, pues el esfuerzo en ayunas podría dejarme seco de fuerzas. Me comí la barra de choco banana de rigor, y salí decidido a darlo todo.
Esquivando juerguistas, bonita idea la de salir de casa un domingo a las 6:00, cuando a muchos los acaban de echar de los últimos garitos abiertos, estiré un poco y empecé a correr dispuesto a hacer mi entrenamiento más largo, dejando atrás los 18 kilómetros y pico que hice hace unos meses. Esta vez varié el recorrido, empecé en dirección al mar, para poder pasar por mi punto de referencia después de dar media vuelta en la playa y otra media vuelta en Montcada, y así atinar con la distancia. Los primeros kilómetros los hice con el viento a favor, y más bien lento, pensando en lo que tenía por delante. Más o menos a 5:20, hasta que di media vuelta en la playa y el viento me ayudó un poco más... Traguito de Aguarius para celebrarlo... :)
9 kilómetros más hasta Montcada, viento en contra, entre 5:20 y 5:30. Llegando ya al lugar donde doy la vuelta, pensé que era un buen momento para ajusticiar el gel. Y entonces... Me echo la mano al bolsillo... Y no había gel... :( El cinturón que tengo lleva un bolsillo no muy grande, y un gel de 70ml no cabe entero. Metí más de la mitad del gel y dejé la cremallera abierta, y me puse el cinturón de manera que el bolsillo quedaba en un lado, pero fuera de mi campo de visión. Desde que salí escuchaba un sonidillo "ñiqui-niqui" en el bolsillo, del roce del gel con la cremallera o algo así. No me pareció sospechoso dejar de escucharlo al rato... Y cuando quise cogerlo, entendí porqué dejé de oírlo...
Como el gel me lo llevé por si acaso, no iba a cambiar los planes, llevaba Aquarius suficiente y di la vuelta en Montcada bebiendo un buen trago. Ahora el viento estaba de mi lado, no estaba cansado, e iba entretenido pensando en mi desgracia con el gel, en quién podría encontrarlo y en cómo acabará el pobre gel perdido...
Sin darme cuenta los tiempos por kilómetro empezaron a mejorar. Iba bien hidratado, la temperatura era buena a esas horas de la mañana, y quizá el cabreo por haber perdido el gel me dio fuerzas. Empece a hacer los kilómetros a 5:15 y 5:12, luego 4:56, 4:54, 4:55 y 4:58. No me parecía estar corriendo más rápido que antes, e incluso tenía ganas de correr más. Iba bien y sabía que los 20 kilómetros estaban en el bolsillo, así que pensé... Si nunca había entrenado más de 18 kilómetros... Voy a hacer hoy 20... Pero qué carajo, tampoco he corrido más de 21, en las cinco medias maratones en las que he participado... Me decía el Triatleta Caletero que hiciera alguna media maratón durante la preparación. Tengo dos fichadas, en Sant Cugat y Sabadell... Pero ninguna será la primera, ya hice 5 el año pasado, una bien, dos mal, y otras dos un poco mejor... Todavía no son muchas, pero con esos Vamoossssss, Vamoossss, Go Go Go! que nos manda pronto acumularé unas cuántas más... :)
Así que... Quería hacer 20... Pero ya que estamos... Pues vamos a hacer one more, como dice Gonzalo, ¡buena técnica!
Calculé dónde dar la última media vuelta en mi punto de referencia favorito, alargué un poco la ruta, y llegué a casa muy satisfecho, sin echar de menos el gel, bendiciendo la idea de llevarme tres botellines de Aquarius, con 21,7 kilómetros en las piernas y unas sensaciones excelentes. No me quedé con ganas de correr más, pero podría haberlo hecho. Creo que las próximas tiradas más largas no serán un problema. Especialmente si no pierdo el gel por el camino...
Acaba la semana con 72,5 kilómetros y buenas sensaciones. Creo que voy a concentrar kilometraje en el sábado y domingo, y con salidas de más de 20 kilómetros, me tengo que pensar muy seriamente si el lunes salgo a descargar las piernas o si mejor descanso y hago estiramientos y luego salgo a correr tres días (M-X-J), metiendo las series en medio, para finalmente descansar el viernes y volver a acumular sábado y domingo. No parece un mal plan...
Con la idea de hacer 20 kilómetros me levanté a las 5:45, y me equipé con tres botellines de 100ml de Aquarius, que pasaron la noche en la parte inferior de la nevera, para estar fresquitas todo el trayecto. También me llevé un gel, pues el esfuerzo en ayunas podría dejarme seco de fuerzas. Me comí la barra de choco banana de rigor, y salí decidido a darlo todo.
Esquivando juerguistas, bonita idea la de salir de casa un domingo a las 6:00, cuando a muchos los acaban de echar de los últimos garitos abiertos, estiré un poco y empecé a correr dispuesto a hacer mi entrenamiento más largo, dejando atrás los 18 kilómetros y pico que hice hace unos meses. Esta vez varié el recorrido, empecé en dirección al mar, para poder pasar por mi punto de referencia después de dar media vuelta en la playa y otra media vuelta en Montcada, y así atinar con la distancia. Los primeros kilómetros los hice con el viento a favor, y más bien lento, pensando en lo que tenía por delante. Más o menos a 5:20, hasta que di media vuelta en la playa y el viento me ayudó un poco más... Traguito de Aguarius para celebrarlo... :)
9 kilómetros más hasta Montcada, viento en contra, entre 5:20 y 5:30. Llegando ya al lugar donde doy la vuelta, pensé que era un buen momento para ajusticiar el gel. Y entonces... Me echo la mano al bolsillo... Y no había gel... :( El cinturón que tengo lleva un bolsillo no muy grande, y un gel de 70ml no cabe entero. Metí más de la mitad del gel y dejé la cremallera abierta, y me puse el cinturón de manera que el bolsillo quedaba en un lado, pero fuera de mi campo de visión. Desde que salí escuchaba un sonidillo "ñiqui-niqui" en el bolsillo, del roce del gel con la cremallera o algo así. No me pareció sospechoso dejar de escucharlo al rato... Y cuando quise cogerlo, entendí porqué dejé de oírlo...
Como el gel me lo llevé por si acaso, no iba a cambiar los planes, llevaba Aquarius suficiente y di la vuelta en Montcada bebiendo un buen trago. Ahora el viento estaba de mi lado, no estaba cansado, e iba entretenido pensando en mi desgracia con el gel, en quién podría encontrarlo y en cómo acabará el pobre gel perdido...
Sin darme cuenta los tiempos por kilómetro empezaron a mejorar. Iba bien hidratado, la temperatura era buena a esas horas de la mañana, y quizá el cabreo por haber perdido el gel me dio fuerzas. Empece a hacer los kilómetros a 5:15 y 5:12, luego 4:56, 4:54, 4:55 y 4:58. No me parecía estar corriendo más rápido que antes, e incluso tenía ganas de correr más. Iba bien y sabía que los 20 kilómetros estaban en el bolsillo, así que pensé... Si nunca había entrenado más de 18 kilómetros... Voy a hacer hoy 20... Pero qué carajo, tampoco he corrido más de 21, en las cinco medias maratones en las que he participado... Me decía el Triatleta Caletero que hiciera alguna media maratón durante la preparación. Tengo dos fichadas, en Sant Cugat y Sabadell... Pero ninguna será la primera, ya hice 5 el año pasado, una bien, dos mal, y otras dos un poco mejor... Todavía no son muchas, pero con esos Vamoossssss, Vamoossss, Go Go Go! que nos manda pronto acumularé unas cuántas más... :)
Así que... Quería hacer 20... Pero ya que estamos... Pues vamos a hacer one more, como dice Gonzalo, ¡buena técnica!
Calculé dónde dar la última media vuelta en mi punto de referencia favorito, alargué un poco la ruta, y llegué a casa muy satisfecho, sin echar de menos el gel, bendiciendo la idea de llevarme tres botellines de Aquarius, con 21,7 kilómetros en las piernas y unas sensaciones excelentes. No me quedé con ganas de correr más, pero podría haberlo hecho. Creo que las próximas tiradas más largas no serán un problema. Especialmente si no pierdo el gel por el camino...
Acaba la semana con 72,5 kilómetros y buenas sensaciones. Creo que voy a concentrar kilometraje en el sábado y domingo, y con salidas de más de 20 kilómetros, me tengo que pensar muy seriamente si el lunes salgo a descargar las piernas o si mejor descanso y hago estiramientos y luego salgo a correr tres días (M-X-J), metiendo las series en medio, para finalmente descansar el viernes y volver a acumular sábado y domingo. No parece un mal plan...
sábado, 17 de julio de 2010
Sábado sabadete, 16 kilometretes...
Ya llegó el fin de semana, toca descansar del trabajo, pasar más tiempo con la familia, y poder hacer unas tiradas más largas. No entiendo cómo el despertador todavía sigue siendo mi amigo, con lo mal que lo trato... El iP9 tiene una interesante opción para programar el despertador sólo de lunes a viernes, pero oh desagradecido de mí, no la uso, y me levanto más o menos a la misma hora el sábado y el domingo que el resto de la semana...
Diana a las 5:45, preparativos algo más cuidadosos, incluyendo dos botellines de 100ml con Aquarius y un gel en el cinturón de supervivencia, barrita de choco banana para no salir con el estómago vacío, ¡y a la calle!
La idea era hacer hoy más o menos 16 kilómetros. Mañana quiero hacer 20, nunca he llegado a esa barrera psicológica entrenando, tengo ganas de escribir ese número en mi hoja de cálculo con los entrenamientos para el maratón. Supongo que todos lo hacemos la primera vez, ¿no? :) Una hoja de cálculo, sea de Excel, de OpenOffice, de Numbers o de Google Docs, y sobre todo, con los totales semanales, en la que ponemos los kilómetros que queremos hacer en gris, y cuando llega el día, ponemos los reales en negro, y una vez actualizada, nos quedamos unos minutos mirándola... Anda, que nadie me diga que soy el único que ha hecho eso, al menos la primera vez... ;)
A ver qué tal esos 20 de mañana. Los 16 de hoy, con todos los respetos, y como decimos cariñosamente los malhablados españoles, de puta madre.
Salgo tranquilo como siempre, hacia Montcada, viento en contra y ritmo lento, 5 kilómetros en progresión de 6:03 a 5:12. Primer buchito de Aquarius de premio al dar la vuelta, un poco de hidratación, velocidad de crucero, viento a favor, y un monótono, aburrido y soso recorrido por el parque fluvial del Besós que me encanta hacer y que disfruto cada día como si fuera el primero. Un ritmo bastante constante de entre 4:57 y 5:09, me siento cómodo a esa velocidad y puedo seguir corriendo bastante más, quiero primero alargar las distancias y luego ya veremos si hay que correr más rápido...
Llegué a mi punto de referencia para calcular la distancia, usando el siguiente algoritmo: desde casa a ese punto hay un kilómetro justo, así que, viniendo desde Montcada, al pasar por ese punto sumo un kilómetro a los que llevo, y los que me faltan para completar el recorrido previsto los divido por dos, y ése es el número de kilómetros que debo hacer desde ese punto antes de dar media vuelta y volver para casa. Sencillo, ¿no? ;)
Pues eso, rápido cálculo, tres kilómetros más, media vuelta, viento en contra y muchas ganas de correr más rápido, ritmo entre 5:07 y 5:12, y llegué a casa clavando los 16 kilómetros que quería hacer.
Muy buenas sensaciones, corrí cómodo y suelto, me quedé con ganas de más, y mañana tendré más, imagino que mañana lo que tendré serán ganas de acabar... :) Me llevaré el gel que no usé hoy, creo que sobre el kilómetro 13 ó 14 sería buen momento para echarle un tiento, según cómo me vea, y creo que saldré con un tercer botellín...
Diana a las 5:45, preparativos algo más cuidadosos, incluyendo dos botellines de 100ml con Aquarius y un gel en el cinturón de supervivencia, barrita de choco banana para no salir con el estómago vacío, ¡y a la calle!
La idea era hacer hoy más o menos 16 kilómetros. Mañana quiero hacer 20, nunca he llegado a esa barrera psicológica entrenando, tengo ganas de escribir ese número en mi hoja de cálculo con los entrenamientos para el maratón. Supongo que todos lo hacemos la primera vez, ¿no? :) Una hoja de cálculo, sea de Excel, de OpenOffice, de Numbers o de Google Docs, y sobre todo, con los totales semanales, en la que ponemos los kilómetros que queremos hacer en gris, y cuando llega el día, ponemos los reales en negro, y una vez actualizada, nos quedamos unos minutos mirándola... Anda, que nadie me diga que soy el único que ha hecho eso, al menos la primera vez... ;)
A ver qué tal esos 20 de mañana. Los 16 de hoy, con todos los respetos, y como decimos cariñosamente los malhablados españoles, de puta madre.
Salgo tranquilo como siempre, hacia Montcada, viento en contra y ritmo lento, 5 kilómetros en progresión de 6:03 a 5:12. Primer buchito de Aquarius de premio al dar la vuelta, un poco de hidratación, velocidad de crucero, viento a favor, y un monótono, aburrido y soso recorrido por el parque fluvial del Besós que me encanta hacer y que disfruto cada día como si fuera el primero. Un ritmo bastante constante de entre 4:57 y 5:09, me siento cómodo a esa velocidad y puedo seguir corriendo bastante más, quiero primero alargar las distancias y luego ya veremos si hay que correr más rápido...
Llegué a mi punto de referencia para calcular la distancia, usando el siguiente algoritmo: desde casa a ese punto hay un kilómetro justo, así que, viniendo desde Montcada, al pasar por ese punto sumo un kilómetro a los que llevo, y los que me faltan para completar el recorrido previsto los divido por dos, y ése es el número de kilómetros que debo hacer desde ese punto antes de dar media vuelta y volver para casa. Sencillo, ¿no? ;)
Pues eso, rápido cálculo, tres kilómetros más, media vuelta, viento en contra y muchas ganas de correr más rápido, ritmo entre 5:07 y 5:12, y llegué a casa clavando los 16 kilómetros que quería hacer.
Muy buenas sensaciones, corrí cómodo y suelto, me quedé con ganas de más, y mañana tendré más, imagino que mañana lo que tendré serán ganas de acabar... :) Me llevaré el gel que no usé hoy, creo que sobre el kilómetro 13 ó 14 sería buen momento para echarle un tiento, según cómo me vea, y creo que saldré con un tercer botellín...
jueves, 15 de julio de 2010
Series por tiempos, buenas sensaciones
Ya está decidido, el sentido común de todos los que me habéis aconsejado ha hecho que sea muy fácil decantarse por correr cinco días por semana y descansar dos. Seguramente mi cuerpo se habría quejado como muy tarde a la segunda semana si hubiera hecho alguna burrada, y no me ha costado nada ver lo positivo que es descansar para después entrenar con más ganas... Durante los dos días de descanso no desatenderé el tren superior y los estiramientos, así que mi idea es darle vidilla a la Wii con el EA Sports Active, haciendo desafíos abdominales y ejercicios de tres superior, y desempolvar también el Wii Fit y hacer estiramientos y algo de Yoga.
Parte de mis dudas sobre los días de entrenamiento venían por el hecho de salir a primera hora de la mañana. Pensaba en hacer tiradas más cortas pero durante más días, ya que voy justillo de tiempo a esas horas, pero al final habría hecho entrenamientos de menos calidad y seguro que tendones y articulaciones no habrían estado muy de acuerdo... Me habéis salvado de darme cuenta tarde y de malas maneras... :)
Así que tuve una conversación muy seria con el despertador, ese gran compañero, aliado y amigo, y no se enfadó conmigo cuando decidí programarlo a las 5:15 par tener esos 15 minutos extras que me permitirán alargar al menos 3 kilómetros durante cada día de la semana, y descansar bien los dos días de rigor para pegarme el entrenamiento guapo el domingo con las fuerzas que éste merece.
Con la perspectiva de tener 15 minutos más, hoy planeé unas series distintas... ¡El Forerunner es la leche! Desde el primer día noté qué gran invento es el cacharro, en comparación con las limitaciones del RunKeeper, pero ahora que me he puesto a investigar la programación de entrenamientos, he visto lo realmente completo que es. Se pueden programar series basadas en tiempo, distancia e incluso frecuencia cardíaca, seleccionando el tiempo o distancia de cada tramo y un objetivo de velocidad o ppm para el mismo. Como me gustan poco los números, las estadísticas, las medias y todas esas historias matemáticas aplicables al deporte, os podéis imaginar lo bien que me lo pasé con el programilla de hacer series... :)
Me hice unas a medida, calentamiento libre, que al final fue de casi 12 minutos, y seis series de 6 minutos, con objetivo de 4:50-5:10 y otros 3 con objetivo de 5:20-5:40, más el enfriamiento de rigor, 6 minutos y media mientras volvía a casa.
Nada más empezar las series el Forerunner se enfadó conmigo y empezó a pitar muy raro porque iba muy rápido... :) Me costó un poco empezar a correr al ritmo elegido, hasta ahora corría todo lo que podía y luego veía a qué ritmo había ido, pero correr a un ritmo concreto no lo había intentado antes. Me fui regulando hasta que el Forerunner me avisó con un pitido mucho más cordial que ya estaba en los límites correctos, y en cuanto lo conseguí ya solo me salí un par de veces de los ritmos elegidos y volví rápido a ellos. Me parece una opción muy interesante. Cuando vaya viendo mis ritmos buenos afinaré un poco más estos límites. Hoy me he sentido cómodo, me he quedado con ganas de ir más rápido, pero creo que es bueno aprender a mantener un ritmo que me permita seguir corriendo, pues este fin de semana quiero hacer ya una tirada de 20 kilómetros. El entrenamiento más largo que he hecho ha sido de algo más de 18 kilómetros, y el domingo ha de pasar a la historia.
Las series han salido de maravilla, un poquito más rápido cada una, tanto los tramos rápidos como los lentos. Los mosquitos me han fastidiado en un tramo, que pasa prácticamente por la orilla del río... Pero no tanto como el año pasado... Todo llegará...
Mirad cómo acabé hace algo menos de un año...
Parte de mis dudas sobre los días de entrenamiento venían por el hecho de salir a primera hora de la mañana. Pensaba en hacer tiradas más cortas pero durante más días, ya que voy justillo de tiempo a esas horas, pero al final habría hecho entrenamientos de menos calidad y seguro que tendones y articulaciones no habrían estado muy de acuerdo... Me habéis salvado de darme cuenta tarde y de malas maneras... :)
Así que tuve una conversación muy seria con el despertador, ese gran compañero, aliado y amigo, y no se enfadó conmigo cuando decidí programarlo a las 5:15 par tener esos 15 minutos extras que me permitirán alargar al menos 3 kilómetros durante cada día de la semana, y descansar bien los dos días de rigor para pegarme el entrenamiento guapo el domingo con las fuerzas que éste merece.
Con la perspectiva de tener 15 minutos más, hoy planeé unas series distintas... ¡El Forerunner es la leche! Desde el primer día noté qué gran invento es el cacharro, en comparación con las limitaciones del RunKeeper, pero ahora que me he puesto a investigar la programación de entrenamientos, he visto lo realmente completo que es. Se pueden programar series basadas en tiempo, distancia e incluso frecuencia cardíaca, seleccionando el tiempo o distancia de cada tramo y un objetivo de velocidad o ppm para el mismo. Como me gustan poco los números, las estadísticas, las medias y todas esas historias matemáticas aplicables al deporte, os podéis imaginar lo bien que me lo pasé con el programilla de hacer series... :)
Me hice unas a medida, calentamiento libre, que al final fue de casi 12 minutos, y seis series de 6 minutos, con objetivo de 4:50-5:10 y otros 3 con objetivo de 5:20-5:40, más el enfriamiento de rigor, 6 minutos y media mientras volvía a casa.
Nada más empezar las series el Forerunner se enfadó conmigo y empezó a pitar muy raro porque iba muy rápido... :) Me costó un poco empezar a correr al ritmo elegido, hasta ahora corría todo lo que podía y luego veía a qué ritmo había ido, pero correr a un ritmo concreto no lo había intentado antes. Me fui regulando hasta que el Forerunner me avisó con un pitido mucho más cordial que ya estaba en los límites correctos, y en cuanto lo conseguí ya solo me salí un par de veces de los ritmos elegidos y volví rápido a ellos. Me parece una opción muy interesante. Cuando vaya viendo mis ritmos buenos afinaré un poco más estos límites. Hoy me he sentido cómodo, me he quedado con ganas de ir más rápido, pero creo que es bueno aprender a mantener un ritmo que me permita seguir corriendo, pues este fin de semana quiero hacer ya una tirada de 20 kilómetros. El entrenamiento más largo que he hecho ha sido de algo más de 18 kilómetros, y el domingo ha de pasar a la historia.
Las series han salido de maravilla, un poquito más rápido cada una, tanto los tramos rápidos como los lentos. Los mosquitos me han fastidiado en un tramo, que pasa prácticamente por la orilla del río... Pero no tanto como el año pasado... Todo llegará...
Mirad cómo acabé hace algo menos de un año...
miércoles, 14 de julio de 2010
Se acabaron las celebraciones
Todavía colean en los informativos los resúmenes de las celebraciones del mundial que ganó España, pero ya todo vuelve poco a poco a la normalidad. Por mi parte los excesos sólo ocurrieron el día del partido, aunque fueron bastante excesivos... Pagué por ellos el lunes, ayer hice un descanso semi activo, completando un Desafío Abdominal con el EA Sports Active, y hoy, ya con las horas de sueño al día y con la dieta habitual, he salido a hacer un rodaje normal para iniciar un mini ciclo de entrenamiento.
Después de todo lo que he leído, creo que lo más astuto es fiarse de todos los que decís que un plan de 5 días a la semana es más que suficiente, y que salir a correr más días puede hasta ser contraproducente. Me han llegado al alma las palabras de Manuel Robaina, sobre el umbral de lesión... Cuido mucho no correr por zonas con coches, tanto en casa como cuando estoy fuera, y soy muy precavido en general con todo. Todavía no he tenido ninguna lesión, y creo que no debo tentar a la suerte con eso. Así que me voy a concienciar para hacer 5 días a la semana, descansar completamente uno de ellos, y hacer ejercicios complementarios de abdominales y tren superior el otro día de descanso.
Tras la pausa de ayer, hoy tenía muchas, muchísimas ganas de correr. Empecé a hacerlo a las 6:00, y en una hora y cuatro minutos hice 12,12 kilómetros. La media ha sido de 5:19 minutos por kilómetro, algo más lenta que los 17 kilómetros del domingo. Podría haber ido más suelto, pero hoy ha sido uno de esos días en los que uno se despierta con los intestinos amenazantes, y tengo comprobado que la mejor manera de controlarlos es no correr más de la cuenta, y dejar fuerzas para apretar y abortar cualquier amenaza de escape nuclear... Estoy aprendiendo a correr con amenazas creíbles de punto 8, voy más lento, pero más seguro... :)
También estoy poniendo mucho énfasis en llevar una postura correcta. Suelo correr un poco encorvado, y estoy esforzándome en hacerlo con la espalda más erguida para que mis pulmones se llenen mejor. El problema es que mi boca también se llena más fácilmente de mosquitos, y eso que acaban de empezara a manifestarse...
Buenas sensaciones, con lo mucho que me preocupaba yo de los ritmos y los tiempos, estoy disfrutando alargando las tiradas y conteniendo el ritmo, que ya irá aumentando a medida que el cuerpo se adapte a la distancia.
Mañana haré una sesión de series o quizá mejor fartlek, voy a pelearme un poco con el Forerunner a ver si me programo un fartlek guapo... :) Siguiendo lo que me habéis recomendado, apostaré por series más largas a un ritmo más fuerte pero no de locos... Y recuperaciones quizá más largas pero sin dejar de correr. A ver qué tal salen...
Después de todo lo que he leído, creo que lo más astuto es fiarse de todos los que decís que un plan de 5 días a la semana es más que suficiente, y que salir a correr más días puede hasta ser contraproducente. Me han llegado al alma las palabras de Manuel Robaina, sobre el umbral de lesión... Cuido mucho no correr por zonas con coches, tanto en casa como cuando estoy fuera, y soy muy precavido en general con todo. Todavía no he tenido ninguna lesión, y creo que no debo tentar a la suerte con eso. Así que me voy a concienciar para hacer 5 días a la semana, descansar completamente uno de ellos, y hacer ejercicios complementarios de abdominales y tren superior el otro día de descanso.
Tras la pausa de ayer, hoy tenía muchas, muchísimas ganas de correr. Empecé a hacerlo a las 6:00, y en una hora y cuatro minutos hice 12,12 kilómetros. La media ha sido de 5:19 minutos por kilómetro, algo más lenta que los 17 kilómetros del domingo. Podría haber ido más suelto, pero hoy ha sido uno de esos días en los que uno se despierta con los intestinos amenazantes, y tengo comprobado que la mejor manera de controlarlos es no correr más de la cuenta, y dejar fuerzas para apretar y abortar cualquier amenaza de escape nuclear... Estoy aprendiendo a correr con amenazas creíbles de punto 8, voy más lento, pero más seguro... :)
También estoy poniendo mucho énfasis en llevar una postura correcta. Suelo correr un poco encorvado, y estoy esforzándome en hacerlo con la espalda más erguida para que mis pulmones se llenen mejor. El problema es que mi boca también se llena más fácilmente de mosquitos, y eso que acaban de empezara a manifestarse...
Buenas sensaciones, con lo mucho que me preocupaba yo de los ritmos y los tiempos, estoy disfrutando alargando las tiradas y conteniendo el ritmo, que ya irá aumentando a medida que el cuerpo se adapte a la distancia.
Mañana haré una sesión de series o quizá mejor fartlek, voy a pelearme un poco con el Forerunner a ver si me programo un fartlek guapo... :) Siguiendo lo que me habéis recomendado, apostaré por series más largas a un ritmo más fuerte pero no de locos... Y recuperaciones quizá más largas pero sin dejar de correr. A ver qué tal salen...
lunes, 12 de julio de 2010
Correr a veces es un acto de fe
El domingo por la mañana acabé muy contento por haber corrido más de 17 kilómetros con muy buenas sensaciones durante toda la tirada. Me sentí muy a gusto a un ritmo bastante estable. Como leía ayer en los comentarios, gracias Tovarich y Miguel, es buena táctica que el cuerpo memorice y se adapte al ritmo al que podemos aguantar una tirada larga, y durante las semanas del entrenamiento, ir alargándola y mejorando el ritmo poco a poco hasta que llegue el gran día.
Estoy todavía asimilando la mejor manera de repartir los días y los entrenamientos. Estas últimas semanas estaba corriendo tres días y descansando uno, pero desgraciadamente para mí, las semanas las inventaron de 7 días, no de 8, así que no va a ser fácil continuar con ese ritmo asegurándome que la tirada larga sea en domingo, día sagrado, como dice Gonzalo, en el que me viene de perlas hacer la tirada larga de la semana.
Este domingo hice la susodicha tirada larga en el segundo día de un ciclo de tres, corrí martes, miércoles y jueves, descansé el viernes, y el sábado empecé otro ciclo con un intento de tirada larga que salió fallida, en la que me vacié demasiado pronto. En muchos aspectos de la vida opino que la mejor manera de aprender es a hostias, a ser posible que te las pegues tú solo y no hagas daño a nadie... Me la pegué el sábado, y el domingo tenía una buena oportunidad de redimirme. Salió mejor, cambié el chip y empecé a pensar que para acumular kilómetros había que correr a un ritmo algo inferior, gracias Manuel, Óscar y Triatleta Caletero, vosotros sí que sabéis... :)
Y el domingo por la noche un acontecimiento mundial amenazaba mis planes de entrenamiento del lunes... Ya estaba pensando en la ensalada y el medio vaso de vino tinto para cenar y ver el partido tranquilo en casa, cuando mi hermano me llamó para invitarme a ver el partido en la suya. El resto de la historia es muy predecible... Me llevé tres sobres de Beef Jerky que compré en mi último viaje a Estados Unidos, y claro, éstos piden a gritos ser acompañados de cerveza, igual que la pizza, entre eso, la tensión, los gritos, los insultos a los holandeses y al árbitro, y el éxtasis final con el gol de Iniesta, volví a casa tarde, mal alimentado (o demasiado bien) y me acosté a las tantas...
El despertador-cargador de iPhone, mi flamante iP9 por el que me preguntaba Tovarich, estaba puesto a las 6:30 desde el domingo... Todo invitaba a quedarse en la cama un rato más de la cuenta... Pero me armé de valor, lo puse a las 5:30, y me fui a dormir como un tronco.
Esta mañana sonó, me lo volví a pensar, pero me levanté, preparé los bártulos, me puse la ropa, y a correr. Salieron algo más de 10 kilómetros, a un ritmo espectacular de... 5:34 minutos el kilómetro...
El cuerpo no estaba para correr mucho, pero tampoco tan mal como para quedarse en casa. Creo que fue un buen ejercicio de disciplina cumplir mi rutina y no saltarme un día de trote ligero para recuperarme de la tirada larga. No me planteé ir más rápido, sobre todo cuando después de calentar empecé a sudar y olía a cerveza... :?
Lo importante era acumular 10 kilómetros más, así fue, y ahora es cuando dudo...
Casi todos los planes de entrenamiento que he visto se organizan por semanas. He visto planes de 5 días y de 4, de 6 es más raro, y hay algunos de 7, en los que predominan las tiradas ligeras y dos días de calidad. Me veo con moral y ánimos como para correr 6 días por semana e incluso los 7. Entiendo que el plan de 7 días da por hecho que alguno no se podrá... Quizá por eso hay 5 días de carrera ligera, porque seguro que alguno no se cumple. Descansar dos días me parece mucho, y descansar 1 fijo es un poco extraño, porque al final acaban siendo 6 días seguidos y uno de descanso. Me atrae la idea de los dos días de calidad, uno de ellos de tirada larga y el otro de series, y acumular kilómetros a ritmo más tranquilo los otros cinco días, o cuatro si no se puede. Sigo dudando... :)
Las sensaciones de hoy han sido físicamente correctas, pese al maltrato a mi organismo, puedo madrugar y correr aunque más despacio, y mentalmente muy buenas, el despertador se ha convertido definitivamente en un amigo que me llama cada mañana para salir a correr y lo hago muy a gusto.
Estoy todavía asimilando la mejor manera de repartir los días y los entrenamientos. Estas últimas semanas estaba corriendo tres días y descansando uno, pero desgraciadamente para mí, las semanas las inventaron de 7 días, no de 8, así que no va a ser fácil continuar con ese ritmo asegurándome que la tirada larga sea en domingo, día sagrado, como dice Gonzalo, en el que me viene de perlas hacer la tirada larga de la semana.
Este domingo hice la susodicha tirada larga en el segundo día de un ciclo de tres, corrí martes, miércoles y jueves, descansé el viernes, y el sábado empecé otro ciclo con un intento de tirada larga que salió fallida, en la que me vacié demasiado pronto. En muchos aspectos de la vida opino que la mejor manera de aprender es a hostias, a ser posible que te las pegues tú solo y no hagas daño a nadie... Me la pegué el sábado, y el domingo tenía una buena oportunidad de redimirme. Salió mejor, cambié el chip y empecé a pensar que para acumular kilómetros había que correr a un ritmo algo inferior, gracias Manuel, Óscar y Triatleta Caletero, vosotros sí que sabéis... :)
Y el domingo por la noche un acontecimiento mundial amenazaba mis planes de entrenamiento del lunes... Ya estaba pensando en la ensalada y el medio vaso de vino tinto para cenar y ver el partido tranquilo en casa, cuando mi hermano me llamó para invitarme a ver el partido en la suya. El resto de la historia es muy predecible... Me llevé tres sobres de Beef Jerky que compré en mi último viaje a Estados Unidos, y claro, éstos piden a gritos ser acompañados de cerveza, igual que la pizza, entre eso, la tensión, los gritos, los insultos a los holandeses y al árbitro, y el éxtasis final con el gol de Iniesta, volví a casa tarde, mal alimentado (o demasiado bien) y me acosté a las tantas...
El despertador-cargador de iPhone, mi flamante iP9 por el que me preguntaba Tovarich, estaba puesto a las 6:30 desde el domingo... Todo invitaba a quedarse en la cama un rato más de la cuenta... Pero me armé de valor, lo puse a las 5:30, y me fui a dormir como un tronco.
Esta mañana sonó, me lo volví a pensar, pero me levanté, preparé los bártulos, me puse la ropa, y a correr. Salieron algo más de 10 kilómetros, a un ritmo espectacular de... 5:34 minutos el kilómetro...
El cuerpo no estaba para correr mucho, pero tampoco tan mal como para quedarse en casa. Creo que fue un buen ejercicio de disciplina cumplir mi rutina y no saltarme un día de trote ligero para recuperarme de la tirada larga. No me planteé ir más rápido, sobre todo cuando después de calentar empecé a sudar y olía a cerveza... :?
Lo importante era acumular 10 kilómetros más, así fue, y ahora es cuando dudo...
Casi todos los planes de entrenamiento que he visto se organizan por semanas. He visto planes de 5 días y de 4, de 6 es más raro, y hay algunos de 7, en los que predominan las tiradas ligeras y dos días de calidad. Me veo con moral y ánimos como para correr 6 días por semana e incluso los 7. Entiendo que el plan de 7 días da por hecho que alguno no se podrá... Quizá por eso hay 5 días de carrera ligera, porque seguro que alguno no se cumple. Descansar dos días me parece mucho, y descansar 1 fijo es un poco extraño, porque al final acaban siendo 6 días seguidos y uno de descanso. Me atrae la idea de los dos días de calidad, uno de ellos de tirada larga y el otro de series, y acumular kilómetros a ritmo más tranquilo los otros cinco días, o cuatro si no se puede. Sigo dudando... :)
Las sensaciones de hoy han sido físicamente correctas, pese al maltrato a mi organismo, puedo madrugar y correr aunque más despacio, y mentalmente muy buenas, el despertador se ha convertido definitivamente en un amigo que me llama cada mañana para salir a correr y lo hago muy a gusto.
domingo, 11 de julio de 2010
Primera semana, 67,5Km, lecciones aprendidas
Otro día para poder quedarme un rato más en la cama... Qué bien sientan esos minutos extra, pero ni uno más de la cuenta, el despertador sonó a las 6:30, y como es fin de semana, lo dejé programado para que sonara música durante 10 minutos, antes de que comience el pitido-torturador que indica que ya toca levantarse...
Esta primera semana me está sirviendo para conocer cómo reacciona mi cuerpo ante el nuevo kilometraje que voy a hacer. He de entender cómo adaptar mis circunstancias al plan de entrenamiento. Por ejemplo, he visto planes en los que se trabaja con lo que llaman "umbral", que es la velocidad a la que empezamos a generar ácido láctico, y que también hablan de correr a ritmo de competición. En mi caso, al entrenar a primera hora de la mañana y con sólo una barra de choco banana en el cuerpo, estas referencias no puedo usarlas, y he de encontrar mi "umbral" en ayunas y el equivalente a la velocidad de competición.
Después de la lección de ayer, me quedó un sabor agridulce... Por un lado, 16 kilómetros es una tirada interesante, acostumbrado a no pasar de 10 normalmente. Pero acabé muy cansado, demasiado. La falta de líquido y el ritmo mal controlado me dejaron casi KO al final. Como descansé el lunes y el jueves, pensé que hoy, siendo domingo y sin la presión de entrar a trabajar a las 8, sería un buen momento para intentar añadir kilómetros a mi cuenta con más cabeza que piernas.
Antes de salir preparé el cinturón de supervivencia, me llevé dos botellines, uno con Isostar y otro con agua, a ojo parecen de 100 ml, y también me llevé un gel. Dosis generosa de vaselina, Forerunner perfectamente cargado, y a correr.
Poco después de las 7:00 salí en dirección a Montcada. El primer kilómetro me lo tomé con calma, con el viento además en contra, ligeramente por debajo de los 6:00. Hasta llegar a Montcada, ritmo relajado, entre 5:14 y 5:22. Primer trago de Isostar... Oooooh... Maravilloso... Qué sensación... Apenas un buchito, pero qué bien sienta.
Media vuelta, viento a favor, y ocho kilómetros más en esas condiciones, a una media inferior a 5:10, por debajo de las 160ppm. Me sentí cómodo, un buchito de agua y otro de Isostar, y el gel en el kilómetro 11. Intenté correr por la zona con hierba, pero no me sentí nada cómodo, el terreno es muy irregular, ya me he llevado alguna torcedura de tobillo por eso y además cuesta mantener un buen ritmo, así que volví al asfalto...
Media vuelta antes de llegar al mar, viento en contra, y los 5 últimos kilómetros entre 5:11 y 5:19, con otros buchitos de agua e Isostar, qué habría sido de mí sin ellos. En total, 17,26 kilómetros a una media de 5:16, y con excelentes sensaciones.
Creo que ya he empezado a cambiar el chip. Hace una semana, estaría maldiciendo haber hecho la tirada de hoy más lenta que la de ayer. Pero hoy en cambio estoy satisfecho por haber encontrado un ritmo cómodo de carrera que me permite acumular kilómetros y volver a salir mañana. La semana acaba con 67,5 kilómetros, la mitad de ellos el sábado y el domingo. Pero ahora me conozco mejor y puedo regularlos con más cabeza.
Esta primera semana me está sirviendo para conocer cómo reacciona mi cuerpo ante el nuevo kilometraje que voy a hacer. He de entender cómo adaptar mis circunstancias al plan de entrenamiento. Por ejemplo, he visto planes en los que se trabaja con lo que llaman "umbral", que es la velocidad a la que empezamos a generar ácido láctico, y que también hablan de correr a ritmo de competición. En mi caso, al entrenar a primera hora de la mañana y con sólo una barra de choco banana en el cuerpo, estas referencias no puedo usarlas, y he de encontrar mi "umbral" en ayunas y el equivalente a la velocidad de competición.
Después de la lección de ayer, me quedó un sabor agridulce... Por un lado, 16 kilómetros es una tirada interesante, acostumbrado a no pasar de 10 normalmente. Pero acabé muy cansado, demasiado. La falta de líquido y el ritmo mal controlado me dejaron casi KO al final. Como descansé el lunes y el jueves, pensé que hoy, siendo domingo y sin la presión de entrar a trabajar a las 8, sería un buen momento para intentar añadir kilómetros a mi cuenta con más cabeza que piernas.
Antes de salir preparé el cinturón de supervivencia, me llevé dos botellines, uno con Isostar y otro con agua, a ojo parecen de 100 ml, y también me llevé un gel. Dosis generosa de vaselina, Forerunner perfectamente cargado, y a correr.
Poco después de las 7:00 salí en dirección a Montcada. El primer kilómetro me lo tomé con calma, con el viento además en contra, ligeramente por debajo de los 6:00. Hasta llegar a Montcada, ritmo relajado, entre 5:14 y 5:22. Primer trago de Isostar... Oooooh... Maravilloso... Qué sensación... Apenas un buchito, pero qué bien sienta.
Media vuelta, viento a favor, y ocho kilómetros más en esas condiciones, a una media inferior a 5:10, por debajo de las 160ppm. Me sentí cómodo, un buchito de agua y otro de Isostar, y el gel en el kilómetro 11. Intenté correr por la zona con hierba, pero no me sentí nada cómodo, el terreno es muy irregular, ya me he llevado alguna torcedura de tobillo por eso y además cuesta mantener un buen ritmo, así que volví al asfalto...
Media vuelta antes de llegar al mar, viento en contra, y los 5 últimos kilómetros entre 5:11 y 5:19, con otros buchitos de agua e Isostar, qué habría sido de mí sin ellos. En total, 17,26 kilómetros a una media de 5:16, y con excelentes sensaciones.
Creo que ya he empezado a cambiar el chip. Hace una semana, estaría maldiciendo haber hecho la tirada de hoy más lenta que la de ayer. Pero hoy en cambio estoy satisfecho por haber encontrado un ritmo cómodo de carrera que me permite acumular kilómetros y volver a salir mañana. La semana acaba con 67,5 kilómetros, la mitad de ellos el sábado y el domingo. Pero ahora me conozco mejor y puedo regularlos con más cabeza.
sábado, 10 de julio de 2010
Tirada larga, y una lección aprendida
A punto de completar mi primera semana con el nuevo plan, que todavía no está muy definido y que voy estudiando y puliendo, a base de leer a gente que tiene más experiencia en esto, y a base de ver cómo responde el cuerpo y la cabeza, hoy he hecho la primera tirada larga y he aprendido una buena lección...
Isidro, no salgas a correr más de 14 kilómetros sin llevarte algo para beber, ¿vale?
El día se veía, como dicen en los partidos de fútbol, perfecto para la práctica de este deporte. Además hoy me permití el lujo de no madrugar, y dormí plácidamente hasta las 6:30, cómo lo agradeció el cuerpo. Me levanté con más calma que durante la semana, me puse la ropa y me comí una barrita de choco banana, y me llevé la primera sorpresa del día... El Forerunner estaba sin batería... :( El iPhone lo cargo cada día, qué remedio, no aguanta más de 24 horas si salgo a correr con él y hago un uso normal el resto del día, y además lo uso de despertador con un cacharro que también lo carga por la noche, así que siempre lo tengo disponible como GPS de emergencia.
Así que hoy salí sólo con el RunKeeper, últimamente no me había fallado, curiosamente, desde que tengo el Forerunner. Es el mismo fenómeno que pasó con el puente aéreo, desde que se inauguró el AVE, el puente de Iberia empezó a ir como la seda...
El objetivo era hacer más de 14 kilómetros, aunque no tenía decidido si irme a los 15, 16 o incluso más. Es la primera semana, y creo que debo aumentar el kilometraje con cuidado. Ayer no salí a correr, pero me levanté pronto e hice un Desafío Abdominal con el EA Sports Active, muy cachondo el nombre que le han puesto al ejercicio... :) Me acosté con agujetas en los abdominales, qué sensación más rara no tenerlas en las piernas, así que hoy me levanté con ganas de correr.
La ruta empezó con calma, en dirección a Montcada, por la ruta de los jubilados. Que conste que me parece genial ver a gente mayor paseando por la mañana, ojalá muchos más lo hicieran. Digo la ruta de los jubilados muy cariñosamente... Llegué hasta la entrada a Montcada, iba a un ritmo de más o menos 5:00 durante los primeros 4 kilómetros, di media vuelta y las piernas se soltaron un poco más e hice 6 kilómetros algo más rápido, entre 4:47 y 5:00.
Ahí el cuerpo empezó a flaquear un poco... Creo que en ayunas, y con los kilómetros que quiero acumular estas próximas semanas, debo contener un poco más el ritmo, y sobre todo, llevarme bebida isotónica y seguramente algún gel. Noté que las piernas ya no iban tan sueltas al empezar el undécimo kilómetro, volví a correr por encima de los 5:00, y los últimos se me hicieron más duros, corriendo un par de ellos por encima de 5:20. Me tomé el último como de enfriamiento, y llegué a casa jodidillo.
La sudada fue de escándalo. No había un centímetro cuadrado de mi ropa que no estuviera empapado. Cogí una botella con medio litro de Isostar y me la bebí casi sin respirar. Luego ataqué a la botella de agua, y me duché después de haber recuperado algo de líquido. Un buen zumo de naranja con el desayuno, y un Powerade enterito de postre. Qué sed tenía...
Es curioso, en cualquier supermercado que venden bebidas isotónicas, lo normal es encontrarlas en botellas de 330 ml. En cambio, en Estados Unidos, son de más de medio litro. Creo que en verano me voy a pasar a los Aquarius de un litro y medio... :) Y durante la carrera me llevaré unos botellines en el cinturón de supervivencia, así practico la bebida en carrera, que siempre me atraganto... :)
He aquí la ruta del sufrimiento.
La lección está aprendida. Bebida, y un ritmo más bajo para hacer 16 kilómetros o más. Creo que mañana saldré a hacer otra tirada larga pero tranquila, mucho más tranquila. Llevo 50 kilómetros esta semana, con dos días de descanso. 14 más estarían bien, y si me veo con ánimos, a ver si hago alguno más.
Isidro, no salgas a correr más de 14 kilómetros sin llevarte algo para beber, ¿vale?
El día se veía, como dicen en los partidos de fútbol, perfecto para la práctica de este deporte. Además hoy me permití el lujo de no madrugar, y dormí plácidamente hasta las 6:30, cómo lo agradeció el cuerpo. Me levanté con más calma que durante la semana, me puse la ropa y me comí una barrita de choco banana, y me llevé la primera sorpresa del día... El Forerunner estaba sin batería... :( El iPhone lo cargo cada día, qué remedio, no aguanta más de 24 horas si salgo a correr con él y hago un uso normal el resto del día, y además lo uso de despertador con un cacharro que también lo carga por la noche, así que siempre lo tengo disponible como GPS de emergencia.
Así que hoy salí sólo con el RunKeeper, últimamente no me había fallado, curiosamente, desde que tengo el Forerunner. Es el mismo fenómeno que pasó con el puente aéreo, desde que se inauguró el AVE, el puente de Iberia empezó a ir como la seda...
El objetivo era hacer más de 14 kilómetros, aunque no tenía decidido si irme a los 15, 16 o incluso más. Es la primera semana, y creo que debo aumentar el kilometraje con cuidado. Ayer no salí a correr, pero me levanté pronto e hice un Desafío Abdominal con el EA Sports Active, muy cachondo el nombre que le han puesto al ejercicio... :) Me acosté con agujetas en los abdominales, qué sensación más rara no tenerlas en las piernas, así que hoy me levanté con ganas de correr.
La ruta empezó con calma, en dirección a Montcada, por la ruta de los jubilados. Que conste que me parece genial ver a gente mayor paseando por la mañana, ojalá muchos más lo hicieran. Digo la ruta de los jubilados muy cariñosamente... Llegué hasta la entrada a Montcada, iba a un ritmo de más o menos 5:00 durante los primeros 4 kilómetros, di media vuelta y las piernas se soltaron un poco más e hice 6 kilómetros algo más rápido, entre 4:47 y 5:00.
Ahí el cuerpo empezó a flaquear un poco... Creo que en ayunas, y con los kilómetros que quiero acumular estas próximas semanas, debo contener un poco más el ritmo, y sobre todo, llevarme bebida isotónica y seguramente algún gel. Noté que las piernas ya no iban tan sueltas al empezar el undécimo kilómetro, volví a correr por encima de los 5:00, y los últimos se me hicieron más duros, corriendo un par de ellos por encima de 5:20. Me tomé el último como de enfriamiento, y llegué a casa jodidillo.
La sudada fue de escándalo. No había un centímetro cuadrado de mi ropa que no estuviera empapado. Cogí una botella con medio litro de Isostar y me la bebí casi sin respirar. Luego ataqué a la botella de agua, y me duché después de haber recuperado algo de líquido. Un buen zumo de naranja con el desayuno, y un Powerade enterito de postre. Qué sed tenía...
Es curioso, en cualquier supermercado que venden bebidas isotónicas, lo normal es encontrarlas en botellas de 330 ml. En cambio, en Estados Unidos, son de más de medio litro. Creo que en verano me voy a pasar a los Aquarius de un litro y medio... :) Y durante la carrera me llevaré unos botellines en el cinturón de supervivencia, así practico la bebida en carrera, que siempre me atraganto... :)
He aquí la ruta del sufrimiento.
La lección está aprendida. Bebida, y un ritmo más bajo para hacer 16 kilómetros o más. Creo que mañana saldré a hacer otra tirada larga pero tranquila, mucho más tranquila. Llevo 50 kilómetros esta semana, con dos días de descanso. 14 más estarían bien, y si me veo con ánimos, a ver si hago alguno más.
jueves, 8 de julio de 2010
Lo prometido es deuda
Ayer escribía que si España ganaba la semifinal correría un par de kilómetros más, buena manera de celebrarlo... Y como fue un partidazo, se dejaron la piel y además ganaron, qué menos que darles un homenaje matutino, aunque ellos estén acostumbrados a que les homenajeen con cerveza, trasnochando y a gritos... :)
Hoy me tocaba una tirada normal, que en principio la estoy planteando de unos 12 kilómetros. El primer día hice 11, por una amenaza creíble de punto 8, que me hizo recordar mi entrenamiento más sufrido. Todo acabó bien, afortunadamente.
Ayer tuve series, como bien me habéis comentado, en ayunas no es el mejor momento para hacerlas, pero como también me habéis dicho, mejor hacerlas pronto que no hacerlas o morir en el intento. De todas maneras, en caso de salir a entrenar un día con sol, quizá las series serían menos duras que una tirada larga... Según cómo me vea, quizá reorganice mi plan para hacer las series por ejemplo el sábado, a media mañana, ya desayunado, con todos los drivers cargados y mejor preparado para el esfuerzo, aunque pasando calor. Las iré alargando en distancia y controlando el esfuerzo, pienso que el descanso entre serie y serie y algo de líquido pueden hacerlas más llevaderas con estos calores que una tirada continua.
Hoy cumplí con mi tirada normal, añadiendo dos kilómetros por mi apuesta de que España iba a ganar a Alemania... Hice un Besós morning run combinado, llegando a Montcada, volviendo sobre mis pasos en dirección al mar y de vuelta para casa sin llegar a ver la playa.
Empecé despacio, al salir en dirección a Montcada, tuve el viento en contra el principio, pero los parciales fueron aumentando bien, mejorando bastante cuando el viento era de cola, haciendo un par de kilómetros a 4:40. Calculé a ojo donde dar la vuelta para completar 14 kilómetros, y me salió clavado, 14.00 kilómetros me marcó el Forerunner, y el Runkeeper, que lo paré un poco después, también se apuntó a la fiesta y me marcó 14.00 justos. Esto en una hora y diez minutos, creo que hacer 12 kilómetros en una hora será una media interesante estos primeros días.
Mañana, muy a mi pesar, toca descanso. Haré una sesión de EA Sports Active y hasta se me pasa por la cabeza darle una nueva oportunidad al Wii Fit y hacer algo de yoga o estiramientos.
Chicos, no puedo evitar agradeceros una vez más los consejos y comentarios que me estáis haciendo. Quiero seguir corriendo muchos años y un día ser yo quien pueda darlos a los que empiecen. Gracias Óscar, Gonzalo, Carles, Xavi, Miguel, Manuel, Alex, Fer, Rafa... A los que tenéis el nombre repetido sólo os nombro una vez... :) Y si me he olvidado de alguien, por favor perdonadme, pero agradezco también vuestros comentarios y consejos, no puedo leer más que sinceridad y ganas de ayudar y apoyar. Tengo muy en cuenta todas y cada una de las palabras que leo, y cuando me dirijo a vosotros siempre lo hago intentando daros un punto de vista particular, un consejo hasta donde puedo tener la osadía de hacerlo, o una anécdota o situación relacionada que pueda hacerme recordar lo que contáis.
Así que... ¡Nos leemos!
Hoy me tocaba una tirada normal, que en principio la estoy planteando de unos 12 kilómetros. El primer día hice 11, por una amenaza creíble de punto 8, que me hizo recordar mi entrenamiento más sufrido. Todo acabó bien, afortunadamente.
Ayer tuve series, como bien me habéis comentado, en ayunas no es el mejor momento para hacerlas, pero como también me habéis dicho, mejor hacerlas pronto que no hacerlas o morir en el intento. De todas maneras, en caso de salir a entrenar un día con sol, quizá las series serían menos duras que una tirada larga... Según cómo me vea, quizá reorganice mi plan para hacer las series por ejemplo el sábado, a media mañana, ya desayunado, con todos los drivers cargados y mejor preparado para el esfuerzo, aunque pasando calor. Las iré alargando en distancia y controlando el esfuerzo, pienso que el descanso entre serie y serie y algo de líquido pueden hacerlas más llevaderas con estos calores que una tirada continua.
Hoy cumplí con mi tirada normal, añadiendo dos kilómetros por mi apuesta de que España iba a ganar a Alemania... Hice un Besós morning run combinado, llegando a Montcada, volviendo sobre mis pasos en dirección al mar y de vuelta para casa sin llegar a ver la playa.
Empecé despacio, al salir en dirección a Montcada, tuve el viento en contra el principio, pero los parciales fueron aumentando bien, mejorando bastante cuando el viento era de cola, haciendo un par de kilómetros a 4:40. Calculé a ojo donde dar la vuelta para completar 14 kilómetros, y me salió clavado, 14.00 kilómetros me marcó el Forerunner, y el Runkeeper, que lo paré un poco después, también se apuntó a la fiesta y me marcó 14.00 justos. Esto en una hora y diez minutos, creo que hacer 12 kilómetros en una hora será una media interesante estos primeros días.
Mañana, muy a mi pesar, toca descanso. Haré una sesión de EA Sports Active y hasta se me pasa por la cabeza darle una nueva oportunidad al Wii Fit y hacer algo de yoga o estiramientos.
Chicos, no puedo evitar agradeceros una vez más los consejos y comentarios que me estáis haciendo. Quiero seguir corriendo muchos años y un día ser yo quien pueda darlos a los que empiecen. Gracias Óscar, Gonzalo, Carles, Xavi, Miguel, Manuel, Alex, Fer, Rafa... A los que tenéis el nombre repetido sólo os nombro una vez... :) Y si me he olvidado de alguien, por favor perdonadme, pero agradezco también vuestros comentarios y consejos, no puedo leer más que sinceridad y ganas de ayudar y apoyar. Tengo muy en cuenta todas y cada una de las palabras que leo, y cuando me dirijo a vosotros siempre lo hago intentando daros un punto de vista particular, un consejo hasta donde puedo tener la osadía de hacerlo, o una anécdota o situación relacionada que pueda hacerme recordar lo que contáis.
Así que... ¡Nos leemos!
miércoles, 7 de julio de 2010
Series madrugadoras, más sobre la maratón...
Segundo día de preparación, no creo que los vaya a contar uno a uno, pero sí que quiero dejar escritas mis sensaciones diarias al menos la primera semana, para cuando dentro de un par de meses me vuelva a leer y haga balance de estas semanas y el resultado de los entrenamientos de las mismas...
La reflexión maratoniana de hoy es acerca del veranos y sus calores... Algunos me habéis prevenido sobre las desventajas de preparar tal prueba durante el verano, cosa que os agradezco enormemente, y pondré doble atención en ser riguroso sobre todo con el horario. Afortunadamente para mí, soy lo suficientemente bruto para levantarme a las 5 y media de la mañana, pese a tener el trabajo al lado de casa y entrar a las 8... :) Evitar el sol será el mejor aliado para combatir los calores del verano, y despertarme antes que él la garantía de no sucumbir en el intento. Cuando tenía un plan más ligero, también me levantaba algún sábado o domingo a las 6:30 para entrenar si tenía planes para el resto del día. Así que, con la motivación de preparar mi primer maratón, será menos doloroso hacerlo cada fin de semana durante estos próximos meses.
Hoy me tocaba algo más que una tirada media. Las series quiero intercalarlas entre dos salidas normales, así que hoy era el día de empezar. Me decanté por las que ya he hecho varias veces, 5 minutos de calentamiento, y 8 series de 750 metros con un minuto y medio de recuperación entre ellas, para acabar enfriando durante otros cinco minutos, estiramientos, ducha, desayuno y trabajo... :)
Todas las veces que he salido a hacer series he ido de más a menos, y eso no me ha gustado. Una de las cosas que debo domar como runner es el ímpetu de querer empezar demasiado deprisa y desinflarme demasiado rápido. Así que hoy las he intentado hacer, en lugar de de más a menos, de más a un poco más... :) Me han salido las ocho series a una media de 4:28, 4:25, 4:19, 4:15, 4:24, 4:22, 4:14 y 4:10. Teniendo en cuenta que las 4 últimas han sido con viento en contra, que tengo ya más o menos calculado que supone 10 segundos menos por kilómetro, creo que por fin he hecho 8 series in crescendo, sintiendo que podía haber apretado un poquito más, que es lo que tocara hacer la semana que viene.
No sé se es buena idea intercambiar series como éstas, en llano y de 750 metros, con otras más cortas y en subida, aprovechando la ruta del Espíritu Santo, que tiene una pendiente bastante maja y me permite correr tranquilo sin cruces ni semáforos. Probaré a hacer una ruta distinta cada semana, unas series cortas pero muy intensas deben ser también buenas, ¿no? :)
Me gusta arañar unos segundos a los tiempos que hago habitualmente, pero el de hoy ha sido un triunfo de la cabeza sobre las piernas. He ido quizá un poco más despacio, pero estoy muy contento por haber podido tener el control de mi entrenamiento. Además, lo he hecho por sensaciones, en ningún momento he mirado la velocidad en el Forerunner, lo he dejado fijo en las distancia y tiempo restante de cada serie. Al llegar a casa he visto que los tiempos han salido bien y que las pulsaciones no se han descontrolado.
Mañana más, voy a ver si hago entre 12 y 13 kilómetros un poco más rápidos que ayer. Y si gana España, me levanto antes y hago un par más... ;)
La reflexión maratoniana de hoy es acerca del veranos y sus calores... Algunos me habéis prevenido sobre las desventajas de preparar tal prueba durante el verano, cosa que os agradezco enormemente, y pondré doble atención en ser riguroso sobre todo con el horario. Afortunadamente para mí, soy lo suficientemente bruto para levantarme a las 5 y media de la mañana, pese a tener el trabajo al lado de casa y entrar a las 8... :) Evitar el sol será el mejor aliado para combatir los calores del verano, y despertarme antes que él la garantía de no sucumbir en el intento. Cuando tenía un plan más ligero, también me levantaba algún sábado o domingo a las 6:30 para entrenar si tenía planes para el resto del día. Así que, con la motivación de preparar mi primer maratón, será menos doloroso hacerlo cada fin de semana durante estos próximos meses.
Hoy me tocaba algo más que una tirada media. Las series quiero intercalarlas entre dos salidas normales, así que hoy era el día de empezar. Me decanté por las que ya he hecho varias veces, 5 minutos de calentamiento, y 8 series de 750 metros con un minuto y medio de recuperación entre ellas, para acabar enfriando durante otros cinco minutos, estiramientos, ducha, desayuno y trabajo... :)
Todas las veces que he salido a hacer series he ido de más a menos, y eso no me ha gustado. Una de las cosas que debo domar como runner es el ímpetu de querer empezar demasiado deprisa y desinflarme demasiado rápido. Así que hoy las he intentado hacer, en lugar de de más a menos, de más a un poco más... :) Me han salido las ocho series a una media de 4:28, 4:25, 4:19, 4:15, 4:24, 4:22, 4:14 y 4:10. Teniendo en cuenta que las 4 últimas han sido con viento en contra, que tengo ya más o menos calculado que supone 10 segundos menos por kilómetro, creo que por fin he hecho 8 series in crescendo, sintiendo que podía haber apretado un poquito más, que es lo que tocara hacer la semana que viene.
No sé se es buena idea intercambiar series como éstas, en llano y de 750 metros, con otras más cortas y en subida, aprovechando la ruta del Espíritu Santo, que tiene una pendiente bastante maja y me permite correr tranquilo sin cruces ni semáforos. Probaré a hacer una ruta distinta cada semana, unas series cortas pero muy intensas deben ser también buenas, ¿no? :)
Me gusta arañar unos segundos a los tiempos que hago habitualmente, pero el de hoy ha sido un triunfo de la cabeza sobre las piernas. He ido quizá un poco más despacio, pero estoy muy contento por haber podido tener el control de mi entrenamiento. Además, lo he hecho por sensaciones, en ningún momento he mirado la velocidad en el Forerunner, lo he dejado fijo en las distancia y tiempo restante de cada serie. Al llegar a casa he visto que los tiempos han salido bien y que las pulsaciones no se han descontrolado.
Mañana más, voy a ver si hago entre 12 y 13 kilómetros un poco más rápidos que ayer. Y si gana España, me levanto antes y hago un par más... ;)
martes, 6 de julio de 2010
Foto y vídeo de La Maquinista
Una foto en pleno esfuerzo...
Y el vídeo de la llegada... Vaya cara de cabreo... :)
Y el vídeo de la llegada... Vaya cara de cabreo... :)
Primer día de preparación de la maratón... Buenas sensaciones
Da gusto decidir algo y sentir tanto apoyo de quienes ya han tomado esa decisión con anterioridad y saben lo grande que es hacerlo... Me ha emocionado leer que la preparación de la primera maratón es el mejor periodo de entrenamiento que recuerdan algunos, gracias Gonzalo, esas palabras me han dado aún más ánimos. Espero poder transmitir algún día esas sensaciones a los que se decidan cuando yo ya haya pasado por todo el proceso, es algo que motiva muchísimo. Cualquiera se raja ahora... :) ¡Nada más lejos de mis intenciones que echarme atrás!
En otros aspectos de la vida, es curioso como reacciona la gente a tu alrededor cuando decides dar un paso adelante. Recuerdo cuando iba a tener a mi primer hijo, era increíble, casi todos me decían los múltiples problemas, situaciones complicadas, dolores de cabeza y conflictos que me iban a surgir... Casi ninguna palabra de ánimos, y nadie fue capaz de adelantarme ni siquiera una mínima parte de las muchísimas cosas hermosas que conlleva reproducirse y las inmensas alegrías que supone.
Igual con el trabajo. Recuerdo cuando dejé de estudiar para montar mi empresa que hubo mucha gente que me decía que no lo hiciera, que era muy arriesgado, que debía concentrarme en estudiar y luego pensar en un futuro profesional. Años después, vendí la empresa y también me aconsejaron muchas veces que no lo hiciera, con lo que me había costado, era una locura deshacerse de algo que es de uno mismo, etc...
Pero ahora que estoy conociendo a muchos runners, sólo leo palabras de apoyo, consejos para evitar problemas y sobre todo muchos ánimos y mucha sinceridad en cada comentario. Este ambientillo de camaradería que se respira en el mundo blogger runner no lo había visto en ningún sitio, correr en solitario es muy gratificante y seguro que muchos lo hemos estado haciendo así durante una buena parte de nuestra "carrera". Pero encontrar una comunidad tan variada y con ese sentimiento común de correr para disfrutar y superarse, logra llevar nuestra afición a un nivel aún superior...
Después de este agradecimiento colectivo y esta reflexión, dejo breve constancia de mi primer día de preparación. Tras descansar ayer de la cursa de La Maquinista, mi primera muestra de fe fue poner el despertador 10 minutos antes. He empezado a correr prácticamente a las 6:00, ¡he visto incluso pasar un autobús nocturno por delante de casa! Quiero medir los tiempos y las rutas algo más largas, no voy a confirmarme con tiradas de 9,4 kilómetros. Hoy he alargado la ruta hacia Montcada y he completado después el clásico Besós Morning Run:
Me han salido 11 kilómetros, quiero hacer más, pero hoy, siendo el primer día, y ante una amenaza creíble de punto 8, he vuelto a casa sólo con 1600 metros más de lo normal. Ritmo tranquilo, ligeramente por encima de los 4:50, y otra vez el Forerunner que no quiere pararse al acabar el entrenamiento. Creo que he descubierto algo, al parecer, el bisel se cree que lo estoy pulsando, pues cuando lo toco una vez se enciende y apaga la luz, exactamente como cuando lo toco con dos dedos. He pasado el dedo alrededor y parece que entonces ha despertado y lo he podido parar... A ver si mañana lo paro bien.
Buenas sensaciones, podría haber seguido corriendo más y más rápido si mis intestinos no estuvieran en plan amenazante. ¡Esto no ha hecho más que empezar!
En otros aspectos de la vida, es curioso como reacciona la gente a tu alrededor cuando decides dar un paso adelante. Recuerdo cuando iba a tener a mi primer hijo, era increíble, casi todos me decían los múltiples problemas, situaciones complicadas, dolores de cabeza y conflictos que me iban a surgir... Casi ninguna palabra de ánimos, y nadie fue capaz de adelantarme ni siquiera una mínima parte de las muchísimas cosas hermosas que conlleva reproducirse y las inmensas alegrías que supone.
Igual con el trabajo. Recuerdo cuando dejé de estudiar para montar mi empresa que hubo mucha gente que me decía que no lo hiciera, que era muy arriesgado, que debía concentrarme en estudiar y luego pensar en un futuro profesional. Años después, vendí la empresa y también me aconsejaron muchas veces que no lo hiciera, con lo que me había costado, era una locura deshacerse de algo que es de uno mismo, etc...
Pero ahora que estoy conociendo a muchos runners, sólo leo palabras de apoyo, consejos para evitar problemas y sobre todo muchos ánimos y mucha sinceridad en cada comentario. Este ambientillo de camaradería que se respira en el mundo blogger runner no lo había visto en ningún sitio, correr en solitario es muy gratificante y seguro que muchos lo hemos estado haciendo así durante una buena parte de nuestra "carrera". Pero encontrar una comunidad tan variada y con ese sentimiento común de correr para disfrutar y superarse, logra llevar nuestra afición a un nivel aún superior...
Después de este agradecimiento colectivo y esta reflexión, dejo breve constancia de mi primer día de preparación. Tras descansar ayer de la cursa de La Maquinista, mi primera muestra de fe fue poner el despertador 10 minutos antes. He empezado a correr prácticamente a las 6:00, ¡he visto incluso pasar un autobús nocturno por delante de casa! Quiero medir los tiempos y las rutas algo más largas, no voy a confirmarme con tiradas de 9,4 kilómetros. Hoy he alargado la ruta hacia Montcada y he completado después el clásico Besós Morning Run:
Me han salido 11 kilómetros, quiero hacer más, pero hoy, siendo el primer día, y ante una amenaza creíble de punto 8, he vuelto a casa sólo con 1600 metros más de lo normal. Ritmo tranquilo, ligeramente por encima de los 4:50, y otra vez el Forerunner que no quiere pararse al acabar el entrenamiento. Creo que he descubierto algo, al parecer, el bisel se cree que lo estoy pulsando, pues cuando lo toco una vez se enciende y apaga la luz, exactamente como cuando lo toco con dos dedos. He pasado el dedo alrededor y parece que entonces ha despertado y lo he podido parar... A ver si mañana lo paro bien.
Buenas sensaciones, podría haber seguido corriendo más y más rápido si mis intestinos no estuvieran en plan amenazante. ¡Esto no ha hecho más que empezar!
lunes, 5 de julio de 2010
Objetivo: Marató del Mediterrani
Decidido. Voy a hacer caso de un consejo que leí en un blog: si decides afrontar un reto importante como runner, cuéntaselo a mucha gente, así te será más difícil echarte atrás... :)
No es que tenga miedo de echarme atrás, pero me gustó la frase. Y después de algún titubeo, y muy mala suerte con los viajes de empresa, tengo decidido correr mi primera maratón el 24 de octubre, la Marató del Mediterrani.
Después del pequeño bajón de ayer, que fue más la rabieta por la distancia mal medida y por el calor traicionero que otra cosa, creo que haber acabado la temporada es un buen momento para afrontar nuevas metas. Después de 23 carreras de 10K, 5 medias maratones y 2.000 kilómetros a cuestas, no estoy ni mucho menos cansado, me siento mejor que nunca físicamente, y quiero buscar nuevos retos.
Agradezco muchísimo los comentarios que me habéis dejado después de escribir ayer sobre mis dudas tras una carrera que pudo ser mejor, y me quedo con una parte de todos y cada uno de ellos. Seguiré corriendo porque me gusta mucho hacerlo, y cuando además logro superarme, el disfrute es doble. Cuando no logre hacerlo, gruñiré un poco y analizaré qué me ha pasado. Sin comerme el coco, en sentido figurado... :)
Como bien dijo Carles, somos competitivos, no creo que tengamos que escondernos o arrepentirnos por eso. Sin esa dosis de competitividad sería muy difícil salir a correr de madrugada, lloviendo o con un calor asfixiante sin perderse un solo día. Pero es una competitividad sana y honesta como pocas. Competimos contra nosotros mismos, contra la adversidad, contra los elementos, pero no tenemos que pisar a nadie para mejorar y nunca caeremos en triquiñuelas para intentar engañarnos a nosotros mismos. Competimos para ser mejores, pero no para ser mejor que fulanito o menganito, sino para ser un poco más fuertes, un poco más rápidos y un poco más resistentes, igual que hacen los miles de runners con los que compartimos carreras en rincones variados y variopintos de nuestra geografía. Empezamos a conocer caras, de gente de la que probablemente ignoramos el nombre o dónde viven, y en cambio también empiezan a sernos familiares nombres de personas cuya cara no hemos visto nunca... Somos runners, no podemos evitarlo, disfrutamos sufriendo, disfrutamos entrenando, disfrutamos compitiendo y disfrutamos contándolo. Ya sea en un blog o en la oficina o con amigos, creo no equivocarme si digo que a todos nos gusta hablar de lo mucho que se disfruta corriendo, de todo lo bueno que aporta a la vida de una persona y de lo contentos que estamos por haber empezado a hacerlo y no querer dejarlo.
Así que mis siguientes entrenamientos los plantearé pensando en la maratón de octubre. Son menos de cuatro meses, en principio tiempo suficiente para prepararla con un mínimo de garantías. Siendo la primera, no voy a plantearme buscar una marca espectacular, pero me gustaría no estar muy lejos de los 3:30. Uno puede pasarse horas y horas mirando planes de entrenamiento y previsiones de marca según las que se tengan en los 10K y la media maratón. De todo lo que he leído, me ha gustado comprobar que mucha gente recomienda hacer un plan personalizado, en función del tiempo que tenemos, distribuyendo adecuadamente series, calidad, kilometraje y rodaje suave. Tampoco me planteo otra opción, no voy a poder dedicar más tiempos que el que tengo ahora.
Mi idea es hacer 5 ó 6 días a la semana. Empezar con una tirada media de una hora corriendo, intercalar unas series al día siguiente y hacer otra hora el tercero, tomarme un día de descanso, otra tirada media, de calidad si me es posible, y acabar la semana con una tirada larga el sábado o domingo y otra más tranquila si me veo bien, y si no, descanso.
Seguramente haré alguna media maratón antes si el calendario lo permite, y alguna 10K, que sería el día de entrenamiento de calidad. Los días de descanso pueden ser buen momento para sacar la Wii y el EA Sports Active, e intentar hacer abdominales y algún ejercicio más. Empezaré mañana. Hoy he descansado de la carrera del domingo, que me dejó tocadillo, el calor y el cabreo, pero eso ya es historia, y aquí, delante de quien se pase por aquí y me lea, manifiesto que mi próximo reto es hacer una buena maratón en octubre, y prepararla adecuadamente durante lo que queda de verano, sin dejar de disfrutar haciéndolo.
Como siempre, soy todo oídos y agradeceré muy sinceramente cualquier comentario o idea, sobre todo respecto al plan de entrenamiento... :)
No es que tenga miedo de echarme atrás, pero me gustó la frase. Y después de algún titubeo, y muy mala suerte con los viajes de empresa, tengo decidido correr mi primera maratón el 24 de octubre, la Marató del Mediterrani.
Después del pequeño bajón de ayer, que fue más la rabieta por la distancia mal medida y por el calor traicionero que otra cosa, creo que haber acabado la temporada es un buen momento para afrontar nuevas metas. Después de 23 carreras de 10K, 5 medias maratones y 2.000 kilómetros a cuestas, no estoy ni mucho menos cansado, me siento mejor que nunca físicamente, y quiero buscar nuevos retos.
Agradezco muchísimo los comentarios que me habéis dejado después de escribir ayer sobre mis dudas tras una carrera que pudo ser mejor, y me quedo con una parte de todos y cada uno de ellos. Seguiré corriendo porque me gusta mucho hacerlo, y cuando además logro superarme, el disfrute es doble. Cuando no logre hacerlo, gruñiré un poco y analizaré qué me ha pasado. Sin comerme el coco, en sentido figurado... :)
Como bien dijo Carles, somos competitivos, no creo que tengamos que escondernos o arrepentirnos por eso. Sin esa dosis de competitividad sería muy difícil salir a correr de madrugada, lloviendo o con un calor asfixiante sin perderse un solo día. Pero es una competitividad sana y honesta como pocas. Competimos contra nosotros mismos, contra la adversidad, contra los elementos, pero no tenemos que pisar a nadie para mejorar y nunca caeremos en triquiñuelas para intentar engañarnos a nosotros mismos. Competimos para ser mejores, pero no para ser mejor que fulanito o menganito, sino para ser un poco más fuertes, un poco más rápidos y un poco más resistentes, igual que hacen los miles de runners con los que compartimos carreras en rincones variados y variopintos de nuestra geografía. Empezamos a conocer caras, de gente de la que probablemente ignoramos el nombre o dónde viven, y en cambio también empiezan a sernos familiares nombres de personas cuya cara no hemos visto nunca... Somos runners, no podemos evitarlo, disfrutamos sufriendo, disfrutamos entrenando, disfrutamos compitiendo y disfrutamos contándolo. Ya sea en un blog o en la oficina o con amigos, creo no equivocarme si digo que a todos nos gusta hablar de lo mucho que se disfruta corriendo, de todo lo bueno que aporta a la vida de una persona y de lo contentos que estamos por haber empezado a hacerlo y no querer dejarlo.
Así que mis siguientes entrenamientos los plantearé pensando en la maratón de octubre. Son menos de cuatro meses, en principio tiempo suficiente para prepararla con un mínimo de garantías. Siendo la primera, no voy a plantearme buscar una marca espectacular, pero me gustaría no estar muy lejos de los 3:30. Uno puede pasarse horas y horas mirando planes de entrenamiento y previsiones de marca según las que se tengan en los 10K y la media maratón. De todo lo que he leído, me ha gustado comprobar que mucha gente recomienda hacer un plan personalizado, en función del tiempo que tenemos, distribuyendo adecuadamente series, calidad, kilometraje y rodaje suave. Tampoco me planteo otra opción, no voy a poder dedicar más tiempos que el que tengo ahora.
Mi idea es hacer 5 ó 6 días a la semana. Empezar con una tirada media de una hora corriendo, intercalar unas series al día siguiente y hacer otra hora el tercero, tomarme un día de descanso, otra tirada media, de calidad si me es posible, y acabar la semana con una tirada larga el sábado o domingo y otra más tranquila si me veo bien, y si no, descanso.
Seguramente haré alguna media maratón antes si el calendario lo permite, y alguna 10K, que sería el día de entrenamiento de calidad. Los días de descanso pueden ser buen momento para sacar la Wii y el EA Sports Active, e intentar hacer abdominales y algún ejercicio más. Empezaré mañana. Hoy he descansado de la carrera del domingo, que me dejó tocadillo, el calor y el cabreo, pero eso ya es historia, y aquí, delante de quien se pase por aquí y me lea, manifiesto que mi próximo reto es hacer una buena maratón en octubre, y prepararla adecuadamente durante lo que queda de verano, sin dejar de disfrutar haciéndolo.
Como siempre, soy todo oídos y agradeceré muy sinceramente cualquier comentario o idea, sobre todo respecto al plan de entrenamiento... :)
domingo, 4 de julio de 2010
Crónica de La Maquinista o un runner confuso...
Esta mañana tenía la última carrera oficial hasta que vuelvan las 10K y las medias maratones en septiembre. Era la "III Cursa per la Integració La Maquinista 10K", celebrada en un circuito urbano presuntamente de 5 kilómetros, al que había que dar dos vueltas, con la opción de dar sólo una si se quería participar en otra carrera paralela de 5K.
Coincidía además con el final de la 10K Challenge, una curiosa competición en la que no hay que inscribirse, sólo hay que correr alguna de las 7 carreras que forman parte del Challenge y automáticamente ya estamos participando en él, puntuando los puntos de la Liga ChampionChip que se consigan en las 5 mejores carreras en las que se haya participado.
Al ser carreras urbanas y en Barcelona, las he corrido todas, así que por cabezón tenía posibilidades de quedar entre los 250 primeros, optando a una camiseta de regalo...
Salí pronto de casa, la carrera empezaba a las 9, así que a las 5:40 ya estaba en pie, desayunando mi platito de pasta y mi zumo de naranja, galletas con chocolate y café. Me fui tranquilamente en metro, y la familia saldría después para luego pasar media mañana en La Maquinista y verme correr.
Todo pintaba bastante bien. El cielo estaba cubierto, no hacía tanto calor como esperaba. Llegué con tiempo, dejé los trastos y pude calentar bien. Me situé delante en la salida, civilizada dentro de lo que cabe, y esta vez sí que salí convencido de no apretar demasiado al principio y dosificarme durante los 10 kilómetros.
El primer kilómetro transcurrió con algo de tráfico, rápido pero dentro de lo razonable, a 3:55. Me sentía bien, e hice el segundo, con algo de subida, a 4:06. Entonces ya empecé a notar algo raro... Normalmente el RunKeeper y el Forerunner marcan algo menos de kilometraje que el oficial, sobretodo cuando hay bastantes giros de 90 grados. Pero esta vez estaban ambos marcándome menos kilómetros de lo oficial, cuando pasaba por el cartel de cada kilómetro hacía ya bastante rato que el cacharro lo había cantado. Guiándome por la velocidad que me marcaban ambos cacharros y por mis sensaciones, iba bien, suelto, fuerte y conservando fuel para más tarde. Pero los kilómetros parecían ser más largos de lo debido...
La carrera a partir de ese momento, guiándome por mis sensaciones, fue bastante bien, a buen ritmo en los tramos lisos o con ligera bajada, y disminuyendo la amplitud de la zancada pero acelerando su frecuencia en la subida, y adelantando especialmente en estos tramos. Estaba pletórico.
El RunKeeper marcaba tiempos de lujo, según él, los parciales fueron de 3:53, 4:08, 3:59, 4:12, 4:04, 4:04, 4:14, 4:05, 4:19 y 3:56. Sumando los parciales de los 10 kilómetros estaríamos hablando de estar rondando la MPP... Pero después de cantarme el décimo kilómetros... Aún quedaban 400 metros por recorrer, a ritmo de 4:01.
El Forerunner, en cambio, marcó 3:55, 4:06, 4:07, 4:17, 4:12, 4:10, 4:20, 4:15, 4:26 y 4:17. Y 170 metros que faltaban después de supuestamente completar los 10 kilómetros a 4:01. En teoría no tan cerca de mi MPP pero sí rozando los 42:00.
Ambos aparatejos, que siempre me cuentan menos kilómetros que lo oficial, esta vez contaron de más. Viendo los parciales estaba emocionado, pero cuando vi que los kilómetros se alargaban, y que mi tiempo oficial fue de 42:51, me quedé como se dice normalmente a cuadros...
He visto la clasificación, y veo que nombres que ya me suenan familiares y que suelen estar en los 40:00 - 41:00 también han estado por encima de 42:00. Y he visto que, aunque siempre digamos que hay que correr de menos a más, todos han hecho los segundos 5 kilómetros bastante más lentos que los primeros. Lo cual me hace pensar que sí que es posible que haya estado mal medida, y que el calor haya hecho estragos en la segunda parte, pillándonos quizá a todos demasiado confiados.
Además, la organización se cubrió de gloria. En la web hablaban de que durante la prueba habría dos cronómetros, uno en un coche, muy útil para el que va primero, y otro fijo en la salida. Y tan fijo, que en la salida, al pasar por el supuesto kilómetros 5 y en la llegada, se quedó bien fijo en 00:00:00... :(
Además mi hijo, que estaba emocionado por la posibilidad de verme pasar por la meta, no me vio...
Acabé la carrera en estado de shock... Bueno, no fue para tanto... :) Pero sí que estaba desorientado. Había ido a tope, estaba haciendo tiempos interesantes, pero no valían, los kilómetros no coincidían. Tenía la sensación de haber hecho un carrerón, dentro de mis limitaciones de aprendiz de runner amateur, pero me había quedado demasiado cerca de los 43:00 y a años luz de los 40:00. Decidí dejar de comerme el coco comiéndome un frankfurt con mi hijo mayor, mientras el pequeñajo se lo pasaba pipa corriendo... Pero desde esta tarde llevo dándole vueltas al asunto sin llegar a una conclusión clara.
Ante todo, quiero aclarar que me defino como aprendiz de runner amateur. Corro porque me siento muy bien haciéndolo, creo que hago un gran favor a mi salud, y además, me sienta muy bien meterme en medio de tres mil personas, cada una con su nivel, sus objetivos y sus circunstancias, y diluirme en una masa de runners en la que no hay esa competitividad y malas maneras que tanto abundan en la vida real.
Pero no puedo evitar que me salga la vena competitiva. Siempre he sido competitivo, mucho, no quiero decir que demasiado, pero sí que mucho. En el cole, en el trabajo, en el deporte, siempre veo competiciones en las que quiero dar lo máximo, pero sin pasarme siquiera por la cabeza hacer trampas o usar malas artes. No me valdría ganara nada así...
Desde que empecé a correr, encontré al rival más despiadado, duro y competitivo al que podía enfrentarme... ¡Yo mismo! Siempre me he fijado en los tiempos, en mejorar, en analizar por qué no cuando no, y por qué sí cuando sí. En los últimos meses he conseguido marcas que no pensaba que llegaría a conseguir, pero también he sufrido fiascos inesperados. No quiero buscar excusas, pero sí razones para analizar por qué una carrera ha ido peor e intentar que no me pase más.
Y hoy ha sido uno de esos días. La última vez que acabé desolado tras una carrera fue en la de Delta Prat. Mucho calor, recorrido llano y acabé muy cansado. Creo que fue el calor... Hoy, el clima era engañoso. Estaba cubierto, pero hacía calor. Otra vez recorrido llano. También, cansadísimo. Lo más extraño es que hace una semana hice mejor tiempo en una carrera también con un calor sofocante, pero un perfil extremadamente más duro... Empiezo incluso a pensar que me van mejor las carreras con desnivel que las llanas.
Como en los dibujos animados, tengo un angelito en un hombro que me dice que la carrera estaba mal medida. Además, he leído en otros blogs que también les ha pasado lo mismo. El angelito me dice que ha estado bien para el calor que hacía y que con la distancia bien medida lo mismo estaba en MPP. Pero el diablillo del otro hombro me dice que soy un desastre, que no sé dosificarme, que no sabe para qué entreno tanto, que mi rendimiento está estancado y que en realidad he tenido mucha suerte cuando he bajado de 42:00...
Últimamente he leído a otros bloggers que se sinceraban contando que en determinados momentos se preguntaban a dónde iban, cuál era el camino a seguir, para qué corren o qué sentido tiene todo esto. Creo que yo estoy ahora en ese momento. Quizá la ocasión se presta a ello. Ya llevo casi dos años corriendo, he mejorado mucho, entiendo que cada vez cuesta más arañar unos segundos a la marca, pero también me siento estancado, algo indeciso, las carreras de 10K son muchas y espectaculares, las medias maratones son menos y más duras, y quiero correr una maratón y seguramente repetir. Acaba una temporada y que la última carrera haya sido así de rara deja a uno descolocado. Sería glorioso acabar una temporada con MPP, pero también entiendo que habiendo tenido un ritmo ascendente empezando en primavera, los calores del verano hacen de tapón natural...
En definitiva, casi dos años corriendo, de manera totalmente amateur, entrenando bastante pero sin hacerlo de manera profesional, sólo corriendo, y haber participado en 29 carreras hacen que uno empiece a fijarse objetivos, creo que es normal. Y con el gen de la competitividad que me ha dado la naturaleza, tener a uno mismo de rival es un duro handicap. Estoy confuso, no sé si seguir luchando en las 10K e intentar correr por debajo de los 4:00 el año que viene, entre jóvenes alborotados con las articulaciones en perfecto estado, o pensar en menos carreras pero más largas, y ver si mejoro mis 1:33:55 en la media maratón, entre más gente de mi quinta. No puedo dedicar más de una hora al día al entrenamiento, y quizá eso sea poco para concentrarse en las medias. Sigo teniendo dudas...
Creo que debo volver al Turó del Pollo. volver a encontrarme con los zombis y pedirles consejo...
Coincidía además con el final de la 10K Challenge, una curiosa competición en la que no hay que inscribirse, sólo hay que correr alguna de las 7 carreras que forman parte del Challenge y automáticamente ya estamos participando en él, puntuando los puntos de la Liga ChampionChip que se consigan en las 5 mejores carreras en las que se haya participado.
Al ser carreras urbanas y en Barcelona, las he corrido todas, así que por cabezón tenía posibilidades de quedar entre los 250 primeros, optando a una camiseta de regalo...
Salí pronto de casa, la carrera empezaba a las 9, así que a las 5:40 ya estaba en pie, desayunando mi platito de pasta y mi zumo de naranja, galletas con chocolate y café. Me fui tranquilamente en metro, y la familia saldría después para luego pasar media mañana en La Maquinista y verme correr.
Todo pintaba bastante bien. El cielo estaba cubierto, no hacía tanto calor como esperaba. Llegué con tiempo, dejé los trastos y pude calentar bien. Me situé delante en la salida, civilizada dentro de lo que cabe, y esta vez sí que salí convencido de no apretar demasiado al principio y dosificarme durante los 10 kilómetros.
El primer kilómetro transcurrió con algo de tráfico, rápido pero dentro de lo razonable, a 3:55. Me sentía bien, e hice el segundo, con algo de subida, a 4:06. Entonces ya empecé a notar algo raro... Normalmente el RunKeeper y el Forerunner marcan algo menos de kilometraje que el oficial, sobretodo cuando hay bastantes giros de 90 grados. Pero esta vez estaban ambos marcándome menos kilómetros de lo oficial, cuando pasaba por el cartel de cada kilómetro hacía ya bastante rato que el cacharro lo había cantado. Guiándome por la velocidad que me marcaban ambos cacharros y por mis sensaciones, iba bien, suelto, fuerte y conservando fuel para más tarde. Pero los kilómetros parecían ser más largos de lo debido...
La carrera a partir de ese momento, guiándome por mis sensaciones, fue bastante bien, a buen ritmo en los tramos lisos o con ligera bajada, y disminuyendo la amplitud de la zancada pero acelerando su frecuencia en la subida, y adelantando especialmente en estos tramos. Estaba pletórico.
El RunKeeper marcaba tiempos de lujo, según él, los parciales fueron de 3:53, 4:08, 3:59, 4:12, 4:04, 4:04, 4:14, 4:05, 4:19 y 3:56. Sumando los parciales de los 10 kilómetros estaríamos hablando de estar rondando la MPP... Pero después de cantarme el décimo kilómetros... Aún quedaban 400 metros por recorrer, a ritmo de 4:01.
El Forerunner, en cambio, marcó 3:55, 4:06, 4:07, 4:17, 4:12, 4:10, 4:20, 4:15, 4:26 y 4:17. Y 170 metros que faltaban después de supuestamente completar los 10 kilómetros a 4:01. En teoría no tan cerca de mi MPP pero sí rozando los 42:00.
Ambos aparatejos, que siempre me cuentan menos kilómetros que lo oficial, esta vez contaron de más. Viendo los parciales estaba emocionado, pero cuando vi que los kilómetros se alargaban, y que mi tiempo oficial fue de 42:51, me quedé como se dice normalmente a cuadros...
He visto la clasificación, y veo que nombres que ya me suenan familiares y que suelen estar en los 40:00 - 41:00 también han estado por encima de 42:00. Y he visto que, aunque siempre digamos que hay que correr de menos a más, todos han hecho los segundos 5 kilómetros bastante más lentos que los primeros. Lo cual me hace pensar que sí que es posible que haya estado mal medida, y que el calor haya hecho estragos en la segunda parte, pillándonos quizá a todos demasiado confiados.
Además, la organización se cubrió de gloria. En la web hablaban de que durante la prueba habría dos cronómetros, uno en un coche, muy útil para el que va primero, y otro fijo en la salida. Y tan fijo, que en la salida, al pasar por el supuesto kilómetros 5 y en la llegada, se quedó bien fijo en 00:00:00... :(
Además mi hijo, que estaba emocionado por la posibilidad de verme pasar por la meta, no me vio...
Acabé la carrera en estado de shock... Bueno, no fue para tanto... :) Pero sí que estaba desorientado. Había ido a tope, estaba haciendo tiempos interesantes, pero no valían, los kilómetros no coincidían. Tenía la sensación de haber hecho un carrerón, dentro de mis limitaciones de aprendiz de runner amateur, pero me había quedado demasiado cerca de los 43:00 y a años luz de los 40:00. Decidí dejar de comerme el coco comiéndome un frankfurt con mi hijo mayor, mientras el pequeñajo se lo pasaba pipa corriendo... Pero desde esta tarde llevo dándole vueltas al asunto sin llegar a una conclusión clara.
Ante todo, quiero aclarar que me defino como aprendiz de runner amateur. Corro porque me siento muy bien haciéndolo, creo que hago un gran favor a mi salud, y además, me sienta muy bien meterme en medio de tres mil personas, cada una con su nivel, sus objetivos y sus circunstancias, y diluirme en una masa de runners en la que no hay esa competitividad y malas maneras que tanto abundan en la vida real.
Pero no puedo evitar que me salga la vena competitiva. Siempre he sido competitivo, mucho, no quiero decir que demasiado, pero sí que mucho. En el cole, en el trabajo, en el deporte, siempre veo competiciones en las que quiero dar lo máximo, pero sin pasarme siquiera por la cabeza hacer trampas o usar malas artes. No me valdría ganara nada así...
Desde que empecé a correr, encontré al rival más despiadado, duro y competitivo al que podía enfrentarme... ¡Yo mismo! Siempre me he fijado en los tiempos, en mejorar, en analizar por qué no cuando no, y por qué sí cuando sí. En los últimos meses he conseguido marcas que no pensaba que llegaría a conseguir, pero también he sufrido fiascos inesperados. No quiero buscar excusas, pero sí razones para analizar por qué una carrera ha ido peor e intentar que no me pase más.
Y hoy ha sido uno de esos días. La última vez que acabé desolado tras una carrera fue en la de Delta Prat. Mucho calor, recorrido llano y acabé muy cansado. Creo que fue el calor... Hoy, el clima era engañoso. Estaba cubierto, pero hacía calor. Otra vez recorrido llano. También, cansadísimo. Lo más extraño es que hace una semana hice mejor tiempo en una carrera también con un calor sofocante, pero un perfil extremadamente más duro... Empiezo incluso a pensar que me van mejor las carreras con desnivel que las llanas.
Como en los dibujos animados, tengo un angelito en un hombro que me dice que la carrera estaba mal medida. Además, he leído en otros blogs que también les ha pasado lo mismo. El angelito me dice que ha estado bien para el calor que hacía y que con la distancia bien medida lo mismo estaba en MPP. Pero el diablillo del otro hombro me dice que soy un desastre, que no sé dosificarme, que no sabe para qué entreno tanto, que mi rendimiento está estancado y que en realidad he tenido mucha suerte cuando he bajado de 42:00...
Últimamente he leído a otros bloggers que se sinceraban contando que en determinados momentos se preguntaban a dónde iban, cuál era el camino a seguir, para qué corren o qué sentido tiene todo esto. Creo que yo estoy ahora en ese momento. Quizá la ocasión se presta a ello. Ya llevo casi dos años corriendo, he mejorado mucho, entiendo que cada vez cuesta más arañar unos segundos a la marca, pero también me siento estancado, algo indeciso, las carreras de 10K son muchas y espectaculares, las medias maratones son menos y más duras, y quiero correr una maratón y seguramente repetir. Acaba una temporada y que la última carrera haya sido así de rara deja a uno descolocado. Sería glorioso acabar una temporada con MPP, pero también entiendo que habiendo tenido un ritmo ascendente empezando en primavera, los calores del verano hacen de tapón natural...
En definitiva, casi dos años corriendo, de manera totalmente amateur, entrenando bastante pero sin hacerlo de manera profesional, sólo corriendo, y haber participado en 29 carreras hacen que uno empiece a fijarse objetivos, creo que es normal. Y con el gen de la competitividad que me ha dado la naturaleza, tener a uno mismo de rival es un duro handicap. Estoy confuso, no sé si seguir luchando en las 10K e intentar correr por debajo de los 4:00 el año que viene, entre jóvenes alborotados con las articulaciones en perfecto estado, o pensar en menos carreras pero más largas, y ver si mejoro mis 1:33:55 en la media maratón, entre más gente de mi quinta. No puedo dedicar más de una hora al día al entrenamiento, y quizá eso sea poco para concentrarse en las medias. Sigo teniendo dudas...
Creo que debo volver al Turó del Pollo. volver a encontrarme con los zombis y pedirles consejo...
viernes, 2 de julio de 2010
Besós morning run con cambios de ritmo
Ayer cambié las pilas de Wiimote, desempolvé la Wii y comprobé que el EA Sports Active - Nuevos Retos sigue funcionando perfectamente. Para quien no lo conozca, es un videojuego para la Wii con el que podemos hacer distintos ejercicios, cogiendo el Wiimote y el Nunchuk y utilizando además una cinta elástica con dos agarraderas que sirve para ofrecer algo de resistencia en algunos de los ellos.
Es la manera más entretenida de hacer ejercicio en casa, tiene una especie de entrenador personal que te va dando ánimos y corrigiendo los gestos, consigues trofeos por lograr distintos objetivos, y lo que es más importante, sudar sudas, y algo de ejercicio también haces.
Cuando empecé a correr como un loco el juego acabó en un cajón, pero ayer, que me tocaba descanso, decidí sacarlo y hacer algo de ejercicio de tren superior. Creo que seguiré haciéndolo, para no cambiar mi horario de sueño y para recordar que además de piernas tengo brazos y hombros... :)
Hoy no sabía si salir a correr suave y volver a hacerlo mañana, o si hacer una sesión más seria y mañana descansar completamente. Como mañana tengo asuntos familiares, preferí la opción B, y probé una nueva táctica. Esta vez salí a hacer mi Besós Morning Run, a buen paso, y cambiando de ritmo cada kilómetro durante 200 metros. La idea era apretar un poco esos 200 metros y luego seguir al ritmo que llevaba, sin bajar la guardia.
Creo que salió bastante bien, se me ha fastidiado la gráfica y la estadística del Garmin Connect porque el Forerunner ya me ha hecho lo mismo dos veces en poco tiempo, por algún motivo, se queda medio tonto y no responde a los botones ni a los toques en el bisel. Ya es la segunda vez que acabo el entrenamiento y no puedo parar el cacharro hasta casi dos minutos después... :( Pero los parciales de los primeros 9 kilómetros están bien y una vez vistos en casa no puedo estar menos que contento.
Teniendo en cuenta, primero, mis limitaciones como aprendiz de runner amateur, y segundo, la hora de la mañana y hacerlo en ayunas, creo que hice un buen tiempo y unos parciales dignos. El primer kilómetro de calentamiento, no lo hice especialmente rápido, a 5:24, entonces hice el primer cambio de ritmo y acabé el segundo kilómetro a velocidad de crucero saliendo una media de 4:37, luego 4:36, 4:32 y 4:33.
Media vuelta y viento en contra, empezando el quinto con el consiguiente cambio de ritmo y acabándolo a 4:35, y después, animado, contento, sintiéndome fuerte y ligero, sin amenazas de punto 8, sin zombis que me distrajeran, hice los tres últimos en 4:28, 4:32 y 4:29, con la sensación de que iba despacio. Acabando el noveno hice otro cambio de ritmo más, y al llegar al semáforo que marca el fin de mi entrenamiento estuve peleándome con el Forerunner hasta que conseguí pararlo y de paso recuperar algunas pulsaciones.
Volví a casa sin poder calcular la media que me había salido, al final, 4:37 según el RunKeeper, lastrado por ese primer kilómetro en plan dominguero. Isidro no te líes, que es de calentamiento, a ver si te vas a hacer daño un día con tanto número y tanta media...
Espero que el descanso de mañana me ayude a darlo todo el domingo, si todo va bien, espero acabar entre los 250 primeros de la 10K Challenge y ganar mi primer premio como aprendiz de runner amateur, una camiseta técnica, guau, sólo tengo unas 20 más de regalo de las distintas carreras en las que he participado... :D
Si lo logro será un momento emocionante, no sé si podré contener las lágrimas, ante la gran tragedia que supone guardar una camiseta más de recuerdo no saber qué hacer con ellas... Bueno, a ésta sí que le tendré un cariño especial... Seguro que me la pondré más de una vez... Ya contaré el domingo cómo ha ido todo...
Es la manera más entretenida de hacer ejercicio en casa, tiene una especie de entrenador personal que te va dando ánimos y corrigiendo los gestos, consigues trofeos por lograr distintos objetivos, y lo que es más importante, sudar sudas, y algo de ejercicio también haces.
Cuando empecé a correr como un loco el juego acabó en un cajón, pero ayer, que me tocaba descanso, decidí sacarlo y hacer algo de ejercicio de tren superior. Creo que seguiré haciéndolo, para no cambiar mi horario de sueño y para recordar que además de piernas tengo brazos y hombros... :)
Hoy no sabía si salir a correr suave y volver a hacerlo mañana, o si hacer una sesión más seria y mañana descansar completamente. Como mañana tengo asuntos familiares, preferí la opción B, y probé una nueva táctica. Esta vez salí a hacer mi Besós Morning Run, a buen paso, y cambiando de ritmo cada kilómetro durante 200 metros. La idea era apretar un poco esos 200 metros y luego seguir al ritmo que llevaba, sin bajar la guardia.
Creo que salió bastante bien, se me ha fastidiado la gráfica y la estadística del Garmin Connect porque el Forerunner ya me ha hecho lo mismo dos veces en poco tiempo, por algún motivo, se queda medio tonto y no responde a los botones ni a los toques en el bisel. Ya es la segunda vez que acabo el entrenamiento y no puedo parar el cacharro hasta casi dos minutos después... :( Pero los parciales de los primeros 9 kilómetros están bien y una vez vistos en casa no puedo estar menos que contento.
Teniendo en cuenta, primero, mis limitaciones como aprendiz de runner amateur, y segundo, la hora de la mañana y hacerlo en ayunas, creo que hice un buen tiempo y unos parciales dignos. El primer kilómetro de calentamiento, no lo hice especialmente rápido, a 5:24, entonces hice el primer cambio de ritmo y acabé el segundo kilómetro a velocidad de crucero saliendo una media de 4:37, luego 4:36, 4:32 y 4:33.
Media vuelta y viento en contra, empezando el quinto con el consiguiente cambio de ritmo y acabándolo a 4:35, y después, animado, contento, sintiéndome fuerte y ligero, sin amenazas de punto 8, sin zombis que me distrajeran, hice los tres últimos en 4:28, 4:32 y 4:29, con la sensación de que iba despacio. Acabando el noveno hice otro cambio de ritmo más, y al llegar al semáforo que marca el fin de mi entrenamiento estuve peleándome con el Forerunner hasta que conseguí pararlo y de paso recuperar algunas pulsaciones.
Volví a casa sin poder calcular la media que me había salido, al final, 4:37 según el RunKeeper, lastrado por ese primer kilómetro en plan dominguero. Isidro no te líes, que es de calentamiento, a ver si te vas a hacer daño un día con tanto número y tanta media...
Espero que el descanso de mañana me ayude a darlo todo el domingo, si todo va bien, espero acabar entre los 250 primeros de la 10K Challenge y ganar mi primer premio como aprendiz de runner amateur, una camiseta técnica, guau, sólo tengo unas 20 más de regalo de las distintas carreras en las que he participado... :D
Si lo logro será un momento emocionante, no sé si podré contener las lágrimas, ante la gran tragedia que supone guardar una camiseta más de recuerdo no saber qué hacer con ellas... Bueno, a ésta sí que le tendré un cariño especial... Seguro que me la pondré más de una vez... Ya contaré el domingo cómo ha ido todo...
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