Hoy corríamos Manu, David y yo, entre otras 9500 personas... :) Mònica fue baja de última hora, así que la representación cobarde fue de tres personas, pero al final acabé encontrándome con muchas más, todo a su tiempo...
La carrera empezaba a las 17:30, la organización prometía bastante, había cajones de salida por tiempos, incluso tres salidas distintas para evitar aglomeraciones. La marca de este año me permitió salir en el primer cajón, así que era una oportunidad interesante de intentar correr rápido.
Llegué en transporte público, todo un lujo ir a correr en metro y tranvía, y poco después aparecieron Manu y Davi en la moto. El día había transcurrido con lluvia y algo de frío, pero la temperatura iba mejorando y cuando faltaba poco menos de una hora para empezar ya nos quedamos en paños menores para ir calentando y haciendo la última visita al urinario. Otro tanto para la organización, habían instalado unos meódromos muy prácticos, para mear de pie, cuatro personas en un espacio de apenas un metro cuadrado pero con la intimidad suficiente, formando una especie de X. No entiendo por qué no los ponen en todas las carreras, son prácticos y evitan aglomeraciones...
Calentamiento y buenas sensaciones. Sin más prolegómenos, nos separamos para ir a nuestros respectivos cajones, y listos para empezar.

Sabía que Pere Pasamonte, amigo blogger, andaría por mi cajón, pero éramos unos cuántos en él y no pude verle. Unos saltitos para no enfriarme, un abucheo al alcalde, ¡y a correr!
Pese a los cajones de salida, se formó un pequeño tapón, el camino no era muy estrecho pero había mucha gente que no parecía tener intención de correr mucho, pese a que salió desde el cajón más rápido... Algún zigzag, algún frenazo, pero pude llevar un buen ritmo en los dos primeros kilómetros, 3:57 y 3:56. Fue entonces cuando enlacé con la liebre de los 40:00, que salió algo delante de mí. Intenté adelantarle, para no ir muy agobiado con el enjambre de runners que le seguía, lo hice un kilómetro después, que corrí a 3:52, y me mantuve algo por delante al acabar el kilómetro 4, que corrí a 3:51.
El ritmo estaba siendo bueno en los primeros cuatro kilómetros, no hice el primero a lo loco, sobre todo porque no me dejaron, pero en el quinto empezó a picar la subida... No era un desnivel muy grande, pero me costó 4:13 completarlo. Coincidió también con el lío del avituallamiento, me pasó la liebre y el enjambre, y me quedé algo por detrás de ellos.
El sexto, séptimo y octavo tenían pequeñas subidas y bajadas, me salieron a 4:05, 4:06 y 4:08. No iba tan ligero, las subidas y bajadas hacían más complicado mantener un buen ritmo... Pero no me notaba muy cansado aún, quedaban fuerzas para el final.
Faltaban dos kilómetros, sabía por el año anterior que tenían un perfil ligeramente descendente, a esas alturas la carrera ya iba muy estirada, y si apretaba un poco podía intentar bajar por segunda vez de los 40:00... El noveno, el que más bajada tenía, lo hice a 3:48, no estaba tan cansado, pude apretar un poco y empezar a pasar bastante gente. Llegué al 9 y el Forerunner me dijo que si conseguía bajar los 4:00 en ese último kilómetro podía intentar mejorar un poco mi marca.
Así que intenté aguantar el ritmo, ya no contaba con la gravedad como aliada, el recorrido subía y bajaba un poco, pero la perspectiva de bajar unos segundos la marca que hice en mi carrera talismán de La Sagrera me empujó lo suficiente y acabé el último kilómetro en 3:56, para completar los 10 kilómetros en...
¡39:54!
Uf, cómo cuesta arañar unos segundos cuando uno se ha exprimido al máximo... Por pocos segundos, pero lo conseguí. Y el día parecía hecho para mejorar marcas... Porque Manu también hizo la suya, ya es un sub 45 con todas las de la ley, bajando su tiempo anterior en más de un minuto, y David también consiguió rascar unos segundos a la suya.
Una vez cruzada la meta y cuando había empezado a recuperar el aliento, me reconoció Pere y tuve el placer de conocerle en persona, aunque con menos pelo que en la foto de su blog, como le dije... :) Una vez más, fue muy fácil conectar con alguien a quien ya conocía por nuestros respectivos blogs, comentamos la carrera, el ritmo que habíamos llevado, algunas coincidencias de viajes, trabajo y amigos comunes, estuvimos un rato charlando muy amistosamente.
Manu llegó un poco después, él no se daba cuenta, pero tenía una cara de felicidad que no le había visto antes en una carrera. Había bajado de los psicológicos 45:00, lleva unas cinco semanas entrenando 4 días por semana, y eso, como todos sabemos, sólo puede conducir a mejorar los tiempos, correr más cómodo y disfrutar aún más de esta sana afición.
También me encontré con Albert en la llegada, con él y Oscarjet corrí mi primera maratón, y entre 9500 personas, nos cruzamos y reconocimos rápidamente.
Pero los encuentros aún no habían acabado...
De repente veo una cara conocida, me fijo, y me sale un grito sin darme cuenta, ¡Edu, tío! Edu, un amigo de la infancia, que también jugó a fútbol conmigo y Manu, apareció delante de nosotros. Me dio una alegría inmensa, estuvimos hablando un rato, él también acostumbra a participar en carreras populares, Manu ya lo vio en una, pero yo no había tenido la oportunidad. Estuvimos charlando también un rato, y seguro que nos veremos en más carreras.
Satisfechos con nuestras respectivas mejores marcas en 10K, fuimos a por los trastos, pues ya empezaba a refrescar, e inmortalizamos el momento...

Vuelta a casa con MMP en el bolsillo y... ¡Feliz año a todos!