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sábado, 11 de diciembre de 2010

No somos Marta Domínguez. Ni para lo bueno, ni para lo malo.

Empecé a escribir este blog hace ya 10 meses por varios motivos. Por casualidad descubrí otros blogs de runners mientras buscaba información en Google sobre cómo correr con frío. Me gustó la idea y ahora soy yo el que va contando lo divertido que es correr sobre la nieve... :)

Otro motivo fue dejar por escrito mis sensaciones en los entrenamientos y competiciones, como referencia para poder consultarlos posteriormente y evaluar mi progreso como runner.

Tengo otro blog, bastante más olvidado que éste, que empecé a escribir un poco antes. En mi otro blog me mojo un poco más en opiniones personales, políticas, deportivas o de la sociedad en la que vivimos en general, intentando no herir sensibilidades y siempre en un tono desenfadado. Es algo que me gusta, casi tanto como correr, expresar lo que pienso, aunque a veces sobrepase ampliamente los límites de lo políticamente correcto.

En cambio en éste casi siempre hablo de entrenamientos, de carreras, de sensaciones, bueno, también de zombis y hombres lobo, aunque eso es otro tema... :)

Pero hoy sí que me voy a mojar. Veo que muchos lo estamos haciendo en mayor o menor medida. Y es obvio el motivo. A todos nos ha impactado, de una manera u otra, la sanción a Marta Domínguez.

Y voy a ser el bicho raro que diga que no me siento triste, ni defraudado, ni he perdido la fe, ni me siento incrédulo ante lo que ha pasado. Me explico...

Vivimos en un mundo de ídolos con pies de barro. En general, las personas que más pasiones generan y más seguimiento tienen son los cantantes que que mejor cantan, los actores que mejor actúan, los futbolistas que más goles marcan, las famosas que con más toreros se acuestan... La biografía de Belén Esteban es harto conocida por muchos de los que nos rodean, todo el mundo sabe que Cristiano Ronaldo tiene algún que otro hijo desperdigado por el mundo y un niño sin oficio ni beneficio que canta es el que más visitas ha generado en Youtube. Las adolescentes gritan cuando ven un tipo que interpreta el papel de vampiro vegetariano y mucha gente ya entrada en años habla con orgullo de un concierto de sexagenarios al que acudieron hace unos meses y que fue uno de los momentos más emocionantes de su vida.

No intentemos preguntar cómo se llama el premio Nobel de medicina, incluso por qué se lo han dado, pero con los Príncipe de Asturias de Fernando Alonso y Rafa Nadal todos hemos tenido tema de conversación.

¿Qué quiero decir con esto? Que nuestra sociedad cree en mitos, en logros y en anécdotas, no en personas. En personajes de película, en número de títulos, en marcas, en goles, en tetas operadas, en estribillos, pero no en el ser humano que hay detrás.

He visto muchas veces como alguien habla de un actor refiriéndose a él con el nombre de su personaje, porque el nombre del actor simplemente no lo conocen... Michael Douglas no es un agente de bolsa cruel y despiadado, es un actor que parece que se enfada mucho con su mujer. House es el resultado de un guión, el señor Hugh Laurie es bastante menos ocurrente y sus conocimientos de medicina extrema son extremadamente escasos... A mi hijo mayor ya le he explicado varias veces que el doctor Vilches es un actor y no va en la ambulancia que está pasando delante de nosotros, y que si un día se pone enfermo, no va a ser él quien le cure.

En el mundo del deporte es muy tentador creer que detrás de un gran deportista debe haber una gran persona. Especialmente en los deportes en los que el sufrimiento durante la competición y el entrenamiento son manifiestos, por ejemplo, el atletismo, y el medio fondo y el fondo en particular. Todos tenemos en mente la imagen de Marta apretando los dientes, braceando, sufriendo, intentando adelantar a una rusa o lituana o checa en la recta de meta... :)

Y es indiscutible que la capacidad de sufrimiento de los fondistas profesionales es inmensa. Admiramos al deportista por eso, por lo duro que entrena, doblando, haciendo tiradas largas al ritmo al que nosotros hacemos series, corriendo en dos días lo que a veces corremos nosotros en una semana.

Pero se acaban las competiciones, las entrevistas, los entrenamientos, y Marta Domínguez, la atleta, se convierte en Marta Domínguez, la persona. Con sus problemas, sus defectos, sus virtudes, la gente que la rodea, sus ideales, sus temores, sus ambiciones... No los conozco. Tampoco me he interesado en conocerlos, no voy a negarlo. Respeto mucho la vida privada de los demás. Intento entender su difícil situación. El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, ya lo dijo Lord Acton. El poder de un atleta de élite es relativo, lejos del que tiene un político, un banquero o un empresario. Pero determinados deportistas empiezan a tener cierto poder, cierta notoriedad, y son blanco de los que no tienen ese poder y lo necesitan para lucrarse haciendo daño a los demás.

No creo que ella haya tramado nada, imagino que ha sido víctima de alguien que pretendía lucrarse, y la tentación ha podido con ella. No la defiendo, pero, quien esté totalmente libre de culpa, que tire la primera piedra. Afortunadamente ninguno de los que aquí estamos tendremos que decidir entre sobrepasar los límites de la legalidad para lucrarnos a costa de otros cuya ambición les pierde. Pero cuando vemos que alguien sí que toma esa decisión, y lo hace por el lado equivocado, tendemos a ser muy crueles con ellos. Insisto, no la justifico. Pero sí que me parece injusto que el blanco de todas las críticas vaya a ser ella. Creo que es tan culpable o más el que acepta esas sustancias, para engañar a los demás y en el fondo a sí mismo. Si no hubiera consumidores no habría traficantes. Y viceversa. Yo, en este caso, me mojo otra vez, y creo que es tan culpable o más el consumidor que el traficante. Pero nuestra sociedad considera al consumidor una víctima y al traficante un malhechor. Los dos son malhechores. La diferencia es que el traficante se lucra económicamente y eso es políticamente muy poco correcto.

Quiero añadir también que admiro a la deportista Marta Domínguez. Cada vez que vuelvo a verla caer en el foso, en la última vuelta, se me escapa un suspiro... Cuando la veo esprintar para ganar una medalla de oro en mi cabeza se oye "¡Venga, vamos, corre, que ya la tienes!"...

En la Cursa Nike Bombers de este año corrió. Sí, corrí con ella, pero no me causó una especial emoción. Me hizo mucha más ilusión correr con Manu y Mònica. Ahora está en un momento bajo y ha hecho algo terrible. Pero me duele más saber que Oscarjet está fastidiado con molestias en un pie.

No sé si me he explicado. He expresado lo que pienso después de la noticia, sin guión, sin organizar mis ideas, un poco como me han ido viniendo. No quiero releer ni tocar una sola coma. Si se me ha colado alguna falta de horticultura, lo siento... :) Quiero ser sincero y os invito a serlo. Eso a veces significa ser políticamente algo incorrecto, pero a veces la corrección política, decir lo que se puede decir y no lo que pensamos, es la peor traición a nosotros mismos.

No siento tanto lo que le ha pasado a Marta Domínguez. Es una persona con sus virtudes y sus defectos, y a falta de saber toda la verdad, parece que ha cometido un error importante. Pero eso le pasa a mucha gente. Y hay mucha gente que me importa más que ella y sí me dolería especialmente verlos errar el tiro. Seguiré emocionándome cuando vuelvan a pasar el vídeo de su caída en el foso. Y seguiré corriendo porque me gusta, tomando mis geles de glucosa con algo de cafeína porque (creo) que no son ilegales, y no lo haré con menos ganas si ahora surge una trama de distribución y consumo de productos ilegales en el mundo del atletismo profesional.

Por otro lado, hoy he hecho 8,7 kilómetros a un ritmo medio de 4:41, con las pulsaciones a una media de 151bpm, máximas de 160. Era una tirada E, la he hecho al mediodía, con un clima de lujo, temperatura ideal, bien desayunado, después de haber dormido profundamente. No he podido ir más despacio... :)



¡Y mañana quedada BRT! La convocatoria, sigue abierta, cambio de hora, 8:30 en el Casino de Barcelona.

7 comentarios:

  1. Lo de Marta no lo entiendo, traficar es una cosa y doparse otra. Puedo llegar a entender, que no a justificar, la tentación que tiene el atleta que va a perder sus fuentes de ingreso porque no logra bajar 5'' su marca en 1500 o 1' en 10.000 e incluso el que aspira a ser número 1 por prestigio y ambición deportiva, pero traficar ¿ Por qué? si tiene la vida resuelta.

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  2. Yo voy siguiendo las noticias... y estoy esperando a que salga en rueda de prensa y dé la cara y se explique. A mí quién más me jode es el médico que ya estaba involucrado anteriormente. Los que consumen también me joden. Y los que trafican también. Dicen que no habría putas si no hubiera personas que las necesitan. Pero esto no va de putas, va de referentes... de números, sí, de títulos sí, pero de referentes.

    Así que, sin pensarlo demasiado, tengo que decirte que me ha gustado mucho tu reflexión, creo que estaría de acuerdo con casi todo lo que escribes. Pienso, sin embargo, que la Marta persona desgraciadamente tiene una responsabilidad porque no es sólo Marta persona. Cuando va por la calle y un adolescente alucina y le pide un autógrafo se lo pide a Marta atleta, pero Marta persona debe responder por Marta atleta.

    Yo soy profe, pero cuando estoy por la calle después de mi jornada en la escuela no puedo ir quemando contenedores porque, de alguna manera, sigo siendo profe y referente para algunos adolescentes que no entenderían que su profe no fuera respetuoso.

    Así que, no voy a crucificar a Marta por haber hecho lo que sea (que no se sabe bien bien) y también seguiré alucinando con sus gestas, pero... hay que saber escoger las amistades, no?!

    p.d. Tiene buena pinta la cita que estáis montando para mañana. Yo, si Dios quiere, estaré corriendo en Castellón.

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  3. Yo solo digo que a la hoguera con los que se dopan...no solo porque se dopen sino tambien por jugar sucio y jugar con los sentimientos de la gente. Mis idolos: oscarjet, rafa, tu y otros muchos que dia a dia entrenan con ilusion y ganas para mejorar deportivamente hablando pese a las muchas responsabilidades que tienen. esos son mis autenticos idolos. Un abrazo socio y animos con esos entrenos.

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  4. Como ya he dicho en el Foro del BRT, tod@s tienen la culpa, ni más ni menos.

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  5. Evidentemente todos tropezamos, nos levantamos y seguimos adelante pero nunca entendere al tramposo ni al que toma atajos.
    Yo corri con Marta Dominguez este año en la 10k de Valencia, alli estaba tambien el gran Fabian Roncero.Senti orgullo cuando pasaron trotando a mi lado mientras calentabamos.Siempre he pensado que los que practicamos el running somos unos privilegiados,seguro que ningún futbolero podra jugar al futbol con Villa o con Messi..
    Pero ayer, cuando supe lo de Marta simplemente no lo entendí,no quiero juzgar su culpa ni hacer juicios de valores...pero no entiendo los atajos.Ademas casi siempre te pillan.
    SALUDOS

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  6. Es un tema complicado pero desde luego es una desilusión enorme.

    Yo simplemente me siento estafado y engañado. Puede entender la tentación pero en el caso de Marta que podía haber terminado su carrera sin problemas y que encima se dedique presuntamente a distribuirlo... es de locos.

    Muy buena entrada Isidro.

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  7. En primer lugar, enhorabuena por el post. Claro y coherente.
    Con respecto al tema de Marta, dos cosas; la primera, que aún no hay sentencia y todos los periódicos deportivos ya han sacado portadas en las que la califican de "mentira". La presunción de inocencia debe ser respetada, incluso en un caso en el que la cosa pinta tan mal como éste.
    La segunda, es sobre el deporte de élite en general. Todos los deportistas, insisto, todos, cuando comienzan sus carreras profesionales, reciben sus correspondientes "tratamientos suplementarios", que mantienen durante toda su vida deportiva. A nadie debe sorprender este tipo de noticias: lo raro es que no se produzcan con mayor frecuencia.
    Un saludo

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