Faltaban horas para acabar 2014 cuando escribía que había sido, de largo, mi mejor año deportivamente hablando. Quedaba todavía un último reto pendiente, la 10K por excelencia de Barcelona, la más plana, en la época del año ideal, en un horario especial pero muy bueno para correr, la oportunidad que espero cada año para intentar hacer un 10K en menos de 40 minutos.
El año pasado lo conseguí por los pelos, literalmente, 39:58 agonizando en un último sprint... Hace dos años me salió fatal, problemas digestivos me llevaron a hacer una marca que no reflejaba mi preparación. Y en 2011 fue donde hice mi mejor marca en 10K, un 39:30 que no me esperaba, pero que me supo a gloria.
Tres años sin bajar mi marca en 10K empezaba a ser preocupante. Aunque a mi edad, lo normal es mejorar en resistencia y perder algo de potencia y fuerza. Pero los últimos meses he notado cambios que me hacían pensar que podía intentarlo. Primero, haber perdido peso. Si alguien quiere hacerlo, le animo a que pruebe FitBit, hay que trabajar, ser constante y sacrificarse un poco, pero sin una ayuda extra en forma de seguimiento es aún más difícil. A mí me ha ido muy bien, he perdido casi 10 kilos y me he estabilizado en un peso que mis rodillas agradecen cada día... :)
El otro cambio ha sido trabajar un poco más fuerza y potencia estas últimas semanas. El cambio de piso me ha llevado a empezar y acabar los entrenamientos a 55 metros sobre el nivel del mar. Corriendo habitualmente por el río, el cambio implica que cada día me tocan unos últimos 700 metros con un desnivel de más o menos 50 metros, así a ojo una pendiente del 8%. Y además, después de haber descubierto Zombis Run!, llevo unos cuantos entrenamientos en los que meto unos sprints de 1 minuto a todo lo que me dan las piernas, con el objetivo principal de huir de un ataque zombi, y el secundario de mejorar mi potencia y capacidad de recuperación... :)
Imagino que estas dos cosas ayudan de cara a una 10K. Así que me presenté en la salida con muchas ganas de comprobarlo e intentar mejorar mi marca. Ahí estaban Manu y Toni, los tres dispuestos a correr con muchas ganas y hacer algo de estómago para la cena de nochevieja... :)
Mientras dejábamos los trastos en la moto, un primer encuentro casual con otro runner que aparcó por ahí cerca. Me vio en camiseta de tirantes, y preguntó en todo simpático si hacía mucho frío... :) La verdad es que hacía un frío que pelaba, pero mi elección era clara, correr lo más cómodo y ligero posible, sin mangas, manguitos, bufandas, guantes o brazaletes para el iPhone, yo, mi GPS, mi FitBit y nada más... :) El runner también nos dijo que correría en tirantes, que dejaría la camiseta térmica para otro día... Y creo que fue buena idea, ¡ya veréis por qué!
Llegamos con tiempo de sobra, última visita al baño, todo un invento esto de los urinarios bípedos en los que mean cuatro donde antes sólo lo hacía uno. Tiempo para calentar y estirar bien, entrar en calor, y meternos en nuestros respectivos cajones. Este año, cajón verde, para corredores con marcas de entre 37' y 40', es decir, iba a ser de los lentos de la manada, una motivación más para intentar llevar un ritmo más exigente dejándome llevar por los galgos que me rodeaban.
Unos minutos de espera, charlando con Toni, pistoletazo y se acabó lo que se daba, ahora se trataba de correr, intentar salir muy fuerte, no bajar el ritmo en ningún momento, y apretar al final, la clásica táctica keniana... :)
En las 10K siempre salgo fuerte, y a veces lo pago. Creo que hay poco margen para recuperar lo que no se ha corrido los primeros kilómetros. Y para bajar unos segundos hay que correr mucho toda la carrera, así que empecé a correr al ritmo de la manada, pero cuando a los 500 metros el ritmo medio me marcaba 3:35 min/km, pensé que una cosa es salir rápido y otra suicidarse... Se estiró un poquito la marabunta inicial de runners, levanté unos milímetros el pie del acelerador, y pasé por el km 1 en 3:42 min/km, con la sensación de no ir tan rápido, y pensando que esto no había hecho más que empezar...
Es curioso lo rápido que cambiamos el chip. Desde hace años, cada vez que veo un ritmo por debajo de 4:00 min/km me asusto, empiezo a pensar que mi límite está muy cerca y que estoy jugando con fuego. Pero 4:00 no es más que un maldito número, como cualquier otro. Empecé el segundo kilómetro un poco asustado con esa media de 3:42, pero lo acabé a 3:50, que debería ser una locura, pero comparándolo con el anterior me pareció hasta un poco conservador... Lo que decía, qué rápido cambiamos el chip... :)
Cuando salgo fuerte en una 10K, el impulso inicial perdura sin ningún problema durante los 3 primeros kilómetros. Y el tercero a 3:48 da fe de ello. Mi cabeza empezó a elucubrar teorías... En 3 km ya había rascado 30 segundos a un ritmo de referencia de 4:00, haciendo los otros 7 km a los susodichos 4:00 min/km igualaría mi marca personal. Pero por otro lado, mi cabeza también empezó a recordar que en anteriores fracasos sonados en una 10K, en el km 4 se me acabaron las fuerzas y a partir de ahí empecé a perder segundos inexorablemente...
Así que primer objetivo. Sobrevivir al km 4 y ver si las piernas responden. Dicho y hecho, seguí fuerte, pero con esa sensación de que aún queda mucha gasolina en el depósito, y en mitad de la Barceloneta pasé por el 4 a 3:46, primera prueba superada, segundo objetivo, pasar por los 10K y empezar a soñar...
El paso por los 5K fue raro... Antes, hay que hacer un giro de 180º que no me gusta nada... :( De ida se sube un poco, de vuelta se baja ese poco que se sube. Pero girar 180º con tanta gente y a esas velocidades, además de peligroso, te corta un poco el ritmo. Además, no sé si fue ese giro o no, el caso es que el km 5 me lo marcó el GPS mucho antes del cartel oficial, he leído algunas quejas al respecto en otras páginas. A partir del 5 ya había algo de diferencia entre la distancia real y la que me marcaba el GPS, que fue aumentando en la segunda mitad. Pasé por el 5 en 19:30 clavados, el reloj me lo marcó en 3:52 pero obviamente fue más. Así que me olvidé de los parciales anteriores, y me concentré en los grandes números.
19:30 en los 5 km, corriendo los otros 5 km a 4:00 igualo mi marca. El día del 39:30 pasé por el 5 en 19:38. Este año había corrido sólo 8 segundos más rápido, aunque los parciales me decían que iba mucho mejor. A lo mejor sí que era verdad que el km 5 no estaba muy bien indicado... El caso es que hace 3 años hice la segunda mitad en casi 20 minutos, 19:52 para ser más exactos, sufriendo mucho y en un final agónico. Pero este año las sensaciones eran muy distintas, nada más cruzar el 5, decidí que tocaba meter una marcha más y seguir robando segundos al crono.
Km 6 en 3:49, km 7 en 3:49 y km 8 en 3:49. Como un robot... :) Siempre con gente alrededor, pero con el grupo mucho más estirado, me sentí más cómodo que nunca en una 10K y empecé a adelantar corredores sin piedad. Aquello era sentir The Flow como hacía tiempo que no recordaba. No es el mismo flow que sientes en una maratón, es algo mucho más intenso, no te da tiempo a fijarte en lo que te rodea, en el público, en los runners de alrededor, ni siquiera en el reloj. Ves que las piernas responden, que la respiración sale sola, que los kilómetros avanzan y tú disfrutas corriendo cuando otras veces en la misma situación estás sufriendo lo indecible...
A esas alturas ya calculaba que mi MMP estaba en el bolsillo, y que podría intentar darle un buen bocado y si aún quedaban fuerzas al final, darlo todo para bajar de los 39 minutos. El km 9 y buena parte del 10 son en la Diagonal, el 9 subiendo un poquito y el 10 bajando un poco más. El 9, algo adulterado por el GPS, me lo marca a 3:41, en ese momento ya estaba corriendo de verdad, bajar de 39 no era mi objetivo principal, pero una vez con mi marca en el bolsillo, y sintiéndome bien de fuerzas, había que intentarlo. Adelanté varios corredores, me acordé de otros años en los que esos últimos 2 km eran un quiero pero no puedo...
El km 10, el del GPS, ya bajando la Diagonal y encarando la última recta, con el arco de llegada a tiro, me sale a 3:37 min/km. Nunca he corrido a ese ritmo, ni haciendo series de 500... :) El GPS me da 220 metros de propina, la última recta, el momento de saborear los anteriores 9.800 metros más rápidos de mi vida, aprieto un poco más, no puedo contener la alegría y levanto el puño, paso por meta y paro el Suunto en 38:37, marcando esos últimos metros a 3:35.
Al final la clasificación oficial me da un tiempo de 38:38, un número precioso y fácil de recordar. Mejor que sea así, porque creo que de esa marca sí que me voy a acordar mucho tiempo, igual que dije en Chicago, cuando tienes el día perfecto y sale la carrera perfecta, mejor que te pille bien entrenado... :) En Nassos fue lo mismo, salió todo bien, las piernas respondieron, los pulmones respondieron, la temperatura era simplemente perfecta para mí, el recorrido ideal, la salida inmejorable, y por suerte, me pilló bien entrenado y creo que ahora sí que me va a costar mucho mejorar esa marca, en el caso de que pueda hacerlo en lo que me queda de vida... :)
Cuando volvíamos a recoger los trastos, apareció el mismo runner que había aparcado al lado, nos preguntamos qué tal había ido, y él estaba muy contento, le funcionó lo de los tirantes, hizo una marca de 38:50 creo recordar, no entramos juntos de milagro... :)
Última charla antes de despedir el año runner con Manu y Toni. Toni, en su salsa, cada vez que me acerco un poco a su marca, el tío la baja más de un minuto... :) Se cascó un 37:05, casi nada... A Manu también le salió muy buena carrera, acabamos los tres muy satisfechos un 2014 plagado de marcas personales, ¡¡¡quién nos iba a decir a nuestra edad que después de más de 6 años corriendo regularmente estaríamos en nuestro mejor momento!!!
2014 ya es historia, una historia espectacular. Empieza 2015 con nuevos retos, lo primero serán medias maratones, Sitges y Granollers. Sitges es quizá la más plana, Granollers en la que hice mi mejor marca. Y ahora que ya no se me pueden desatar los cordones de las zapatillas, quizá podría intentar ir a por marca en una de las dos... Maratonianamente hablando, en marzo, Barcelona, y para octubre, aún no lo tengo claro, pero seguramente haré algo en España, quizá Valencia o San Sebastián. En Barcelona no me planteo hacer marca, el circuito es mucho más duro que Chicago. Quizá en otoño, según cómo llegue de forma, pueda medir mis fuerzas de cara a mi gran objetivo a largo plazo, que no es otro que Boston 2016.
Si en esa maratón de otoño las cosas salen muy bien, podría plantearme que en una carrera como Boston, en la que se exige un nivel muy alto para participar, por lo que la manada será muy rápida, y con un perfil más que interesante, podría salir a morir y pelear por algo que nunca habría siquiera soñado, como bajar de las 3 horas en maratón. Tengo todo un 2015 por delante para pensarlo y trabajarlo... Por ahora, mis rodillas están viviendo una segunda juventud. Si mantengo el peso, mejoro la técnica, sigo aumentando mi resistencia y consigo algo más de potencia... Soñar es gratis... :)
Lo que más me gusta de tu blog (y de tí como corredor) es que nunca celebras los éxitos exageradamente (y sabemos como nos las gastamos los maratonianos eh?) y que siempre cierras proponiendo nuevos retos, de esos que los demás soñamos. Sub tres, tócala otra vez Sam, pero con cabeza, que es sub3.
ResponderEliminarPero qué pasada de sensaciones! me alegro muchísimo que lo hayas conseguido así, disfrutándolo tanto! espero que 2015 te depare grandes cosas, tanto en lo persona como en lo deportivo, y que nos lo sigas contando como lo haces. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice RA, no cambies, nos enseñas mucho
ResponderEliminarMis mejores deseos para el 2015, Isidro. Un abrazo, compañero!
ResponderEliminar38:38, que animal, y bien que te lo has ganado.
ResponderEliminarNo me suelen gustar las crónicas muy prolijas, pero la verdad que con la tuya parece que estás corriendo tú/yo la carrera.
¡Enhorabuena Isidro ! Por cierto, premio 2014 al corredor menos tapado de la web