Crónica de la Rock'n'Roll Madrid Marathon, y minicrónica de la Vilatrail 2015

Hace dos meses no sabía que iba a correr la maratón de Madrid este año. El 24 de febrero me llegó una invitación para correrlo, cortesía del Flying Blue Running Club, y como estas cosas no hay que pensárselas mucho, acepté de inmediato. En dos meses no se prepara bien una maratón. Y además, cuando me enteré de la noticia, estaba en pleno tapering para correr la maratón de Barcelona dos semanas después. Eso me dejaba 6 semanas para prepararme, más que para prepararme, para recuperarme de Barcelona e intentar mantener el estado de forma y no morir en el intento... Tenía incluso alguna carrera en el calendario, algún trail o algo así me sonaba... Bueno, me apunté, y no lo pensé mucho, porque si lo pienso lo mismo no me apunto... :)

Barcelona salió muy bien, una carrera con la que tenía una deuda pendiente y me la cobré con mi mejor marca en maratón. Tras correr Barcelona, Madrid estaba a seis semanas vista, el plan de preparación fue corto, intenso y algo accidentado... La última tirada larga fue la Cursa de El Corte Inglés, la corrí haciendo también MMP en esa prueba y de propina hice otros 15,5 km para volver a casa a ritmo Easy y completar más de 26, como contaba en mi anterior entrada.

La siguiente semana fue de rodajes más cortos e intensos. 9 km y 8 rectas de 100 metros el martes, 5 km Easy y 3 intervalos de 1600 metros el jueves, a 4:35, 4:20 y 4:15, que me dejaron buen sabor de boca, y el sábado otros 10 km suaves antes de la carrera del domingo, la Vilatrail 2015. El año pasado por estas fechas hice varios trails, incluido éste. Así de memoria creía recordar que eran unos 14 km y que no era tan duro... Pero casi me dio un ataque de hipo cuando fui a la web para ver el horario y descubrí que no eran 14, que eran 20, y además con un desnivel acumulado de 2400 metros... Y revisando el blog... Recordé que era el trail de los Walking Dead... :D

Además, la noche anterior, plan improvisado de pasar el domingo con mis hermanos... En Gualba, a bastantes kilómetros de Vilassar. Pero no hay problema, lo tengo todo controlado; La Vilatrail empieza a las 9:00am. Si la corro como el año pasado, a las 11:20am ya habré acabado. Me cojo la bolsa, el bocata, el zumo, y la estación de tren de Vilassar de Mar está sólo a 5 km, así que en una media hora a trote cochinero, con el bocata y la mochila, llego antes de las 12:00, estoy en Clot sobre las 12:30 y llego de sobra a Gualba alrededor de las 13:30... Todo un planazo una semana antes de una maratón...

Dicho y hecho, llegué a casa de Manu, último café y último punto 8, y nos dirigimos a la salida...

Como tenía prisa, salí con ganas, recuperando posiciones desde el principio, y dispuesto a sufrir en cuanto comenzaran las subidas asesinas...

Ya lo dije el año pasado, la carrera es espectacular, el recorrido precioso, y los voluntarios, entregados a su labor, animando, siempre atentos a que nadie se despiste, preocupados por los locos que íbamos corriendo... :) El recorrido cambió un poco este año, pero era igual de exigente y variado. Sirvan de ejemplo estas fotos...

Por supuesto, se reeditó la foto de The Walking Dead... Cuando ya llevas muchos kilómetros en las piernas y estás casi vacío, una subida demencial sirve para afrontar el último tramo de la carrera con estas pintas...

Me faltó Toni para hacer un final épico como el del año pasado... :) Pero acabé bien, bien cansado, pero entrando triunfalmente en meta apenas dos minutos más lento que el año pasado...

Bocata de longaniza, zumo de naranja, bolsa, y camino a la estación de tren... Primero andando y comiendo, luego al trote, al final rodando suave... Llegué justo, tren, otro tren, y a comer como un cochino con mis hermanos... Vamos, el plan perfecto a una semana de correr una maratón.......

Lunes, martes y miércoles no tenía piernas... Tenía simplemente dos bloques de granito que dolían... :) El jueves, aún dolorido, salí a rodar 10 km a 5:38. Al menos, no había molestias en las rodillas, después de la paliza del domingo. Y el mismo sábado, antes de coger el AVE a Madrid, decidí hacer 6 km a ritmo muy suave, ya recuperado del sobreesfuerzo del domingo anterior...

El plan de viaje fue muy corto... Llegué el mismo sábado por la tarde, ya cabreado después de leer en las redes sociales que había una cola de más de una hora para entrar a recoger el dorsal. Fui al apartamento después de comer en el mismo tren, dejé a la familia haciendo la compra y fui corriendo a por el dorsal... Y como imaginaba, cabreo inmenso, una cola exageradamente larga, corredores y familiares con cara de cabreo, una imagen muy mala para la ciudad, y la organización echando balones fuera en vez de tomar medidas drásticas... Una hora de cola, y acabé tan cabreado que no quise ni mirar la feria del corredor ni mucho menos comprar nada de merchandising... Eso sí, me llevé un regalito del Flying Blue Running Club, una botella-termo muy práctica... Vuelta al hotel, merienda, descanso, cena, y a dormir asustado con el pronóstico del tiempo. Lluvia toda la noche, ligera tregua justo en el momento de la salida, y trombas de agua imprevisibles a partir de las 11:00am...

Ya es domingo, y fiel a mis costumbres, a las 4:45am ya estaba en pie, preparando el desayuno. Cereales con yogur, galletas con chocolate y café, todo un clásico. Los nervios y el desayuno hicieron efecto... Cuatro visitas al baño, igualando mi MMP... :) No vi a nadie ni pude quedar con nadie, fue un viaje relámpago, corto y familiar... Última visita al señor Roca, y como se anunciaba mucha lluvia, decidí salir con lo puesto, ni bolsa ni ropa ni nada, ni iPhone ni Fitbit, todo al natural... :)

Llegué justo a tiempo de estirar y calentar un poco, y casi sin darme cuenta ya tenía el GPS en marcha y rodaba Paseo de la Castellana hacia arriba... ¿Tenía plan de carrera? Hasta el día anterior, no... Y el día anterior, no sé por qué, pensé que el plan era hacer 3:10. El verdadero plan era correr, disfrutar y no morir en el intento. 6 semanas no son suficientes para preparar una maratón a conciencia, aunque con un buen plan se puede intentar acabar dignamente. Pero el domingo anterior hice un sobreesfuerzo y la víspera de la carrera me regalaron una hora de pie que no ayuda mucho... Me tendría que haber ahorrado lo del domingo anterior, ¿verdad? Pues no... A Madrid iba relajado, sin presión, sin objetivo. A disfrutar. Y el domingo anterior disfruté mucho en la montaña y con mi familia. Así que me presenté en la Maratón de Madrid sin nada que perder y con mucho que disfrutar. Además, por primera vez, iba a correr una maratón con lluvia, olía a épica... :)

Empecé tranquilo, a un ritmo algo por encima de 4:30, teniendo en cuenta el perfil ascendente... Cielo nublado, temperatura perfecta, conservando fuerzas... Comienza la bajada, aumento el ritmo, y veo que voy cómodo a ritmos de 4:20-4:25... Y como no tengo nada que perder, sigo manteniendo el nivel de esfuerzo... Pasan los kilómetros, y casi sin darme cuenta cruzo la media en 1:32:42...

Y entonces es cuando pienso... Que esto es Madrid, que el perfil es duro, que acabo de correr Barcelona, que el domingo me pasé tres pueblos, que el día anterior me tuvieron de pie demasiado tiempo...

Pero las piernas pedían marcha... Y seguí corriendo, dejándome llevar... Y empezó a llover... A cántaros... Sobre el km 25 se me hizo difícil mantener el ritmo y la concentración, el esfuerzo empezó a pasar factura, y la lluvia comenzó a dar un cariz épico a la carrera... :) Por la Casa de Campo empezaron a asomar ritmos de 4:40... Incluso tuve que parar a orinar, nunca lo había hecho en una maratón, excepto en Barcelona 2014, cuando acompañé a Manu en la carrera y en las paradas en boxes... :) Después de la parada tuve miedo de no volver a coger el ritmo, pero al final lo conseguí y fui recuperando posiciones, aunque se me quedó casi un minuto por el camino...

Recuperé un poco y volví a ver ritmos de 4:30, pero por poco tiempo, a partir del km 34 las piernas ya pesaban, la lluvia era divertida pero molestaba mucho, y ya no pude mantener el ritmo, aunque viendo las cifras oficiales veo que seguí recuperando posiciones, así que en general todos íbamos un poco jodidos a esa altura... ¿O no? :)

Los últimos kilómetros los disfruté como nunca en 2013... Y los sufrí como nunca en 2015... Pero sobreviví, y me planté en el Retiro mirando de reojo el GPS y viendo que se me escapaba el sub 3:10 por segundos... No tenía el cuerpo para esprintar, aceleré un poco, y acabé en 3:10:21, un tiempo que no habría ni soñado hacer en Madrid, y que al final incluso me supo a poco... :)

Medalla, agua, un plástico cutre para cubrirme, y salí del Retiro otra vez con prisa para llegar a la cita con un amigo que vive en Madrid para comer en familia... Tres horas y diez minutos para recorrer 42 kilómetros... Y casi una hora para ir del Retiro a Colón... :) Pero llegué, así de empapado, agarrotado, cansado y destrozado... Pero feliz... :)

Y con la comida se me olvidó todo lo malo... Y me quedé con lo bueno... Un fin de semana corto pero intenso, y hala, un 3:10 en la maratón de Madrid, que me hace seguir soñando con, haciendo la preparación correcta, intentar una locura en Boston dentro de un año... :)

Ahora sí, no quiero oír hablar de maratones hasta noviembre... :)