No news, good news

En Barcelona el verano llegó tarde. En julio tuvimos unos días generalmente frescos y nublados, una delicia. La primera mitad de agosto siguió más o menos igual. Justo cuando me fui de vacaciones empezó a apretar el calor, me contaba la familia y los compañeros de la oficina... :) En Mallorca tuve unos días excepcionales, el último día, cuando íbamos al aeropuerto, el pequeñajo señaló por la ventana y dijo asustado "¡nube!". Sí, es que no habíamos visto una sola nube en 8 días... :)

Y éste que está contando, pensaréis... :) Pues estoy contando que el verano ha sido irregular, pero que estos últimos días está intentando vengarse de su tardía aparición. El domingo pasado el calor casi me destruye. Esta semana, ha hecho un calor tremendo, mucho mayor de lo habitual en septiembre. Cada día iba mirando la previsión del tiempo, pensando que todos los entrenamientos de calidad que me faltan en el plan van a ser largos, y buscando la manera de evitar el calor y a la vez intentar entrenar en las mejores condiciones. Esta semana, a medida que pasaban los días, el pronóstico se iba haciendo más pesimista (para los runners, imagino que los bañistas estarán la mar de contentos). Y ayer decidí que, con una nueva previsión de 30 grados de máxima, no entraba en mis planes volver a morirme de calor.

Así que opté por correr pronto y en ayunas. El año pasado corría los sábados y los domingos en verano, y alguna vez salí de casa a las 6:00am. Tener que estirar delante de un garito nocturno que deja en la calle a sus moradores a esa hora es un acto de riesgo innecesario que prefiero evitar... La última vez intentaron ayudarme a arrancar el árbol en el que estiro los gemelos, no pasó de una anécdota, de gracia dudable, pero que prefiero evitar si puedo.

Me levanté pronto de todas maneras, poco después de las 6:00am, me tomé un café y dos galletas, punto 8 en dos capítulos, una barra energética, cinturón con casi un litro de Aquarius y dos geles, y a correr. Estiramientos en paz, en la calle algunos restos de las actividades culturales que acontecieron apenas una hora antes, y a las 7:07 ya estaba en marcha. Tenía un plan. El plan era no tener que contar nada especial hoy. No quería volver a explicar cómo el calor me dejó seco a medio entrenamiento. Tampoco entraba en mis planes explicar cómo corría a un ritmo que no había llevado nunca, completando en dos horas y media más de 30 kilómetros y con ganas de más... No, la idea era correr dos horas y media a ritmo E, controlando la situación, vigilando las pulsaciones, sin tener que pararme y acabando entero. El ritmo, el que saliera.

Y cumplí el objetivo, además con varios detalles que me gustaron mucho. El resumen del entrenamiento es muy sencillo. Empecé muy suave, mucho, regulando fuerzas, 6:18, 5:39, 5:29, 5:29, 5:36, 5:45. 6 kilómetros para entrar en calor. Especialmente conservador porque salí sin ponerme mi gel de efecto calor en la rodilla, lo eché de menos. Se me acabó y el sábado resulta que no lo tenían en La Maquinista... :(

Ya había salido del río, y me quedaban 7,5 kilómetros para llegar al hotel W, pasando al lado de la playa, las Torres Mapfre, el Paseo Marítimo. 2 kilómetros un poco más suelto, 5:16 y 5:18, y luego piloto automático entre 5:26 y 5:34, controlando no subir de 150bpm.

Llego así a la mitad del recorrido después de tomarme un gel. El ritmo no es para tirar cohetes, pero voy entero. El objetivo era correr 2 horas y media, tener el corazón bombeando a ritmo estable durante ese tiempo, ir acostumbrado cerebro y músculos de las piernas a trabajar juntos durante ese tiempo, y hacerlo sin bajones ni machadas. En eso pensaba cuando emprendí la ruta de vuelta.

El domingo pasado, a estas alturas, yo ya era un alma errante en el litoral barcelonés, que paraba en cada fuente que encontraba... :) En cambio hoy, me sentía muy entero, incluso puse más atención a la pisada, buscando que la fuerza saliera desde la cadera y el muslo, intentando sincronizar la contracción de los músculos unos instantes antes de impactar con el suelo, buscando el efecto muelle, y manteniéndome estable en torno a los 152bpm mejoré un poco el ritmo y estaba haciendo 5 veintipoco.

El sol ya empezaba a molestar... Si mantenía el ritmo, las pulsaciones se iban a acelerar mucho. Así que pasé a los 5 treintaypoco, manteniéndome alrededor de los 156bpm.

Vuelta al río, rozando ya los 160bpm y corriendo a 5 treintaymucho, con viento en contra pero entero, sin sufrir en demasía, y regulando el esfuerzo. Ya estaba llegando a casa, con bastante sol, la temperatura había subido de golpe, y decidí regalarme una visita a la fuente que tengo a 1 kilómetro de casa, que además coincidió prácticamente con el punto en el que tenía que girar para llegar a casa 2 horas y media después de haber salido. Habría vuelto sin problemas, pero me regalé un remojón de cabeza y gorra en la fuente. Media vuelta, un último kilómetro más alegre, con el viento a favor a 5:21, y últimos 250 metros a 5:07, aún había fuel en el tanque, estos Easy no son para exprimirse, bien, ha salido bien el plan, no será el entrenamiento más rápido que recuerde, pero sí que creo que era lo que tocaba hoy. Lo mejor, una vez en casa, analizando los tiempos, comprobé que hice la segunda mitad del entrenamiento más rápido que la primera, y como diría el rey, eso me llena de orgullo y satisfacción... :)

27,24 kilómetros en 2:30:32, ritmo medio de 5:31 y pulsaciones medias de 150bpm. Y sin noticias relevantes. Lo cual, tal y como me ha ido últimamente, es una buena noticia.


Llegué a casa mucho menos cansado que estos últimos domingos. Me hidraté, hielo a la rodilla, un ratito en el sofá, ¡¡¡y entonces sobre las 11:00 recordé que no había desayunado!!! Unos noddles picantitos, un zumo de naranja, café con hielo, y a seguir reposando.

Y entonces es cuando vi una cosa que me pareció muy curiosa y muy descriptiva de cómo somos los runners... :) Hoy en todas las cadenas de televisión están dando reportajes sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001. Además de Formula 1, claro... :) En National Geographic han emitido una entrevista a George W. Bush, el entonces presidente de Estados Unidos. Era una entrevista más a la persona que al político. En la entrevista contaba cómo vivió en primera persona el 11S. Y lo primero que dijo, es que ese día lo empezó saliendo a correr. Incluso se vieron unas imágenes en las que se le veía correr, de madrugada, con dos guardaespaldas, y no tenía mala pisada, no... :) Se me hizo especialmente relevante que el máximo mandatario de una nación tan poderosa como los Estados Unidos contara que el día que tuvo que afrontar uno de los mayores ataques que nunca recordaremos, además con cierta cara de satisfacción e incluso algo de orgullo, lo empezó saliendo a correr antes de que amaneciera, incluso bromeó sobre lo que estarían pensando el resto de huéspedes del hotel en el que estaba cuando vieron a un señor corriendo aún de madrugada con un foco iluminando su camino... :) ¡¡¡Si es que no necesitamos que pregunten mucho para contar cuánto nos gusta correr!!!