Además de que el plan de entrenamiento está llegando a su fin a pasos agigantados, estas dos últimas semanas no han sido muy regulares, las vacaciones, con sus subidas a volcanes y trails inolvidables, y con calor para dar y vender, la pájara monumental del domingo pasado y un dolor de muelas asesino me han dejado un poco descolocado. Después del susto del fatídico domingo, esta semana he decidido bajar un poco el pistón, y el sábado, de nuevo con un calor inhumano y con la molestia de la muela del juicio juzgándome de manera cruel, guardé fuerzas para la tirada larga del domingo, pues ya quedan pocas y hay que sacarles partido.
Necesitaba una señal. He mirado mucho mis entrenamientos de años anteriores por estas fechas, no voy mal, más o menos como el año pasado, quizá algo más lento pero a cambio me noto más resistente. Pero los domingos no me estaban dando esas buenas vibraciones de otros años... Y el domingo, la primera señal llegó del cielo...
Pero de manera muy terrenal, no esperaba otra cosa. Nubes... Preciosas, enormes, azules, ¡¡¡nubes!!! El pronóstico del tiempo decía que las temperaturas bajarían unos pocos grados acompañadas de nubes y viento... Lo cual hace que la sensación térmica no sea tan asfixiante como cuando pega el sol de lleno. Así que el mismo sábado por la noche, con estas datos, decidí ejecutar el Plan A de entrenamiento dominical.
Decisión tomada. Domingo. Despertador a las 5:00am. Desayuno a las 5:10am. Último capítulo de Falling Skies antes de las 6:00am. No está mal, mientras se espera la tercera de The Walking Dead y la última de Fringe... :) Punto 8, ni fu ni fa, preparo un gel, me tomo unas Sport Beans, lleno dos botellines de Aquarius, veo que el día ha amanecido nublado y un poco más fresco, y a las 7:45am, con la digestión bien hecha, empiezo a correr hacia el río.
Las sensaciones no son muy buenas pero tampoco son malas. Primero kilómetro a 5:52. Empezando tranquilo, es lo mejor. Sigo por el río, con viento favorable, ritmos entre 5:09 y 5:14 y pulsaciones bajas. Sensaciones, normalitas. Unos días me lanzo ya por debajo de 5:00, otros voy cochineando a 5:25. Así que, lo dicho, ni fu ni fa. Salgamos del río, rampas, puentes, vallas... 5:21... 3 kilómetros clavando 5:19 en dirección al litoral, con viento lateral algo favorable... 5:23... 5:22... Pulsaciones bajas, alrededor de 145bpm...
Estoy llegando a las Torres Mapfre, llevo 10 kilómetros en las piernas y tengo dudas. No voy como hace una semana, que me pesaban las piernas y el cuerpo no carburaba. Tampoco voy sobrado, las piernas no van sueltas, además, parece que empieza a gestarse una amenaza de réplica de punto 8... Una sombra de duda se avecina... ¿Sigo jodido? ¿Algo no funciona? La muela no molesta... Las piernas no están cansadas... Las pulsaciones tienen aún mucho margen para subir... Pero estoy corriendo a 5:23... Entonces, recuerdo el libro de Jack Daniels...
Jack Daniels contaba la historia de uno de sus pupilos, en un campeonato en pista, creo que era un 5000. Se había descolgado del grupo de cabeza, no tenía buenas sensaciones. Cuando pasó al lado del mister, le dijo que no iba cómodo, que quería abandonar... Jack Daniels le dijo que de acuerdo, pero que aumentara el ritmo, alcanzase al grupo, y entonces ya podía abandonar... Aceleró, atrapó al grupo de cabeza... Se sintió mucho mejor, aceleró más, los pasó, ¡y ganó la carrera!
En el libro menciona en más de una ocasión que a veces un cambio de ritmo hace que el cuerpo trabaje mucho mejor. Así que me dije...
Chaval... Esto es maratón... Ni muelas, ni cansancio, ni la gilipollez ésa de las malas sensaciones, esto se trata de correr, lo rápido que puedas y que el cuerpo pueda aguantar, así que o empiezas a correr o sigue haciendo el atún y en Berlín te vas a comer un ñus...
Me concentré en la zancada, en la respiración, en la cadencia... Por unos momentos pensé dar la vuelta al cumplir los 11 kilómetros y acabar con 22 y la moral por los suelos... Pero no, no era el día para eso, la temperatura era buena, las malas sensaciones estomacales habían pasado y me sentí mucho mejor después de meter una marcha más. Kilómetro 11, 5:17. Dejó atrás las Torres Mapfre y sigo en dirección al hotel W...
Van cayendo los kilómetros y el ritmo mejora. En el hotel, kilómetro 13, doy la vuelta a 5:03. Ahora toca correr con viento lateral y algo en contra. Eso hace algo más difícil correr, pero en cambio la sensación térmica es mucho más fresca. 5:14 y 5:16, no es mal ritmo para una tirada larga con viento en contra, pero empiezo a sentirme mucho mejor, el gel me enchufa, el ambientillo por la zona, la temperatura mucho más agradable, empezar a visualizar las calles de Berlín... El reloj empieza a marcar ritmos por debajo de 5:05, cae uno a 4:59, me voy sintiendo cada vez mejor...
Llevo 20 kilómetros cuando llego a San Adrián, el ritmo es bueno, un par de kilómetros a 5:15 pero otros dos a 4:59 y 5:02, después de dar la vuelta en el hotel W, estoy haciendo la segunda parte más rápido y con mejores sensaciones que la primera. Paro unos segundos para llenar un botellín de agua y beber, esta vez los cálculos han ido bien, no me ha faltado líquido, aún me queda Aquarius y me llevo algo de agua extra para el último tramo. Bajo al río, me espera viento en contra y las piernas ya llevan 21 kilómetros a cuestas, en ese tramo he sufrido mucho otras veces...
Pero me llegó la señal... 5:03 y 5:02 cruzando el puente, subiendo y bajando rampas, y piso el río con la moral por las nubes. El viento es fuerte y cambiante, eso refresca pero a veces ralentiza mucho. Ritmos ágiles, 4:52, 5:00, 5:03... Kilómetro 25, llego al punto de referencia, estoy a un kilómetro de casa y lo he hecho a 5:03. Las pulsaciones han pasado muy levemente de 160bpm, estoy con fuerzas y ganas.
¿One more? ¿Cómo que one more? ¡Vamos a por six more!
Decido que es un buen día para meterse más de 30 kilómetros, una de las guindas de casi cualquier plan. Hoy es el día, hoy he visto la señal que esperaba.
Conozco ese tramo... Es donde el viento pega más fuerte. Lo hago a 5:14 pero me noto bien. 5:02, ya van 27. No voy a hacer más de 32 y voy fino, así que decido meter una marcha más, no voy a decir que un hachazo, pero sí un cambio de ritmo. ¡Funciona! 4:57, viento en contra que sigue castigando pero a la vez refrescando, 4:51, bien, 4:52, vamos, 4:42, ¡toma! 440 metros más a 4:44, y fin del entrenamiento de hoy, 31,44 kilómetros, a un ritmo medio de 5:09 y pulsaciones de 154bpm.
Bien de ritmo para ser agosto, muy bien de pulsaciones, pero lo mejor, acabando fuerte y con ganas de más. Me sentía con fuerzas para 10 kilómetros más, buena señal, el cuerpo ya pide maratón, la cabeza empieza a tener grabada esa distancia como objetivo a corto plazo y las piernas pueden con ella... Eso buscan los tres primeros meses del plan. Prepararse para resistir...
Y ahora toca trabajar el ritmo de crucero. Rodajes a Tempo, el ritmo T de Jack Daniels, como tan bien define él, comfortably hard, confortablemente duro, quizá difícil de entender para quien no le da a las zapatillas, pero seguro que todos sabemos lo que quiere decir eso... :)
Así que después de la tirada larga del domingo y del descanso de hoy, mañana, vamos a probar esos ritmos T. Esto es maratón.
Suele pasar que cuando peor parece que vamos... zasss sale el mejor entreno del plan y encima notas que te queda gasolina... eso es como llegar primero a la meta poder ir saludando no?
ResponderEliminarIsidro,... Con esas sensaciones y con esa tirada, te comerás el maratón con patatas fritas. Un abrazo, socio!
ResponderEliminarEste verano ha sido un infierno entrenar para todos, nunca había vivido un verano tan caluroso como este, Isidro, el maratón de Berlin lo tienes en el bolsillo, tienes todo mi apoyo, un saludo.
ResponderEliminarNo hay nada mejor que disfrutar asi, haciendo kilómetros,enhorabuena vas por muy buen camino.Saludos
ResponderEliminarEse entrenamiento (tirada larga) es de los que da mucha moral de cara al maratón. Felicidades. Al final todo ese sufrimiento pasado, parece que tendrá su fruto. Saludos
ResponderEliminarEsta saliendo la bestia parada maratoniana, estás donde tenías que estar
ResponderEliminarMadre. Que chute de moral esa tirada larga.
ResponderEliminarNunca he sentido esa sensación de ir al principio mal y despues resurgir de las cenizas.Si voy mal termino peor y creo que es algo muy bueno de cara un maraton.
ResponderEliminarAnimo con esos ritmos T.
Muy bien Isidro, hay que tenerlos bien puestos para hacerse una tiradita de mas de 30k con la que está cayendo este verano y por mucho que hayan dado tregura los termómetros. Yo también soy de los que de vez en cuando tengo que "darme un apretón" cuando entreno para subir pulsaciones y encontrarme mas agusto.
ResponderEliminarHes estado fuera y no he podido visitarte hasta ahora, pero veo que no has parado ni un segundo, con volcanes y encuentros incluidos. Me alegro que todo vaya bien, y que el calor esté dejando asomar al fiera que eres. Te veo sobrao...
ResponderEliminarGran portada Isidro es la que me falta a mi , hacer esa gran tirada que tambien busco el momento , espero que sea este Domingo , maravillosa la historia del pupilo del Jack Daniels la desconocia , saludos y espero que nos veamos en Berlin ,saludos
ResponderEliminarGenial la tirada larga Isidro, esa maratón de Berlín ya la tienes hecha y con nota, allí hará más fresco, rodarás mejor.
ResponderEliminarTiene que ser un gustazo correr por esa zona tuya, he visto el recorrido, lujazo.
Esto es maratón y este es mi campeon, sí senor, me he emocionado.
ResponderEliminarEstoy con Gonzalo, esto es la grandeza del maraton...animoooo!!! que lo peor ya esta hecho!!
ResponderEliminarEs normal tener algún día de esos raros, pero, y lo que mola cuando sale uno de los guapos...?
ResponderEliminarLlevas buen motor, pese a empezar ranqueante el diesel hace su efecto y ir encontrándose mejor a medida que pasan los km es acabar con la mejor satisfacción.
ResponderEliminarSalud, km y a eguir con Berlin que ya queda poquito.