Ayer me congratulaba de que había vuelto a salir el sol en Barcelona y ya había cesado la lluvia de estos últimos días. Todavía refresca bastante por la mañana, pero la perspectiva de no mojarse hacía más apetecible salir a correr un poco.
Así hice esta mañana, a las 5:40 sonó el despertador y a las 6:00 ya estaba listo para repetir mis cuestas matutinas. Hacía frío, esta vez sí que salí con guantes, y como si me hubieran estando esperando toda la noche, los nubarrones que cubrían el cielo decidieron remojar al pobre cobarde que salió a correr justo cuando puse en marcha el RunKeeper.
No me supone un problema correr cuando empieza a llover, mucho peor es correr cuando ha estado lloviendo y está el suelo encharcado. Así que emprendí la ruta de los zombis a buen ritmo. Hoy he visto que el RunKeeper, además de la distancia y la velocidad media, también me dice lo que se asciende corriendo. Ayer hice el recorrido a 5:29 minutos el kilómetro, subiendo 400 metros en algo más de 10 kilómetros. Hoy salí con la idea de regularme un poco, pensando que el domingo hay carrera y quiero darlo todo, pero en cuanto empecé a correr me sentí bien y decidí sobre la marcha no sólo repetir el circuito de ayer, sino que además iba a completar las 6 vueltas enteras, bajando hasta la rotonda donde empieza la subida al hospital nuevo en cada una de ellas.
Este recorrido completo es de 10.72 kilómetros, subiendo 418 metros. Lo hice a 5:24, mejor que ayer, siendo una ruta algo más larga y con más desnivel. Antes temía y odiaba las cuestas. Cada vez que corría en Barcelona, maldecía a todas las vedettes y demás profesionales del Paralelo, por personificar en alguien mi disgusto por esa calle cuesta arriba a la que están abonadas casi todas las carreras populares de Barcelona. Pero ahora me están empezando a gustar subir, noto que mis piernas trabajan mucho más, y cuando enfilo los dos últimos kilómetros en llano hacia casa casi me siento volar.
Mañana volveré a salir, dudo entre hacer doce o trece kilómetros llanos o volver a insistir con las cuestas. El sábado me quedaré en casa y el domingo veré si en Sant Quirze me gano la butifarra.
PD: Los zombis siguen ahí. No se oye nada, pero la presencia sobrenatural invade el ambiente al pasar por los restos del viejo hospital...
Permíteme un humilde consejo que a mi muchas veces me cuesta seguirlo: la semana antes de una carrera trata de disminuir la intensidad del entrenamiento para llegar fresco a la carrera.
ResponderEliminarLos entrenamientos de cuestas que haces me parecen interesantes.
Buen entrenamiento!
Gracias Oscar, te agradezco mucho tus consejos y los escucho con especial atención. Espero correr este año mi primera maratón y te tengo como referente! :)
ResponderEliminarLlegué a tiempo de leerte antes de salir esta mañana. Ayer dudaba entre otra sesión de cuestas o salir a correr más tranquilo. Pero hoy salí de casa convencido de que era mejor hacer una tirada plana y a ritmo tranquilo. Al empezar noté las piernas algo cargadas así que me conformé con 9 kilómetros llanos y sin forzar.
Gracias una vez más por el consejo, que como bien dices, a veces cuesta seguir. Qué duro se hace eso de no correr todo lo que uno podría... ;)