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jueves, 20 de mayo de 2010

1500 kilómetros con RunKeeper

El 12 de junio de 2009, hace casi un año, estaba en San Francisco por un viaje de trabajo. Ahí conocí a un compañero de profesión, y hablando del tiempo y otras cosas, descubrimos que los dos éramos aficionados a correr y a la tecnología. ¡Tanto que ahora corremos juntos muchas carreras populares! Yo en esa época ya usaba el Nike+ para llevar un control de lo que corría, incluso hice alguna carrera popular en Barcelona con él. El cacharrillo es bastante básico, simplemente un podómetro que se conecta a un iPod y cuenta los pasos que se dan con él. Te pide la altura y el peso, y más o menos, menos que más, calcula la distancia recorrida y luego envía la información a un servidor donde puede consultarse la distancia supuestamente recorrida y el tiempo.

El RunKeeper era otra cosa bien distinta... Es un programilla para el iPhone, que aprovechándose del GPS, va monitorizando la ruta que se recorre con él. Luego se pueden ver esas rutas en la web de RunKeeper, incluso retocarlas si por culpa de la falta de precisión del GPS no reflejan fielmente la realidad. Se puede consultar la velocidad por kilómetro, la altitud, la velocidad media, y poca cosa más. En cuanto vi todo lo que hacía el RunKeeper no me lo pensé dos veces y lo compré. Al día siguiente salí a correr con Álex, el culpable de que ahora sea usuario de RunKeeper, que había traído las zapatillas a San Francisco pero no se acababa de decidir, y ese día lo estrené. Desde entonces el Nike+ está en un cajón, y el RunKeeper no ha dejado de acompañarme en cada carrera o entrenamiento.

El 25 de febrero completé 1.000 kilómetros con RunKeeper. Me costó más de nueve meses hacerlos... Apenas tres meses después, he hecho ya 1.500 kilómetros, en 151 carreras, y he estado corriendo 125 horas y media con él. Con RunKeeper he cruzado el Golden Gate, he subido por la ruta de los Cable Cars de San Francisco, he corrido 23 carreras populares, 5 de ellas medias maratones, he salido seis días seguidos a correr de vacaciones en Menorca, y visto amanecer decenas de veces y anochecer sólo una vez.

Va a cumplirse un año desde que empecé a correr con él... Y gracias a muchos compañeros bloggers y runners estoy empezando a sentirme muy tentado por un Garmin. Hace poco me compré también un Polar, para medir la frecuencia cardíaca. Es una lástima no tener todo en un solo cacharro, RunKeeper y Polar. Además, llevar el iPhone atado al brazo es un poco aparatoso. No sé si el pobre RunKeeper llegará a cumplir el año. Pero sí que sé que esos 1.500 kilómetros que he hecho en menos de un año han sido en buena parte gracias al RunKeeper. Si lo cambio, será para hacer más y mejor. ¡RunKeeper, amigo, ésa va por ti! :)

Los últimos 10 kilómetros de esos 1.500 los completé esta mañana. Tenía la espina clavada de la ruta de ayer, que se me hizo más dura de lo normal y la hice bastante más lento. Hoy he completado la ruta de 10 kilómetros con seis vueltas al hospital en 55 minutos, el mejor tiempo desde que la hago. Aún me sentía un poco cansado, pero he podido mantener un buen ritmo, apretar al final de cada vuelta y hacer la última a tope desde el principio, para comprobar hasta dónde podía llegar a ese nivel de esfuerzo. Hice así casi la mitad de la subida, el resto de la vuelta la completé a un ritmo más relajado, y volví a casa intentando correr un poco más que estos últimos días.

La ruta fue bien, volví contento tras ver que había progresado. El punto 8 me respetó e iba bien abrigado. Todo ideal... Si no hubiera sido por lo que pasó al lado del viejo hospital cuando estaba completando la primera subida...

Dos jóvenes estaban sentados en un banco. A esas horas de la mañana hace frío. Iban muy abrigados. Tanto, que no tenían un solo centímetro de piel al descubierto. Es obvio el porqué... Estoy convencido de que eran dos zombis. No es normal que salgan del hospital, donde están preparando la invasión. Ni siquiera que se asomen por las ventanas. Apenas he visto alguno detrás de una cortina, o mirando a través de las persianas. Pero éstos dos estaban fuera del hospital, a escasos diez metros del edificio, pero fuera. La luz del día es perjudicial para sus miembros putrefactos, por eso iban tan tapados. No sé qué planeaban... Sólo sé que... Cuando di la segunda vuelta no estaban... Y no llegué a ver a los empleados del servicio de limpieza... No quiero pensar qué puede haber pasado...

3 comentarios:

  1. Jejeje... interesante historia: primero la de RunKeeper y luego la del hospital. Tú valías para novelista de terror.

    Respecto a los gadgets para correr, hay muchos y variados, cada cual más complejo y más caro. Yo cuando me decidí por el Fore405 fue justo por lo complejo y simple que era: todo integrado en uno: GPS y pulsómetro (la cinta es externa, pero es que en aquel momento no había reloj que no necesitara cinta para pulsómetro). Lo pagué, si, sólo los Suunto eran más caros que el 405 de Garmin pero hoy por hoy lo tengo más que amortizado.

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  2. Yo toy pensando comprarme uno de esos aparatejos, esta chulo eso de salir a correr o con la bici, y ver la rutita en el ordendor los ritmos y todo eso, estaría mu chulo...mmmmmmm a ver por cual me decidó. Isidro, no vea la pecha de kilometros que tiene tus piernas, tio...pa nada a por otros 1.500 km. Vamooossssssssssss Vamoooosssssssssssss. Un abrazo socio.

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  3. Me habéis convencido, acabo de regalarme un 405CX para mi cumple, a ver si me llega a tiempo... Sin él, no creo que pueda cascarme otros 1.500 kilómetros... Hay que estar preparado y en forma, los zombis están acechando!

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