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miércoles, 4 de julio de 2012

La leyenda del Besós...

El lunes no tenía la menor duda, tocaba descansar. Antes de darme cuenta de lo tocado que me dejó la carrera del sábado, hice una tirada suave el domingo con tormenta incluida, y el lunes, cuando me levanté, me di cuenta de que los cuádriceps no me iban a perdonar el maltrato al que les sometí...

El martes, para recordarles que ya estamos de lleno preparando una maratón, opté por recuperar las series algo más largas, todavía a un ritmo de media maratón, tanto por estar aún al principio del plan como por las horas intempestivas a las que las hice...

A las 5:52 ya estaba calentando, 2 kilómetros y medio a 5:24. Luego, 2000 metros con viento a favor pero mucho sueño en contra, que salen a una media de 4:20. 1 minuto recuperando, media vuelta, 2000 metros más, viento en contra, y ritmo de 4:25, más despierto pero condicionado por el viento. Recuperación, y a por la tercera, ya más despierto, a 4:14, acabando a 175bpm. Vuelta a casa trotando a 5:25, y las primeras series largas del plan que no salieron mal del todo.



Hoy tocaba rodar mucho más tranquilo... Y gracias a eso, mi cabeza no iba tan concentrada y pude por fin entender la vieja leyenda que circula por el Besós... Fue el día y el momento adecuados para hacerlo...

Estaba ya corriendo a las 5:48am. Salí tras una sesión de punto 8 demasiado suave... El Pato de Pekín del día anterior creo que había estado de fiesta toda la noche. A quién se le ocurre cambiar de restaurante chino para la comida de los martes...

Dos kilómetros muy suaves, 6:12 y 5:29, estaba claro que el cuerpo no funcionaba, el pato y la salsa habían hecho estragos y tocaba parada debajo del puente...

Dicho y hecho. Efectivamente, era cosa del pato. La textura, color y olor no dejaron espacio a la más mínima duda... Y tras observar atentamente lo que me estaba impidiendo correr cómodo, volví a correr, a ritmos ya de entre 5:11 y 5:18, mientras iba entendiendo La Leyenda del Besós...

La Leyenda del Besós es una creencia muy extendida entre formícidos y coleópteros coprófagos de la ribera del río colomense...

Cuentan los habitantes de hormigueros y refugios de escarabajos que, algunos días, al alba, se ve pasar fugazmente a un ser mitológico, de tamaño enorme, millones de veces más grande que ellos, que se desplaza rápidamente sobre unos zapatos coloridos, cuyos tonos cambian aproximadamente cada tres meses, se cree que en función del paso de las estaciones... 
Los más ancianos del lugar han transmitido, generación tras generación, la creencia de que, si los insectos han trabajado duro y rezado lo suficiente, tras pasar cerca del puente del Molinet ese ser mitológico, al que llaman Isidris, esporádicamente aparece a la entrada de su guarida una boñiga enorme que los miembros más jóvenes de la colonia descubren poco después del amanecer, y con gran jolgorio y alegría, proceden a desmantelar y trasladar al interior de sus moradas para proporcionarles nuevas reservas del preciado alimento que tanto necesitan.
Cuentan también que, si sus oraciones ha sido especialmente intensas y sinceras, Isidris puede dejarles dos días seguidos su preciado regalo divino, hecho que es celebrado con inmensa alegría por los habitantes de las colonias cercanas al puente del Molinet con todo tipo de danzas, cánticos y se cree que en casos extremos incluso algún sacrificio formícido para demostrarle su agradecimiento. 
Es algo que algunas corrientes dudan, en especial los coleópteros más escépticos, pero muchas de las hormigas más ancianas a veces explican que una vez al paso de Isidris le sucedieron tres boñigas distintas durante tres días consecutivos... Cuentan también que las celebraciones duraron una semana entera, y que incluso de tuvo que evacuar parte de la colonia para poder albergar tanta materia oscura... Pero sobre éste último punto no hay un claro consenso entre los líderes espirituales de las distintas colonias...


El entrenamiento acabó sin más sobresaltos, a ritmo suave, a una media de 5:22.

9 comentarios:

  1. Lo que me he reído con la leyenda. Menudo "caganer". ;-)

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  2. Qué bueno..te superas en cada entrada. El juego que te está dando el punto 8 y sus efectos colaterales. ¿Has pensado en mezclar zombies con Isidris y sus "regalos divinos"?

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  3. Hay que bautizar ese punto 8. Quien no se ha marcado nunca un Isidro corriendo por el parque?

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  4. Has incluido un nuevo bicharraco en tus crónicas: el pato. Genial! Patos, pollos y cochinos...me gusta.

    Lo de las series de 2000 a las 6 de la mañana a esos tiempos tan buenos me duele sólo de pensarlo, prefiero hacerlas yo por la tarde-noche que leerte que las haces a esa hora. Luego irás a trabajar como si te hubieras metido speed o coca (no de la catalana, sino de la que se esnifa).

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  5. Jajaja, que grande. Haces de lo escatológico algo bello, cómo un instante fugaz en el tiempo de pura magia, y mítico. No sabia que los escarabajos peloteros habitarán la península!

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  6. Noticia: científicos de todo el mundo están estudiando la causa de la desaparición periódica de todas las moscas de la región del rio Besos y su concentración en algunas madrugadas bajo el puente del Molinet.

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  7. Menudos madrugones te pegas para correr y aún más sorprendente lo de hacer series de madrugada, tienes que calentar y estirar muchooooooo para activar los musculos y articulaciones ha esas horas, yo de madrugada prefiero tiradas largas antes que hacer series, mejor hacerlas por las tardes/noches las series, un saludo máquina.

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  8. Increíble informa de narrar y de hacer "agradable" el sacar tu "culo a paseo" y hacer un "deposito" del que se ven favorecido diferentes "bichos". Tus madrugones para entrenar tampoco tienen parangón. Jamas se me ocurrirá inspeccionar bajo el puente del Molinet, jejejeje. Un saludo

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  9. No conocía esa leyenda, sobrevivirá a los tiempos gracias a las canciones de juglares y blogeros.

    Pa cagarse. Y lo las series madrugadoras, también.

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