¿Es bueno machacarse 27 kilómetros con sol y acabar pidiendo la hora? Eso estaba pensando yo el domingo a partir del kilómetro 19 de la tirada larga... Y quiero pensar que hoy martes he visto que sí. Pero empezaré desde el principio, porque el sábado también tocaba entrenar, porque parafraseando a los grandes... Esto es maratón...
El sábado, visita de rigor al puente del Fórum para comprobar si está abierto o no... :) Mis 14 kilómetros habituales, divertidos, un rato por el río con viento, unas rampas saliendo del parque fluvial, subidas y bajadas cruzando bajo el puente de Renfe, cruzando luego el puente del Besós, correr al lado de la playa, subir el puente del Fórum con las pulsaciones subiendo proporcionalmente, media vuelta, deshacer lo hecho, y volver a casa con 14 kilómetros más en las piernas como previa a la tirada larga del domingo. Acabó bien la cosa, inicio muy cochinero, lo normal a las 7:01am, 5:50, y luego ritmos muy estables entre 4:58 y 5:11, cuidando no abusar y controlando las pulsaciones, que quedaron en una media de 145bpm y el ritmo en 5:08. Si no hubiera cochineado vilmente los primeros 1000 metros habría sido de muy poco más de 5:00, pero lo importante es correr bien, administrar el esfuerzo, no hacerse daño y guardar fuerzas para el domingo...
Porque el domingo las iba a necesitar... :( Me equivoqué desde el principio. Estaba muy contento con la tirada larga de la semana anterior, regulando muy bien desde el principio y acabando fuerte y con un two more de bonus. Pero, oh iluso de mí, inconscientemente a lo mejor pensé que en 7 días iba a pasar de correr bajo un sol de justicia a 5:16 a correr a 15 segundos menos de media, además saliendo más tarde y por tanto con más calor... ¿Cómo se puede ser tan burro? Pues sí, así de burro fui... Empecé suave, a 5:34, hice un kilómetro más hacia Montcada antes de bajar al río, y luego me fui animando, entre el viento a favor y que iba fresco, cayeron 5 kilómetros al lado del Besós entre 4:52 y 4:57. Pero las pulsaciones ya estaban en 150bpm...
Salgo por el litoral, no quiero cuestas en el Fórum, y el ritmo, con viento lateral, se estabiliza entre 5:00 y 5:05... Qué bien, hacía una semana iba a 5:15 y ahora más o menos a 5:00 de media. Qué alegría, pero qué poco iba a durar... El sol empezaba a apretar. Iba bebiendo, me dio incluso por tomarme unos Sport Beans en carrera, y ahí empezó el desastre... No le voy a echar la culpa a los Beans, pero ir masticando mientras se corre a mí me destroza vivo, pierdo el ritmo de la respiración, me suben las pulsaciones, y además, quizá acostumbrado a los geles, me da la sensación de que no me han hecho mucho... Total, que sigo hasta llegar al Hotel W, ahí me tomo el gel, media vuelta con 14 kilómetros en las piernas, y 165bpm... Esto pinta mal.
Otras veces ese segundo tramo se me había hecho más llevadero, tras dar media vuelta. El viento, la moral, no sé, el caso es que los ritmos mejoraban, las sensaciones también, e incluso llegaba al río con fuerzas. Pero el domingo no... Los 5:05 pasaron a ser 5:25 sin visos de mejorar... Empiezo a parar en las fuentes... Kilómetro 20 a 5:44, pájara del quince... 5:34, 5:43 y vuelvo al río... Sufriendo, muerto de calor, después de haberme bebido tres fuentes enteras y rellenar los botellines con agua fría. Rezo por resucitar en el río, pero nada, ligera mejoría, terreno completamente llano, sombra, viento en contra que hace que cueste más correr y suban las pulsaciones, pero a cambio, disminuye la sensación de calor... Unos kilómetros a 5:37, 5:38 y 5:36, pero llega el bajón definitivo y voy arrastrándome a 5:50 y 5:52 hasta que logro llegar a casa como alma en pena...
La media es engañosa, sale un ritmo de 5:19, apenas 3 segundos más lento que hace 7 días, pero la diferencia es que el domingo habría acabado en el hospital si hubiera corrido 1000 metros más, y hace 7 días aún me habría animado a seguir a un ritmo suave algún kilómetro extra...
Después del castigo, comida familiar, y a recuperar largamente esas 2153 calorías que dice Garmin que me dejé en el entrenamiento... :) Un descanso el lunes, y hoy martes, quería hacer un entrenamiento de calidad y ver qué secuelas había dejado lo del domingo...
¿Semejante sufrimiento es un desgaste innecesario y contraproducente, o puede ser una manera de llevar al cuerpo a sus límites y empujarlos un poco más hacia delante?
Pues vamos a verlo... Me levanto pronto, café y galletas, Sport Beans, y a correr. A las 7:14 iba hacia el río, esta vez, dirección Montcada, con el castigo del domingo aún reciente quería evitar gestos forzados saltando la valla de acceso al río, así que correría apenas unos 300 metros menos pero sin saltos mortales. La primera mitad iba a ser con viento en contra, la segunda a favor, todos los ingredientes para un buen progresivo.
Salí más enchufado, 5:31 el primer kilómetro suele ser señal de que hay ganas de correr. Además, tenía a unos 100 metros a una pequeña manada de runners que iban en mi misma dirección, así que mi instinto de depredador de asfalto hizo el resto y los pasé fácilmente mientras el ritmo subía a 4:57 el segundo kilómetro, con viento en contra. Iba muy ligero, sorprendentemente ningún resto de cansancio en las piernas, fui enchufando un kilómetro tras otro arañando algún segundo y cayeron a 4:53, 4:54 y 4:51, ya habiendo girado en Montcada.
Y ahora, viento a favor, y aumentando poco a poco la cadencia de la zancada y la respiración, 4:38, sin ninguna sensación de dificultad y... ¡A 150bpm! Mantengo el ritmo, uno más a 4:34, ¡151bpm! Flipando, voy muy cómodo, pruebo a meter una marcha más, 4:23 y pulsaciones ya a 157bpm, y sensaciones excelentes. Uno más, ahora sí que aprieto, 4:09 y el corazón late 165 veces por minuto, y últimos metros llegando a casa a 4:07, sin pasar de 165bpm.
Una media poco habitual en mi ruta a esas horas, de 4:45, pero con unas pulsaciones medias de 146bpm. He consultado el histórico del rubiTrack, y ese ritmo a 146 pulsaciones no lo he hecho en mi vida. Puede ser una pequeña supercompensación después del castigo del domingo, o que quizá el esfuerzo va dando frutos. Visto el resultado, si toca volver a correr con calor, sufriré con alegría... :)
Mañana un cochinero más, y me voy. El jueves empezaré las vacaciones madrugando, y con sorpresa, prometo fotos... ;)
De entrada lo que está claro es que asimilaste bien el sufrimiento y no te dejó secuelas.
ResponderEliminarYo creo que siempre es mejor entrenar fresquito y con buenas sensaciones, pero esas tiradas largas en las que vas mal y sufres son el entrenamiento perfecto para los últimos kilómetros del maratón.
Me consta que el Cabildo de Lanzarote está preparando el operativo para cerrar las carreteras y que el gran Isidro Gilabert entrene en condiciones. Disfruta las vacaciones.
Disfruta mucho de las vacaciones y de los entrenos en sus días buenos y en los malos.
ResponderEliminarSaludos.
De vacaciones que bonita palabra ,jajaja que las disfrute amigo seguro que disfrutaras ,saludos
ResponderEliminarPartiendo de la teoría de que los entrenos no hay que llevarlos al límite, soy de los que piensan que lo que no te mata te hace más fuerte, aunque el riesgo de avería se multiplica.
ResponderEliminarDe esas hemos hecho todos y seguimos en pie...
Saludos y disfruta de las merecidas vacaciones...
Soy el de la fuente que secaste: por favor, que sea la última vez, que luego los niños no tienen con qué rellenar los globos.
ResponderEliminarLas sport beans,...pediste el bote de 2 kilos, ¿verdad?
Y por último, uno que iba en la manada de runners de ayer me comenta que no hace falta cebarse tanto con los que no entrenan a lo bestia como tú.
Estás en forma y recuperas bien, muy buenos entrenos...ahora a disfrutar de las vacaciones y a seguir con los entrenos por Lanzarote.Feices vacaciones.
ResponderEliminarSufre ahora para disfrutar en Septiembre.
ResponderEliminarPero si tu disfrutas más sufriendo, ¿eh? que lo sé yo, que tú eres de esos que corren maraton.
Ayyyy, pues sí que eres un poco brutiño. Lo de descansar entre entrenamientos no va contigo no? menos mal que ahora vienen las vacaciones aunque conociéndote... Venga, a pasarlo bien!
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