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domingo, 16 de marzo de 2014

Crónica de la maratón de Barcelona 2014

Sí, es de locos correr dos maratones en 3 semanas... Pero la experiencia de hoy la voy a recordar mucho tiempo, será una de esas cosas que uno se lleva a la tumba y de la que hablará largo y tendido...

La mañana empezó a las 5:00am. Empezando a correr a las 8:30am, una de las lecciones que tengo aprendidas es que debo desayunar unas 3 horas y media antes de la carrera, y que he de tener tiempo suficiente de hacer al menos tres visitas al señor Roca. Me levanté con muchas ganas de que hoy fuera un gran día, en especial para Manu, que no tuvo que insistirme mucho para que intentara acompañarle en su reto de bajar de las 3 horas y media, lo he hecho con toda la ilusión del mundo y egoístamente para poder saborear con él el momento.

Desayuno de muesli, yogur desnatado y zumo de naranja, de postre, dos galletas con chocolate y café, y a hacer los deberes por partes... La última parada en boxes, ya con la ropa puesta, y a las 6:50am ya iba camino del metro, disfrutando ese lujo que supone desayunar en casa, coger el metro e irse a correr una maratón.

Ahí estaban ya Manu, Toni y unos amigos de ellos que también le dan fuerte a las zapatillas, sobre todo por la montaña.




La maratón de Barcelona es cara comparada con otras, pero es muy difícil encontrar quejar sobre la organización, falta de agua o avituallamientos o problemas con el guardarropa. Hoy, de nuevo, todo perfecto. A las 8:00am ya estábamos listos, salíamos con la segunda oleada, en el cajón de 3:15-3:30, así que íbamos a ser los "lentos" de la manada. Muy bien la entrada en los corrales, civismo entre los corredores, y caminando, a las 8:34am, cruzamos la línea de salida, comentando en broma que hasta dentro de 3 horas y media ya no podíamos volver a caminar, ahora se trataba de correr. Última parada en el muro de las micciones, antes de entrar en los corrales... :)

En la salida ya hacía calor... El pronóstico del tiempo, terrible para el corredor, pero estupendo para el público. Se notó, en mi cuarta maratón de Barcelona, ha sido en la que más he sentido el apoyo de mis conciudadanos, mucha gente durante toda la carrera, muchos ánimos, aunque todavía tenemos en Barcelona una asignatura pendiente que es el incivismo de los que cruzan de lado a lado de la carrera de manera muchas veces imprudente...

Había que medir los tiempos con mucho cuidado, ya que nada más salir, tuvimos que parar a orinar, serían los nervios o la hidratación pre-carrera, pero el caso es que en el segundo kilómetro hicimos una rápida parada en boxes... Acción sincronizada, y de vuelta a la carrera, perdimos poco tiempo y seguimos al ritmo marcado, todavía quedaba muuuuuucho por delante. Los primeros kilómetros, intentando minimizar el desgaste y robando segundos al ritmo de 5:00 min/km, pasamos por el 5 en 24:51, penalizados por la meada, hicimos los 5 siguientes en 24:14, robando más segundos al crono, y del 10 al 15 en 24:46. El rimo medio, más o menos de 4:55 min/km, sin sufrir y guardando segundos que iban a hacer falta cuando subiera la temperatura.

Alrededor del 16, otro incidente urinario... :) Segunda parada en boxes, esta vez me alargué un poco más, le dije a Manu que siguiera y que ya le alcanzaría. Era justo cuando empezaba la subida por la Meridiana, así que, literalmente, se me hizo un poco cuesta arriba. En ese momento no se me pasaba otra cosa por la cabeza que recuperar esos 30 segundos perdidos en el proceso de micción, así que puse el turbo, y durante casi 4 kilómetros subí más o menos a 4:35 min/km, viendo falsos Manus hasta que por fin atrapé al verdadero cuando faltaba poco para pasar por la media... :D Del 20 al 25, meada incluida, 24:27. Seguíamos rascando segundos. El paso por la media queríamos que fuera alrededor de 1:42:30, llevar dos minutos y medio de margen. Al final pasamos en 1:43:19, pero no hay problema, teníamos casi dos minutos de colchón, ya habíamos parado dos veces en boxes y el desnivel de la carrera a partir de entonces era favorable. Al pasar por el 22, que salió casi a 4:30 min/km, ya teníamos casi esos dos minutos y medio de margen, y las fuerzas estaban muy bien. Pero ya empezaba a notarse el calor...

Del 20 al 25, el perfil favorable nos llevó a completar ese tramo en 23:56, un minuto más de reserva. Manu iba muy bien, yo tenía mis dudas, sobre todo tras el esfuerzo en la subida, pero las piernas respondían. Hicimos los deberes con la hidratación, yo fui consumiendo geles a mi ritmo habitual, cada 7 kilómetros. En el kilómetro 25 el sol ya era una realidad, y nos acercábamos al tramo probablemente más decisivo de la carrera... La eterna subida por la Diagonal hasta Glorias, en ligera ascensión, media vuelta, bajar lo subido, y pasar el psicológico kilómetro 30. El calor se notaba, decidimos ser conservadores en la subida y recuperar en la bajada, para ver cómo llegábamos al 30. Llegamos desde el 25 en 24:48, aún rascando segundos al ritmo de 5:00 km/min.

Y a partir del 30, ya sabéis... Empieza la maratón. En ese punto noté que no estoy en mi mejor momento, obviamente... Le dije a Manu que si no podía seguir el ritmo que el necesitaba, le haría una señal y le desearía suerte... Y no, no podía con el ritmo de 4:55 min/km... A nuestro alrededor, empezaban a verse los primeros walkers... Todos estábamos sufriendo el ataque combinado del tío del mazo y el Lorenzo, en forma de subida de pulsaciones y de carencia de glucógeno. Sin necesidad de decirlo, las piernas nos recomendaron bajar el ritmo, y empezar a canjear esos segundos de margen a cambio de llevar un ritmo en el que el desgaste fuera menor durante los 12 kilómetros que quedaban, la verdadera maratón. Aunque suene cruel, ver corredores caminando a veces es una señal positiva de que lo estamos haciendo bien, no podemos ir al mismo ritmo con 10 grados más de temperatura y 30 kilómetros en las piernas... Seguimos bien, regulando el esfuerzo, y casi se nos pasó volando el tramo del 30 al 35, sin señales del tío del mazo y peleando contra el Lorenzo, en 25 minutos y 20 segundos. Sólo sacamos 20 segundo del colchón, y ya estábamos en la parte final. Las caras de preocupación se convirtieron en sonrisas de complicidad... Todo pintaba muy bien, estábamos plantando cara al calor y manteniendo un ritmo que nos podía llevar al 3:30.

A partir del 35, curiosamente, muchos menos walkers. No nos mordió ninguno y seguíamos intactos... :) Ya habíamos dejado atrás el desolador litoral y corríamos por el centro de Barcelona, mucha más animación, mucha más gente, en el 37, estaba mi señora y mis cachorros, los vimos, las sonrisas de un niño animan a cualquiera, y seguíamos a un ritmo casi clavado de 5:00, adelantando casi constantemente corredores, dándonos ánimos, recordando, "cabeza, cabeza, ahora cabeza"... Algún kilómetro en bajada incluso salió alegre, mucho ambiente en Puerta del Ángel, Plaza Cataluña, ya vemos el Paralelo, la última prueba... Empezamos a subir y pasamos por el 40, hacemos esos 5 kilómetros en 25:18, genial, sólo 18 segundos a crédito.

Las dudas sobre si llegaríamos se convierten en ánimos, en mini retos, decimos, el Paralelo hay que subirlo con todo, ¡si podemos a 5:00, a 5:00, a 5:15 ni soñarlo! Y sí, subimos muy sueltos, adelantando, vuelven los walkers, el sol a todo lo que da, pero cuando tu objetivo está a tu alcance, quién dijo sol o quién dijo cansancio!!! El Forerunner y la web de la carrera lo dicen claro, subimos el Paralelo a menos de 5:00 km/min, felices, sonriendo, celebrando que sí, que hoy era el día del sub 3:30. El colchón era suficiente para bajar holgadamente, se acaba el Paralelo, giramos hacia Plaza de España, apretamos un poco más, ahí está la meta, le pregunto a Manu si quiere entrar solo o juntos, me dice que juntos, apretamos un poco más, coge a su hijo de la mano, que nos aguanta el ritmo muy bien, y sí, entramos juntos, emocionados, en 3:28:19, su mejor marca personal, un merecido sub 3:30.

Pocos segundos después, más que satisfecho y contento por esos kilómetros que compartimos, si tenía alguna duda sobre haber corrido hoy o no, el más mínimo atisbo se esfumó tras el abrazo que nos dimos, ver a un amigo así de feliz y haber podido ayudar aunque haya sido solo un poquito, no tiene precio...

Lo volvería a hacer otra vez y mil veces más... Como sé que casi todos los habríais hecho...




Ah, Toni, en su línea... 3:04, qué tío... :)

sábado, 15 de marzo de 2014

El Kawauchi del Besós...

No me había dado cuenta hasta ahora, entre caprichos del calendario y mis peculiares objetivos, resulta que en los últimos 365 días voy a correr 5 maratones, no creo que me haya ganado todavía el título de "El Kawauchi del Besós", pero sí que creo que va a ser el año maratoniano más intenso que recuerde, el que empezó el 17 de marzo de 2013 con la maratón de Barcelona (3:21:25), siguió el 28 de abril de 2013 con la maratón de Madrid (3:22:14), alcanzó su clímax el 3 de noviembre de 2013 con la maratón de Nueva York (3:22:28), se acercó a la recta final hace 3 semanas, el 23 de febrero de 2014 con la maratón de Sevilla (3:14:40) y acabará mañana 16 de marzo de 2014 con la maratón de Barcelona, en la que mi objetivo principal es bajar de 3:30 con Manu, y en caso de no cumplirse (por mi parte, por la suya seguro que sí), al menos acabarla y colgarme mi undécima medalla.

Nunca había sido un objetivo correr 5 maratones en un año. Es más, cuando me preguntan cuántas maratones hago al año, suelo decir que 3, 2 en serio y 1 en broma. El caso es que en 2013, el año del Iberia 2701-4001 (Barcelona-Madrid-Nueva York), las tres salieron en serio. Aunque a Madrid fui medio de broma, hice una de las carreras que mejor recuerdo me han dejado en mi corta vida de maratoniano, y seguramente, los 7 kilómetros de los que más orgulloso me siento, los últimos de la mítica Mapoma.



A Sevilla fui más en serio que nunca, entrenando duro, siendo estricto con el peso y con una estrategia de carrera que no dejaba nada a la improvisación. Salió lo que quería, por los pelos, o por una meada, como contaba en la crónica, pero salió.



3 semanas después, correré en Barcelona, me siento bien, no ha habido secuelas de Sevilla, he podido correr a ritmos buenos estas dos últimas semanas aunque no mucha distancia, y en teoría iré a un ritmo que no debería desgastarme demasiado. Pero a la maratón hay que respetarla, la sombra de una hecatombe de proporciones bíblicas ahí está, pero espero salir airoso.

Todo esto puede servir para introducir la reflexión que estoy haciendo en esta entrada... En el mundo runner-bloguero, creo que no exagerar si digo que el 95% de los comentarios que intercambiamos son palabras de ánimos, felicitaciones y consejos digamos que suaves. A veces nos intercambiamos tirones de orejas, o nos decimos suavemente los unos a los otros que podemos mejorar aún más nuestras marcas con un poco más de esfuerzo. Al mismo tiempo que nos recordamos mutuamente que normalmente hacemos esto por disfrutar, compaginándolo con nuestra vida "normal" e intentando sobre todo pasarlo bien (aunque sea sufriendo a partir del kilómetro 35 y pensando que nunca más vamos a volver a hacerlo)...

En mi última entrada me encontré uno de esos comentarios, lástima no conocer al autor, me gustaría... :)

Que ganas de buscar lo que no tienes......!!!!!Estas tentando al diablo.......!!!!!Con la marca que has conseguido en media este año, vete de una vez a buscar la marca que te mereces, 3:05 ...!!! y después a por 3:00.Deja ya de una vez de doblar maratones, de comidas indecentes, de fumar y de inventarte planes.Con diez maratones a la espalda y con tus condiciones no puedes estar contento con 3:15Busca un buen plan, una buena maratón y creetelo, tienes muchos pros y pocos contras pero que te perjudican mucho.Ànimo.

Y voy a decir sin rubor que seguramente tiene razón, que si aún fuera más estricto con la dieta, no me fumara un pitillo de vez en cuando, corriera sólo dos maratones al año pero con un plan diseñado a medida y muy exigente, no me pusiera las botas de fútbol sala y sacrificara algún aspecto más de mi vida "normal", podría correr una maratón en un tiempo cercano a 3:05, y en un día perfecto en el que todo estuviera de cara, quizá rozar las 3 horas... No lo sé, tendría que hacer todo eso, y quizá más. Y además debería ver cómo reacciona mi cuerpo a esa dosis de estrés, mis rodillas no son las de un chaval, mis pulsaciones en reposo no son bajas y mi pisada y técnica de carrera necesitan mucho trabajo. Pero agradezco mucho el comentario, suena sincero y me ha dado que pensar. ¡Esas cosas siempre se agradecen!

Creo que estos últimos meses he estado muy cerca del límite que no estoy dispuesto a superar en cuanto a preparación maratoniana se refiere. 68 kilos es un buen equilibrio entre no pasar hambre, permitirme algún capricho de vez en cuando (¡para eso son los ticket restaurante que me dan en el curro!), dedicar tiempo a mi casa y mi familia, y estar disponible para mis obligaciones profesionales siempre que sea necesario. Sí que creo que puedo mejorar un poco más en maratón. No a costa de perder 5 kilos más, ni renunciando a correr una tercera maratón deportivo-amigo-turística, ni cambiando mis horarios de entrenamiento por otros en los que el cuerpo pueda trabajar mejor, ni dejando de disfrutar como un enano jugando a fútbol un par de veces al mes con mis compañeros de trabajo. Mi horario de entrenamiento entre semana, por cuestiones personales y laborales, seguirá siendo las 5:15am. El despertador sonará como muy pronto a las 4:40am, y a no ser que haya fútbol o The Walking Dead, me iré a la cama alrededor de las 22:00. Un homenaje culinario de vez en cuando está entre mis objetivos vitales, aunque esté dispuesto a seguir hirviendo las patatas de la tortilla en vez de freírlas, olvidarme de los refrescos y bollería industriales y seguir con mis ensaladas como cena diaria.

Pero sí que voy a intentar algo nuevo... Mejorar mi técnica de carrera, creo que con el esfuerzo que hago, mejorando la pisada, la posición y quizá la respiración, pueda arañar segundos al crono. Empecé a hacerlo pero no fui todo lo constante que debería. Voy a recuperar el metrónomo, releer Chi-Running y Pose Method, voy a experimentar con un calzado distinto, algo transicional al Natural Running, y ver qué pasa. No es lo mismo correr con 76 kilos que con 68, mis rodillas están viviendo una segunda juventud y si entreno con cabeza, hago ejercicios en casa con criterio y tengo suerte con la adaptación, por qué no, ¿quién dice que no podría caer un 3:10?

No es ése el objetivo de Barcelona 2014, obviamente... Pero... El día 19 me inscribiré... Y si no hay problemas con la homologación del tiempo y todo sale bien, si me confirman la plaza, en octubre podría intentarlo en Chicago.

El plan es...


  • ¡¡¡DESCANSAR DESPUÉS DE BARCELONA!!! Al menos dos semanas enteritas... En las que sólo jugaré a fútbol... :)
  • Mantenerme en mi peso actual.
  • Dedicar un par de meses a olvidarme de ritmos y trabajar la técnica.
  • Ir alternando mis zapatillas habituales con unas de perfil más natural. Estoy pensando en unas Asics de la serie 33, acepto consejos... :)
  • Ver si la transición es buena e intentar trabajar una pisada más plana, más reactiva, a una mayor cadencia.
  • Entrenar duro.
  • Hacer un 3:09:59 en Chicago...


¿Suena como un plan? :D

El lunes, junto a la crónica de Barcelona, empezaré a comprobarlo...

¡Ah! El martes hice el penúltimo entrenamiento, 2,5E + 6M + 1E. Los 6 kilómetros a ritmo maratón, 2 con viento a favor y 4 en contra, salieron a un ritmo de 4:44 min/km. Los compro... :) Y el jueves, 8 kilometrillos para estirar las piernas y unas rectas al final. Relajado y sin presiones, a 5:05 min/km.

lunes, 10 de marzo de 2014

Algo de chispa queda...

Sigue en pie la locura de correr la maratón de Barcelona. No voy a decir que esté siguiendo un plan de dos semanas, porque en dos semanas hay poco que planificar... Simplemente, he descansado una semana, el domingo volví a entrenar e intentaré ver si algo de chispa quedó después de Sevilla, y si puedo encender con ella una llamita que me lleve entero hasta el Paralelo... :)

El domingo 2 de marzo, después de volver de Canadá el sábado por la tarde, salí a ver qué se contaban las piernas una semana después... Salí sin un objetivo claro, ni ritmo M ni ritmo E, simplemente, a ver qué pasaba. No me costó empezar a rodar suelto, fui por el río pocos segundos por encima de 5:00, y como las patuchas respondían, decidí hacer al menos 20 kilómetros. Saliendo del río empecé a notar los cuádriceps muy cargados... ¡Las agujetas que no tuve en toda la semana aparecieron de repente a la altura de San Adrián! Pero no era nada que no se pudiera soportar, y si quiero llegar con un mínimo de garantías a Barcelona, no puedo tirar la toalla en cuanto aparece la primera dificultad. Seguí en dirección a las Torres Mapfre, manteniendo ese ritmo entre 5:00 y 5:10, y ahí me tomé un gel y di media vuelta. Empecé a sentirme mejor, y los ritmos mejoraron por debajo de 5:00, con las piernas más sueltas, con la cabeza más por la labor, hasta completar 21,07 kilómetros a un ritmo medio de 5:04.

Con las piernas aún cargadas, el lunes, intenté meter algo de ritmo. 6 kilómetros cochineros, y 3 en progresión, a 5:23, 5:00 y 4:51. Y 500 metros más para enfriar... Algo queda de Sevilla pero la chispa no aparece...

El martes... Seguro que algunos me vais a reñir... Opté por sprints, cambios de ritmo y carrera continua durante una hora, todo ello con 11 colegas del trabajo y una pelota de por medio... ;) Sirva la foto para ilustrar una de las máximas del maratoniano...



Si has corrido una maratón hace 10 días, y vas a correr otra dentro de otros 10 días, es importante, durante este tiempo, no hacer ejercicios que requieran movimientos bruscos para minimizar el riesgo de lesiones...

El partido fue espectacular... :) Por suerte o por desgracia, el que íbamos a jugar mañana lo hemos aplazado una semana... No sé cómo explicarlo, al que le guste el fútbol, seguro que me entiende... ;) Algo de planta de mi época moza de futbolista amateur ha quedado, creo... Este contraataque letal acabó en gol... :)



Aunque, siendo un deporte de contacto, a veces se corren riesgos... Que acabaron bien... Contacto hay... Aunque el colegiado no vio voluntariedad... ;)



El miércoles, pensando que no me sobran días, preferí un cochinero de 8 kilómetros en vez del descanso total. Salieron muy cochinos, a 5:57... Pero me sentaron bien.

El jueves lo noté. Los cochineros muy cochinos te dejan fino para intentar hacer un entrenamiento más exigente al día siguiente. Fui a por las series de 2000, empecé algo cansado y dormido, después de calentar 2,5 kilómetros, salió el primer intervalo, con viento favorable, a 4:35... El segundo, ya de vuelta, con viento en contra, a 4:38... Vaya series... Pero en el último, llegó la chispa, y con viento en contra huracanado, conseguí hacer los 2 kilómetros a una media de 4:24. Algo de chispa queda...

Viernes, ahora sí, descanso. Y sábado, la prueba de la chispa... ¿Estoy para correr a ritmos maratón? Luego ya veremos cuánto aguanto... Y no salió mal, fueron 14,18 kilómetros a 4:40, sin sensación de esfuerzo, a un ritmo bastante constante, variando pocos segundos en función del viento. Buena inyección de moral, el ritmo teórico que llevaremos Manu y yo en Barcelona rondará entre 4:50 y 5:00, así que empiezo a pensar que a lo mejor aguanto... :)

El domingo, rodaje largo y suave, ya no voy a afinar nada, se trata de ver si la chispa que queda se puede mantener. Fueron poco más de 20 kilómetros, a un ritmo tranquilo y poco esfuerzo, de 5:24 min/km.

Hoy un inmerecido descanso, el cuerpo lo pedía después de los entrenamientos del fin de semana, y de la comilona del domingo... No pondré fotos para no herir la sensibilidad de nadie, pero en facebook están... :)

Mañana a ver si salen unas series mejor de ritmo. Quizá el jueves haga el último entrenamiento, a ritmo M. Y el domingo, a correr mi undécima maratón, qué poco me ha durado la décima. Que además será mi cuarta maratón de Barcelona.

sábado, 1 de marzo de 2014

Crónica de la Maratón de Sevilla 2014

Una de las cosas que más me gustan de la maratón es lo efímeros que son esos momentos de sufrimiento que probablemente sólo nosotros, los maratonianos, sabemos lo duros que son... He intentado explicarlo muchas veces a los que viven en el mundo exterior pero es imposible... :) Que si el tío del mazo, que si el glycogen deplection, que si los pezones sangrando, que si "nunca más vuelvo a correr una maratón"... Los que corremos sabemos lo que significa... Pero cuando se lo contamos a alguien que no corre, al menos, en mi caso, siento que nos miran como pensando "venga, ya será menos"... :)

Y en parte es normal que piensen así, porque una vez que ha pasado el sufrimiento, una vez que hemos cruzado la línea que nos separa de nuestra gloria particular, no necesitamos mucho más de 10 minutos para que todo eso quede como un recuerdo, una batallita que contar, y sólo nos acordemos de la gloria del trabajo hecho, de la marca, de los buenos momentos, de los últimos metros. Y seguramente, cuando contemos cómo nos daba el tío del mazo o como sentíamos que las piernas ya no tiraban, lo hagamos con una expresión que delata que lo que realmente recordamos es que después de los 42 kilómetros todo eso ya había quedado atrás y sólo quedaría para el recuerdo el momento final, el de cruzar la línea y guardar como oro en paño una medalla más...

Hubieron muchos de esos momentos duros ayer en Sevilla. Muchísimos, quizá más que en ninguna otra maratón. Porque cuando vas bien, todavía te exiges más, cuando vas calculando mentalmente que ese reto que te habías planteado hace más de un año está a tiro, te conviertes en el más cruel entrenador, el sargento de hierro que no permite el más mínimo despiste y que no tolera que durante un solo minuto no estés dando todo lo que tienes. Y esos momentos llegaron sobre todo a partir del kilómetro 35...

Pero empecemos por el principio. Todo comenzó el viernes por la tarde. Iba a ser una maratón familiar, como la de Madrid, pero el pequeñajo se puso malito el mismo viernes y la pediatra, con los antecedentes que tuvo de otitis, nos dijo que viajar en avión no era la mejor idea... Así que al final me fui yo solo... :( Viajé cómodo en un vuelo lleno pero con tres asientos vacíos, y en el hotel me cambiaron a una habitación que no tenía un sofá cama desplegado para los enanos...

Sábado por la mañana, visita a la feria del corredor, dorsal, camisetas para los peques ("Mi papá corre más que el tuyo") y Pasta Party.




Ahí me encontré al megacrack Karlos Zarzu, que debutaba en maratón. Muy buena organización en la feria, sin colas, sin agobios, incluso la comida estuvo espectacular. Un poco cabroncetes los de la orquesta, que con previsión de 15 grados a las 12 del mediodía del domingo no se les ocurre otra cosa que tocar "Hace Calor"...

Tras la comida, vuelta al hotel, y en la estación conocí a Salvador, un runner de Valencia con el que estuve repasando batallitas mutuas mientras esperábamos el tren... :) Me convenció de animarme a correr la maratón de Valencia, y yo le animé a pensar en renunciar a algo en su vida para correr Nueva York... Fue la típica conversación de runner, esas cosas que sólo puedes hablar con "uno de los tuyos", y que cuando pasa en un lugar inesperado se convierte en una experiencia vital... :)

Ya de vuelta en el hotel, detallazo de Canal Plus... 4 partidos de fútbol ininterrumpidos, desde las 16:00 a las 00:00... Ideal para pasar una tarde de sábado tumbado en la cama dejando que las patuchas reposen... Goles, más goles, merienda con carbohidratos, una cena maratoniana con más carbohidratos, y a dormir pronto...



Domingo, llegó el día. Diana a las 5:30am. El desayuno del hotel era a las 6:00am, un poco tarde para empezar a correr a las 9:00am. Así que me hice un par de rebanadas de pan de molde con mermelada, zumo de frutas, un plátano, una barrtita de muesli, y al punto 8 por capítulos...



7:45am más o menos, y salgo andando hacia el Estadio Olímpico... Ya ha llegado el momento...



Voy solo, no he hablado prácticamente con nadie, no he quedado con nadie. Concentración máxima... Muchos meses entrenando, algunos sacrificios con la comida, madrugones incontables, y un número en mente... 3 horas y 15 minutos... Era mi objetivo en Barcelona hace casi un año, pero no pudo ser. Corrí Madrid y Nueva York, dos carreras para disfrutar, en las que es muy difícil hacer marca, y volviendo de Nueva York decidí que Sevilla iba a ser donde lo intentara de nuevo. Y por fin había llegado el momento...

Como es costumbre, camiseta de tirantes pese a los 6 grados a los que estábamos.



Pese a la cara de frío, había algo que me estaba torturando desde hacía más de una semana... Que era esa previsión de unos 15 grados a mediodía... Yo entreno a las 5:30am, de noche y casi siempre con corta vientos y guantes. Seguramente eso ha hecho que mi organismo se adapte mucho mejor al frío. Y cuando sube un poco la temperatura, sufro demasiado.

Pero el domingo no era un día de excusas. El calor iba a estar ahí, así que tocaría jugar con él. Hacía frío en la salida, la carrera empezaba fuera del estadio, los primeros kilómetros iban a transcurrir por calles muy anchas, así que pensé que tocaba correr guardando algunos minutos de margen desde el principio, convencido de que el calor me iba a hacer bajar bastante el ritmo al final. Sin conseguía pasar la media con un par de minutos de margen y no pinchaba vilmente y aguantaba un ritmo moderado cuando subiera la temperatura, podría conseguirlo. Así que ése fue el plan.

Salida a las 9:00am en punto, y con las pulsaciones controladas y aprovechando el fresco matutino, intenté buscar un ritmo un poco exigente para ir aumentando el saldo de segundos de reserva... En Sevilla se corre muy bien, he salido en el corral de 3:00-3:15, así que soy de los lentos de la manada, aunque durante los primeros kilómetros ese plus de esfuerzo que estoy haciendo me hace ir a la par del gran grupo... En maratón los primeros kilómetros no se cuentan de uno en uno... El primer hito es llegar al kilómetro 10 muy fresco y con algo de crédito en el segundero. Dicho y hecho, intentando mantener un ritmo intenso pero sin forzar, me planto en el 10 en 44:39, a 4:28 min/km de ritmo.

La temperatura todavía es buena, me siento bien corriendo pero la cabeza empieza a actuar... He estado entrenando a ritmos M de entre 4:34 y 4:40... No puedo correr una maratón entera a 4:28, ése no es mi ritmo. Está bien guardarse unos segundos en la recámara... Pero hay que correr con cabeza. Llego al 15 un poco más tranquilo, me sale una media de 4:33 km/min, en la parte más rápida de la horquilla en la que he estado entrenando, todavía muy entero.

Empiezo a hacer cábalas y calculo que al ritmo al que voy, pasar la media en 1:36 me daría un buen margen para la segunda mitad, en la que el sol acabará haciendo acto de presencia. Los kilómetros previos a la media son levemente ascendentes, lo veo en el ritmo en el Forerunner, pero el 23 de febrero de 2014 no es día para cometer errores. Dejo que el Forerunner me marque 4:45 en algunos tramos, no aprieto más de la cuenta, aguanto el nivel de esfuerzo, pasa la subida, y cruzo la media en 1:36:04. Repaso mis cifras y es exactamente, al segundo, el tiempo que hice en la primera media en Nueva York. Pero esta vez voy muy entero y no tengo esa sensación de haber ido más rápido de la cuenta, empujado por el ambiente, con la que llegué a la media en Nueva York. Pero ya iba mirando de reojo cómo el sol iba calentando más por momentos... Ritmo medio en la media de 4:35, seguimos en la horquilla rápida.


 


Hasta el kilómetro 30 el circuito es muy favorable, muchas zonas con sombra, pendiente levemente descendente, seguimos con calles anchas y el grupo se ha estirado mucho. Paso por el 30 recortando algún segundo, a ritmo medio de 4:34. Todavía no pienso en marca objetiva, todavía no quiero pensar cómo cambiará el ritmo de carrera cuando empiece a apretar el calor. Pero pienso que llegar al km 30 a un ritmo de 4:34 sólo puede ser bueno...

A partir del 30 los kilómetros sí que se empiezan a contar de uno en uno... Hasta el 32 bien, el ritmo empieza a resentirse a medida que el calor hace subir las pulsaciones, pero el Forerunner sigue marcando por debajo de 4:40. Hay un momento crítico, el paso por la Plaza de España, mucha animación, los pelos de punta, pero ni una sombra y el sol ya empezando a fastidiar más de la cuenta...




Uno de esos momentos críticos por los que pasamos los runners... Esos momentos en los que la cabeza empieza a pensar que ya se ha acabado todo, que el tío del mazo nos ha cazado, que ya no vamos a bajar de 5:00 min/km, nuestro objetivo al garete, ¿por qué? :(

Por suerte fue un bache temporal. Lo noté, el sol me estuvo dando de llevo un buen rato y mi cuerpo lo sufrió. Pero entre los ánimos del público, y pensando que dentro de poco volveríamos a tener el cobijo de las sombras, saqué fuerzas y conseguí salir vivo de ese pequeño infierno.

Paso por el kilómetro 35, ya no corría cerca de 4:30, ya iba mucho más cerca del 4:40, y ahora sí, el sol ya no tenía piedad de nosotros... El Forerunner me marca 2h 40m en el km 35, ritmo medio de 4:36 min/km. Hago un rápido cálculo mental, haciendo los 7 kilómetros que faltan por debajo de 5:00, el 3:15 está a mi alcance, pero nadie dice que vaya a ser fácil, las pulsaciones empiezan a desbocarse, las sombras cada vez refrescan menos y las piernas empiezan a sufrir...



He llegado hasta el 35 según los planes previstos, y entre esos planes, estaba enfrentarme con mi peor enemigo, el calor. Tocaba apretar los dientes, hidratarse bien y correr con cabeza. Si mantenía un ritmo cercano a 4:50 no me quemaría más de la cuenta, podría enfrentarme al calor y amarrar la marca. Entrenando con calor he podido mantenerme bien a 4:50, pero si he intentado ir más rápido, he acabado KO... Así que tocaba asegurar. Había otro problema añadido... Empezaba a ser insoportable. Paradojas de la vida, por culpa del frío que hacía al inicio empecé la carrera con ganas de orinar... Y eso que lo hice dos veces antes de la salida. Pero pensé... Aguanta tío... Que esos 30 segundos que puedes perder parando a mear a lo mejor son los que te faltan al final para hacer marca...

A partir del 35 los kilómetros se cuentan de uno en uno y muy despacito, y se hacen eternos. Qué os voy a decir... Leves, levísimas subidas y bajadas que las piernas notan... Cuando subimos veo algún 4:55 en el Forerunner... Pero por suerte en las bajadas las piernas responden y veo algún 4:35... Los kilómetros se hacen eternos, pero veo que las piernas aguantan por debajo de 4:50 y que el esfuerzo va a tener recompensa...

36, 37, 38, 39... Van pasando, empiezo a sufrir cada vez más, el sol ya no tiene piedad, pero el reloj me hace un guiño cada vez que lo miro, lejos de los 5:00... Llegamos al 40, ya se ve el Estadio Olímpico... Uno más, me cuesta mantener ese 4:50 pero no hay bajón... Empiezo a pensar en marca... Y caigo en una cosa... Estoy calculando el tiempo hasta el kilómetro 42, pero hay 195 metros más que Usain Bolt hace en 20 segundos, pero a nosotros nos supone casi 1 minuto si vamos a 5:00... Por un momento siento un escalofrío... Ay que me van a faltar unos segundos... No puede ser...

Ya estoy entrando en el estadio, he puesto el Forerunner a marcar el tiempo total, no quiero saber parciales, ni kilómetros, sólo quiero ver el tiempo, 3:13:30, aún falta mucho, hay que dar casi una vuelta entera al estadio...


 


Menos mal que no paré a mear... Empiezo a apretar, por suerte no he llegado vacío, hago la vuelta al estadio con el Forerunner marcando 4:20, pasando corredores, mirando de reojo el reloj, ya estoy en la recta, bufffff, me ha ido de poco, pero ya está, ahora sí, brazos en alto, paro el reloj en 3:14:40, a un ritmo de 4:37 min/km, mejor marca personal, sub 3:15 y Boston Qualifier... :)






Un sol de justicia hace brillar la medalla de la que más orgulloso me siento... Berlín fue quizá la carrera más técnica y hasta ayer mi mejor marca personal. Ritmo muy constante y segunda mitad casi igual que la primera. Con un clima ideal... Madrid fue la maratón más dura y en la que más disfruté. Subiendo los últimos 7 kilómetros como una moto. También con un clima de lujo... Pero Sevilla no la voy a olvidar nunca, mejor marca personal y mucho sufrimiento sin que el calor me doblegara, me golpeó pero no me tiró al suelo, y la única maratón que he acabado al sprint... :)




Durante la carrera me encontré con un amigo runner y visitante del blog, que iba como un tiro a 4:30... :) En la llegada, me vio Carlos, que con su 3:18 esta también exhuberante... Ya de camino al hotel, con Karlos Zarzu, que en su debut hizo nada menos que 3:03! Y luego me encontré con una comida reparadora y una tarde de reposo para mis doloridas patuchas, con descanso del guerrero incluido... ;)





El día siguiente fue un día de infarto... Esta crónica la escribí en un avión con WiFi gratis, camino a Montreal... :) Aunque no acababa de ver ese momento... El plan original era volver con la familia bien pronto a Barcelona, y quedarme en el aeropuerto para coger el vuelo a Canadá. Como al final no vino la familia, resulta que no pude hacer el checkin online... Bueno, no pasa nada, me levanto pronto, llego el primero al aeropuerto y listo. Listísmo... Overbooking... :( Me dicen que no puedo volar a las 7:00am, que me dan una plaza a las 9:20... El vuelo que tengo que coger sale de Barcelona a las 12:15. Y el de Sevilla de las 9:20 llega a las 11:00 a Barcelona... Un poco justo, teniendo que recoger el equipaje y volver a facturar. Por suerte, vuelo a Canadá con una compañía seria como Lufthansa y he podido hacer el checkin online. Y la compañía poco seria como Vueling sale con retraso de Sevilla, llega por los pelos, y me tiene casi media hora esperando el equipaje... Tenía un plan B, metí ropa y lo indispensable en el equipaje de mano, por si no me daba tiempo a facturar la maleta grande... Llamé a mi señora para que viniera al aeropuerto a llevarse la maleta grande a casa por si no podía facturarla... Al final, por los pelos y corriendo por el aeropuerto, como me pasó en Berlín, llegué, facturé la maleta y pude reunirme con mis compis rumbo a Montreal... :) Está visto que hacer MMP en maratón, en mi caso, supone inevitablemente una carrera extra por el aeropuerto, como me pasó en Berlín... :)

Después de una semana de frío, trabajo y comida en Montreal...









Como parece que todo está en orden, no noto secuelas, mañana domingo empiezo el nano plan de preparación para... Barcelona 2014... 16 de marzo, dentro de 15 días... Si hay niños leyendo el blog, por favor no hagáis esto en casa. No se pueden correr dos maratones en tres semanas... Pero el caso es que lo haré. Manu va a atacar su MMP, y si puedo ayudarle unos kilómetros ahí estaré.

lunes, 17 de febrero de 2014

All the fish is sold...

Hoy hice la última salida seria del plan. Como mucho, el jueves correré unos 8 kilómetros para estirar las piernas y matar el mono... Hoy tocaban 3 km Easy, 6 a ritmo maratón y 1 Easy. A esfuerzo maratón corrí con viento a favor a 4:32, 4:34 y 4:38, pero con viento en contra a 4:41, 4:48 y 4:46...

Y como traducirían en From Lost to the River, Todo el pescado está vendido, All the fish is sold... :) Seguramente la próxima referencia ictícola que haga será el domingo y estará más relacionada con los pescaítos fritos que con frase hecha del título de esta entrada...

Y espero comerme unos pescaítos fritos celebrando una buena carrera. Los deberes están hechos, han sido 15 semanas y 830 km de preparación. Menos kilometraje semanal, mucha más intensidad. Sólo una tirada de 30 kilómetros, pero a cambio he hecho 4 veces 26 km a ritmo maratón, algo que en otros planes sólo ocurría en la Peak Week. Y de regalo, MMP en media maratón y un sub 40 en 10K que ya daba por perdido durante el plan.

En cuanto a ritmos me veo mucho mejor que otros años, entrenar en invierno me ha ayudado mucho, pues con frío me encuentro mucho más a gusto... Mi talón de Aquiles es el calor, por eso voy mirando de reojo el pronóstico del tiempo y me asusta un poco vez que el domingo que viene podemos estar a unos 15 grados en la parte más dura de la carrera... :( La carrera empieza a las 9, no acabaré antes de mediodía, sólo pido unas nubecillas y que salga el sol por la tarde, no es tanto pedir, a ver si hay suerte... :)

La otra incógnita que espero se resuelva positivamente es cómo me sentiré corriendo con unos kilos de menos. Me compré el FitBit en septiembre, y resumidamente, el resultado es éste:


La montañita de noviembre es el viaje a Méjico después de la maratón de Nueva York... La de diciembre, las fiestas navideñas, mucho menor. Y la de enero, el viaje a Canadá, comí mucho y entrené poco... Conclusión... Si controlo un poco la comida puedo bajar algo de peso, ahora estoy entre los 68 y 69. Pero como me despiste un pelo, subo un una semana lo que puedo perder en un mes... :)

Y ya me queda poco más que contar... El domingo a las 9 de la mañana estaré con mi camiseta de tirantes talismán, Forerunner en la muñeca, 6 geles preparados, y esta vez voy tan concentrado que ni llevaré el RunKeeper en al brazo, quiero ir cómodo, ligero y a por todas.

Así que un servidor se retira a sus aposentos, a meditar, descansar, y soñar...

¡Hasta el domingo!

miércoles, 12 de febrero de 2014

Peaked, tapering!

Dejaba el blog hace 10 días contando lo bien que me fue en Granollers, empezando la Peak Week del plan con una media maratón que fue la mejor que he corrido en toda mi vida, a un ritmo de 4:09. La Peak Week clásica empieza con 26 kilómetros a ritmo M, yo esta vez cambié el inicio por 21 kilómetros a ritmo de media maratón, acabando de tal guisa...



Ya había hecho ese entrenamiento varias veces durante el plan. 3 veces, para ser más exacto, me animé a salir un domingo a hacer 26 km a ritmo de maratón. Esas 3 veces corrí a 4:41, 4:34 y 4:38. Sale una media de 4:37... Soñemos despiertos... :)

Pero después de la carrera se me empezaron a complicar las cosas... Tras un esfuerzo así, bajan nuestras defensas... El virus de la gripe llevaba tiempo rondando por casa, después de dejar KO a mi señora y mis cachorros... El domingo por la tarde empecé a sentirme mal...

Y el lunes lo pasé fatal. Ya iba tocado, y una mutación distinta del virus también se había instalado en la oficina... Muchos mocos, dolor de garganta, probablemente algo de fiebre. Aguanté como pude y me fui a dormir a las 9 de la noche, después de tomarme mi taza de leche caliente con un huevo crudo, miel y brandy. A la mañana siguiente me levanté mejor... A medida que pasaba el día iban saliendo los mocos y empezaba a sentirme mejor... Y al llegar a casa decidí que era el momento de calzarse las zapatillas y hacer esos 19 kilómetros a ritmo M del segundo día de la Peak Week.

Salieron muy bien, a 4:38, pese a que la respiración distaba mucho de ser la ideal. Saqué en una hora y media más mocos que en diez horas en la cama, MMP en snort rocketing, y me fui a dormir contento por el entrenamiento y por haber dicho adiós a una gripe condensada en 2 días... :)

El siguiente entrenamiento de la Peak Week ya fue de madrugada, el jueves, las series de 15 minutos a ritmo de media maratón. La gripe y el esfuerzo del domingo, además de un viento demoníaco, hicieron que cumpliera los dos intervalos de 15 minutos a ritmos de 4:24 y 4:26. Un poco más flojo que otras veces... Pero bueno, ya tuve bastante ritmo de media maratón el domingo... :)

Y ya para acabar, el clásico 2E+12M+2E del sábado, en el que los 12M los corrí a 4:33. Ilusionante...

Así queda mi clásico resumen de las últimas Peak Weeks...

BerlínBarcelonaNYCSevilla
26M4:564:444:394:09 (21km)
19M4:404:404:414:38
Series 15'4:18-4:184:28-4:314:16-4:244:24-4:26
12M4:434:414:354:33

El domingo, oh pecador, descansé... En parte porque el lunes... Tocaba empezar el tapering con un entrenamiento cruzado... Si, soy un poco inconsciente, pero es que me gusta tanto el fútbol... :) Me porté bien, según el Fitbit hice al menos unos 5 kilómetros de sprints, cambios de ritmo y regates, y no me lesioné jugando con mis compis... :)

Tan fresco acabé que el martes empecé a tapear con 2,5 km Easy, y 3 intervalos de 2 kilómetros a 4:26, 4:31 y 4:35, estos dos últimos con una ciclogénesis explosiva a todo lo que daba...

Mañana otras series largas a ritmo M... Y el tufillo a maratón ya empieza a rodearlo todo...

domingo, 2 de febrero de 2014

Crónica de la Mitja de Granollers

Soy un hacha haciendo planes cuando se trata de medias maratones. Este invierno decidí correr 3, Vilanova, Sitges y Granollers. Quería intentar bajar mi marca en esta distancia, en la que creo que aún tenía algo de margen para superar el 1:29:33 de hace dos años...

El plan era el siguiente. En Vilanova, me pruebo, a ver qué tal ando de ritmo. En Sitges, voy a cuchillo e intento bajar de 1:29. Y en Granollers, de perfil más complicado, voy simplemente a hacer un rodaje de calidad ya pensando en Sevilla...

Vilanova salió muy bien, mucho mejor de lo que pensaba. 1:29:05, buenas sensaciones en un perfil con algunas cuestas complicadas. Igualito que en mi plan...

En Sitges no pude hacerlo mejor, la semana anterior entrené poco y a una sensación térmica de -25 grados, quizá no fue la mejor manera de preparar una media maratón... 1:30:26... Sí, señor, el día que quería bajar de 1:29...

Y hoy, Media Maratón de Granollers. Ya la corrí hace dos años, con tirada previa incluida, no fui a ritmo de media, pero me pareció una carrera complicada, con 11 kilómetros de subida constante y luego otros 10 de bajada. Este año los cobardes éramos Manu, David, Carles y yo...



Mucho frío... Estiramientos, calentamiento, deseos de buena suerte y me marcho a la línea de salida... Sin saber muy bien todavía como plantear la carrera. Vamos, que presión, ninguna.

La semana transcurrió tranquila en lo que ha entrenamientos se refiere... 9,53 cochineros el martes, a 5:36, extrañamente sin agujetas de los 30 km del domingo. El miércoles series de 2000, por suerte ese día el viento del Besós estaba un poco más relajado de la habitual, y salieron a 4:15, 4:17 y 4:15. Ummmmm, a ritmo más o menos de 1:30 en media maratón. Y el viernes, pensando que el domingo empieza la Peak Week con una media maratón, 8 km cochineros a 5:20.

Esas series del miércoles salieron interesantes pensando en un ritmo de media maratón. Y llegaba descansado. Así que mientras pasaba el rato antes de que comenzara la carrera... Recordando que tanto Toni como Carles hicieron MMP precisamente en esta carrera... Pues me dije a mí mismo...

¿Por qué no? Hoy tocaba correr tranquilo según el plan de las tres medias... Pero...

¿Por qué no intentarlo? Muchas veces he leído que una media maratón a tres semanas de una maratón es un excelente test. La Peak Week me pedía hoy 26 km a ritmo de maratón. Cambiarlos por 21 a ritmo de media maratón me pareció una opción... Así que venga, vamos a probar.

Salida, mucha gente, y empezamos a correr cuesta arriba. Y cuesta arriba corrimos hasta el km 11...


No me gusta correr cuesta arriba... Cansa... :) Aunque las calles eran anchas, el primer kilómetro se hizo muy pesado, frenos, acelerones, zig zags, empujones... 4:23 de media... Me dije a mí mismo... Dónde vas tú, hacer marca en Granollers, empezando a 4:23...

Pero la cosa se fue animando... Se empezó a estirar el grupo, y la subida, aunque constante, no dolía tanto. Hasta el km 9 fui marcando parciales de entre 4:08 y 4:16, con cierta comodidad. Así que empecé a hacer cuentas... La segunda mitad era muy favorable, así que si no perdía mucho tiempo en la primera, podría pasar algo. Iba manteniendo un ritmo para hacer 1:30 hasta el km 9, calculé que me pasaba unos 15 segundos de esa marca...

En el 10 y el 11 la subida pica más, pero el ambiente en La Garriga anima a no bajar mucho el ritmo. Me salieron a 4:20 y 4:21, llegué al cartel del km 11 contando que iba a un ritmo para hacer 1:30:30... Pero... Me sentía bien de fuerzas y a partir de ese momento, todos los segundos que corriera por debajo de 4:15 se los tendría que restar a esa marca...

Así que empecé a pensar que si aguantaba bien bajaría de 1:30:00... Si rascaba unos 8 segundos por kilómetro podría hacer MMP... Y si llegaba fuerte al final y apretaba en los últimos 5, darle un buen bocado a mi marca...

Y las cosas empezaron bien, en el kilómetro 13 ya estaba en tiempos de 1:30:00, las piernas iban solas, no costaba respirar y adelantaba runners sin parar. Hice tres kilómetros más unos pocos segundos por encima de 4:00, la MMP podía caer... Y los últimos 5 km, por debajo de 4:00, lanzado, el público además animando sin parar, el 20 a 3:55, el 21 a 3:50, y los 280 metros que me dio de propina el Forerunner, sintiéndo que las piernas ya no tiraban, salieron a 3:46...

¡1:27:43, un bocado de 1 minuto y 22 segundos a mi MMP de Vilanova!

Obviamente la segunda mitad todos lo hicimos mejor que la primera, pero viendo mi puesto cada 5 km, veo que fui realmente de menos a más, creo que este perfil de subida ligera y bajada ligera me beneficia...


El ritmo medio fue de 4:09. 4:17 los 10 primeros km, 4:03 los 10 siguientes, y a morir a 3:52 los últimos 1097 metros. Recuperando posiciones en cada parcial.



Normalmente, cuando voy a intentar hacer marca, lo digo y eso me ha hecho a veces pegar un buen patinazo... :) Esta vez, no estaba dentro de los planes, quizá porque no sabía cómo iba a reaccionar a este perfil tan raro. Pero ahora que me lo conozco... Creo que ya tengo cita segura cada año en Granollers... ;)

Ahora a descansar hasta el martes, y por la tarde haré el segundo entrenamiento de la Peak Week, 19 kilómetros a ritmo M. Quizá le meta alguno más para compensar que hoy no hice 26... Según me vea...