Después del intenso fin de semana con puente incluido, el martes me tomé un descanso forzoso de running, por un viaje relámpago a Madrid... De todas maneras me habría tocado descansar, pues entre pitos y flautas llevaba 5 días seguidos entrenando, 3 de pitos y 2 de flautas...
Ayer volví a la carga con un clásico Besós Morning Run, no todo lo tranquilo que me hubiera gustado... Además coincidía con el estreno de mi regalo de cumpleaños!!! Volviendo de Madrid vi que el pedido de Wiggle ya había llegado y estaba en la oficina, así que como me pilla de camino, pasé por la ofi al volver a casa y me llevé mis Saucony ProGrid Kinvara 2 a casa... :) Ya me las habían recomendado, había leído sobre ellas, estoy en el rango de peso recomendado y parece adecuadas para entrenamiento y competición, además de tener sólo 4 mm de diferencia de altura entre punta y talón, lo que ayuda a que mi pisada sea lo más plana posible... Así que sólo había que hacer el pedido y probarlas...
Las sensaciones con ellas fueron muy buenas. Nada más cogerlas, se nota que son mucho más ligeras que las Triumph 8, y algo más que las 9. Las 8 ya han llegado a un nivel de desgaste de la suela que supera lo recomendable, así que pasarán a mejor vida. A las 9 todavía les quedan algunos kilómetros, pero voy a ir alternando Kinvara y Triumph 9 a ver qué tal me va. No creo que vuelva a las 8. Ahora me parecen ladrillos, con lo ligeras que son las otras dos. Además noto que piso mucho más plano y las rodillas parecen contentas con este cambio.
Pero eso sí, las zapatillas no pueden evitar que si se sale de casa después de unos días de excesos gastronómicos y cambios de horarios de comidas, el cuerpo reaccione mal si recién levantado se le saca de paseo... Salí pronto, como siempre, con los deberes hechos a medias... Corriendo más ligero que los días anteriores, cogiendo poco a poco el ritmo, pero viendo que no iba a poder correr a gusto si no hacía una parada técnica. Esta vez, rápida y efectiva, apenas me bajaron las pulsaciones 11 beats per minute mientras duró el proceso... :) En increíble como apenas unos gramos de materia radioactiva pueden producir esa sensación de pesadez, y la consiguiente ligereza y alivio que se sienten una vez depositados...
Mejoró el ritmo y las sensaciones, y pude acabar el entrenamiento de 9,54 kilómetros a un ritmo medio de 4:59 y 146bpm, terminando con fuerzas pero reservando algo para hoy.
Y hoy, dudaba entre hacer otro rodaje por el río o subir al Turó del Pollo, pensando en la carrera del sábado por la noche, L'Endimoniada. Una carrera de montaña nocturna de 18 kilómetros, en Badalona, con un desnivel acumulado de 570 metros positivos. Manu, Xavi y yo lo vamos a pasar muy bien... :)
Me puse las Kinvara pensando en salir a cochinear con ellas. Pero tuve un pronto y sin pensarlo me las quité y me puse las Cascadia. Hoy tocaba Pollo. Ese Peor Pollo Personal de la semana pasada no me gustó. No quería hacer Mejor Pollo Personal, pero sí un Pollo digno, a ritmo, para después descansar un par de días antes de la carrera del sábado. Así que salí en dirección al Turó del Pollo dispuesto a coronarlo una vez más.
La subida, lenta pero segura. Dosificando esfuerzos y pulsaciones, intentando acomodar al cuerpo a las cuestas. Llegué al Turó, último esfuerzo, pendiente dura, escaleras, todo bien, llego al punto más alto y tomo el camino que me lleva hacia la torre eléctrica y el depósito de agua... Parece que pasa muy poca gente por ahí... La vegetación va apoderándose poco a poco de ambos lados del sendero y cada vez es más estrecho... Será por la puerta que han puesto al final del camino... Tendré que dar un rodeo algo más grande... Sobre todo después de lo que hoy..............
Hoy el ambiente era distinto en el Turó del Pollo... Ya no hace frío por la mañana... Hoy iba en manga corta... Quizá fue por el olor a sudor... El caso es que se percibía una presencia... Lo atribuí a mi imaginación... Pero pasando por un lugar en el que el camino se estrechaba mucho, sentí como si una mano intentara atraparme el pie... No puede ser, será una raíz, una zarza..........
El camino seguía estrechándose... Me acercaba a la valla... Oía ruidos... Noté varios roces... Plantas, seguramente... Seguramente...
Me pareció sentir algún gruñido a lo lejos... Me puse un poco nervioso... Llegué a la puerta y la valla... Pisé el trozo de valla roto, apoyé la pierna izquierda, pasé la derecha por encima, antes de pisar di un saltito con la pierna que estaba apoyada en la valla... Pisé mal con la derecha... Me trastabillé un poco con la izquierda... Y mi espinilla impactó con una especie de adoquín... Bajé la vista... Y vi como la pierna sangraba ligeramente...
6:30 de la mañana... Recién amanecido el día... Cuando los seres de ultratumba vuelven a sus moradas, muchas veces hambrientos, al no poder haber encontrado ninguna víctima... Yo solo en el Turó del Pollo... Y olor a sangre fresca.............
Sentí como el Turó del Pollo se estremecía... La vegetación comenzó a separarse... Las sombras de los primeros rayos de sol dejaron de ser meros dibujos inanimados y comenzaron a convertirse en formas humanoides que se desplazaban hacia mí... Los vi... Detrás de mí, bajando por el Turó... A ambos lados del camino... Eran cientos de ellos...
Con la pierna dolorida, asustado, cojeando, comencé a correr... Los sentía justo detrás... No me giré, no me atreví a mirarles a la cara, pero sé que estaban ahí, cada vez más cerca... Tropecé, por poco me caigo, los sentí más intensamente que nunca... Casi perdiendo el equilibrio, conseguí seguir corriendo con todas mis fuerzas, llegué a una leve subida que hay antes de la torre eléctrica, y gracias a todas las cuestas que he hecho estos días, pude sacarles una ventaja suficiente... Vieron que ya no me iban a alcanzar, estaba a punto de llegar a Singuerlín y sabía que los zombis no se arriesgarían a ser descubiertos... Pasada la torre ya no me siguieron... Se quedaron peleando por las gotas de sangre que fui dejando y pude recuperarme del susto y el esfuerzo... Y volver a casa... Acabando el recorrido en 52:33, a 6:06 de media y 146bpm...
Habría sido muy triste morir devorado por unos zombis el día de mi cuadragésimo segundo cumpleaños...
Mañana descanso, y el sábado por la noche L'Endimoniada...
jueves, 31 de mayo de 2012
martes, 29 de mayo de 2012
Pollo, cochino, golf y Shambhala
Eso de no estar de lleno en un plan de preparación de maratón hace que me salgan unos entrenamientos bien raritos... Siguiendo mi instinto y vuestros sabios consejos, estas semanas previas a empezar el plan en serio las estoy dedicando a rodajes suaves, bajo de pulsaciones, y también metiendo cuestas y montaña siempre que puedo.
Han pasado ya días desde que aparecí por aquí. Una semana movida, con mucho trabajo y asuntos familiares, que no me han impedido entrenar, sino todo lo contrario, he añadido mucha variedad, pero sí que me han tenido apartado del blog. Iré poniéndome al día con vuestros blogs y os pido disculpas de antemano por no haberme pasado estos días... :(
El jueves un cochino extendido, 11 kilmetrillos por el río a un ritmo muy suave de 5:22, sin pasar de 150bpm en ningún momento.
El viernes, un Turó del Pollo. No me sentía muy fino. Es más, hice mi PPP (peor pollo personal) completando el recorrido habitual de subida y bajada en 53 minutos y 47 segundos... Ritmo medio de 6:13... Creo que fue quizá cansancio mental, la semana había sido muy movida... Lo mejor, los 144bpm de frecuencia cardíaca.
Y el sábado tocaba acontecimiento familiar, así que aunque fuera sábado había que madrugar. Recuperando un clásico, ahora que amanece más pronto. Esta vez el giro poco después de las 6:00am fue a la derecha en vez de a la izquierda, y corrí por la parte superior del río, en dirección a Montcada, ahora que la luz natural me permite correr sin miedo a salir rodando... 9,21 kilómetros a un ritmo de 5:24 y 141bpm.
Tres entrenamientos muy suaves, muy bajos de pulsaciones, con el cuerpo perezoso y la cabeza dando algunas vueltas... Tres días seguidos, pero no tocaba descansar, no. Tocaba algo especial.
Velocidad... Subidas lentas pero seguras... Bajadas a toda velocidad... Aceleraciones al máximo de apenas un par de minutos... Trekking... Bajada de rápidos... Montañas con nieve... Viajes espaciales... Epi y Blas... ¿Se me va la olla? ¡No! ¡Es que tocaba ir con la familia a Port Aventura! :)
Y no iba a dejar de entrenar por eso, es más, era una buena oportunidad de cambiar de terreno e incluso aventurarse a perderse un poco... :) Estuve mirando unas rutas con Google Maps, pero no había mucho donde escoger... Tenía la opción de salir del parque e ir y volver de Salou. Con el peligro que suponía cruzarme con hordas de turismo cultural que volvía a dormir la mona a las horas a las que yo salgo a correr...
Al final, resulta que la puerta principal de entrada al parque y los hoteles estaba cerrada, así que tuve que optar por el plan B, que era correr alrededor de un campo de golf que hay al lado del hotel donde estuvimos. El primer día, que era el cuarto seguido de entrenamiento, salí descansado y con ganas de inspeccionar los alrededores. Llegamos al hotel por la noche así que aún no había visitado el parque. Hice un recorrido algo titubeante, estudiando la zona, buscando el camino de salida y dando alguna vuelta estúpida alrededor del parking... :) Aún así, y con la incertidumbre de no tener claro dónde acababa el campo de golf para dar la vuelta y volver al hotel, me salieron 10,59 kilómetros a un ritmo de 5:23, con bastantes cuestas, y unas más que sorprendentes pulsaciones de 140bpm de media.
Luego, todo un día de parque de atracciones... Si no habéis tenido la oportunidad, os recomiendo visitarlo, sólos, en pareja o con peques, es un lugar ideal para pasar un par de días de desconexión... Ver la cara de mis cachorros seguro que no deja lugar a dudas... :)
Un día tremendo de agua, montañas rusas, autos de choque, funciones y risas, muchas risas, con mi hermano, un amigo y las respectivas señoras y descendencia... :) Pero el día no iba a acabar sin una sorpresa de última hora... Esas cosas que pasan sin planificar, cuando el azar hace que se produzcan una serie de coincidencias que llevan a un final inesperado... Os cuento...
Llevábamos las pulseras Wipp Express (o algo así creo que se llamaban)... Que permiten entrar en las atracciones sin hacer cola... Toda una inversión si se va con niños y se quiere amortizar la visita al parque. Por la mañana ya subimos al Shambhala, la montaña rusa más bestia de Europa. Impresionante. Ya a última hora, cuando nuestras señoras y cachorros se empezaban a recoger, los tres abueletes pensamos darnos un último homenaje aprovechando la pulsera mágica. Estábamos en puntos opuestos del parque. Queríamos probar el Furius Baco, pero estaba cerrado por razones técnicas. Así que nos llamamos y quedamos en el Shambhala (la montaña rusa asesina). Yo fui corriendo, mi hermano llegó poco después y el amiguete tuvo que hacer una parada técnica en los lavabos, así que le esperamos en la cola Express. Fue pasando gente Express y fueron saliendo convoyes... Mientras, un grupo algo numeroso de gente estaba formando una cola distinta. Se ve que iban juntos y querían hacer el recorrido juntos, así que los empleados de la atracción fueron repartiendo gente y dio la casualidad de que justo se llenó un convoy cuando nos iba a tocar entrar a nosotros. Bueno, ya subiremos en el próximo o quizá el siguiente, no hay prisa...
Entonces, dieron paso al grupo numeroso... Llenando el convoy de atrás a adelante... Se sentó todo el grupo... Y quedaron 4 asientos... Los de delante...
"A ver, venga, vosotros 4, id entrando"...
Ummmmm... En esto que digo... "Cómo, que quieres decir... Que nos pongamos... Ahí delante... ¿En la primera fila?"
"Pues claro, venga, ya os podéis sentar"
Y así, por las buenas y sin pensarlo, me veo sentado en la primera fila de la montaña rusa más cafre de Europa, con mi hermano al lado...
Y eso que empieza a subir... Y sigue subiendo... Por la mañana veía como subía y encima de mi cabeza tenía toda una estructura metálica con gente encima... Y veía cómo llegaba a lo más alto y tenía entonces la misma estructura metálica y gente por debajo... Y empezaba a bajar eso como un demonio y la gente que tenía delante se ponía a gritar y yo también...
Pero ahora no, delante de mí un imponente cielo azul... El cacharro llega al punto más alto... Y empiezo a ver una caída de 73 metros casi vertical... Y de repente el cacaharro empieza a bajar... Y no deja de bajar, y de acelerar, y eso no se acaba, y, y, y... Pues... Casi que mejor ver el efecto de la adrenalina y la velocidad en primer plano a alguien que lleva 4 días corriendo a más de 5:00 el kilómetro... Son menos de dos minutos pero creo que no os defraudará si le dais al Play...
Bufffff, con la adrenalina aún haciendo de las suyas, me fui a cenar y a dormir... Y al día siguiente, el quinto consecutivo, a hacer una versión reducida y más cochinera del recorrido por el campo de golf. 6,33 kilómetros a 5:38 y 136bpm es muy, muy cochinero... Pero ya me desquité poniéndome de 0 a 135km/h en 3,5 segundos en el Furius Baco unos minutos después... Buena manera de hacer la digestión del desayuno de golpe... :)
Hoy martes más, velocidad, 300km/h en AVE... Y retomando el blog en el mismo tren... Mañana vuelta a la normalidad, espero que por varios días... :)
Han pasado ya días desde que aparecí por aquí. Una semana movida, con mucho trabajo y asuntos familiares, que no me han impedido entrenar, sino todo lo contrario, he añadido mucha variedad, pero sí que me han tenido apartado del blog. Iré poniéndome al día con vuestros blogs y os pido disculpas de antemano por no haberme pasado estos días... :(
El jueves un cochino extendido, 11 kilmetrillos por el río a un ritmo muy suave de 5:22, sin pasar de 150bpm en ningún momento.
El viernes, un Turó del Pollo. No me sentía muy fino. Es más, hice mi PPP (peor pollo personal) completando el recorrido habitual de subida y bajada en 53 minutos y 47 segundos... Ritmo medio de 6:13... Creo que fue quizá cansancio mental, la semana había sido muy movida... Lo mejor, los 144bpm de frecuencia cardíaca.
Y el sábado tocaba acontecimiento familiar, así que aunque fuera sábado había que madrugar. Recuperando un clásico, ahora que amanece más pronto. Esta vez el giro poco después de las 6:00am fue a la derecha en vez de a la izquierda, y corrí por la parte superior del río, en dirección a Montcada, ahora que la luz natural me permite correr sin miedo a salir rodando... 9,21 kilómetros a un ritmo de 5:24 y 141bpm.
Tres entrenamientos muy suaves, muy bajos de pulsaciones, con el cuerpo perezoso y la cabeza dando algunas vueltas... Tres días seguidos, pero no tocaba descansar, no. Tocaba algo especial.
Velocidad... Subidas lentas pero seguras... Bajadas a toda velocidad... Aceleraciones al máximo de apenas un par de minutos... Trekking... Bajada de rápidos... Montañas con nieve... Viajes espaciales... Epi y Blas... ¿Se me va la olla? ¡No! ¡Es que tocaba ir con la familia a Port Aventura! :)
Y no iba a dejar de entrenar por eso, es más, era una buena oportunidad de cambiar de terreno e incluso aventurarse a perderse un poco... :) Estuve mirando unas rutas con Google Maps, pero no había mucho donde escoger... Tenía la opción de salir del parque e ir y volver de Salou. Con el peligro que suponía cruzarme con hordas de turismo cultural que volvía a dormir la mona a las horas a las que yo salgo a correr...
Al final, resulta que la puerta principal de entrada al parque y los hoteles estaba cerrada, así que tuve que optar por el plan B, que era correr alrededor de un campo de golf que hay al lado del hotel donde estuvimos. El primer día, que era el cuarto seguido de entrenamiento, salí descansado y con ganas de inspeccionar los alrededores. Llegamos al hotel por la noche así que aún no había visitado el parque. Hice un recorrido algo titubeante, estudiando la zona, buscando el camino de salida y dando alguna vuelta estúpida alrededor del parking... :) Aún así, y con la incertidumbre de no tener claro dónde acababa el campo de golf para dar la vuelta y volver al hotel, me salieron 10,59 kilómetros a un ritmo de 5:23, con bastantes cuestas, y unas más que sorprendentes pulsaciones de 140bpm de media.
Luego, todo un día de parque de atracciones... Si no habéis tenido la oportunidad, os recomiendo visitarlo, sólos, en pareja o con peques, es un lugar ideal para pasar un par de días de desconexión... Ver la cara de mis cachorros seguro que no deja lugar a dudas... :)
Un día tremendo de agua, montañas rusas, autos de choque, funciones y risas, muchas risas, con mi hermano, un amigo y las respectivas señoras y descendencia... :) Pero el día no iba a acabar sin una sorpresa de última hora... Esas cosas que pasan sin planificar, cuando el azar hace que se produzcan una serie de coincidencias que llevan a un final inesperado... Os cuento...
Llevábamos las pulseras Wipp Express (o algo así creo que se llamaban)... Que permiten entrar en las atracciones sin hacer cola... Toda una inversión si se va con niños y se quiere amortizar la visita al parque. Por la mañana ya subimos al Shambhala, la montaña rusa más bestia de Europa. Impresionante. Ya a última hora, cuando nuestras señoras y cachorros se empezaban a recoger, los tres abueletes pensamos darnos un último homenaje aprovechando la pulsera mágica. Estábamos en puntos opuestos del parque. Queríamos probar el Furius Baco, pero estaba cerrado por razones técnicas. Así que nos llamamos y quedamos en el Shambhala (la montaña rusa asesina). Yo fui corriendo, mi hermano llegó poco después y el amiguete tuvo que hacer una parada técnica en los lavabos, así que le esperamos en la cola Express. Fue pasando gente Express y fueron saliendo convoyes... Mientras, un grupo algo numeroso de gente estaba formando una cola distinta. Se ve que iban juntos y querían hacer el recorrido juntos, así que los empleados de la atracción fueron repartiendo gente y dio la casualidad de que justo se llenó un convoy cuando nos iba a tocar entrar a nosotros. Bueno, ya subiremos en el próximo o quizá el siguiente, no hay prisa...
Entonces, dieron paso al grupo numeroso... Llenando el convoy de atrás a adelante... Se sentó todo el grupo... Y quedaron 4 asientos... Los de delante...
"A ver, venga, vosotros 4, id entrando"...
Ummmmm... En esto que digo... "Cómo, que quieres decir... Que nos pongamos... Ahí delante... ¿En la primera fila?"
"Pues claro, venga, ya os podéis sentar"
Y así, por las buenas y sin pensarlo, me veo sentado en la primera fila de la montaña rusa más cafre de Europa, con mi hermano al lado...
Y eso que empieza a subir... Y sigue subiendo... Por la mañana veía como subía y encima de mi cabeza tenía toda una estructura metálica con gente encima... Y veía cómo llegaba a lo más alto y tenía entonces la misma estructura metálica y gente por debajo... Y empezaba a bajar eso como un demonio y la gente que tenía delante se ponía a gritar y yo también...
Pero ahora no, delante de mí un imponente cielo azul... El cacharro llega al punto más alto... Y empiezo a ver una caída de 73 metros casi vertical... Y de repente el cacaharro empieza a bajar... Y no deja de bajar, y de acelerar, y eso no se acaba, y, y, y... Pues... Casi que mejor ver el efecto de la adrenalina y la velocidad en primer plano a alguien que lleva 4 días corriendo a más de 5:00 el kilómetro... Son menos de dos minutos pero creo que no os defraudará si le dais al Play...
Bufffff, con la adrenalina aún haciendo de las suyas, me fui a cenar y a dormir... Y al día siguiente, el quinto consecutivo, a hacer una versión reducida y más cochinera del recorrido por el campo de golf. 6,33 kilómetros a 5:38 y 136bpm es muy, muy cochinero... Pero ya me desquité poniéndome de 0 a 135km/h en 3,5 segundos en el Furius Baco unos minutos después... Buena manera de hacer la digestión del desayuno de golpe... :)
Hoy martes más, velocidad, 300km/h en AVE... Y retomando el blog en el mismo tren... Mañana vuelta a la normalidad, espero que por varios días... :)
miércoles, 23 de mayo de 2012
Una foto y dos cochinos
Como suele ser marca de la casa después de una carrera, hoy toca colgar alguna foto y divagar sobre datos y cifras...

La cara de pánico se entiende... Estaba llegando al punto en el que se separaba el recorrido de los que corrían la carrera de 10K y la de 5K... Y dados mis antecedentes... Estaba muy preocupado y concentrado en elegir el camino correcto... :)
Finalmente, sí que hubo clasificación, no había chip ni código de barras, pero como éramos pocos y llegábamos de uno en uno, un señor con una libreta de encargó de dar fe del orden de llegada y tiempo aproximado. Llegué en el puesto 42, de 285 corredores, lo que me sitúa entre el 14% de corredores que llegaron más rápido, lo cual aún me llena de más orgullo y satisfacción por no haber corrido en mi territorio natural... :)
Lunes y martes salí a hacer sendos cochineros recuperadores. El lunes los cuádriceps estuvieron dándome conversación toda la mañana... :) Además no hice bien los deberes y corrí sintiéndome muy pesado. Una situación ideal para correr bajo de pulsaciones y a ritmo cochinero. El camino de ida entre 134 y 138bpm, y ritmos muy estables entre 5:20 y 5:30. Un poco más alto de pulsaciones a la vuelta, por el viento en contra, pero a un ritmo muy similar. 9,59 kilómetros a 5:24, con unas pulsaciones muy bajas. Hace unos meses a esos cochineros me salían a 5:45...
Y el martes todavía me notaba un poco renqueante del esfuerzo de domingo, así que salí también muy tranquilo y con las pulsaciones más cerca de 140 que de 150bpm. Ritmo un pelín más vivo, media de 5:20, pero como salí bien de tiempo recordé los one more y acabé con 11,5 kilómetros en las piernas.
Hoy ha tocado descanso y Game of Thrones, y mañana volveré a rodar sin muchas pretensiones. Digamos que estoy en pretemporada de preparación de maratón. Lo que el amigo Brad Hudon llama Introductory Period. Se trata de preparar al cuerpo para la que viene, y empezar unas semanas más tarde el entrenamiento con unos buenos fundamentos. Quiero concentrarme en aspectos técnicos que creo que me pueden aportar mucho. La pisada, la respiración, la postura, los brazos... Poca exigencia de ritmos y esfuerzos pero mucha exigencia en la técnica.
Ah, y el plan para la temporada que empieza va tomando aún más forma... Sigo con la idea de volver de Berlín y luego hacer Gran Canaria en enero y Madrid en abril si todo sale bien y vuelvo con buena marca. Con marca o sin marca, después de Berlín, ya tengo plaza reservada para una carrera que, por lo que cuentan, hay que hacer al menos una vez en la vida... Sí, exacto, la Behobia - San Sebastián. Este año será la primera.

La cara de pánico se entiende... Estaba llegando al punto en el que se separaba el recorrido de los que corrían la carrera de 10K y la de 5K... Y dados mis antecedentes... Estaba muy preocupado y concentrado en elegir el camino correcto... :)
Finalmente, sí que hubo clasificación, no había chip ni código de barras, pero como éramos pocos y llegábamos de uno en uno, un señor con una libreta de encargó de dar fe del orden de llegada y tiempo aproximado. Llegué en el puesto 42, de 285 corredores, lo que me sitúa entre el 14% de corredores que llegaron más rápido, lo cual aún me llena de más orgullo y satisfacción por no haber corrido en mi territorio natural... :)
Lunes y martes salí a hacer sendos cochineros recuperadores. El lunes los cuádriceps estuvieron dándome conversación toda la mañana... :) Además no hice bien los deberes y corrí sintiéndome muy pesado. Una situación ideal para correr bajo de pulsaciones y a ritmo cochinero. El camino de ida entre 134 y 138bpm, y ritmos muy estables entre 5:20 y 5:30. Un poco más alto de pulsaciones a la vuelta, por el viento en contra, pero a un ritmo muy similar. 9,59 kilómetros a 5:24, con unas pulsaciones muy bajas. Hace unos meses a esos cochineros me salían a 5:45...
Y el martes todavía me notaba un poco renqueante del esfuerzo de domingo, así que salí también muy tranquilo y con las pulsaciones más cerca de 140 que de 150bpm. Ritmo un pelín más vivo, media de 5:20, pero como salí bien de tiempo recordé los one more y acabé con 11,5 kilómetros en las piernas.
Hoy ha tocado descanso y Game of Thrones, y mañana volveré a rodar sin muchas pretensiones. Digamos que estoy en pretemporada de preparación de maratón. Lo que el amigo Brad Hudon llama Introductory Period. Se trata de preparar al cuerpo para la que viene, y empezar unas semanas más tarde el entrenamiento con unos buenos fundamentos. Quiero concentrarme en aspectos técnicos que creo que me pueden aportar mucho. La pisada, la respiración, la postura, los brazos... Poca exigencia de ritmos y esfuerzos pero mucha exigencia en la técnica.
Ah, y el plan para la temporada que empieza va tomando aún más forma... Sigo con la idea de volver de Berlín y luego hacer Gran Canaria en enero y Madrid en abril si todo sale bien y vuelvo con buena marca. Con marca o sin marca, después de Berlín, ya tengo plaza reservada para una carrera que, por lo que cuentan, hay que hacer al menos una vez en la vida... Sí, exacto, la Behobia - San Sebastián. Este año será la primera.
domingo, 20 de mayo de 2012
Crónica de la Pujada a les Dues Pedres
El entrenamiento es muy sencillo en sus principios y se puede complicar y afinar todo lo que queramos... La base es muy simple, hacer muchas veces lo que queremos hacer mejor, y de tanto de repetir, acabamos mejorando. Con más tiempo se pueden trabajar elementos específicos del entrenamiento, como la velocidad punta, la recuperación o la resistencia, pero básicamente, se trata de hacer algo que se parezca mucho a la prueba que estamos preparando, y con constancia el resultado salta a la vista.
En lo que llevamos de mayo me he calzado las Brooks Cascadia 5 días y he visitado las cuestas del Espíritu Santo otro más. Podría haber hecho un trabajo más específico para una carrera de montaña, pero como estoy medio de vacaciones runners, simplemente he cambiado de aires, menos asfalto y más Turó del Pollo, pensando en la carrera de hoy y en intentar que me salga bien sin darme demasiada caña y dosificando el kilometraje en los entrenamientos.
Y hoy llegó el día de subir a mi estimado Turó del Pollo, como parte del duro recorrido de la Pujada a les Dues Pedres, una de las pruebas que organiza la UCA en Santa Coloma. El año pasado la corrí y me gustó mucho. Releyendo la crónica, veo que este año ha ido todo en general mucho mejor, en parte porque ayer no corrí, y en cambio el año pasado corrí justo el día anterior otra carrera en el Tibidabo...
Este año el tiempo también fue más agradecido, por poco, pero fue simplemente perfecto. Estuvo lloviendo toda la noche, y cuando me levanté a desayunar, a las 5:45, seguía lloviendo mucho. Desayuno habitual, después de cenar ayer por la noche una pizza del Carrefour entera... Visto que en Sant Quirze no me fue mal cenar así, no me reprimí y acabé con toda la pizza... Pero los 75,5 kilos que marca hoy la báscula me hacen pensar si es lo mejor o no........
Desayuno, lluvia, café y galletas, lluvia, punto 8, lluvia, y me manda Manu, que venía con Xavi, un mensaje diciendo que mejor pasa por casa con el coche... Gran idea, si no, simplemente nos habríamos empapado de camino a la salida. Aparcamos justo a la entrada del parque donde empieza la carrera, y como si los zombis se hubieran confabulado a nuestro favor, de repende, 15 minutos antes de la salida, deja de llover... :) Salimos del coche, calentamos un poco, y nos vamos hacia la salida, aire limpio por la lluvia, temperatura muy agradable, suelo algo mojado pero en buen estado, y muchas ganas de correr.
Desde el primer momento me veo con fuerzas y salgo adelantando gente por el lateral del camino. Todo el camino es subida y lo clavo en 5:00, pendiente media del 4,5%.
A partir del primer kilómetro, cambia totalmente la ruta respecto a la del año pasado. Hace un año hicimos menos de 10 kilómetros, y este año sí que se hizo la ruta completa de 10 y medio. El segundo kilómetro sube, llanea, baja y sigue subiendo. 4:43, pendiente media del 1,8%, dosificando un poco.
El tercero empieza a bajar en picado y acaba con los primeros metros de la subida asesina... Me dejo llevar y lo hago a 4:19. Por ahora esto es un bonito paseo por caminos de tierra...
Y empieza la fiesta...
450 metros de subida con una pendiente del 9.6%. El camino está asfaltado, con las Cascadia voy bien, el suelo no resbala, aguanto corriendo y llego al punto en el que se gira a las famosas Dues Pedres (dos piedras, básicamente). Se baja un poco hasta las piedras, media vuelta, y se sube lo bajado. Me crucé con Xavi y Manu que venían fuertes, un rápido saludo y vuelta al camino original. Así completamos el cuarto kilómetro, que acumula una subida de 37 metros, en 5:28...
He seguido adelantando gente, sobre todo en la primera parte de la subida. Pero recuerdo perfectamente que después de pasar por las dos piedras, viene la parte más dura. 883 metros subiendo continuamente, apendas 10 metros llanos para recuperar algo de aliento, con una pendiente media del 11,5%. Voy corriendo pero muy despacio. Vamos muy agrupados, a veces alguien parece renacer de sus cenizas y se adelanta unos metros, a veces se para algún corredor... Voy con un grupo de unas 6 personas, intercambiando posiciones, sufriendo, escuchando respiraciones agonizantes, pisadas cada vez más lentas, viendo cabezas bajas, ladeándose... Son los metros más duros que recuerdo en mi breve historia runner...
Acabo caminando los últimos 100 ó 150 metros, es imposible correr... Todos a mi alrededor paran, he aguantado casi hasta arriba pero no quedan fuerzas y no merece la pena gastarlas en intentar correr cuando casi se va más rápido andando... Recuerdo el camino, cuando quedan pocos metros para coronar la subida asesina empiezo a trotar, dejo atrás a mis compañeros de subida, y ya no vuelvo a saber de ellos, bebo algo de agua en el avituallamiento, recupero el aliento cuando entramos en la carretera que bordea la urbanización Vallensana, y empiezo a correr más... Por fin ha acabado el fatídico quinto kilómetro, a un ritmo medio de 7:21.
Lo normal es perder muchas plumas en esa subida, el año pasado recuerdo que no pude correr cómodo después de dejarme los higadillos en la subida... Pero lo que decía del entrenamiento, creo que a día de hoy mi cuerpo está más familiarizado con este tipo de esfuerzo, y en apenas un par de minutos ya me sentía completamente recuperado y las piernas respondían muy bien. Miré atrás y mis compañeros de subida andaban lejos, así que fui señalándome como objetivo al siguiente runner que llevaba delante y empecé a darle a las Cascadia...
El kilómetro 6 es por asfalto, baja un poco y luego llanea bastante. Estos últimos años de entrenamiento me han convertido en un animal de asfalto, aunque hoy no me ha ido mal la subida, pero obviamente en suelo firme y con poco desnivel estoy en mi salsa. Me recuperé muy rápido de la subida y corrí suelto y cómodo, no es lo mismo llevas unas zapatillas de montaña que unas voladoras, pero aún así el ritmo fue muy bueno y adelanté a 4 ó 5 corredores. El desnivel fue de 18 metros de bajada, y el kilómetro lo hice en 4:29. Toda una inyección de moral para la última subida...
La subida al Turó del Pollo. El momento esperado. Una ruta que conozco bien. Un poco de bajada para soltar las piernas, 500 metros subiendo al 6%, pasamos por el Turó del Pollo, más ténebre que nunca, completamente cubierto por una espesa niebla, ideal para una historia de zombis, media vuelta, y bajamos del Turó, donde me vuelvo a cruzar con Manu y Xavi que subían supongo que con la misma cara que tenía yo hacía apenas un minuto... :) El balance es de apenas 10 metros de subida, pero la ascensión es muy dura y ese kilómetro cae a 4:50, adelantando a un par de runners mientras los zombis observaban entre las tinieblas...
Ya ha pasado lo peor, desde que acabó la subida asesina no me ha adelantado nadie y he pasado a algunos corredores, me siento con fuerzas y pienso que en la bajada aún puedo intentar recuperar posiciones...
Aún queda un repechón al comenzar el octavo kilómetro. También lo conozco, son unos 250 metros y la pendiente es del 6%, pero luego ya todo es bajada a tumba abierta. Así que aprieto un poco, paso a un runner, recupero el aliento en un tramo llano y empieza la bajada... Entre la subidilla y el primer tramo de bajada, lo hago en 4:27. Y ahora sí, 2 kilómetros a saco...
Del 8 al 9,8 hay una bajadita en la que descendemos casi 110 metros. Metro a metro voy alcanzando un grupillo de tres corredores, adelanto al primero, el que iba detrás pasa al que tenía delante pero ya llegando casi al parque de La Bastid paso a los dos sin problemas. El Forerunner me canta el parcial del noveno, 3:46, y el décimo, que trae de regalo una subidilla al parque, 3:47.
Un pequeño recorrido por el parque, viendo debajo la zona donde están preparando las butifarras, y llego a la meta después de 50 minutos y 38 segundos, a un ritmo medio de 4:47 y pulsaciones medias de 166bpm, llegando a las 177 al coronar las subidas y en los últimos metros de carrera.
Manu y Xavi llegaron muy poco después, y fuimos juntos a por la preciada butifarra, qué detalle, con una hermosa cerveza bien fría. El cigarrillo de después sentó como nunca, los tres estábamos muy contentos con la carrera, mejorando los ritmos del año pasado, y dando ya por sentado que el año que viene repetimos.
Vi muchas caras conocidas del barrio, gente que no sé cómo se llama ni a qué se dedica, pero me suenan de haberlos visto cerca de casa o la oficina, con su camiseta de la carrera, después de haber hecho la de 5 kilómetros o la de 10,5, no era consciente de que tanta gente a mi alrededor ha sentido la llamada de las zapatillas... :) Una carrera que forma parte de Santa Coloma, un evento anual, no competitivo, que congrega cientos de colomenses rindiendo honores al Turó del Pollo, dejándose los higadillos en una subida sólo para muy valientes y disfrutando de una butifarrada en el Parque de la Bastida... Me alegra poder ser parte de esto un año más...
En lo que llevamos de mayo me he calzado las Brooks Cascadia 5 días y he visitado las cuestas del Espíritu Santo otro más. Podría haber hecho un trabajo más específico para una carrera de montaña, pero como estoy medio de vacaciones runners, simplemente he cambiado de aires, menos asfalto y más Turó del Pollo, pensando en la carrera de hoy y en intentar que me salga bien sin darme demasiada caña y dosificando el kilometraje en los entrenamientos.
Y hoy llegó el día de subir a mi estimado Turó del Pollo, como parte del duro recorrido de la Pujada a les Dues Pedres, una de las pruebas que organiza la UCA en Santa Coloma. El año pasado la corrí y me gustó mucho. Releyendo la crónica, veo que este año ha ido todo en general mucho mejor, en parte porque ayer no corrí, y en cambio el año pasado corrí justo el día anterior otra carrera en el Tibidabo...
Este año el tiempo también fue más agradecido, por poco, pero fue simplemente perfecto. Estuvo lloviendo toda la noche, y cuando me levanté a desayunar, a las 5:45, seguía lloviendo mucho. Desayuno habitual, después de cenar ayer por la noche una pizza del Carrefour entera... Visto que en Sant Quirze no me fue mal cenar así, no me reprimí y acabé con toda la pizza... Pero los 75,5 kilos que marca hoy la báscula me hacen pensar si es lo mejor o no........
Desayuno, lluvia, café y galletas, lluvia, punto 8, lluvia, y me manda Manu, que venía con Xavi, un mensaje diciendo que mejor pasa por casa con el coche... Gran idea, si no, simplemente nos habríamos empapado de camino a la salida. Aparcamos justo a la entrada del parque donde empieza la carrera, y como si los zombis se hubieran confabulado a nuestro favor, de repende, 15 minutos antes de la salida, deja de llover... :) Salimos del coche, calentamos un poco, y nos vamos hacia la salida, aire limpio por la lluvia, temperatura muy agradable, suelo algo mojado pero en buen estado, y muchas ganas de correr.
Desde el primer momento me veo con fuerzas y salgo adelantando gente por el lateral del camino. Todo el camino es subida y lo clavo en 5:00, pendiente media del 4,5%.
A partir del primer kilómetro, cambia totalmente la ruta respecto a la del año pasado. Hace un año hicimos menos de 10 kilómetros, y este año sí que se hizo la ruta completa de 10 y medio. El segundo kilómetro sube, llanea, baja y sigue subiendo. 4:43, pendiente media del 1,8%, dosificando un poco.
El tercero empieza a bajar en picado y acaba con los primeros metros de la subida asesina... Me dejo llevar y lo hago a 4:19. Por ahora esto es un bonito paseo por caminos de tierra...
Y empieza la fiesta...
450 metros de subida con una pendiente del 9.6%. El camino está asfaltado, con las Cascadia voy bien, el suelo no resbala, aguanto corriendo y llego al punto en el que se gira a las famosas Dues Pedres (dos piedras, básicamente). Se baja un poco hasta las piedras, media vuelta, y se sube lo bajado. Me crucé con Xavi y Manu que venían fuertes, un rápido saludo y vuelta al camino original. Así completamos el cuarto kilómetro, que acumula una subida de 37 metros, en 5:28...
He seguido adelantando gente, sobre todo en la primera parte de la subida. Pero recuerdo perfectamente que después de pasar por las dos piedras, viene la parte más dura. 883 metros subiendo continuamente, apendas 10 metros llanos para recuperar algo de aliento, con una pendiente media del 11,5%. Voy corriendo pero muy despacio. Vamos muy agrupados, a veces alguien parece renacer de sus cenizas y se adelanta unos metros, a veces se para algún corredor... Voy con un grupo de unas 6 personas, intercambiando posiciones, sufriendo, escuchando respiraciones agonizantes, pisadas cada vez más lentas, viendo cabezas bajas, ladeándose... Son los metros más duros que recuerdo en mi breve historia runner...
Acabo caminando los últimos 100 ó 150 metros, es imposible correr... Todos a mi alrededor paran, he aguantado casi hasta arriba pero no quedan fuerzas y no merece la pena gastarlas en intentar correr cuando casi se va más rápido andando... Recuerdo el camino, cuando quedan pocos metros para coronar la subida asesina empiezo a trotar, dejo atrás a mis compañeros de subida, y ya no vuelvo a saber de ellos, bebo algo de agua en el avituallamiento, recupero el aliento cuando entramos en la carretera que bordea la urbanización Vallensana, y empiezo a correr más... Por fin ha acabado el fatídico quinto kilómetro, a un ritmo medio de 7:21.
Lo normal es perder muchas plumas en esa subida, el año pasado recuerdo que no pude correr cómodo después de dejarme los higadillos en la subida... Pero lo que decía del entrenamiento, creo que a día de hoy mi cuerpo está más familiarizado con este tipo de esfuerzo, y en apenas un par de minutos ya me sentía completamente recuperado y las piernas respondían muy bien. Miré atrás y mis compañeros de subida andaban lejos, así que fui señalándome como objetivo al siguiente runner que llevaba delante y empecé a darle a las Cascadia...
El kilómetro 6 es por asfalto, baja un poco y luego llanea bastante. Estos últimos años de entrenamiento me han convertido en un animal de asfalto, aunque hoy no me ha ido mal la subida, pero obviamente en suelo firme y con poco desnivel estoy en mi salsa. Me recuperé muy rápido de la subida y corrí suelto y cómodo, no es lo mismo llevas unas zapatillas de montaña que unas voladoras, pero aún así el ritmo fue muy bueno y adelanté a 4 ó 5 corredores. El desnivel fue de 18 metros de bajada, y el kilómetro lo hice en 4:29. Toda una inyección de moral para la última subida...
La subida al Turó del Pollo. El momento esperado. Una ruta que conozco bien. Un poco de bajada para soltar las piernas, 500 metros subiendo al 6%, pasamos por el Turó del Pollo, más ténebre que nunca, completamente cubierto por una espesa niebla, ideal para una historia de zombis, media vuelta, y bajamos del Turó, donde me vuelvo a cruzar con Manu y Xavi que subían supongo que con la misma cara que tenía yo hacía apenas un minuto... :) El balance es de apenas 10 metros de subida, pero la ascensión es muy dura y ese kilómetro cae a 4:50, adelantando a un par de runners mientras los zombis observaban entre las tinieblas...
Ya ha pasado lo peor, desde que acabó la subida asesina no me ha adelantado nadie y he pasado a algunos corredores, me siento con fuerzas y pienso que en la bajada aún puedo intentar recuperar posiciones...
Aún queda un repechón al comenzar el octavo kilómetro. También lo conozco, son unos 250 metros y la pendiente es del 6%, pero luego ya todo es bajada a tumba abierta. Así que aprieto un poco, paso a un runner, recupero el aliento en un tramo llano y empieza la bajada... Entre la subidilla y el primer tramo de bajada, lo hago en 4:27. Y ahora sí, 2 kilómetros a saco...
Del 8 al 9,8 hay una bajadita en la que descendemos casi 110 metros. Metro a metro voy alcanzando un grupillo de tres corredores, adelanto al primero, el que iba detrás pasa al que tenía delante pero ya llegando casi al parque de La Bastid paso a los dos sin problemas. El Forerunner me canta el parcial del noveno, 3:46, y el décimo, que trae de regalo una subidilla al parque, 3:47.
Un pequeño recorrido por el parque, viendo debajo la zona donde están preparando las butifarras, y llego a la meta después de 50 minutos y 38 segundos, a un ritmo medio de 4:47 y pulsaciones medias de 166bpm, llegando a las 177 al coronar las subidas y en los últimos metros de carrera.
Manu y Xavi llegaron muy poco después, y fuimos juntos a por la preciada butifarra, qué detalle, con una hermosa cerveza bien fría. El cigarrillo de después sentó como nunca, los tres estábamos muy contentos con la carrera, mejorando los ritmos del año pasado, y dando ya por sentado que el año que viene repetimos.
Vi muchas caras conocidas del barrio, gente que no sé cómo se llama ni a qué se dedica, pero me suenan de haberlos visto cerca de casa o la oficina, con su camiseta de la carrera, después de haber hecho la de 5 kilómetros o la de 10,5, no era consciente de que tanta gente a mi alrededor ha sentido la llamada de las zapatillas... :) Una carrera que forma parte de Santa Coloma, un evento anual, no competitivo, que congrega cientos de colomenses rindiendo honores al Turó del Pollo, dejándose los higadillos en una subida sólo para muy valientes y disfrutando de una butifarrada en el Parque de la Bastida... Me alegra poder ser parte de esto un año más...
jueves, 17 de mayo de 2012
Cochino, cuestas, descanso y pollo
Se acerca el día del pollo. El miniplan con sobredosis de pollo y algo de cochino llega a su fin y las sensaciones son buenas. Va a ser algo muy puntual, una carrera corta de montaña, poco más de 10 kilómetros, la mitad de subida y la mitad de bajada, pero llego con muchas ganas. Eso sí, el día después, ya sólo tendré cabeza para Berlín... Pero eso será a partir del lunes.
Para acabar de afilar el hacha, ayer cochineé un poco y me salió un rodaje muy tranquilo. Algo condicionado por factores externos, eso sí. Salí sin poder hacer los deberes... Y eso se nota mucho a la hora de correr... Ya comenté alguna vez que la mejor manera de correr a un ritmo muy lento y bajo de pulsaciones es salir de casa con amenaza muy creíble de punto 8... Ayer no fue para tanto, pero sí que notaba que el cuerpo no quería correr porque sabía lo que podía pasar... Así que el rodaje matutino de 9,5 kilómetros acabó a unas pulsaciones medias de 142bpm, pero a un ritmo no tan malo de 5:15. Me queda la duda de cuánto influyeron mis tripas en ir tan bajo de pulsaciones, pero de todas maneras, el ratio pulsaciones / ritmo es muy bueno, de los mejores que recuerdo en muchas semanas. ¿Será las subidas al Turó del Pollo?
Y hoy, cumpliendo una especie de ritual que llevo siguiendo desde hace ya muchas carreras, hice la prueba de las cuestas. Que consiste en hacer unas series en cuesta en la subida el viejo hospital del Espírito Santo. Como ya tengo bastante controlado el tiempo que tardo en hacerlas, es una buen referencia para medir mi estado de forma, y además, unas series en cuesta un par de días antes de la carrera son un buen entrenamiento para dejar las piernas listas...
El 22 de diciembre pasado hice uno de esos tests, conseguí subir la cuesta más rápida en 2:22, que fue mi Mejor Cuesta Personal (MCP) hasta el momento. Seguí trabajando potencia y velocidad unos días, y el 29 de diciembre bajé mi MCP y la dejé en 2:20, justo dos días antes de Nassos 2011, donde también bajé mi marca en 10K. Ambas marcas vigentes desde entonces...
Antes de Montmeló, el mes pasado, volví a hacer la prueba y me quedé en 2:29. No conseguí subir más rápido, y en la carrera comprobé que no estaba ni de lejos en el estado de forma en el que estaba en diciembre.
Y hoy, tocaba probar de nuevo.
Dos kilómetros muy suaves hacia el hospital, a 5:45 y con las pulsaciones por debajo de 140bpm. Voy tranquilo porque lo divertido aún no ha empezado... No tenía claro si hacer 3 o 4 cuestas. 3 es un buen número para guardar fuerzas, pero como voy a descansar dos días no descartaba hacer 4. Además me levanté con un sueño tremendo, notaba que me costaba ponerme en marcha, quizá al acabar las 3 primeras me quedaría con ganas de más... Así que ya veríamos qué pasaba...
Primera cuesta en 2:47. Frío, entrando en calor poco a poco, acabé a 153bpm, así que lo considero un calentamiento.
Segunda en 2:37, mejor ritmo, sigo sin llegar a 160bpm. La progresión es lenta pero segura...
En la tercera ya me pongo las pilas y la subo en 2:26. Mucho mejor, mejor que antes de Montmeló y con las pulsaciones muy bajas para lo que estoy acostumbrado, 166bpm.
Así que no hay excusa para no hacer una cuarta... 2:47, 2:37, 2:26... He bajado 10 segundos por cuesta. Pero claro, cada vez cuesta más arañar esos 10 segundos... ¿Está mi MCP a mano? ¿Ha mejorado mi forma estas última semanas? Noto que voy mucho mejor de pulsaciones y he subido la última cuesta con la sensación de que podía empujar un poco más...
Llego al punto de partida, y no lo dudo, vamos a por la cuarta. Le doy fuerte a las zapatillas, buena respiración, empujando, apretando, subo, subo, giro, subo, paro el Forerunner... Y...
Sé que algunos también me leéis... Sí, lo sé, por eso muchas veces aparecéis donde voy a correr o entrenar... Sé que me seguís de cerca... Así que os aviso, ya que lo queréis saber todo de mí... Zombis... Que os quede claro... Si tengo que subir corriendo al Espíritu Santo, una de vuestras bases de operaciones... Que sepáis... ¡¡¡Que lo puedo hacer en 2 minutos y 17 segundos!!!
Subidón de moral, qué bonito se ve ese 2:17 en el reloj... :) Mi mejor MCP y además con la sensación de no haberlo dado todo y tener todavía una bala en la recámara...
Vuelta a casa después de la cuarta, a 5:33 y 5:18, enfriando, y cuelgo las zapatillas hasta el domingo.
Después de este paréntesis de carreras de 10K, incluyendo ésta del Turó del Pollo, empezaré ya en serio otro plan de maratón... Que será el sexto. Gonzalo me preguntaba cuándo acaba mi temporada runner... Y creo que es una muy buena pregunta que nos deberíamos hacer todos... Porque por lo que veo y leo, muchas veces, enlazamos una carrera con otra y sólo paramos completamente cuando una lesión nos obliga a ello. Yo más o menos tengo una temporada definida, en función de las fechas de las maratones que pueda correr.
Digamos que mi temporada empieza prácticamente ahora, en mayo o junio, preparando la maratón de otoño. Una o dos semanas de descanso, y empieza el plan para la maratón de invierno, con un paréntesis en noviembre y diciembre en el que busco atacar marcas en media maratón y los 10K. Después de la maratón de invierno, una o dos semanas de reposos y a por la de primavera. Y el periodo que queda suelto por ahí es el de abril y mayo, que es en el que estoy, oficiosamente una pausa de un mes más o menos sin entrenar maratones... Y como estoy de vacaciones runners, pues corro pero para disfrutar, sin tanta presión, por eso las 4 carreras de 10K, el menor volumen, los pollos y la carrera del domingo, sin machacarme y sin buscar marcas. Cierto es que no he hecho un descanso total y de varias semanas seguidas, aunque si sumo las pausas de después de cada maratón me sale casi un mes de reposo... No sé si es suficiente, aunque lo normal es que cuando menos lo esperemos el cuerpo pida una tregua en forma de lesión y haya que dársela. Espero que con estas cuatro semanas más o menos repartidas durante el año tenga suficiente y no me mande el mensaje de la lesión...
¿Y vosotros, hacéis una pausa en la temporada runner?
Para acabar de afilar el hacha, ayer cochineé un poco y me salió un rodaje muy tranquilo. Algo condicionado por factores externos, eso sí. Salí sin poder hacer los deberes... Y eso se nota mucho a la hora de correr... Ya comenté alguna vez que la mejor manera de correr a un ritmo muy lento y bajo de pulsaciones es salir de casa con amenaza muy creíble de punto 8... Ayer no fue para tanto, pero sí que notaba que el cuerpo no quería correr porque sabía lo que podía pasar... Así que el rodaje matutino de 9,5 kilómetros acabó a unas pulsaciones medias de 142bpm, pero a un ritmo no tan malo de 5:15. Me queda la duda de cuánto influyeron mis tripas en ir tan bajo de pulsaciones, pero de todas maneras, el ratio pulsaciones / ritmo es muy bueno, de los mejores que recuerdo en muchas semanas. ¿Será las subidas al Turó del Pollo?
Y hoy, cumpliendo una especie de ritual que llevo siguiendo desde hace ya muchas carreras, hice la prueba de las cuestas. Que consiste en hacer unas series en cuesta en la subida el viejo hospital del Espírito Santo. Como ya tengo bastante controlado el tiempo que tardo en hacerlas, es una buen referencia para medir mi estado de forma, y además, unas series en cuesta un par de días antes de la carrera son un buen entrenamiento para dejar las piernas listas...
El 22 de diciembre pasado hice uno de esos tests, conseguí subir la cuesta más rápida en 2:22, que fue mi Mejor Cuesta Personal (MCP) hasta el momento. Seguí trabajando potencia y velocidad unos días, y el 29 de diciembre bajé mi MCP y la dejé en 2:20, justo dos días antes de Nassos 2011, donde también bajé mi marca en 10K. Ambas marcas vigentes desde entonces...
Antes de Montmeló, el mes pasado, volví a hacer la prueba y me quedé en 2:29. No conseguí subir más rápido, y en la carrera comprobé que no estaba ni de lejos en el estado de forma en el que estaba en diciembre.
Y hoy, tocaba probar de nuevo.
Dos kilómetros muy suaves hacia el hospital, a 5:45 y con las pulsaciones por debajo de 140bpm. Voy tranquilo porque lo divertido aún no ha empezado... No tenía claro si hacer 3 o 4 cuestas. 3 es un buen número para guardar fuerzas, pero como voy a descansar dos días no descartaba hacer 4. Además me levanté con un sueño tremendo, notaba que me costaba ponerme en marcha, quizá al acabar las 3 primeras me quedaría con ganas de más... Así que ya veríamos qué pasaba...
Primera cuesta en 2:47. Frío, entrando en calor poco a poco, acabé a 153bpm, así que lo considero un calentamiento.
Segunda en 2:37, mejor ritmo, sigo sin llegar a 160bpm. La progresión es lenta pero segura...
En la tercera ya me pongo las pilas y la subo en 2:26. Mucho mejor, mejor que antes de Montmeló y con las pulsaciones muy bajas para lo que estoy acostumbrado, 166bpm.
Así que no hay excusa para no hacer una cuarta... 2:47, 2:37, 2:26... He bajado 10 segundos por cuesta. Pero claro, cada vez cuesta más arañar esos 10 segundos... ¿Está mi MCP a mano? ¿Ha mejorado mi forma estas última semanas? Noto que voy mucho mejor de pulsaciones y he subido la última cuesta con la sensación de que podía empujar un poco más...
Llego al punto de partida, y no lo dudo, vamos a por la cuarta. Le doy fuerte a las zapatillas, buena respiración, empujando, apretando, subo, subo, giro, subo, paro el Forerunner... Y...
Sé que algunos también me leéis... Sí, lo sé, por eso muchas veces aparecéis donde voy a correr o entrenar... Sé que me seguís de cerca... Así que os aviso, ya que lo queréis saber todo de mí... Zombis... Que os quede claro... Si tengo que subir corriendo al Espíritu Santo, una de vuestras bases de operaciones... Que sepáis... ¡¡¡Que lo puedo hacer en 2 minutos y 17 segundos!!!
Subidón de moral, qué bonito se ve ese 2:17 en el reloj... :) Mi mejor MCP y además con la sensación de no haberlo dado todo y tener todavía una bala en la recámara...
Vuelta a casa después de la cuarta, a 5:33 y 5:18, enfriando, y cuelgo las zapatillas hasta el domingo.
Después de este paréntesis de carreras de 10K, incluyendo ésta del Turó del Pollo, empezaré ya en serio otro plan de maratón... Que será el sexto. Gonzalo me preguntaba cuándo acaba mi temporada runner... Y creo que es una muy buena pregunta que nos deberíamos hacer todos... Porque por lo que veo y leo, muchas veces, enlazamos una carrera con otra y sólo paramos completamente cuando una lesión nos obliga a ello. Yo más o menos tengo una temporada definida, en función de las fechas de las maratones que pueda correr.
Digamos que mi temporada empieza prácticamente ahora, en mayo o junio, preparando la maratón de otoño. Una o dos semanas de descanso, y empieza el plan para la maratón de invierno, con un paréntesis en noviembre y diciembre en el que busco atacar marcas en media maratón y los 10K. Después de la maratón de invierno, una o dos semanas de reposos y a por la de primavera. Y el periodo que queda suelto por ahí es el de abril y mayo, que es en el que estoy, oficiosamente una pausa de un mes más o menos sin entrenar maratones... Y como estoy de vacaciones runners, pues corro pero para disfrutar, sin tanta presión, por eso las 4 carreras de 10K, el menor volumen, los pollos y la carrera del domingo, sin machacarme y sin buscar marcas. Cierto es que no he hecho un descanso total y de varias semanas seguidas, aunque si sumo las pausas de después de cada maratón me sale casi un mes de reposo... No sé si es suficiente, aunque lo normal es que cuando menos lo esperemos el cuerpo pida una tregua en forma de lesión y haya que dársela. Espero que con estas cuatro semanas más o menos repartidas durante el año tenga suficiente y no me mande el mensaje de la lesión...
¿Y vosotros, hacéis una pausa en la temporada runner?
martes, 15 de mayo de 2012
Empacho de pollo
Más pollo para el cuerpo. Reconozco que estoy muy motivado para la carrera del domingo. El año pasado la corrí y no me salió muy bien, el día anterior me pegué una buena paliza subiendo al Tibidabo y estaba cansado, pero este año me tomaré dos días de descanso, no repetiré Tibidabo, y saldré con el cuchillo entre los dientes para coronar el Turó del Pollo y luego bajar a por la merecida butifarra.
Para acostumbrar a las piernas a este tipo de carrera, he vuelto a pecar y subir al Turó del Pollo de madrugada. Aún necesito el frontal y la manga larga, pero los guantes ya se quedan en casa. De los tres pollos en los últimos seis días, éste ha sido el que me ha salido peor de ritmo, pero mejor de pulsaciones. Estaba un poco cansado y tenía sueño, mucho pollo estos días y una tirada larga el domingo me dejaron un poco tocado, pero aunque el ritmo no era el de las otras dos veces sí que, aunque parezca paradójico, me sentía más cómodo corriendo.
Eso sí, aprendí algo... Hay que estar muy loco para ir subiendo hacia la montaña más alta de Santa Coloma un martes a las 6 de la madruga... Pero... Se puede estar más loco aún... Como el runner que me crucé mientras yo subía... ¡Y él bajaba! :) Un rápido saludo, él siguió bajando, y yo subiendo... Curioso, los dos íbamos con camiseta amarilla, buena opción para meterse por la montaña de noche...
Completé el recorrido polluno en 50:53, a un ritmo de 5:48 y 147bpm de media, las mismas que el jueves pasado, pero hoy sin parar a hacer fotos ni checkins...
Mañana vuelta al río. No sé si el jueves me animaré a hacer alguna cuesta o series... Pero guardaré fuerzas viernes y sábado, porque amigos, ¡el domingo quiero coronarme rey del pollo!
Para acostumbrar a las piernas a este tipo de carrera, he vuelto a pecar y subir al Turó del Pollo de madrugada. Aún necesito el frontal y la manga larga, pero los guantes ya se quedan en casa. De los tres pollos en los últimos seis días, éste ha sido el que me ha salido peor de ritmo, pero mejor de pulsaciones. Estaba un poco cansado y tenía sueño, mucho pollo estos días y una tirada larga el domingo me dejaron un poco tocado, pero aunque el ritmo no era el de las otras dos veces sí que, aunque parezca paradójico, me sentía más cómodo corriendo.
Eso sí, aprendí algo... Hay que estar muy loco para ir subiendo hacia la montaña más alta de Santa Coloma un martes a las 6 de la madruga... Pero... Se puede estar más loco aún... Como el runner que me crucé mientras yo subía... ¡Y él bajaba! :) Un rápido saludo, él siguió bajando, y yo subiendo... Curioso, los dos íbamos con camiseta amarilla, buena opción para meterse por la montaña de noche...
Completé el recorrido polluno en 50:53, a un ritmo de 5:48 y 147bpm de media, las mismas que el jueves pasado, pero hoy sin parar a hacer fotos ni checkins...
Mañana vuelta al río. No sé si el jueves me animaré a hacer alguna cuesta o series... Pero guardaré fuerzas viernes y sábado, porque amigos, ¡el domingo quiero coronarme rey del pollo!
domingo, 13 de mayo de 2012
Vuelven las tiradas largas
Después de la indigestión de pollo y cochino de estos tres últimos días, hoy se me presentaba un domingo sin carrera de 10K y sin estar recuperándome de una maratón... Todo perfecto para una tirada larga... Y es que entre una cosa y otra, ¡desde el 25 de marzo, el día de la maratón de Barcelona, no corría más de 11 kilómetros seguidos!
Para los maratonianos los domingos son sagrados. Puedo contar con los dedos de los pies, incluso diría que sólo con los que tienen las uñas intactas, los domingos que no he salido a correr. Hoy echando cuentas he visto que casi sin darme cuenta, de los últimos 7 días había salido a correr 6, incluyendo dos Turós del Pollo. Pero hoy domingo no iba a renunciar a una tirada larga bajo el sol y el calor, así que he acabado con 7 entrenamientos en 8 días, seguramente mi racha más cafre desde que corro.
Sé que en las próximas semanas maldeciré el calor, echaré de menos el invierno, correr de noche cerrada, con buf, guantes, mallas largas... El calor hace bajar mi rendimiento de manera espectacular. Pero curiosamente, hoy el cuerpo, además de tirada larga, me pedía sufrir las inclemencias del sol y el calor en primera persona. Me levanté pronto para desayunar y hacer bien la digestión, y a las 10:58am estaba corriendo. Llevaba dos bidoncillos de Aquarius y un gel, ya casi no me acordaba cómo se ponía el cinturón... Y a correr hacia el litoral.
Ruta clásica de la tirada larga de los domingos. Como buen tirada larga, tenía que ser al menos una media maratón. Así que el plan era ir hacia el mar, salir del río hacia la Diagonal, ir por el litoral, y sobre las Torres Mapfre dar media vuelta para hacer el mismo recorrido de vuelta.
Dicho y hecho, empiezo a recordar viejos tiempos y los kilómetros van cayendo por el río sabiendo que tardaré más de una hora y media en volver a casa. Primero a 5:27, entrando en calor, segundo a 5:05, cogiendo el ritmo, y a partir del tercero un ritmo más o menos constante, entre 4:49 y 4:59, sin sobresaltos, sin cambios de ritmo, sin bajones... Un gel al dar media vuelta, traguitos de Aquarius que al final se me quedó corto, y un rodaje largo muy correcto para ser el primero de los muchos que me esperan de aquí al 30 de septiembre. Al final, 21,26 kilómetros, a un ritmo medio quedó en 4:56 y las pulsaciones en 155bpm, empiezo a pensar que quizá la poca montaña y cuestas de estos días están haciendo su trabajo...
Mañana se acaba la racha. Me levantaré pronto pero para ver un capitulo de Game of Thrones y respetar mi ciclo de sueño... :)
Para los maratonianos los domingos son sagrados. Puedo contar con los dedos de los pies, incluso diría que sólo con los que tienen las uñas intactas, los domingos que no he salido a correr. Hoy echando cuentas he visto que casi sin darme cuenta, de los últimos 7 días había salido a correr 6, incluyendo dos Turós del Pollo. Pero hoy domingo no iba a renunciar a una tirada larga bajo el sol y el calor, así que he acabado con 7 entrenamientos en 8 días, seguramente mi racha más cafre desde que corro.
Sé que en las próximas semanas maldeciré el calor, echaré de menos el invierno, correr de noche cerrada, con buf, guantes, mallas largas... El calor hace bajar mi rendimiento de manera espectacular. Pero curiosamente, hoy el cuerpo, además de tirada larga, me pedía sufrir las inclemencias del sol y el calor en primera persona. Me levanté pronto para desayunar y hacer bien la digestión, y a las 10:58am estaba corriendo. Llevaba dos bidoncillos de Aquarius y un gel, ya casi no me acordaba cómo se ponía el cinturón... Y a correr hacia el litoral.
Ruta clásica de la tirada larga de los domingos. Como buen tirada larga, tenía que ser al menos una media maratón. Así que el plan era ir hacia el mar, salir del río hacia la Diagonal, ir por el litoral, y sobre las Torres Mapfre dar media vuelta para hacer el mismo recorrido de vuelta.
Dicho y hecho, empiezo a recordar viejos tiempos y los kilómetros van cayendo por el río sabiendo que tardaré más de una hora y media en volver a casa. Primero a 5:27, entrando en calor, segundo a 5:05, cogiendo el ritmo, y a partir del tercero un ritmo más o menos constante, entre 4:49 y 4:59, sin sobresaltos, sin cambios de ritmo, sin bajones... Un gel al dar media vuelta, traguitos de Aquarius que al final se me quedó corto, y un rodaje largo muy correcto para ser el primero de los muchos que me esperan de aquí al 30 de septiembre. Al final, 21,26 kilómetros, a un ritmo medio quedó en 4:56 y las pulsaciones en 155bpm, empiezo a pensar que quizá la poca montaña y cuestas de estos días están haciendo su trabajo...
Mañana se acaba la racha. Me levantaré pronto pero para ver un capitulo de Game of Thrones y respetar mi ciclo de sueño... :)
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