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domingo, 7 de agosto de 2011

Lemon squeeze

Exprimido. Si tuviera que resumir en una palabra lo de hoy, exprimido sería la palabra. Llegué a casa sin una sola gota de jugo runner, el exprime limón de hoy me ha dejado seco y derrotado. No me ha salido tan bien como me hubiera gustado, sobre todo el final, pero claro, si falló el final es porque no supe dosificar al principio...

Y por el principio empezaré. Hoy tocaba uno de los entrenamientos más jodidos del plan, con perdón, y quería hacerlo en buenas condiciones. Así que me levanté a las 6:00am, y preparé un pastel de carbohidratos del Decathlon, recomendación de El Abuelo Runner. La verdad es que el pastel está bien bueno, y al ser de chocolate, cumple perfectamente las veces de catalizador del punto 8... :) Después del desayuno me pegué una siesta, si se puede llamar así a esas horas, en el sofá, hasta que mi cachorro mayor se levantó y vino a preguntarme qué demonios hacía durmiendo en el comedor... :)

Después del descanso extra, fui preparando mis cacharros, dos botellines de Aquarius, dos de agua, un gel y la gorra blanca, por precaución, pese a que el día, que me perdonen los que se quedaron sin playa, amaneció con unas nubes preciosas y una temperatura agradablemente fresca... Después de estirar un poco, a las 9:33am ya estaba corriendo hacia el río, con la inteción de exprimir el limón por partes... 3 kilómetros calentando, 4 series de 6 minutos a ritmo T y 1 de descanso, 1 hora a ritmo E, 20 minutos más a ritmo T y 3 kilómetros más volviendo a casa. Este entrenamiento pretende hacer una maratón a escala. Nos va menguando las fuerzas con las 4 series. Nos enseña a dosificar en el tramo central. Y nos hace sentir lo difícil que es sacar fuerzas cuando se acerca el final.

Tras el preceptivo calentamiento, enfilé el camino hacia el mar, y empecé el primer squeeze...

6 minutos a 4:27, empezando a entrar en calor. Buenas sensaciones. El pastel de carbohidratos parece que ha sentado bien. Hacía mucho tiempo que no desayunaba bocadillo o huevo... :) La primera vez que se aprieta un limón suele salir bastante jugo.

Segundo squeeze a 4:18, más enchufado. Apretando un poco el limón seguía saliendo bastante jugo... El primer apretón dejó el limón más blando y fue fácil exprimirlo un poco más.

El tercero a 4:13, ya hubo que exprimir hasta casi los 170bpm, pero seguía habiendo jugo que extraer. Un poco de Aquarius, buenas sensaciones, bendigo el día que descubrí el pastel de carbohidratos, doy media vuelta poque se me acaba el río, y me preparo para el último squeeze de la primera tanda, para acabar de exprimir el limón pero dejar algo de jugo para después.

Esta vez, con viento en contra, lo hago a 4:19, acabo bien de fuerzas, analizo la situación, Jack Daniels nos pide exprimirnos en cuatro fases, hemos gastado bastantes energías en esas 4 series a ritmo umbral, y ahora toca correr una hora a ritmo fácil, dejando que el limón gotee poco a poco, después de haberlo estrujado poco antes.

Y sorprendentemente, seguro que por el buen clima de esta mañana, empecé a correr a un ritmo mucho mejor que el que suelo llevar estos días, en pocos minutos puse el piloto automático y después de los 4 estrujones empecé a correr a 5:00 clavados en dirección al mar, pensando en ir por el litoral y dar media vuelta justo para llegar al final del paseo fluvial del Besós y hacer los últimos 20 minutos.

Todo bien, ritmo muy estable, clavado en 5:00, bajando a 4:59 antes de dar media vuelta, me tomo un gel, me pongo a 4:58, pero voy viendo de reojo que manteniendo el ritmo las pulsaciones iban subiendo lenta pero inexorablemente desde que empecé este tramo, 160, 161, 162... Y llegando al puente que cruza el río iba a 170... Curiosamente, sin la sensación de ir con las pulsaciones tan altas, pero pensando que no me iban a quedar muchas reservas para correr 20 minutos a más ritmo.

Ahí me equivoqué. Empecé a 160bpm y debía haber intentado mantener ese ritmo cardíaco aunque fuera a costa del ritmo. Esa hora a ritmo E habría sido igual de válida a 5:10 ó 5:15, pero me dejé llevar por el 5:00 psicológico y llegué ya sin jugo que exprimir al río...

Y al empezar los 20 minutos a ritmo T, pude correr por debajo de 4:30 apenas 200 metros, llegué a las 175 pulsaciones, y me di cuenta de que el limón estaba seco y no quedaba nada que exprimir... :( Intenté mantener el ritmo, pero a 175 bpm no había mucho para mejorar. Ese tramo se me hizo eterno, el Forerunner iba marcando 4:35, 4:40, 4:42, 4:45... Y yo me moría... Habría podido seguir a ese ritmo de 5:00 cómodamente más tiempo, estoy seguro, pero el arreón final se me hizo imposible. A los 5 minutos quería parar... Pero no, de los errores de aprende, pero si se paga por ellos. Así que seguí, maldiciendo, apretando los dientes, sufriendo, con las pulsaciones muy altas, los minutos se hacían eternos, el ritmo bajaba, 4:46, 4:47, 4:50, 4:52... Ya queda menos, ese ritmo no es para echar cohetes, pero estaba aguantando, me fijo el objetivo de no bajar de 4:55, y apurando al final, acabando a 178bpm, cumplo los 20 infernales minutos a un ritmo umbral de 4:55...

Me bebo todo lo que llevo encima, y sigo a un ritmo asquerosamente cochinero mientras voy recuperando el aliento, algo menos de 2 kilómetros a 6:26, tampoco había mucho más que enfriar, un muerto ya está bien frío, así que me fui para casa con un pequeño cabreo por lo mal que dosifiqué las fuerzas pero contento por haber acabado casi de una pieza.


Creo que he repetido los errores de mis dos maratones. Empecé fuerte, y durante el desarrollo de la parte suave del entrenamiento me dejé llevar por las buenas sensaciones y las ganas de hacerlo bien y lo pagué muy caro al final. Acabar apelando a la épica, casi resurgiendo de las cenizas de uno mismo, no es la mejor manera de entrenar. Debería haber aprendido la lección. Y este recordatorio ya ha de ser el último. Dentro de 3 semanas toca un entrenamiento parecido pero incluso algo más duro, no puedo fallar ahí.

7 comentarios:

  1. Bien coño bien Isidro. Cada vez me gustan más los exprime-limones, son duros durísimos, sólo aptos para corredores fuertes de físico y cabeza y "enchufados" a un plan. Lo has acabado como un campeón. Esto te endurece y te da confianza. Los dos últimos kms siempre salen a ritmo super-cochinero. Bien Isidro, vamos a por ello.

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  2. Madre mía Isidro, que entreno Dios. Hago yo eso que has hecho tú hoy y lo único que podría decir sería un: "Ay Señor llevame pronto...".

    Crack. Eres un crack.

    Un saludo.

    Javi.

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  3. Vamos a hacer un lectura positiva... Si tú mismo reconoces que no lo has hecho como deberías... Si crees que te has vuelto a equivocar en los ritmos... Es que estás creciendo como maratoniano... Lo importante es aprender y resolver futuras situaciones a partir de los errores propios...

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  4. Isidro, después de este super entreno y exprimirte al máximo no crees que es normal llevar ese ritmo los últimos kilómetros? si ya sé que te exiges mucho pero vamos lo importante es ya sabes tu error ahora hay que pulirlo aunque con tu experiencia poco hay que pulir eh!
    Ánimos que esos ritmos solo son para cracks como tú!
    bss
    Tania

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  5. ¿pero que se puede esperar de un señor que desayuna un pastel de chocolate, se duerme en el sofá a la vista de sus hijos y se mete semejante paliza? Estamos locos, no lo cuentes por ahí, nadie nos va a entender

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  6. Pero Isidro, si el entrenamiento consistía en simular los efectos del muro, pues pefecto, lo has conseguido, de eso se trataba, si hubieras acabado más fresco seguro que habrías pensado que deberías haberte exprimido más al principio. Venga que vas muy bien.

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  7. Te vas a hacer duro, duro con esos entrenos. Últimamente desayuno la avena esa que patrocina Carles con cereales Special K y miel y me da una energía del carajo para el resto del día (te lo digo por si quieres experimentar con otra cosa)

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