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viernes, 18 de junio de 2010

¡Misión zombi cumplida!

Hoy ha sido mi último día en Los Angeles. Al final he salido a correr cada día, la zona en la que estoy es más que propicia para hacerlo, poco tráfico, mucho verde, terreno llano, temperatura ideal... Y además, mi misión con los zombis debía cumplirse aquí...

Han pasado muchas semanas desde que tuve el primer contacto con los zombis layetanos de Santa Coloma. Fue en las ruinas del hospital del Espíritu Santo. Luego tuve un encuentro aún más intenso en el Turó del Pollo. También me hablaron desde el cementerio de Montjuic. Y cerca del hospital, ocurrió el viaje interdimensional en el que contactaron físicamente conmigo por primera vez... Toluca, repetían una y otra vez. Llegué a Los Angeles para trabajar y vi que Toluca es un lago próximo al hotel en el que estoy...

Me acerqué al lago y noté su presencia. Me acerqué más y fui amenazado por cuervos y una furgoneta... Luego me atacó un zombi en la feria, los empleados de seguridad capturaron a dos zombis ese mismo día... Algo se estaba moviendo...

Y ayer por la tarde comenzó el desenlace. En la feria, después del ataque zombi, me ofrecieron una lata de bebida energética. No le di importancia. Publicidad, patrocinadores, ya se sabe. No tenía sed, así que la cogí y me la llevé al hotel. Vi la final de la NBA, cené una ensalada, y me fui a dormir, pensando que ya había salido a correr cuatro días seguidos y a lo mejor debería descansar.

Pero en mitad de mis sueños, los zombis layetanos se me volvieron a aparecer... El mensaje era confuso... Hablaban de caca... De bebida energética... De Toluca, una vez más... Palabras inconexas...

Desperté a las 5:40. Dudé... Pero me levanté... Hoy no tenía la presión de la feria, así que pensé que era una buena ocasión para tomármelo con calma y no salir tan rápido a correr. Recordé las palabras de los zombis... Caca... Quizá me decían que debía intentar hacer un punto 8 antes de salir. Me pareció una gran idea. Me comí una barrita de choco banana y otra de frutas rojas silvestres. No hacían efecto... Vi la cafetera de la habitación... Pero entonces recordé que los zombis me hablaron de la bebida energética... Abrí la lata... Bebí... Sabía a rayos... Además tenía mucho gas... Y empezó a hacer efecto... Mis tripas comenzaron a manifestarse... Me bebí toda la lata... Y el efecto fue inmediato... El punto 8 hizo acto de presencia...

Empecé a ponerme la ropa de correr, y la bebida asquerosa seguía manifestándose... Los gases comenzaban a acumularse en mi estómago... No me hacía mucha gracia salir a correr así, aunque habiendo hecho un punto 8 estaba más tranquilo... No me lo pensé dos veces y salí de la habitación...

Estiramientos, ¡y a correr! Seguía pensando en mi misión... Los zombis me dijeron que hiciera un punto 8 y me bebiera la lata... Eso sólo sirvió para que mi estómago e intestinos se llenaran de gases... Empecé a correr... La presión intestinal crecía... Pero seguí corriendo...

Curiosamente, me encontré a una runner corriendo delante de mí. Como me pico hasta con mi sombra, empecé a correr para ver si podía darle caza. Parecía que iba hacia el lago Toluca, aunque en vez de girar en Valley Spring siguió hasta Riverside. Conseguí adelantarla. Pero vi que seguía recto en vez de girar en Riverside... Por un momento pensé seguirla y descubrir alguna ruta nueva por la zona... ¡No! Me di cuenta enseguida... ¡Era una trampa! ¡Los zombis habían mandado a correr a esa chica delante de mí para despistarme! Giré inmediatamente por Riverside, y volví hacia Valley para dirigirme al lago Toluca...

Claramente los zombis estaban alertados... Ayer intentaron intimidarme en su barrio, luego en la feria, hoy querían despistarme y llevarme a otro sitio... Pero no pudieron conmigo... Llegué a las proximidades del lago Toluca, los gases eran insoportables...

Y entonces entendí cuál era mi misión... Mirad el mapa de la ruta de hoy...



Claramente, tenía que completar el punto 8 para dejar mis intestinos vacíos de materia sólida... Beberme la lata para llenarlos de gases... Y entonces... ¡Debía entrar en todos los callejones, pasar por delante de todas las casas de los zombis, y fumigarlas con los gases acumulados! En ese momento empecé a vibrar de emoción, tantas carreras, tantos entrenamientos, tantos viajes, ahora sabía para qué... Me daba un poco de miedo hacerlo... Los zombis podían intentar defenderse... Es más, yo mismo podría sucumbir al efecto de los gases...

Nada más llegar a la zona del lago, los cuervos estaban esperándome... Graznaron, me sobrevolaron, y entonces, lancé el primer ataque... Dos cayeron al suelo fulminados... El tercero huyó despavorido... Noté que el lanzamiento provocaba un pequeño efecto turbo en mis posaderas, así que podía salir rápidamente del radio de acción de los gases, lo cual me tranquilizó...

Me tomé muy en serio mi misión, y como se puede ver en el mapa, no dejé un sólo callejón sin fumigar... Oía gritar a los zombis, vomitar, aullar, llorar... Se agarraban a las cortinas, clavaban sus uñas en los cristales, haciéndolos chirriar... Seguí y seguí... Tenía muchos gases acumulados, aunque me daba miedo quedarme sin combustible antes de completar la misión... Los administré sabiamente, y pude dejar mi impronta por todo el barrio... Aún me quedaron fuerzas para alargar la ruta y cruzar el puente que pasa sobre el río, y fumigué el río desde lo alto del puente, por su algún zombi intentaba escapar por ahí...

Creo que acabé con todos... Gritaron, aullaron, hicieron chirriar cristales, oí como sus plumones reventaban... Los gritos fueron disminuyendo de volumen... Creo que pude acabar con todos...

Todo esto a muy buen rimo, menos de 5:00 cada kilómetro, bastantes poco por encima de los 4:40... Llegué satisfecho a la cuesta que me llevaba de nuevo al hotel... La subí pletórico... Me di una ducha y bajé a desayunar unos merecidos huevos fritos con bacon y salchicas. Y de postre, un gofre con sirope y un croissant con mantequilla y mermelada... El desayuno del guerrero...

¡Misión cumplida! Dudo que hayan podido sobrevivir... Hoy vuelvo a Barcelona... Agradezco los buenos deseos de todos los que me habéis pedido que vuelva inmediatamente que y tenga cuidado con los zombis... Pero debía cumplir mi misión... Además el billete de vuelta era para hoy... Cuando esté de nuevo en Santa Coloma, subiré al Turó del Pollo a informar del resultado de mi misión... Espero haber podido ayudar a los zombis layetanos... Y que esto sea el final... Quizá no... Quizá haya más asentamientos zombis en otros lugares... Por eso debemos seguir entrenando... Quizá esto no haya sido el final, sino sólo el principio... El tiempo dirá... Vuelvo a casa...

3 comentarios:

  1. Un entrenamiento terrorifico y espectacular... Lo pasas de miedo..!!

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  2. Socio feliz regreso a casa, pero por tu madre deja los gases en america y asegurate que no te queda ninguno en la recamara que en españa con esto de la crisis ya huele bastanate mal. un abrazo Vamoosssssssssss

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  3. Jajaja Isidro, qué bueno "no dejé un sólo callejón sin fumigar".
    Ya te aviso que por donde yo vivo no existen zombies, con lo cual no es necesario que vengas a fumigar por aqui, pero eso no quita que estás invitado a entrenar por donde yo entreno, claro está. Pero los gases, que sean de rosas.
    Que tengas buen regreso.

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