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jueves, 31 de enero de 2013

Rock and Roll de madrugada

Sigue la cuenta atrás, poco más de 7 semanas, y ya toca meter un poco de rock and roll en el plan. Hasta ahora, entre semana, hacía dos cochineros, martes y jueves, y un día de calidad, el miércoles. El sábado me animaba con ritmos algo más exigentes, y el domingo la tirada larga. Pero si quiero mejorar la carrera de Berlín... Habrá que esforzarse un poco más, y éste es el momento del plan ideal para trabajar ritmos más exigentes y familiarizar al cuerpo a ellos.

Así que el rock and roll empieza ahora los martes. El primero, anteyaer, consistió en un paseo de 5 kilómetros por la hierba, a ritmos un poco por debajo de 5:30, y luego, vuelta al asfalto y hachazo de 4 kilómetros a 4:40, 4:44, 4:39 y 4:30, acabando a 170bpm.

El miércoles sí que toca rodaje cochinero, a 5:39 durante 9,59 kilómetros y 149 bpm de media, disfrutando de ese lujo que supone poder hacerlo por la hierba.

Y el jueves, viendo que el rodaje suave del miércoles me sentó tan bien, más rock and roll, esta vez, mis series maratonianas favoritas, el 3x2000 clásico, la primera entrando en calor y con viento favorable, y las dos últimas más despierto pero sufriendo mucho con el viento en contra. 2,5 kilómetros para entrar en calor, el primer dosmil a una media de 4:18 y sin pasar de 160bpm, el segundo, sufriendo un poco más con el viento, a 4:25 y acabando a 168bpm. Y el tercero, apretando los dientes, a 4:28 y rozando los 170bpm. El viento fastidió mucho el ritmo, pero el esfuerzo tuvo que merecer la pena.

Y hablando de rock and roll... Si fuera una adivinanza sería muy fácil... Así que vamos directamente a por la respuesta. El día 28 de abril, estaré en la 2013 Rock'n'roll Madrid maratón. ¡Espero poder poner cara a muchos amigos blogueros y twiteros!

domingo, 27 de enero de 2013

Barcelona huele a maratón

Faltan siete semanas para que corra por tercera vez la maratón de Barcelona. Aún queda mucho tiempo, aún hay que seguir mejorando la forma, pero ya no vale despistarse o dejar trabajo para más adelante. Y se nota que la gran cita maratoniana de Barcelona está cerca. En el Besós, en el litoral o en el Fórum, se respira ambiente de preparación maratoniana, de tiradas largas, de series y de rodajes tempo. Tanto es así, que además de los múltiples corredores anónimos con los que me cruzo el fin de semana, ayer sábado me crucé con un compañero del trabajo que la va a correr, y hoy por la mañana con Toni, sin saber en los dos casos a qué hora íbamos a salir y por dónde íbamos a entrenar... :)

Antes de los encuentros de fin de semana, tres entrenamientos clásicos de madrugada por el río. El martes, me lo tomé con mucha calma, la semana pasada me di mucha caña y ésta quería recuperar y bajar un poco el pistón. Fueron 9,4 kilómetros por la hierba, a un ritmo ultracochinero de 5:48 y 136 bpm.

El miércoles, distancia similar, pero un poco de marcha. Las clásicas series en pirámide, 1, 2, 3, 2, 1, 2 y 3 minutos a tope, recuperando el mismo tiempo a ritmo Easy, con 3 kilómetros de calentamiento y 750 metros enfriando. Se complicó un poco porque el punto 8 comenzó a manifestarse, haré una parada en el puente del Molinet, pensé, pero un simpático muchacho andaba paseando a sus perros precisamente al lado del puente, así que pasé de largo y empecé las series esperando poder resistir... 1 minuto a 4:12, dos a 4:17, y parada técnica a la orilla del río... Un pato se despidió de mí cuando acabé la faena, y mucho más ligero, cayeron tres minutos más a 4:14. Dos a 4:11, cogiendo ritmo, un minutillo que sale a 3:56, dos más a 4:00 y los tres últimos, con muchísimo viento, aguantando el 4:10 con dificultad. Vuelta a casa y un día de calidad a la saca.

El jueves vuelta a cochinear por la hierba, 9,56 a 5:44 y 138bpm. Me sentaron muy bien esos dos días corriendo tan suave con las series en medio.

El sábado salí mucho más tarde que de costumbre, a las 13:03 empecé a correr, creo que es la primera vez en mi vida que salgo a esas horas... Por la mañana estuvo lloviendo, así que descarté la hierba y salí con las Triumph 10 por el alfalto del río. Primer kilómetro a 5:08, y luego velocidad de crucero clavando el ritmo entre 4:47 y 4:50, sin querer apretar más, todavía estoy acabando esta semana de tregua... Enfilo el camino hacia el puente del Fórum, y cuando voy a cruzar el puente sobre el Besós...

Luca, what are you doing here???

¡Jajaja, vi aparecer de frente a un compañero del trabajo, que va a debutar como maratoniano en Barcelona!

Me comentó que estaba haciendo una tirada de 2 horas y que ya le tocaba dar media vuelta, así que fuimos juntos hacia al puente del Fórum. Bajé el ritmo, él iba un poco cansado, hice un par de kilómetros charlando a 5:21 y 5:33, subí el puente del Fórum apretando un poco para luego despedirme de él a la vuelta, y el respiro que me tomé me sentó tan bien que hice dos más a 4:37 y 4:45... Vuelta al río, muchísimo viento en contra, ritmo clavado entre 4:48 y 4:51 durante 4 kilómetros, por debajo de 160bpm, y último kilómetro a 5:01. Con tanto cambio de ritmo, salieron 14,11 a 4:56 y 152bpm.

Y hoy, la visita de rigor al litoral. Me encanta acabar el entrenamiento, por muy invierno que sea, con la cara manchada de sal y oliendo a mar... Salí a una hora más normal, bien desayunado, y a las 9:46am ya estaba corriendo. Un kilómetro entrando en calor, y luego, ritmo muy constante y pulsaciones también, esto empieza a oler a maratón... Entre 4:46 y 4:50 hasta llegar a las Torres Mapfre, media vuelta en el kilómetro 10,5, quería hacer unos 21, y de nuevo ritmo muy estable, entre 4:44 y 4:55, con el viento fastidiando un poco. Salieron 21,29 a una media de 4:51 y lo mejor, 156bpm, sin superar prácticamente en ningún momento los 160bpm.


Me crucé con Toni en el Fórum, no me vio pero le pegué un grito y se giró con cara de asustado y me reconoció... :) Y me crucé con muchos runners muy concentrados en sus entrenamientos, estos días se respira ambientillo pre maratón. Además, como cada año, justo un mes antes se corre la media maratón de Barcelona, así que nos esperan 7 semanas de mucho running por la costa... :)

domingo, 20 de enero de 2013

8 semanas, ¡a trabajar toca!

Dentro de 8 semanas estaré por tercera vez pateando Barcelona a ritmo de maratón. Esta vez el plan es mucho más difuso que las dos anteriores, en la primera, me estrené como discípulo de Jack Daniels, en la segunda, hice un mini-no-plan de pocas semanas tras correr en Sevilla apenas un mes antes, y esta tercera, empiezo ahora a entrenar en serio después de haber estado haciendo entrenamientos de mantenimiento, para no perder la forma, metiendo carreras de 10K y medias por medio.

En el no-plan de esta maratón, estoy variando algunas cosas. Una de ellas es volver a la hierba del Besós, como en mis orígenes como jogger. Se corre más despacio, pero las rodillas lo agradecen y se trabaja más. Además correr por la hierba me está sirviendo para alargar unos kilómetros más la vida de mis Triumph 9, aunque hoy le he dado un paseo hervíboro a las Triumph 10... :)

También he cambiado cómo afronto los entrenamientos de sábado y domingo. En los primeros planes el sábado descansaba para llegar más entero a la tirada larga del domingo. Tiene mucho sentido cuando uno empieza a maratonizarse... El cuerpo debe asimilar la distancia, nadie está habituado a meterse 25 kilómetros en el cuerpo así por las buenas, por lo que es importante ayudar al cuerpo a acostumbrarse a la distancia y hacerlo con las facultades físicas completamente intactas...

En planes posteriores sí que entrenaba el sábado, pero en plan cochinero total, para guardar fuerzas para el domingo. El cuerpo ya aguantaba más kilómetros, pero a menor intensidad.

En el pasado plan, en verano, los sábados salía a hacer 14 kilómetros muy cochineros, a ritmos espeluznantes de entre 5:15 y 5:35. Y el domingo metía más kilometraje, y algún domingo pagaba lo que hice el sábado.

Pero este año llevo ya algunos entrenamientos sabatinos corriendo con ganas, pensando que el domingo ya lo pagaré, pero sorprendiéndome de que incluso me siento mejor el domingo después de haber apretado algo el sábado. Será el efecto memoria en las piernas, será el clima que tenemos ahora, mucho más favorable para el runner que en verano, pero el caso es que ir a ritmo un poco exigente el sábado y hacer la tirada larga el domingo me está sentando muy bien.

Antes del fin de semana, un paseo de madrugada por la hierba el jueves, 9,63 kilómetros a 5:20. Pasando por debajo del puente del Molinet me pareció ver una hormiguita, casi la piso, será mi imaginación pero me pareció que tenía algo en sus patas y parecía que quería dejarlo a mi lado, qué cosas más raras se me pasan por la cabeza...

El sábado, en plena ciclogénesis explosiva que creo que en Barcelona ni nos rozó, salí a correr con algo de lluvia con la idea de hacer los 14 kilómetros de rigor. Esta vez no me atreví a ir por la hierba mojada, volví al asfalto, y eso se nota en los ritmos y la sensación de ligereza... Salieron 14,13 kilómetros a un ritmo medio de 4:42 y 156bpm, aflojando un poco en el tramo de la salida del río y los puentes, y sufriendo el viento en contra de vuelta. Muy buenas sensaciones y muchas ganas de correr, a ver si el domingo lo pagaba...

Pero hoy domingo las cosas salieron bien. Salí a media mañana, bien desayunado y punto-ochoado, hice el tramo en el río por la hierba, entre 4:50 y 5:02, y cuando enfilé el litoral vi que las piernas iban solas, la respiración salía muy natural y no me costaba mantener un ritmo cómodo casi clavando los 4:55...

Kilómetro 13, hotel W, gel y media vuelta, tenía en mente hacer 26 kilómetros pero si me fallaban las fuerzas, dar la vuelta entes, pero no hizo falta... Vuelta por el mismo camino, ritmos muy parecidos, y me planté en el río de nuevo sin hacer casi ningún kilómetro a más de 5:00. De nuevo el el río, otra vez a la hierba, no es un hachazo como los de los planes de Jack Daniels, pero sí un sobreesfuerzo en el último tramo, al que si le añadimos el viento en contra muy fuerte, hizo que lo pasara un poco mal al final pero aguantara los 3 primeros por debajo de 5:00 y los dos últimos a 5:04 y 5:02...


26,07 kilómetros, 9 de ellos por hierba, a 4:58 y 156bpm. Sensaciones muy buenas, no había ganas de más pero sí que parecía quedar gasolina para cuando lleguen las tiradas de 30 kilómetros o esos 28 a 4:35 que quiero hacer la Peak Week. Vuelven las buenas sensaciones maratonianas, y son tan buenas, que me estoy pensando mucho si hacer la media maratón de Barcelona o seguir con un plan más clásico. Es justo un mes antes de la maratón, a una semana de la Peak Week. Aunque por otro lado, es una buena manera de hacer 21 kilómetros a ritmo de umbral aeróbico y reconocer el terreno antes del gran día... Vaya lío... :)

miércoles, 16 de enero de 2013

La hormiguita Cucrufita

Cucrufita es una hormiguita que vive en la colonia himenóptera de debajo el puente del Molinet, cerca de la orilla del río Besós.

Cucrufita es una más de entre las miles de hormigas obreras que forman parte de esa compleja sociedad que es un hormiguero. Es muy difícil destacar entre tantas compañeras, pero Cucrufita es conocida por todas ellas y es protagonista de muchas conversaciones en el hormiguero. Todas las hormigas que ahí habitan han oído hablar alguna vez de ella y de sus extraños pensamientos...

Cucrufita siempre ha sido una hormiguita muy responsable, que cumple con seriedad sus tareas de mantenimiento, recolección y guardias nocturnas cuando le son asignadas. Pero en sus ratos libres es cuando Cucrufita no se parece a las demás hormiguitas jóvenes del hormiguero...

Mientas las otras juegan o descansan, Cucrufita acude siempre que tiene oportunidad a escuchar atentamente como las hormigas más ancianas se reúnen y cuentan viejas historias y leyendas. Le encanta escucharlas, y a veces, a duras penas vence su timidez y corrige a alguna de las ancianas cuando ésta se equivoca en un dato, fecha o nombre... Porque Cucrufita conoce todas las historias que cuentan en el hormiguero y sería capaz de recitarlas de memoria sin equivocarse en el más mínimo detalle.

Siempre escucha con respeto y atención a las hormigas más ancianas, pero cuando cuentan la historia de Isidris, aquel ser mitológico con pies de colores que recorre cada madrugada el río Besós, Cucrufita alarga sus antenas y cierra sus ojos para escuchar con aún más atención e imaginar la figura de Isidris avanzando por el Besós y pasando a escasos metros de su hormiguero, reduciendo su velocidad, dejando que el viento siga su curso mientras él se acerca al hormiguero, y, como cuenta la leyenda, en días muy contados, dejando cerca de su entrada una enorme montaña de comida...

Cucrufita sabe que esas historias son sólo eso, historias, cuentos para intentar enseñar a los más jóvenes los valores que garantizan la estabilidad de una sociedad tan compleja. Sabe que las cigarras existen, pero es consciente de que no tocan la guitarra ni cantan... También sabe que la hormiga viajera en realidad nunca se alejó más de unos pocos metros de su hogar, pero ha aprendido lo importante que es vigilar la entrada de su hormiguero día y noche... Pero... Cuando las ancianas hablan de Isidris... Cucrufita siento algo especial que no experimenta con ninguna otra historia...

Cucrufita no se lo ha contado a nadie, pero ella cree que la leyenda de Isidris en realidad no es tal. Más de una noche ha soñado con la imagen de esa figura que, caminando sólo sobre dos patas, apenas rozando la hierba del Besós con ellas, se desplaza diluida entre el viento río arriba y río abajo... Hace mucho tiempo que ningún centinela reporta el hallazgo de una suculenta montaña de comida en la entrada del hormiguero. Desde que nació Cucrufita, nadie ha vuelto a ver aparecer esa gran cantidad de alimento que atribuyen a un regalo de Isidris... La historia ha pasado de boca en boca... Pero Cucrufita no conoce a ninguna hormiguita que lo haya visto con sus propios ojos...

Hoy Cucrufita tenía guardia. Siempre que una compañera se sentía indispuesta o demasiado cansada, Cucrufita se ofrecía voluntaria para cubrir su puesto de vigilancia a la entrada del hormiguero. Cucrufita sentía especial predilección por la guardia de 6:30 a 7:00 de la mañana... Era la hora a la que, según la leyenda, Isidris, al amanecer, pasaba a toda velocidad por delante del hormiguero, y era la hora a la que cuenta la leyenda que se producen las misteriosas apariciones de esas montañas de comida... Cucrufita creía que algún día... Lo vería pasar... O quién sabe... Quizá también vería con sus propios ojos el preciado regalo de Isidris...

Hoy Cucrufita tenía la guardia de 7:00 a 7:30. Cuando llegó a su puesto, su compañera estaba profundamente dormida. No era la primera vez que pasaba. Todas las hormiguitas saben que Cucrufita nunca informaría de que una compañera se había quedado dormida. Y, como siempre que ocurría esto, Cucrufita se limitó a recordar a su compañera lo importante que es mantenerse despierta durante las guardias...

¿No has pensado que mientras dormías alguien podría haberse acercado al hormiguero? Tu deber es mantenerte despierta, y si ves a alguien, avisar rápidamente para que las hormigas soldado puedan defendernos...

Cucrufita ocupó su lugar pensando en lo peligroso que sería que alguien se hubiera acercado al hormiguero. Su compañera estaba tan profundamente dormida que no se habría dado ni cuenta. Por suerte, parecía que todo estaba en orden... Excepto por ese olor dulce y penetrante... Cucrufita apenas había comido un par de briznas de hierba antes de salir del hormiguero. Y sentía con especial intensidad un extraño olor a comida fresca. Por un momento sintió un escalofrío.......

- No, no puede ser - pensó Cucrufita. - Es una leyenda... Es sólo un cuento para que seamos buenas hormiguitas - masculló...

Pero el olor era tan intenso que Cucrufita decidió salir a investigar... Por un momento visualizó en su mente la imagen que tantas veces había imaginado... Una pirámide perfecta, brillante, afilada, simétrica... De sabrosa y fresca caca recién hecha...

Cucrufita se alejó unos centímetros de la entrada del hormiguero... Siguiendo la dirección que su olfato le marcaba... Estaba temblando, una mezcla de frío y emoción...

Cucrufita vio algo... No era una pirámide perfecta... Era más bien una forma irregular, pastosa y asimétrica. Pero el olor y la textura eran lo más hermoso que había sentido en su corta vida en el hormiguero... Ahí estaba, majestuosa, imponente, una hermosa boñiga a escasos centímetros del puesto de guardia...

Cucrufita estaba a punto de llorar de emoción... Se disponía a volver corriendo al hormiguero. Se había alejado bastante, nunca había estado tan cerca de la zona asfaltada... Se quedó unos segundos mirando, anonadada... Vio que la hierba daba paso un poco más adelante a un terreno mucho más duro y compacto, de color gris, sin vegetación... Permaneció inmóvil unos segundos, como si algo la retuviera... Volvió a sentir un escalofrío...

El sonido del viento se mezclaba con una especie de golpeteo armónico, muy débil... El golpeteo aumentaba de intensidad poco a poco... Parecía venir de la dirección en la que cuentan las leyendas que acaba la tierra y empieza eso que llamar el mar...

Cucrufita, paralizada, se quedó mirando al frente mientras todo su cuerpo se estremecía... El golpeteo aumentó en intensidad... El suelo parecía retumbar ligeramente al ritmo del sonido que cada vez parecía más cercano...

Y Cucrufita lo vio... Fugazmente... Pero lo vio... Una figura unas diez mil veces más grande que ella... Casi flotando sobre el asfalto, produciendo un leve golpeteo cuando cada una de sus dos únicas patas de color naranja intenso entraba en contacto con el suelo... Tal como lo vio aparecer, casi desapareció de inmediato... Sólo podía ser Isidris... Y esa boñiga debía ser el ansiado regalo divino del que hablaban las hormigas más ancianas del lugar...

Volvió al hormiguero a comunicar la buena nueva... Escoltada por un escuadrón de hormigas soldado de élite, llevó a las hormigas recolectoras al lugar donde se encontraba el suculento tesoro... Ese día el hormiguero fue una fiesta... Y a partir de ese día, cada tarde, después de cumplir con sus obligaciones para la comunidad, Cucrufita se sienta cómodamente en la plaza del hormiguero y explica una y otra vez, con todo lujo de detalles, a ancianas y jóvenes, cómo fue aquel día tan especial en el que vio pasar a Isidris y descubrió el regalo que les había dejado después de tanto tiempo sin hacerlo...

Sólo añadir que ayer cayeron 7,52 kilómetros por la hierba a 5:28, recuperando el esfuerzo del domingo. Y hoy, después de rodar poco más de dos kilómetros y medio a un ritmo muy cochinero, tuve que parar en el puente del Molinet y soltar lastre. Me sentí tan ligero después de hacerlo que decidí cambiar hierba por asfalto y acabaron cayendo 9,57 kilómetros a ritmos de entre 4:47 y 4:53 a partir de la descarga...

domingo, 13 de enero de 2013

Crónica de la Mitja de Sitges; la maldición de Berlín continúa...

Desde que volví de Berlín, con mi mejor marca en maratón y unas sensaciones buenísimas, he corrido dos 10K y dos medias maratones... La Jean Bouin, con un pinchazo en el muslo en el kilómetro 5 que me dejó tocado durantes semanas... La Mitja de Vilanova, después de un evento laboral poco apropiado para la víspera de una carrera, que salió muy mal... Los 10K de Nassos, con corte de digestión apenas llevaba 3 kilómetros... Y hoy, en la media maratón de Sitges, tenía la intención de enmendar tantos borrones y hacer una buena carrera.

Todo pintaba bien. El miércoles salí a hacer un rodaje de recuperación después de las series, también por la hierba, a ritmo cochino de 5:32. Y el viernes poco más de 6 kilómetros herbívoros para soltar las piernas a un ritmo similar.

Y el domingo llegó el día de volver a correr la media maratón con ánimos renovados. El pronóstico del tiempo era bueno. Mucho frío, lo que a mí me gusta. Me levanté pronto, desayuné sin pasarme, bocadillo, zumo, galletas con chocolate y café, dos sesiones de punto 8, y poco después de las 8 Manu y David ya estaban en el punto de encuentro. Llegamos a la salida después de las 9, tras recoger a Toni y dar unas cuantas vueltas buscando aparcamiento... Se nos echó un poco el tiempo encima, y tuve que tomar una decisión que lamentablemente fue la equivocada... Tenía dos opciones... Una cola de unos 10 ó 15 minutos para un último punto 8, o calentar en condiciones... Cuando vi el lío que había en los cagódromos, pensé que era mejor dejarlo y calentar bien, total, en casa ya había cumplido aunque todavía quedaba algo de faena por hacer pero no parecía grave...

Calentamiento, visita al espigón, a falta de árboles, y a la salida.

Las sensaciones no eran malas. El calentamiento bien, sin molestias, la digestión bien hecha, pero esa última visita me habría venido bien... Ya no había nada que hacer.

Salí animado, corriendo cómodo, dejándome llevar por la manada y sin importarme que me pasaran muchos corredores que tenían seguro que objetivos muy ambiciosos... :) Los primeros 3 kilómetros fueron saliendo por debajo de 4:10, el 4 y el 5, más complicados, con subidas y bajadas, por debajo de 4:20, y del 6 al 10 rondando los 4:15. Pasé los 10K en 42:46, más rápido que en la Jean Bouin y que en Nassos, sin molestias, todo estaba saliendo bien, quedaba poco más de media carrera...

Pasados los 10K bien, vi que la liebre de 1:30 me pasaba, se me iba unos 5 segundos por kilómetro, la tenía a tiro durantes los 2 kilómetros por el paseo marítimo, pero se me iba escapando, el viento en contra se me hizo duro, no quería apretar más de la cuenta, y empezaba a notarme raro...


Y algo tenía que salir mal. O la maratón es celosa y se está cobrando todo lo que me ha dado, o ha caído sobre mí la maldición de Berlín... Empecé a notarme molesto de los intestinos. El punto 8 estaba ahí... Ya conozco los síntomas, cuando me pasa entrenando, que ya me pasó el viernes, aunque he preferido no dar muchos detalles, tengo dos opciones. O paro y cumplo, o tengo que bajar el ritmo drásticamente... Y esta vez la opción A no era viable... Saliendo del paseo marítimo, quizá por el pequeño esfuerzo en correr contra el viento y por el golpe moral de ver la liebre que me pasó, ya noté que no podía seguir a ese ritmo, mis tripas dejaron claro que había que bajar, y no me quedó más remedio... Llegaron los ritmos de 4:30...

A partir del kilómetro 15 todo se complicó aún más... Al pasar por debajo de la vía del tren, la subida del mini túnel me dejó seco... Luego se vuelve a subir un poco, se gira, un tramo llano y otra ligera subida, que se me hicieron eternos a ritmos de entre 4:41 y 4:57... En el estado en el que iba, cualquier esfuerzo se multiplicaba por 10... :( Fueron unos 5 kilómetros eternos, bajaron las pulsaciones, bajó el ritmo, bajó la moral...

A partir del 19 pude volver a ir a 4:30, lejos del 4:15 de mis buenos tiempos en media maratón... Último empuje al llegar al pueblo, y acabé en 1:34:08, con malísimas sensaciones, y aguantando la cara de malestar para salir en la foto... :)



Toni hizo 1:25, en su línea. Y a Manu y David se les nota la cara de MMP... ;)

Estoy gafado con estas últimas carreras... Pero bueno, siempre hay que se positivo, si me lo tomo como un entrenamiento de 10K a ritmo de umbral aeróbico más 11K a ritmo de maratón, estaría saltando de alegría. Así que me lo tomo como eso, como un entrenamiento de calidad en circunstancias muy desfavorables, de cara a mi verdadero objetivo, que es Barcelona 2013.

martes, 8 de enero de 2013

Series en césped y con aspersores...

Hoy he querido probar algo nuevo... Eso de aprovechar la hierba de la ribera del Besós para entrenar sobre un terreno más blando ha sentado de maravilla a mis rodillas. También he visto que se puede ir a rirmos alegres por la hierba, pero claro, a plena luz del día, bien despierto, y si hay un pequeño pique de por medio, aún mejor... ;)

También he comprobado que de madrugada, con frontal y sobre todo con las pilas del mismo en buen estado, se pueden hacer rodajes cochineros muy reparadores.

Pero me faltaba probar la última combinación, ésa que no he visto en ninguno de los muchos libros de running que han pasado por mi Kindle y que tampoco he leído en blogs de amigos... Intentar hacer un entrenamiento de velocidad en césped, de madrugada, y con aspersores haciéndolo aún más divertido...

El resultado, curioso. A las 6:06am hace un frío del carajo, estos días el viento está soplando fuerte de madrugada y parece que los martes son días laborables para los aspersores. Así que me planté en el césped del Besós con la idea de hacer mis 3 dosmiles habituales. Calentamiento suave, disfrutando de la pisada en la tierra blanda y la hierba fresca, de 14 minutos progresivos, a 5:34 de media, y luego la clásica serie con viento a favor y las dos duras series con viento en contra...

Cuando intenté empezar a correr en serio, vi que la hierba húmeda no era precisamente el terreno más adecuado para ir deprisa... Intenté buscar un ritmo de 4:20, pero de eso nada, el terreno blando amortigua la pisada y por tanto la fuerza que hacemos contra el suelo es menor y hay que esforzarse mucho más para conseguir la misma velocidad que en asfalto... Así que, intentando ir todo lo rápido que podía, acabé los 2 primeros kilómetros a un ritmo medio de 4:31 y superando por poco los 160bpm.

La segunda, ya de vuelta, con el viento de cara, salió a 4:36 y acabando a 166bpm. Se me hizo curioso lo fácil que es distinguir cuándo tengo viento a favor y cuándo viento en contra en un día tan frío y con frontal... Yendo hacia el mar, cada vez que espiraba, el viento a favor hacía que el vaho formara una especie de nubecilla delante de mí, que con la luz del frontal quedaba espectacular... En cambio, de vuelta, con viento en contra, ni rastro de la nubecilla... :)

La tercera, ya un poco cansado por el esfuerzo de correr en terreno blando, me costó horrores y salió a 4:38, al precio de acabar a 171bpm... Los ritmos no son para tirar cohetes, el terreno no acompañaba, pero el esfuerzo fue muy intenso, uno no se pone a 171bpm antes de las 7:00am así por las buenas... ;)

Unos minutillos rodando de vuelta a casa, y la sensación de haber trabajado duro. Ah, y las rodillas, mucho más contentas que cuando hago las series en el asfalto.

Mañana volveré a retozar por la hierba pero esta vez como un cochino. Descanso el jueves, el viernes, si el cuerpo lo pide, otras series, y a descansar el sábado porque el domingo tengo la media maratón de Sitges. Después del fiasco de Vilanova, y tras la catástrofe de Nassos, tengo una buena ocasión para recuperar buenas sensaciones con un dorsal. Las comilonas de navidad ya son historia, las rodillas andan mucho mejor y el perfil es bastante llano y la temperatura parece que será ideal... No me veo para hacer marca, pero, si la carrera empieza bien, no voy a decir que no lo intentaré...

domingo, 6 de enero de 2013

Cambio de chip. Marathon mode on

Lo de Nassos ya está olvidado. Me costó más olvidar lo mal que me sentó la mala digestión de la comida del lunes que el resultado de la carrera... Porque además, después del corte de digestión, quizá un cochinillo no era lo más adecuado para que el aparato digestivo volviera a funcionar correctamente... :)

Pero finalmente se acabaron las molestias estomacales, volvieron los entrenamientos más maratonianos, y ya estoy pensando en Barcelona 2013. Llevo semanas entrenando con un ojo puesto en mi próxima maratón, aunque no sigo un plan de 4 meses estricto como cuando corrí las primeras. Esos planes son insustituibles cuando vas a correr la primera maratón, o cuando vas a correr una después de bastante tiempo sin entrenar en modo-maratón. Pero desde que empecé a preparar Berlín, el verano pasado, casi he seguido entrenando para maratón cada semana, aunque haya corrido alguna media o 10K durante ese tiempo.

A partir de ahora sí que voy a llevar los entrenamientos un poco más controlados y con objetivos más claros. Seguiré con mi no-plan, entrenando cada semana según me encuentre y aumentando progresivamente distancia e intensidad a medida que se acerque el día, haciendo una Peak Week de las que no se olvida y con un taper de dos semanas. Así lo hice en Berlín y no me arrepiento.

Además del cambio de chip, de ponerse en modo-maratón-serio, también he cambiado algunos hábitos, algo inevitable a medida que pasa el tiempo, nos hacemos mayores y las articulaciones lo notan. He vuelto a mis orígenes en el río Besós, a correr por la hierba. Sobre todo en los rodajes más cochineros. Me daba miedo porque no es un terreno 100% regular, pero si se va a un ritmo cochino y con el frontal y las pilas en buen estado, he visto que el riesgo de torcedura parece mínimo. La sensación es mucho mejor, acabo con menos dolor en las rodillas y además el ritmo es algo más lento esforzándose lo mismo. O visto de otra manera, corriendo a un ritmo determinado, si me esfuerzo lo mismo en el asfalto voy a ir unos segundos más rápido, así que es una buena manera de entrenar.

El primer entrenamiento por la hierba, el miércoles a primera hora de la mañana. Salí bien abrigado y con el frontal... Pero con las pilas prácticamente descargadas... :( Con mucho cuidado y combinando hierba y asfalto en función de la iluminación, salieron los poco más de 9 kilómetros y medio de ida y vuelta hasta el puente de la vía del tren, a un ritmo muy cochino de 5:31 y 140bpm.

El jueves, con las pilas cargadas, las mías y las del frontal, repetí el entrenamiento aunque algo más vivo. Salió a 5:20 y 143bpm, esta vez, completamente por la hierba. Mis rodillas mucho mejor, el estómago iba volviendo en sí tras dos días aún molestando un poco, y las buenas sensaciones querían volver... Un día más de descanso, y a probarse el sábado y el domingo.

El sábado, salí a mediodía, con un solazo impresionante. Quería hacer la ruta clásica de 14 kilómetros de ida y vuelta al puente del Fórum, guardando fuerzas para una tirada larga seria el domingo. Pero nada más pulsar el Start en el Forerunner, vi que las piernas tenían ganas de guerra... Fui por la hierba, con el cochinero en la cabeza, pero si me dejaba llevar el ritmo no era tan cochino como pensaba, y si el cuerpo pedía correr, había que correr. Quizá fue por sentirme completamente recuperado del estómago, estoy convencido de que no soy el único que cuando tiene el estómago revuelto corre fatal... El caso es que hice los primeros 4,5 kilómetros por la hierba a unos ritmos vivos, el primero a 5:07, entrando en calor, pero los siguientes entre 4:28 y 4:34 sin apenas sensación de esfuerzo. Luego vienen 5 kilómetros divertidos, previa parada en la fuente, por eso me gusta esta ruta, rampas para salir del río, bajada y subida para pasar por debajo de la vía, cruzar el puente sobre el Besós, subir el puente del Fórum, y todo de nuevo de vuelta, en total, 5 kilómetros muy variados a ritmos entre 4:39 y 4:45. Otra vez a refrescarse en la fuente, y vuelta a casa por el río, de nuevo por la hierba, sintiéndome cómodo a ritmos entre 4:36 y 4:42, bajando un poco el último para enfriar.

En total, 14,22 kilómetros a una media de 4:41 y 158bpm, subieron un poco sobre todo al final por el calor, 18 grados en enero, a quien se le explique...

Y hoy domingo quería hacer un Easy Long de los de toda la vida. estoy a poco más de dos meses de la maratón de Barcelona, y toca ir acostumbrando al cuerpo a correr más de 25 kilómetros sin que eso suponga siquiera dudar de que vamos a acabar de una sola pieza. Ya llegarán los rodajes de 28 kilómetros a ritmo maratón, en la Peak Week, pero no se pueden correr 28 kilómetros a 4:35 si no se han corrido unas semanas antes 26 kilómetros a 5:10... ¡Momento perfecto para estrenar las Saucony Triumph 10!



Y eso es lo que hice, 26 kilómetros, ida y vuelta hasta el Hotel W, con la premisa de ir cómodo de pulsaciones, acabar con gasolina en el depósito y no sufrir (todavía) más de la cuenta. Salieron 26,05 kilómetros en 2:13:58, a un ritmo medio de 5:09 y pulsaciones medias de 154bpm. Mucho calor al final, y corriendo de menos a más, los últimos kilómetros por el río salieron todos por debajo del ritmo medio de 5:09. Había gasolina para algún one-more, pero no quería arriesgarme a subir demasiado el kilometraje semanal y llevarme un susto en forma de lesión.

Y para celebrar la vuelta al modo-maratón, y de paso comprobar que el estómago ya está listo para lo que le echen, un entrecotte de 693 gramos con salsa roquefort para recuperar fuerzas...



martes, 1 de enero de 2013

Nassos 2012: La crónica de un desastre anunciado

Como comentaba en la anterior entrada acerca de La Metamorfosis, 2012 ha sido el año en el que mi rendimiento en 10K ha caído en picado y mis resultados en maratón han ido mejor que nunca. Supongo que ambas tendencias, aunque menos acentuadamente, seguirán en la misma línea en los próximos meses. No volveré a ser el que fui en 10K, y todavía espero mejorar un poco más en maratón. Y por si me quedaba alguna duda, ayer, en Nassos 2012, la San Silvestre barcelonesa, quedó más que demostrado.

La semana pasada aún tuve tiempo de hacer un par de entrenamientos más antes de la carrera. Unas series de 1000, 5 para ser más exactos, el viernes. Me pegué el gustazo de levantarme a las 5:00am, hacer las series, volver a casa, ducharme, y ponerme otra vez el pijama y quedarme en casa vegetando con mis cachorros mientras mi señora salía a hacer unos recados... :) Las series salieron a 4:01 y 3:55 con viento favorable, y a 4:11, 4:05 y 4:12 con un viento infernal en contra. Sale una media de 4:06, que para esas horas de la madrugada y con el viento tocando los cataplines, no fue mal ritmo. Hasta la tercera no me puse a 170bpm y en los momentos más duros de las dos últimas el Forerunner me marcó 173bpm.

El sábado, un rodaje a media mañana con intenciones cochineras, por la hierba del Besós, que empezó cochinamente, pero que acabó con un par de kilómetros intensos a 4:23 y 4:26, animado por el buen clima y por un runner que osó adelantarme. Salieron 8,05 kilómetros a 4:51 y 153bpm de media.

Descanso el domingo, paseo bien largo con mis cachorro mayor incluido, y el lunes empezó el desastre...

Decidí comer un plato de pasta antes de la carrera... Bueno, no fue un plato exactamente...




De ahí comimos 4... Pero el que aquí escribe se comió un importante porcentaje del bol... Aún no eran las 14:00, en principio, con la carrera a las 17:30, había tiempo para digerirlo...

Preparativos, estreno de las pantorrilleras Compressport, y rumbo al metro. Llegamos con tiempo de sobra, quedé con Manu y David a las 16:15 para tener tiempo suficiente para calentar, por suerte, aceptaron a la primera porque pensaban que la carrera empezaba a las 17:00... ;) Calentamiento correcto, ambiente pre carrera, últimos deseos de buena suerte, foto, y a la salida.


Me notaba un poco pesado... Calentando, parecía que el platito de pasta aún no había sido completamente digerido... O era mi imaginación, no lo sé... Me fui para mi cajón... Me encontré con Miquel Xirau, tuvimos una animada charla y casi sin darme cuenta ya estaba corriendo...

La salida, desde el segundo cajón, aprovechando mi marca del año pasado, fue rapidísima. Corríamos a 3:50 y algún listillo iba empujando diciendo que íbamos parados. Chaval, si corres tanto, no sé por qué no estás en el primer cajón, pensaba yo...

Todo bien en el primer kilómetro, 3:53 y buenas sensaciones. Notaba algo de presión en el estómago, eso sí...

En el segundo, ya se había calmado la manada, y lo marqué a 4:01 y 167bpm. Las primeras señales de carrera me hacían pensar que podía mantener un ritmo de entre 4:05 y 4:10 con cierta comodidad, incluso creía que podía acabar por debajo de los 41 minutos...

Aún seguí bien algunos metros más después de pasar por el kilómetro 2... Pero de repente, comencé a sentirme fatal... El estómago empezó a quejarse, me vinieron casi ganas de vomitar... Tuve que bajar el ritmo inmediatamente y ver como me pasaban corredores uno detrás de otro... Estaba corriendo una 10K, y el Forerunner me marcaba 4:30, y el estómago me decía que no me pasara un pelo si no quería morir en el intento...

Fueron los peores momentos que he pasado en una carrera así. A veces las piernas no responden, a veces los pulmones y el corazón no dan para más, pero cuando es una molestia estomacal lo que impide correr, la sensación de impotencia es inmensa... :(

Llegué al kilómetro 5 corriendo a 4:30, a 160bpm y queriéndome morir. Parece que el ritmo menos exigente dio una tregua y que el estómago había encontrado un buen equilibrio con el sistema motriz para compartir los recursos sanguíneos de mi organismo...

Intenté ver si era capaz de subir un poco el ritmo, ya que la sensación de ver pasar y pasar corredores por delante de mí no era precisamente motivadora... Pude acelerar un poco, pero apenas a ritmos de entre 4:15 y 4:25... Al menos, ya iba con el paquete de corredores, no era un bulto sospechoso que vagaba tristemente en medio de una jauría de lobos...

Al llegar el kilómetro 8 me animé un poco, y pude esforzarme más y correr ya por debajo de 4:10. Por fin volví a sentir esa sensación de adelantar corredores... Subí de 165bpm (mi media habitual en una 10K es de 174) en el kilómetro 8, y acabé con sensaciones algo mejores, aunque habiendo pasado uno de mis peores momentos como runner.

Paré el Forerunner en 43:06, aunque el tiempo oficial fue de 43:04. En fin, mi peor marca personal en esta carrera que ya he hecho 4 veces... :( Corrí a una media de 166bpm, casi 10 pulsaciones por debajo de lo habitual, que además no es real ya que los primeros metros el Forerunner, como suele pasar en invierno, se volvió loco y me marcaba más de 180.


Muy poco después llegó Manu exultante. Traía cara de MMP... :) Y así fue. Le salió una carrera muy buena y acabó rascando unos segundos a su marca. Y ahora, el juego de las adivinanzas... ¿Quién es quién? Uno ha hecho marca personal y el otro está hecho polvo, lo ha pasado fatal y apenas puede forzar una mueca que recuerda muy lejanamente a una sonrisa...


Manu me comentó que se cruzó conmigo antres del kilómetro 5, y que se me veía cara de hecho polvo y que estaba completamente blanco... Más razones para pensar que lo que tuve fue un corte de digestión o algo muy parecido... :( Al menos, la alegría de saber que tanto él como David bajaron su marca en 10K mereció la pena. Cigarrito, y vuelta a casa después de hacer mis 10K más cochineros de los últimos tiempos... Y esperando que Manu y David hayan asimilado lo importante que es llegar con tiempo a las carreras y calentar bien... ;)

Y como de cochinos iba el día, para acabar el año de la maratón y el año del declive en 10K, cena familiar con cochinillo incluido. Que para como tenía el estómago, no sé si era lo más indicado... :)


Making off...



Are you ready???



Devastated...


¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO  Y MUCHOS KILÓMETROS PARA TODOS!!!