El desgaste del fin de semana, entrenando con tanto calor, continuó el lunes pasado con un rodaje de los que llamo extremely cochinero... Mi idea es correr martes, miércoles y jueves, y sábado y domingo, descansando por tanto lunes y viernes. Pero esta semana lo he cambiado un poco, ya que el martes tocaba viaje relámpago en AVE y estoy como una cabra pero no tanto como para levantarme antes de las 4:00am para entrenar... :)
Así que el lunes, cansado, aún algo deshidratado y con mucho sueño, sonó el despertador a las 5:00am y tras los trámites habituales a las 5:48am ya estaba corriendo. Afortunadamente, salí con la total convicción de que ese lunes no iba a hacer más grande la leyenda del Besós... ;) Y pude hacer un rodaje muy suave, muy cochinero, de esos cochineros a ritmo de 5:46 y 137bpm.
El martes, madrugón para coger el tren, y día de excesos gastronómicos... Ataque despiadado al coche 4, arrasando en la cafetería a las 6:00am, para coger fuerzas ya que teníamos un largo día por delante. Cafés para mantener la concentración durante el día, comida suculenta a mediodía, vuelta a Atocha, un refresco en la estación, y ya en el tren, la tarifa llevaba incluida una cena caliente así que un vinito era buen acompañamiento...
A esas alturas, las tripas ya andaban más que revueltas, pero aún pudimos hacer un último esfuerzo, y al escuchar el sonido de vidrio cochando en el carrito de los refrescos, optamos por una copa para acabar el día un poco más relajados...
Un Gin Tonic bien fresquito, para hidratarnos un poco y llegar a casa con ganas de ir a dormir pronto... :)
Y claro, hoy, a las 5:00am, levantarme fue un poco más duro que dos días atrás... Las agujetas molestan corriendo, pero los excesos gastronómicos, y la capacidad para metabolizar un copazo, ya algo mermada por la edad, molestan a la hora de levantarse... :)
Pero el deber es el deber, y tras unos segundos de duda, salí de la cama, estuve muy atareado con los deberes de la mañana, y de nuevo fui hacia el río con la tranquilidad de que, después de lo que había hecho en casa, una vez más, no sería necesaria una parada bajo el puente del Molinet...
El atasco hizo que hasta las 5:57am no empezara a correr... Inicio muy complicado, medio dormido y recordando lo bueno que estaba el copazo... :) Un kilómetro a 6:35... Otro a 5:33... Muy cochinero aún... Más afectado por el sueño y cansancio que otra cosa... Pero me fui animando un poco, 5:23, 5:12, 5:13, 5:08, 4:59, 5:00, 5:03 y medio kilómetro dejándome llevar a 5:26. Salvando un poco la media, que quedó en 5:21, y las pulsaciones en 142bpm. Deber cumplido, desayuno, y a trabajar.
Por la tarde, y tras las tres santas hostias que me pegué en L'Endimoniada, decidí que era el momento de jubilar las Brooks Cascadia que no acababan de convencerme... Me van un poco grandes, he llegado a la conclusión de que para asfalto, y pensando en que las uñas me duren algo más, en conveniente usar medio o un número más que el habitual, pero para montaña, más bien hay que ir justo. Al menos, así lo veo yo en mi caso. Así que para evitar sustos con la numeración, me acerqué a Runners World y me quedé prendado de unas flamantes Asics Gel Fuji Sensor, que mañana se vienen conmigo al Turó del Pollo... :)
Preciosas zapas, ya nos contaras las sensaciones que te transmiten. Me sucede como a ti, cualquier exceso gastronómico o en forma de alcohol destilado bebido, me ocasiona un gran sobreesfuerzo a la hora de entrenar.
ResponderEliminarMuy chulas las zapatillas, de todos modos por mi experiencia, en trails largos las zapatilla tienen que ir tan holgadas como en asfalto aunque atadas más fuerte para que no baile demasiado.
ResponderEliminarY yo que no soy capaz de hacer una cochinero, siempre me acelero (lo que para mí significa acelerarse claro). Probarás con un Gin Tonic la noche antes...
Opino como Manuel. En trail creo que hay que llevar un número superior o más, sobre todo en pruebas largas y con mucha pendiente descendente. De todas formas cada uno se conoce mejor que nadie y supongo que tendrá mucho que ver el tipo de pisada.
ResponderEliminarLos excesos gastronómicos siempre pasan factura y a la hora de correr perdemos toda capacidad física y de estar, y si le sumas el no dormir bien apaga y vamonos, las zapas muy bonitas, disfrutalas, saludos.
ResponderEliminarHe encontrado el blog por casualidad y me he echado unas buenas risas.
ResponderEliminarA mí también me ha pasado lo de los "excesos gastronómicos".La diferencia es que cuando ha sonado el despertador he sido incapaz de levantarme a correr.Luego todo el día con remordimientos pero....
Saludos.
Yo el tema del alcohol y las comidas copiosas lo noto muchísimo a la hora de entrenar. Ya bebo exclusivamente en contadas ocasiones y cuando toca ir de terraceo siempre me pido cerveza sin alcohol que si no al dia siguiente............
ResponderEliminarLo de llevar las zapas justas en montaña no lo veo, sobre todo en las bajadas, eso de que te vayan frenando los dedos contra la puntera no mola nada de nada...
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