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domingo, 21 de marzo de 2010

¡Bajando tiempos!

Hoy he acabado la Mitja de Calella muy satisfecho. Dejaré constancia de mi último entrenamiento del viernes antes de los 21,097 Km de hoy, para recordarme lo fácil que me es picarme conmigo mismo... :)

El martes comprobé con satisfacción que por la mañana hice mis 10 Km a una media de 4:41, bastante mejor que mi mejor media en ayunas. Después de descansar dos días por necesidades del guión, y pensando que el domingo tenía otra media maratón, salí bien pronto el viernes dispuesto a correr a un ritmo medio. Pero me vi fuerte desde el principio, y claro, una ocasión de bajar mi marca en ayunas es algo que no se puede desaprovechar, así que seguí mi instinto y apreté el ritmo. Acabé a una media de 4:40, que creo que en realidad fue algo más rápida. Normalmente el GPS del iPhone pierde precisión en los giros, y según cómo me pille el giro de 180º para bajar al río o rodear el puente, puedo perder 100 metros de ruta. Cuando pasa eso suelo ajustar manualmente la ruta, pero los desarrolladores del programa han hecho una "mejora" que permite editar la ruta con más precisión pero perdiendo los datos de la velocidad, así que prefiero dejarlo como está.

Así que el viernes volví a ponerme a prueba, corrí con muchas ganas y acabé con agujetas, pero bastante optimista viendo que había arañado unos segundos al cronómetro.

Con el ritmo de entrenamientos que estoy llevando pensé que tenía que cuidar mis pies y regalarme unas zapatillas nuevas. Así que el sábado me fui a la tienda de Runners World, y la verdad, salí muy contento de ver que aún hay sitios donde te tratan bien y entienden de lo que tienen entre manos, aunque se trate de pies...

Nada más entrar el muchacho me preguntó mi nombre y se dirigió a mí usándolo, todo un detalle por su parte y una buena manera de inspirar confianza. Me midió el número de pie, un 43, y me saco un par de Mizunos para ver mi pisada. Con una cámara conectada a un ordenador, me hizo correr en la tienda y capturó un vídeo de mi paso. Lo estuvo analizando y me explicó que mi pisada es neutra, lo cuál me sorprendió... Veo que una cosa es cómo apoya el pie, y otra cómo se anda... Sirva de ejemplo esta terrible foto que he encontrado de la carrera de hoy. La posición de mis pies puede definirse de cualquier manera excepto de "normal".



Creo que lo extraño de mi pose es que estaba ya en la recta de llegada y corriendo al sprint. Cuando las fuerzas ya casi se han agotado, uno se impulsa hasta con la cabeza. Si a eso añadimos la laxitud de mis tobillos y el giro de éstos hacia el interior, se entiende el porqué de la grotesca imagen resultante.

Una vez analizada la pisada, me preguntó cuánto corro y me recomendó tres zapatillas distintas adecuadas a mi manera de apoyar el pie. Me quedé con unas Adidas Supernova Glide 2M para el entrenamiento diario, con bastante amortiguación para cuidar las articulaciones, y para las carreras me dejé aconsejar unas New Balance 904, algo más ligeras. Me dijo que no había ningún problema en estrenarlas en la media maratón, cosa que hice y que me fue muy bien.

Desde que entré en la tienda me di cuenta de que el muchacho que atiende a los buscadores de zapatillas también corre, y mientras acababa de atenderme me preguntó si la media maratón en la que las iba a estrenar era la de Calella, que él también iba a correr. Me compré un sobrecito de gel de carbohidratos y me llevé unos calcetines de regalo. Bastante mejor que en la tienda Nike de La Maquinista, donde los comentarios de los dependientes no eran mucho más elaborados que "son chulas, ¿verdad?".

Todo estaba listo para la Media de Calella. El ritual del día de la carrera fue el habitual. Despertador a las 5:45 y plato de pasta con zumo de naranja, café y dos galletas Príncipe con chocolate. Con esa combinación es imposible no hacer un punto 8 en casa... Preparé todos mis gadgets, iPhone, brazalete, Polar, reloj, funda para el billete de tren, Aquarius de litro y medio, vaselina, imperdibles y auriculares... Salí de casa bien de tiempo rumbo a Calella, pero en el metro me llevé mi primera sorpresa, justo cuando llegaba acababa de pasar uno, y el siguiente tenía previsto el paso 11 minutos después. Iba bien de tiempo, pero acabé corriendo por la estación de Cercanías. Pude coger el tren en Clot por medio minuto de margen, y en Masnou me reuní con Manu rumbo a Calella.

El trayecto es de una hora, y el segundo punto 8 no se hizo esperar. Antes de llegar a Sant Pol decidí que no podía esperar más tiempo la llamada de la selva, y comprobé con mucho agrado que los lavabos de los trenes de Cercanías han mejorado mucho. Salí del tren grácil y ligero, fuimos a dejar las bolsas en el guardarropa y empezamos a calentar.

Me sentía bastante bien, quizá me notaba algo cargadas las piernas al empezar a calentar, por los dos esfuerzos de martes y viernes, pero a los pocos minutos ya me sentía como una rosa. Calentamiento y estiramientos, visita al baño por última vez, y todo listo para intentar arañar unos segundos a mi marca de Gavá. ¡A conquistar Calella!

La salida transcurrió por calles estrechas en el pueblo, no se podía correr cómodo, pero como salimos bastante adelante el ritmo de los cobardes que nos arropaban los primeros metros era bueno. Los 4 primeros kilómetros "urbanos" me los tomé con calma, bueno, mis latidos estaban a 165 lpm en el kilómetro 3, y a partir del 4 me vi fuerte y apreté un poco el acelerador. No cogí agua en el kilómetro 5, el día estaba fresco y húmedo y me sentía bien. En el kilómetro 6 ya estaba corriendo a una media de menos de 4:30, arañando segundos cada parcial. En el kilómetro 9 ajusticié la bolsita de gel y sí que bebí agua en el Km 10,5. A esas alturas de carrera estaba marcando una media de 4:25, bastante mejor que la de Gavá, que en ese tramo andaba por los 4:32.

Aguanté ese ritmo hasta el Km 18, superando ampliamente los 175 lpm, y aún sacando todas mis fuerzas, los últimos 3 kilómetros no pude hacerlos a menos de 4:36, llegando a ponerme a 178 lpm. Analizaré bien los tiempos de Gavá y Calella, creo que quizá fui demasiado fuerte la primera mitad de esta carrera, pero haber bajado casi un minuto es buena señal, acabé en 1:33:55, haciendo incluso los últimos metros al sprint.

No creo que sea factible bajar un minuto por carrera, pero creo que aún tengo margen para ajustar mis marcas en las próximas carreras. En los primeros kilómetros no pude mantener un ritmo constante por la aglomeración, pero en estas carreras es algo inevitable. También creo que el "chute" de carbohidratos lo debía haber hecho más tarde y justo antes de que me den el agua, estuve más de un kilómetro con el sabor y la textura del gel en la boca, sin beber, y no iba cómodo. ¡No son excusas! Sino cuestiones a mejorar...

Ahora toca descansar al menos un par de días. La próxima carrera es una 10K, desde enero no corro una, a ver qué tal después de tantas medias maratones. Los 42:12 de Sagrera son mi objetivo inmediato, a ver si consigo acercarme a la marca psicológica de los 40:00.

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