Cuando uno empieza a correr e interesarse por lo que cuentan otros corredores, en forma de blogs, tweets o mensajes, tarde o temprano aparece un nombre que empieza a hacerse familiar rápidamente. Behobia. Leemos esa palabra una y otra vez, y comprobamos los más veteranos hablan con total naturalidad de esa Behobia mientras los más novatos los leen con respeto. Y todos cuentan maravillas. Muchos repiten un año tras otro, otros están emocionados porque es la primera vez. Los que se estrenan vuelven emocionados. Los que repiten, no menos que los primerizos. Y los que aún no han ido ni tienen fecha... Empiezan a pensar cuándo será el día...
Mi día fue ayer. Mi primera Behobia. Y digo primera porque dudo que no repita próximamente. Y cómo no, la experiencia fue única, y después de haber leído tantas maravillas de esta carrera, hoy me toca contarlas a mí.
Y contaré maravillas de la carrera, del ambiente, de la organización, de los otros corredores, de la gente que animaba durante toda la carrera y de todos con los que me crucé en esos dos días. Es la segunda vez que voy al País Vasco, ambas para correr, y si algo he aprendido sobre la gente que ahí vive es que rebosan amabilidad en cada gesto. En Bilbao estuvimos con unos amigos de Manu, que me trataron como si fueran mi familia. Y en San Sebastián, entre desconocidos, el trato humano fue insuperable, en el hotel en el que descansamos se portaron como nunca se habían portado conmigo en un hotel.
La operación Behobia comenzó el Sábado a las 5:00am, con el despertador sonando a mi hora habitual. Ya tenía media bolsa hecha, así que metí los últimos cacharros y me fui a Sants. Ahí me encontré con Manu, al final fuimos los dos solos, y comenzó un cómodo viaje de más de 5 horas hasta San Sebastián. Todo invitaba a una buena siesta, pero al final, entre charlas sobre la carrera, una visita a la cafetería del tren para comerse un enorme bocadillo de tortilla de patatas, y el Apalabrados, el viaje casi se nos hizo corto.
Fuimos directamente a la feria del corredor, había bastante gente, muchas tentaciones en forma de portageles, pantorrilleras y demás, pero sólo husmeamos un rato y recogimos el dorsal. Ya había empezado a llover un poco, pero nada grave. Lo mismo el domingo había suerte y no llovía...
Comida suculenta, y al hotel. San Sebastián estaba lleno hacía varias semanas, y cuando nos decidimos a buscar hotel ya no quedaba nada... Al final encontramos uno en Zumárraga, a una hora en tren de San Sebastián, en la misma línea que va a Behobia, así que no estaba tan mal comunicado. Trayecto en tren sin problemas, digiriendo el risotto y el entrecot, más Apalabrados, y llegamos a Zumárraga ya habiendo oscurecido totalmente. El hotel estaba en las afueras, le dirección no era muy precisa, y guiados por San Google fuimos hacia el lugar aproximado donde debería estar...
Por un momento se complicó el asunto... Carretera con poco arcén, noche casi cerrada, y el SmartPhone parecía indicar que aún había que subir basante por esa carretea... Por suerte, en un desvío, nos funcionó el instinto, y menos mal que nos llevamos por él y no por el GPS, y llegamos al hotel por suerte mucho antes y más cerca del pueblo de lo que decía el teléfono. Mucha amabilidad en la entrada, un habitación enorme y barata, restaurante típico en el mismo hotel, qué más se puede pedir... Pues sí se podía pedir algo más, un trato exquisito como el que tuvimos...
Bajamos a cenar. Siempre se recomienda una cena ligera antes de la carrera, pero... También se dice que a la Behobia se viene a disfrutar... Así que la cena fue digna... :) Pastel de espinacas... Codillos... Cuando ya casi habíamos reventado, nos preguntó la camarera si queríamos postre... Buffff, no sé, estoy lleno... ¿Qué hay? Pues tenemos pastel vasco... ¿Y cómo es el pastel vasco? Ah, muy ligerito, un trocito de pastel de hojaldre relleno con una pizca de crema... Ah, vale, venga, pues pastel vasco...
Así que ligerito... Y relleno con una pizca de crema... Vaya pedazo de pastel... Más grande que el primer plato, rebosando crema por todos lados... Y con un poco de helado de regalo... Vamos, para dejárselo en el plato... :)
Casi reventados, salimos del comedor y nos comentaron en recepción que el desayuno se servía a las 6:30. Comentamos que al día siguiente nos teníamos que ir pronto, así que preferíamos pagar esa misma noche y salir pronto sin molestar a nadie. Pero entonces el señor que nos atendía se convirtió en la persona más amable del mundo e insistió una y otra vez en esperarnos a las 6:00 para que desayunemos, y cuando le dijimos que íbamos en tren a Behobia volvió a insistir hasta que al final aceptamos que nos llevara en coche hasta la estación...
Pagamos, y nos fuimos a dormir con todo preparado para el día siguiente.
Diana a las 5:00am... Un par de trozos de pan de molde con mermelada, zumo y café de sobre con agua fría que compramos el día anterior, punto 8 y bajamos a recepción. Ahí estaba el señor, con la mesa del desayuno ya preparada, insistiendo una y otra vez en que comiésemos algo y nos tomásemos un café. El café estaba delicioso, me comí unos cereales, y cuando le dijimos que la carrera no empezaba hasta las 10:30, volvió a insistirnos en que nos llevásemos algo para el camino, y fue corriendo a por una bolsa, la llenó de plátanos, manzanas, mandarinas, y luego se acercó a una cesta enorme llena de nueces y empezó a echar nueces a dos manos... :D
Nos llevó en coche a la estación, estuvimos charlando con él muy amigablemente durante el camino, y a las 6:36 estábamos en el tren camino a Behobia, con la mochila hecha y una bolsa con fruta y nueces... :) Teníamos una hora y veinte minutos hasta Irún, y con el madrugón que nos habíamos pegado, la siesta era una tentación irresistible... Nos sentamos cerca del WC, por lo que pudiera pasar... Iba entrando el sueño...
Hasta que en una estación entraron un grupo de jóvenes que no venía precisamente de entrenar, sino que de juerga... Entre el escándalo y el tufillo a tabaco, alcohol, whisky y perfume barato, pegar ojo se convirtió en una misión imposible... Mira que era grande el tren, y nos tocó a nosotros... Se sentaron justo al lado del WC... Estuve tentado de intentar anestesiarles con un punto 8 contundente, pero no acababa de llegarme... A pesar del escándalo inherente a su edad, se portaron correctamente, excepto por los gritos, y por suerte bajaron un par de estaciones después. Pero ya se pasó el sueño. Llegó el segundo punto 8, y casi sin darnos cuenta, ya estábamos en Irún. Había mucha menos gente de lo que pensaba, o más bien, fuimos muy prudentes con el horario y llegamos demasiado pronto. Un paseo largo hasta Behobia... Y empezó a gotear...
Pensamos que había que ir con ojo y sobre todo intentar no mojarse las zapatillas, para correr con los pies secos, pues seguramente dejaría de llover pronto..........
Sí, sí... Dejó de llover, y empezó a diluviar. En un segundo las cuatro gotas se convirtieron en un chaparrón contínuo y todos los corredores corrimos a refugiarnos donde pudimos. Dejamos las bolsas, había que hacerlo más de una horas antes de que comenzara la carrera, y buscamos refugio hasta la hora de la salida. Algunos valientes salieron a calentar un poco, pero nosotros nos quedamos bajo techo hasta 10 minutos antes de la salida. Última meadilla, paseo a la zona de salida, y a falta de pocos minutos para empezar a correr, las zapatillas, los pantalones, los calcetines y la camiseta estaban simplemente empapados... :(
No habíamos calentado nada, aunque la música ochentera que pusieron antes de sar la salida nos animó un poco... :) Salió el primer grupo de galgos... Y dos minutos después, nosotros...
¿La carrera? ¡Ah, sí, que además de todo esto, había una carrera!
Mi planteamiento era disfrutar de una carrera como ésta, y de paso, probar mi estado de forma de cara a las medias maratones que vienen ahora. Así que salí más bien conservador. No quería sufrir, quería acabar fuerte y no hundirme en las dos subidas que hay. Los primeros 5 kilómetros los hice en 21:57, con un perfil bastante llano. A una media de 4:23. Muy reservón... Me encontré con el Abuelo Runner sobre el kilómetro 2, iba con el Currito, el personaje más conocido del blog del Matraca Roteño... :) Me dijo que no andaba muy fino y seguí con el miedo en el cuerpo de que el abuelo en cualquier subida me adelantara diciendo "qué pasa, que tengo 52 años y casi no se me nota!"... :)
Después de estos primero kilómetros llegaba la parte divertida, una subida en dos partes, una más suave hasta el kilómetro 7, y una más durilla hasta el 8. Hago esos dos kilómetros a 4:46 y 5:04, no me preocupa perder posiciones, voy controlando las pulsaciones, alrededor de 170bpm, y llego muy entero a lo alto de la subida. Por suerte la lluvia ha bajado en intensidad. Se baja un poco y se llanea hasta el 10, y ese sector de 5 kilómetros lo hago en 22:45, los primeros 10K caen en 44:42. Tenía en mente hacer menos de 1:30 así que iba bien, si doblaba los 10 kilómetros que faltaban lo conseguiría, pero como había salido muy conservador pensaba que podría intentar apretar al final y rascar algunos segundos.
El 10 y el 11 son muy divertidos, empiezan llanos y acaban bajando bastante, y lo bueno es que, estando la llagada a nivel del mar, todo lo que sea cuesta abajo es porque previamente se ha subido, así que mi animé pensando esto y los marqué a 4:24 y 4:01. 3 más entre 4:21 y 4:26, llanos, y me planté en el 15 con un parcial de 21:58, calcando casi los primeros 5 kilómetros, manteniendo las 170bpm.
Últimos 5 kilómetros, una última subida, y el resto, a morir. Vuelve a llover fuerte... El segundo puerto que se sube lo paso haciendo los dos kilómetros en 4:43 y 4:50, pero yendo mucho mejor que el primero, adelantando corredores, algo muy raro en mí en subidas... :) Esas pulsaciones que he ido reservando se notan, y me siento muy fuerte. Se acaba la subida, y empieza una bajada a tumba abierta. Voy a tope, disfrutando de la sensación de velocidad, del frío y de la lluvia, hago el 18 a 3:58, me salen unas cuentas de poder estar cerca de 1:28:00, me siento bien, la lluvia aprieta, la gente anima, no ha dejado de hacerlo en toda la carrera, paso por el cartel del 19, el ritmo es de 4:15, y entonces, llega el momento más espectacular de la carrera...
Después del cartel del 19, tenemos por delante una recta de un kilómetro. Miles de personas están animando detrás de las vallas... De repente se levanta un viento tremendo y llueve a mares... Llevo 19 kilómetros corriendo empapadao, pero qué más da, ese último kilómetro es espectacular, gritos, ánimos, gorras que salen volando, caras desencajadas, ¡¡¡running en estado puro!!!
Voy apretando un poco, pero con la que está cayendo no se puede ir muy rápido... El Forerunner me descuenta unos cuántos metros y me sale un ritmo de 4:11 hasta la llegada, adelanto algunas posiciones, acabo a 181bpm y paro el Forerunner en 1:27:59, aunque el tiempo oficial es de 1:28:00.
Después de acabar la carrera, la lluvia se convirtió en la madre de todos los diluvios. Ya me daba lo mismo mojarme más, estaba calado hasta las huesos... Llegué al punto de encuentro con Manu, tras cruzarme con Óscar Rodríguez y comentar la carrera, y fuimos caminando hacia el polideportivo donde estaban las duchas. Me daba lo mismo que lloviera, no saqué ni el paraguas ni el impermeable, sólo pensaba en llegar al polideportivo, sacar la ropa, soñando que estuviera seca, darme una ducha caliente y dejar de sentir ese frío intenso y esos temblores que se habían adueñado de mí tras acabar la carrera...
Por suerte, no había mucha gente en el polideportivo, una vez más, amabilidad total, la mochila funcionó a la perfección y la ropa estaba seca, y cuando me metí bajo la ducha caliente se me olvidaron todos mis males... Creo que ha sido la mejor ducha de mi vida... :) Salimos del polideportivo como nuevos, dejó de llover, y nos fumamos el cigarrito de rigor...
Ya repuestos, una visita rápida a la playa de la Concha, para hacer un check-in de FourSquare, y a comer, que nos lo habíamos ganado. En varios lugares que probamos nos dijeron que no tenían ya sitio, estaba todo reservado, pero encontramos un restaurante muy cuco y recomendable donde recuperamos fuerzas de esta guisa...
Vuelta a la estación, otras 6 horas de tren, las nueces que nos dieron en el hotel nos salvaron la vida, y de nuevo en casa satisfechos con nuestra medalla... Y con la sensación de que a Behobia hay que ir si te gusta correr... Y es muy difícil no volver... Si no habéis ido... No os lo penséis mucho... :)
Si Señor.
ResponderEliminarSuscribo todo lo que dices: desde la amabilidad de la gente vasca hasta que el que tenga alguna duda que corra la Behobia. Desde luego es especial.
Felicidades por haber cumplido tu sueño de participar en la Behobia.
gran entrada amigo Isidro , llevas razon acabas escuchando hablar tanto de una carrera que se hace como familiar espero que caiga el año que viene , enhorabuena compañero gran carrera como tu las cuentas dan ganas de hacerlas ,saludos
ResponderEliminarGenial la entrada Isidro, me alegro que te dejara esas sensaciones, y las ganas de volver. Saludos.
ResponderEliminarEnhorabuena Isidro, que pasada de viaje en general.
ResponderEliminarUn abrazazo
Me alegra que disfrutaras de la carrera amigo Isidro, yo no estuve en Berlin... pero lo que si te puedo asegurar es que la Behobia es una de las grandes y sus gentes son encantadores, siempre colaborando al máximo con todo y en todo.
ResponderEliminarHiciste un tiempo buenisimo, para como se presento el dia, era dificil coger el ritmo con lo que nos cayo de agua en el cuerpo.Felicita a Manu de mi parte y darle un abrazo.
Bonita carrera. Me empieza a llamar mucho la atención. Yo creo que será de los objetivos a apuntar para el 2013.
ResponderEliminarEnhorabuena Isidro.
Genial crónica Isidro, la verdad es que hoy eres una invitación total a ir a esa carrera de la que tanto hemos oido. Amabilidad por todos lados, eso es impagable.
ResponderEliminarDesde que empecé a correr he oído y leído grandes comentarios sobre esa carrera y los tuyos siguen en la misma línea. Supongo que algún día estaré en la linea de salida. La crónica genial y el tiempo, excelente...
ResponderEliminarMe parece que me está empezando tocar volver a correrla, aunque la conozco y bien, me la has vendido de maravilla, me alegro de que disfrutaras
ResponderEliminarFelicidades, genial esa crónica, tanto que ya estoy pensando en poder ir el año que viene.
ResponderEliminarFelicidades por tu primera Behobia, y vaya homenajes gastrónomicos....
ResponderEliminarGran cronica y carrera Isidro!!...Leyéndote dan ganas de apuntarse a esta mítica carrera
ResponderEliminarLo primero es que, en la foto de toda la ropa preparada...es un paquete de tabaco? Sé que te fumas un cigarro después de las carreras, pero coño lo preparas el día de antes con todo lo demás jajaja.
ResponderEliminarLo segundo, creo que por lo que se cuenta y lo que cuentas la Behobi es una gran carrera pero si a eso le sumas tu crónica con ese final épico y los cielos abriéndose y descargando su furia contra los runner pues ya es LA OSTIA.
Muchas Felicidades Isidro.
Jajaja, sí, el tabaco iba en el "equipaje de mano" para la carrera... ;)
Eliminarpedazo tiempo, y eso a pesar de la lluvia, que no hacia mas que recordarme a la que nos cayo cuando la hice en el 2010...
ResponderEliminarlo unico que no me gusto de la carrera es la pasta que cuesta y lo de que haya que reservar seis meses antes, pero es fruto del exito que tiene.
Enhorabuena Isidro, gran carrera a pesar del diluvio, esa carrera atrae y me gustaria correr algún año allí, pero dicen que la inscripción es muy cara, y además lo que pudiera costar el viaje desde el sur al norte ni pensarlo, y si luego también diluvia ya sería la reostia.
ResponderEliminarUna marca muy buena y una excelente crónica de la Behobia-SanSe.
ResponderEliminar¡Felicidades!
Buena crónica y mejor carrera!. Envidia me das, este año tenía dorsal, pero al final no pudo ser. Viaje a Tenerife a conocer a mi sobrina, que no está nada mal. Por el viento y la lluvia tampoco lo he sentido perdérmela. A ver si el año que viene cuadra más.
ResponderEliminarCronicaza y carrerón, si es que el que tiene oficio... leyendo vuestras crónicas me cuesta creer que se hable tan bien de una carrera tan masificada, habrá que probarla algún día.
ResponderEliminarUn saludo
Fantástica la carrera, la organización pero sobre todo el ambiente. Con la que caía, y la gente animando sin parar. La mejor que he corrido con diferencia, y al menos pudiste saludar a mi buen amigo Currito, todo un fenómeno.
ResponderEliminarBuen tiempo te marcaste, ya que la maratón aún la llevas en las piernas, con un poco que descases seguro que bajas la marca del 10k.
salu2 desde matraquilandia.
Pedazo de crónica Isidro y genial la carrera, no conocía la Behobia (llevo poco en el gremio... ;) ) pero la has vendido tan bien que me has convencido :) apuntada para futuribles.
ResponderEliminarTiene que ser una pasada el recorrido, por cierto la llegada tuvo que ser la ostia :)
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Pues llegué unos 3 minutos después y estaba todo en orden, menos mal... Por suerte no pasó nada grave, pero con el viento que se levantó en ese momento, podría haber sido mucho peor...
EliminarFElicidades Isidro. Disfrutaste y me has hecho disfrutar leyendo tu crónica. Espero algun día hacer yo también mi primera crónica de la Behobia y coincidir con todos vosotros. Que gran famiia!!
ResponderEliminarEnhorabuena por la carrera, la verdad que estos últimos días no para de leer de la Behobia, justo lo que empiezas escribiendo. Te sigo a partir de ahora!
ResponderEliminarMuy buena crónica! Enhorabuena por ella y por la carrera!
ResponderEliminarSi queréis aquí tenéis mi crónica y una pequeña galería de fotos: http://objetivobehobia.blogspot.com.es/2012/11/behobia-san-sebastian-2012-objetivo.html
Un saludo
Yo soy de los del último grupo, pero el próximo año voy a intentar cuadrarlo para estar allí. Se acabó esto de tener envidia :)
ResponderEliminarMuy buena carrera, buen punto de partida para reventar el crono en las próximas medias.
muy buena carrera, en unos años la correré fijo, ahora me pilla retirado.... por cierto NO FUMES!!!
ResponderEliminarsaludos
buena cronica y buena carrera isidro,con la que estaba cayendo.enhorabuena,saludos
ResponderEliminarEntre unos y otros me habéis puesto los dientes largos con la carrera. Enhorabuena por esa peazo de marca Isidro, estás que te sales!
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