Lento, ¿un ciclo?

La semana pasada fue seguramente la que corrí más kilómetros rápidos desde que me calcé las zapatillas con regularidad. Coincidió con una semana de poco kilometraje, ideal para apretar un poco el ritmo. Disfruté con esas carreras, acabé la semana con el kilometraje correcto y el domingo empecé une nueva semana, de 80 kilómetros, con 20 kilómetros por mi circuito favorito entre el Besós y el litoral de Barcelona.

El domingo corrí bien, suelto, a 5:06, sin apretar más de la cuenta, sabiendo que la semana iba a ser larga.

Hoy tocaba una tirada E de transición, 15 kilómetros para repartir bien el total entre los días que me quedan. Pero ha sido un entrenamiento raro...

Ayer me acosté tarde, es un crimen que den partidos de fútbol en víspera de un día laborable a las 10 de la noche... :) Así que dormí 5 horas antes de enfrentarme a mis 15 kilómetros de hoy. El resultado, una salida lenta, muy lenta. Empecé sintiéndome pesado, la falta de una hora y media más de sueño, y los últimos coletazos del cocido de año nuevo que aún se manifiestan en mi interior... Un kilómetro casi a 6:00, luego mejoró el ritmo un poco, con el viento a favor llegué a hacer algún kilómetro pocos segundos por encima de los 5:00, pero la mayoría fueron entre 5:06 y 5:18 con viento a favor y entre 5:20 y 5:40 con el viento en contra. Las pulsaciones muy tranquilas, una media de 141bpm.



Acabando el entrenamiento recordé que preparando mi primera maratón, más o menos cuando llevaba 8 semanas de plan, también tuve unos días en los que no conseguí correr suelto, iba a ritmos parecidos a los de hoy y también muy bajo de pulsaciones. Lo relacioné con que coincidió con las vacaciones de verano, corriendo en un sitio extraño y cambiando la hora de los entrenamientos, curiosamente eso también supuso dormir un poco menos.

Quizá tenga explicación, estoy convencido de que la falta de sueño reparador influye mucho a los que entrenamos pronto. Y a lo mejor tiene lógica que justo en el meridiano del plan, y después de unos días un poco extraños en cuanto a carreras, el propio cuerpo se reajuste y baje el nivel de autoexigencia. A ver mañana qué tal me veo, hoy me iré a dormir a mi hora, quizá me tome media barrita energética antes de salir, pues van a ser otros 15 kilómetros y hoy me he sentido algo más flojo que de costumbre. No me obsesiono, recuerdo que el año pasado tuve tres días lentos, pero pocos días después hice mis primeros 32 kilómetros de una sola tirada a un ritmo mucho mejor. Será cuestión de comprobar si este pequeño bache es en realidad una manera de tomar impulso para atacar la parte más dura del plan, que ya está en su ecuador.