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sábado, 30 de octubre de 2010

Recuperándome del Mediterrani y pensando en Barcelona

Ya han pasado seis días, el domingo 24 de octubre a las 12:28 estaba cruzando la línea de meta de la maratón del Mediterrani, y en ese momento ya llevaba rato pensando en la maratón de Barcelona. Me lo habéis dicho en los comentarios y tenéis razón, si al acabar la carrera ya estaba pensando en la próxima, es que estoy definitivamente enganchado y ésta va a ser la primera de espero que muchas maratones. Y sí, incluso antes de acabar la carrera ya llevaba tiempo pensando en la siguiente... :)

Has pasado seis días, decía, y la verdad es que no ha cambiado mucho mi percepción de la carrera respecto a cuando escribí lo que pasaba por mi cabeza el domingo por la tarde en este blog. Pero sí que algunos recuerdos y sensaciones se han guardado con más intensidad en mi cabeza. Creo que la foto de esa maratón, en mi memoria, será la del momento de cruzar por la línea de la media maratón. Así fue... Un señor con camiseta de tirantes amarilla, por el lado izquierdo del circuito, pasa muy concentrado...



Así se ve desde la línea de meta mirando hacia atrás... Pero cruzando ésta y mirando hacia delante, el panorama era bien distinto. 1800 personas acabaron los 10K. Los siguientes 11 kilómetros ya empezaban a correrse con más espacios, pero seguíamos siendo más de 1900 personas en la carrera. Al llegar al punto de la media, 1665 persona dieron por acabada la carrera. Y quedaron los 265 maratonianos. Esa es la foto que se me quedó grabada. En ese punto exacto de la carrera, sólo 13 de cada 100 corredores seguían.

Antes de la línea de los 21K, estaba corriendo rodeado de gente, mirara hacia donde mirara había runners, pero una vez traspasada esa línea, la carretera se hizo más ancha, más larga, más solitaria... El grupillo de runners que iba por delante desapareció y sólo quedaron dos a unos 10 metros de distancia, y a lo lejos, se veían runners sueltos, a un paso mucho más tranquilo, con 21 kilómetros todavía por delante. Esa foto dudo que se borre de mi cabeza en toda la vida...

Sabía que además, en esos 21 kilómetros que quedaban, acechaba el tío del mazo, y que era posible que me atacara. No le temía pero sí le respetaba, y quiso ponerme a prueba, no sé si le provoqué yo o si iba a aparecer quisiera o no... Apareció, y esa lucha que mantuve con él tampoco se me olvidará nunca. En el interminable periodo de tiempo que estuvo conmigo no pensaba en por qué apareció ni en cómo me iba a afectar en la carrera. A veces sí que pensaba en la maratón de Barcelona, imaginaba las calles barceloneses llenas de gente animando y en el tío del mazo siguiéndome de cerca pero sin llegar a alcanzarme. Sólo pensaba y estaba concentrado en pelear con él, en apretar los dientes, mover los brazos y respirar adecuadamente para mover mis piernas, cada vez un poco más despacio, pero luchando por que esa disminución del ritmo no fuera brusca y manteniendo toda la velocidad que podía soportar. Había leído historias horribles del muro y del tío del mazo, gente que completaba los últimos 10 kilómetros en más de una hora y media, a más 8 minutos el kilómetro, o terribles calambres y dolores que hacían parar, gente que lloró sin lágrimas, pies en carne viva y ampollas que torturaban a su dueño en cada pisada... El tío del mazo apareció, y había que enfrentarse a él. No olvidaré nunca esos kilómetros, con la cabeza más fría y viendo las cifras, creo que le aguanté el pulso, tuve la ayuda inestimable de Carles dando ánimos sin parar y ahí cerca andaban Quico el Zorro y Oscarjet, siempre ayuda tener una cara amiga cerca... Sobre el kilómetro 36 había aguantado ya muchos minutos de ataque y mi ritmo había bajado a los 5:15 por kilómetro. Ahí me di cuenta de que el tío del mazo iba a afectar a mi marca pero no iba a poder conmigo. El último ataque fue despiadado y estuve corriendo cerca de los 5:30 unos kilómetros, ya con las reservas al mínimo, pero sabía que eso era lo máximo que iba a conseguir el tío del mazo, que la maratón ya era mía y que el sub 3:30 estaba en el bolsillo. Recordaré esos momentos como los que más he sufrido en mi vida, pero nunca olvidaré la inmensa satisfacción que supuso cruzar la meta... Aunque por mi cara no lo parezca... :)



El reloj marca casi tres minutos más que el tiempo real. Estaría muy bien que colocaran un sensor unos metros antes de la meta, que detectara el chip, y automáticamente ajustara el reloj para ajustarse al tiempo real del runner que está llegando... Estaría bien, ¿no? :)

Aparte de esos dos momentos imborrables, la maratón me ha dejado una tendinitis en el pie izquierdo. Ayer estuve en el podólogo, me dijo que nada grave, antiinflamatorios, hielo, y algo de tiempo. Ha ido a menos, afortunadamente, y de todas maneras, un par de semanitas de descanso no me las quitaba nadie. Las defensas andan bajas después de algo tan cruel como lo que le hacemos a nuestro cuerpo y dormir un poco más me ha sentado muy bien, pero ya estoy preparando mi hoja de cálculo para controlar los entrenamientos de cara a la maratón de Barcelona. El día 15 de noviembre empiezo el plan de Jack Daniels, y el 6 de marzo estaré recorriendo Barcelona con el objetivo de mejorar mi marca y correr 42 kilómetros rodeado de gente.

Me supo mal no haberme encontrado con Óscar Rodríguez y Joel... Óscar, siento no haberte visto en el kilómetro 41,5, pero ya me viste cómo iba... :) Iba justo de fuerzas, concentrado en cada paso, siguiendo el consejo de Carles, vista fija en el suelo a dos metros por delante, pasito a pasito, sacando la última pizca de energía que me quedaba para llegar entero... Joel, en la salida éramos muchos... Otro día intentamos quedar en algún sitio, ¿sí? :)

Os agradezco una vez más el apoyo y los ánimos, y los comentarios al post anterior. Qué subidón de adrenalina cada vez que leía uno... Todas y cada una de las palabras me llegaron muy adentro... Entre todas, hay dos que ya son mías y que sólo componerlas en mi cabeza me producen un escalofrío. Finisher y maratoniano. Sí, soy un finisher, he acabado una maratón. Y soy maratoniano, no ha sido algo aislado o improvisado, ha sido la primera, la he preparado y completado con seriedad, y no será la última. Aún me levanto por la mañana, y cuando me veo en el espejo, me lo recuerdo a mí mismo...

Tío, eres maratoniano. No eres mejor ni peor que nadie, simplemente... Ahora, además, eres maratoniano. Querías hacerlo y lo has conseguido

Y agradezco también a mi abnegada esposa la pizza para tres personas que me hizo esa noche, y todas las veces que me golpeó a las 5 de la mañana cuando sonaba el despertador y tardaba algo en reaccionar... :) Unos días de tregua, y el 15 de noviembre vuelve el plan...

10 comentarios:

  1. Tuvo que ser duro pasar la media y encontrarte sólo, en Barcelona será diferente. Venga que hay que empezar el siguiente plan con buen ánimo.

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  2. Bonita entrada socio, sensaciones post-maratonianas, grande Isidro grande, siempre la recordaras esta primera, nunca se te podrá olvidar socio. Un abrazo y ya mismo a empezar el planning para Barcelona, dos maratonas en el mismo año, empiezas fuerte en amigo?...Vamoossssss Vamooosssssssss go go go.

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  3. Emocionante Isidro...mas habiendo corrido a tu lado....
    Esto lo bueno ...que dura todo, el entreno, la resaca, los dolores, hay tiempo para saborear cada bocado, ahora toca entrenar, si has oido bien , entrenar.Ya que para mi recuperarse o recuperar una lesion forma parte del entreno.SIEMPRE lo digo y se cae en el error de olvidarlo....
    Nos vemos pronto....

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  4. Buenos pensamientos. Así con esa caridad pues lo demás llegs solo.

    Saludos

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  5. Joder, quería decir y digo que con esa CLARIDAD de pensamientos lo demás llega solo.


    Salud, fuerza y kilómetros.

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  6. Vaya Isidro, emocionante entrada tío. Disfruta estos días de descanso, te lo mereces.
    Y no lo dudes, la maratón de Barcelona será completamente diferente en todo, en T-O-D-O.
    A seguir dándole a la zapatilla, compañero.

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  7. Barcelona es otra historia a mi todavía se me ponen los pelos de punta cuando me acuerdo
    Tienes cabeza de maratoniano

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  8. La maratón del Mediterrani es dura porque es aburrida. La de BCN es mucho más amena, pero tampoco te pienses que hay tanta gente animando... algunas zonas muy concretas... especialmente recuerdo de la última vez un grupo de animadores naranjas de Holanda...

    Todo tu camino hacia tu primera maratón es de felicitación y ya no digamos el día D, especialmente el tramo que se supone que ibas mal a 5:30... por Dios, yo cuando iba mal iba mal de verdad...

    Casi con seguridad nos veremos en BCN, y espero estar bien para poderte acompañar alguna tirada larga... está claro que si nos queremos ver hay que quedar, lo sé... la próxima vez, lo cuadramos, aunque sea sólo para 5 minutos...

    Lo mejor de todo, es que sólo voy a tener que esperar 15 días para seguir tus entrenamientos... estaré pendiente, como siempre. Un saludo!

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  9. Pasar la media y darse cuenta que te has quedado solo debe ser duro. Saber que eres de los pocos que aun siguen sufriendo mientras muchos más paran tiene que ser extraño.

    Codearse con "Monsieur Masson" (o el hombre del mazo) y ganarle la batalla es importante pero la guerra nunca acaba y te esperan muchas batallas!

    Un abrazo!

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  10. Yo estoy pensando en eso para el Maratón de Gran Canaria, al pasar la media la mayoría de la gente se va a quedar allí.

    En cuanto a la tendinitis, que me vas a contar, yo no estoy mucho mejor, los esfuerzos se pagan

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