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jueves, 30 de junio de 2011

Corriendo con sueño

Vaya semanas que llevo en el trabajo, han coincidido los últimos días de la preparación del lanzamiento que tenemos entre manos, del que con vuestro permiso contaré algo muy pronto, con un evento sobre videojuegos que se está celebrando en Barcelona...

Ayer me tocaron las dos cosas, todo el día fue muy intenso con el proyecto, el proyecto gordo, y además de gordo calvo, ya contaré, ya, :), y después de acabar tarde fui a la cena de presentación del evento, un duro castigo a mis horarios y mis cenas habituales... A la hora a la que ya estoy reposando la cena, escribiendo en mi blog y preparando la ropa de running para el día siguiente, estaba rodeado de gente muy extraña, tan extraños como seguro que les parecía yo a ellos, comiendo dos platos, postre y café en lugar de una ensalada y un Bio cereales, y hablando con esa gente extraña sobre la industria de los videojuegos. Sobre las dificultades que nos ponen para contratar gente con experiencia y que pueden aportar mucho, pero simplemente no son Europeos y eso a nuestro gobierno no le hace gracia... O sobre cuál es la formación correcta que debe tener un profesional de esta industria, era curioso ver como los profesores de universidad daban por hecho que la vía correcta para formar buenos profesionales es tenerlos 5 años estudiando y que luego las empresas les enseñen aún más, cuando muchos de los que estábamos ahí simplemente no habíamos llegado a pisar la universidad... El recurrente tema de las subvenciones... Un tipo que se dedicaba a las películas de animación contaba que en más de la mitad de las que ha hecho, si no hubiera sido por las subvenciones habría perdido dinero... Y no se le caía la cara de vergüenza... Mientras los que sí que vivíamos la profesión desde dentro y desde hace años renegábamos de las subvenciones y preferíamos las desgravaciones fiscales. Y lo mejor, con muy pocas corbatas alrededor... :)

Después de intercambios de opiniones, alguna discusión y sobre todo comprobando cómo nos ven desde fuera otras industrias afines, poco después de medianoche ya no podía más y me volví para casa, donde había dejado preparada la ropa para entrenar esta mañana.

Entre el café descafeinado que probablemente no estaba tan descafeinado y la hora que era, estuve un poco desvelado y la última vez que recuerdo haber mirado el reloj éste marcaba las 2:00am. Y el despertador iba a sonar a las 4:55am...

Sonó, y sí, me levanté... Hoy no era un isidro lobo... Era un zombisidro... Deambulando por la casa casi cayéndome de sueño conseguí hacerme el café y tomar conciencia de mí mismo en pocos minutos. Casi no me di cuenta y ya estaba pertrechado, en la calle, estirando y dispuesto a hacer un entrenamiento sin saber muy bien cómo iba a responder el cuerpo.

Y no fue tan mal. Muy concentrado en la pisada y la respiración, sin bajar la guardia, hice el clásico progresivo suave matutino, 6:02, 5:24, 5:25, 5:15, 5:05, 4:46, 4:38, 4:34, 4:41 y 4:26. Siguiendo el guión habitual, el primero muy suave, lenta progresión con viento en contra, me animo un poco más cuando ya no sopla de cara, el penúltimo kilómetro, con giros de 90 grados y cruces siempre sale a peor ritmo, y como me veía con ganas aún apreté un poco al final. Todo ellos con unas pulsaciones medias de 146bpm. Y ritmo medio de 5:05.



Mañana todo apunta a unas series pensando en la carrera del domingo. Hoy toca dormir bien y descansar, que mañana el día promete ser largo y hay que empezarlo con energía. Y si todo va bien, por la noche podré contar algo, que ya tengo ganas... :)

martes, 28 de junio de 2011

El cochinero que no fue tan cochinero

Fin de miniciclo, carrera el domingo, progresivo el lunes, y hoy martes tocaba correr sin presión, pensando más en relajar las piernas y en seguir trabajando la pisada para acabar convirtiéndola en un automatismo. El entrenamiento de ayer me sentó muy bien y no me notaba cansado, pero hoy tocaba relajarse un poco y echar el freno a tiempo.

Con esa idea en mente salí esta mañana, empecé más animado de lo que pensaba, primer kilómetro a los 5:56 de rigor, luego 5:19, 5:13 y 5:15, 5:09 al dar la vuelta, 4:47 con el viento a favor, y entonces sí, echo el freno y voy guardando las fuerzas. 4:54, 4:42 y 4:47, entre 150 y 155bpm, cómodo, relajado y concentrado en los aspectos más técnicos de la carrera. No debo confiarme con la pisada, aún no he cambiado el chip y si no me doy cuenta me relajo y vuelvo a "talonar"... Pero como cabezón lo soy un rato, seguiré insistiendo.



Mañana descanso de running, pero no del día de intenso trabajo que me espera, continuación del de hoy que ha sido épico. Ya empieza a acabarse lo que llevo haciendo estos últimos meses, y cualquier día de éstos me desviaré del tema principal de este blog para contar qué es lo que me tiene tan ocupado... :)

lunes, 27 de junio de 2011

Ya hace calor hasta de madrugada

No es lo mismo salir a las 6:00am en verano que en invierno. En invierno dudo entre si salgo a correr de madrugada o si directamente corro de noche. En verano, la duda es si puedo decir que corro de madrugada o simplemente que corro pronto, pues a estas alturas del año ya es completamente de día e incluso el calor empieza ya a notarse.

Después de pasarme el domingo por la tarde bebiendo Aquarius e irme a dormir pronto, sobresaltado por las pesadillas en las que me veía corriendo y pisando con el talón, como en la foto del final de la carrera del domingo, hoy me levanté a correr pronto por la mañana con la idea de hacer un progresivo exigente, concentrado sobre todo en la respiración y la pisada, debo automatizar mucho más estas dos acciones para que al final de una carrera no vuelva a caer en mis malos hábitos de aterrizar sobre el talón y de correr casi sin respirar.

Poca historia la del entrenamiento de hoy, lo resumiría como un día de objetivos cumplidos. Primer kilómetro como siempre en torno a los 6:00, 5:58 para ser más exactos, y luego una buena progresión, 5:23, 5:08 y 5:06, 4:55 dando la vuelta, y luego con viento a favor 4:32, 4:28 y 4:14. Saliendo del río hago otro más a 4:20 y aprieto un poco en la última recta para hacer los 200 metros finales a 4:14, que dejan una bonita media de 4:53, y lo mejor, 152bpm.


La carrera de ayer me dejó doblado por el calor, pero siendo sólo 10 kilómetros una buena comida, hidratación y un sueño reparador hacen milagros. Así que hoy me sentí con fuerzas para correr, y sobre todo, vigilar la técnica. Mañana sí que toca un buen cochinero, descanso el miércoles, Y puestos a probar, voy a probar a correr jueves y viernes y descansar sólo el sábado antes de la última carrera de la temporada, los 10K de La Maquinista.

domingo, 26 de junio de 2011

Crónica de los 10K de la Vila Olímpica

Calor... Así podría resumirse la mañana de hoy... Creo que es el día en el que más calor he pasado corriendo y más he sudado. Estamos en plena ola de calor africano, las dos últimas noches ya no se podía pegar ojo, y hoy, a las 9 de la mañana, estábamos ya a más de 25 grados. Así que tocaba pasar calor y sudar.

Pero hoy iba a ser muy distinto a otros días. Estando tan cerca de casa, y con el aliciente de que Raúl, mi cachorro mayor, se ha aficionado a las carreras infantiles, hemos pasado una mañana de carreras en familia. Mi esposa y los dos enanos han sido testigos y copartícipes de la carrera y del solano, y parte importante de la crónica de hoy.

La carrera empezaba a las 9:00am, así que tocaba desayunar antes de las 6:00am. Me levanté puntual, 5:35am, desayuno habitual, y a levantar a los pequeñajos. Raúl salió de la cama de un salto, para desayunar bien y tener fuerzas... :) Sergio también estaba muy emocionado, no pillaba del todo lo que pasaba pero sabía que hoy iba a ser un día especial.

La expedición salió en dirección a la Vila Olímpica a las 7:30. Tráfico fluido, sin problemas para aparcar, y una vez en el lugar, los primeros preparativos.




Preparando las camisetas de runner...




Ante la atenta mirada de Sergio a su hermano mayor...




¡Listos!

Con tiempo suficiente, estudiamos la zona de salida y el lugar donde había que recoger el dorsal de Raúl. Pude calentar muy bien, había una zona muy amplia cortada al tráfico. Menos mal que fui el día anterior a buscar el dorsal, pues ya recordaba de hace dos años que se liaban unas buenas colas para hacerlo el mismo día. Supongo que mucha gente se quedó sin poder calentar y sin echar el último pis antes de correr. Lo que tampoco fue fácil. Es uno de los detalles más negativos de muchas organizaciones. La falta de lavabos. Aunque en este caso, con tanto parque cerca.......

Último saludo a la familia, y me dirijo a la zona de salida. El calor ya se notaba hacía rato. La idea era correr todos los kilómetros por encima de 4:00, e intentar hacer una media de 4:15. Si me dejaba llevar y hacía el primer kilómetro a 3:45, en el 4 estaría muerto. Así que pistoletazo, y a correr tranquilo, hoy tocaba acabar bien y sobrevivir.

Los dos primeros bien, corriendo cómodo y respirando correctamente, a 4:01 y 4:04. El tercero a 4:12 y el cuarto a 4:14. Por ahora cumpliendo los objetivos. Sabía que iba a ser imposible mantener el ritmo, pero no quería hundirme. El calor era terrible, había muchas zonas sin sombra, pero a ese ritmo y ya habiendo superado las 175bpm iba más o menos bien...

Llegamos al ecuador de la carrera y hago el quinto a 4:06. Cojo una botella de agua, bebo un poco y me refresco la cabeza. Normalmente los avituallamientos se convierten en un bajón de ritmo importante, pero esta vez salió mejor, el sexto lo completé a 4:15.

Quedan cuatro, no voy mal, pero obviamente el calor ya hace mella. El agua me resucita, pero el efecto no dura mucho, la temperatura ha subido más y los kilómetros en las piernas en esas circunstancias pesan. El séptimo sale a 4:26. Ya empieza a costar...

Quedan 3, pensaba que iba a estar peor, incluso empiezo a pensar en la marca que puedo hacer. No sé si voy a poder mantener el 4:26 del séptimo kilómetro. Calculo que puedo acabar en 42:30, pero pienso que si aguanto el tipo puedo acercarme a los 42:00, que con esta temperatura sería una buena marca. Es la ocasión perfecta de probar si salir conservador en una 10K puede acabar siendo buena idea, al menos, en condiciones de temperatura desfavorables...

El octavo lo hago a 4:23. Mejoro unos pocos segundos el séptimo. Normalmente a estas alturas ya voy perdiendo fuelle, pero esta vez incluso voy adelantando corredores. Será que ha sido buena idea salir tranquilo... El noveno cuesta más, qué calor... Aún así, la barrera psicológica de los 4:30 queda a tres segundos, y lo hago a 4:27. Calculo que puedo acercarme más a los 42:00 que a los 42:30. Ya queda un kilómetro. Pero cada vez hace más calor, y estoy más deshidratado y cansado...

Pero el calor reparte a todos, y creo que esta vez lo he soportado mejor al no quemarme al inicio. Noto que el ritmo no es malo, voy pasando gente, y de repente veo al final de la calle el arco de llegada. Una recta larguísima, veo que el crono acaba de pasar del 41:00, y aún me quedan mucho metros por correr. Adelanto a algún corredor, miro a ambos lados de la calle, y sí, ahí está mi señora y mis cachorros, saludo y salgo así en la foto, como si no llevara 9.800 metros de sufrimiento encima... :)





Me pongo muy contento y me sale un sprint de película, dejo atrás como a 10 corredores, y acabo rozando los 42:00, 42:09 según el chip raro que me dieron, y 42:08 según el Foreruner, marcando el pulsímetro 190bpm.



Hace dos semanas hice prácticamente la misma marca en Can Mercader. Hoy hizo mucho más calor pero acabé mucho más entero. La lección es que con calor sale a cuenta salir conservador, al menos en mi caso. Corrí cómodo, llegué con fuerzas al final, pero por supuesto, sin dejar de sufrir sobre todo entre el kilómetro 6 y el 9.

Y fin de mi carrera, ¡ahora faltaba mi cachorro! Mientras yo corría, los enanos estuvieron haciendo de las suyas, como niños que son...





Pero llegado el momento de los preparativos, Raúl se puso más serio... Si dejar de enseñar el hueco de su diente recién caído... :)





Y empezamos a hacer los estiramientos previos a la carrera...









Salieron los más grandes, espectacular cómo corrían... Los medianos... Luego los pequeños... Y el último turno para los enanos... :) Mi cachorro hizo una buena carrera, llegó con el pelotón, sudando, cansado, asustado porque se le había quedado la boca seca... :) Pero muy contento cuando le dieron su camiseta... :)

Vuelta a casa, un pollo a l'ast para recuperar fuerzas, un litro y medio de Aquarius y un Isostar, y a reposar la tarde jugando al dominó y contando al abuelo de Raúl lo bien que le salió su carrera.

La semana que viene repito. Ya será la despedida de la temporada en La Maquinista. Creo que correré como hoy. He notado que al final, cuando ya voy a más de 180bpm y las fuerzas empiezan a fallar, vuelvo a los orígenes y mi pisada cae sobre el talón. Ya tengo otra cosa que corregir. Estaré muy atento a este detalle en La Maquinista. Y en los entrenamientos posteriores... Porque, aunque aún quedan 4 meses, ya huele a maratón, y la preparación está a punto de empezar.

jueves, 23 de junio de 2011

Las típicas series antes de una carrera

Siguiendo mi costumbre habitual en una semana con carrera, hoy he hecho una ración de series, ni cortas ni largas, antes de correr los 10K del domingo. Y creo que será el último entrenamiento antes de la carrera, me sientan bien dos días parado antes de una competición. No voy a ir a tope, ya que aunque la carrera es a las 9:00am, seguro que hará calor... Y de todas maneras los dos días de reposo me sentarán bien para acabar de recuperar al 100% lo del domingo pasado.

Dudaba entre series cortas o largas, así que salomónicamente, ni cortas ni largas, al final me decanté por 8 de 600 metros.

Y ahora sí, ya es oficialmente verano, es el segundo día que salgo a correr de madrugada en manga corta, y me temo que así será hasta bien entrado septiembre u octubre. Aún se está algo fresco al bajar a la calle, pero en menos de cinco minutos el calor ya empieza a notarse.

18 minutos calentando a 5:42 antes de bajar al río, y a por las series. El plan era hacer 4 con viento a favor, hacia el mar, 4 con viento en contra, volviendo a casa y misión cumplida. Empiezo con viento a favor, y enlazo las 4 series con tiempos de 4:06, 4:02, 4:04 y 4:05. El ritmo no es malo pero ni mucho menos el mejor que recuerdo. Y de progresión, nada... No corro cómodo, la zancada no es buena, la respiración regular, no paso de 162bpm, y toca dar media vuelta y empezar a correr contra el viento.

Vuelta a casa haciendo series, el ritmo en la primera baja por el viento, y la hago a 4:10. Una más, empiezo a notarme algo mejor aunque no corro suelto, a 4:08. La tercera, sin acabar de encontrarme a gusto, a 4:05, llegando ya a 167bpm. Y entonces pienso... ¿Qué pasa aquí?

Digo que habrá sido el viento, en estas tres me notaba un poco mejor que en las cuatro primeras, pero seguía atascado. Así que no quiero quedarme con la duda, y cambio de planes. Pues me doy la vuelta, y la última la hago con viento a favor, así también hago 1200 metros más enfriando. Y ahora sí que me noto más suelto. En las 4 primeras no acababa de despertarme, y en las otras 3 el viento me estaba literalmente frenando en seco y no me dejaba correr cómodo. Y en la última empiezo a notar que la zancada es más cómoda, siento que cada pisada me impulsa con más fuerza, empiezo a sentir que voy deprisa, miro el Forerunner, y me está marcando 3:35. ¿Cómorl? Siguen sumando los metros, el ritmo se mantiene, no decae, se acaba el tiempo, últimos metros, se para el cacharro, y me marca la última serie a un ritmo medio de 3:37.

Ayer me comentaba Manu que hizo mucho viento y que eso le fastidió la segunda mitad del entrenamiento. Y como estas cosas en el Besós se multiplican, ahora lo entiendo todo. Al final acabé con buen sabor de boca después de esa última serie, sin el maldito viento en contra, unos minutos más para volver a casa enfriando a 6:00, y a descansar.


Sabor agridulce, algo mosqueado con la falta de progresión, pero más animado después de correr la última a 3:37. Ahora a descansar y disfrutar del día de fiesta laboral de mañana, y el domingo a correr y ver a mi cachorro mayor cómo le va la segunda carrera, ya me dijo en la primera que empezó un poco más despacio para no cansarse muy pronto y que ahora piensa que si empieza más rápido llegará antes y tampoco se cansará... :) A ver qué tal le sale...

miércoles, 22 de junio de 2011

Sin secuelas y con avena

Después del cochinero del lunes, el descanso de ayer martes y el rodaje medio cochinero medio progresivo de hoy, ya casi no me quedan secuelas de las atrocidades cometidas estos últimos días...

Ayer todavía notaba algo de molestia en los sóleos, tras mi aventura de lanzarme a correr 9 kilómetros en progresivo y rápido, para mi ritmo, con las FiveFingers. Jejeje, voy leyendo a Pere y su serie de posts sobre las FiveFingers, y veo lo bruto que he llegado a ser. Volveré a ponérmelas algún día, pero con cabeza.

El moreno iPhone también ha desaparecido. Mi deseo de protagonizar un anuncio promocional para Apple deberá seguir esperando. Algún día explotaré mi idea de usar el iPad como GPS, reproductor de música y a la vez como dorsal para las carreras. Sólo hay que hacer una funda adecuada para llevarlo encima de la camiseta y listo, el resto se puede hacer por internet. Seguiré dándole vueltas.

Hoy, ya sin molestias y sin esa esa sensación de debilidad que me dejó el rodaje del domingo bajo el sol, salí a hacer un progresivo más suave que de costumbre. Empezando a 6:15 y acabando a 4:23, mejorando un poco el ritmo cada kilómetro y manteniendo las pulsaciones por debajo de 150bpm hasta el último kilómetro, lo que dejó la media en 140bpm y un ritmo de 5:10.


Con lo que sigo fiel y seguiré es con mi dosis de avena diaria. Normalmente bebo muy poca leche, tampoco me gusta mucho. Los plátanos me gustan pero me dan un poco de alergia. Y la avena, al menos a la vista, no tiene muy buena pinta... ¡Pero los tres ingredientes juntos hacen un cóctel explosivo! Un tazón de leche, cuatro cucharadas grandes de avena, y un plátano cortado a rodajas, ¡está que quita el sentido! Además no me ha dado alergia estos tres días, quizá la leche o la avena contrarrestan lo que me causa la alergia del plátano, que curioso...

Además noto que corro más rápido, que me despierto más despejado e incluso que programo mejor. Jajaja, todavía no, pero espero con el tiempo notar los buenos efectos de este tentempié a media mañana... :)

Mañana creo que haré unas series y quizá el viernes un rodaje rápido aprovechando que es festivo. El sábado descanso, y el domingo a correr los 10K de Vila Olímpica, y luego a ver la segunda carrera de mi cachorro mayor. Ah, y a seguir con la avena.

lunes, 20 de junio de 2011

El cochinero más cochinero

El rodaje del domingo fue sensacional, duro pero muy gratificante. Acabé cansado, llegué a casa insolado y medio deshidratado, pese a los dos Powerades, la cerveza de medio litro y los tres Isostar que me tomé. El sol, además de consumir mis fuerzas, me dejó de recuerdo en el brazo derecho una preciosa marca de moreno iPhone... :)





Seguí hidratándome en casa, otra buena cerveza con la comida, y Aquarius a discreción el resto de la tarde. Dormí como un bendito, y hoy por la mañana, la tentación de quedarse en casa era muy grande, pero sabía que lo mejor era un rodaje cochinero para asimilar lo de ayer y después sí que dar al cuerpo un inmerecido descanso mañana.

Así que dicho y hecho, madrugón habitual, zapatillas enfundadas, Robocop bajando las escaleras, y a estirar unas piernas doloridas antes de empezar a correr.

Desde el primer minuto supe que lo de hoy iba a ser la madre de todos los rodajes cochineros. Calentamiento rozando la velocidad de la luz, un kilómetro a 6:55... Creo que andando voy más deprisa. A medida que el cuerpo volvía a la vida, los kilómetros seguían transcurriendo lentamente, 6:27, 6:06... A ese ritmo si hacía 9 kilómetros me quedaba sin desayuno, así que me di la vuelta antes de acabar el cuarto kilómetro, 5:49, 5:42, y a bajar el ritmo, si es que se podía bajar más, para acabar uno más a 5:52 y llegar a casa muy tranquilo, sintiéndome aliviado, a 5:57.

A esos ritmos, las pulsaciones casi podían haber sido negativas... :) Acabaron a una media de 132bpm, alcanzando un pico de 140.

Vamos, que hay que buscar otra palabra para este rodaje, cochinero se queda corto. Pero qué bien me sentó. Noto las piernas mucho mejor, todas las fibras que rompí el domingo en el Llobregat ya están regenerándose más fuertes, los sóleos ya no dan tanta guerra, he comido y bebido con muchas ganas e incluso he hecho un cambio en mi dieta; hoy he empezado a tomar avena a media mañana, con leche, a la hora del bocata en la oficina. No va a ser ningún esfuerzo, me supo muy bien, el sabor es parecido al yogur Activia que me como cada noche, y los efectos estoy seguro de que se notarán con el tiempo. Que pronto empieza la preparación para Bilbao.

domingo, 19 de junio de 2011

30 kilómetros por el Llobregat

Ahora mismo no tengo un plan a corto plazo. Correré dos carreras de 10 kilómetros próximamente, Vila Olímpica dentro de una semana y La Maquinista 7 días después. Y se acabarán las carreras seguramente hasta septiembre. Y mientras prepararé la próxima maratón, que al final será Bilbao y no Zaragoza, ya está decidido.

Mientras empiezo la preparación, estoy variando los entrenamientos, hice unas semanas orientadas a intentar vanamente bajar mi marca en 10K en verano, hice varias carreras y entrenamientos de montaña, series cortas que no había hecho nunca, decidí probar las FiveFingers, y hoy, dentro de este caos controlado, me apunté a recorrer 30 kilómetros por el Llobregat en compañía de Carles, Óscar, Rafa (el abuelo runner), Antonio, y dos runners que no conocía, Diego y Paco.





Arriba, de izquierda a derecha, Antonio, Paco, Rafa y Carles.
Abajo, de izquierda a derecha, Óscar, Diego y yo mismo.

30 kilómetros es una distancia más que respetable, y empezando a las 9:00am, era obvio que íbamos a pasar calor. Pensando en ello, cometí el error de meter dos botellas de Powerade en el congelador con la intención de que llegaran bien frescas a Cornellá, y rellenar mis botellines del cinturón justo antes de salir. Pero en una hora que estuve en el Metro y los Ferrocas, las botellas no se descongelaron... Así que cuando empezamos a correr salí con los botellines vacíos y dos helados de Powerade, Óscar estuvo ayudándome a llevar uno mientras poco a poco se descongelaban y después de más de 5 kilómetros pude rellenar los botellines, beber algo y deshacerme de ambas botellas en sendas papeleras que encontré en dos pequeños parques a lo largo del recorrido.

Los primeros kilómetros transcurrieron, peleándome con las botellas, en una amena conversación, a ritmos de más o menos 5:20. Ya hacía sol, aunque soplaba un viento que hacía la temperatura mucho más agradable. Y creo que ese viento y algunas nubes nos jugaron una mala pasada...

Salimos juntos, el plan era salir juntos y acabar el mismo sitio, en función de las sensaciones, ritmos y planes de cada uno, el camino no tenía pérdida, remontaríamos 15 kilómetros por el Llobregat, y llegado el momento, daríamos media vuelta. Correr así fue una gran idea, íbamos en dos grupos al principio, nos juntamos después, aprovechando una parada técnica de los que iban tirando, y justo cuando nos juntamos vimos que Diego se había quedado atrás, a su ritmo, ritmo de ultramaratoniano, que le permite hacer entrenamientos como por ejemplo irse de Cornellá a Tarragona corriendo en 17 horas...

Volvimos a juntarnos tras hacer y deshacer un par de grupos cuando estábamos llegando a la mitad del camino. Seguíamos con ese ritmo de aproximadamente 5:20, hablando, riendo, el aire fresco animaba. Incluso me permití el lujo de desviarme dos veces para tirar las botellas de Powerade a una papelera. Parecía que esos 30 kilómetros iban a ser coser y cantar para todos... Pero llevábamos 15 kilómetros, hacía calor aunque el viento lo disimulaba, estamos apenas a dos días del inicio del verano... En 15 kilómetros sólo tuvimos apenas 100 metros de sombra, nos pusimos todos en fila, de uno en uno, disfrutando la preciada ausencia de sol.

Paramos un rato para tomar un gel y beber con calma, y comentar los dos primeros incidentes del recorrido. Diego no aparecía. Y Carles había parado por un dolor en la rodilla, me llamó al móvil para avisarnos de que siguiéramos, que él se volvía al punto de salida, a pocos días de su ultramaratón por el desierto lo más sensato es no arriesgar si se siente una molestia.

Después del mini descanso, costó un poco ponerse en marcha de nuevo. Parecíamos Robocop corriendo, finalmente conseguimos volver a correr como humanos en pocos minutos. El calor empezó a hacer mella poco después. Se volvió a separar el grupo, Antonio y Óscar tiraban con fuerza, los demás íbamos más atrás aunque no los llegamos a perder de vista. Sobre el kilómetro 20 noté que empezaban a fallarme las fuerzas. Creo que una vez más, me confié en la primera mitad del recorrido. El calor iba consumiéndome lentamente, escondido tras el aire fresco. Me quedé un poco atrás, con el resto del grupo a la vista...

Poco antes del kilómetro 24 nos encontramos con Carles que iba de vuelta al punto de salida. Óscar se paró y siguió andando con él. Me uní sin pensarlo dos veces. El resto siguió fuerte. Antonio parecía flotar, no correr. Rafa, que lleva un tute de kilómetros increíble encima, seguía fuerte, a su ritmo constante. Paco no había dejado de tirar del grupo en todo el recorrido, y ahí seguía.

Seguí con Óscar y Carles andando durante unos 2,5 kilómetros. Esa parada me sentó de maravilla. El Powerade parecía consomé, ya no refrescaba nada. Las nubes fueron benévolas y ayudaron a bajar la temperatura corporal y mis piernas volvieron a nacer... Estuvimos ese rato hablando de lesiones, de FiveFingers, de ultramaratones, pudimos liberar nuestra mente de la terrible tortura que estaban siendo esos 30 kilómetros al sol, sin sombra, sin agua fría para meter la cabeza o refrescar el gaznate. Óscar se sintió algo más animado, y empezamos a correr él y yo tras despedirnos de Carles. Habíamos perdido más de 15 minutos respecto al ritmo que llevábamos antes, teníamos que los demás pudieran estar preocupados.

De nuevo, Oscarcop e Isidrocop empezaron a correr mientras sus articulaciones chirriaban... :) Estábamos a menos de 3 kilómetros, yo recuperé el aliento y pude volver a correr a ritmos de 5:15-5:30, Óscar se quedó atrás, el calor y la falta de agua creo que le dejaron un poco tocado. El iPhone sirvió para que Carles nos comentara lo que le había pasado, y ahora nos sirvió para asegurarnos que íbamos por el camino correcto. Le aseguré a Óscar que íbamos bien, y me adelanté para avisar a los demás que estábamos bien, bien jodidos, pero bien... :)

Últimos dos kilómetros, y ya estaba en el lugar de encuentro, pensando si los demás estarían preocupados. Jajaja, preocupadísimos, sentados en un banco, riendo, bebiendo unas latas de cerveza, Rafa, un crack, siempre el alma de la fiesta, sacando la cámara para hacerme la foto finish, me hizo repetir los últimos metros porque no había salido bien... :D









Me uní al grupo de los cerveceros, el señor de la tienda nos miraba raro aunque feliz por su inesperada recaudación de esa mañana, mientras estirábamos un poco cerveza en mano.





Llegó Óscar poco después, también hubo foto finish, con esa cara que todos conocemos, la cara de alegría que se te pone cuando has estado tocado bastante tiempo pero llegas al final y además tienes amigos esperando... :) Fui a por la bolsa al coche de Rafa y saqué mis cacahuetes recuperadores, mientras finiquitábamos las cervezas y hablábamos del calor que había hecho y lo bien que habrían estado un par de fuentes de agua fresca en el camino.

Pocos minutos después llegó Carles, con una sorpresa inesperada, un cargamento de Isostar que nos sentó de maravilla, de lo que dan fe estas fotos. Luego hubieron más cervezas, pero ya se me hizo tarde y volví para casa. Justo cuando me despedía apareció Diego, debimos cruzarnos con él en algún pequeño desvío de los pocos que había en el camino.









El entrenamiento fue duro, muy duro. El calor nos destrozó. Una gran preparación para los que van a Belchite y al Isostar Desert Marathon. La ruta es excelente para una tirada larga, pista de tierra muy compacta, a la orilla del Llobregat. Salimos de Cornellá y llegamos hasta El Papiol, bajo un sol de justicia y algunas nubes que hicieron que quizá nos confiáramos más de la cuenta. La deshidratación fue importante, los primeros 15 kilómetros quizá tuve que dosificarme mejor. Pero lo pasé en grande, estos entrenamientos con amigos, por mucho que sufras, acaban siendo los mejores. El rato de las cervezas e Isostar en el banco fue genial, qué rápido vuelve el buen humor después de una paliza semejante... :)

Las fotos, gentileza de Rafa y Carles, unos cracks, como siempre.

viernes, 17 de junio de 2011

Estrenando mis FiveFingers

El 5 de abril llegaron mis FiveFingers. Las compré casi como un capricho, las vi cuando estuve en el dique seco y quizá fueron una especie de cura para el síndrome de abstinencia... :) Las estuve usando como zapatillas de andar por casa, y cuando empezó a hacer más calor quedaron olvidadas en un armario.

Ayer por la noche escribí mi entrada y comencé a leer vuestros blogs...

Y me encuentro con que Pere se había comprado unas y las había estrenado inmediatamente...

Pero además luego leo en el blog de RA también una alusión a las FiveFingers...

Así que pensé... ¿Y por qué no las estreno ya?

Dejé preparada mi ropa por la noche. Camiseta de manga larga. Creo que pronto pasaré a la corta. Calzoncillos de runner. Mallas. Y esta vez no saco calcetines ni pongo las plantillas en las Saucony. Esta vez, abro el armario, y veo que las FiveFingers me sonríen y me guiñan un dedo... Isidro, te estábamos esperando... Ha llegado el día...

Y llegó el día. Me levanté como siempre. Las FiveFingers ya llevaban rato despiertas. Me miraron pícaramente cuando pasé en dirección a la cocina para hacerme el café. Café, galletas... Me puse la ropa. Dejé las FiveFingers para el final. La derecha entró con algo de esfuerzo, al segundo intento. La izquierda mucho mejor. Me miré los pies. Los pies me miraron a mí. Estiré los dedos. Giré los tobillos... Pero qué bonitas son... Y salí a la calle...

El tacto es increíble. Se sienten las irregularidades de la acera, del asfalto. No sabía cuánto correr, era el primer día, ayer hice un progresivo bueno, no el más exigente, pero ni mucho menos un cochinero. Estiré y enfilé la ruta de Montcada, pensando en dar la vuelta antes si no me sentia bien.

Y vaya si me sentí bien... La sensación es indescriptible. Uno se siente más pegado al suelo, casi puede agarrarlo con los dedos de los pies. El impacto en las rodillas no era mayor que corriendo con zapatillas normales, notaba más el contacto, eso sí, con la parte superior de la planta del pie, esa pequeña almohada de carne que hay debajo de los dedos y que seguro que tiene nombre... :)

Tampoco sabía si el cambio me haría correr más despacio. Pero no fue así. Empecé a 5:56, pero tras un kilómetro ya estaba corriendo a 5:13 y 5:14. Por ahora todo genial. Me siento ligero, cómodo, seguro. Disfruto corriendo. Subo el ritmo, 5:03 y 4:53 después de dar la vuelta, ya llevaba cinco kilómetros, las piernas y el corazón iban de maravilla, pero...

Empecé a notar una rozadura en el dedo gordo del pie izquierdo y otra en el empeine interior del derecho... Ya conozco esa sensación, primero un roce, luego un picor, luego duele un poco... Ya me imaginaba el tamaño y la forma de las ampollas que me iban a salir...

Pero no paré, estaba corriendo tan a gusto que pensé, pues bueno, ya se irán, habrá que acostumbrar al pie si quiero usarlas de vez en cuando, así que, ya no tan cómodo con las molestias, seguí corriendo aumentando el ritmo y enlacé tres kilómetros más a 4:41, 4:22 y 4:09, con unas sensaciones increíbles.

Ya llevaba 8 kilómetros con las FiveFingers, no me costó nada adaptarme a la manera de correr barefoot, el ritmo era bueno, la respiración también, sentía The Flow, pero las rozaduras ya estaban llegando al umbral molesto del dolor, y además empecé a notar el tendón de aquiles derecho un poco cargado, así que bajé el ritmo, kilómetro 9 a 4:28, y los últimos metros callejeando a 4:48.

El rodaje me salió mejor que ayer. El ritmo medio fue de 4:53 y las pulsaciones medias de 145bpm, máximas de 166. 4 segundos por kilómetro más rápido que ayer, y 1bpm menos también que ayer.



Y aquí, la prueba de cómo quedó el empeine de mi pie derecho... La ampolla del dedo gordo del derecho es demasiado fea para enseñarla... :)





No me voy a pasar ahora al barefooting, ni voy a entrenar habitualmente con las FiveFingers, tampoco creo que las lleve a ninguna carrera. Pero hoy me he dado un gustazo y seguramente repetiré de vez en cuando. Ha sido casi como recordar cuando era un niño y corría descalzo por casa... Como regalarme unos minutos de la unión más intensa de un corredor y el suelo que éste pisa...

Ah, ayer me dio la sensación de que, como me decía mi padre, explicando mis planes maratonianos me enrollé más que una persiana y quizá no quedaron claros. Principios de noviembre, Zaragoza, a tope. Finales de febrero, Sevilla, a morir. Y finales de marzo, Barcelona, cochinero... :)

jueves, 16 de junio de 2011

Tengo otro plan...

Después de decir en voz alta cuáles eran mis planes, al menos los maratonianos, hoy, mientras entrenaba, iba encajando mentalmente lo que podía ser una temporada de running completa, incluyendo las grandes carreras que marcan la pauta de 12 meses corriendo.

Repasando estos dos últimos años, sobre todo los últimos 12 meses, empiezo a ver claro cuál puede ser mi plan. Y empiezo por lo más importante. El descanso. Lo que algunos llaman la parada biológica, que también me recuerda a la cría de salmones más que a corredores... :) El descanso después de la maratón de Barcelona me sentó muy bien, aunque fue forzado por mi rodilla. Creo que el momento bueno para descansar unas semanas es después de la maratón de marzo y antes de empezar la preparación de la de octubre. Porque éstas son las dos fechas que creo que mejor me vienen para correr los 42195 metros, marzo y octubre. Así que empiezan a encajar los planes...

En julio empiezo a preparar la maratón de octubre o noviembre. Quizá alguna media puede servir de test durante el entrenamiento y de intento de marca. Después de esta maratón es un buen momento para aprovechar la supercompensación y el invierno para atacar la marca en 10K en Ssagrera o Nassos. Y casi sin descanso, empalmo con la preparación de la maratón de febrero o marzo, con alguna media interesante que si es llana puede ser susceptible de atacar marca. Y claro, hago la maratón pre primavera.

Llega marzo o abril, y de nuevo la supercompensación y el clima, y también el calendario, son propicios a otro intento de marca en 10K, quizá Nike Bombers o Montmeló. Llegan carreras emblemáticas, El Corte Inglés, Sant Quirze... Voy bajando el ritmo... Valle de forma... Y ahora sí, descanso seguramente en junio. ¡Y ya hemos cerrado el círculo!

¿Suena como un plan? :)

He pensado todo esto mientras hacía mi progresivo de hoy. Los clásicos 9,22 kilómetros, esta vez a un ritmo medio de 4:57, pulsaciones a 146bpm y máximas de 166bpm. Parciales kilométricos de 6:13, 5:24, 5:09, 5:08 (ay que me atasco), 4:56 (media vuelta), 4:45, 4:33 (esto está mejor), 4:21 (¡sí!), 4:17 (¡venga!) y últimos 200 metros a 4:04 (¡toma!).


Pensando que quiero situarme en ese valle de forma, bajando suavemente para volver a empezar en julio el plan para Zaragoza, no me voy a dejar llevar por la tentación de apretar estos días con las series pensando en Vila Olímpica o La Maquinista. Iré a Vila Olímpica porque mi cachorro grande quiere correr la carrera infantil. Yo correré la mía, pero tranquilo. El plan será salir a 4:10 e intentar mantenerlo. Si puedo apretar a partir del kilómetro 5, lo intentaré. Y si no puedo con ese ritmo, lo bajaré. Pero no buscaré la marca. Siendo sensato, me doy cuenta de que si en verano hago 39:50 en 10K, mi mejor marca no sería 39:50, sería seguramente 39:00 en invierno. Pero como no lo es, el verano será para disfrutar, no para buscar marca y morir en el intento... :) Y La Maquinista será la despedida de la temporada, espero que podamos vernos unos cuántos y empezar a pensar ya en la próxima maratón.

martes, 14 de junio de 2011

Próxima estación

Cochinero matutino para acabar el último nanocliclo de tres días, algo curioso, después del 1x1000 del domingo y el progresivo abrasador del lunes... Hoy salí a mi hora habitual, a las 5:50 estaba corriendo, todo en orden, sin necesidad de párrafos ocultos y corriendo cómodo, ligero, suelto, lento, cochinero, recuperador y suave... 9,22 kilómetros a una media de 5:34, pulsaciones medias de 139bpm y máximas de 149. Simple y llanamente, un rodaje cochinero como mandan los buenos cánones, menos de 140bpm de media y ritmo más lento que 5:30. Al final, con el viento a favor, hice un par de kilómetros a 5:08 y 5:09, pero eso no hace menos cochinero el rodaje de hoy.

Y ahora, vamos a lo más serio. Inconsciente de mí, yo también me habría quejado si cualquiera hubiera dicho en su blog que pronto hará otra maratón sin decir cuál. Pero nunca es tarde para remediarlo. Después de este periodo de descanso, después de volver a los rodajes cortos y más intensos, después de sentir la tentación de volver a correr una 10K a tope, después de replantearme algunos aspectos de mi técnica de carrera, el calendario vuelve a poner a la maratón en el punto de mira, y este año, mis planes son distintos al pasado...

Por lo pronto, antes de la maratón haré una tirada previa de varios cientos de kilómetros... En tren o avión... :) Sí, serán fuera de Barcelona, con viajecillo familiar y con amigos incluido si podemos organizarlo.

Estoy acabando de hablarlo con la pandilla de cobardes que corrimos la maratón de Barcelona, en principio tenemos en la diana Zaragoza o Bilbao pensando en octubre o noviembre. La maratón nocturna de Bilbao me gustaría hacerla, pero el horario hace que no la pueda disfrutar en familia, al menos hasta que mis cachorros sean más grandes. Zaragoza se adapta mejor a un día con la familia esperando en la llegada y está aquí al lado. Así que parece la opción A...

Me viene un poco justo, pero me gustaría después hacer Sevilla a finales de febrero. Sería algo menos de cuatro meses entre una y otra, según cómo acabe Zaragoza de moral y físicamente me lanzaré a la piscina o no.

Barcelona es una maratón que me gustó tanto y una espinita que tengo tan clavada que me gustaría también correrla. Pero sólo hay un mes entre Sevilla y Barcelona. No sé qué clase de locura es correr una maratón, sin una preparación de cuatro meses, a ritmo más bien cochinero, sin ambición de marca ni de ritmo objetivo, en plan tirada larga suave... ¿Alguien lo ha hecho?

Por ahora, la próxima estación será seguramente Zaragoza. Sevilla tiene muchos números. Y repetir Barcelona, con otro planteamiento, algo que me ronda la cabeza.

Hace un año aún no se me había pasado por la cabeza correr una maratón. Me parecía algo tan remoto... Pero haber leído a tantos bloggers y ver lo grande que es enfrentarse con los 42195 metros y salir victorioso me dio el pequeño empujón que necesitaba. Hace poco un amigo con el que no hablo muy frecuentemente, después de ver una foto de una 10K en Facebook, me preguntó que para cuándo una maratón... Orgulloso, le contesté que en octubre o noviembre correría la tercera... :)

También en Facebook me dijeron una vez que les hacía mucha ilusión verme correr maratones... Cuando sólo había corrido algunas 10K... :) Manu también me comentó que un compañero en el trabajo le comentó que corrió una maratón de Barcelona y no le gustó porque no pudo correr a gusto con tanta gente... Extrañado, le preguntó que a qué ritmo quería ir, para sentir que la multitud le impedía correr... Dijo que no muy rápido, pero claro, que tanta gente era un agobio. Hasta que descubrió que la maratón que corrió su compañero eran los 11 kilómetros de la Cursa de El Corte Inglés... :)

En fin, que volveré a correr una maratón de verdad, con sus 42 kilómetros y sus 195 metros, que después de correr la primera y leer vuestros comentarios, cuando me llamasteis maratoniano, ya estaba pensando en la segunda, en la tercera, y en todas las que vendrán. Vuelve la temporada de maratones, por ahora en verano no correré ninguna, pero no juraré que algún año de éstos en julio acabe en los Monegros derritiéndome en una ultramaratón... Es lo que tiene juntarse con Carles Aguilar o El Abuelo Runner... ;)

lunes, 13 de junio de 2011

Medio cochinero, medio progresivo, ambos al sol

Can Mercader ya es historia, la próxima maratón caerá en octubre o noviembre, y no empezaré la preparación hasta principios de julio. Así que tengo unas semanas para seguir entrenando sin un objetivo claro. Descartado machacarme a series para volver a intentar hacer mi marca en 10K, creo que en verano está simplemente fuera de mi alcance, seguiré combinando tiradas cortas, algunas series, rodajes más largos, quizá más montaña e intentaré salir a correr con calor, aunque sea a modo de ligera aclimatación.

Aún así, volveré a correr 2 carreras de 10 kilómetros más. El 26 de junio la Cursa de la Vila Olímpica, sobre todo porque tiene carrera infantil, y mi cachorro mayor no deja de preguntarme cuándo podrá volver a ir a una carrera desde que corrió en la Pujada a les Dues Pedres. Y el 3 de julio es la de La Maquinista. Una buena oportunidad para despedir la temporada con la familia. Ya lo he comentado con Pere, podemos quedarnos después de la carrera por ahí y hacer una jornada runner de fin de temporada con familia, compañeros, niños y todo lo que cada uno traiga, comiendo en el mismo Centro Comercial. ¿Quién se apunta? :)

Empezaba diciendo que Can Mercader es ya historia, y hoy empecé a pasar página aprovechando que es festivo en Barcelona y metiéndome 10 kilómetros bajo el sol. Estábamos a unos 24 grados, no es un calor tropical, pero acostumbrado a entrenar bien fresquito de madrugada iba a ser una buena prueba para mí. Antes de salir había hablado con Manu y le recomendé para las agujetas que tenía un rodaje cochinero de 8 ó 9 kilómetros. Esa era más o menos mi idea para hoy.

Salí de casa bien despierto y desayunado, ya era casi mediodía, el río estaba plagado de bicicletas, patines, corredores y paseantes. Me enfilé hacia el mar, empezando con viento en contra, a esa hora sopla al revés que al amanecer, curioso. El primer kilómetro lo hice en 5:26, el auténtico rodaje cochinero lo suelo hacer a 5:45 y el primer kilómetro siempre por encima de 6:00... Pero parece que el cuerpo no quería cochinero, tampoco estaba tan cansado ni tenía agujetas. Así que decidí darme un castigo de calor. Salí sin agua, 10 kilómetros tampoco son para morirse de sed, y menos a ritmos cochineros, así que tampoco podía pasarme.

Bajo el sol y la humedad hice los 4 siguientes kilómetros a un ritmo bastante estable, 4:58, 5:01, 4:54 y 4:57. Pulsaciones alrededor de 150bpm. Mucho calor y viento en contra.

Y fue dar media vuelta, y empezar a sentir ganas de correr. El viento ya no era obstáculo, el calor se podía soportar, no es lo mismo correr a 5:00 y 150bpm hoy que a 4:00 y 175bpm ayer... :)

Así que fui incrementando muy poco a poco el ritmo, marcando en los 4 siguientes parciales 4:50, 4:45, 4:40 y 4:30. El calor ya daba fuerte, no iba deshidratado aunque habría bebido con gusto, y como no era cuestión de machacarse en exceso, bajé el ritmo saliendo ya del río y acabé 1 kilómetro más a 4:53 y 300 metros a 4:58.


Salen 10,30 kilómetros en 5:27, a una media de 4:54, pulsaciones medias de 153bpm y máximas de 171. Mañana quizá sí que haga el cochinero de madrugada, y seguramente descanse miércoles, haga calidad y rodaje jueves y viernes, descanso sábado, y el domingo tenemos quedada BRT para hacer 30 kilómetros por el Llobregat. El punto de encuentro es el campo del Español, a las 9:00am. Según lo veamos, se harían dos o tres grupos según ritmos y objetivos, con la idea de empezar juntos y acabar juntos, aunque probablemente vayamos juntos todo el rato. ¡Estáis invitados!

domingo, 12 de junio de 2011

Crónica de los 10K de Can Mercader

Pues no, no pudo ser... Lo intenté, me preparé, pensaba que lo tenía al alcance de la mano, pero ni de lejos, mi marca en 10K seguirá clavada en los 39:54 seguramente hasta bien entrado el otoño o el próximo inverno. A todos los corredores nos afecta la temperatura, es algo científicamente indudable, aunque supongo que dependiendo de nuestro organismo nos puede afectar más o menos.

El caso es que con mi horario de entrenamiento, que es a lo que se va acostumbrando el cuerpo, correr con sol de justicia o a más de 18 ó 19 grados se convierte en una tortura. Toda la semana ha estado haciendo fresquillo e incluso hemos tenido bastante lluvia. Pero no, hoy por la mañana, pese a algún conato de nubes y una temperatura todavía interesante a las 9:00am, el tiempo ha decidido cambiar de tendencia y ha vuelto la temperatura normal en esta época del año, es decir, el calor.

Como intentando huir de él, me levanté, como es habitual, antes de que saliera el sol. Mi desayuno habitual, bocata con zumo de naranja, café y galletas, un par de sesiones de punto 8, e incluso una siestecilla en el sofá antes de salir en dirección a Can Mercader. A las 8:00am llegaba Manu puntual y nos íbamos dispuestos a cruzar Barcelona para hacer una 10K llanita, rezando por que el tiempo nos respete.

Llegamos con tiempo de sobra para coger el dorsal, y nada más hacerlo nos encontramos con Carles y empezamos a hablar de nuestros planes mientras calentamos. Carles, preparando el Isostar Desert Maraton, buscaba hacer una tirada de 10 kilómetros para recordar las sensaciones de correr esa distancia, Manu venía algo tocado después de algún exceso futbolístico el día anterior, y yo seguía pensando en intentar atacar mi marca, aunque ya empezaba a ver que el tiempo no estaba por la labor. Seguimos calentando, vi a Óscar fugazmente y nos preparamos para empezar a correr, después de hacer un par de fotos.








Calenté y estiré suavemente, pero ya estaba sudando a mares. El sol no acababa de salir del todo, pero la humedad y bochorno eran más que evidentes. No eran las mejores condiciones, tenía dos opciones, salir a por todas y ver si aguantaba el ritmo, o salir conservador dado que la temperatura podía partirme por la mitad durante la segunda vuelta. Pero claro, conociéndome, me decanté por la opción 1...

Empezamos a correr. Me coloco delante, salimos todos con esa curiosa sensación de que no estamos corriendo apenas, pero el Forerunner marca 3:41 el primer kilómetro. Tengo el grupillo de la liebre del sub 40 delante, voy bien de ritmo, pero noto que algo falla. No estoy respirando bien. Las piernas funcionan, pero si no llega suficiente oxígeno ese ritmo no puede durar mucho. Dura un kilómetro más, hago el segundo a 3:58. Pero noto que en cuanto me despisto, dejo de respirar a un ritmo acorde al tipo de carrera. El tercero lo hago 4:03, ya más lento que el ritmo objetivo. Lucho por respirar bien, me cuesta, y empiezo a notar los efectos del calor. Cuarto a 4:09, perdiendo fuelle. Y acabo el quinto, pasando por meta, en 4:14. Hago la primera mitad en 20:25, lejos del tiempo deseable para acabar por debajo de 40:00, máxime si el ritmo iba bajando en lugar de mantenerse constante...

Bebo algo de agua, pero el resto de la carrera se convierte en un suplicio. Me doy cuenta de que sigo sin conseguir respirar correctamente, cuando me despisto respiro muy despacio, y eso hace que el ritmo baje, reacciono, aumento la cadencia de las inspiraciones, pero vuelvo a las andadas, una lucha muy extraña, las piernas las siento bien pero los pulmones no colaboran, pasan los kilómetros y el ritmo no aguanta... 4:20, 4:22, 4:23 y 4:29 los cuatro siguientes. El último intento correr un poco más, pero me cuesta horrores...


Acabo en 42:12, tiempo real del chip, cuando hace apenas un mes días hice 41:01 en una carrera con perfil más duro, y en ese tiempo he estado entrenado la fuerza en mis salidas por montaña y haciendo series exigentes, pero la diferencia de temperatura creo que ha sido letal en este caso.

Dentro de dos semanas correré la Cursa de la Vila Olimpica. Es un recorrido también llano. No voy a cegarme, estas dos semanas seguiré con las series y entrenamientos cortos, si dentro de dos semanas el día acompaña y me siento en condiciones, lo volveré a intentar, y si no, noviembre será una buena oportunidad.

Pero lo mejor del día estaba por llegar. Rafa nos dijo que estaría en la llegada con la cámara, y me hizo una foto llegando a meta... Me llamó y por eso salgo buscando a alguien... :)





Después de la llegada me encontré con Manu, que se paró en el kilómetro 5. Los gemelos muy cargados después de lo de ayer era un riesgo muy grande, y como el día no estaba para hacer marcas, tomó la sabia decisión de no arriesgar más de la cuenta. Me comí un bocata de fuet y me bebí una Cola Hacendado y un Red Bull, mientras aparecía Carles. Fuimos a cambiarnos y nos reunimos de nuevo un poco más descansados, con el cigarrillo en la boca, para comentar la carrera, la quedada del domingo que viene, los planes de cada uno... Se unieron Óscar y Rafa, y el grupillo de runners quedó así de espectacular.





Como la conversación estaba tan animada, un bar que había cerca se convirtió en el lugar en el que la continuamos, como también da fe esta foto.





Espectacular la cara del dueño del bar emergiendo entre las cervezas... :) Y grande el momento que pasamos comentando planes, ideas, proyectos, retos... Continúan los secretos inconfesables, de nuevo el tema de la ropa interior dio de sí... O brilló por su ausencia en algunos casos, a buen entendedor...

En resumen, una carrera difícil por el clima, soy realista y creo que en verano me va a costar ir a por marca, aunque seguramente lo volveré a intentar... Pero una carrera que ha merecido mucho la pena sobre todo por la oportunidad de pasar un buen rato con amigos que comparten esta afición tan sana, en la que todos siempre estamos dispuestos a ayudarnos los unos a los otros. El domingo que viene volveremos a vernos las caras, esta vez los planes son hacer una tirada larga, Carles y Rafa, y parece que Oscar también, están preparando sus ultramaratones desérticas, y el domingo nos han invitado a acompañarles en su tirada larga de la semana. El punto de encuentro es el campo del Español, el domingo a las 9:00am. Quizá hagamos un par de grupos según el ritmo objetivo, saldremos juntos y acabaremos juntos, seguramente iremos juntos mucho tiempo. Tendremos tiempo de contarnos muchas batallitas, y quien quiera apuntarse invitado está, a compartir una mañana haciendo lo que tanto nos gusta.

jueves, 9 de junio de 2011

Cochinero con sorpresa

Hoy he acabado los deberes para el domingo. Mañana descanso seguro, el sábado creo que también. Al tercer día seguido que entreno noto que la rodilla se queja un poco más, así que para llegar el domingo bien fresco seguramente el sábado me lo tomaré libre de running.

Para acabar el nanociclo, rodaje cochinero al canto. El esfuerzo de ayer fue intenso pero corto. Al salir esta mañana, no me notaba cansado ni me pesaban las piernas, pero tampoco fue un esfuerzo sobrehumano ir despacio. Por varios motivos...

Los prolegómenos antes de salir fueron los correctos. El punto 8 un poco justo, pero no parecía ser importante. Cacharrillos preparados, ropa lista, plásticos para reciclar, y a la calle. Estiro un poco y a correr.

Ritmo cochinero desde el primer momento. Esos rodajes los agradece el cuerpo... Primer kilómetro a 6:09, segundo a 5:55... Pero con problemas... Un viejo conocido... Os doy una pista... En esta imagen se ve que tuve que desviarme apresuradamente de mi ruta...


Y la explicación de lo que pasó... Es un párrafo un poco escatológico... Así que os evito el mal trago si sois especialmente sensibles... Pasa el ratón por encima del párrafo de abajo sólo si quieres verlo...

Ya noté poco después de empezar a correr que algo no había ido bien. El punto 8 fue muy justito. Me quedé con esa sensación del trabajo hecho a medias... Como era una tirada suave pensé que, al no tener que apretar el ritmo, tendría más fuerza para apretar otra cosa y evitar un inoportuno escape. No era la primera vez que salía de casa con alerta creíble de punto 8 nivel rojo, el máximo conocido. Me arriesgué, noté la presión desde el primer momento, por un momento dudé en darme media vuelta y volver a casa, era consciente de que cuanto más me alejase, más difícil iba a ser abortar el entrenamiento a tiempo. Seguí adelante, cada vez con más presión, esperando un cambio de tendencia y que mis intestinos reacomodaran la masa crítica que no encontraba su lugar... Y ya no podía más... No había una entrada al río cerca. Ya era de día. A ambos lados del camino no había un solo sitio con algo de intimidad. En cualquier momento podía pasar un ciclista o un corredor. Recordé que más adelante había un pequeño montículo protegido por algo de vegetación... Apreté un poco el ritmo... Salí de la ruta... En un rápido gesto me coloqué en posición de Caganer y di tienda suelta a mis instintos... Fue una maniobra rápida y precisa. Una liberación en toda la regla... Fue tan rápido que no pasó nadie cerca... Y por fin respiré tranquilo...


Tras el incidente, seguí la ruta a ritmo muy suave, mucho más ligero en todos los sentidos. 5:49, 5:38, 5:25, 5:31, 5:24... Notaba que empezaba a tener ganas de correr, las piernas pedían caña, pero no, no era el día ni el momento, opté por relajarme y dedicarme a observar el curioso paisaje que rodea mi ruta matinal...

Una fábrica de cerveza al lado de una depuradora de aguas fecales... No sé si volveré a tomar una Damm...

Una horrible fábrica de cemento al lado del desgarrado Turó de Montcada, en la otra orilla...

Unas vallas metálicas con unas pintadas horrendas y mal combinadas...

Una vegetación descuidada, descontrolada e improductiva en el río...

Una patos muy feos nadando plácidamente, los mismos que ayer miraban extrañados el río enfurecido preguntándose por qué leches no podían darse un baño...

Un pavimento irregular, quebrado, levantado por donde discurren las raíces de los árboles...

Unos mosquitos asesinos que irremediablemente se convierten en un aporte proteico extra por las mañanas...

Un horrible zurullo que alguien había dejado por ahí...

Y otras lindeces en las que no me había fijado después de tantos años...

Pero mi río Besós es mi río Besós, y entrenar a su lado no lo cambio por nada... :)

Pasaron los últimos kilómetros con la mente concentrada en estas cosas, el ritmo muy suave... 5:14, 5:20 y 5:34, algo irregular, dominando las ganas de correr, dando un respiro a las piernas, y llegando a casa descansado.

Ahora sí, me retiro a mis aposentos, os leeré atentamente, y el domingo a correr en Can Mercader. Quedaré con Carles (ya hablaremos!) y Manu, si no se apunta nadie más, y espero contar muy buenas noticias el mismo domingo.

miércoles, 8 de junio de 2011

Mi primera colonia

Mi primera colonia fue Williams Sport. Mis primeros pantalones, unos Levi's 501 negros. Mi primer ordenador, un ZX Spectrum. Y mis primeras series cortas, unas 15x300... :)

Aunque estuvieron pendientes de un hilo durante un rato. Cuando sonó el despertador esta mañana, llovía a mares, con sus pececitos y todo, como dicen los franceses. Dudé unos segundos, ya no dudaba entre hacer series o un rodaje suave, dudaba si merecía la pena salir a correr con la que estaba cayendo.

Pero la duda me duró apenas un minuto. No sé qué extraño mecanismo de mi cerebro se activó y me levanté muy tranquilo, con la total y absoluta convicción de que cuando saliera a correr ya habría parado de llover. Estaba tan convencido que dejé de pensar en la lluvia y me concentré en mis galletas, mi café, el update de mi iPhone 3GS con iOS5 y sincronización de Apps OTA que dejé en marcha anoche, y por supuesto, el punto 8.

Cumplo todos los prolegómenos, y sí, mágicamente la lluvia va bajando en intensidad y cuando empiezo a estirar apenas caen las cuatro últimas gotas. Me preparo para salir, esta vez sin chuches en la garganta, y me dirijo en dirección al río pensando en lo emocionante que iba a ser hacer series de 300 metros. Iba sin referencia, nunca las había hecho, no quería pecar de optimista ni quemarme mucho al principio. Calenté 14 minutos a 5:54, apunté hacia el mar, y con los nervios del debutante, empecé a correr mis primeros 300 metros conteniéndome un poco.

La emoción me embargaba por momentos, los descansos de 45 segundos me revigorizaban, y volvía a repetir el bucle mágico de correr 300 metros y descansar 45 segundos aumentando un poco la cantidad de esfuerzo en cada serie. Hice las 8 primeras con viento a favor, a estos ritmos:

4:15 - 4:05 - 3:48 - 3:49 - 3:47 - 3:44 - 3:45 y 3:43

Ya llevaba la mitad, me encontraba bien, la ausencia de viento en contra era una bendición, me estaba gustando eso de ver un 3 en los minutos y un 4 en las decenas de segundo, pocas veces el Forerunner te da esos gustazos... :)

Media vuelta, y vamos a por las últimas 7, esta vez con viento en contra. En la primera notaría que el ritmo se resiente, obviamente, pero quería seguir la progresión poco a poco en las 6 restantes. Ahí vamos:

3:50 - 3:49 - 3:47 - 3:47 - 3:36 - 3:40 - 3:26


¡Guau! Son 300 metros, no es lo mismo que 1000 ni de lejos, pero qué alegría ver el Forerunner marcar tres veintipico... :) La decimotercera y decimocuarta quizá no encajaron del todo bien, la penúltima siempre es mentalmente la más difícil, pero me quedo con un balance muy positivo, casi me salen en perfecta progresión, y en la última corrí como nunca había corrido. Eso sí, fueron 300 metros, llegan a ser 10 más y simplemente habría estallado en mil pedazos... :)

También experimenté varios casos clásicos de incoherencias espacio temporales que acontecen cuando se hacen series. La primera, la famosa perturbación del espacio tiempo. A partir de la décima, curiosamente, los 300 metros se hacían más largos, medían unos 500, y los 45 segundos se acortaban sustancialmente, no duraban más que unos 25... :)

Y por supuesto, el famoso salto atrás en el tiempo. Se suele producir en la serie número 13. La que debería ser la 13, según tus cuentas, pero que el Forerunner indica como la 12.

Por lo demás, muy buenas sensaciones, sin molestias en las rodillas, corriendo muy cómodo, respirando mucho mejor que estos dos últimos días, y con la moral alta para el domingo. Mañana sí, rodaje cochinero, el viernes descanso total, y me queda el dilema de salir el sábado a hacer unos 20 minutos suaves y unas rectas. Quizá sea lo correcto, pero también quiero llegar muy descansado y con las rodillas relajadas. ¿Sí o no? Me lo pensaré... :)

martes, 7 de junio de 2011

A buenas horas se pone a llover...

Sí, está cayendo una buena y se supone que mañana seguirá así. Esta mañana he salido a mi hora habitual y no llovía, pero ahora mismo llueve bastante y la previsión es que lloverá toda la noche y mañana por la mañana, así que la probabilidad de poder entrenar en seco mañana es bastante alta, dado lo poco que aciertan los meteorólogos últimamente... ;)

Pero antes de pensar en el entrenamiento de mañana, dejo constancia del de hoy. El lunes descansé después de las series del domingo, y hoy quería hacer un progresivo guardando algo de fuerzas para mañana. Esta vez cambié un poco el ritual, añadiendo un pequeño pecado después del café. Os cuento... Resulta que mis cachorros fueron a un cumpleaños el domingo y trajeron las clásicas bolsas de chuches tan cómodas y baratas para los papás pero tan poco adecuadas para un niño que debería comer cosas más sanas... Mis dos angelitos son muy buenos niños, os puedo contar que el grande, que va a cumplir ocho años, no ha probado una Coca Cola o una Fanta en su vida, se bebe los vasos de leche solos, sin Cola Cao ni Nesquik, y la bebida con la que se da homenajes de vez en cuando es la horchata. No cuesta mucho que entiendan que los chuches no son adecuados para los niños, y ahí se quedaron las bolsas sin abrir...

Pero resulta que el degenerado del padre pensó, total, si básicamente son azúcar, no me harán daño, me podría comer uno por las mañanas antes de salir y tener un aporte energético extra... Y volví a hacerlo, sí, confieso, el domingo también me comí uno... Bueno dos... Hoy repetí... Y noté que tenía la garganta algo pegajosa, me costaba un poquito más de la cuenta respirar, el domingo también tenía esas sensación y ahora lo relaciono con los chuches... Total, la bolsa a la basura, aprendí la lección de mis niños y seré un papá bueno que no come dulces antes de entrenar... :)

Con el malvavisco todavía en la garganta, a las 5:57 hoy ya estaba corriendo en dirección al río. Ruta de Montcada, empezando muy suave, progresando poco a poco, sin querer apretar más de la cuenta, pero uno se anima, y al final me salen estos parciales:

6:01, 5:38, 5:15, 5:12, 4:55, (cambiamos a viento a favor) 4:38, 4:32, 4:21, 4:12 y enfriando a 4:40.

9,22 kilómetros a una media de 4:58, pulsaciones medias de 149bpm que llegaron a 169bpm cuando más apretaba en el penúltimo kilómetro.


Muy buenas sensaciones pese a pagar el pecado de las golosinas en mi garganta. Y ahora el dilema. Mañana quería hacer las series cortas, 15x300, sin machacarme demasiado. No las quiero dejar para el jueves, quiero llegar muy descansado al domingo. Pero con la lluvia no me hace gracia hacerlas, aunque por otro lado, hacerlas con lluvia también ayudará a no ir a tope. Si las hago mañana, no sé si decidirlo en el último momento, según amanezca, el jueves haría un rodaje cochinero. Si mañana no me decido, las haría el jueves, pero seguramente haría menos. Por poco bien que esté el pavimento, creo que las haré mañana...

domingo, 5 de junio de 2011

6x1000, regulín, regulán

Al final fueron las 6x1000, estoy a una semana de Can Mercader y quería hacer dos sesiones de series es esos últimos 7 días. Hoy opté por las largas, y me dejaré para el miércoles las cortas, para llegar más descansado al domingo.

Decir Isidro haciendo series es decir Besós, me estoy convirtiendo en el embajador oficial del río entre el mundo runner, como diría Gonzalo, :), pero hoy, por primera vez en mi vida de corredor, me he quedado sin poder bajar a la ribera del río a correr...

Anoche estuvo lloviendo bastante, y hoy, cuando sonó el despertador a las 6:00am, estaba lloviendo bastante. Fue superior a mí... Hoy no tenía prisa, así que me regalé unos minutos extras en la cama, escuchando muy flojito a The Beatles mientras el sonido de la lluvia me adormecía lentamente... A las 6:45am mi cachorro mayor, seguramente preocupado porque su padre estuviera aún en la cama a esas horas, decidió que ya era hora de levantarse y apareció reclamando su desayuno. Me levanté, desayunamos los dos, y de nuevo el sofá y el ruido de la lluvia se apoderaron de mi consciencia y volví a quedarme frito. Ayer quizá me sobró algún kilómetro, esta semana ha sido intensa en el trabajo, además el sábado, antes de entrenar y precisamente después de leer el post de Manuel Robaina me dio un apretón tremendo que creo que me dejó algo débil y deshidratado. Quizá por todo eso, esta mañana me caía de sueño y no me encontraba tan enchufado como debería...

Después de dormir un poco más, me armé de valor, me vestí de runner, y empecé a correr poco antes de las 10:30am, bien desayunado y descansado, quizá demasiado. Calentando me acerqué al río, y noté que había mucha gente en la parte de arriba y unos señores controlando en las entradas, que estaban cerradas, cuando a esa hora ya están abiertas todo el año. El Besós bajaba enfadado, bravo, marrón, casi desbocado. Las sirenas de alarma estaban dándolo todo, las escuchaba incluso con los auriculares. Así que tuve que improvisar unas series por la parte de arriba, con charcos, jubilados, jubiladas y bicicletas por doquier. Me recordó a los 2x6000 que se marcaba RA en el paseo marítimo esquivando veraneantes... :)

Seguí calentando en dirección a Montcada para analizar el terreno, nunca me había atrevido a hacer series por ahí, vi que los charcos no eran insalvables, así que decidí dar media vuelta y acabar el calentamiento, casi 13 minutos a 5:28, para hacer una serie con viento a favor, dos en contra, una a favor, otra en contra y otra a favor.

Sin más dilación, ahí van los tiempos, marco con (--) las que hice con viento en contra:

3:57
4:10 (--)
4:09 (--)
3:57
4:12 (--)
3:58


Si el viento me quita 10 segundos por kilómetro, habrían sido 3:57, 4:00, 3:59, 3:57, 4:02 y 3:58. Rondando el 4:00 por kilómetro que equivaldría a hacer 40 minutos en los 10K. Pero las series deberían haber salido un poco más rápidas que el ritmo objetivo para la carrera. Espero que mejoren las sensaciones durante la semana, no me quejo de cómo han salido las series, con tantos charcos, gente, zigzagueo, estado físico regular, pero debo estar alerta estos siete días que quedan. Sigo estando optimista, no voy a conseguir en una semana lo que no haya trabajado ya, ahora toca cuidarse, acabar de afinar un poco, descansar, y ver si cumplo el mini objetivo.

sábado, 4 de junio de 2011

Asomándose al litoral

Una de mis zonas de entrenamientos largos favoritas es la ruta Besós - Litoral. Yendo de casa hacia la playa, saliendo del río para girar en la estación de San Adrián hacia la derecha, en dirección a Barcelona, recorriendo parte de la Diagonal y cruzando la Ronda por la calle Josep Pla, se puede llegar por la costa de Barcelona más o menos lejos, desde las Torres Mapfre hasta el hotel W. Contando el camino de vuelta, y la propina que se puede añadir alargando la ruta de vuelta hasta Montcada, se pueden llegar a hacer tiradas de 32 kilómetros y más totalmente llanas, cruzando sólo un semáforo.

Dentro de los planes de mis dos maratones, he hecho entrenamientos de entre 20 y 32 kilómetros por esa ruta, la mayoría en fin de semana, pero si me acuerdo de uno especialmente es del que hice el 24 de enero, preparando la maratón de Barcelona, me levanté a las 4:30 para hacer 20 kilómetros antes de ir a trabajar, casi me muero de frío, pero correr a esas horas por esa zona de Barcelona es una experiencia única que os recomiendo hacer alguna vez si tenéis la oportunidad.

Desde que hice la maratón de Barcelona no había vuelto a correr por ahí. Últimamente estoy entrenando unos 10 kilómetros al día entre semana, compaginándolo con series y algunas tiradas más largas por montaña el fin de semana. Estoy a apenas una semana de Can Mercader, así que me daré un poco más de caña con la series, no me machacaré tanto con la montaña, y no alargaré más de la cuenta las tiradas del fin de semana.

Así que hoy pensé volver por esos lares. No quería correr más de 15 kilómetros, así que no llegaría a ver el mar, pero mentalmente fue bueno cambiar un poco la ruta y correr un poco más. La idea era salir tranquilo, correr tranquilo y llegar tranquilo, pues mañana quiero hacer series a tope.

Dicho y hecho. Aproveché para dormir un poco más, me levanté a las 6:00am y a las 7:03am ya estaba corriendo en dirección al río, con mis dos galletas de chocolate y un café en el cuerpo. Empiezo a 5:43, 5:15, y a partir del tercero pongo el piloto automático unos segundos por debajo de 5:00, corriendo muy cómodo. Quería correr en el rango de 145-155bpm, hice la mitad del recorrido por debajo de 150, a 5:00 segundo arriba o segundo abajo, y di media vuelta justo antes de cruzar la ronda.

La segunda mitad del entrenamiento, volviendo a casa, fue con viento en contra, me iba animando, la hice a 155bpm, seguramente por el sobreesfuerzo que inconscientemente hice para mantener ese ritmo con viento en contra rondando los 5:00, muy bien de sensaciones, mirando de reojo el Forerunner y pensando en cambiar el ritmo y acabar fuerte, pero no, el instinto asesino para otro momento... :)

Llegue a casa 1 hora y 15 minutos después, completando poco más de 15 kilómetros a una media de 5:00, pulsaciones de 148bpm, bastante regulares durante todo el entrenamiento.



A ver qué tal salen mañana esas series. Aún me queda la duda de si es mejor hacer mañana el 6x1000 o el 15x300. ¿Algún consejo? Mañana haré una de esas dos series, y el miércoles o jueves la otra. Mañana saldré a media mañana, bien desayunado, en cambio entre semana saldré recién levantado...

jueves, 2 de junio de 2011

Progresivo

Último día del nanociclo de martes a jueves, después de las series de ayer, hoy quería hacer un progresivo pero sin machacarme. Entrenando tan pronto me es muy difícil salir a un ritmo concreto desde el primer momento, por eso es casi inevitable que los cuatro primeros kilómetros sean para ir entrando en calor y aumentando el ritmo poco a poco. Y hoy no iba a ser excepción.

Volvió a sonar el despertador a la hora habitual. Y ya noté que me sentía mejor que ayer. Me acosté antes, dormí mejor, y salí de la cama pensando que iba a hacer un buen entrenamiento. El punto 8 volvió a resistirse, apareció, pero muy tímidamente, lo que supuso una pequeña carga extra durante el rato que estuve corriendo, no llovía aunque hacía un poco de frío, y el viento soplaba en la dirección habitual. Todo bajo control.

A las 5:50am ya estaba corriendo hacia Montcada. Cuatro kilómetros cogiendo ritmo, a 5:48, 5:26, 5:13 y 5:09, corriendo cómodo. Media vuelta y dos kilómetros más a 4:56 y 4:47, ya con viento a favor. El ritmo ya es bueno y me siento muy bien. En ese momento es cuando aprieto un poco el acelerador, pero hoy preferí buscar un ritmo cómodo y mantenerlo hasta casi el final, guardando plumas para la doble sesión de series de la semana que viene, siguiendo los impagables consejos del amigo Atleta "Matraca" Roteño... :)

Y ese ritmo cómodo fue correr los 3 siguientes kilómetros a 4:33, 4:33 y 4:31, increíblemente a gusto, sintiendo The Flow, con las pulsaciones a 157bpm prácticamente clavadas durante esos 3000 metros. Unos metros más a 4:27 llegando a casa, para totalizar 9,27 kilómetros a ritmo de 4:59, pulsaciones medias de 147bpm.

Esos tres kilómetros en los que las pulsaciones se quedaron en un rango muy cómodo y corrí a 4:33 me han hecho repasar los datos de la maratón de Barcelona, tenía curiosidad. Obviamente no es lo mismo correr 3 kilómetros que 42, pero me ha resultado curioso ver que en Barcelona hice los primeros 21 kilómetros más o menos a ese ritmo, incluso algo más lento, pero las pulsaciones estaban rozando los 170bpm... Soñar es gratis, qué bonito sueño sería correr una maratón a menos de 160bpm y 4:33 de media... :)

Mañana descanso, el plan para el fin de semana es una tirada media y suave el sábado, y unas series de las que me recomienda el Atleta Matraca el domingo. No sé si hacer el 15x300 o el 6x1000. El domingo correré e media mañana, bien desayunado, el cuerpo estará más despierto, quizá en mejores condiciones para hacer las 6x1000 empezando a 4:05 y acabando a 3:50. Y podría dejarme las 15x300 para el miércoles. ¿Suena bien? :)

miércoles, 1 de junio de 2011

Series mejorables, aunque no malas

Tras el rodaje cochinero de ayer, que me sentó de maravilla, hoy tocaron series. Siguiendo el consejo del Abuelo Runner, opté por no hacerlas de un kilómetro, ni tampoco de 500 metros, así que me quedé justo en el punto medio, 8 series de 750 metros, en dos grupos de 4, con 1:15 de recuperación andando.

Faltan menos de dos semanas para Can Mercader, las sensaciones son buenas, pero tampoco puedo pretender correr 5 segundos por kilómetro más rápido cada día. Las series son una buena referencia de nuestra velocidad punta, pero igual que nos puede pasar el día de una carrera, muchas circunstancias pueden hacer que un día salgan mejor y otro peor. Las últimas me salieron muy bien. Las de hoy, regular.

Cuando suena el despertador, empiezo a hacerme una idea de cómo irá el entrenamiento. Normalmente salgo descansado de la cama, sin pensármelo dos veces, directo a por el café y el punto 8. Hoy en cambio, no salí tan rápido, incluso caí en la tentación de dejar la cabeza apoyada en la almohada después de apagar el despertador, con el riesgo de volver a abrir los ojos media hora después, pero tras un minuto dubitativo ya estaba en marcha. Me notaba algo cansado, no dormí tan bien como otros días. El café me supo bien, pero no hizo efecto junto a las galletas y salí sin cumplir el punto 8. Estaba lloviendo y hacía algo de frío, así que salí con gorra. No empezaba con buen pie, no...

Como me salían algo más de 10 kilómetros por mis cuentas, empecé algo antes, a las 5:44am ya estaba corriendo en dirección al río. Con un trote realmente cochinero... Poco menos de 12 minutos a 6:32, sin pasar de 138bpm, para calentar.

Una vez en el río, me sorprende la sensación de que el viento sopla en sentido opuesto al de cada mañana. El día está nublado, llueve un poco, supongo que eso algo tendrá que ver. Como las series las hago en el tramo llano que hay al lado del río, en vez de en dirección a Montcada, las primeras van a ser con viento en contra, así que improviso la decisión de hacer 4 hacia el mar, y 4 de vuelta, para acabar sin el viento como contrincante. Sintiendo que el viento molesta, aunque no tanto como de costumbre, hago las 4 series de 750 metros en una buena progresión a ritmos de 4:21, 4:11, 4:02 y 3:59.

Bueno, para estar cansado, me alivia hacer la cuarta por debajo de 4:00, me tomo un descanso un poco más largo, media vuelta, y...

¿Cómo es posible que otra vez el viento sople en contra?

Supongo que el viento era variable, arremolinado, a ráfagas... Por eso lo noté por igual en los dos grupos de series. Así que, todavía pensando en el viento, cuatro más en dirección a casa, a ritmos de 4:03, 4:08, 4:02 y 3:56.

Se atragantó un poco la sexta, pero acabé las dos últimas bien. Me salieron unos tiempos acordes a las 4 primeras, así que me quedo con la teoría de que el viento afectó igual a la ida que a la vuelta.



Mañana toca levantarse descansado y hacer un progresivo, si me veo con fuerzas, acabando fuerte, si no, guardándolas para otro momento. Descanso el viernes, y probaré a correr con calor el fin de semana.