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domingo, 30 de octubre de 2011

One week later...

Ya ha pasado una semana desde la Bilbao Night Marathon. Buen momento para hacer dos cosas:

1) Sacar las últimas conclusiones

2) Empezar un nuevo plan

Las últimas conclusiones en parte son la base para empezar un nuevo plan... Lo que más he sacado en claro es una cosa. Es importante seguir un plan, entenderlo, cumplirlo, es importantísimo plantear una carrera, el ritmo objetivo, la táctica. Pero eso sólo es la base para lo más importante. Primera conclusión: Se aprende a entrenar entrenando. Y se aprende a correr maratones corriendo maratones.

Segunda conclusión: No vuelvo a correr una carrera en la que haya desvíos sin estudiar bien la ruta y memorizarla...

Tercera: Las maratones se corren de día. Si vuelvo a correr de noche, me pasaré todo el día en el sofá viendo capítulos repetidos de Fringe...

Cuarta: Creo que no estoy progresando lo que me gustaría. La carrera era complicada, pero esperaba más. La táctica fue buena, pero falló el físico.

Quinta: Lo mejor para la condropatía rotuliana es tener unos cuádriceps fuertes. Esta semana he comprobado cuánta razón tenía el fisio... Volví de Bilbao con los cuádriceps como piedras... Y en toda la semana, no es que me haya dolido menos la rodilla... ¡Es que no me acordaba de que me dolía!

Así que me voy a plantear una serie de objetivos para Sevilla, mi próxima maratón. El primer objetivo es inscribirme. Mañana lo haré... :)

Otro objetivo que tengo en mente es perder peso. No voy a hacer locuras, pero creo que 2 ó 3 kilos menos sentarían muy bien a mis rodillas. Más por ellas que por la marca. Desde que empecé a correr mi peso ha variado entre los 73 y los 75 kilos, más bien 74. La cantidad de calorías quemadas estos tres años es tremenda, imagino que habrá variado la distribución de mi masa muscular, el tren inferior ha mejorado y el superior más bien lo contrario, consecuencia lógica del entrenamiento. Pero perder, no he perdido peso. Soy bastante estricto con las comidas casi cada día. Pero los días que me doy un homenaje me lo doy como un rey... ;) Si cuido esos homenajes, vigilo los fritos y bajo ligeramente el número de calorías diarios, creo que puedo estar más cerca de los 70 que de los 75 en febrero.

Más objetivos: Esos cuádriceps han de seguir mejorando. Seguiré con mis ejercicios y puede que añada alguno más. Y cuestas, a por las cuestas. Lo he leído en varios planes, y cuando entrenaba cuestas me sentía muy bien. Van a ser parte del plan para Sevilla.

Porque otro objetivo es... Cambiar de plan. Brad Hudson, con su Run Faster from the 5K to the Marathon: How to Be Your Own Best Coach, me ha convencido. Voy a seguir sus consejos, y ahora que después de 3 años corriendo me conozco mucho mejor, voy a hacer mi plan a medida. Con el plan Jack Daniels he aprendido mucho pero me temo que hay aspectos de mi perfil como maratoniano que no estoy desarrollando correctamente. Mis fibras probablemente son más de velocista que de fondista, pero a mi edad no estoy para tantas 10K... ;) Creo que facetas como el desarrollo muscular, las cuestas y la potencia pueden llevarme un peldaño más arriba en la maratón, y Jack Daniels se centra más en otros aspectos en los que creo que mi progresión es más costosa.

Voy a colar otros dos objetivos a corto plazo: A ver si bajo mi marca en 10K. Quizá llegue justo a La Sagrera el 6 de noviembre. Si no puede ser, el 31 de diciembre tengo otra buena oportunidad. En esas dos carreras hice hace un año sendos sub 40. A ver si puedo... Y el otro gran reto. El sub 1:30:00 en media. Vilanova en diciembre es el lugar y el momento. Me quedé a 31 segundos hace un año. Eso es apenas un segundo por kilómetro.

Mientras sigo dando forma a estas ideas, hoy he salido a rodar un poco, una semana después. Ya corrí el miércoles, 6 kilómetros de madrugada, pasando incluso frío. Bien de ritmo y pulsaciones. Hoy quería medirme... Desayuné bien y salí a correr a las 10:00am.

Empecé bien, con ganas de correr. Hice el primer kilómetro a 5:00 llegando a 150bpm. Seguí con muchas ganas, la temperatura era buena, incluso algo alta. 4:37, 4:35 y 4:40, pulsaciones a 164. Un kilómetro más antes de dar la vuelta al llegar a la playa, empiezo a notar que algo falla, 4:42, oh, oh, 170bpm... El calor, no puede ser, pero si estamos a 30 de octubre. Estamos a unos 22 grados. Menos mal que llevo Aquarius... Doy la vuelta, las pulsaciones no bajan, así que tiro la toalla, bajo el ritmo y vuelvo cochineando a casa... 5:02, 5:14, 5:27, 5:33 y 6:02. Pájara en toda la regla. Las pulsaciones no bajan y el calor me mata...

Después de la salida del miércoles, pensaba que podría entrenar a un ritmo normal. Pero no ha sido así. Me embalé, eso está claro. Producto de la supercompensación o de las ganas de correr. Si es la supercompensación, hay que cuidarla y ver si llega en su mejor momento al domingo. Mañana, aprovechando que tengo puente, creo que saldré a correr a un ritmo suave, pulsaciones controladas, y si puedo meteré cuestas. El Turó del Pollo en una buena opción...

miércoles, 26 de octubre de 2011

Fotos de la Bilbao Night Marathon 2011 y vuelven los rodajes

Durante la maratón del domingo vi que hicieron bastantes fotos. Lástima que son a bastante baja resolución, y que ha sido un poco caótico encontrar las mías, básicamente, he tenido que verlas todas y buscar al tipo con camiseta verde fosforito de tirantes y cara de cabreado, pero he encontrado éstas... :)


No se podrá decir que no iba concentrado, no... :) En la del centro sí que vi al fotógrafo y pude poner otra cara. Pero en las otras iba maldiciendo el paso por la media, y sobre todo en la última, se ve que las fuerzas ya se estaban acabando...

Jejeje, tengo que reconocer y dar las gracias por las risas que me he pegado con vuestros comentarios sobre el vídeo de la media. Es que no es para menos... Si yo mismo me moría de risa cuando me vi en el vídeo, os juro que soy incapaz de poner esa cara delante de un espejo... :) Al principio casi pensé que no era para tanto, los primeros comentarios parecían bastante comedidos, pero cuando Danae rompió el hielo y soltó las primeras risas, ya no había vuelta atrás... :) Por eso puse el vídeo, me hizo mucha ilusión poder robaros unas caracajadas y me las he cobrado con creces riéndome de lo lindo con vuestros comentarios... ;)

Bibao ya es historia, hoy he salido a estirar las piernas y esta semana quizá salga algún día más pero en plan recuperación. Al menos una semana sin correr en serio. Y tal y como hice hace un año, voy a ver si la supercompensación funciona y ya estoy inscrito para mi carrera talismán, los 10K de La Sagrera, la he corrido dos veces con sendas MMP en 10K. Es difícil, en velocidad, a partir de una edad, se hace muy cuesta arriba bajar las marcas, al contrario que en maratón. Pero por qué no intentarlo... Así que la semana que viene haré un mini plan con series en cuesta y tiradas cortas, y a ver qué sale.

Lo de hoy fueron 6 kilómetros cochineros. Ya casi no me duelen las piernas... :) Ritmo suave al principio, 6:05, 5:44, 5:55, 5:31, 5:21 y el último a 5:00. Ya se ha acabado el verano, ahora sí. Manga larga, un poco de frío, ya hay que sacar los guantes.

lunes, 24 de octubre de 2011

Crónica de la Bilbao Night Marathon 2011

Dos días después, con las piernas aún doloridas y con el estómago todavía no del todo aposentado, pero con la moral alta, contento con la carrera del sábado y pensando ya en la siguiente, ahora sí, toca dejar escritas en este blog las sensaciones, los dolores, los sustos, las sorpresas, las anécdotas y todo lo que me pasó en mi tercera maratón, de largo, la más accidentada de todas...

Todo empezó el sábado por la mañana. No quería pasar dos noches fuera de casa, así que salí en avión el mismo sábado. Me levanté a mi hora habitual, 4:45am, vuelo sin problemas, una cabezadita de casi una hora en el avión, y antes de las 9:00am ya estaba en Bilbao. Quedé con Bel_ga_rion para desayunar y charlar un rato. Y como no podía ser de otra manera, la conexión fue inmediata, es algo que normalmente nos pasa a todos los runners bloggers, conoces por primera vez en persona a alguien con quien has compartido blog, comentarios, ánimos en los momentos bajos, felicitaciones en los momentos buenos, y la complicidad es inevitable. Estuvimos charlando un buen rato mientras caía el primer pintxo, temas de runner, condropatías, condromancias, retos, carreras, objetivos... Pasamos un rato muy agradable, en muy buena compañía, un buen desayuno, y nos fuimos a la recogida de dorsales.

En el punto de recogida me despedí de Bel_ga_rion y quedé con Manu, que había llegado el día anterior. Le acompañaba Jagoba, que junto a su mujer Marta fueron nuestros anfitriones el fin de semana, unos anfitriones que desbordaron amabilidad durante cada minuto que estuvimos con ellos y que estuvieron siempre atentos a las necesidades y caprichos de los maratonianos... :) Les estoy muy agradecido, me sentí como en casa.

Teníamos todavía bastantes horas por delante, así que fuimos al pueblo de Jagoba y Marta, a muy pocos kilómetros de Bilbao, donde cayó el segundo pintxo antes de comer. Un paseo muy tranquilo de casa al bar, del bar al coche, del coche al restaurante, y poco después de las 14:00 ya estábamos comiendo. Otro pequeño paseo, un café, y volvimos a Bilbao para descansar un poco antes de la carrera. Y atención a la casualidad... Mi dorsal era el 620... ¿Llego al hotel y qué habitación me dan? ¡La 620! Casualidades de la vida, imagino que de ésas que sólo te pasan una vez... :)

Intentamos dormir un poco pero no había manera. Manu salió a dar una vuelta, yo me quedé en capilla descansando, comiendo el pastel de carbohidratos y preparando los trastos... Al rato llegaro Manu y Jagoba para vestirse de corto, Jagoba para la carrera pirata, y Manu para su segunda maratón.


Bajamos a la salida... Ya llega el gran momento... 4 meses de madrugones, entrenamientos, exprime limones, series, tiradas largas, rodajes cochineros... Para correr mi tercera maratón...

Temperatura ideal. Mucho ambiente en la salida, fuegos artificiales, música, un par de minutos de retraso porque había que echarse unos metros hacia atrás antes de la salida... ¡Y por fin a correr!

La salida es un poco caótica. El primer kilómetro transcurre por calles no muy anchas, así que no se puede correr cómodo. No me obsesiono. Prefiero hacer el primer kilómetro muy tranquilo y no gastar fuerzas zigzagueando y cambiando bruscamente de ritmo. He salido con la idea de hacer los primeros 21 kilómetros sobre los 4:50 minutos el kilómetro, no quiero que el tío del mazo acabe conmigo en el kilómetro 30, quiero llegar entero, así que prefiero dosificar las fuerzas y esperar un poco a que se pueda correr cómodo.

Los primeros 20 kilómetros no tuvieron mucha historia. Corrí muy conservador. En Barcelona corrí la primera mitad de la carrera en 1:37:46. Esta vez, pasé la media en 1:43:00 más o menos. Pero seguro y convencido de lo que hacía...

¿Y por qué el tiempo de paso de la media es más o menos? Porque poco antes de la media comenzó el momento más desgraciado de la carrera............

En mi primera maratón también se corrió una media simultáneamente. Cruzamos todos la línea de meta en el kilómetro 21,097, de manera que pudimos ver el tiempo de paso de la media, y una vez cruzada la meta, los maratonianos seguimos corriendo. En cambio en Bilbao, ya lo había visto en la web, los corredores de la media se separaban de los maratonianos un poco antes de la llegada de la media... Me voy acercando al kilómetro 21... Y veo un cartel... Un cartel amarillo. Leo la palabra mágica, MARATÓN, y una flecha hacia la derecha. Además, entiendo que un señor de la organización hace señas muy claras de que siga hacia la derecha. Sigo hacia la derecha. Corro unos metros más, y veo al fondo el cronómetro. La gente no esprinta. Vamos todos a un ritmo parecido. Pero a medida que me acerco a la meta, algo no me encaja. Parece que todos se paran. Bueno, normal, habrá pocos maratonianos. Me acerco más, empiezo a dudar, a ver si me he equivocado... Ya estoy llegando a la meta, y veo claramente que esto se acaba ahí, nade sigue, reparten fruta, bebida, no puede ser, me he metido por la llegada de la media y la maratón seguía por el otro camino... Esto sólo me puede pasar a mí... :( Me quedo aturdido unos segundos, no me puedo creer lo que me ha pasado, esto no es un capítulo de Fringe, no estoy en otro universo en el que Alternativisidro corre la media en vez de la maratón. ¡¡¡Joder, que la he cagado!!! Dudo unos segundos, y de repente todo me encaja.

En el cartel amarillo, encima de la palabra MARATÓN había un círculo negro, y en amarillo, con trazo excesivamente fino, estaba escrito "1/2"... El señor de las señas, o estaba de guasa, o estaba señalando el desvío de la media a los que venían conmigo. Que le zurzan al de la maratón... :( Total, me equivoqué de camino, no es la primera vez que me pierdo, la culpa fue mía, pero la organización pudo haber hecho más por dejar meridianamente claro el camino... No le doy más vueltas, bueno, en realidad, sí que le doy una vuelta a la situación, giro 180 grados, me arrimo al lateral para no molestar a nadie, y vuelvo sobre mis pasos. Y aquí está la prueba del incidente...




Llevo 21,097 kilómetros encima, el ritmo medio es de 4:52. Las pulsaciones no están desbocadas, me siento mucho más entero que en la maratón de Barcelona. He ido unos 15 kilómetros sobre los 163bpm, sin llegar a los 170 hasta la media. La primera parte del plan, más o menos sobre lo previsto. Me faltaron unos segundos para haber ido a 4:50, mucho de ellos los perdí en el primer kilómetro que hice a 5:32. Ahora tocaba la segunda mitad, el plan era intentar mantener el ritmo, aún me podía permitir subir un poco las pulsaciones, empezar a sufrir, saltar el muro y si las fuerzas acompañaban, intentar acabar fuerte.

Pero esa segunda mitad empezó mal. Llevaba un cabreo encima tremendo. Correr 42,195 kilómetros es correr mucho, y correr algunos cientos más de regalo por el grave error que cometí es una losa que me iba a tocar llevar encima... El cabreo me puso casi a 180 pulsaciones, pero en cuanto volví a la ruta maratoniana me dije, he venido a correr y hacer una buena carrera, así que se acabaron las lamentaciones, ahora toca esforzarse un poco más y listo.

Durante la primera mitad iba muy pendiente de las pulsaciones, de guardar energías, de intentar que el cuerpo empiece a consumir grasas además de glucógeno lo antes posible, para que el momento en el que éste último ya no da más de sí el cuerpo ya esté procesando adecuadamente la fuente de energía que nos llevará más allá del kilómetro 30...

Me sentía fuerte, y adelanté a muchísimos corredores después de la media. Mirando los tiempos en la clasificación, deduzco que adelanté a unos 100 corredores en la segunda mitad de la carrera, pese a los metros extra que corrí. ¿Y por qué deduzco y no afirmo? Porque, quizá por culpa de coger el camino equivocado, no salgo en las clasificaciones oficiales... :( He mandado un mail a la organización explicando la situación, a ver si tiene arreglo. Pero bueno, la medalla es mía, tengo el vídeo de la llegada, bueno, de las dos llegadas, y un gran recuerdo de esta carrera...

Sigo corriendo, veo que mantengo el ritmo, que adelanto a mucha gente, y me animo un poco. Aguanto bien el ritmo alrededor de 4:50, me estabilizo a 175bpm, y sigo corriendo... Se acerca la llegada del kilómetro 30, donde suele esperar el tío del mazo. Y ni kilómetro 30, ni tío del mazo, ni muro. No vi el cartel del kilómetro 30... :) No hubo bajón, parece que ha funcionado, a esas alturas el cuerpo ya ha consumido el glucógeno y hay que tirar de grasas. Si esa transición no ha comenzado antes, es fácil sentirse de repente derrotado, sin fuerzas, utilizar la grasa como combustible es un proceso lento para el cuerpo y hasta que consigue hacerlo a un ritmo correcto podemos perder todas las fuerzas y la moral... Pero esta vez no hubo muro, aunque sí que noté el cambio a partir del 32... Ya no podía con ese ritmo de 4:52. Aguantaba el tipo en 5:00, 5:05, algún 4:55, pero no, no iba a correr esa segunda mitad más rápida que la primera...

Del 33 al 36 voy bien aunque el ritmo no baja de 5:05... Pero llega la segunda sorpresa de la carrera... Empiezo a sentir las piernas agarrotadas, especialmente los cuádriceps. Me cuesta correr. Voy bien de respiración, no estoy cansado, pero las piernas no responden como antes... Me duele horrores cada zancada. Intento pisar con fuerza, impulsarme desde el suelo, pero las piernas están rígidas, no hay efecto muelle en la pisada, no voy tan rápido y son las piernas esta vez...

El 37, con una leve cuesta, me cuesta, 5:24... 5:11 un par de kilómetros más... Se me va la marca... El 40 se me hace duro, pero no bajo de 5:20... Empiezo a acordarme de Mediterrani y de Barcelona, cuando el muro me dejó tocadísimo y los últimos kilómetros los hice sobre 5:30 y casi 6:00, respectivamente. He bajado el ritmo pero no tanto... Aún me quedan algo de fuerzas al final y el último lo hago a 4:55... Llego a la meta, ahí está Jagoba esperando, paro el Forerunner, 3:30:20...




Bastante lejos de esos 3:22:00 que no sé por qué tengo en mente... :) Muy lejos de mi marca... Y de mi segunda mejor marca... Aunque creo que es la mejor maratón que he corrido. Pienso que el planteamiento era correcto. En las otras dos, a partir del kilómetro 25, ya iba bastante fastidiado. Esta vez llegué mucho más entero y con posibilidades de apretar en la segunda mitad. El incidente del paso frustrado por la media influyó, obviamente. Mirando el mapa me salen unos 300 metros de regalo. Esos 300 metros a 5:15, por poner un ritmo medio de los últimos kilómetros, habrían supuesto quizá unos 2 minutos... Por no decir que llegando a meta con posibilidades de hacer buena marca salen fuerzas de donde no hay... :) Podría haber bajado seguramente la marca de Barcelona, aunque creo que la de Mediterrani no la tenía a tiro. Pero me quedo muy contento con la carrera. Creo que es como debo correr una maratón. Y he aprendido muchas cosas, muchísimas.

Las maratones se corren de día y por la mañana... :) Después de dormir ocho horas, tras un día muy relajado la víspera, nos levantamos y corremos frescos una maratón. Y el resto del día no estamos para caminar mucho... Así que si queremos correr de noche, creo que lo mejor es descansar todo el día... Y guardar fuerzas para correr la maratón. 24 horas dan para dormir, correr una maratón y descansar, nada más... :) No estuve mucho tiempo caminando el sábado, pero quizá debía haber pasado más tiempo en posición horizontal...

Es muy difícil correr la segunda parte de una maratón más rápido que la primera. Pero el camino es ése. Sí que tengo claro que la de Bilbao ha sido, con creces, la segunda mitad de una maratón que he corrido en un tiempo más parecido a la primera. Según el Forerunner, que me marca casi 43 kilómetros, por cierto, he hecho la primera mitad en 1:43:21 y la segunda en 1:46:59. En Mediterrani, fueron 1:39:30 y 1:46:42 y en Barcelona 1:36:34 y 1:51:52. Hablando con cracks como Carles Aguilar, que hizo su primera maratón corriendo la segunda mitad más rápido que la primera cuando ya llevaba otras 12, entiendo que no es fácil, que es un camino largo, que exige experiencia, madurez, y seguramente una adaptación fisiológica del cuerpo que todavía debo trabajar durante muchos meses más.

También he aprendido a fijarme en la ruta, y si hace falta, llevarla programada en el Forerunner para evitar perderme... :)

El Forerunner me dice 3:30:20, pero para mí es un sub 3:30 en toda la regla por los metros de propina. O mirándolo desde otro lado, he corrido una media, una maratón y una ultramaratón... :)

Próximo objetivo, Sevilla. El domingo empieza el plan.

domingo, 23 de octubre de 2011

Micro crónica de la Bilbao Night Marathon

3:30:20. PMP. Fui tan bruto que me metí en la llegada de la media en vez de seguir por el camino de los maratonianos. La organización ayudó bastante a que me equivocara... Lo bueno es que tendré foto en la llegada de la media y de la maratón... :) Lo malo es que el Forerunner me marca casi 43km... Si no hubiera hecho esos metros de más a lo mejor estaría hablando de MMP... :( De todas maneras, contentísimo, mi tercera maratón y creo que la que mejor he corrido. Al tío del mazo me lo comí con patatas... :) Correr de noche confunde, también lo pagué.

Próximamente, la crónica completa... :)

Muchísimas gracias a todos los que me habéis mandado tantos mensajes de ánimo!!!

sábado, 22 de octubre de 2011

Desde Santako a Bilbao...

Desde Santako a Bilbao,
me voy con mi mochililla,
llevo el Garmin preparado,
y gel pá las pantorrillas.

Vengo deprisa y corriendo,
porque me voy a correr,
una maratón de noche.

¿Y a dónde?
¡¡Al lao del Guuuug-gen-heim!!!

miércoles, 19 de octubre de 2011

Gaseosa... FAIL!

El lunes pasado y esta mañana he hecho lo que seguramente serán los dos últimos entrenamientos del plan. Lo del lunes fue un cochinerus maximus, rodaje corto, recuperador, uno de esos días que quieres ir tranquilo y además el cuerpo es lo que te pide a gritos. Poca historia más allá de los 6 kilómetros que corrí, a una media de 5:39, con las pulsaciones en 135bpm. El cuerpo y las piernas lo agradecieron. Me calcé las New Balance, porque como los experimentos se hacen con gaseosa, y nunca el día de la maratón, quise ver unas semanas después qué tal respondían las rodillas con un calzado con menos amortiguación. Ni fu ni fa... Regulín, regulán... No saqué ninguna conclusión, más que esos 6 kilómetros cochineros me sentaron bien y que dos días después iba a hacer las últimas series.

Que es lo que tocaba hoy. 4 series de 1,2 kilómetros a ritmo T, con los habituales 3 kilómetros de calentamiento y enfriamiento. En este tipo de entrenamiento es donde he notado más progresión estas últimas semanas. Cuando salí de casa, después del ritual habitual, estaba pensando en unas series parecidas que hice hace 10 días, en las que no acababa de creerme que el Forerunner me estaba marcando 4:01 de media. El ritmo de este tipo de series no se puede extrapolar al ritmo de maratón, lo miremos por donde lo miremos, pero la mejora en el ritmo de estas series sí que quiero pensar que está relacionado con la búsqueda del ansiado pico de forma... Y hoy era un buen día para ver si aún había mejorado un poco más...

Siguiendo la doctrina de la gaseosa, hice el último experimento con las New Balance. El entrenamiento iba a ser corto pero un poco exigente, así que según cómo acabara pensaría si merecía la pena cambiar de calzado para la maratón o no. Y más gaseosa. El lunes probé las pastillas de Isostar solubles en agua. Puaj... :) Acostumbrado al sabor más dulzón del Aquarius y el Isostar clásico, acabe con cara de El Fary comiendo limones, así que las pastillitas se quedarán en casa... :)

Y como iba diciendo, a las 6:05am estaba corriendo en dirección al río, seguramente por última vez siguiendo este plan. Tercer experimento con gaseosa. Esta vez, ni con gaseosa. Ni loco iba a hacer las series en el tramo entre Santa Coloma y Montcada. La madre de todas las hostias todavía está presente en mi memoria. Hice el calentamiento, muy suave, hacia Montacada y media vuelta, a 5:45, y me puse en posición de listo para el despegue con toda la parte lisa, asfaltada e iluminada del río por delante hacia el mar, empezando con viento a favor. La primera intención era hacer dos con viento a favor y dos con viento en contra...

Vamos a por la primera. Entrando en calor, cómo cuesta que la maquinaria funcione a esas horas. El Forerunner me marca 4:20 al principio, no me asusto, 4:15, se mantiene, 4:13, 4:11... Empiezo a sentirme más cómodo con cada zancada, y completo los primeros 1,2 kilómetros a una media de 4:08. Dos minutos de descanso y a por la segunda, que sale a 4:06, bien, mola, esta vez con el ritmo mucho más estable. Descanso y pienso...

¿Media vuelta? Bueno, es el último entrenamiento... Las últimas series... Con el viento en contra cuestan mucho más... Siempre gusta acabar con buen sabor de boca. Si me doy la vuelta, acabaré la cuarta serie al lado de casa. Debería hacer unos 3 kilómetros más enfriando, qué palo, otra vez hacia Montcada. Pero si hago la tercera hacia el mar... Y la cuarta ya de vuelta... Acabaré la última a unos 10 minutos de casa... Podré hacer el enfriamiento bien... Así que... Venga, otra más hacia el mar, a ver qué tal sale...

Empiezo a correr. Me siento veloz. Ya estoy despierto. Hace 10 días, recuerdo que me sorprendió ir muy pocos segundos por encima de 4:00 a esas horas... Hoy... Miro... Y estoy corriendo a 3:58... Bueno, no son series a morir, no estoy preparando una 10K, he de ir a ritmo T, umbral aeróbico, las pulsaciones pueden ir entre 160y 165bpm... Sigamos... No es el ímpetu inicial, parece que mantengo el ritmo sin dificultad. Ummmm, 3:56... Respiro bien, sin forzar más de la cuenta. La zancada es limpia, sigo practicando esa técnica que consiste en contraer los músculos de la pierna que va a tocar el suelo poco antes de que la planta del pie impacte, para aumentar el efecto muelle... 3:55... No voy a tope, hace 10 días apreté los dientes para intentar apurar algún segundo al ritmo medio, hoy no, sigo al mismo ritmo, con el mismo esfuerzo... 3:54... Esto se acaba... Estoy corriendo a 3:54 una serie de 1,2 kilómetros, a 3 días de la maratón. Mi ritmo objetivo sigue siendo 4:45-4:50... Pero correr cómodo a ese ritmo de 3:54 me anima mucho... Ya estoy acabando, tercera serie casi lista... Acabo... 3:53!!!

Ahora sí, media vuelta, viento en contra, 2 minutos de reposo, y a por la última. Esa última serie con viento en contra, que últimamente se me atragantaba y acababa saliendo a más de 4:40, con el subidón de la anterior, me sale 4:13, ritmo que no había visto yo a esas horas y con viento en contra desde hacía muchos meses... :)

2,35 kilómetros más de vuelta a casa, a 5:22, saboreando esos ritmos de las últimas series...


De vuelta, algunas decisiones... Se acabó el experimento de las zapatillas... Hoy acabé con ese cosquilleo que luego se convierte en picor y que acaba convirtiéndose en una ampolla en el dedo gordo del pie derecho. Si eso me pasa en una 10K o en una media maratón no pasa nada, pero si me empieza a salir una ampolla asesina en el kilómetro 25 y me fastidia 4 meses de preparación, estaría fustigándome con un boniato los siguientes 4 meses, por burro... Así que como ya tengo el callo hecho a las Saucony, se vendrán conmigo a Bilbao... :)

Y ahora, a mojarse. ¿Marca objetivo? 3:22:00. Ojalá. Con 3:24:00 estaría contento. Creo que estoy en condiciones de mejorar la marca de Mediterrani, mi primera maratón y por ahora mi MMP de 3:26:13. Si me acerco al 3:20:00, me costaría creerlo...

Y ahora sí, doy por concluida la preparación, no creo que salga mañana ni el viernes... El domingo habré acabado mi tercera maratón. Porque la acabaré en domingo... Han cambiado la hora de salida, ya no es a las 20:00, sino que saldremos el sábado a las 21:30. Así que empezaré el día 22 y acabaré el 23... :) Porque no pienso correr en menos de 2 horas y media... :)

Así que llegados a este punto, me retiro a mis aposentos, os sigo leyendo, y el domingo daré señales de vida...

¡Muchas gracias a todos los que habéis estado animando todas estas semanas de preparación!

domingo, 16 de octubre de 2011

Tapering, day one!

Preparar maratones es duro, qué nos van a contar a nosotros... Igual de duro que es preparar una 10K para ir a morir o una media buscando una marca gloriosa. Son muchos sacrificios, muchas horas robadas al sueño o al tiempo libre, molestias, dolores, sufrimiento, lesiones, madrugones... La recompensa, cuando todo sale bien, es inmensa. Cuando preparamos otras cosas importantes, normalmente la tensión dura hasta el último momento. Si es un examen, estudiamos como locos hasta la noche anterior. En según que trabajos, entre ellos el mío, las entregas importantes suelen acabarse a altas horas de la madrugada de la fecha límite, después de estar en modo campañón durante semanas...

Pero los maratonianos tenemos una primera recompensa que poca gente tiene, que es la semana de tapering. O las semanas, aunque la última siempre es especialmente placentera. Empezamos a pensar que hoy es el último domingo que madrugamos para entrenar. Que el lunes será el último cochinero de inicio de semana. Que el miércoles será el último día en el que haremos series por el río de madrugada. Los entrenamientos son mucho más suaves, de mucho menos kilometraje, y por tanto, el cuerpo responde mejor, corremos más cómodos, mejora el ritmo, las sensaciones, y las dudas normales que se tienen durante los meses de preparación empiezan a disiparse, si todo va bien, nos sentimos veloces, ligeros, con las pilas cargadas, llenos de moral. Esta parte del entrenamiento es de las más importantes, de nada sirve si no se han hecho los deberes antes, pero si hemos trabajado bien, en cuestión de días sentimos que el esfuerzo ha merecido la pena, ya que el descanso hace que estemos mucho mejor físicamente y la cabeza se llena de moral y empezamos a ver con más claridad el momento de cruzar la línea de llegada.

El día de la carrera puede pasar cualquier cosa. No hay dos maratones iguales, no hay más que leer nuestros respectivos blogs para darnos cuenta de cuántas cosas inesperadas pueden pasar. Estar en la línea de salida el día D, convencidos de que podemos hacer una gran carrera, aspirando a batir nuestra marca, pensando que vamos a afrontar un nuevo objetivo, ya sea la maratón más dura, la más concurrida, la más famosa, la de nuestra ciudad, ya es una recompensa enorme. Sabemos que poca gente puede calzarse las zapatillas y esperar un pistoletazo para correr 42195 metros dejándose todo en el camino... Y acabar bien, más allá de la recompensa de participar con confianza, ya es la guinda del pastel.

Y hoy he empezado a disfrutar de esa semana de tapering, en concreto, del último domingo antes de la maratón. Nada que ver con las tiradas largas o los exprime limones de los domingos. Sin tener un kilometraje muy estricto, pienso hacer unos 30 kilómetros esta semana. Hoy quería hacer unos 10, buscando un ritmo cercano al de maratón, con los inconvenientes de hacerlo recién levantado, pues una vez más la Formula 1 hizo que me decantara por madrugar el domingo. Casi sin secuelas de la gran hostia del viernes, a las 6:25am ya estaba corriendo contra el viento y con los ojos si dejar de mirar el asfalto. Salí cómodo, descansado, el primer kilómetro que suele salir a más de 6:15 cuando estoy en mitad del plan, hoy salió a 5:45, en el segundo me puse a 5:22, el tercero a 5:16 y el cuarto a 5:08.

Media vuelta antes de acabar el quinto, y cuando dejé de tener el viento en contra me solté un poco más, la zancada se tornó más alegre, las pulsaciones superaron ligeramente los 150bpm y empecé a ir un poco más rápido. Quinto a 4:55, y luego enlazo tres a 4:43, 4:43 de nuevo y 4:40. Me voy acercando a casa, y en plan mini reto, sin pasarme, me propongo intentar conseguir acabar el entrenamiento a una media por debajo de 5:00, así que acelero un poco, corro entre 160 y 167bpm, hago el noveno a 4:27, y los últimos metros hacia casa meto una marcha más y hago 250 metros a 4:15.


Mini objetivo cumplido, pese al inicio un poco más lento, entrando en calor, acabé 9,25 kilómetros a 4:59, apreté un poco al final pero las pulsaciones se quedaron en 149bpm de media.

Creo que ya tengo todo listo para el viaje. Siguiendo los sabios consejos de El Abuelo Runner y Carles Aguilar, ayer fui al Decathlon y compré Isostar en pastillas efervescentes, pueden ser muy útiles para convertir una botella de agua en bebido isotónica. El pastel de carbohidratos no fallará, no sé si llevarme un sobre para prepararlo o llevarlo ya hecho para la merienda. Barritas energéticas para antes, y barritas de proteínas para después. Y ya que estaba ahí, hice acopio de otras cosas que necesitaré, pues cuando vuelva de Bilbao, si no pasa nada raro... ¡Hay que preparar Sevilla! Me tocará entrenar todo el invierno, pasar frío de madrugada y correr de noche cerrada, así que me hice con una tira reflectante que se autoenrolla el brazo, una luz roja parpadeante y unos guantes de repuesto, que me llevaré a Bilbao por si acaso... Pero aún falta una semana para empezar a pensar en Sevilla y su plan...

viernes, 14 de octubre de 2011

Vaya hostia me he pegado esta mañana...

Lo de hoy pretendía ser un entrenamiento suave, 6 kilómetros, para completar los 48 de esta semana. Estos últimos entrenamientos son mucho más ligeros de kilometraje, y por eso mismo y para conservar un punto de velocidad estos días, suelen salir a ritmos más rápidos de los habituales. Lo que ya está entrenado no se va a perder en una semana. Se trata de descansar, de llegar muy entero, y de recordar al cuerpo que lo que vamos a hacer es correr, y no hay mejor manera de hacerlo que corriendo...

Con esa idea en la cabeza y a la hora habitual me levanté esta mañana. Me lo tomé con calma, no había prisa, tenía tiempo de sobra para salir tranquilo y volver con tiempo de desayunar relajadamente...

A las 6:18am estaba corriendo. Ruta clásica hacia Montcada. Atravesando, una vez más, una zona bastante oscura... Todo bien, el primer kilómetro sale a 5:46, otro a 5:25 y uno más a 5:15, antes de dar media vuelta y dejar por fin de luchar contra el viento.

El primero de vuelta lo hago a 4:57, me voy animando, estoy haciendo el quinto kilómetro a un ritmo de más o menos 4:45, y entro en la zona oscura... Las farolas dejaron de funcionar un día y no han vuelto a hacerlo. Pero entre la luz de la luna y la luz eléctrica de los alrededores, se ve algo... Sigo corriendo... Con mi nueva postura oficial, el cuerpo un poco inclinado hacia delante, para que la gravedad también ayude a correr, el pie pisando plano a la altura del torso, incluso un poco más atrás, talones un poco elevados... Voy rapidillo... Y en una de esas zancadas... En una zona donde las raíces de los árboles han levantado algunas tiras de asfalto...

Piso en una de las abolladuras del suelo, se me va el pie hacia atrás, la gravedad sigue actuando, noto que me voy hacia delante, dos pasos rápidos, intentando enderezarme, no puedo, que me caigo, que me caigo, me voy al suelo de bruces, la cabeza actúa rápido, el asfalto está duro y rugoso, recuerdo las clases de física en el instituto, momento = velocidad x masa, debe ser alto, si caigo plano el rozamiento me detendrá en pocos metros... Pero me puedo dejar el pellejo en la maniobra y acabar con magulladuras para dar y vender... Voy en mallas y camiseta de manga corta... La sangría de codos, manos y rodillas puede ser terrible... Reacciono a escasos milímetros del suelo, apoyo la mano izquierda cuando estoy a punto de aterrizar, giro rápidamente hacia mi izquierda, y ruedo por el suelo al menos tres veces, hasta que me detengo tirado en el suelo, con cara de flipado y con un buen susto en el cuerpo...

Al final no fue nada, menos mal que rodé y no aterricé bruscamente... La mano izquierda acabó un poco magullada y el gemelo izquierdo con un pequeño golpe y algo de magulladura también... La mano no me duele, el gemelo me dolía un poco esta mañana pero ya casi nada. No ha sido grave, el susto sobre todo, en un par de días imagino que no tendré ninguna molestia.


Me puse en pie, me sacudí el polvo, vi que estaba todo en su sitio, y seguí corriendo. Habría pagado mucho por la imagen de la hostia si alguna cámara de seguridad la hubiese captado... :) Acabé un poco más despacio ese kilómetro, a 5:03, pero en el sexto me volví a animar y lo hice a 4:46. Ritmo medio de 5:12 y pulsaciones de 140. Dentro de lo esperado a estas alturas del plan...


Esta semana que viene saldré a correr seguramente el domingo, si no noto ninguna molestia después de la caída, lunes, miércoles (mini series) y quizá viernes un rato. Pocos kilómetros y ritmos más o menos de maratón, con cuidado de donde piso... :) Y el sábado a Bilbao. Mañana visita al Decathlon para las últimas compras. Creo que me llevaré a Bilbao un sobre de pastel de carbohidratos para la merienda y bebida isotónica en polvo, por mucho que lo explique dudo que pueda subir al avión con 1,5 litros de Aquarius... Forerunner y ropa de running en la mochila, zapatillas puestas, el Kindle para las esperas... ¡Y a correr una maratón nocturna!

miércoles, 12 de octubre de 2011

Officially tapering

Digamos que a estas horas ya estoy, como dice el título del post, oficialmente en periodo de tapering. Ya puedo decir que lo más duro ha terminado, los entrenamientos ya deben haber producido los cambios fisiológicos y mentales necesarios para enfrentarme por tercera vez a la distancia mágica de los 42 kilómetros y 195 metros, y ahora se trata de mantener el nivel conseguido, descansar, descargar y cargar carbohidratos, dormir bien, y esperar que el 22 de octubre todo salga bien.

El lunes salí a hacer 7 kilometrillos sin mucha historia. Ritmo cochinero de 5:34, pulsaciones cochineras de 137bpm, y las piernas contentas y recuperando un poco el esfuerzo del domingo.

Y hoy he hecho el último entrenamiento destroyer, made in Jack Daniels. El famoso exprime limón extendido, que consiste en correr 35 minutos a ritmo Easy, 15 minutos a ritmo T, el famoso comfortably hard, volver a hacer 35 Easy y 15 T, y volver a casa. Contaba con la referencia del mismo entrenamiento hace dos semanas, y releyendo el post de ese día, algo que acostumbro a hacer cuando tengo entrenamientos parecidos, he comprobado con satisfacción que las sensaciones de hace dos semanas fueron un poco contradictorias, por un lado los ritmos me parecieron correctos, pero por otro me sentía un poco estancado en ese tipo de series y resignado a ver que los ritmos no mejoraban.

Y ahora, de nuevo enfrentándome al mismo entrenamiento, las sensaciones han sido mucho mejores y la moral ya está a la altura de las nubes mesosféricas polares... :)

Es el último gran entrenamiento y quería hacerlo en las mejores condiciones. Por lo que quería salir desayunado y despierto, aunque evitando las horas de más sol. Así que a madrugar en día festivo... Despertador a las 5:00am, desayuno, café y galletas, punto 8, y me puse a ver la tele, lo cual, dada la interesante programación que hay a esas horas, acabó irremediablemente en siesta. Me desperté, preparé un poco de Aquarius y un gel, y a las 8:53 ya estaba corriendo.

Mucho viento y temperatura fría. Que iba a durar poco. Así que a correr. Me gustó hacer las series rápidas sin tener que luchar contra el viento como el domingo, así que empecé corriendo hacia Montcada. Ritmo suave, entrando en calor, y pasan los 35 minutos después de recorrer 6,42 kilómetros a 5:27 de media, a alrededor de 142bpm. Apunto hacia el mar, y empiezo la primera serie.

La temperatura ya ha subido un poco, empiezo muy bien de fuerzas, ritmo de 4:20, no se me hace difícil mantenerlo, algún zig zag para esquivar ciclistas, jubilados, ciclistas jubilados y paseantes, y ya en el último tramo empiezo a notar el calor y aprieto un poco para mantener el ritmo. Acabo bien, 4:20 clavados, y las pulsaciones sólo llegan a 161bpm al final. Lo cual me parece cojonudo, con perdón... :)

Ahora 35 minutos más a ritmo E, con viento en contra y más calor. Los hago un poco más rápido, a 5:23, pero el precio es hacerlos rozando los 150bpm. El calor empieza a molestar, me tomo el gel, me hidrato, llego a Montcada, y a por la segunda serie, de nuevo apuntando hacia el mar.

Desde el principio se nota el calor. Me pongo a 160bpm inmediatamente y el ritmo se va estabilizando en 4:24. Hay más ciclistas, jubilados, ciclistas jubilados y paseantes, así que empieza a ser complicado ir a un ritmo constante y, a falta de retrovisores, voy con especial cuidado cuando esquivo gente... No me obsesiono con el ritmo, las pulsaciones ya están sobre los 165bpm, el calor ya da de lleno y yo que voy sin gorra, y acabo los 15 minutos a ritmo T a una media de 4:26.

Comparando los ritmos con los de hace dos semanas (4:34 con viento a favor y 4:51 en contra) mejor, mucho mejor.

Unos metros más llegando a casa, poco más de un kilómetro a 5:20, y listo el último entrenamiento duro del plan. Me quedo con que han sido más de 20 kilómetros, combinando ritmos E y T, algo de calor, a una media de 5:05 y pulsaciones medias de 151bpm.


El viernes acabaré el kilometraje de la semana con 6 kilómetros más, que ya casi son tapering en la práctica. Y la semana que viene rodajes a ritmo E a discreción, y 4 series de 1,2 kilómetros a ritmo T a mitad de semana, para que las piernas y el corazón no olviden donde está el umbral aeróbico. La suerte está echada. Acabo con ritmos T en series largas algo mejores que los que hice al final del plan de la maratón anterior. He ido un poco por detrás de los ritmos que llevaba preparando la maratón de Barcelona, pero estas dos últimas semanas he notado un gran cambio. La preparación física creo que ha sido buena. Y la moral está como nunca. Tiembla Bilbao... :)

domingo, 9 de octubre de 2011

No hay 5 runners iguales...

Día completo de running. Por la mañana, el penúltimo entrenamiento de calidad. Y por la tarde, el primer PizzaRunning BRT, con el Abuelo Runner, Carles, Óscar y Diego, una amena velada posterior a una comida a base de proteínas y carbohidratos, como no podía ser de otra manera, un poco de glucosa de postre y por supuesto una bebida de cereales, cebada destilada para ser más exactos. Por una vez nos hemos visto vestidos de calle y nos hemos tomado una cerveza y comido unas pizzas sin oler a Chuck Norris después de correr más de 20 kilómetros, toda una experiencia. ¡Estáis todos invitados para el próximo!


Como el día iba a ser muy completo, comenzó pronto. Hoy tenía una tirada de calidad, no muy larga, pero con series a ritmo T. Esos ritmos son los que Jack Daniels quire hacernos trabajar para mejorar nuestra capacidad. Su manera de plantear el entrenamiento, como hablábamos hoy en la comida, no se basa en memorizar el ritmo de maratón, como hacen muchos otros planes, sino que se basa en tiradas largas para acumular kilometraje, y tiradas mixtas a distintos ritmos para ayudarnos a empujar nuestro umbral aeróbido, superar el muro si éste llega, y acostumbrar al cuerpo a consumir no sólo glucógeno durante las tiradas más largas. Estos últimos entrenamientos estoy notando mejoras en esos ritmos T, incluso en el ritmo más suave, el Easy. Hoy era un buen día, después de haber bajado bastante el kilometraje estos últimos días, para ver si con el cuerpo más descansado puedo ir un poco más suelto.

Tenía un dilema. La carrera de Formula 1 empezaba a las 8:00am, así que tenía dos opciones. Levantarme a las 5:00am y salir sobre las 6:00am sin desayunar, para estar de vuelta y ver la carrera, o levantarme a las 7:00am, desayunar y ver la carrera, y con la digestión hecha, salir a correr a media mañana. Conociéndome, era fácil acertar... Sí, me puse el despertador a las 5:00am un domingo, y me levanté con muchas ganas de empezar ese penúltimo entrenamiento de calidad. Me lo tomé con calma, hice los deberes recreándome y todo, sin la presión del horario, me sobraba tiempo, y a las 6:23am ya estaba corriendo al lado del río.

3 kilómetros calentando, y ya me di cuenta de que me sentía muy ligero, me salieron a 5:27, totalmente inusual a esas horas. Hice la ruta hacia Montcada y media vuelta, para acabar ese tramo justo con toda la parte asfaltada hacia el mar por delante. Ahora venían 2 series de 10 minutos a ritmo T, con 3 minutos de descanso. El miércoles pasado las hice de 15 minutos, y me salieron a 4:22 y 4:24. COn esos ritmos en mente, empecé a correr. Fui un poco de menos a más, empecé a una media de 4:20, pero fui arañando segundos poco a poco, y acabando a 165bpm, hice esos 10 minutos a un ritmo de 4:15. Por bastante diferencia, la serie más rápidas desde que empecé el plan, y con muy buenas sensaciones. 3 minutos de descanso, lo que pedía el plan, la recuperación fue total, me llegué a poner a 98bpm, y a por los siguientes 10 minutos.

Empecé a correr y en un momento me puse ya a 162bpm. Miré el Forerunner, y no me cuadraba el ritmo que marcaba... Bueno, muchas veces, al principio, la medición no es exacta, sobre todo si he ido andando durante la recuperación. No le doy más importancia y sigo corriendo cómodo. La idea era no perder fuelle y ver si mantenía esos 4:15 de la anterior...

Sigo corriendo, pisando con ganas, buscando el efecto muelle al golpear con el pie en el suelo, me siento muy despierto, y de nuevo, las sensaciones son buenas pero no me encaja lo que veo en el Forerunner. Más o menos me sigue marcando el mismo ritmo que al principio... Bueno, sigo corriendo, que de eso se trata. Empiezo a sentir The Flow... Lo estaba esperando... Es el momento perfecto para experimentar esa sensación. Esa armonía entre el corredor y el asfalto me lleva río abajo, corriendo cómodo, más cómodo que nunca, ligero, ya no miro el reloj, sigo pensando que no me cuadra el ritmo que me marca, pero sigo hacia delante, llevo la mitad de la serie y el Forerunner se empeña en marcar un ritmo que me sorprende, pero empiezo a pensar que ya no puede ser un error. Quizá a partir de los siguientes 5 minutos cambie...

Pero no, sigo igual, The Flow no desaparece, habría seguido corriendo más, mucho más, pero el entrenamiento de hoy eran dos series de 10 minutos a ritmo T, se acaba la segunda, el Forerunner pita 5 segundos antes, 4, 3, 2, 1... Y me dice que he corrido en 10 minutos 2,49 kilómetros, ¡a un ritmo de 4:01 minutos del kilómetro!

No recordaba ese ritmo desde que hacía series preparando las carreras de 10K... Además esos 10 minutos de gloria los hice a 163bpm de media, pulsaciones relativamente bajas en mi caso. 3 minutos de descanso, y para acabar media hora a ritmo E, con viento en contra. Y después de las dos series rápidas, y seguro que gracias a esos 3 minutos mágicos de recuperación, corrí esos 30 minutos a 5:06, con unas pulsaciones medias de 150bpm.


Me suenan estas sensaciones... Las tuve cuando estaba acabando de preparar la primera maratón. Pero en la segunda no tanto... Y la segunda no me fue tan bien como la primera. En la segunda, en las últimas semanas, no respeté del todo el plan para correr algunas medias maratones a tope. Esta vez, lo he respetado escrupulosamente, la única media que he corrido ha sido a ritmo de maratón. Quiero pensar que el camino es ése, hay otros planes, otras maneras de plantear un entrenamiento, todas pueden ser buenas, y lo importante es hacer caso al entrenador y tener paciencia y confianza. Esto se acaba, me quedan apenas dos semanas... El miércoles será el último entrenamiento bestia del plan. Ya estaba pensando en el madrugón, ¡cuando me he dado cuenta de que el miércoles es fiesta! Así que podré hacerlo en mejores condiciones...

viernes, 7 de octubre de 2011

Me ha funcionado la bola de cristal. Y pequeño tributo a Steve Jobs...

Ya no recuerdo cuántos días hacía que no llovía un poco en Barcelona. Porque ya nos conformamos con cualquier cosa, hasta las cuatro gotas que han caído hace un rato las recibimos con alegría... Y lo cuento a la hora en la que normalmente estoy corriendo los viernes, sentado en el sofá, con el Mac, mientras escucho que poco a poco dejan de oírse las gotas de agua que apenas han pasado un rato a visitarnos...

Y estoy en casa porque ayer por la noche decidí salir a correr hoy por la mañana en vez de por la noche. Primero, porque la reducción de kilometraje empieza a hacer efecto... Ayer por la noche, antes de irme a dormir, tenía muchas ganas de correr. No concebía despertarme hoy viernes sin ponerme las zapatillas y sin salir a hacer unos kilómetros a un ritmo alegre. Empieza el mono... Y hay que llegar con un síndrome de abstinencia casi inaguantable al 22 de octubre. El segundo motivo, es que tuve la intuición de que esta tarde llovería. Y ha sido poco, pero he acertado, me ha funcionado la bola de cristal. Me ahorro salir por la noche y lloviendo, un riesgo innecesario de coger un inoportuno resfriado.

Eso lo decidí ayer por la noche, mientras acababa de procesar el último vídeo que me faltaba, el de la llegada de la media maratón de Sant Cugat. Una vez más, con el semblante serio, producto del efecto de la esprintacabronicina y el esfuerzo que su acción supone...



Y hoy, cuando el despertador sonó a las 5:00am, me levanté de un brinco con el mono de ir a correr. No descuidé los necesarios preparativos, me equipé adecuadamente, y salí con intención de completar los algo más de 10 kilómetros que me quedaban esta semana.

Empecé en dirección al mar, porque la ruta de Montcada se queda en poco más de 9 kilómetros, pero si voy y vuelvo a la playa hago poco más de 10. Así que hoy tocaba empezar con viento a favor. Como siempre, el primer kilómetro muy cochinero, a 5:46, pero luego, sin el viento fastidiando, hice 4 hacia la playa entre 5:06 y 5:09, media vuelta, viento en contra, 3 más entre 5:12 y 5:18, otro a 5:04, con las pulsaciones todavía por debajo de 150bpm, y el décimo a 5:01, plantando cara al viento, y unos 300 metros más llegando a casa dejando que las piernas marcaran el ritmo, que fue de 4:23. La media de pulsaciones quedó en 143bpm y el ritmo medio en 5:11, bastante interesante para esa hora de la mañana.


Descanso el sábado, y a por la última semana antes del taper. Ya no queda nada...

Y como por aquí somos muchos los runners que además de runners somos un poco geeks, voy a permitirme dedicar un recuerdo a la figura de Steve Jobs, la persona que fue capaz de imaginar cómo meter el mundo en nuestro bolsillo, a través de sus revolucionarias ideas sobre cómo acercar la tecnología a la gente y además hacerlo de manera fácil. Sólo me he sentido impresionado dos veces por la muerte de una persona a la que no conocía... Una fue cuando murió el presentador del programa de radio con el que me despertaba cada día. Su voz era lo primero que oía cada mañana, y tenía una manera de contar las noticias que hacía que me levantara con ganas de salir ahí afuera a intentar hacer el mundo en el que vivimos un poco mejor. Murió practicando su deporte favorito, inesperadamente, por eso seguramente también me impactó tanto.

Y en el caso de Jobs, su voz también me suena familiar, pero más familiar me resulta aún que con inventos suyos hablo por teléfono, consulto mi Twitter y las noticias, escribo este blog, entreno y guardo las rutas de mis entrenamientos en internet, en su último invento leí el libro de Jack Daniels, en una idea suya almaceno las fotos y edito los vídeos de mis carreras, y he tenido la suerte de desarrollar juegos para el sistema operativo que él dio vida... Se me hace interminable la lista de situaciones cotidianas en las que aparece algo en lo que ha participado Steve Jobs...

Aquí dejo también el pequeño tributo que le rendimos ayer en la oficina...


miércoles, 5 de octubre de 2011

Pues sí que era el viento, sí

Con tanto trabajo, tres días fuera de casa, dos viajes a Madrid y la media maratón de Sant Cugat, casi no me he dado cuenta y me he plantado a las puertas de la última semana de entrenamiento, con Bilbao a sólo 17 días vista...

Y estos últimas días voy viendo mejoras, sigo sin apretar tanto como en anteriores planes, la apuesta para preparar Bilbao es distinta, y se acerca el momento de ver los resultados. Siendo fiel a mi nueva manera de plantear los rodajes, sobre todos los Easy, el lunes salí a correr para recuperarme de la media del domingo. Como le comentaba a Manu, tampoco acabamos tan desgastados, los primeros 20 kilómetros nos los tomamos en plan tranqui... ;) Sólo la esprintacabronicina hizo que el final fuese un poco apoteósico... ;)

Y ya en la salida se veía que el ambiente era muy distendido, como se puede comprobar por mi cara de idiota con gorra blanca y camiseta de tirantes roja haciendo el simio a la cámara... ;)



Aunque en cuanto pasamos la línea de salida, el semblante ya se puso algo más serio...



La carrera, además de estas fotos, me dejó un poco de agujetas que no aparecieron hasta el lunes a media mañana, después del rodaje Easy. Me lo tomé muy cochineramente, 9,25 kilómetros a 5:46 de media, con pulsaciones medias de 136bpm. Me sentó muy bien, y además coincidió que el martes, que no me tocaba correr, tuve otro contacto con la ultradistancia, 600 kilómetros por la mañana y otros 600 por la tarde, cómodamente sentado en el AVE. Aproveché para emular a Gonzalo cuando pasa por un aeropuerto, y compré un par de revistas de running para el viaje de vuelta. En una encontré un curioso artículo sobre entrenar de madrugada, en el que animaban a la gente que no tiene tiempo durante el resto del día a intentar madrugar para correr... :) Me sentí muy identificado, veo que es muy normal que a esas horas los primeros 2 ó 3 kilómetros salgan especialmente cochineros, y que también es muy habitual que los primeros días más de una vez nos toque volver apresuradamente a casa por un retortijón intestinal imprevisto... :)

Llegué a casa el martes por la noche para programar en el Forerunner el entrenamiento de hoy, y ya totalmente recuperado del domingo salí a por mi antepenúltimo entrenamiento de calidad del plan. Diana a las 4:45, y a las 5:49 ya estaba corriendo, habiendo dejado en casa cualquier resquicio de los excesos alimenticios de estos días...

El plan marcaba 25 minutos a ritmo Easy, 15 a T, 25 Easy, 15 T, y enfriar. Y como ya quedan pocos entrenamientos de calidad, quiero acabarlos con buen sabor de boca. Así que decidí cambiar la ruta habitual, y hacer los dos tramos a ritmo T sin tener que luchar contra el viento. Las series T a 4:51, aun sabiendo que el viento es un enemigo inexorable, no dejan siempre el mejor sabor de boca...

Así que salí hacia Montcada, muy despacio, entrando en calor, y completé los primeros 25 minutos a un ritmo cómodo de 5:53, sin luchar contra el viento que me lo ponía muy difícil.

Media vuelta, y con viento de cola, empecé a correr a ritmo de umbral aeróbico. Esas series me estaban saliendo entre 4:34 y 4:45 últimamente, en función del cansancio y la hora. Pero hoy, corriendo bastante cómodo, me salió la primera a 4:22. 15 minutos a un ritmo vivo, llegando a los 165bpm al final. ¡Bien! Se va notando la bajada de kilometraje, y que el plan está llevándome a alcanzar el pico de forma esperado para dentro de dos semanas...

Volví otra vez sobre mis pasos y contra el viento, y ahora mucho más despierto, corrí otros 25 minutos Easy a 5:34 a poco más de 140bpm.

Y la última, de nuevo con viento favorable, para dejar ese mal sabor de boca de acabar sufriendo a 4:51 de otros días... Me sentía cómodo, quizá un poco más cansado que en la primera, no llevé bebida ni gel, seguramente debía haberlo hecho para recuperar después de más de una hora corriendo, pero aún así corrí ligero, sin molestias, y acabé a 4:24, con muy buenas sensaciones e incluso ganas de más... Pero el desayuno esperaba, así que en apenas 4 minutos llegué a casa, estiré y a ducharse y comer.



¡Ah, y el domingo tenemos el Pizza Running BRT! El punto de encuentro previsto es al lado de la entrada de los cines de La Maquinista, a las 13:30 del domingo 9 de octubre. ¡Todos los bloggers o runners de Barcelona y alrededores que queráis compartir unas pizzas y hablar de running, estáis convocados!




Por favor confirmad asistencia en la página oficial, aquí mismo o a Carles... :)


domingo, 2 de octubre de 2011

Crónica de la Mitja de Sant Cugat

Desde julio no me ponía un dorsal. Ya casi no recordaba el efecto que produce... Y hoy era una de las cosas contra las que debía luchar, contra el efecto dorsal. Pues el objetivo de ponerme un dorsal y correr junto a unas 1499 personas más no era otro que correr 21 kilómetros a ritmo M, como me marca el plan.

Hoy también era una buena oportunidad de empezar a pensar en el ritmo objetivo para Bilbao. Estoy corriendo más despacio que durante el anterior plan de entrenamiento, soy consciente de ello y es parte de cómo he planteado el plan este año. Hace unos meses, cuando estaba a tres semanas de la maratón, hacía las tiradas largas de 20 kilómetros a 4:52. Pero corrí la maratón a 4:56... Este año las tiradas largas las estoy haciendo sobre 5:20, y espero correr más deprisa en Bilbao. Hace un año aún estaba corriendo más deprisa en las tiradas largas, y precisamente hace un año también corrí esta media maratón 3 semanas antes de debutar en Mediterrani. En 2010 planteé esta carrera como una media maratón normal y corriente, aunque sin ir a morir al final. Hice 1:35:28, a un ritmo de 4:30. Y corrí la maratón 3 semanas después a un ritmo de 4:53.

¿Y a qué vienen todas estas cifras? A explicar que este año estoy pretendiendo entrenar a ritmos más fáciles, sin renunciar a las series, por supuesto, estoy siendo más conservador en los entrenamientos fáciles, intentando progresar en los ritmos aeróbicos, y respetando la curva de mejora con la que espero llegar en el mejor momento de forma a Bilbao. Parte de esta táctica suponía correr hoy la media maratón con la sana intención de superar mi PMP (peor marca personal)... :)

Manu fue mi compañero de batalla. Él también está preparando Bilbao, llevamos distintos planes y ritmos objetivo, pero la perspectiva de hacer buena parte de la carrera con un amigo hizo fácil que nos pusiéramos de acuerdo. Pasó por casa, fuimos comentando la jugada en el coche, después de los clásicos trámites antes de salir (bocata, zumo, café, galletas, punto 8), y decidimos hacer unos 11 kilómetros juntos, a un ritmo de entre 5:00 y 5:10, y a partir del 11 seguir según cómo fuésemos de fuerzas.

Llegamos con tiempo, calentamiento, Powerade, visita al baño, barra energética, más Powerade, y como ya recordaba del año pasado, el primer problema estaba antes de la salida... Con dos lavabos para 1500 personas, la última meadilla iba a ser complicada... Nos colocamos en una zona tranquila, dieron la salida, y a correr.

Empezamos según el ritmo objetivo, aunque era imposible ir a un ritmo constante por las continuas subidas y bajadas. En algunas bajadas nos poníamos a 4:46, cuando la subida picaba acabábamos algún kilómetro a 5:24, pero la media iba sobre los 5:05. Estaba tan claro que no íbamos a competir, que hice lo que no había hecho antes en las 42 carreras populares en las que había participado hasta hoy... ¡Parar a mear en el kilómetro 4! La primera parte de la carrera, aún con un clima muy favorable, fresquito y con el sol sin molestar mucho, fue muy tranquila, pulsaciones alrededor de 150bpm, subiendo en las subidas, recuperando en las bajadas, y cumpliendo la media prevista.

En el kilómetro 11,5 más o menos, al final de una buena subida que empezó en el 9, nos separamos y seguimos al ritmo que nos pedía el cuerpo. Intenté buscar una media de 4:50, que sería un interesante ritmo de maratón. Aunque la orografía y el sol que ya empezaba a salir no iban a ayudar mucho... Esos 15 segundos menos por kilómetro de media eran la diferencia entre ir en medio de un gran grupo de gente, o empezar a adelantarlos como una moto... :) Iba bien de fuerzas, me hidraté sobradamente en los avituallamientos, y empecé a darle a las zapatillas un poco más fuerte. Había llegado al final de esa subida de 2,5 kilómetros a 160bpm, y ya no bajé de esa cifra, aunque la sensación era de ir muy cómodo.

Los 10 kilómetros que me quedaban los hice todos por debajo de 5:00, cuatro cincuentauymucho en las subidas, cuatro cuarentaypoco en las bajadas. Iba fuerte, cómodo, manteniendo el ritmo pero viendo como las pulsaciones subían peligrosamente con el calor. Al acabar el 19 ya estaba a 170bpm, después de una subida de 1,5 kilómetros, pero la sensación no era mala, y seguí dándole a las zapatillas.

El 20, con muchos toboganes, me salió a 4:47. Me gustó mucho. Los toboganes destrozan la moral y las piernas. Y después de 19 kilómetros, los superé muy cómodo. Y llegado al 20, dije, vamos a ver si corremos un poco, aprovechando la bajada, me concentré en intentar aprovechar la pisada y sacarle el máximo partido a cada zancada, y acabé el kilómetro 20 a 4:28. El forerunner me había ido marcando de menos, así que cuando marcó el kilómetro 21 aún me quedaban más de 300 metros de carrera. Apreté un poco, sólo un poco, bueno, me puse a 175bpm, pensé en entrar a ese ritmo, pero claro, cosas del dorsal...

Supongo que todos sabéis que los dorsales los impregnan de una sustancia que, a través del sudor, penetra en nuestro torrente sanguíneo y llega hasta el cerebro. Esa sustancia, la esprintacabronicina, hace que si estamos en los últimos metros de una carrera y alguien que va detrás de nosotros empieza a esprintar, nuestro cerebro mande de inmediato a las piernas la orden de hacer lo mismo pero más rápido...

De manera que cuando noté la sombra de una camiseta negra que se ponía a mi altura, empecé a correr como un poseso, creo que al amigo de la camiseta negra la saqué unos 50 metros y pasé a 8 ó 9 runners en los últimos 200 metros. Ese tramo me lo marcó el Forerunner a 3:40, parece que quedaba fuel en el depósito, y en el momento exacto de entrar en meta, según el rubiTrack, iba a 3:01.


Como pulsé el Stop en el Forerunner durante la parada técnica del kilómetro 4, me sale un tiempo de 1:44:24. Pero el tiempo oficial que marca el chip es de 1:45:03, ¡empeorando en más de medio minuto mi PMP! Objetivo cumplido... :) Correr a ritmo M la segunda parte, un poco más relajado la primera, pulsaciones medias de 158bpm, dentro de lo razonable por el calor, y comprobar que quedaba mucho fuel en el depósito como para seguir 21 kilómetros más. Bien.