El entrenamiento es muy sencillo en sus principios y se puede complicar y afinar todo lo que queramos... La base es muy simple, hacer muchas veces lo que queremos hacer mejor, y de tanto de repetir, acabamos mejorando. Con más tiempo se pueden trabajar elementos específicos del entrenamiento, como la velocidad punta, la recuperación o la resistencia, pero básicamente, se trata de hacer algo que se parezca mucho a la prueba que estamos preparando, y con constancia el resultado salta a la vista.
En lo que llevamos de mayo me he calzado las Brooks Cascadia 5 días y he visitado las cuestas del Espíritu Santo otro más. Podría haber hecho un trabajo más específico para una carrera de montaña, pero como estoy medio de vacaciones runners, simplemente he cambiado de aires, menos asfalto y más Turó del Pollo, pensando en la carrera de hoy y en intentar que me salga bien sin darme demasiada caña y dosificando el kilometraje en los entrenamientos.
Y hoy llegó el día de subir a mi estimado Turó del Pollo, como parte del duro recorrido de la Pujada a les Dues Pedres, una de las pruebas que organiza la UCA en Santa Coloma. El año pasado la corrí y me gustó mucho. Releyendo la crónica, veo que este año ha ido todo en general mucho mejor, en parte porque ayer no corrí, y en cambio el año pasado corrí justo el día anterior otra carrera en el Tibidabo...
Este año el tiempo también fue más agradecido, por poco, pero fue simplemente perfecto. Estuvo lloviendo toda la noche, y cuando me levanté a desayunar, a las 5:45, seguía lloviendo mucho. Desayuno habitual, después de cenar ayer por la noche una pizza del Carrefour entera... Visto que en Sant Quirze no me fue mal cenar así, no me reprimí y acabé con toda la pizza... Pero los 75,5 kilos que marca hoy la báscula me hacen pensar si es lo mejor o no........
Desayuno, lluvia, café y galletas, lluvia, punto 8, lluvia, y me manda Manu, que venía con Xavi, un mensaje diciendo que mejor pasa por casa con el coche... Gran idea, si no, simplemente nos habríamos empapado de camino a la salida. Aparcamos justo a la entrada del parque donde empieza la carrera, y como si los zombis se hubieran confabulado a nuestro favor, de repende, 15 minutos antes de la salida, deja de llover... :) Salimos del coche, calentamos un poco, y nos vamos hacia la salida, aire limpio por la lluvia, temperatura muy agradable, suelo algo mojado pero en buen estado, y muchas ganas de correr.
Desde el primer momento me veo con fuerzas y salgo adelantando gente por el lateral del camino. Todo el camino es subida y lo clavo en 5:00, pendiente media del 4,5%.
A partir del primer kilómetro, cambia totalmente la ruta respecto a la del año pasado. Hace un año hicimos menos de 10 kilómetros, y este año sí que se hizo la ruta completa de 10 y medio. El segundo kilómetro sube, llanea, baja y sigue subiendo. 4:43, pendiente media del 1,8%, dosificando un poco.
El tercero empieza a bajar en picado y acaba con los primeros metros de la subida asesina... Me dejo llevar y lo hago a 4:19. Por ahora esto es un bonito paseo por caminos de tierra...
Y empieza la fiesta...
450 metros de subida con una pendiente del 9.6%. El camino está asfaltado, con las Cascadia voy bien, el suelo no resbala, aguanto corriendo y llego al punto en el que se gira a las famosas Dues Pedres (dos piedras, básicamente). Se baja un poco hasta las piedras, media vuelta, y se sube lo bajado. Me crucé con Xavi y Manu que venían fuertes, un rápido saludo y vuelta al camino original. Así completamos el cuarto kilómetro, que acumula una subida de 37 metros, en 5:28...
He seguido adelantando gente, sobre todo en la primera parte de la subida. Pero recuerdo perfectamente que después de pasar por las dos piedras, viene la parte más dura. 883 metros subiendo continuamente, apendas 10 metros llanos para recuperar algo de aliento, con una pendiente media del 11,5%. Voy corriendo pero muy despacio. Vamos muy agrupados, a veces alguien parece renacer de sus cenizas y se adelanta unos metros, a veces se para algún corredor... Voy con un grupo de unas 6 personas, intercambiando posiciones, sufriendo, escuchando respiraciones agonizantes, pisadas cada vez más lentas, viendo cabezas bajas, ladeándose... Son los metros más duros que recuerdo en mi breve historia runner...
Acabo caminando los últimos 100 ó 150 metros, es imposible correr... Todos a mi alrededor paran, he aguantado casi hasta arriba pero no quedan fuerzas y no merece la pena gastarlas en intentar correr cuando casi se va más rápido andando... Recuerdo el camino, cuando quedan pocos metros para coronar la subida asesina empiezo a trotar, dejo atrás a mis compañeros de subida, y ya no vuelvo a saber de ellos, bebo algo de agua en el avituallamiento, recupero el aliento cuando entramos en la carretera que bordea la urbanización Vallensana, y empiezo a correr más... Por fin ha acabado el fatídico quinto kilómetro, a un ritmo medio de 7:21.
Lo normal es perder muchas plumas en esa subida, el año pasado recuerdo que no pude correr cómodo después de dejarme los higadillos en la subida... Pero lo que decía del entrenamiento, creo que a día de hoy mi cuerpo está más familiarizado con este tipo de esfuerzo, y en apenas un par de minutos ya me sentía completamente recuperado y las piernas respondían muy bien. Miré atrás y mis compañeros de subida andaban lejos, así que fui señalándome como objetivo al siguiente runner que llevaba delante y empecé a darle a las Cascadia...
El kilómetro 6 es por asfalto, baja un poco y luego llanea bastante. Estos últimos años de entrenamiento me han convertido en un animal de asfalto, aunque hoy no me ha ido mal la subida, pero obviamente en suelo firme y con poco desnivel estoy en mi salsa. Me recuperé muy rápido de la subida y corrí suelto y cómodo, no es lo mismo llevas unas zapatillas de montaña que unas voladoras, pero aún así el ritmo fue muy bueno y adelanté a 4 ó 5 corredores. El desnivel fue de 18 metros de bajada, y el kilómetro lo hice en 4:29. Toda una inyección de moral para la última subida...
La subida al Turó del Pollo. El momento esperado. Una ruta que conozco bien. Un poco de bajada para soltar las piernas, 500 metros subiendo al 6%, pasamos por el Turó del Pollo, más ténebre que nunca, completamente cubierto por una espesa niebla, ideal para una historia de zombis, media vuelta, y bajamos del Turó, donde me vuelvo a cruzar con Manu y Xavi que subían supongo que con la misma cara que tenía yo hacía apenas un minuto... :) El balance es de apenas 10 metros de subida, pero la ascensión es muy dura y ese kilómetro cae a 4:50, adelantando a un par de runners mientras los zombis observaban entre las tinieblas...
Ya ha pasado lo peor, desde que acabó la subida asesina no me ha adelantado nadie y he pasado a algunos corredores, me siento con fuerzas y pienso que en la bajada aún puedo intentar recuperar posiciones...
Aún queda un repechón al comenzar el octavo kilómetro. También lo conozco, son unos 250 metros y la pendiente es del 6%, pero luego ya todo es bajada a tumba abierta. Así que aprieto un poco, paso a un runner, recupero el aliento en un tramo llano y empieza la bajada... Entre la subidilla y el primer tramo de bajada, lo hago en 4:27. Y ahora sí, 2 kilómetros a saco...
Del 8 al 9,8 hay una bajadita en la que descendemos casi 110 metros. Metro a metro voy alcanzando un grupillo de tres corredores, adelanto al primero, el que iba detrás pasa al que tenía delante pero ya llegando casi al parque de La Bastid paso a los dos sin problemas. El Forerunner me canta el parcial del noveno, 3:46, y el décimo, que trae de regalo una subidilla al parque, 3:47.
Un pequeño recorrido por el parque, viendo debajo la zona donde están preparando las butifarras, y llego a la meta después de 50 minutos y 38 segundos, a un ritmo medio de 4:47 y pulsaciones medias de 166bpm, llegando a las 177 al coronar las subidas y en los últimos metros de carrera.
Manu y Xavi llegaron muy poco después, y fuimos juntos a por la preciada butifarra, qué detalle, con una hermosa cerveza bien fría. El cigarrillo de después sentó como nunca, los tres estábamos muy contentos con la carrera, mejorando los ritmos del año pasado, y dando ya por sentado que el año que viene repetimos.
Vi muchas caras conocidas del barrio, gente que no sé cómo se llama ni a qué se dedica, pero me suenan de haberlos visto cerca de casa o la oficina, con su camiseta de la carrera, después de haber hecho la de 5 kilómetros o la de 10,5, no era consciente de que tanta gente a mi alrededor ha sentido la llamada de las zapatillas... :) Una carrera que forma parte de Santa Coloma, un evento anual, no competitivo, que congrega cientos de colomenses rindiendo honores al Turó del Pollo, dejándose los higadillos en una subida sólo para muy valientes y disfrutando de una butifarrada en el Parque de la Bastida... Me alegra poder ser parte de esto un año más...
Hola Isidro, muy buen tiempo y buenos ritmos. Con tu permismo me quedo a echar un vistazo por aquí, un saludo
ResponderEliminarEnhorabuena, por la carrera y por la crónica que te ha salido; da gusto leerte, campeón; un saludo.
ResponderEliminarTiene razón Manuel. Haces las crónicas que son una gozada. Parece que soy yo el que va subiendo o bajando.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Te manejas en el monte igual que en asfalto, Isidro, felcidades tío. Gran carrera sabiendo cuando hay que apretar y cuando dosificar.
ResponderEliminarNo paras Isidre.Al final el pollo no se ha resistido.Ahora que toca?
ResponderEliminarMe impresiona que recuerdes tantos detalles. Ahora es lo que toca, montaña. Estoy viendo yo donde meterme por aquí, tengo una vista pero aún dudo entre 25K o 10K.
ResponderEliminarCarrera para disfrutar con los vecinos, y si ademas acabas contento con el tiempo, pues miel sobre hojuelas !!
ResponderEliminarSiempre mejorando!!
ResponderEliminarNo se con que quedarme con tu crónica o con tu carrera por que ambas son muy buenas, felicidades Isidro.
ResponderEliminarQue fácil es decir eso de que el entrenamiento es sencillo, lo complicado es que el cuerpo se porte como queremos. Buena carrera y buena crónica.
ResponderEliminarcada vez que leo kms a 7,20,me acojona pensar en esas cuestas...
ResponderEliminarMadre mía, si tú completaste ese kilómetro de la cuesta tan bestial en 7'20... como sería!!! Yo seguro que la subo gateando.
ResponderEliminarBuena carrera, enhorabuena. Y fenomenal lo de la butifarra y la cerveza, todavía estoy ensalivando!
Me encantó leerte!!! una crónica y una carrere de lujo!!! con tu permiso me quedo por aquí.
ResponderEliminarUn saludo,
Boltz
http://storiesacrosstheocean.blogspot.com/
Dura,dura la carrera, felicidades Isidro.
ResponderEliminarMuy buenos ritmos para lo complicado del perfil.
ResponderEliminarPor Dios no te agobies con las pizzas, cómelas sin remordimiento que con las palizas que te metes la tienes más que merecida.