Tabs

lunes, 5 de marzo de 2012

Padre, he cochineado

Ayer acabé con las piernas calentitas, fruto de la longitud e intensidad de la tirada del domingo, y fruto también del parón y el desgaste que produce una inesperada gastroenteritis... Hoy apetecía hacerlo, y confieso, Padre, he cochineado...

No ha dado para mucho el entrenamiento. Ritmo muy cochinero, 5:52 de media, pulsaciones por debajo de 140bpm, piernas pesadas, mucho viento, menos frío, y se acabó lo que se daba.


Al ir tan relajado, me ha dado tiempo a pensar en los distintos retos que puede tener un runner después de completar una maratón y sin tener otra a nivel competitivo a corto plazo. Atacar una 10K es una grandísima opción, sobre todo en invierno, pero por ejemplo Gonzalo lo tiene en mente para estos próximos días, ventajas de estar todo el año a la misma temperatura.

Los que corremos más o menos tenemos claras las diferencias entre una carrera de fondo y una más intensa. Pensaba en ello y en como explicar a alguien que no es corredor la diferencia entre una maratón y una carrera de 10K... Y se me ocurrió una manera de hacerlo... A las chicas quizá les cueste más entenderlo... Pero creo que vosotros no tendréis problema...


Digamos que cuando empezamos una maratón... Una mano imaginaria se aferra firmemente a nuestros cataplines. Y poco a poco, lenta e inexorablmente, cada kilómetro, aprieta un poco más y gira unos 10 grados... Al principio uno se acostumbra, pero a medida que pasa el tiempo, el sufrimiento empieza a a ser más ostensible, cuando ya se ha producido una torsión testicular completa, allá sobre el kilómetro 36, el dolor el tal que cuesta mantenerse en pie, cada zancada es un suplicio y pensamos si es mejor morir y seguir corriendo... Finalmente, cuando sólo queda un kilómetro, la mano de repente empieza a aflojar y aún podemos poner buena cara y todo para la foto...

Pero cuando corremos una 10K, la historia es totalmente diferente. Tras calentar y colocarnos en la salida, una vez suena el disparo, la misma mano, sin previo aviso, se aferra a nuestros cataplines, aprieta con todas sus fuerzas, mientras completa tres torsiones testiculares completas... En ese momento, en vez de aullar de dolor, toca salir corriendo yendo la vida en ello, el apretón es constante, al cerebro sólo llega sangre suficiente para pensar que cuando antes acabemos, antes nos sueltan, corremos aún más, y cuando falta un kilómetro, la mano ajusticiadora aprieta todavía más, nos aplica brutalmente una cuarta torsión testicular completa, y corremos aún más pensando en el dulce momento de cruzar la meta y que por fin se afloje la presa...

Pues más o menos esa es la diferencia... Vuelta más o vuelta menos...

Se me han quitado las ganas de volver a correr una 10K en mucho tiempo...

13 comentarios:

  1. Muy bueno el simil, ¿y para una media maratón cómo van las torsiones?

    ResponderEliminar
  2. Qué bueno, Isidro, genial. me reafirmo en que prefiero que ne los pillen más tiempo pero menos bruscamente. Aguanto el dolor tela, pero no los apretones a lo bestia.

    ResponderEliminar
  3. Ja,ja, qué bueno; también prefiero los apretones lentos, muy lentos, casi mejor como si fueran caricias; los míos no soportarían un apretón a lo bestia; me saldrían por la boca, y la verdad, no es plan.

    ResponderEliminar
  4. Jajaja, muy buen relato con humor y con razón
    ¡felicidades!

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno Isidro, pues yo voy a intentar un 10 este Sabado, ya te contare como me quedarón. Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Algún día probare esa sensación y me detendré a pensarla detenidamente, haber si es cierto lo que dices... vas a Montornes?

    ResponderEliminar
  7. Tus dotes pedagógicas están fuera de toda duda. Te imaginas un 1.500.

    ResponderEliminar
  8. Tus dotes pedagógicas están fuera de toda duda. Te imaginas un 1.500.

    ResponderEliminar
  9. Te imagino de profesor de gimnasia explicando a un aula de niños la diferencia entre una maratón y un 10K. Ni Torrente podía hacerlo mejor.
    Por cierto, hay alguna categoría más indigna que el cochinero tradicional? Si es así, creo que esta vez has subido un escalón con ese 5:52.

    ResponderEliminar
  10. jajajajajajaja....ejemplo muy grafico...algunas chicas si lo entendemos sin necesidad de ejemplo...jajajajaja

    ResponderEliminar
  11. Y yo q pensaba hacer mi primer 10 kms tres semanas después de _BcN, al leer tu entrada me han entrado las dudas......¿Resistirán mis cataplines esa triple torsión pocos días después de estar 4 horas torturándolos lentamente?

    ResponderEliminar
  12. un ejemplo claro y descriptivo... y sí, los diezmiles son horrorosos

    ResponderEliminar
  13. Muy buena la explicación, ahora entiendo por qué tengo tan retorcidos los hue... ;)

    ResponderEliminar