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domingo, 30 de mayo de 2010

Crónica de El Corte Inglés

La Cursa de El Corte Inglés es, con mucho, una de las más caóticas, peor organizadas, más masificadas y con más caraduras que uno puede correr...

Cuando la corrí de joven me dejó muy buen recuerdo. En 1989 yo ni era aficionado a correr, fui por probar, por batir un record en mi ciudad, por hacer deporte. Civilizadamente, seguí todas las indicaciones de la organización, me incorporé en la zona de los "aficionados", y recuerdo que hice los dos primeros kilómetros prácticamente andando. Después empecé a correr, me lo pasé muy bien subiendo por Montjuic, me hizo mucha ilusión subir al estadio, y me alegré mucho cuando crucé la meta y vi que aún había mucha gente corriendo detrás de mí. Tuve agujetas una semana, pero fue un recuerdo inolvidable. Ya habéis visto que aún guardo el diploma que me dieron...

Ahora, que sigo siendo un aficionado pero participo en la Liga ChampionChip, me levanto a las 5:40 para entrenar, me compro zapatillas que valen dinero e incluso escribo en un blog mis andanzas y aventuras corriendo y con los zombis, veo la actitud de muchos de los que participan en la cursa como un evento popular y me desespero...

La organización habilita una zona especial desde donde salimos los corredores con chip. Federados o no federados, semi profesionales o totalmente amateurs, miembros de un club o independientes, los que participamos en la liga y tenemos el chip que se necesita tenemos el privilegio de salir un poco delante y tener una zona para calentar. Ya que nos pasamos todo el año yendo a pueblos raros, pegándonos madrugones de espanto y corriendo con frío, lluvia, calor o nieve, es un detalle que podamos salir con gente que va a llevar un ritmo más o menos parecido e intentar hacer una buena carrera.

En la Cursa de El Corte Inglés no hay cajones de salida, sólo zona chip o zona no chip. En la Cursa Nike - Bombers sí que había cajones por tiempo, se respetaron escrupulosamente y fue la carrera mejor organizada en la que he participado. En cambio en ésta... Había unos señores controlando que sólo acceda gente con chip. Parecía que lo hacían bien... Llegó el momento de comenzar. La salida, como es normal, un poco apretujada, algún empujón pero poca cosa. Salí como a 10 metros de los primeros. Y nada más cruzar la línea de salida empecé a encontrar culos anormalmente grandes, papás con sus hijas de 8 años, señoras con el mismo chándal con el que bajan a comprar el pan el resto de la semana, y ninguno de ellos parecía llevar el chip amarillo. La única explicación es que mucha gente, que quería desfrutar del evento popular, batir records de asistencia, vivir una mañana de domingo haciendo deporte, con la posibilidad de hacerlo incluso andando, ya que la meta se cerraba dos horas y media después de la salida, pensó que era más práctico empezar a correr ya en el Paseo de Gracia, por delante de todos los demás, y así ahorrarse esos primeros kilómetros andando, y de paso, jorobar un poco a los que querían hacer una buena carrera.

Buen desayuno, dos punto 8, y me fui en metro a la Plaza Cataluña ataviado para correr. Calentamiento y estiramientos cómodos, faltaron los lavabos para la última meadilla antes de empezar, ¡y a correr! Nada más salir me di cuenta de que no iba a poder salir a lo keniata, o me dedicaba a esquivar gente con el riesgo de un buen tropezón, o tendría que salir tranquilo...

Como ya descubrió Newton hace muchos años, la fuerza gravitatoria de los culos enormes hace que éstos se atraigan entre sí, de manera que al principio se formaron barreras de culos de varios metros de ancho que resultaban difíciles de franquear. Las niñas que querían correr con su papá por delante de todos los demás se cansaron a los 50 metros y los papás se paraban y agachaban para animarlas mientras los demás intentábamos saltarles por encima o frenar en seco. Las señoras del chandal veían una panadería abierta y decidían que podían aprovechar el momento para llevarse dos barras de cuarto para el vermut... Total, que el primer kilómetro fue un infierno... Y el segundo, y casi el tercero y el cuarto...

El recorrido por la calle Aragón, entre la marabunta de gente que se iba incorporando a la carrera donde la parecía conveniente, lo hice a 4:38, 4:05 y 4:15 los tres primeros kilómetros. El cuarto kilómetro empezaba cuando estábamos a punto de llegar a Plaza España, ahí ya empezó a estirarse la carrera. Acabando el cuarto ya habíamos empezado a subir cerca del Pueblo Español. El calor empezaba a notarse, y las primera rampas de más de un 6% hacían que los intrépidos tramposos comenzaran a caminar para dosificar sus fuerzas y los que iban detrás tuvieran que esquivarlos con complicadas maniobras de adelantamiento en subida. Ese cuarto kilómetro lo hice a 4:30, si el RunKeeper no me engaña...

El quinto kilómetro era de subida al principio y bajada después. No había podido coger un ritmo constante de carrera pero había hecho bien la subida. Lo acabé a 4:17. Y entonces empezaba lo divertido...

El sexto kilómetro, justo hasta la entrada del Estadio Olímpico, tenía un desnivel de 59 metros. Ahí ya íbamos muy estirados, intenté mantener la cabeza erguida, llenar bien mis pulmones en cada bocanada y subir a un ritmo constante. Pude hacerlo por debajo de los 5:00, a 4:55. No quise apretar más porque recuerdo que después del estadio quedaba otra subidilla...

La vuelta al estadio es el momento más emocionante... Este año han cambiado el material de las pistas, para el campeonato de Europa de atletismo que se celebra en Barcelona, y las nuevas pistas las estrenábamos nosotros. ¡Son azules! Con el dorsal nos daban un trozo de las viejas pistas, del clásico color rojo... Lo guardaré como recuerdo... A ver si dentro de 20 años aún corro la Cursa y me dan un pedazo de las pistas azules cuando las cambien por unas amarillas... :)

Después de la vuelta triunfal, salimos del estadio para encarar otra subidilla. Ese séptimo kilómetro lo hice a 4:39... Ya llevaba mucha cuesta encima y no había podido correr cómodo, pero aún así no tengo excusas, creo que podía haberlo hecho mejor, especialmente en ese tramo.

Luego, caída libre por Montjuic, octavo y noveno kilómetros cuesta abajo a 3:45 cada uno, a lo kamikaze, hasta llegar a la calle Floridablanca. Los dos últimos kilómetros quise apretar un poco pero las piernas no daban más de sí, el décimo lo acabé a 4:26 y el último a 4:20.

Once kilómetros con una buena subida y sin poder correr cómodo, en 47:46. El año pasado los hice en 54:58 y acabé en el puesto 960 de 3104 corredores con chip. Este año, he acabado en el puesto 287 de 2706 con chip, bastante mejor, aunque me queda la sensación de que podría haberlo hecho mejor. Acabé Sant Quirze con la misma sensación, pero luego mirando atentamente los datos objetivos vi que había progresado bastante. Estudiaré los número de este año, a ver si me animo más que ahora... :)

Tal y como crucé la meta me metí en el metro y volví a casa. Antes de las 11 ya estaba en la ducha y poniéndome hielo en la rodilla, enseñándole a mi hijo la clasificación y comiendo unos dátiles con Aquarius, cóctel explosivo... Hoy tengo cumpleaños en familia, les contaré mi pequeña hazaña y me vengaré del esfuerzo con una buena dosis de lasaña y vino tinto.

jueves, 27 de mayo de 2010

Última salida antes de El Corte Inglés

Después de la sobredosis de cuestas de estos días, incluida la subida al Turó del Pollo, con las consiguientes nuevas averiguaciones sobre los planes de los zombis, hoy he hecho una salida matutina en llano, de casi 10 kilómetros, siguiendo el curso del Besós hasta su desembocadura y vuelta a casa. Era mi ruta clásica antes de empezar a planificar mejor mis entrenamientos, y después ded tantos días sin hacerla me ha gustado volver a mis orígenes...

La ruta ha salido bien, muy constante en velocidad, a una media de 4:46, con un primer kilómetro de calentamiento a 5:44. Esta vez el viento no era muy fuerte, y la temperatura matutina empieza a ser más agradable, ya no salgo con corta vientos y casi empiezan a molestar los guantes. Ya mismo me veo saliendo a las 6 de la mañana en pantalones y camiseta corta...

Mi entrenamiento no ha tenido mucha mas historia que esto... Pero mis averiguaciones acerca de los zombis han sido estremecedoras...

Cuando empecé a correr por el río, desde el río veía el Espíritu Santo... Pensé que debía ir a correer ahí... Y ahí descubrí los zombis...

Corriendo por el Espíritu Santo se ve el Turó del Pollo... Sentí la llamada del Turó... Subí y noté su presencia aún más intensamente. La llamada de los zombis me hizo subir a lo más alto del poblado, no pude parar al llegar a la entrada del Puig Castellar... Y desde ahí arriba, como se puede ver en la foto que hice con el paisaje de Santa Coloma y Barcelona de fondo, se puede ver perfectamente algo... No me había dado cuenta hasta ahora... Con total claridad, un elemento resalta en el paisaje... La Montaña de Montjuic... Y por la montaña de Montjuic subiré en la Cursa de El Corte Inglés... Me estremezco escribiendo esto... Los zombis me están llevando a todos sus santuarios, controlan mi voluntad haciéndome creer que soy dueño de ella... Me temo que en Montjuic descubriré el siguiente eslabón de esta terrorífica cadena... Estoy un poco asustado... Pero debo asumir esa responsabilidad que la vida me ha dado... Debo seguir el rastro de los zombis... Ellos me estás ayudando a hacerlo... Y debo descubrir qué esperan de mí...

miércoles, 26 de mayo de 2010

Historias del Espíritu Santo

Llevo varias semanas investigando qué está pasando en Santa Coloma con los zombis... Y cada día que pasa y descubro un dato nuevo, más asustado me siento...

Comencé a sentir la presencia zombi en las ruinas del antiguo hospital del Espíritu Santo. Y unas semanas después, sentí la llamada del Turó del Pollo, donde la presencia zombi era aún más intensa.

Investigando un poco descubrí que en el Turó del Pollo se encontró el primer asentamiento ibérico dentro de los límites colomenses... Donde sentí con especial intensidad una presencia de ultratumba que heló mi sangre y a cuya llamada no pude resistirme...

En el texto de la Wikipedia se cita que antes de la llegada de los primeros zombis camuflados entre la tribu de los layetanos, algunos hallazgos arqueológicos ponen de manifiesto la presencia de agrupamientos humanos al menos desde el año 3500 a. C dentro del término de Santa Coloma. Pero no precisa dónde.

Y ahora... Si habéis sentido un escalofrío... Es posible que también estéis bajo el influjo zombi... Yo lo sentí cuando leí eso... No dudé un solo instante y comencé a buscar, temiendo lo peor...

Y lo encontré...

La primera presencia humana en Santa Coloma se localizó en el Puig Fred... Donde se encuentran actualmente... Las ruinas del viejo hospital del Espíritu Santo...

No me queda la menor duda. Los primeros zombis llegaron a Santa Coloma y construyeron su guarida subterránea donde ahora están las ruinas del hospital. Luego, se establecieron en el Turó del Pollo para poder controlar visualmente toda Santa Coloma y Barcelona. Pero el auténtico núcleo zombi está donde me temía, en el viejo hospital. No se había notado hasta ahora porque seguían bajo tierra. Pero aprovechando que el hospital ya está en desuso, han comenzado a abandonar sus cavernas y ahora están preparando su invasión desde el interior del viejo edificio...

Debo encontrar los demás puntos desde los que están dando forma a su maléfico plan. Ya tengo dos localizados. Espero llegar a tiempo y encontrarlos a todo y descubrir la manera de neutralizar su plan.

Y para conseguir eso, debo seguir entrenando... :)

Así que hoy salí a hacer la ruta de los zombis, aún más atento que habitualmente, para seguir recogiendo información. A las 5:40 comenzó mi misión. El frío matinal empieza a no ser tan intenso, pero los guantes siguen siendo un buen aliado. Hice la ruta sin problemas, los zombis estuvieron tranquilos, apenas vi levemente a uno asomarse por una ventana. Conseguí acabar las seis vueltas con un cambio de ritmo que comenzó un poco antes a cada vuelta, y la última la hice completa con un punto de velocidad mayor, acabando los últimos 50 metros al sprint. Al final arañé unos 15 segundos a la ruta, sin esforzarme especialmente los últimos dos kilómetros. Me está gustando esta ruta, ver cómo puedo alargar un poco los sprints y cambios de ritmo cada día y arañar algunos segundos al tiempo que tarde me da ánimos...

Mañana haré mi último entrenamiento antes de la Cursa. Creo que saldré a hacer 10 kilómetros en llano, quiero resevar fuerzas para el domingo. Me tiene que salir una muy buena carrera, después de los consejos y los ánimos que me estáis dando, lo menos que puedo hacer es salir a por todas. No puedo dejar de daros las gracias a los que tenéis la paciencia de leerme y darme ánimos, me acordaré de todos vosotros durante la carrera, tengo ganas de que coincidamos en alguna... :)

martes, 25 de mayo de 2010

Cursa de El Corte Inglés a la vista

Ya sólo quedan cinco días para la Cursa del El Corte Inglés. No es una carrera para hacer marca, entre otras cosas porque la distancia es muy rara, casi 11 kilómetros, y porque, aunque no pase por el dichoso Paralelo, hay una preciosa y jodida subida a la montaña de Montjuic...

Esta carrera es la primera que corrí cuando era joven. Ay, lo que acabo de encontrar...





Sí, el diploma de la primera carrera que corrí... En mayo... ¡De 1989! Sí, no es una errata, 1989. Estaba a punto de cumplir... 19 años... Como se suele decir, ya ha llovido desde entonces... El domingo la volverá a correr 21 años después, a punto de cumplir... Glup... Los 40...

Para ser un niño de 19 años que estudiaba y jugaba a fútbol, además de haber empezado ya a dedicarme a mi profesión, y teniendo en cuenta que en esa época los dos primeros kilómetros se hacían andando, no me puedo quejar de la marca. Los once kilómetros los hice en una hora y doce segundos. Al año siguiente bajé un minuto, y en 1993 volví a repetir, pero en una hora doce minutos, creo que esa vez la noche anterior no descansé lo suficiente y el whisky hizo mella en mi marca... Ahí estaba también Manu, que también hizo esas cursas, y que ahora, los dos cuarentones, me ha animado a empezar a correr y ahora no puede pararme... :)

Revisando entre mis recuerdos, he visto que también conservo una hoja con los consejos de la Cursa de ese año. Y cuál ha sido mi sorpresa cuando he visto que hace veinte años ya nos avisaban de lo importante que es el punto 8...

En todo este tiempo he aprendido muchas cosas. Lo importante que son los entrenamientos, la manera correcta de atarse los cordones de las zapatillas, gracias al blog de Corre.....Corriendo, distintas técnicas de carrera, la keniata, que me sale sin querer y la de menos a más, que no hay manera de que me salga, he aprendido a llevar un control de las series y de mis tiempos, he hecho planes específicos de entrenamiento según las carreras que tenía a la vista, he descubierto los planes de los zombis para invadirnos próximamente, he conseguido que mis uñas no vuelvan a morir comprando las zapatillas un número más grande, he descubierto que tengo pisada neutra...

Pero si hay algo que he aprendido y que está por encima de todo lo demás, si hay algo que es indispensable respetar y cuidar, si hay una cosa en la que debemos pensar con más intensidad y que debemos trabajar por conseguir convertir en nuestro aliado, eso es el punto 8. Me pongo pie, mano en pecho, respiro hondo, hago una reverencia, me santiguo, cierro los ojos, levanto la cabeza, y solemnemente, rindo el más sincero y emotivo homenaje al punto 8, de la lista de consejos de la Cursa de El Corte Inglés, el cual reproduzco con todo el respeto que merece tan magna advertencia:

8. Procura haber vaciado tus intestinos.

Pensando en mis próximos entrenamientos, a cinco días de la carrera, y sin olvidar lo importante de cumplir el punto 8 generosamente antes de correr, creo que mañana saldrá a ver a los zombis del hospital. Según cómo me vea el jueves volveré a los zombis o haré una ruta más plana. Y creo que descansaré el viernes y haré unos veinte minutos ligeros el sábado.

lunes, 24 de mayo de 2010

Series en festivo

Intento hacer series una vez por semana, pero no siempre las hago. Ya las hice una vez recién levantado, y no me fueron muy bien. Creo que para un esfuerzo tan intenso como las series no es buena idea salir en ayunas, así que suelo reservarlas para el fin de semana, siempre que no tenga una carrera.

Hoy es festivo en Santa Coloma, así que aproveché para hacerlas a media mañana, bien desayunado, con el punto 8 perfectamente cumplido y sin necesidad de abrigarme. Porque a las 12 del mediodía, hacía un calor que ya empieza a sonar a verano.

Completé mi dosis de series en los habituales tres cuartos de hora. Cinco minutos de calentamiento, muy tranquilos. Ocho series de 750 metros y un minuto y medio de recuperación, y cinco minutos más de enfriamiento, a un ritmo anormalmente reducido, paranoias mías, para que coincidieran justo los cinco minutos con el momento que llego a casa... :) Ahí van los tiempos:


Calentamiento - 5 min - 6:09 min/km
750 metros - 3:41 min/km + 1:30 min de descanso - 10:27 min/km
750 metros - 3:51 min/km + 1:30 min de descanso - 10:15 min/km
750 metros - 4:01 min/km + 1:30 min de descanso - 11:14 min/km
750 metros - 3:53 min/km + 1:30 min de descanso - 11:13 min/km
750 metros - 4:02 min/km + 1:30 min de descanso - 11:58 min/km
750 metros - 4:03 min/km + 1:30 min de descanso - 13:28 min/km
750 metros - 4:06 min/km + 1:30 min de descanso - 12:26 min/km
750 metros - 4:09 min/km + 1:30 min de descanso - 12:04 min/km
Enfriamiento - 5 min - 6:46 min/km


No puedo negar que estoy contento con el resultado, no he subido de 4:10 ninguna y he podido hacer tres a menos de 4:00. Repasando mis series, las que hice casi de noche a finales de marzo quizá fueron más rápidas. Creo que algo debe influir la temperatura, hoy hacía un sol de justicia.

He intentado recordas mis latidos por minuto durante las series, ya que el Polar que me compré es bastante rudimentario y no da esa información. Si no me falla la memoria, acabé las seis series a 160, 165, 170, 172, 174 y 176 lpm. Después del minuto y medio de recuperación, acabé cada periodo a 117, 120, 122, 124, 130, 136 y 140, más o menos. Tengo en camino un autoregalo que espero que me ayude a controlar mi ritmo cardíaco mejor... ;)

Aprovechando que hoy es festivo en Santa Coloma quise pasarme por un Decathlon a comprar un cinturón para llevar botellitas de líquido y algún gel o sólido. Cualquier día de éstos habrían tenido que venir a rescatarme en helicóptero al Turó del Pollo si no salgo equipado a la que apriete más el calor... :) Como en Tarrasa no es fiesta, me fui a dar un paseo hasta ahí en FGC. Mi hijo mayor quiso acompañarme, creo que va a salir más bruto que el padre... Tiene seis añitos y se ha hecho caminando más de 3 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta desde la estación hasta el Decathlon, sin quejarse, contento de ir a comprar cosas para que papá corra. El pobre acabó colorado y bebiéndose un Isostar... Le he dicho lo orgulloso que estoy de él, y si se le olvida dentro de unos años, en el caso que sobrevivamos a la invasión zombi, quiero que quede aquí escrito para enseñárselo y recordarle qué tarde más buena hemos pasado en el metro, el tren y de paseo por Tarrasa, comprando cosas para que papá corra, aprendiendo los días de la semana y su relación con los nombres de los planetas en inglés y castellano, y riéndonos del mapa de la línea S1, que estaba al revés porque el conductor no se había acordado de que ya íbamos de vuelta a Barcelona.

domingo, 23 de mayo de 2010

Coronando el Turó del Pollo

Aunque su nombre parezca broma, el Turó del Pollo es uno de los lugares más emblemáticos de Santa Coloma, un monte de más de 300 metros de altitud en su cima donde se encuentran los restos de un poblado íbero, el Puig Castellar, en el que habitaba la tribu de los layetanos, desde el siglo VI a. C. hasta el III a. C.

Se cuenta que al excavar el el poblado se encontró un cráneo enclavado...

Por algún extraño motivo, llevaba días con el nombre del Turó del Pollo en la cabeza...

Y aprovechando que hoy es domingo, me permití dormir un poco más y a las 6:00 estaba ya en pie dispuesto a subir corriendo al Turó del Pollo. Después de la ruta de los zombis de ayer, interesante por sus subidas y bajadas con cambios de ritmo, creí buena idea ir hoy a hacer una ruta de subida más constante, similar a la que me encontraré el domingo en Montjuic.

Salí a probar la nueva ruta, de ocho kilómetros y medio, con una subida constante de 264 metros en 5 kilómetros. Eso hace una media de un 5,28% de pendiente durante 5 kilómetros, y las últimas rampas son terribles... Empecé con una buena de una sesión de estiramientos. Sabía que la ruta era ascendente desde el principio, así que me lo tomé con calma.

Después de algo más de un kilómetro de subida por la ciudad desierta, se pasa primero por una carretera asfaltada que poco después se convierte en un camino de tierra bien ancho y con pocos baches. Primer kilómetro a 6:01, calentando y subiendo 22 metros. El segundo a 5:50, subiendo 57 metros más. A partir de ahí ya empezaba la pista de tierra, cada vez más estrecha, iba bien, otro kilómetro a 5:28, subiendo 49 metros. Ya había pasado por delante del monasterio de Sant Jerónimo, y por delante tenía lo peor de la subida, en cuanto a pendiente y estado de la pista. Hice los dos siguientes kilómetros a 6:30 y 6:29, el primero subiendo 74 metros. Tentaba pararse y seguir andando, pero conseguí subir corriendo esa parte, la peor, y también el siguiente kilómetro, que empecé ya bastante tocado y en el que sólo se subían 42 metros.

Tentaba pararse... Las rampas eras duras... No conocía el terreno y temía perderme... Pero había algo que me hacía subir y subir... Una extraña sensación me guiaba, me indicaba hacia donde girar en cada cruce... Esa misma sensación movía mis piernas, oxigenaba mis pulmones, hacía circular mi sangre... Cuanto más me acercaba al Turó del Pollo, más intensa se hacía esa sensación y más frecuentes los escalofríos que recorrían mi espinazo... Llevaba días sintiendo la llamada del Turó del Pollo... Y por fin llegué a la cima, tras cinco kilómetros de subida constante.

En la entrada del poblado, empecé a sentir que mi sangre parecía hervir, mi cuerpo casi flotaba, no podía controlar la necesidad de subir a lo más alto del poblado... Cada escalón, cada piedra, cada metro que subía hacía que oyera con más claridad unas voces que, en layetano auténtico, me decían que siguiera subiendo... Alcancé la cima del poblado, como da fe esta foto...





No me quedó la menor duda... La invasión zombi no es algo nuevo... Se está preparando desde hace más de dos mil años... Y el origen de los zombis está situado, sin lugar a dudas, en la cima del Turó del Pollo... Era ellos quienes me estaban llamando...

Fijaos en la excelente vista de Santa Coloma y Barcelona que tienen los zombis desde la cima del Turó...




O cómo controlan visualmente Montcada de un vistazo...




Estoy comprobando que los zombis han elegido lugares altos para preparar su invasión. Ha sido fruto del azar, pero empezar a entrenar haciendo cuestas me ha hecho ver el peligro que corremos todos...

Continuaré visitando el Turó del Pollo y el hospital del Espíritu Santo. Y buscaré nuevos lugares donde subir corriendo para controlar a los zombis...

Después de la parada y las fotos, comprobé que la atracción que siento hacia los lugares en los que los zombis están ocultos es algo físico, provocado seguramente por la manipulación que hicieron de mi sangre cuando me operaron en el Espíritu Santo. Afortunadamente mi cerebro no ha sido manipulado por ellos, y pese a que es difícil, puedo controlar esa atracción y de esa manera tengo la posibilidad de estudiarlos de cerca.

Volví a casa por otra ruta distinta, bajando como un cobarde, a 5:10 el sexto kilómetro, todavía dentro del poblado zombi, y a 5:00 el séptimo, con una pendiente de bajada de casi el 10%. Uno más a 4:59 y llegué de nuevo a la civilización haciendo el último tramo a 5:21, según el RunKeeper. La bajada era suicida, y vigilé no castigar demasiado las rodillas, aunque la sensación de bajar volando es espectacular...

Me ha gustado la ruta, mucho. Además, debo estudiar qué están haciendo los zombis ahí arriba. Desde lo alto del Turó he visto lo que parecen ser rutas por pista bastante interesantes, para hacer tiradas más largas. Las estudiaré a fondo. Y quizá descubra algo más de los zombis en alguna de ellas...

sábado, 22 de mayo de 2010

Creo que soy un zombi...

Aprovechando que hoy es sábado, he pensado que la oportunidad era ideal para dormir un poco más. Así que en vez de a las 5:40, el despertador ha sonado a las 6:00, esos veinte minutos extra en la cama me han sentado de maravilla.

Después del descanso de ayer, y con la Cursa de El Corte Inglés la semana que viene, la ocasión era buena para volver a la ruta de los zombis. Desde que empecé a correr alrededor del hospital del Espíritu Santo, ya sabéis que he notado que algo ocurre entre las ruinas del viejo hospital. Además, he de confesar que a veces siento la necesidad de ir a correr ahí, algo en mi interior me dice que suba al hospital en lugar de correr hacia el mar. Y creo que estoy empezando a entender...

Hace unos años, tuve problemas en una rodilla, la izquierda. Cuando acababa de jugar a fútbol, me dolía aún más, durante un par de días. La Seguridad Social que tanto admira juestro jefe de estado estuvo mareándome tres años, ahora recuparación, ahora una radiografía, ahora un TAC, ahora cortisona, más recuperación... Hasta que tres años después me llevan al hospital, donde todos los médicos de traumatología me ven, uno me toca la rodilla, me pregunta si me duele, le digo que sí, vuelve a tocar en otro lado, le digo que no, toca de nuevo, esta vez sí, y entonces, solemnemente, dice... Hay que operar.

Seis meses después me operaron en lo que antes era el hospital del Espíritu Santo, me cosieron una fisura en el tendón rotuliano. Al menos, eso me dijeron. Ahora entiendo lo que pasó realmente... Los zombis ya estaban urdiendo su plan por aquella época. Ellos, camuflados entre doctores, anestesistas y enfermeras, se dedicaban a infectar la sangre de los pacientes para, tras manipular su cerebro, convertirlos en futuros zombis. Estoy convencido de que inyectaron en mi sangre los componentes necesarios para realizar la transformación, pero cuando intentaron hacer lo mismo en mi cerebro, se dieron cuenta de lo dura que tengo la cabeza y no pudieron atravesar mi cráneo. Por eso yo puedo detectarlos, mi sangre es medio zombi, pero no estoy bajo su influjo, pues mi cerebro está intacto.

Es posible que, por este hecho del azar, en un futuro mi misión en este mundo tenga algo que ver con la resistencia anti zombi. Estoy preparado para ello, seguiré entrenando duro y vigilando a los zombis...

Parte de ese entrenamiento ha sido volver hoy a la ruta zombi. Los 10 kilómetros han salido bastante bien, los he hecho en 53:46, mejor marca zombi. He subido las cuestas a muy buen ritmo, acelerando en el último tramo, empezando un poco antes en cada vuelta, y la última la he hecho saliendo fuerte desde el pricipio, estando a punto de completar la subida a tope, aunque me faltaron unos cincuenta metros. Al coronar la cuesta bajé recuperando el aliento, y los dos últimos kilómetros los hice bastante suelto.

Muy buenas sensaciones las de hoy. He mantenido un buen ritmo en las subidas, y los mini sprints han sido más largos. Me he recuperado bien del castigo de las cuestas, y los dos últimos kilómetros han salido rápidos.

jueves, 20 de mayo de 2010

1500 kilómetros con RunKeeper

El 12 de junio de 2009, hace casi un año, estaba en San Francisco por un viaje de trabajo. Ahí conocí a un compañero de profesión, y hablando del tiempo y otras cosas, descubrimos que los dos éramos aficionados a correr y a la tecnología. ¡Tanto que ahora corremos juntos muchas carreras populares! Yo en esa época ya usaba el Nike+ para llevar un control de lo que corría, incluso hice alguna carrera popular en Barcelona con él. El cacharrillo es bastante básico, simplemente un podómetro que se conecta a un iPod y cuenta los pasos que se dan con él. Te pide la altura y el peso, y más o menos, menos que más, calcula la distancia recorrida y luego envía la información a un servidor donde puede consultarse la distancia supuestamente recorrida y el tiempo.

El RunKeeper era otra cosa bien distinta... Es un programilla para el iPhone, que aprovechándose del GPS, va monitorizando la ruta que se recorre con él. Luego se pueden ver esas rutas en la web de RunKeeper, incluso retocarlas si por culpa de la falta de precisión del GPS no reflejan fielmente la realidad. Se puede consultar la velocidad por kilómetro, la altitud, la velocidad media, y poca cosa más. En cuanto vi todo lo que hacía el RunKeeper no me lo pensé dos veces y lo compré. Al día siguiente salí a correr con Álex, el culpable de que ahora sea usuario de RunKeeper, que había traído las zapatillas a San Francisco pero no se acababa de decidir, y ese día lo estrené. Desde entonces el Nike+ está en un cajón, y el RunKeeper no ha dejado de acompañarme en cada carrera o entrenamiento.

El 25 de febrero completé 1.000 kilómetros con RunKeeper. Me costó más de nueve meses hacerlos... Apenas tres meses después, he hecho ya 1.500 kilómetros, en 151 carreras, y he estado corriendo 125 horas y media con él. Con RunKeeper he cruzado el Golden Gate, he subido por la ruta de los Cable Cars de San Francisco, he corrido 23 carreras populares, 5 de ellas medias maratones, he salido seis días seguidos a correr de vacaciones en Menorca, y visto amanecer decenas de veces y anochecer sólo una vez.

Va a cumplirse un año desde que empecé a correr con él... Y gracias a muchos compañeros bloggers y runners estoy empezando a sentirme muy tentado por un Garmin. Hace poco me compré también un Polar, para medir la frecuencia cardíaca. Es una lástima no tener todo en un solo cacharro, RunKeeper y Polar. Además, llevar el iPhone atado al brazo es un poco aparatoso. No sé si el pobre RunKeeper llegará a cumplir el año. Pero sí que sé que esos 1.500 kilómetros que he hecho en menos de un año han sido en buena parte gracias al RunKeeper. Si lo cambio, será para hacer más y mejor. ¡RunKeeper, amigo, ésa va por ti! :)

Los últimos 10 kilómetros de esos 1.500 los completé esta mañana. Tenía la espina clavada de la ruta de ayer, que se me hizo más dura de lo normal y la hice bastante más lento. Hoy he completado la ruta de 10 kilómetros con seis vueltas al hospital en 55 minutos, el mejor tiempo desde que la hago. Aún me sentía un poco cansado, pero he podido mantener un buen ritmo, apretar al final de cada vuelta y hacer la última a tope desde el principio, para comprobar hasta dónde podía llegar a ese nivel de esfuerzo. Hice así casi la mitad de la subida, el resto de la vuelta la completé a un ritmo más relajado, y volví a casa intentando correr un poco más que estos últimos días.

La ruta fue bien, volví contento tras ver que había progresado. El punto 8 me respetó e iba bien abrigado. Todo ideal... Si no hubiera sido por lo que pasó al lado del viejo hospital cuando estaba completando la primera subida...

Dos jóvenes estaban sentados en un banco. A esas horas de la mañana hace frío. Iban muy abrigados. Tanto, que no tenían un solo centímetro de piel al descubierto. Es obvio el porqué... Estoy convencido de que eran dos zombis. No es normal que salgan del hospital, donde están preparando la invasión. Ni siquiera que se asomen por las ventanas. Apenas he visto alguno detrás de una cortina, o mirando a través de las persianas. Pero éstos dos estaban fuera del hospital, a escasos diez metros del edificio, pero fuera. La luz del día es perjudicial para sus miembros putrefactos, por eso iban tan tapados. No sé qué planeaban... Sólo sé que... Cuando di la segunda vuelta no estaban... Y no llegué a ver a los empleados del servicio de limpieza... No quiero pensar qué puede haber pasado...

miércoles, 19 de mayo de 2010

Vuelven las cuestas y los zombis

Después de la salida madrugadora de ayer, y las más de 6 horas en tren que tuve que soportar, hoy, pese a irme a dormir más tarde de lo normal, me levanté con ganas de volver a darme caña con las cuestas, y dicho sea de paso, de ver cómo iban las cosas con los zombis.

Esta vez el despertador sonó a la hora habitual, y a las 6:10 ya estaba en la calle, eso sí, bien provisto de guantes y corta vientos. Enfilé el camino al hospital muy tranquilo, me notaba más pesado de lo normal, con el cambio de horario y localización el punto 8 de ayer no fue especialmente satisfactorio, así que mi habitual grácil ligereza corriendo ayer no fue tal...

Al empezar la subida vi que no iba sobrado de fuerzas, así que busqué mantener un ritmo más constante e intentar hacer un pequeño sprint en cada vuelta. La primera bien, pero en la segunda no lo pude hacer, llegué bastante forzado, sobre todo de respiración. Me tomé la bajada con calma, y la tercera y cuarta vuelta sí que pude esprintar unos metros. La quinta inicié el sprint algo antes y lo hice menos intenso, acabé llegando bastante bien a la cima.

Y fue ahí cuando ocurrió algo terrible...

Dos empleados municipales del servicio de limpieza estaban trabajando justo al lado del viejo hospital, el de los zombis. A esas horas es normal que no se encuentren con mucha gente, igual que me pasa a mí. Quien no pase por ahí muy a menudo es seguro que no habrá detectado esa presencia sobrenatural... Pero inmediatamente me di cuenta de que ellos también saben lo que ocurre ahí dentro. Cada vez que paso por delante del viejo hospital lo hago algo tenso, con mis cinco sentidos alerta, con gesto de preocupación. Y pude reconocer claramente ese mismo semblante en los dos empleados de limpieza. Creo que ellos también se dieron cuenta de que yo sé lo que está pasando ahí adentro. No hizo falta cruzar una sola palabra. Las miradas nos delataron. Un escalofrío recorrió mi espalda... Pero me tranquilizó saber que no soy el único que se ha dado cuenta de que la invasión zombi de 2012 empezará en Santa Coloma, en las ruinas del viejo hospital del Espíritu Santo. Incluso he llegado a pensar que esos dos señores pueden ser agentes del CNI de paisano y que nuestros gobernantes saben de lo que va a pasar y quieren estudiar la situación sin alarmarnos. Estaré muy atento a sus movimientos.

Haber comprobado que no soy el único que ha detectado la presencia de zombis en el hospital me dio moral y completé la sexta vuelta a mucho mejor ritmo, hice las seis vueltas de menos a más, y completé algo más de 10 kilómetros a un ritmo al menor que el habitual. Así que mañana tocará apretar un poco. Voy a intentar aumentar un poco el ritmo en cada subida y mantener el sprint final. Y si el cuerpo aguanta, hacer el último kilómetro en llano a tope.

martes, 18 de mayo de 2010

Previstas dos semanas de cuestas

Después de mi modesta gesta de Montmeló, el lunes me tomé el día de descanso para dar un respiro a las piernas. Hacía tiempo que no acababa una 10K con agujetas, esta vez sí que las noté desde el mismo domingo. Creo que fui realmente a lo máximo que podía, seguramente animado por los parciales y la posibilidad de hacer marca. Es tremendo cómo pueden salir fuerzas de donde uno cree que ya no hay cuando ves que te estás superando a ti mismo...

Tras un lunes relajado, hoy me surgió casi de improvisto un viaje de ida y vuelta a Madrid. Esta vez no tocaba madrugón de los bestias, así que si ponía el despertador a las 5:15 aún tendría tiempo de salir a hacer unos kilómetros y luego trabajar en el tren. Dicho y hecho, salté de la cama a las 5:15, y a las 5:37 ya estaba comenzando la ruta de Montcada, de 9 kilómetros.

Echo de menos a mis zombis y estos días pasaré a verlos varias veces, pues el 30 de mayo es la cursa de El Corte Inglés y quiero destrozarme vivo en la subida al estadio. Pero hoy no era el día, la perspectiva de correr con algo de agujetas y pasarme después tres horas sentado en el tren no era la ideal... Así que opté por una ruta llana, para volver a coger tono antes de unos días intensivos de cuestas.

Me salió una tirada bastante regular, salí con viento en contra, además viento helado. Cometí la imprudencia de dejarme los guantes en casa, cosa que no volverá a ocurrir al menos hasta el 40 de mayo... ¡Tenía tanto frío en las manos que acabé metiéndolas en las mangas de la camiseta! El viento en contra y los brazos agarrotados con las manos encogidas dentro de las mangas no era la situación ideal para correr, aún así, sin forzar lo más mínimo, los primeros 5 kilómetros me salieron bastante bien, a 4:57, 4:54, 4:49, 4:43 y otra vez 4:43.

Al dar la vuelta en Montcada, ya tenía viento de cola y por fin pude sacar las manos. Me sentía ligero y le di un poco de marcha a las piernas, haciendo los tres siguientes en 4:32 clavados, y acabando el último en 4:12, algo que entrenando no había hecho hasta ahora. Eso me hace pensar que correr una 10K de menos a más podría no ser mala idea, pero cuando empiezo no puedo controlarme y me sale la táctica keniata, salir cagando leches, correr a todo lo que doy y acabar echando el higadillo... A ver la próxima...

Las sensaciones han sido muy buenas. Creo que he ganado en velocidad media y velocidad punta. Y tras las dos últimas carreras, las cuestas, pese a que las respeto especialmente, las empiezo a ver como un aliado más que como a un enemigo.

Ahora la prueba es El Corte Inglés. La subida al estadio es demoledora. Además suele haber mucho tráfico... Este año voy bastante más preparado que el anterior, o que hace casi veinte años, cuando la corrí por primera vez. En esa época no corría, sólo simultaneaba el fútbol sala con el levantamiento de vidrio en barra fija, y recuerdo que un año la hice en 59 minutos, y tuve agujetas una semana. El año pasado la hice en 54, la verdad, la que hice de joven aún me sorprende, obviamente no responde igual el cuerpo a los 20 que a los 40... :)

¡Saludos desde el AVE!

lunes, 17 de mayo de 2010

Fotos de Montmeló

Pequeña crónica fotográfica de la carrera del domingo...

Tres cobardes preparados para correr.




Estirando un poco...




Y la cara que se te queda después de superar tu mejor marca. ¡Manu también lo hizo!

domingo, 16 de mayo de 2010

Cronica de Montmeló

Hay días que uno se levanta con el pie izquierdo, pero hoy no ha sido uno de ellos... Hoy ha sido uno de esos días, escasos, en los que desde que suena el despertador notas que va a pasar algo bueno.

Ya llevo varias semanas habiendo cambiando mis entrenamientos para hacerlos más duros y frecuentes. No ha sido una decisión provocada por el afán de mejorar una marca o plantearme un objetivo de kilómetros, sino que ha sido algo que ha salido solo, el cuerpo pide más kilómetros, más cuestas, más días... Hace unos tres meses salía un día sí y un día no. Hasta que uno de esos días que me quedaba en casa tenía una especie de mala conciencia y de ganas de haber salido a sudar y estirar las piernas. Así que adelanté veinte minutos el despertador y me planteé salir tres días y descansar uno, y después endurecer la ruta con cuestas y cambios de ritmo.

Corro por placer y por salud. Y no puedo evitar intentar mejorar cada día... No iré al gimnasio ni me apuntaré a un club de corredores, al menos en los próximos años. Tengo dos niños pequeños y una esposa, además de un trabajo que como todos requiere su tiempo y dedicación, y he de robar el tiempo para correr a mis horas de sueño y al descanso del fin de semana. Intento llevar una alimentación correcta y sobre todo tengo la capacidad de ser disciplinado, así que lo que pueda mejorar será sólo a base de kilómetros, intentando hacerlos con cabeza, combinando tiradas, series, cuestas y carreras populares.

Esta declaración de intenciones viene a colación para aclarar que, pese a ello, mejorar mis marcas y sentirme un poco más fuerte cada carrera es una sensación difícil de superar y una satisfacción inconmensurable. No por ello dejaré de apreciar los efectos positivos del deporte en la salud física y mental, pero qué carajo... ¡¡¡He hecho mi mejor marca esta mañana en un circuito complicado y estoy eufórico!!!

Sonó el despertador a las 6:00, y fui a hacerme el zumo de naranja, para acompañar un suculento plato de pasta, como cada mañana de carrera. Mi hijo mayor, seis añitos que tiene, se levantó y me hizo compañía mientras me comía las galletas y el café, cumplía dos veces el punto 8 y llegaba la hora de salir. Manu pasó por casa, y esta vez se apuntó también Xavi, otro de los cobardes que corre conmigo.

Llegamos a Montmeló muy bien de tiempo, aún no eran las 9 de la mañana. La organización, perfecta, obviamente los medios de un circuito no son los mismos que los de un polideportivo. Aparcamos bien, dimos un corto paseo hasta el "paddock", y recogimos los dorsales sin hacer ni siquiera cola. Unas fotos antes de empezar, el último punto 8, una barrita de cereales con plátano y chocolate, y a calentar.

Salimos al calentar al circuito, tras las típicas bromas de subirse a los pianos, calcular la mejor trazada en la zona limpia, buscar al calvo de La Sexta, etc. Ya en calentamiento vimos que el recorrido de llano no tenía nada. Ya estaba sobre aviso... Sabiendo que la orografía no acompañaba, mi idea era salir de menos a más.

Pero no, que no hay manera...

Por arte del azar, nos vimos en la misma línea de salida cinco minutos antes del pistoletazo. Hasta nos escondíamos porque no queríamos salir en las fotos con los "profesionales"... :) El resto de corredores, muy civilizadamente, se iba incorporando por la parte de detrás del pelotón, así que íbamos a tener una salida con muy poco tráfico. Y por si esto fuera poca provocación, la salida era cuesta abajo. Así que me olvidé de cualquier plan, y pensé que lo mejor era salir cagando leches, y ya veríamos qué pasaba después. No sabía lo que venía después, así que quería hacer la primera vuelta estudiando el terreno y pensar la mejor manera de atacar la segunda.

Dicho y hecho, pistoletazo, y a volar cuesta abajo. Los primeros 600 metros bajaban en picado. No estoy especialmente delgado, aunque obviamente he perdido peso desde que he empezado a correr, así que la fuerza de la gravedad ayudó a completar el primer kilómetro, tras la bajada, la recta de llegada y unos pocos metros más cuesta abajo, a 3:35. ¡Cuando escuché al RunKeeper no me lo creía! Eso me animó, todavía quedaba todo el circuito por descubrir, y sabiendo que todo lo que baja debe subir, seguí corriendo y estudiando la ruta.

Después de los primeros 1300 metros en bajada, comienza la primera subida, se ascienden unos 23 metros en una distancia de 1200. Cómo todavía iba lanzado, el segundo kilómetro, a mitad de la subida, cayó a 3:57. Después de completar la subida, otra pequeña baja en picado, hasta acabar el tercer kilómetro, a 3:59. Luego la primera rampa asesina, desnivel de 20 metros en una distancia de 400, además en curva. Eso ya empezó a costar más... Una bajada muy ligera y ya habíamos hecho el cuarto kilómetro, éste a 4:17. Aún me veía fuerte, y habíamos subido bastante. Aunque también podía aventurar que la segunda vuelta iba a costar bastante más...

Una buena subida para poner a prueba piernas y pulmones, desnivel de 14 metros en una distancia de 300, y entonces, cuesta abajo a tope hasta volver a pasar por la recta de tribunas y empezar la segunda vuelta. El kilómetro 5, después del repechón y el inicio de la bajada, lo hice a 3:58. El RunKeeper me estaba dando unos tiempos de mejor marca, pero sabía que volver a subir las cuestas no iba a ser fácil...

El sexto kilómetro también se hace cuesta abajo, pasando por la recta principal del circuito. Me dejé llevar por la gravedad, aunque las piernas ya no daban tanto de sí, y lo hice a 3:55. A esas alturas, pese a respetar mucho las subidas que venían, ya pensaba que mi marca estaba a tiro.

El séptimo kilómetro fue el más duro. Había que escalar 22 metros en una distancia de 1000. Me había vaciado los seis kilómetros anteriores, pensando que todo lo que ganara al principio era tiempo que podía rascar al resultado final. Sabía que el séptimo iba a ser terrible, que después venía una bajada y que aún me quedaba coronar el noveno contra la gravedad. El séptimo lo hice a 4:37, no podía ir más rápido. Hice los ochocientos metros de bajada del octavo apretando los dientes y decidí que la última subida, del kilómetro 7,800 al 9,100, la iba a hacer a morir. El octavo, con la bajada y el principio de la última gran subida, cayó a 4:02.

El noveno, cuesta arriba excepto un tramo corto de unos pocos metros, lo hice desconectando el cerebro y convertido en una máquina que sólo tenía piernas y pulmones. Pese al desnivel de casi 20 metros, y el tute que llevaba encima, lo hice a 4:22. El RunKeeper me cantó el tiempo en el kilómetro 9 y pensaba que iba a hacer marca pero no tenía claro por cuánto. Quedaba una subidita de pocos metros y el resto ya era cuesta abajo. Subí esos últimos metros braceando, impulsándome hasta con la cabeza, y en la bajada aceleré el paso, animado por los dos kilómetros anteriores en los que adelanté a bastante gente. No era consciente del tiempo que estaba haciendo en ese último kilómetro, hasta que apenas llegando a la meta el RunKeeper me cantó 40:40. Ese último kilómetro en caída libre lo hice a 3:44.

Como el GPS no es perfecto, el RunKeeper me chivó el tiempo unos segundos antes de cruzar la meta, cuando según sus cálculos ya había hecho los 10Km, y tras escuchar la voz celestial que me decía que había hecho menos de 41 minutos crucé la meta con los brazos en alto y un gesto de rabia y satisfacción, tras ver que había podido dejar atrás los 42:00 que hace meses veía inalcanzables y podía empezar a pensar en bajar los 40:00.

Hice una carrera un poco rara, la salida en bajada fue una tentación demasiado grande como para salir conteniéndome... Además, he de reconocer que el trazado del circuito tiene algo de trampa a favor, pues los primeros 800 metros cuesta abajo no hay que subirlos después, ya que la carrera empieza en la bajada anterior a la recta de salida y acaba en esa misma recta dos vueltas después, todo hay que decirlo.

Creo que las 10K las hago, inconscientemente, empezando a tope, teniendo un pequeño bajón a partir del kilómetro 5 ó 6, y apretando de nuevo a partir del 7 ó 8. Estoy llegando entero a los últimos metros, incluso puedo permitirme un sprint. No sé si es la mejor táctica, pero es lo que me pide el cuerpo. Prometo una vez más intentar hacer la próxima de menos a más... :)

En fin, una carrera preciosa, una experiencia inolvidable correr en el circuito, y un sabor de boca memorable bajando mi tiempo. Además el lugar es ideal para ir con la familia, hay atracciones para los niños y mucho espacio libre. Está muy cerca de Barcelona, ya sería perfecta si empezara una hora antes, pero aún empezando a las 10, el calor no ha hecho estragos y se ha corrido bien.

Ahora toca entrenar dos semanas, ir a ver a mis zombis, y luego la Cursa de El Corte Inglés. Ésa sí que duele... La subida al estadio es demoledora. Así que voy a dar muchas vueltas al Hospital para intentar dejar el pabellón bien alto.

¡Mejor marca en Montmeló!

Esta noche lo contaré con más detalles, pero no puedo evitar escribir rápidamente que los 10Km en el Circuito de Montmeló me han salido de fábula. Ya se me veía optimista antes de empezar...



Y la carrera acabó, a falta de confirmación del tiempo oficial, segundo arriba o segundo abajo... ¡En 40:45!

¡Mi mejor marca, superada casi en un minuto!

Os dejo el recorrido, seguro que os suena... ;)

sábado, 15 de mayo de 2010

Último entrenamiento libre, y mañana carrera en Montmeló

Hoy espero haber sido un alumno aplicado y he seguido los sabios consejos que me han dado estos días. El viernes no salí a correr, después de dos días de duras cuestas y uno de tirada plana con final ajetreado. Y hoy salí un rato por la mañana, con sol de justicia pero ambiente frío por el viento, a hacer sólo cuatro kilómetros para estirar las piernas, calculando que me iban a llevar unos veinte minutos.

Los hice muy tranquilo, sin la presión del punto 8 y habiendo desayunado adecuadamente tres horas antes, así que yendo despacio me salieron a una media de 4:51 sin esforzarme. Costó pero contuve la tentación de ir más deprisa, hacer algún sprint o ir a visitar a los zombis...

Ya tengo todo listo para mañana. Tengo muchas ganas de correr en el circuito de Montmeló, las fotos son espectaculares.



El platito de pasta está ya en la nevera. Hoy he ido a comprar camisetas nuevas, de tirantes, después de que un amigo me riñera por salir en todas las fotos con la misma camiseta... :D Todavía hemos tenido lluvia hoy, pero el cielo parece haber dejado de amenazarnos, mañana espero sol pero imagino que aún refrescará un poco después de tantas lluvias. Espero que el clima sea bueno para correr, ya quedan muy pocas oportunidades de hacerlo sin un calor abrasador.

jueves, 13 de mayo de 2010

Calentando motores para Montmeló

Vaya día de perros el de hoy... Afortunadamente, me levanté pronto, y viendo que aún no había empezado a llover, opté por el plan A, que consiste en salir hoy a correr y descansar mañana. Quería descansar también el sábado, pero si encuentro un hueco intentaré salir 20 minutos a estirarme un poco antes de la carrera, siguiendo el consejo de Miguel. Gracias también a Manuel y Óscar por sus ánimos, es genial encontrar gente que comparte esta afición y que está dispuesta a aconsejar y animar a los novatos... :)

Salí sobre las seis, el suelo estaba seco y no había una sola nube. Estiré bien, y el RunKeeper cogió señal rápidamente, invitando a empezar a correr sin entretenerse. Después de dos palizas con cuestas y zombis, hoy opté por mi clásica ruta de ir a la playa y volver siguiendo el curso del Besós, ruta llana donde las haya, con viento a favor a la ida y en contra a la vuelta. Completé casi 10 kilómetros intentando no forzar, y me salieron bastante bien, a una media de 4:45.

Podían haber salido bastante mejor, iba bien de ritmo, pero en el kilómetro 8 la alerta de punto 8 subió repentinamente a nivel rojo, con riesgo de escape inminente... Bajé el ritmo para contener la presión, y volví del puente a casa andando, cuando normalmente lo hago al trote para enfriar. No me atrevía a correr, las consecuencias habrían sido desastrosas... Llegué a casa haciendo un último esfuerzo titánico de contención, y la historia acabó con un final feliz... No quiero pensar qué habría pasado si hubiera estado un kilómetro más lejos de casa cuando ocurrió el incidente...

Las sensaciones fueron muy buenas. Creo que he ganado algo de velocidad, en ayunas suelo hacer esa ruta a 5:50 como mínimo, y hoy, con el punto 8 controlado, creo que habría acabado mucho mejor. El domingo espero sentirme bien, a ver si sale una carrera bonita en Montmeló, el lugar es incomparable y la experiencia promete ser única. Si además puedo hacer un buen tiempo, mejor que mejor.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Más cuestas antes de Montmeló

El domingo correré la Cursa "Mulla't i Corre" en el Circuito de Montmeló.Ya estoy avisado de que el circuito no es precisamente plano, algo que a los coches de Fórmula 1 probablemente no afecte demasiado, pero a los humanos que estaremos ahí el domingo sí que puede causarnos algún contratiempo...



Así que he seguido entrenando en mi circuito de cuestas y zombis un día más. Ayer me salté inconscientemente una vuelta, pero hoy las he contado con especial cuidado y he completado las seis vueltas en una tirada de algo más de 10 kilómetros. Siguiendo los consejos de Manuel y Óscar, he insistido también en hacer unos cambios de ritmo, un pequeño sprint al acabar cada una de las cinco primeras vueltas, y para acabar de reventarme, empecé la última vuelta a tope desde el principio, para ver hasta dónde era capaz de llegar corriendo al máximo. Hice aproximadamente la mitad de la subida a todo lo que doy, y la otra mitad a un ritmo bastante más tranquilo, intentando recuperar el aliento a duras penas.

Acabé satisfecho con el esfuerzo, y pensando en acelerar esos cambios de ritmo, sobre todo la última subida de la cuesta. Corro el riesgo de llegar al final de la subida demasiado cansado y que los zombis intenten aprovecharse de ello... Pero ya he localizado algunos sitios por donde huir en caso de que me preparen una emboscada...

Al acabar las seis vueltas me noté las piernas bastante cargadas, lo raro habría sido no notarlas así, después de la subida dándolo todo. Hice los dos últimos kilómetros volviendo a casa mucho más relajado, pero contento con mis cuestas y cambios de ritmo. Como tengo carrera el domingo, estoy dudando entre correr mañana y descansar dos días, o descansar mañana, correr el viernes y descansar otra vez el sábado. Tenemos lluvia prevista para estos días, así que si mañana no ha llovido saldré, y si ha llovido mucho esperaré al viernes. En cualquier caso, la idea es hacer unos 9 kilómetros in forzar y guardar fuerzas y ánimos para Montmeló.

martes, 11 de mayo de 2010

Volviendo a las cuestas

Después de un inmerecido descanso el lunes, hoy he vuelto a retomar la ruta del Espíritu Santo para seguir entrenando con cuestas. Llevo apenas dos semanas dando vueltas alrededor del nuevo hospital y pasando al lado del viejo, el de los zombis, y no sé si es autosugestión, exceso de optimismo o algo hay de cierto, pero creo que se empieza a notar.

En Sant Quirze me sentí bien, y analizando más profundamente mi tiempo, creo que, dentro de mis posibilidades actuales, me fue mejor de lo esperado. Vi que el ganador de la carrera hizo casi dos minutos más que el tiempo que él mismo hizo en La Llagosta, y yo hice un poco más de un minuto, así que creo que algo he progresado, o quizá simplemente tuve un buen día... Sea como sea, seguiré con las cuestas, me han gustado.

Hoy añadí una ligera variante, que consiste en un cambio de ritmo al acabar cada una de las subidas, un mini sprint de unos cincuenta metros. He leído que los cambios de ritmo son muy buenos en los entrenamientos, así que probaré esta variante a ver si también ayuda.

Salí de casa pronto, a las 6:00, el RunKeeper se resistía a coger señal GPS pero poco después ya estaba en marcha. Hice una ruta de algo menos de 10 kilómetros, completando cinco vueltas al circuito del hospital. Ya ha salido el sol a esas horas, pronto creo que archivaré el corta fríos y los guantes, y ahora puedo observar mejor qué planean los zombis de las ruinas del viejo hospital. Hoy vi claramente como uno me miraba por la ventana mientras hacía un gesto a otro zombi que tenía al lado... Aunque estoy tranquilo porque la luz del día los tendrá a buen recaudo una temporada...

Mañana insistiré con las cuestas y el mini sprint. Intentaré completar seis vueltas, la verdad es que pensaba que hoy las había hecho, pero al ver la gráfica del RunKeeper comprobé que me salté una. Resistiré la tentación de hacer siete para compensar... :)

Por cierto, este post lo he escrito con mi flamante nuevo iPad. Es que si no lo cuento reviento... :)

domingo, 9 de mayo de 2010

10Km [SQV] - Fotos

Esta carrera se caracteriza también por la cantidad de gente que está haciendo fotos durante el recorrido, y luego las sube al Picasa de manera altruista.


Acabando la primera subida



Sobre el kilómetro 8



Llegando



¡Muchas gracias a todos los que estaban dando ánimos y sacando fotos!

Por eso siempre seguiré pensando que esta carrera tiene algo especial...

10Km [SQV]

Los 10Km de Sant Quirze van a seguir entre mis carreras favoritas, seguro.

El año pasado fue la tercera carrera que corrí, recuerdo que me fue mucho mejor que las dos anteriores, ya había empezado a entrenar, y también recuerdo que me pareció una carrera durilla. Luego hubo otras bastantes más duras, como El Corte Inglés, Sant Muç o Guanta, y también Premiá, sobre todo por las fechas veraniegas en las que se celebraba esta última.

Un año después, empiezo a repetir algunas de las carreras, que es buen ejercicio para ver cómo voy progresando físicamente, y también para comprobar cómo andan de fiables mis neuronas...

Debido a que soy optimista por naturaleza, ayer pensaba que la carrera no era tan dura como creía recordar, incluso pensaba que podía intentar ir a hacer una buena marca. Total, eran unas pocas subiditas, tampoco tantas.

Me levanté a las 5:30, me zampé el platito de pasta, zumo de naranja, dos galletas de chocolate y café de rigor, y completé el punto 8 en dos ocasiones. Manu pasó por casa y nos enfilamos a Sant Quirze. Al llegar, un tercer punto 8 me dejó listo para salir grácil y ligero. Calentamos y estiramos, sin problemas, había poca gente y eso ayuda. Y nos preparamos para los 10 kilómetros con algunas subiditas. El clima era fresco, el día nublado, ideal para correr.

Ja, ja, iluso de mí. Sí, hay carreras más duras, pero a las cuestas hay que respetarlas. Se puede y se debe ir a hacer lo mejor posible, pero dejemos las mejores marcas personales para carreras más llanas.

Tampoco me quejo, a falta de ver la marca oficial, el RunKeeper me dice que los 10 kilómetros los hice en 42:50 y poco. Hace un año la acabé en 48:51, y hace unos meses hacía las 10K llanas a más de 45:00, así que creo que he progresado adecuadamente, como decían en el cole. Me he quedado a un minuto y pico de mi marca, pero una vez corrida la carrera, entiendo que era apuntar muy alto.

La salida es cuesta arriba, luego se baja y se vuelve a subir hasta completar el primer kilómetro. Y yo, que no me controlo, hice ese primer kilómetro a 3:59. Después se baja un poco y viene una subida bastante prolongada. La pendiente no es excesiva, aproximadamente subimos 17 metros en una distancia de menos de 700 metros, y como salí enchufado, completé el segundo kilómetro, al llegar al final de la cuesta, a 4:04. Después viene un buen respiro, 1 kilómetro y medio de bajada, hice el tercer kilómetro a 4:00 y acabé el cuarto, coronando una pequeña cuesta después de la bajada, que sube 10 metros en una distancia de 400, con un tiempo de 4:11. Y entonces comenzó lo peor...

Creo que salí demasiado rápido. Me queda la duda de que si saliendo más despacio luego puedo recuperar en los últimos kilómetros el tiempo que me dejo en los primeros. En las medias maratones sí que corro dosificándome bastante al principio, pero en las 10K suelo salir fuerte (según yo), bajo un poco a media carrera, e intento apretar al final. Tengo que probar a correr de menos a más una 10K, pero llega el momento y no soy capaz... :)

Como iba diciendo, al acabar el cuarto kilómetro empezó lo peor... Un tramo llano, y luego, antes de completar la primera vuelta se sube un desnivel de 15 metros en una distancia de 500. Ese kilómetro ya costó más, lo hice a 4:34. Empezaban a pasar factura las cuestas y los tres primeros kilómetros casi al máximo de mis posibilidades, y todavía quedaba media carrera.

A falta de confirmar los tiempos oficiales, me salían esos 5 Km a 20:48. Obviamente no iba a hacer los 5 que me faltaban al mismo ritmo, así que ya era consciente de que no era día para ir a por marca ni de lejos.

Tocaba repetir 5 kilómetros con la misma orografía. Los dos primeros los hice a 4:20 y 4:35. Eran las subidas que hice casi a 4:00 recién salido. Los dos kilómetros con la cuesta abajo y la subidilla fueron mejor, a 4:10 y 4:16. Veo que mi rendimiento cae en picado en las cuestas, y no tanto en llano o en bajada. Y el último kilómetro, justo cuando sonaba la canción de Rocky III en el RunKeeper, lo pude hacer a 4:27, mejor que el quinto, algo de fuerzas sí que me quedaban!

Llegué reventado, las cuestas no eran rompedoras, y precisamente por eso, las ataqué quizá con demasiada alegría. Y las piernas lo notaron al final. Estoy contento con la marca, si sigo entrenando cuestas y consigo no tener ese bajón de ritmo que tuve en el kilómetro 5 y el 6, creo que puedo hacer mejor marca. El año que viene lo veremos...

La carrera sigue siendo preciosa. El ambiente es mucho más amateur, no suele participar gente profesional y se inscribe mucha menos gente que en otras. Además, el bocata de butifarra es el mejor de largo, el único que hacen con pan con tomate y con la butifarra saliéndose por ambos lados del pan. No regalan camiseta (ya no se qué hacer con todas la que tengo!!!) ni chorradas, pero sí que dan una chaquetilla que creo que me va a acompañar en más de una carrera.



La semana que viene corro en el Circuito de Montmeló. Espero que Alonso y Hamilton no se carguen nada... Esta semana seguiré con cuestas y haré una tirada más larga y tranquila. Creo que descansaré dos días antes de la carrera. Podría ser un buen día para ir a por marca, si el clima acompaña. Aunque ya estoy avisado de que el circuito no es tan llano como parece.

viernes, 7 de mayo de 2010

Volvemos a la llanura

Después de dos duros días de cuestas y zombis, hoy me tocaba el último entrenamiento antes de la Cursa de Sant Quirze.

Mi rutina matutina es apagar el despertador, desconectarle el iPhone, y realizar mi primera visita al baño mientras miro el correo. Durante el proceso vi una respuesta a mi post anterior, en la que Óscar me recomendaba bajar un poco la intensidad de los entrenamientos la semana anterior a una carrera.

Pensé que tenía razón, es más, normalmente ya levanto un poco el pie del acelerador e intento descansar un día completo antes de una carrera de 10K, o dos si es una media maratón. Durante esta semana, los dos últimos días me había aplicado una pequeña paliza con las subidas del Espíritu Santo, así que hoy pensé que lo prudente sería salir a correr muy tranquilo.

Opté por la ruta de Montcada, que sube muy levemente y suele ir contra el viento los primeros 4,5Km, y baja suavemente y con viento de cola durante la vuelta. El RunKeeper además colaboró y tuve muy buena señal desde el primer momento. Me salió una tirada muy limpia, a un ritmo levemente ascendente y muy constante, nunca había visto una gráfica del RunKeeper con la velocidad tan controlada. Hice 9 kilómetros a 4:57 minutos el kilómetro, muy tranquilo, me gustó haber podido llevar una velocidad tan constante.

Noté las piernas algo cargadas al principio, pero acabé mucho más ligero, pudiendo correr más pero sin querer apretar, sobre todo porque la alerta de punto 8 subió a nivel rojo casi al final y no quería sustos...

Mañana descanso en familia, y el domingo volveré a Sant Quirze un año después. El año pasado la hice en 48:51. Después hice varias carreras en Barcelona, llanas, en las que estuve a punto de bajar de los 45:00. Hasta noviembre no conseguí bajar esa marca psicológica de los tres cuartos de hora, y hace poco he conseguido hacer los 10K por debajo de 42:00. No sé si podré batir mi marca el domingo, la carrera no es del todo llana, pero como los cobardes somos muy optimistas, creo que al menos he de intentarlo. Espero que las cuestas ayuden, aunque sé que me quedan aún muchas por subir.

jueves, 6 de mayo de 2010

Siguen las cuestas y vuelve la lluvia

Ayer me congratulaba de que había vuelto a salir el sol en Barcelona y ya había cesado la lluvia de estos últimos días. Todavía refresca bastante por la mañana, pero la perspectiva de no mojarse hacía más apetecible salir a correr un poco.

Así hice esta mañana, a las 5:40 sonó el despertador y a las 6:00 ya estaba listo para repetir mis cuestas matutinas. Hacía frío, esta vez sí que salí con guantes, y como si me hubieran estando esperando toda la noche, los nubarrones que cubrían el cielo decidieron remojar al pobre cobarde que salió a correr justo cuando puse en marcha el RunKeeper.

No me supone un problema correr cuando empieza a llover, mucho peor es correr cuando ha estado lloviendo y está el suelo encharcado. Así que emprendí la ruta de los zombis a buen ritmo. Hoy he visto que el RunKeeper, además de la distancia y la velocidad media, también me dice lo que se asciende corriendo. Ayer hice el recorrido a 5:29 minutos el kilómetro, subiendo 400 metros en algo más de 10 kilómetros. Hoy salí con la idea de regularme un poco, pensando que el domingo hay carrera y quiero darlo todo, pero en cuanto empecé a correr me sentí bien y decidí sobre la marcha no sólo repetir el circuito de ayer, sino que además iba a completar las 6 vueltas enteras, bajando hasta la rotonda donde empieza la subida al hospital nuevo en cada una de ellas.

Este recorrido completo es de 10.72 kilómetros, subiendo 418 metros. Lo hice a 5:24, mejor que ayer, siendo una ruta algo más larga y con más desnivel. Antes temía y odiaba las cuestas. Cada vez que corría en Barcelona, maldecía a todas las vedettes y demás profesionales del Paralelo, por personificar en alguien mi disgusto por esa calle cuesta arriba a la que están abonadas casi todas las carreras populares de Barcelona. Pero ahora me están empezando a gustar subir, noto que mis piernas trabajan mucho más, y cuando enfilo los dos últimos kilómetros en llano hacia casa casi me siento volar.

Mañana volveré a salir, dudo entre hacer doce o trece kilómetros llanos o volver a insistir con las cuestas. El sábado me quedaré en casa y el domingo veré si en Sant Quirze me gano la butifarra.

PD: Los zombis siguen ahí. No se oye nada, pero la presencia sobrenatural invade el ambiente al pasar por los restos del viejo hospital...

miércoles, 5 de mayo de 2010

Más cuestas

Hoy ya nos decían los meteorólogos que por fin veríamos el sol en Barcelona. Pero antes de que saliera todavía tenía una cuenta pendiente con las cuestas del Espíritu Santo, que dicho así puede dar un poco de miedo, pero no son ninguna ruta que se deba recorrer de rodillas y con una cruz, sino mi nuevo entrenamiento matutino... :)

Por la noche ya había dejado de llover, pero a las 6 de la mañana todavía hacía bastante frío y el ambiente estaba húmedo. Esta vez me puse mi corta vientos Nike (seguro que tiene otro nombre, pero corta vientos mola), y dudé entre salir con guantes o sin ellos. Al final los dejé en casa, los eché de menos al principio, pero a los 10 minutos de empezar a correr ya ni me acordaba de que existen.

Tomé la ruta de la subida al Espíritu Santo, con la intención de hacer al menos 10 Km, así que la idea era dar unas 6 vueltas al circuito que rodea al hospital. La ruta comienza subiendo por el lado derecho del hospital nuevo, continúa ascendiendo una vez pasado el hospital, y luego gira casi 180 grados para pasar por lo que queda del antiguo hospital.

Si es cierto que los zombis nos invadirán en 2012, es posible que yo vea en directo el inicio de la invasión. Los edificios desiertos y tapiados del viejo hospital son ideales para que los espíritus de las víctimas de negligencias médicas y malas praxis despierten de su letargo mortal y comiencen a salir en busca de nuestros cerebros. Estoy convencido de que en el interior del viejo hospital se están agrupando todos los zombis y preparando su invasión. Sé que en uno de mis entrenamientos, durante una mañana fría y húmeda, veré cómo empiezan a caer los ladrillos de las ventanas y los brazos de los primeros zombis aparecerán a través de ellas encabezando el inicio de la invasión... Debo estar preparado, seguir entrenando y estar listo para salir corriendo a poner a salvo a mi familia y al resto de mis conciudadanos cuando esto ocurra...



No, no me he maread en el giro de 180 grados que hay al final de la subida, es que los edificios medio en ruina del viejo hospital y la mañana fría y húmeda estaban perfectos para pensar algo así... Seguiré observando y si veo algo avisaré... :D

Mientras pensaba en los zombis completé seis vueltas al circuito. La primera y la segunda muy bien, la tercera se me hizo un poco cuesta arriba, lógico, y las tres últimas fueron algo mejor. Por mis cuentas iba a completar 10 Km si cogía la ruta hacia casa después de la sexta vuelta, así que tomé las de Villadiego y me fui en busca de una buena ducha caliente y hielo para mis rodillas, un inmerecido desayuno y luego una dura jornada de trabajo. Los últimos kilómetros sin pendiente los hice grácil y ligero, el RunKeeper me marcó 4:45 en el último, yendo sin forzar.

Hoy he sentido las piernas algo cargadas, estas últimas semanas que he estado saliendo a correr tres días y descansando uno no he tenido apenas agujetas, sólo unas pocas después de las carreras. Pero hoy sí que he notado todo el día las piernas cargadas. Mañana volveré a repetir ruta, estaré atento a cualquier novedad respecto a los zombis y decidiré qué hago el viernes, pensando en la carrera del domingo.

martes, 4 de mayo de 2010

Se acerca Sant Quirze

El domingo toca madrugar. Iré a correr los 10km [SQV], será el segundo año que la hago y tengo ganas de ver cómo me desenvuelvo en una 10K con algo de desnivel, después de dos carreras bastante planas y antes de enfrentarme a la subida asesina de El Corte Inglés. Tocará levantarse pronto, pues la carrera empieza a las 9 y hay que recoger el dorsal el mismo día. Y por supuesto, no puedo salir a correr en serio sin pegarme un buen desayuno tres horas y media antes de la salida, así que tocaremos diana a las 5:15.

Tengo en la memoria que era una carrera durilla, con subidas muy fuertes, pero me temo que ese recuerdo es consecuencia de que era la primera vez que corría con algo de desnivel y mi entrenamiento era bastante ligero. Viendo de nuevo el recorrido y el perfil, me temo que no era para tanto...









Empezamos subiendo nada más empezar, después vienen un par de repechones y luego sí que se sube un poco más hasta el segundo kilómetro, más o menos 20 metros en una distancia de 500 metros, bueno, nada del otro mundo. Luego tenemos casi dos kilómetros cuesta abajo, y para acabar, sí que hay una subida que recuerdo bastante bien, ya en el último kilómetro antes de completar la primera vuelta. Dos buenos repechones para acabar esos últimos mil metros, y luego repetimos otra vez el circuito de 5 kilómetros.

Al final de la subidilla del kilómetro 2 hay un giro de 180 grados. No sé si os pasa a todos, pero a mí me sientan fatal esos giros. Sobre todo en una media maratón, cuando hay que hacer un giro así después de llevar encima más de 15 kilómetros a tope, noto dos cosas, primero, sufro un bajón de ritmo importante, que quizá es debido al segundo síntoma, que es un conato de indicio de principio de amago de ligero mareo... Nada serio, pero sí que noto que la cabeza se despista un poco mientras doy la vuelta, ¿soy el único o es algo relativamente normal?

En este caso, el giro no es tan cafre, se hace aprovechando una rotonda, y como dice la organización, es un buen momento para saludar a compañeros que vengan en dirección contraria, pues la rotonda está al final de una recta de unos 700 metros que se recorre en ambos sentidos.

Con la mirada puesta en esa carrera, tengo planeado salir tres días seguidos a hacer cuestas, de más a menos. Según cómo me vea el viernes, al lo mejor lo cambio por un rodaje más plano y largo, pero la moral está alta y espero hacer muchos metros cuesta arriba... :)

lunes, 3 de mayo de 2010

La lluvia no muerde

Ayer me prometí y comprometí a que hoy salir a correr, sabiendo que tocaba lluvia. El despertador no perdona, a las 5:50 ya estaba sonando, acompañado del ruido de la lluvia...

Fueron apenas cinco minutos de dudas, en cuanto la música dejó de sonar para dar paso al buzzer, me levanté de un salto dispuesto a mojarme un poco.

La idea inicial era salir a probar si las cuestas de estos días habían tenido un efecto positivo, aunque no esperaba nada espectacular tras una semana de pendientes más pronunciadas. He salido varias veces con lluvia y la verdad es que me ha ido bien, pero esta vez el día empezaba torcido y no mejoró demasiado...

Caían cuatro gotas, sin llegar a molestar, pero llevaba toda la noche lloviendo y el suelo estaba bastante encharcado. Empecé a estirar debajo de un árbol, y a los dos minutos noté que el GPS del RunKeeper no estaba muy a gusto con las nubes y se resistía a coger señal. Con la pelotita de la cobertura de GPS en rojo, esperando que pasara a verde pronto, salí en dirección al río a buen ritmo. Al llegar al puente la pelotita seguía roja, recuerdo que una vez que me pasó lo mismo ya cogió señal cuando estaba llegando al río, así que giré en dirección a Montcada y puse el programa en marcha, esperando que llegara la señal pronto y poder ajustar el mapa del RunKeeper a mano...

Pero nada, parece que la borrasca que tenemos encima es densa, y hasta que no llevaba 8 minutos corriendo no pude contar con una medición fiable... Soy tan fanático de las mediciones que no corría a gusto... :) Además, los charcos empezaban a ser un problema y sin darme cuenta estaba zigzagueando y dando gráciles saltitos para no mojar mia Adidas seminuevas. Empezó a llover más fuerte, se me metían las gotas de agua en los ojos y estaba empezando a cabrearme.

Así que opté por dar media vuelta, y bajar al río por la primera rampa, con la esperanza de que no hubiera tantos charcos. Afortunadamente fue así, crucé los tres puentes, llegué hasta la zona que está sin asfaltar y volví para casa. Fueron algo más de 6 kilómetros, y contando la parte que no grabó el RunKeeper, en realidad habrán sido algo más de 8 klómetros, que no hice a mal ritmo, 4:50 minutos el kilómetro, teniendo en cuenta la incómoda lluvia.

Mañana no saldré, parece que seguirá lloviendo. Estoy intentando salir tres días y descansar uno, pero si soy sincero, el día que no salgo me quedo con las ganas de ponerme las zapatillas. Así que descansaré el martes, y pensando que Sant Quirze es el domingo, si todo va bien saldré miércoles, jueves y viernes a hacer las cuestas del Espíritu Santo, mi idea es salir antes el miércoles para hacer 6 vueltas y bajar una el jueves y otra el viernes. Veremos cómo sale...

Y ahora, como la programación es una afición casi tan intensa pero bastante más antigua como correr, voy a probar si funciona bien el plugin social de facebook en el blog... :)

domingo, 2 de mayo de 2010

Cambiamos el entrenamiento

De las dos últimas carreras de 10K, planitas y con buen clima, me llevo como recuerdo mis dos mejores marcas en esa distancia, y la convicción de que el año que viene pienso repetirlas.

El año pasado no corrí ninguna de esas dos, es más, por estas fechas sólo había corrido dos cursas de 10K. La Jean Bouin, mi primera, irreconocible con una marca de 51:24, casi diez minutos más que la que hice en La Llagosta. Después la Sant Silvestre de Masnou, que tampoco fue especialmente gloriosa. Y después de Masnou fue cuando empecé a entrenar con un poco más de seriedad, pues había visto que esto de correr parecía una práctica sana e interesante.

La tercera carrera que hice fue la que realmente me convenció de que seguiría corriendo con más asiduidad. La Jean Bouin fue en el centro de Barcelona, donde el ambiente es algo más frío aunque nunca dejaré de agradecer a la gente que da ánimos durante el recorrido. La de Masnou transcurría por el paseo marítimo, no había mucha gente ya que el tiempo no acompañaba y eso y mi modesta actuación la hizo aún más fría. Pero en Sant Quirze, mi tercera carrera, de la que se cumplirá un año el domingo que viene, fue muy distinta...

Estamos hablando de un pueblecito a unos cuántos kilómetros de Barcelona, y la carrera se hace a las 9, así que el que participa realmente disfruta de lo que hace, pues el madrugón y el viaje son de consideración. Al llegar a Sant Quirze se respiraba un ambientillo distinto. Todo el mundo se veía contento y convencido de estar ahí. Unas abuelitas preparaban bocatas de butifarra, que no han sido superados aún en ninguna otra carrera. Cortaban el pan y untaban el tomate a mano, recuerdo cómo le di las gracias a la abuelita que me dio el mío al acabar la carrera, pocas veces he dicho esa palabra con tanta sinceridad... :) La carrera me fue mejor que las dos anteriores, aunque la marca aún estaba lejos de ser competitiva. Y además, el seguimiento mediático fue especialmente sensible conmigo. Por cuestiones del azar, acabé filmado de esta guisa:



Durante los diez kilómetros la gente animaba y aplaudía, sobre todo a la mitad de la carrera y la llegada (es un circuito de 5Km al que se le dan dos vueltas). Después de la carrera, organizaban una mini carrera para niños. Y en el pack de regalos había un chaleco al que le cogí mucho cariño y lo llevé como abrigo a varias carreras posteriores.

El domingo vuelvo a Sant Quirze, y poco después llega la Cursa de El Corte Inglés. No son carreras llanas precisamente... Durante este año he visto que mi punto débil son las cuestas. Sufro mucho y creo que me cuesta demasiado recuperar después. Ya llevo unas semanas haciendo series y creo que algo he mejorado, la subida al Paralelo de la Cursa Bombers me fue mejor de lo que pensaba, pero aún recuerdo lo que llegué a sufrir en la de El Corte Inglés del año pasado, o en Guanta y Sant Muç. Así que como se acercan carreras con desnivel importante, he buscado una nueva ruta para poder entrenar cuestas.

Una de las cosas que siempre intento evitar son los cruces con calles y carreteras. Tengo el privilegio de poder acceder al río Besós cruzando apenas dos calles, y ahí puedo correr todo lo que quiera sin un solo semáforo. Pero claro, bien llano... Teniendo en cuenta esta precaución, no es fácil encontrar una ruta con cuestas y sin semáforos, pero desde que hicieron el nuevo Hospital del Espíritu Santo se me ha abierto una ruta bastante interesante, con sólo un cruce, además muy poco transitado. Ahora salgo hasta el río, cruzo el puente de Santa Coloma por debajo, subo de nuevo una vez cruzado el puente del Potosí, y desde ahí tengo una buena subida de casi un kilkómetro con un desnivel de 44 metros, que no está mal. Después puedo hacer un minicircuito, sin cruzar una sola calle, de 500 metros con un desnivel de 26 metros de subida, que luego bajo en unos 400 metros más. Hago este circuito 4 veces, y vuelta para casa, son unos 8 kilómetros con un tramo bastante intenso, y los puedo alargar si hace falta a base de dar vueltas extra...

El martes estrené la ruta, el miércoles volví a la del río, que hice a 4:43 en ayunas, el jueves insistí con las cuestas, aunque el RunKeeper no dejó constancia total de ello... Otra de cuestas el sábado, y para acabar, unas series esta mañana:

Calentamiento - 5 min - 5:42 min/km
750 metros - 3:56 min/km + 1:30 min de descanso - 8:27 min/km
750 metros - 4:00 min/km + 1:30 min de descanso - 10:18 min/km
750 metros - 4:13 min/km + 1:30 min de descanso - 11:44 min/km
750 metros - 4:00 min/km + 1:30 min de descanso - 9:24 min/km
750 metros - 4:06 min/km + 1:30 min de descanso - 10:20 min/km
750 metros - 4:04 min/km + 1:30 min de descanso - 11:05 min/km
750 metros - 4:10 min/km + 1:30 min de descanso - 10:50 min/km
750 metros - 4:06 min/km + 1:30 min de descanso - 12:42 min/km
Enfriamiento - 5 min - 6:49 min/km


No son las mejores que recuerdo... Hacía algo de calor, y el viento soplaba en dirección contraria las cuatro primeras series. Pero no me quejo, acabé bien cansado y eso es buena señal... :)

Mañana se espera frío. Seguramente haré la ruta hacia Montcada, intentaré mantener un buen ritmo a ver si se han notado las cuestas de estos días. A ver si en Sant Quirze me gano la butifarra con una buena marca.