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martes, 20 de julio de 2010

Vampiros por la mañana, sol por la tarde

Ayer fue mi primer día de descanso de la semana, después de la tirada larga del domingo. Sentía las piernas especialmente cargadas y opté por una sesión de Wii Fit por la mañana, haciendo una media hora de ejercicios variados de yoga y estiramientos. Me sentó bastante bien, al aumento de kilómetros también exige cuidar especialmente los estiramientos, no está en mis planes lesionarme y debo poner de mi parte para que así sea...

Por la tarde fui al médico, llevo dos años entrenando cada vez un poco más, y el aumento de la cantidad e intensidad de estos entrenamientos durante las últimas dos semanas hace que sea innegociable ponerme en manos de un experto en la materia y ver que todo está en orden para seguir a este ritmo. Me encargó unos análisis y una prueba de esfuerzo. Me dieron hora para los análisis esta misma mañana, y ayer por la tarde, aún dudaba si salir a correr y luego hacerme los análisis, cosa que descarté de inmediato, sería de locos acabar de correr y no poder beber nada...

No quería saltarme un día de entrenamiento, ya que ayer descansé, así que pensé que hoy era un buen día para dormir un poco más y dejar el entrenamiento para más tarde. Me fui a ver a los vampiros que sacan sangre, en ayunas, y me comí el bocadillo bastante más tarde. Además en la oficina tuvimos una pequeña celebración, a base de magdalenas y chuches y me llevé unas barritas de choco banana, así que entre pitos y flautas, a la hora de comer no tenía especialmente hambre y mi estómago no estaba ni mucho menos vacío, así que... Por qué no... Era una oportunidad inmejorable para salir a correr al mediodía, después de trabajar, pegarme una buena paliza bajo un sol de justicia, y comer después.

Dicho y hecho. Llegué a casa, mi mujer me miraba como si estuviera loco, mis hijos no entendían nada, y de esta guisa, salí a correr casi a las 3 de la tarde...





La sonrisita no me duró ni diez minutos... Qué calor... Llevaba tres botellines con Aquarius y un gel por si acaso. Salí en dirección a Montcada, y hoy el viento iba al revés, de mar a montaña... Con el viento de cola los primeros kilómetros fueron a buen ritmo, obviamente en las mismas condiciones el cuerpo responde mejor a medio día que recién levantado. Pero cada paso que daba hacía un poco más de calor, la boca estaba más seca, costaba un poco más respirar y las piernas se hacían más pesadas...

Di media vuelta en Montcada a más o menos un ritmo de 4:45. Ya le había pegado un tiento al Aquarius, y al dar media vuelta, el viento en contra me frenó un poco pero afortunadamente también me refrescó ligeramente. Todo iba más o menos bien, no me empeñé en luchar contra el viento, seguí al mismo ritmo aunque la velocidad era menor, bebía cada tres kilómetros más o menos, pero poco a poco el calor iba haciendo mella. Cuando bajé a la ribera del río estaba corriendo a menos de 5:00, bien de fuerzas pero sucumbiendo poco a poco al calor...

Fue más o menos en el kilómetro 7, quería hacer 14 así que aún me quedaba media tirada, cuando ya en la orilla del río el viento empezó a soplar mucho más fuerte. Corriendo por la parte superior del río el viento se nota menos, pero sobre todo, cuando sopla de mar a montaña, bajando a la orilla es especialmente fuerte. Se juntaron el viento en contra y sobre todo el calor, y el ritmo ya era de más de 5:15...

Empezaba a estar, para que nos entendamos... Hecho polvo... Medio muerto... Destrozado... Cansado... Casi derrotado... Quería hacer 14 kilómetros, pero empezaron las dudas... Llegué al punto de referencia para calcular en qué punto volver a casa, y tuve la tentación de dejarlo en 12 kilómetros... Bueno, 12,5... Ni para ti ni para mí, que sean 13... Venga hombre, no seas así... Yo me lo he buscado, sabía que iba a sufrir, pero he de superar la adversidad... ¿O es que estoy loco? ¿Merece la pena pegarse esa paliza con este calor? ¿Es bueno para el entrenamiento o estoy malgastando fuerzas?

En ese mar de dudas, casi completé un kilómetro más. Para hacer 14 kilómetros tenía que dar la vuelta más o menos en el kilómetro 11,15. Al llegar al kilómetro 10 el diablillo del hombro izquierdo decía que ya estaba bien, que me vuelva para casa, que soy un hombre de poca fe y menos palabra... El angelito del otro hombro decía que esto es una prueba que debo superar, que he de ser consecuente con mis decisiones...

Y mi cabeza, en medio de los dos, pensó que la preparación de una maratón es física, pero también mental. Durante los más de 42 kilómetros seguro que aparecerán dudas... El muro llegará tarde o temprano, y lo de hoy no habrá sido nada comparado con el muro de verdad. Así que era una buena oportunidad para ver si mi cabeza se anteponía al cansancio, a la sensación de derrota y a la tentación de darse media vuelta... Me estaba acercando al 11, ya iba muy despacio, estaba muy cansado, y por un momento pensé, qué son 500 metros, casi que me doy la vuelta ya...

Pero no, sigamos un poco más, llegué al 11,15, y ya que estábamos, pues vamos hasta el 11,25, y damos la vuelta en un sitio más ancho... Y entonces llegó lo peor... Hasta ese momento, el viento en contra me estaba frenando y desgastando, pero hacía que el calor fuera casi soportable...

Pero al dar la vuelta... Dejé de tener el viento de cara... Y entonces, sin viento que me refrescara, me di cuenta del calor que hacía... Pensaba que me iba a derretir ahí mismo. Ya había ajusticiado dos botellines de Aquarius, empezaba a estar templado, pero cuando bebí un trago del tercero casi me quemo la lengua, estaba ardiendo... :)

Los tres últimos kilómetros fueron un infierno... El calor, infernal, valga la redundancia... Gracias al viento a favor los hice a poco más de 5:20, pero sufriendo como no había sufrido nunca. El Aquarius parecía sopa, el sol literalmente quemaba la piel, estaba totalmente empapado, las piernas pesaban diez toneladas, pero seguí corriendo, erguido, intentando respirar bien, sufriendo por mantener un ritmo constante...

Las gaviotas y golondrinas se convirtieron en buitres que revoloteaban a mi alrededor... El río Besós llevaba Aquarius bien frío en lugar de agua... El suelo parecía hervir, como en las películas del oeste... El cuenta kilómetros del Forerunner no avanzaba...

Seguí... Tuve la tentación de abandonar el río una salida antes y parar en el semáforo, pero me resistí a hacerlo y llegué a la siguiente... Subí la última rampa tentado de hacerlo andando... Aguanté al trote... Llegué por fin a la calle que me lleva a casa por la sombra... Y completé 14,44 kilómetros bajo un sol de justicia...


Sinceramente... No puedo expresar más que admiración por los que corréis con estas temperaturas... No creo que vuelva a hacerlo más... Pero quería pasar por ese trago... Creo que ha sido una prueba mental más que física... Aunque físicamente ha sido dura...

De todas maneras... Llegar a casa, beberse un litro de Aquarius, darse una ducha fría y comer una ensalada de arroz después del esfuerzo, es algo que no tiene precio... :)

9 comentarios:

  1. Lo del diablillo diciendo que pares en el km 12 y el angelito diciendote que tienes que hacer fuerte y que hagas un par de kms más que sólo son 10 minutos, es un clásico. A mi me pasó sin ir más lejor ayer mismo.
    ¿Y tú eres de los que crees que estirando te lesionas menos? Yo pensaba que ya tenías una edad...no me hagas caso, no estiro apenas, si te va bien, pues perfecto. Pero la próxima vez que lo hagas, el diablillo te visitará, pondrá a prueba tu intelecto y te pedirá que le demuestres que estirando te lesionas menos. Y tú no podrás demostrárselo, pero seguirás estirando porque has leido en algún sitio que es bueno.

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  2. Vaya Isidro, me leí esta entrada como si fuera una crónica de una maratón. Vaya mar de dudas has sentido.
    Es cierto que parte de una maratón se corre con la cabeza, pero salir a correr en la mitad del día y con la calor que está cayendo es de héroes. Desde luego te va a servir mucho este tipo de entrenamientos de cara a la maratón.

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  3. Joder, Isidro, vaya entrada; de campeón, de típo fuerte y con una fuerza mental extraodinaria; muy bien, así se hace; ánimo y a seguir.

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  4. Te leo, y me veo fielmente reflejado cuando empezaba a preparar mi primera maraton. Los "me paro", los "no puedo más", los "joder si aun me queda mas de la mitad", eran muy frecuentes en la cabeza en los largos y sacrifiacos entrenos para la maraton. Pero amigo, no queda otra hay que superar esos pensamientos negativos, hay que intentar que desaparezcan de la mente, la cual tb hay que entrenarla ya que si no, aunque estes muy bien fisicamente, la cabeza en la maraton te puede jugar una mala pasada. Se Fuerte amigo, el camino es largo y tortuoso, pero es por ello por lo que vale tanto la pena cruzar la linea de meta en una maraton. Ojala que pronto sientas la felicidad que proporciona el cruzarla. Vamoossssss Isidro Vamoossssss go go go, ni el calor, ni un mal entrenamiento van a poder contigo...yo ya he apostado por ti, el todo por el nada, que cruzas la linea de meta en la maraton. Vamoosssssss Vamoossssss go go go.

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  5. Lo mejor, la lucha mental. Esto es un km más cuando te falten las fuerzas (si sucede) en la maratón.
    Lo peor, ocurrírsete salir con el calor supremo. No vale la pena. Puedes entrenarte mentalmente sin jugarte la vida.
    Menuda crónica hoy. Digna de un entrenamiento de maratón! Un día más...

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  6. Ayer quería hacer 20 km, pero con 36º a los 18 tuve que ponerme a andar, se me había acabado el litro de agua que llevaba y las piernas me empezaban a temblar. Creo que no es bueno forzar tanto, hoy estoy todavía tocadillo. Creo que a ti te pasó algo parecido. Haces bien con lo del médico, es mi asignatura pendiente.

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  7. Lo has dicho perfectamente... Hay momentos en los que la mente tiene que ser más fuerte que las piernas...

    Un saludo,

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  8. Primero: Cuando Gonzalo hable de estiramientos directamente abandona su comentario y pasa al siguiente, te quiere llevar al lado oscuro. Es más, seguro que ahora mismo le han vuelto a entrar ganas de sacar una entrada conflictiva sobre este tema.

    Segundo: Hay que tener cuidado con esas salidas bajo el sol (reconozco que en ocasiones no predico con el ejemplo). Creo que llegado a cierto punto sólo estamos castigando el organismo y no estamos progresando en ningún aspecto.

    Tercero: Una vez dicho lo segundo, demuestra que estás muy motivado el que hayas completado el entrenamiento en esas condiciones

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  9. Bien Isidro... He leido tu entreno y realmente lo que has hecho ha sido un entreno mental y de auto control muy importante... Más que el ritmo o los kilómetros has hecho un sesión de preparación para superar el muro, si es que se presenta... Pero ten en cuenta como ya te ha dicho Manuel Robaina, que no es necesario e incluso es contraproducente castigar nuestro organismo mas de la cuenta y sin demasiado sentido... Hemos de hacernos fuertes, sí.. Pero nunca a costa de quedar maltrechos... Saludos...!!

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