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domingo, 28 de octubre de 2012

Disfrutando de la montaña

En la montaña se disfruta mucho más que en el asfalto, aunque sea con matices, creo que todos estamos de acuerdo. Aunque en la montaña se puede sufrir mucho si no corremos con cabeza...

Lo pasé fatal el domingo pasado, y hoy, una semana después, con algunos kilómetros menos pero repitiendo buena parte del recorrido, lo he pasado en grande y he hecho un buen trabajo aeróbico.

Entre la media maratón de montaña de Serralada de Marina y la ruta de hoy, un Pollo - Cruz de Montigalá, he hecho tres entrenamientos, siguiendo en la línea de recuperación tranquila de estos días. Dos cochineros tranquilos martes y jueves, de 9,5 kilómetros. El martes, muy suave, 136bpm y 5:49 de media. El jueves, algo más animado, 140bpm y 5:34 de media. Y un tercer entrenamiento el sábado, más animado, 145bpm y 5:23 de media, los 14 kilómetros clásicos del sábado hasta el puente del Forum y media vuelta.

Tras los tres rodajes suaves y la mejora paulatina de las pulsaciones, hoy tenía ganas de volver a calzarme las Asics y salir a patear el Turó del Pollo y repetir el final del recorrido de la carrera del domingo. Salí mucho más tranquilo, sin dorsal y con cabeza, a las 8:34, bien desayunado, y soportando un frío y un viento terribles... Hoy todos los runners de Barcelona y alrededores hablábamos de lo mismo... :) Por suerte el frío no me molesta para correr, más bien lo contrario. Salí en dirección al Turó del Pollo, subí bien, sin llegar a 170bpm, con las manos congeladas y disfrutando del paisaje, ¡se veía Montserrat perfectamente! Di la vuelta al turó, sin llegar a subir, como el domingo pasado. A unos 100 metros tenía a un grupillo de runners, así que me animé a darles caza, y tras rodear el turó y empezar la bajada, los pasé sin problemas, pero sin hacer el burro, manteniendo el nivel del esfuerzo. A partir de ahí hice la misma ruta que el domingo pasado, comprobando que las veces que tuve que parar y seguir andando no fue porque la pendiente fuese muy dura, sino porque hace 7 días iba totalmente reventado. Hoy subí bien, sin necesidad de ca-co, sin bajar de 5:40 en los tramos de más desnivel, no a esos más de 6:00 del domingo pasado... :( Y repitiéndome una y otra vez que no volveré a hacer el animal en una carrera de montaña nunca más... :)


Cayeron 14,19 kilómetros a una media de 5:32, pulsaciones a 155bpm de media sin pasar de 173, y desnivel acumulado de 307 metros según el Forerunner, 426 según el RunKeeper y 492 según Google Earth... Llevaba la ruta grabada, y gracias a ello sólo me equivoqué dos veces de camino y pude retroceder rápidamente... :) Un recorrido que seguramente repetiré, con una buena subida inicial durante 5 kilómetros, y luego bajadas suaves y alguna rampa más que con las piernas cargadas sientan muy bien... :) Como aún no estoy de lleno en el plan, y con la Behobia y alguna 10K y media en el horizonte, seguiré probando la montaña los fines de semana. Es buen momento para trabajar la potencia, ya llegará el momento de volver a las marchas largas de cara a Barcelona 3:15... ;)

domingo, 21 de octubre de 2012

Crónica de la media de montaña Serralada de Marina

En el último libro de running que he leído, "Mastering the Marathon: Time-Efficient Training Secrets for the 40-plus Athlete", el autor, el amigo Don Fink, dice que si en una carrera no has pensado en abandonar al menos tres veces, es que no te has esforzado lo suficiente...

Hoy se me ha pasado por la cabeza tirarme al suelo y esperar a que me recojan y me lleven a casa al menos 65.536 veces... :) La montaña no me quiere, o soy yo que no la trata como merece, el caso es que ha sido un sufrimiento terrible, he pensado eso de "nunca más lo vuelvo a hacer" 32.768 veces, pero seguro que volveré a hacerlo, aunque espero que con más cabeza, o más piernas, o más cardio, o mejor preparación...

Ayer fui a por el dorsal y el pulsímetro de regalo. La inscripción costaba 20 euros, así que lo del pulsímetro debía tener truco... El truco es que es doblemente digital, digital por los botones y numeritos, y digital porque para medir las pulsaciones hay que poner dos dedos en el reloj... :) Lo probé en casa y parece que funciona, aunque me llevé un pequeño susto. Se lo quise enseñar a mi hijo, le intenté tomar las pulsaciones, pero no marcaba nada... Supongo que ver 4 temporadas seguidas de Battlestar Galactica me influyó, el caso es que por unos minutos tuve la duda de si mi hijo podía ser un Cylon, pero no, finalmente, poniendo bien los dedos y sin sujetar yo el reloj, le marcó correctamente el pulso y se disiparon mis dudas.

Ya con los dorsales preparados, Manu y Toni pasaron por casa con el coche, ya nos encontraríamos con el Abuelo Runner en la salida. Llovía un poco, aunque las apocalípticas previsiones sobre diluvios, inundaciones y otras catástrofes naturales, al menos en Barcelona, quedaron en nada... Cayeron cuatro gotas, antes de la salida, pero paró de llover poco antes de empezar y casi acabando la carrera incluso salió el sol. El recorrido estaba impecable, apenas un par de charcos, y el terreno estaba en su punto para correr.

Buena organización antes de la salida, sin problemas para dejar la bolsa y echar la última meada, con tanto árbol por ahí... :) Nos vimos con Rafa y dos amigos que venían con él, nada, unos chavales que les gusta eso de correr por la montaña, uno ganó la prueba de 10K y el otro estuvo por ahí cerca... :O

Calentamos un poco, y flipé con la música que puso la organización durante el calentamiento, simplemente, ¡¡¡alucinantemente genial!!! La banda sonora de las pelis de James Bond, Carros de fuego, y ya casi a punto de darse la salida... ¡¡¡La música de El Equipo A!!! Jajaja, me estaba riendo yo solo pero no se lo podía contar a nadie... :) Resulta que en la oficina, en mi nueva empresa, mi equipo ha empezado haciendo varios proyectos, demos, prototipos tecnológicos, ayudando en proyectos en curso, haciendo herramientas, optimizaciones, project management, vamos, de todo un poco. Y como somos así de graciosos, nos hemos autobautizado como El Equipo A... :) Llevo tarareando la musiquilla toda la semana, y hoy, antes de empezar a correr, ha estado sonando la canción a todo volumen... :)

¡Y a correr! La salida era cuesta abajo, 1200 metros de bajada vertiginosa... A Toni lo perdimos de vista de inmediato, y en la bajada, tenía ganas de correr y bajé el primer kilómetro a 4:09, miré a Manu y al Abuelo y me dijeron que tirara, así que me dejé llevar por la marabunta humana en la bajada...

Empezaron las cuestas y los toboganes. Aún iba fresco, hasta el kilómetro 6 iba marcando ritmos de entre 4:56 y 5:18, recuperando en las bajadas e intentando dosificar un poco en las subidas. Un kilómetro más con una bajada terrible por trialeras, en la que las Asics funcionaron de maravilla, ni un resbalón, ni una mala pisada, recorde las caídas de L'Endimoniada, pero esta vez, con el terreno un poco mojado, bajé mucho mejor. Me sirvió para recuperar un poco, se montó un trenecito de runners, y ahí se acabó la diversión...

Empezaba lo divertido. Primera subida asesina, criminal, abominable... Casi dos kilómetros al 6% de media, subiendo hasta la urbanización Vallensana, un clásico de las carreras por esta zona. Otro tramo durillo en la urbanización, una bajada para recuperar el aliento, y luego otra rampa aún más dura que la anterior, donde empecé con el ca-co... Salimos por fin de la odiada urbanización, que es a las carreras de montaña de Santa Coloma lo mismo que el Paralelo a las carreras urbanas de Barcelona... Y empezó un tramo un poco más suave, rodeando el Turó del Pollo sin llegar a subir hasta lo más alto. Fueron dos kilómetros de pequeños toboganes, ya habían pasado las subidas más duras, pero notaba que las piernas habían pagado un precio muy alto, después de Berlín, un descanso de dos semanas y unos pocos entrenamientos cochineros, no respondían como me hubiera gustado...

Entonces, el momentazo de la carrera... Escuché detrás de mí un sonido como de un motor a reacción, que iba intensificándose por lo que deduje que se iba acercándose a mí... ¿Era un pájaro? ¿Era un avión? ¡No! ¡Era el Abuelo Runner! Fue sobre el kilómetro 13, saliendo ya del Turó del Pollo, me dio una palmadita, le vi muy fuerte, me dijo que le siguiera, que me iba a llevar a hacer menos de dos horas, pero le dije que en la siguiente subida no iba a poder seguir su ritmo...

Empezó una buena bajada, apreté un poco el ritmo, adelantamos a varios corredores en la bajada, pero en cuanto volvió a picar la siguiente subida, en el 14,5, ya no pude... El Abuelo siguió a su ritmo, dejando una estela de combustible para aviones supersónicos, y le perdí de vista pronto... :) Esa subida se ma atragantó totalmente... No contaba con ella, y eso que estaba en el plano... Pensaba que desde el Turó del Pollo ya todo era una suave bajada, con algún rodeo, pero de eso nada. 1300 metros demoledores, con más de 14 kilómetros de montaña en las piernas, una rampa del 7% hace pupa... De nuevo el ca-co, y batí mi MMP de pulsaciones... 187bpm... Estaba jodidísimo... No se me ocurre otra palabra más descriptiva.

Subí a duras penas, volvieron las bajadas, quedaban aún casi 7 kilómetros, y ya iba completamente vacío de fuerzas, pese al gel que me tomé... En las bajadas, no pasaba de 5:20, aunque iba manteniendo mi posición... Aún quedaba alguna sorpresa... Otras dos subidas más, a la cruz de Montigalá la primera, con una pendiente más suave pero que parecía una tapia... Se escuchaba un escándalo tremendo a lo lejos, como si unas 20 personas estuvieran animando... Y cuando el griterío ya se hizo ensordecedor... Comprobé que era sólo un señor, ¡¡¡pero que animaba como 100!!! Cuánto se agradece... Coroné la cruz, y volvió otra bajada, hasta la autopista... Pero claro, bajar hasta la autopista... Significaba que habría que volver a subir hasta la llegada...

La media maratón tenía sorpresa. En forma de casi un kilómetro y medio extra de regalo. Un último tramo bajando, y la subida final... En un cruce nos dijeron que faltaban 200 metros... Pulsaciones a 185bmp... 500 metros después nos dicen que faltan 100... Y 300 metros después, por fin, la llegada... Pensé en tirarme al suelo, pero vista la cola que había para la butifarra, lo dejé para otro momento.

Acabé en 2:05:54, a un ritmo de 5:37, para completar 22,4 kilómetros, con unas pulsaciones medias de 175bpm y record absoluto de 187bpm.

Tironcillo de orejas para la organización. Todo muy bien en la salida y durante la carrera. Pero en la llegada, todos habríamos agradecido una botella de agua. Un poco de lío con la butifarra, y la bebida que la acompañaba, simplemente, ridículamente escasa.

Pero todo se cura con el bocata, el Powerade que traía de casa, el reencuentro y un cigarrito... :)


viernes, 19 de octubre de 2012

Se me aselera el corasoooón, en el rio de mi amoool

Definitivamente, no, el reggaeton no es lo mío... Aunque el título de esta entrada resumen muy bien los últimos tres entrenamientos en el río Besós, intentando volver a empezar otra vez, poco a poco y con mucha paciencia.

El domingo tenía ganas de correr y corrí seguramente más de lo que debía, las pulsaciones hablaron por sí mismas. Creo que es algo que nos pasa a casi todos... :) Las endorfinas claman libertad después de 14 días de reposo... Y una vez desahogadas el domingo, esta semana he ido alternando días de cochinero y de reposo.

Los tres entrenamientos, lunes, miércoles y hoy viernes, por la ruta clásica del río de algo más de 9,5 kilómetros. Muy resumidamente, el lunes en 53:37, el miércoles en 52:46 y hoy, un poco pasado por agua, en 53:24. Bastante regular, los tres a ritmo cochinero medio más lento que 5:30. Pero con un dato esperanzador que hace que vea que las cosas funcionan...

El domingo, pulsaciones medias de 160bpm. El lunes, 152. Miércoles, 146. Y hoy, 142.

Todavía seguiré con estos rodajes cochineros antes de volver a empezar un plan de entrenamiento al menos una o dos semanas más. Mientras, el domingo, correré la media maratón de montaña de la Serralada de Marina, con Manu, Toni ¡y el Abuelo Runner! Me la tomaré como lo que toca, un entrenamiento suave por montaña, para seguir recuperando cardio y disfrutando de la cantidad de barro y agua que seguramente nos encontremos...........

Y poco más ha dado la semana de sí... Así que, para rellenar un poco... :) El vídeo de la maratón de Berlín... :)

domingo, 14 de octubre de 2012

¿Y ahora qué?

Dos semana enteras me he pasado sin correr. 14 días de descanso regenerativo, algunos estiramientos y hielo en el empeine, que me ha estado molestando un poco estos días, pero que hoy, que ya he vuelto a calzarme las zapatillas, no me ha molestado nada.

Porque hoy ya me había dado permiso a mí mismo para la vuelta. Para volver al ritual habitual de desayunar bien temprano, a las 6:00am, hacer la digestión, esta vez viendo la Fórmula 1, esperar la llegada del punto 8, ponerme la ropa de runner, crema efecto calor, monitor de frecuencia cardíaca, iPhone al brazo, Forerunner a la muñeca, llaves de casa, y a la calle. Estiramientos, más concienzudos que el resto de días, me notaba la falta de flexibilidad, mientras el Forerunner iba detectando satélites. Y rumbo al río a estirar las patuchas. Con las sensaciones habituales del primer entrenamiento después de una maratón. Sensación de pesadez, de no estar corriendo, pero ritmo algo más alto que los clásicos cochineros, y pulsaciones por las nubes. Fueron 10 kilómetros y medio, el Forerunner sólo marca 9,43, pues empecé a correr aún sin satélites... Cero molestias, muchas ganas, incluso quise hacer un cambio de ritmo, pero cuando vio que las pulsaciones se iban a 174bpm decidí que hoy no tocaba hacer el burro... :)


Bueno, ¿y ahora qué? Ya había hecho más o menos mis planes. Dependiendo de lo que pasara en Berlín. Mi objetivo para Berlín era bajar de 3:20. Ya había comentado entre amigos que si hacía 3:19:59 iba a estar más que satisfecho. Una marca así podría hacerme pensar que el 3:15 podría caer algún día si seguía trabajando duro... Con esa idea en mente, si bajaba esos 3:20, pensé correr dos maratones en invierno y primavera más relajado, para volver al ataque en invierno de 213. Gran Canaria en enero y Madrid en abril eran las opciones más interesantes.

El plan B era que si no conseguía bajar esa marca, ir a buscarla esta primavera en Barcelona, y ya correría maratones más relajado en otro momento...

Pero al final salió el plan C... :) Bajé esos 3:20 y acabé casi a medio camino entre el 3:15 y el 3:20. Así que después de meditar un poco, voy a hacer algo distinto a las dos opciones que planteé, aunque realmente sea una mezcla de ambas... Ya tengo objetivo. El objetivo se llama Barcelona 3:15. Es una apuesta algo arriesgada, pues Barcelona ya la he corrido dos veces, y en ambas, el calor me ha machacado al final. Pero también por haberla corrido dos veces la conozco muy bien, y yo también me conozco mucho mejor.

La sacrificada será Gran Canaria. Tenía muchísimas ganas de ir, por todos los amigos que iba a conocer en persona. Espero verlos, y a muchos otro más, en abril en Madrid, pues después de Barcelona, tendré 6 semanas para llegar a la maratón de Madrid en condiciones de correrla sin presión y pensando en acabarla de una pieza.

Faltan 5 meses para la maratón de Barcelona. Los próximos 30 días iré recuperando la forma poco a poco. Rodajes suaves, domando las pulsaciones, algo de montaña, cuestas... Por ejemplo, el domingo correré una media maratón de montaña que además sale al lado de casa, ¡y pasa por el Turó del Pollo! Pinta bien, la correré tranquilo, una tirada larga con cuestas, buena manera de trabajar el cardio. Si alguien tiene curiosidad, o se quiere apuntar, aquí esta la información:

http://www.ciescat.net/

También estoy inscrito a la Behobia. Otra buena manera de hacer una tirada larga y con cuestas... :)

En diciembre estaré en una fase del plan en la que se trabaja la potencia, cuestas, velocidad... Así que según me vea... Con Barcelona todavía a casi tres meses... Puedo intentar atacar mis marcas en 10K y media maratón. Sagrera y Nassos son ideales para intentar rascar algunos segundos en 10K. Son las carreras en las que he hecho sub 40. Si he bajado más de cuatro minutos mi marca de maratón... ¿Podría bajar al menos 30 segundos mi marca en 10K y hacer un sub 39? Soñar es gratis... Entrenar es duro... Y combinarlos, una mezcla explosiva... ;)

Antes del ataque a los 10K, correré otra 10K pero para ver cómo estoy. El 18 de noviembre, la Jean Bouin, la primera carrera que corrí hace 4 años, una 10K que completé en 54 minutos... :) Veré qué ritmo puedo llevar cómodamente, y veré cuánto hay que trabajar si quiero correr a 3:54...

El ataque a la media lo intentaré posiblemente en Sitges, el 13 de enero. La corrí el año pasado, preparando Sevilla, y comprobé que el recorrido y la época del año son ideales. Además, ya estaré haciendo entrenamientos más largos y el cuerpo estará más preparado para una media que para una 10K. Antes me quiero probar en Vilanova, a mediados de diciembre, mi media maratón talismán.

Y si todo sale bien... Logro combinar varias cosas... Tengo un poco de suerte... Y el presupuesto lo permite... Tengo algo en mente para después del verano de 2013 que espero poder hacer y contar muy pronto... ;)

sábado, 6 de octubre de 2012

Maratón de Berlín, fotos y anécdotas

El lunes escribí la crónica que siempre había soñado escribir de la carrera que siempre había soñado correr. Hablé de la carrera, de los ritmos, de la sensaciones... Cuando los demás corréis una carrera que habéis preparado con tanta ilusión, con tanto sacrificio y con tan buenas expectativas, me muero de ganas de leer vuestras crónicas, ver cómo el sueño se hace realidad, como cada hora de entrenamiento da su fruto zancada a zancada, y como, al final, sale la marca deseada. Me encanta leer esas crónicas. Y por eso quise escribir la mía lo antes posible. Pero en una carrera así es normal que ocurran cosas curiosas, anécdotas, relacionadas más o menos con esto del correr, que también quiero compartir en mi blog.

Habiendo un viaje en avión por medio y una noche en Berlín, y con 40.000 maratonianos en la ciudad, es normal que pasen cosas... :) Ya se respiraba ambiente de maratón en la Terminal 2C del aeropuerto de Barcelona, donde estaba esperando el sábado por la mañana a Toni, que fue mi compañero de habitación en Berlín, y a Manu que venía con su familia. Decenas de runners deambulaban por la terminal con sus zapatillas de marca, sus caras chupadas y su botella de bebida isotónica en la mano... Toda una escena perfecta para rodar un capítulo de The Walking Marathoners... :)

El viaje de ida transcurrió sin incidentes... No así el de vuelta... No os lo perdáis porque creo que merece la pena... ;) Del aeropuerto al hotel todo perfecto, llevaba en el iPhone las instrucciones que me dejó un compañero de trabajo, que es alemán, y llegamos perfectamente. En el metro comprobé una cosas de los alemanes... No les gusta perder el tiempo. ¡Es increíble la velocidad a la que acelera y frena el metro de Berlín!

Dejamos los trastos en el hotel y comimos en un restaurante italiano, por supuesto, pan, arroz, y estando en Alemania, pues no íbamos a beber agua... :)


Luego fuimos para la feria del corredor. Una feria espectacular. Para recoger los dorsales había que recorrer prácticamente toda la feria, con las tentaciones que ello supone... :) Cinturones de hidratación, geles, barritas energéticas, gorras, guantes, camisetas técnicas... Curiosamente, lo único que no había eran bebidas isotónicas, no sé si estará relacionado con los bares que había en la misma feria........ Recogimos los dorsales, y la camiseta de finisher. La había pedido (y pagado) al hacer la inscripción, qué curioso, te dan la camiseta de finisher antes de empezar la carrera, dicen que da mala suerte, pero yo creo que es una motivación más para acabar.

Una curiosidad interesante al recoger el dorsal y que me gustó mucho. Al inscribirse, hay que poner la marca actual en maratón para organizar los cajones. Pero claro, en 10 meses, uno puede haber mejorado su marca... La solución de la organización es muy sencilla. Te permiten, simplemente pidiéndolo, subir a un cajón superior, pero sólo al inmediatamente superior. Una señora te poner una pegatina con la letra del nuevo cajón, y no hace falta dar más explicaciones. Yo me quedé con el mío, que era el que me tocaba, pero Manu pudo subir un cajón, que también era lo que le correspondía, pues mejoró su marca en estos 10 meses, y Toni, que venía con dorsal prestado también aprovechó para subir un cajón y salió conmigo. Mejor, así salimos juntos y me dejó atrás bien pronto, si no, me habría adelantado a mitad de carrera y a lo mejor yo mismo habría intentado seguirle y fastidiar mi ritmo correcto de carrera...

Salimos de la feria del corredor, a por provisiones para el desayuno. Siendo dos en la habitación, pensamos que era más práctico organizar desayuno y ducha sin tener que salir al comedor del hotel. Dejamos las cosas del desayuno, y fuimos a cenar... Suchi y Noddles de arroz... Se me salían ya los carbohidratos por las orejas... :) Vuelta al hotel a descansar un rato, y al subir al ascensor, nos encontramos a un señor muy bien alimentado y con suficientes reservas adiposas en su panza junto a dos señoras, una joven y otra más mayor, algo más estilizadas que él... Nos preguntó si corríamos mañana la maratón... :) Contestamos que sí, y le pregunté si corría él también... Y entonces, hinchó un poco más su tripa, y dijo orgulloso. "Not me, only my wife", mientras acompañaba con su mirada la nuestra hacia su esposa, de unos 50 años, que tímidamente sonreía a la vez que nos dábamos cuenta del aspecto de runner que tenía...

Nos acostamos pronto, el viaje y el paseo por la feria del corredor habían hecho algo de mella, y fue fácil conciliar el sueño pese a los inevitables nervios. Sonó el despertador a las 5:00am, ducha, desayuno mientras Toni se duchaba, y sobre las 6:45am salíamos en dirección al hotel de Manu, bien desayunados, tostadas con mermelada, plátano, zumo, pastel de carbohidratos y café, con tres punto 8 bien cumplidos y un frío que no recordaba hacía muchos meses. Recogimos a Manu y salimos los tres hacia el metro, en dirección a la salida... Esto ya iba a empezar...

El acceso a la zona de la salida estaba muy bien organizado, pero una marea humana de 40.000 personas no es fácil de organizar y dividir por grupos. Pese a la cantidad de gente que éramos, la entrega de las bolsas y las indicaciones para llegar a la salida eran buenas. Había muchos lavabos, pero para 40.000 personas nunca iba a ser suficiente. Así que conscientemente o no, la organización nos hizo pasar hacia la salida por un parque inmenso lleno de árboles y no quedó uno solo que no recibiera una buena meada o varias...

Nos separamos de Manu, últimos deseos de buena suerte, y a la zona de salida... El último tramo fue el más caótico, mucha gente para entrar por una puerta muy pequeña, pero a base de paciencia nos vimos ya en nuestra zona de salida. Estiramientos... Poco más pudimos hacer, y de repente, pistoletazo, suelta de globos, y esto ya había empezado...

Y sí, en la foto de la salida, me reconozco perfectamente, junto a Toni, yo con mi camiseta de tirantes Nike amarillo fosforito, la que he llevado en las 6 maratones, y Toni de negro al lado. ¿Me veis? :)



La carrera... Pues ya la conté... :) Excepto una cosa que me pasó y me dejó alucinado... Era poco después del kilómetro 30... Había un speaker animando por megafonía. Y de repente, le oigo decir... Isidrooo... Gilaabeert... Santa Colooomaaaa... ¿Comorl? Me doy la vuelta, miro hacia arriba, y ahí está el hombre, en un atril, con un micrófono y una pantalla de ordenador hablando en alemán... Supongo que al pasar por el detector del chip, le irían saliendo los nombres de los corredores... Y cada cierto tiempo diría el nombre de uno al azar... Y me tocó a mí... :) Otro subidón, y a seguir corriendo...

Y la post carrera... Genial, lo mejor. Fotógrafos por todos sitios, inmortalizando un momento único. Durante la carrera, sobre todo a partir del 25, nos hicieron muchas fotos. No pude resistirme y me hice con el pack completo... ;) Aquí algunas muestras...





En la llegada, junto a la preciada medalla, nos dieron un plástico enorme para abrigarnos, una bolsa con fruta, agua, barritas...


Y de camino a la zona de reunión... Más fotos y una cerveza enorme que me sentó tan bien como no me ha sentado una cerveza en toda mi vida... :)


Lo siento, intenté no sonreír en alguna foto pero era imposible... :)

Ya en la zona de reunión, me encontré a Toni... Que habiendo entrenado sólo un mes y medio... Hizo 3:10... Es un fuera de serie... :)


Poco después llegó Manu. El resfriado le afectó... Recuerdo lo que me pasó a mí en Barcelona 2012, corrí con gripe y hoy el hizo la misma marca que yo ese día... Hay que entrenar y trabajar muy duro para llegar a tope ese día, Manu lo hizo... Pero además debe ser el día perfecto. Un maldito resfriado puede afectar a la marca, pero nunca a la satisfacción de completar una carrera tan espectacular como la Maratón de Berlín. Y en caso de duda, véanse nuestras caras... :)


Cigarrito, charla post carrera, y de vuelta al hotel, dando un largo paseo para estirar las piernas, a recoger las bolsas y directos al aeropuerto... Y la última aventura del día, la más arriesgada y la que más nos hizo sufrir...

Salíamos con tiempo de sobra... Eran poco más de las 15:00 cuando salíamos Toni y yo del hotel de Manu, con mi bolsa y la maleta de Toni listas. Incluso mientras salíamos de la zona de la carrera pensábamos que nos daría tiempo a comer, pero preferimos hacerlo en el aeropuerto. Íbamos ya con la tarjeta de embarque en la mano, así que podíamos llegar en el último momento y no pasaría nada. Cogimos el metro en Kochstrasse / Checkpoint Charlie, después de consultar el mapa del metro y calcular la ruta...


Teníamos que hacer tres trasbordos, igual que cuando vinimos el día anterior. Todo estaba controlado. Primer trasbordo, Hallesches Tor, toca esperar un poco pero todo bien. Segundo trasbordo, Warschauer Strasse... Pero más que trasbordo, debería llamarse odisea...


Teníamos que coger el metro amarillo que se ve en la estación, pero veníamos de más allá del puente que se ve al fondo... Un trasbordo de más de medio kilómetro, cruzando un puente plagado de gente que iba a ver el fútbol en dirección contraria... Avanzábamos muy despacio, pero bueno, no pasa nada, llegamos de sobra, además, en esa estación para el tren que va a el aeropuerto, así que esto esta hecho...

Conseguimos llegar al andén, y empiezan las preocupaciones. Por ahí no pasa el tren que va al aeropuerto, de la línea S9. Por más vueltas que le doy al mapa de transportes de Berlín, no consigo entenderlo. La línea S9, en el mapa que llevaba y en todos los mapas que vi en el metro, llega al aeropuerto, sale de la parte oeste de la ciudad y pasa por Warschauer Strasse... Si alguien tiene curiosidad, aquí está el mapa...


Pero no, por Warschauer Strasse no pasaba la línea 9... Bueno, no pasa nada, por ahí pasan trenes que van a Ostkreuz, y por Ostkreuz seguro que pasa el tren al aeropuerto, ahí nos bajamos el sábado. Mientras volvemos a mirar el mapa pasa un metro, cogemos el siguiente metro, ya vamos un poco justos pero llegamos bien...

Bajamos en Ostkreuz. Yo con un mapa y señalizaciones correctas me oriento donde sea, en Barcelona o en Tokio. Pero de memoria no... El día anterior habíamos bajado del tren del aeropuerto en esa estación, y hoy teníamos que volver a cogerlo pero no había ninguna indicación en el andén, y ni Toni ni yo recordábamos el camino. Miramos y miramos y no vemos nada... Acabamos preguntando y nos dicen que el tren al aeropuerto se coge por la salida que hay al final del andén, y hacia ahí vamos. Otro trasbordo largo, escaleras de subida que a la ida eran de bajada... Y sí, justo al final sí que hay un panel que dice S9. Y que dice que el tren al aeropuerto pasa dentro de 1 minuto... Así que se nos escapa por cuestión de segundos... Son ya las 15:40... El avión sale a las 17:00, el cierre de puertas es a la 16:30...

Pues nada, a esperar al siguiente tren... Y el siguiente tren pasa a los 20 minutos... Empezamos a preocuparnos... Vamos a coger el tren a las 16:00. Llegaremos al aeropuerto casi a las 16:30. La hora a la que se cierra el embarque oficialmente... Empezamos a pensar que a lo mejor perdemos el avión... El de ida salió con retraso, pero seguro que el de vuelta sale puntual si llegamos tarde... Acojone...

Llega el tren por fin, lo cogemos. Vamos cronometrando lo que tarda en llegar a cada estación... Esto pinta mal... Empezamos a mirar otros vuelos con el iPhone. Nada... Si perdemos el vuelo, hay que dormir en Berlín y volver el lunes o pagar 1200 Euros para ir a Madrid y luego coger un AVE. Le digo a Toni que un día así no puede acabar mal, que lo conseguiremos... Pero que habrá que correr... :)

Y el panorama era el siguiente... Hacía apenas 4 horas habíamos corrido una maratón... No habíamos comido ni apenas descansado. Estábamos en el tren, yo con mi mochila y Toni con una maleta pequeña. Al llegar a la estación del aeropuerto, sólo teníamos una opción... ¡Correr! Había un tramo de unos 300 metros del tren al aeropuerto. Es un aeropuerto pequeño y ya llevamos las tarjetas de embarque. Hay que ir directos a la zona de embarque, saltarnos toda la cola, pasar rápido el detector de mentiras y seguir corriendo hasta la puerta de embarque...

Última estación. Empezamos a estirar en el metro, al lado de la puerta... :) Se abren, y empezamos a correr... Calculo que vamos a 4:30... :D 16:27, llegamos al aeropuerto... Miro de reojo las salidas, nuestro vuelo está en hora, sale por la zona B...

Entramos en el aeropuerto... Unas escaleras dan a la zona de embarque, una cola de unas 100 personas... :( Subimos rápido, y veo que estamos en la zona A y que hay una señal hacia la zona de embarque B... Por una vez, una señal clara e inequívoca en Berlín... :) Bajamos de nuevo las escaleras, llegamos a la zona de embarque B, veo el mostrador de EasyJet y pregunto por dónde hay que embarcar... Me dice la tipa "No, it's too late. Ah no, you already have your boarding pass. Please proceed to boarding this way". Nos señala la entrada a la zona de embarque, hay mucha menos gente, unas 10 personas... Me adelanto y me excuso diciendo que vamos a perder el vuelo, nos dejan pasar... Pasamos el detector de mentiras... Yo con el iPad en la mano y la mochila sin cerrar, Toni con el cinturón en la mano, y entonces, ¡a correr! La zona de embarque se convierte en una persecución de película... Primero se atraviesa una tienda de perfumes y chorradas... Corriendo esquivando gente y estanterías... Luego un pasillo corto, al sprint... Atravesamos un restaurante... Esquivando mesas y pasajeros con hamburguesas en la mano... Otro pasillo, ahora sí, las puertas de embarque... Son las 16:35... No veo el número de puerta, sólo "Boarding"... Pero como no veo a nadie embarcando, sigo corriendo a tope... Creo que voy a 3:30 el kilómetro... :) Me giro, veo a Toni algo más atrás, con la maleta, me dice que la puerta es la B63, corro, aún más rápido, llego a la puerta, y ahí hay una empleada de EasyJet con una cinta en la mano, preparada para ponerla en la entrada, la gente ya está embarcando... Paso, le digo que mi compañero está llegando, aparece Toni, nos ponemos en la cola, ¡lo hemos conseguido! Son las 16:40, aún nos han sobrado unos minutos... :) Compro una botella de agua, la absorvemos en segundos... Y nos ponemos en la cola...


Nos empezamos a reír y a comentar la jugada, esto sí que cansa, vaya manera de recuperar de una maratón con una series en el aeropuerto... Subimos al avión, nos comemos un bocata que sabe a gloria, como le dije a Toni en el tren, el día sólo podía acabar bien... :)

Llegué a casa, cena ligera y a dormir...

El lunes eché de menos quedarme durmiendo hasta las tantas, pero el deber es el deber... Y ahí estaba, a las 8:00am, en la oficina, presumiendo con mi camiseta de finisher... Y recibiendo la felicitación de muchos compañeros con los que ya había hablado de la carrera antes, e incluso, de algunos que todavía no conozco que me preguntaron en el ascensor si yo era el de la maratón... :)

lunes, 1 de octubre de 2012

Maratón de Berlín, la crónica que siempre soñé escribir...

Éste ha sido el plan más improvisado y caótico que he seguido para preparar una maratón, pero a su vez, el más meditado y estudiado de todos... El anterior lo hice a lápiz y cambié algunos entrenamientos según las circunstancias. En cambio, esta vez, no había nada escrito, pero sí mucha literatura asimilada y la experiencia de los planes anteriores y sus resultados.

Respetando las Three Magic Bullets, tirada larga, series rápidas y tiradas a ritmo Tempo, y sufriendo como nunca los rigores del verano, fui poco a poco intentando entender cómo mi cuerpo iba asimilando el entrenamiento y qué quería mejorar y cómo pretendía hacerlo día a día. Es duro tener un plan que seguimos al milímetro y enfrentarse a un entrenamiento demoledor un día en el que no estamos a tope. Pero también es duro dedicar unos minutos a pensar qué toca hacer y cómo queremos conseguir nuestros objetivos, con el agravante del miedo a equivocarse. Pero quería intentarlo, quería entrenar diseñando mi propio plan día a día en una época además poco propicia. Y como le decía a Toni cuando íbamos camino al aeropuerto, pensando que íbamos a perder el vuelo, "no te preocupes, esto sólo puede acabar bien"... Tenía que acabar bien...

Y acabó bien. El plan me llevó a la salida de la maratón de Berlín lleno de ilusión y de muy buenas sensaciones. Las piernas memorizaron un ritmo de carrera y me sentí más cómodo que nunca en las tiradas largas y las de ritmo maratón y de umbral aeróbico. En cambio, en las series rápidas, lo que siempre había sido mi fuerte, estuve bastante más discreto. Más maratoniano y menos veloisidráptor...

Llegué el sábado a Berlín con Manu y Toni. Arroz para comer, visita a la feria del corredor, sushi y noddles para cenar, y los carbohidratos ya se me salían por las orejas... :)



Como no sabíamos la hora a la que servirían el desayuno, fuimos a comprar un poco de zumo, pan, mermelada, plátanos y café, para acompañar el pastel de carbohidratos que me llevé para desayunar, tranquilamente en la habitación. Dormí muy bien, desayunamos, tres sesiones de punto 8, y salimos del hotel...

Llegó el gran día, el domingo 30 de septiembre, a las 9:00am estaba en la salida de la 39 Maratón de Berlín buscando bajar mi marca y aprender un poco más cómo es eso de correr maratones...



Salí con Toni, en el cajón de 3:15 a 3:30, él no pudo preparar con mucho tiempo la carrera pero está muy fuerte, le perdí de vista muy poco después de la salida, y entonces empezó mi carrera... Las sensaciones eran distintas a las de Sevilla o incluso Barcelona... Me sentía más pesado, bueno, no más pesado, quizá menos ligero. Llevé las Kinvara, mucho más ligeras que las Triumph 9, estaba más o menos en el mismo peso que en Sevilla, pero en cambio la sensación era quizá de mayor rigidez y tensión, sentía que iba menos suelto... Pero no era una sensación mala... No sé cómo explicarlo, es como si me sintiera más pegado al suelo y menos volador... Pero el Forerunner me confirmó que iba al ritmo que había planeado y no me preocupé.

Los primeros metros, espectaculares. Público entregado, animando, calles anchas, autopistas en medio de la ciudad... Fue fácil buscar el ritmo de crucero, pero ya en el kilómetro 3 me di cuenta de que el GPS podía jugarme una mala pasada e improvisé un sistema para medir mi ritmo que creo que usaré a partir de ahora... :) El primer kilómetro me lo marcó el Forerunner bastante antes de pasar por el indicador, el segundo aún más, y el tercero todavía más. Los Forerunners de los demás iban pitando más o menos al mismo tiempo, parece que a todos nos pasaba lo mismo, incluso al final a Manu, Toni y a mí nos marcó exactamente lo mismo, 43,10 kilómetros, así que algo pasaba y el GPS me estaba marcando más distancia recorrida y por tanto un ritmo mayor que el real.

Así que el plan fue el siguiente... En cada kilómetro, multiplicar por 5 minutos el kilómetro, de manera que obtendría el parcial con el que haría más o menos 3:30. Restarle el tiempo real que me marcaba el reloj, y esa diferencia sería lo que llevaba ya recortado del 3:30. El ritmo objetivo de 4:40 suponía ir recortando un minuto cada 3 kilómetros. Y gracias a este sencillo cálculo pude ir siguiendo mi ritmo objetivo y además estuve muy entretenido haciendo cuentas cada kilómetro... :)

Después de inventar este sistema, me planté en el kilómetro 5 en 23:29, a un ritmo de 4:42. Hubo alguna estrechez en el camino, parones en el avituallamiento, y quería que las pulsaciones no subieran muy de golpe, iba por debajo de 155bpm. Bien.

Segundo parcial de 5 kilómetros. Todavía algún tramo estrecho y mucha densidad de corredores, esa sensación de no ir tan ligero como en otras maratones seguía, pero empezaba a sentirme cómodo con ella. Parcial en 23:23, a 4:41 de media y sin llegar a 160bpm. Primeros pensamientos... Voy mejor que en Sevilla. En 10 kilómetros ya llevo más de 3 minutos de margen sobre el 3:30... Primeras proyecciones... Ese 3:20 puede caer hoy... Un gel para celebrarlo... :)

Del 10 al 15 ya empieza a bajar la densidad de corredores. Aún queda mucha carrera, me empiezo a sentir muy bien. Sigo por debajo de 160bpm y hago el parcial en 23:08, a 4:38. Empiezo a soñar... Ya ha pasado el primer tercio de carrera y llevo 5 minutos de margen sobre el 3:30. Ese ritmo objetivo de 4:40 significa recortar un minuto cada 3 kilómetros. Hago los números... Voy bien... 5x3 = 15. Sigo soñado...

Del 15 al 20 ya paso de 160bpm en algunos tramos. En maratones anteriores, a esas alturas ya iba casi a 170bpm. Y en otras maratones no iba a 4:40 ni mucho menos... Parcial de 23:11, a 4:39. El sueño va tomando forma... Me tomo el segundo gel en el 18, la gente anima, te lleva en volandas, las iglesias hacen sonar sus campañas, los bomberos echan agua, miles de personas gritando y haciendo fotos... El ambiente es insuperable. La ciudad está entregada a su maratón... Y los que estamos corriendo lo notamos...

Punto psicológico, llega la media maratón. 1:38:13. En Sevilla la pasé en 1:40:58. Ya no es un sueño. Es una realidad palpable, todo apunta a que va a ser un gran día... Esa sensación de no-ligereza del principio aún sigue, pero empiezo a pensar que es buena señal. Voy más bajo de pulsaciones y más rápido que en Sevilla. No estoy sufriendo. Ya he sumado 21 y toca empezar a restar...

Me planto en el 25 con un parcial de 23:15. 4:39 de media, ya he empezado a apretar un poco para mantener el ritmo y las pulsaciones andan cerca de 165bpm. Tercer gel en el 24, sin medir tiempos ni distancia, simplemente, el cuerpo me lo estaba pidiendo. Ya le he robado 8 minutos y medio al 3:30. Quedan 17 kilómetros, si aguanto el ritmo puedo ganar unos 5 minutos más, empiezo a ver que el 3:20 puede caer, quizá el 3:18... Me da un subidón... Aún queda mucha carrera, pero las pulsaciones están muy controladas, no estoy sufriendo y las piernas llevan el ritmo de 4:40 perfectamente.

Del 25 al 30 hay que correr con cabeza. A partir del 30, el tío del mazo puede aparecer en cualquier momento y no hay que gastar fuerzas innecesariamente. Sigo a mi ritmo y noto que cada vez voy adelantando a más gente. Parcial de 23:12, a un ritmo de 4:39, pulsaciones a 167bpm. 10 minutos y 20 segundos robados al 3:30. Si hiciera el resto de la carrera a 5:00 haría marca personal. Pero el objetivo era un poco más que la marca personal. Quería hacer un sub 3:20, y acabar con la sensación de que trabajando más algún día podría acercarme a un 3:15...

Empieza la maratón. Hasta el 30 lo normal es llegar bien, aún quedan fuerzas y habitualmente vamos al ritmo previsto. Aunque si ha habido que hacer un sobreesfuerzo para mantener el ritmo, tarde o temprano se paga. El tío del mazo podía aparecer de un momento a otro... En Mediterrani empezó a darme desde el 30... En Barcelona desde el 32... En Bilabo a partir del 34... En Sevilla no supe del él hasta el 37... Llegué al 35 con las pulsaciones a 174bpm, el nivel de esfuerzo ya era mayor, y el parcial fue de 23:27, a 4:42. Casi 12 minutos ganados al 3:30. Y el tío del mazo seguía sin aparecer...

Sigo bien, eufórico, adelantando runners, se empiezan a ver corredores andando, con problemas en los gemelos, abandonando... Me tomé un cuarto gel en el kilómetro 32, seguí bebiendo en cada avituallamiento, el Forerunner me marcaba un ritmo incorrecto, pero en la línea del ritmo que estaba llevando hasta ese momento... Cae el 35... Y llega el peor momento de la carrera... Yo creía que había tenido flato alguna vez. Pero no... Flato es lo de ayer... Un dolor terrible, casi insoportable. Pero no iba a parar... Cuando me doy con El Muro, sufro pero sé que no puedo sufrir más, voy al máximo y el cuerpo no da para más. Con el flato, estaba sufriendo pero sabía que si sufría lo suficiente podía superarlo y no perder ritmo... Sufrí y aguanté el ritmo muriéndome de dolor...

Paso el 36, el 37... Los dos kilómetros más duros que he corrido nunca. Aguanté, y casi de repente, se fue el dolor llegando al 38. Me tomé el quinto gel... Me acercaba al 39 sin perder el ritmo de carrera... Ya no era un sueño, mi sexta maratón va a ser la mejor, el 3:15 no está a mi alcance, pero no se me puede escapar el 3:20, pienso en 3:19, 3:18... Y entonces... Casi de manera instantánea, acercándome al cartel del 39, aparece El Muro...

Pero no fue el de Mediterrani, ni el de Barcelona ni siquiera el de Sevilla. Me planté en el 40 con un parcial de 23:56, perdí más de 30 segundos en un kilómetro y medio... Ya quedaba muy poco, las pulsaciones estaban ya muy altas, 174bpm. Piloto automático... Mover las piernas... Intentar dar en cada zancada el máximo que me permita a su vez seguir corriendo... Calculo que voy a 4:55... Son sólo 2 kilómetros más, en Sevilla fueron 4 kilómetros de muro a 5:05, ayer fueron sólo 3 a 4:55... La gente gritaba, animaba, yo estaba al límite, no se si corría con el corazón, con la cabeza o si era un zombi que solo era capaz de mover las piernas sin pensar en otra cosa... Más gritos, más ánimos... Miré el reloj... Voy a bajar de 3:18... Ahí estaba la puerta de Brandeburgo, fotógrafos, público entregado, corredores levantando los brazos, gritando, yo uno más entre ellos... Crucé la meta... Tiempo oficial, 3:17:49...



Me toca descansar y pensar en las próximas carreras... Pero algo tengo claro... Quería bajar de 3:20 y soñar con poder hacer algún día 3:15... Y ahora toca empezar a trabajar para hacer ese sueño realidad...