Es de todos conocidos que los primeros asentamientos humanos estables se crearon cerca de ríos, que garantizan un suministro estable de agua, indispensable para el desarrollo de muchas actividades habituales de nosotros los humanos... Alrededor del Nilo y del Yangtze, o más importante aún, del Besós, han florecido diversas civilizaciones y el ser humano ha prosperado y ha llegado a ser lo que es ahora...
Teniendo que viajar por trabajo a uno de los países más prósperos de Europa, Alemania, era fácil que en mi ciudad de destino me encontrara un precioso río. Si además la ciudad de llama Frankfurt am Main, más o menos traducido Fráncfort del Meno, la posibilidad de que al lado de la ciudad hubiera un río y éste se llamara Main o Meno era especialmente elevada... :)
Mi viaje era de ida y vuelta, llegar por la noche, descansar, una reunión por la mañana y vuelta para casa. Pero eso no era excusa para saltarme el plan de entrenamiento. Además, teniendo un río cerca, era fácil planear una ruta segura, sin tráfico y sin posibilidad de perderse. Si además durante la noche no deja de nevar y a las 6:00am todo el camino alrededor del río está cubierto de una fina capa de nieve, habría sido imperdonable no salir a correr esa mañana.
La llegada ya prometía, éste era el panorama camino al centro:
Y el pronóstico del tiempo era nieve y frío, aunque no tanto, íbamos a estar todo el día entre menos 1 y 0 grados. Así que cené con mis compañeros, me acosté pronto, y a las 5:00am, me levanté sigilosamente y preparé todo el protocolo para correr, y salí con la esperanza de encontrarme un bonito manto blanco...
¡Bingo! Una fina capa de nieve, apenas un centímetro, cubría toda la ruta por la orilla del río. Hacía tres días estuvieron a menos 10 grados, y hoy por suerte estábamos a 0 o menos 1. Pasé menos frío que el sábado pasado en Barcelona. Nunca había corrido con nieve, anduve con mucho ojo, pues en algunos trozos había más nieve acumulada y daba un poco de miedo romperse la crisma, y por debajo de los puentes no había nieve pero el suelo estaba muy resbaladizo. No me preocupé del tiempo, incluso saqué fotos corriendo y paré para hacer una un poco mejor encuadrada... :)
Empecé a correr hacia el lado izquierdo del río, por un parque, hasta que llegué a una especie de terminal de trenes de mercancías con unas grúas y unas máquinas muy raras... Muy poca iluminación... Maquinaria oxidada... Unas extrañas sombras que parecían moverse... Sí... Seguro que alguno ya lo ha adivinado... Había zombis... Noté su presencia de inmediato... Es de todos conocido que las estaciones de trenes de mercancías son uno de sus lugares favoritos, sólo por detrás de los hospitales abandonados... Sentí la necesidad de adentrarme en la estación para ver si podía averiguar algo más de ellos... Pero llegó un momento en el que me encontré con un cartel, escrito en alemán, del que no entendí ni papa, pero cuya última línea decía 500€. Como no creo que fuera un premio que iban a dar al que se metiera por ahí, di media vuelta, mientras sentía un escalofrío en mi espalda, noté que decenas de zombis me miraban mientras desaparecía de su área de influencia... No tuve más tiempo de indagar... Quizá deba volver a Frankfurt, no lo sé... Pero creo que debo volver al Turó del Pollo, y comunicarme de nuevo con los zombis layetanos, posiblemente tengan una nueva misión para mí y esto ha sido una señal...
Volví sobre mis pasos, me crucé con muchos más runners que en el Besós, tenía idea de hacer unos 10 kilómetros pero acabé haciendo 12,5, habría seguido más, pero estaba en Frankfurt para trabajar y no para correr una media maratón... Sin prestar atención al crono, con fotos y los peligros de la nieve, completé los 12,5 kilómetros a una media de 5:12, a 146 pulsaciones de media, que fueron bastante regulares durante toda la carrera, sin pasar de las 158, en el tramo en el que me animé más e hice un par de kilómetros un poco más rápido, por debajo de los 5:00.
Como premio, un desayuno japonés en el hotel, qué bien sienta una sopa miso y pescado después de correr... Y para completar, un surtido de embutidos alemanes, que correr con frío da mucha hambre... :)
Cuando ya me iba, dejé mis Saucony en el Hotel con un letrero que decía "For Charity", no sin antes sacar los cordones para guardarlos de recuerdo. Ha sido una bonita despedida, me las he llevado a conocer la nieve, no era la primera vez que iban en avión pues ya se vinieron conmigo de vacaciones en verano, pero lo de la nieve fue muy especial para ellas. Ahí se quedaron, me despedí de las zapatillas con las que corrí mi primera maratón con un nudo en la garganta, y salí de la habitación sin ser capaz de mirar hacia atrás, al lugar en el que las vi por última vez...
Genial entrada!! que guai.
ResponderEliminarLo de correr por ahi lejos es una caña.En mi equipaje siempre iban las zapas y demas.He corrido por media europa,lastima que eso era antes de tener camara digital.Pero siempre era esa novedad de decir: yo he corrido alli , la que te agradaba mucho.
Muy bueno lo de dejar las zapas ! que valiente y vaya idea.Yo no hubiese sido capaz.
Bonitas fotos Isidro y la verdad una suerte poder entrenar en Múnich.
ResponderEliminarSaludos
Eres muy grande... Correr cerca de Zombies, con nieve bajo los pies (a -1º) y animarte a correr por debajo de 05:00 algún kilómetro. Eres grande...
ResponderEliminarUn abrazo!
Lo iban a tener un poco difícil los zombis para darte caza... ;que ganas me han entrado de correr sobre nieve..
ResponderEliminarUn saludo.
Qué recuerdos. Estuve viviendo una temporada en Frankfurt por temas de curro y tu entrada me ha hecho recordar. Y a Óscar Rodríguez seguro que también. ;)
ResponderEliminar¿Levantarse a las 5 AM? ¿Correr con nieve bajo cero? ¿más zombies? ¿desayuno japonés? ¿enterrar tus zapatillas en el baño?
ResponderEliminarJoder las crónicas de mis carreras tienen menos anécdotas que tus entrenamientos de 12 kilómetros.
Ellas no lo harían...
ResponderEliminarNo paras!!!.
ResponderEliminarBonita entrada.
Saludos
Muy chula la entrada. Menos mal que saliste pronto de Alemania, porque seguro que ahora te buscan por abandono de las criaturas azules...
ResponderEliminarGenial entrada..y ademas ilustrada por fotos.Parecia que ibamos corriendo junto a ti en la lugrube madrugada alemana.
ResponderEliminarEnhorabuena
Que serían tus viajes sin tus aventuras runneriles y tus zombies rondando. Que valiente has sido con las zapas, muy bonita esa experiencia.
ResponderEliminarQué bonito final para unas zapatillas...
ResponderEliminarWapa entrada socio, con final triste pero bonita entrada. Un abrazo socio.
ResponderEliminarzombis,frio,nieve,y lejos muy lejos de casa que miedo.....casi lloro con tus bambas pero como fuiste capaz.......ellas nunca lo hubieran hecho..
ResponderEliminarun abrazo
Que bonito el reguero de pisadas en la nieve. Ahora a enmarcar esa foto de las zapas.
ResponderEliminar