Empieza lo divertido. Tener un plan, copiar los entrenamientos cada día, comparar ritmos, analizar sensaciones, planificar ligeras variantes... La novena vez que lo hago, y con más ganas que nunca, después de haber disfrutado mucho en mis tres últimas maratones y con ganas de hacerlo aún más en la carrera soñada...
Los primeros días, por ahora, no son ningún reto, sino trabajo constante, sin precipitarse, buscando que el cuerpo empiece a entender que ya se acabaron los volcanes, el fútbol y las tardes tumbado al sol... Vuelven los madrugones entre semana, y el calor y las tiradas largas el fin de semana. El proceso ha sido lento y costoso, pero empiezan a verse los primeros resultados. Paciencia no me falta, la preparación para la maratón se hace a fuego lento, ya vendrá el rock'n'roll más adelante.
Tras la vuelta de las vacaciones, he ido haciendo tiradas de 9 kilómetros y medio, la ruta clásica por el Besós, corriendo por la hierba si los aspersores lo permitían, dando media vuelta al llegar al puente de las vías de la Renfe, y otra vez a casa. Ritmos mejorando muy poco a poco, pulsaciones bajando lentamente, y el cuerpo que se quejaba un poco de tanto cambio horario, pero ya empieza a entender que el despertador suena a las 5:00am y que esto es maratón... :)
Ayer tocó un Turó del Pollo - Cruz de Montigalá, y por suerte noté una mejoría respecto a lo que hice 7 días atrás. Después de dos cochineros por el río, no se me ocurrió otra cosa que salir a hacer esa ruta hace 8 días... A las 11 de la mañana y con casi 30 grados... No, las piernas no estaban para eso todavía... Las primeras semanas me gusta meter algo de montaña, pero el calor y la discontinuidad de los entrenamientos los días anteriores me dieron el primer aviso subiendo al Turó del Pollo, tuve que acabar el último tramo andando... Y ya de vuelta, antes de desviarme hacia la Cruz de Montigalá, en una pequeña subida también tuve que echar los dos pies a tierra. Así que no me lo pensé dos veces, no era el día, y me volví a casa dejando la salida en un Classic Chicken de ida y vuelta, sin pasar por la Cruz, 10 kilómetros y medio por montaña, mucho calor, mucha sed, y lección aprendida.
Después del domingo fallido, al día siguiente decidí salir a cochinear, el viernes descansé, el sábado sólo hice 8 kilómetros y el domingo el Pollo frustrado, así que decidí salir a correr suave para también recuperar un poco. Salió un entrenamiento muy feo, a 6:08 de media, y el martes descanso total a las piernas y un poco de abdominales matutinas.
Miércoles, cuerpo más recuperado, pero me costó mucho ponerme en marcha, supongo que la adaptación al horario no es fácil... Primer kilómetro casi a 7:00, segundo a casi 6:00, y luego ya fui entrando en calor y el penúltimo acabó a 5:15. Y el jueves, también con dificultades para arrancar y coger ritmo. Al menos, las pulsaciones van bajando, hice los 9 kilómetros y medio a 5:39 y 141bpm... Cochino, cochino...
El sábado, la ruta del puente del Fórum, a las 7:11am, sin sol pero con un bochorno terrible, dos paradas en la fuente que hay saliendo del río, a la ida y a la vuelta, y ritmo medio de 5:34 y 146bpm. Poquito a poquito...
Y el domingo, the Chicken Revenge. Esta vez el Pollo y el sol no iban a poder conmigo. Otra vez sufriendo con la temperatura, saliendo algo más conservador, rodeé el Turó del Pollo sin tener que parar, volví sobre mis pasos resistiendo el calor y las cuestas, y esta vez sí, giré hacía Montigalá y llegué a la Cruz, muerto de calor y controlando el esfuerzo, pero contento por haber resistido. Me volví a pegar una buena torcedura de tobillo bajando, tuve que parar un minuto porque el dolor era terrible, pero seguí y aguanté bien. Tengo que mejorar esa pisada en las bajadas y no emocionarme... Entreno para correr una maratón de asfalto, a ver si no se me olvida... :)
Los últimos tramos se me hicieron eternos, el sol pegaba con mucha fuerza, pero salieron los casi 14 kilómetros a un ritmo medio de 6:27 y con mejores sensaciones que una semana antes.
Hoy descanso, y mañana vuelta al río. A recuperar pulsaciones y ritmos poco a poco, y a acostumbrar al cuerpo a mi horario clásico de entrenamiento. Que esto se hace despacio y con buena letra.
Esa es la mejor forma de superar el falsamente llamado sindrome postvacacional, darle caña, no parar, activar el organismo y despejar la mente. A veces creo que los runners somos muy diferentes al resto de mortales.
ResponderEliminarEl Síndrome Postvacacional de los corredores jejeje. Muy buen blog y espero que vaya bien la preparación para ese Maratón, ¿cual vas a hacer?
ResponderEliminarSaludos desde Sevilla
Juan Manuel Sánchez Molina
http://elblogdejuanmanuelsm.blogspot.com
Ahora toca domar el cuerpo, enseñarle a obedecer, enseñarle disciplina. Ir aumentando ese kilometraje hasta que sueñes, vivas y respires maratón. No veas las ganas que tengo yo de empezar un plan, pero me salto Otoño y comenzaré a dar caña en Octubre.
ResponderEliminarComo cuesta que las piernas se den cuenta de que se acabaron las bromas.
ResponderEliminarTodos los chalados que entrenamos en Agosto estamos arrancando poco a poco... no hay otra forma de hacerlo.
El verano es la estación cochina sin duda, me está costando preparar Berlín lo que no está escrito en los libros. NY espera, ánimo!
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