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viernes, 22 de noviembre de 2013

Fitbit

Había prometido contar mi experiencia con el Fitbit, y aprovechando que los entrenamientos a esta altura del plan no dan para mucho, no se me ocurre mejor momento que hacerlo ahora... :)

Los entrenamientos, bien gracias. En vez de descansar totalmente dos o más semanas, ha sido sólo una semana la que he estado parado y va vuelvo a la carga, con la idea de no empezar desde cero e intentar mantener el nivel de forma, incluso no obsesionarme en que baje un poco, para luego empezar a apretar cuando falten 8 semanas. Con esto en mente, descansé el martes después de 3 días seguidos, con tirada larga incluida, y el miércoles corrí cochineramente 6,5 kilómetros, pero se me hacía tarde y decidí dar un pequeño hachazo de 2,5 kilómetros que salieron entre 4:30 y 4:35, para acabar con 500 metros enfriando. Y ayer jueves, pensando que el domingo tengo una 10K, mi entrenamiento talismán para estos casos, las series asesinas en cuesta subiendo al hospital del Espíritu Santo. 3 kilómetros muy suaves, incluyendo un desvío hacia el puente del Molinet que quedó en falsa alarma, y luego 4 intervalos de 500 metros en cuesta, con otros tantos al trote bajando. Normalmente los primeros intervalos los hago en 2:40, cuando me voy animando empiezan a salir en 2:30, apretando cerca de 2:20, y mi Mejor Cuesta Personal está en 2:15. Esta vez empecé enchufado, primer intervalo en 2:27, segundo en 2:23, tercero en 2:21 y cuarto en 2:17. Lo dejé en 4, acabé el último bastante fastidiado, pero aquí huela a que el 2:15 pende de un hilo... :) Casi 3 kilómetros más de vuelta, a desayunar, y a currar.

Y ahora, lo divertido, el Fitbit. Ya llevaba un par de maratones pensando que perder algún kilo sería muy provechoso para mis marcas, y en especial, para mis rodillas. Pero no lo conseguía... Obviamente, esas fotos de filetes, postres y vino que van saliendo en el blog tienen algo de culpa... Pero no es sólo eso. En hecho de perder peso no es dejar de comerse un entrecot un día que apetezca, sino que se trata de quemar más calorías de las que se ingieren durante un periodo de tiempo continuado, con cuanto menos altibajos, mejor. Dicho así suena muy fácil, pero lo complicado que es tener una referencia de ese balance calórico hace que muchas veces pensemos que no funciona, que no merece la pena o que a lo mejor ya lo estamos haciendo bien cuando no es así y acabamos tirando la toalla.

¿Y qué hace Fitbit? Pues Fitbit obviamente no adelgaza... :) Pero sí que es una herramienta que nos permite controlar mejor lo que estamos haciendo para conseguir el objetivo de perder peso. ¿Y por qué digo eso? Porque un sábado estaba buscando no sé qué en internet, y vi una cosa muy rara, una báscula con WiFi y una pulsera que mide el ejercicio que hacemos... Y como el dedo es débil, ese mismo sábado le di al botón de comprar y el lunes por la mañana ya lo tenía en la oficina y por la tarde en casa.

¿En qué consiste Fitbit? Básicamente en tres cosas...

Una báscula con conexión WiFi

Una pulsera de actividad, que mide las calorías aproximadas consumidas, controla el tiempo que duermo y la calidad del sueño y además sirve de despertador...




Y una web y una App de iPhone donde se recopila toda la información...



¿Qué información? Vayamos por partes... Rutina diaria... Estoy profundamente dormido, y de repente, la pulsera de actividad empieza a vibrar. Son las 4:40am, la hora que he programado en la alarma silenciosa. Con la App de iPhone puedo definir a qué hora quiero que me despierte cada día la pulsera, y por Bluetooth se sincroniza la hora elegida con la pulsera y se programa la alarma silenciosa para que la pulsera vibre a esa hora. Mola, ¿no? :)

Con la vibración en la muñeca me despierto, doy dos toques con el dedo a la pulsera y la alarma se para, luego doy 5 toques seguidos para indicar que estoy despierto, me levanto y ya no hace falta ni que suene la alarma del iHome. Recién levantado, me subo en la báscula, ésta me reconoce, y me dice el peso y el índice de masa corporal. Y por el mismo precio, por WiFi, lo envía al servidor y ese dato queda inmediatamente disponible en la web. Después de pesarme, galletas con chocolate, ropa de running, punto 8, y a entrenar. Mientras entreno, siempre de manera aproximada, la pulsera de actividad empieza a calcular las calorías que estoy quemando, y con un margen de error inevitable, calcula los kilómetros que he corrido. El dato de kilómetros y calorías siempre es orientativo, pero está claro que si al final del día dice que he consumido 2300 calorías, habré consumido entre 2100 y 2400, pero no habrán sido 1000 ni 3000, el valor real andará siempre cerca del que dice la pulsera. El día que hago una tirada larga me marca mucho más que cuando hago 10 kilómetros Easy, y ese día a su vez me marca bastante más que si no corro.

Vuelvo de correr, me ducho y me vuelvo a pesar. El dato queda registrado sin necesidad de hacer nada más que subirse a la báscula. Desayuno, y a currar. Mientras voy en metro, camino por la oficina o voy a comer, la pulsera sigue registrando actividad y haciendo un cálculo aproximado de calorías consumidas...

Llego a casa, abro la app de iPhone para que la pulsera envíe los datos que ha ido recopilando, me conecto a la web del Fitbit, e introduzco lo que he comido ese día, si no lo he hecho antes con el iPhone. Como soy un animal de costumbres, el desayuno y la cena son siempre los mismos... Galletas con chocolate y café antes de correr, muesli con cereales, yogur y zumo de naranja después de correr, y ensalada con medio vaso de vino por la noche. Así que, aprovechando las opciones de la web, me he definido esas comidas en mi lista de favoritos, y en sólo 2 clicks ya las tengo registradas. Para el resto de comidas del día, es tan sencillo como escribir las primeras letras de lo que he comido, seleccionar el plato de una lista desplegable, poner la cantidad que he comido, y aceptar. Aquí el programa podría mejorar, no siempre encuentras todos los alimentos o las unidades de medida que te gustaría, pero se puede añadir un alimento nuevo manualmente. He visto otros programas que permiten escanear el código de barras del envase y ya da de alta automáticamente la comida, pero por desgracia Fitbit no lo hace. Pero bueno, buscando alimentos parecidos con algo de imaginación o dándolos de alta, se puede registrar todo.

Con todos los datos ya actualizados, y con la pulsera sincronizada gracias al iPhone (la pulsera manda los datos al iPhone por Bluetooth, y el iPhone a la web por internet), puedo repasar cuántas horas he dormido, cuántas veces me he despertado, cuántas calorías he ingerido y consumido, cuánto pesaba recién levantado y después de entrenar, y si me apetece, ver gráficas de todo eso... :)

Todo esto se puede hacer con papel y lápiz... Pero lo bueno que tiene Fitbit es que con un esfuerzo mínimo, que consiste en llevar una pulsera puesta, subirse a la báscula y dedicar 5 minutos a introducir lo que has comido, es posible tener una visión muy precisa de si realmente estamos ingiriendo muchas o pocas calorías, y si esto realmente se nota en el peso a lo largo del tiempo analizando las gráficas. Y con esto pasa como con los planes de entrenamiento... Que cuando llevas un tiempo haciéndolo ves que funciona... :)

¿Por qué he empezado a perder peso ahora y no antes de comprar el Fitbit? Porque soy consciente de lo que hago... :) Las galletas con chocolate me las como igual... Pero ahora sé que son 160 calorías, según cómo, casi el 10% de las calorías totales que consumo en un día. Así que... Me las como antes de entrenar, por su efecto catalizador del punto 8... Pero los días que no entreno, castigado sin galletas (antes me las comía igual). Las primeras veces que empecé a escribir "patatas fritas" y salieron las calorías que salieron... Decidí que mejor al horno que fritas, si un día voy a comer al McDonalds. Y de esto me habría cansado pronto si no hubiera visto, una semana después de empezar con esta rutina, que sí que había bajado algo de peso, y que esa bajada además se veía en la gráfica que era más o menos constante, ligera cada día, pero constante. E igual que cuando vemos que después de entrenar una semana en serio, la siguiente tirada larga sale unos segundos más rápida y a menos pulsaciones, cuando cuidamos un poco detalles como las galletas o los fritos y vemos que el resultado se nota, nos animamos a seguir haciéndolo.

Ver las horas que realmente duermo también me ha hecho irme a la cama un poco antes cada día... Y si veo que un día que no he entrenado, tampoco he estado muy activo, me doy más paseos de lo habitual en la oficina...

Tampoco es tan cara, podéis ver los precios en Amazon... Y mis rodillas seguro que me están muy agradecidas por la compra... :)

En resumen... Un conjunto de elementos tecnológicos... Que hacen muy sencillo llevar un control del balance calórico y el sueño, factores más que importantes en el entrenamiento y especialmente si se quiere adelgazar... Porque como leí una vez... El jogger corre para adelgazar... Y el runner adelgaza para corre más... :) En mi caso, no quiero que sea una obsesión y no lo es... Porque además añado de mi cosecha, que el runner adelgaza para que sus articulaciones sufran menos... :)

9 comentarios:

  1. Hay que ver lo que nos mola los cacharritos, empezamos con un trauma infantil por culpa de las consolas ochenteras y ahora nos compramos cualquier cosa que le puedas hacer "algo" por wifi. El día que se puedan programar la vadoras por wifi (i-lavadora) vamos a hacer la colada de casa y la de todo el vecindario si se tercia.
    Vale, el chisme está bien pensado y parece cómodo y si cumple con lo que quieres me parece fantástico, pero la madre del cordero es lo que te metes para el cuerpo, joder, que seguro que has venido más gordo del Maratón que antes de salir. .

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  2. Y cuanto vale el "juego " ese..
    Porque a mi me pasa como a ti que soy un tragón

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  3. Se rumorea que las proxima apps que aprovechen del nuevo Iphone 5S su chip intregrado M7 que registra nuestros movimientos sea algo muy similar a este tipo de pulseras. Lo de la cáscula no lo conocía, las pulseras me parecen un horror del estilo powerbalance, pero esa de la foto la veo mucho más bonita...

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  4. Un amigo mio usa solo la pulsera y me cuenta maravillas. Me planteé comprarla para perder dos o tres kilos y así darle algo de tregua a mis rodillas y tobillos, pero desde que me he empezado a darme palizas por montaña y salir cuatro veces los he perdido. Ya estoy por debajo de 70 después de desayunar y si bajo más, ya directamente desaparezco...

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  5. Buena idea para regalar o pedir a los reyes , como nos gustan los aparatitos

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  6. Muchas gracias por la entrada, mola mucho el invento! El tema de meter lo que has comido me recuerda al sistema de Weight Watchers :) Ya se que eres un hombre "I", pero hay versión del soft para Android? :)

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  7. Gracias por compartir esta información Isidro!!
    Desde hace meses le tengo el ojo a la báscula Tanita BC-1000 porque se puede conectar al Garmin :-)
    Soy de las que lleva control de mi alimentación gracias al Excel, pero bueno estoy convencida que uno de esos cacharros me hace falta.
    Por lo que veo el Fitbit llega un control total de tu día, horas de dormir, y demás, mientras el Tanita no. Muy interesante, se lo diré a los reyes para ver por cual se deciden :-)
    bss
    Tania

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  8. Yo que llevo anotando mi peso diario desde el 2008 este conjunto sería fantástico para mí, desde hace tiempo voy de vez en cuando "bicheando" las básculas Tanita o similares por si las veo "accesibles" en precio ....... el conjunto pulsera + báscula mola y mucho, .......... pero me temo que la pulsera no podría llevarla puesta en el curro :( al final algún acabaré sucumbiendo únicamente a una báscula de esas complejas y conexión Ant :)

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  9. Muy interesante y muy friki... a partes prácticamente iguales :)

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